«Ver nuevas todas las cosas»: Inicia Año Ignaciano

19
May
2021

Vaticano.- En Pamplona, España, donde hace 500 años Ignacio de Loyola fue herido en la pierna en una batalla y comenzó su camino de conversión, el General de la Compañía de Jesús dará inicio a las iniciativas jubilares. El Padre Rotelli espera que en tiempos de pandemia, estas celebraciones sean una ocasión para reducir las desigualdades sociales y económicas y basar la vida en valores auténticamente humanos para ser reconciliados y justos

El Padre Arturo Sosa, Prepósito General de la Compañía de Jesús, abrirá oficialmente el Año Ignaciano con una solemne celebración a las 18 horas de mañana, 20 de mayo, en Pamplona, España. El evento puede seguirse en los canales de la Curia General de los jesuitas: jesuits.global/es e ignatius500.org/es. Ese mismo día, el Instituto de Espiritualidad de la Pontificia Universidad Gregoriana organiza la conferencia en streaming «Ver todas las cosas nuevas en Cristo», a la que seguirá una vigilia en la Iglesia del Gesù de Roma. El 23 de mayo, a las 20:00 horas (en tres zonas horarias diferentes: Manila, Roma y Nueva York) se propone la oración internacional online “Pilgrims with Ignatius”.

«De Pamplona a Roma, tras las huellas de San Ignacio» es el itinerario para jóvenes previsto para el 30 de mayo en Roma: una oportunidad para profundizar en el camino de conversión de Ignacio de forma vivencial. Otras iniciativas incluyen una oración el 29 de junio para confiar a Dios el camino de la Provincia Euromediterránea de la Compañía de Jesús, en el aniversario del día en que Ignacio comenzó a recuperarse del peligro de muerte que siguió a su herida en la pierna en la batalla.

También habrá un campamento de verano itinerante para jóvenes en las montañas del norte de Albania del 20 al 30 de julio. El 12 de marzo de 2022, aniversario de la canonización de San Ignacio y San Francisco Javier, se llevará a cabo una peregrinación a «La Storta», en la periferia de Roma, y una misa en la iglesia del Gesù de la capital italiana el 31 de julio de 2022, en la solemnidad de San Ignacio para la conclusión del Año Ignaciano.

Dice el Padre Gian Giacomo Rotelli

A la pregunta de ¿con qué espíritu se plantearon las distintas iniciativas del Año Ignaciano? Y, dado que el Año cae en un momento todavía marcado por la pandemia, ¿qué valor añade esta coyuntura a las celebraciones?, el padre Gian Giacomo Rotelli, secretario personal del Superior General de la Compañía de Jesús, responde a Vatican News que la Congregación ha promovido la celebración de este Año Ignaciano 2021-2022 no tanto para sí misma ni para dar a conocer su espiritualidad, sino en primer lugar para celebrar la obra de Dios en ese hombre de armas y de la corte que fue Ignacio de Loyola, que se transformó, a través de una grave herida en batalla en una pierna, que había destruido todas sus perspectivas y que lo llevaría, a punto de morir, a ser un humilde y gran peregrino de la voluntad de Dios. A partir de esa herida, dice el padre Rotelli, comenzó a ver todas las cosas nuevas. Y añade:

Esa transformación de Ignacio, en tiempos de pandemia, nos insta a transformar nuestra vida personal y la de la sociedad en la que vivimos, para que la brecha entre los pocos, poseedores de tanta riqueza, y los pobres no crezca más, sino que, si es posible, se reduzca. Y luego, para que cada uno de nosotros, enfrentados a nivel personal a la enfermedad y a la muerte de muchas personas, incluso cercanas a nosotros, basemos nuestra vida en valores auténticamente humanos para ser reconciliados y justos.

Además recuerda que en esto insistió mucho, e insiste mucho, el Padre General al presentar el libro «En camino con Ignacio», escrito precisamente para esta ocasión. Por eso, dice, «ver todas las cosas nuevas» significa también intentar hacerlas nuevas. Ante la pregunta acerca de la familia ignaciana en el mundo y ¿qué fronteras de su apostolado considera más fructíferas hoy?, el padre Rotelli afirma:

“Nos basta con que todas ellas, como creo que lo son, constituyan una respuesta a lo que el Señor nos pide hoy, también a través de su Iglesia, en los diversos lugares donde nos encontramos trabajando”

También dice, sin «sopesar» su fecundidad, que no sabe “si son más fructíferas las decenas de Universidades (eclesiásticas y no eclesiásticas) y los miles de colegios que dirigimos en todo el mundo o el servicio de los Ejercicios Espirituales; si es más fructífera la acción en más de 40 países a favor de los inmigrantes o de los desplazados en países en guerra o el servicio de acompañamiento espiritual personal y de las confesiones en todos los más de 120 países en los que estamos presentes”.

“Lo importante es que respondamos a las necesidades de los territorios donde estamos. Por ejemplo, en este período han muerto varios jesuitas en la India, donde intentamos responder con nuestra presencia junto a los pacientes de Covid-19. La finalidad de la Compañía para San Ignacio era la ayuda de las almas, es decir, ayudar humildemente a las personas a crecer en la verdad de sí mismas ante Él. Estoy profundamente convencido de que en cada frontera los jesuitas persiguen esto. Y eso es precisamente lo que importa”

Prensa CEV
Nota de prensa de Vatican News
19 de mayo de 2021