Prensa Diócesis La Guaria
Lo que hace tres años era un sueño, con la colocación de la primera piedra para la construcción del santuario diocesano del Doctor José Gregorio Hernández en Playa Grande, Catia la Mar, este sábado se hizo realidad, al ser consagrada la iglesia de la parroquia San Óscar Arnulfo Romero por el Cardenal Baltazar Porras, Arzobispo de Caracas.
La emotiva y solemne ceremonia inició con la entrega de las llaves, la reliquia y apertura de la puerta del santuario. El cardenal Porras, después de un breve silencio y oración, tocó tres veces y pidió al obispo de La Guaira, Monseñor Raúl Biord, que abriera el santuario para el ingreso de los 12 obispos y 50 sacerdotes presentes para la Eucaristía.
Continuó con la bendición y aspersión del agua bendita a los feligreses en señal de penitencia y en recuerdo del bautismo, y para purificar los muros y el altar de la nueva iglesia. Posteriormente, el Arzobispo procedió a la entronización solemne del libro de las Sagradas Escrituras, y por primera vez fue proclamada la Palabra de Dios en este templo.
Después de las lecturas, el Cardenal, junto a Monseñor Biord colocó las reliquias de San Óscar Romero y del Beato Hernández, bajo el altar. Acto seguido, los obispos ungieron el altar con los santos óleos, y los sacerdotes, los muros de la iglesia.
Esta celebración eucarística es un hito importante para la fe de la región porque es el primer santuario erigido desde cero y el primero de la Diócesis de La Guaira después de 54 años de fundada.
El milagro que faltaba
«El milagro que faltaba para José Gregorio Hernández es la construcción de este santuario en La Guaira. Este podría ser el titular de noticiero», estas fueron las palabras de monseñor Biord, quien recordó que hace 15 meses comenzaron las obras, y hoy se celebró una de las liturgias más bonitas, con muchos símbolos religiosos que atestiguan el nacimiento de una comunidad eclesial.
Señaló, que no solo han hecho un templo, sino un complejo de servicios parroquiales que incluye una sacristía, salones de reuniones, una casa parroquial, una churuata para las reuniones pastorales y para recibir a los peregrinos.
«Que esta iglesia sea hogar y altar, alimento para la fe e inspiración de caridad, lugar para encontrarnos todos como hermanos, alrededor de la Virgen, madre amorosa, socorro y auxiliadora, bajo la intercesión de nuestros santos patronos monseñor Romero y José Gregorio Hernández».
1 Comentario
Dejenos su comentario
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.
Excelente labor y de todos los que de una u otra forma contribuyeron para el logro de lo que hoy es una realidad… Felicidades hnos de la diócesis de la Guaira..