Vaticano.- Fue presentado al Papa el proyecto del nuevo cuartel que se construirá según criterios de sostenibilidad ambiental y sustituirá la actual sede general, permitiendo albergar también a los familiares. Será financiado por una Fundación suiza.
«Mi vida sería impensable sin los Guardias Suizos. Siempre han estado cerca mío, día y noche. Su profesionalidad, disciplina, discreción, fiabilidad y cortesía me llenan de un gran sentido de la gratitud. Se trata de jóvenes con una vida cotidiana de disciplina que trabajan 24 horas al día para salvaguardar mi seguridad. Por eso es sumamente importante que en el Vaticano, que se está convirtiendo cada vez más en un segunda patria para sus esposas y sus hijos, tengan a disposición alojamientos modernos y al mismo tiempo seguros». Son palabras que llevan la firma del Papa Francisco y que aparecen en la presentación del proyecto de la nueva sede de la Guardia Suiza.
El Presidente de la Fundación para la Restauración del Cuartel de la Guardia Suiza Jean-Pierre Roth, el Comandante Christoph Graf, los arquitectos Pia Durisch y Aldo Nolli, y una delegación de la Fundación fueron recibidos por el Papa en la mañana del 2 de octubre. «El Papa nos animó y nos dijo que siguiéramos adelante con el proyecto – explica Roth – y esto es lo que pretendemos hacer a pesar de los tiempos difíciles que estamos viviendo. Confiamos en que encontraremos los fondos para el nuevo cuartel en donantes y fundaciones. Es importante que los Guardias puedan vivir en el Vaticano con sus familias y que los que deseen casarse no sean obligados a vivir fuera.
El cuartel actual muestra de manera evidente el paso del tiempo: «Está deteriorado y ya no ofrece el marco y el equipamiento necesario para alojar a los guardias en condiciones conformes con la normativa vigente», escribió el Cardenal Secretario de Estado, Pietro Parolin, en una carta de agradecimiento a la Fundación y a los donadores. Pero, sobre todo, el actual cuartel se ha vuelto demasiado pequeño para alojar a los guardias, haciendo imposible que se alojen allí los miembros de la familia. Por eso nació la Fundación presidida por Roth, con el fin de encontrar donadores que puedan contribuir a la realización del proyecto, para hacer sentir que el Vaticano es «una segunda patria» no sólo para los soldados que con sus coloridos y fascinantes uniformes defienden al Papa y vigilan las entradas del Estado y del Palacio Apostólico, sino también para sus esposas e hijos. De hecho, la necesidad de espacio ha aumentado alrededor de un 30% debido al cambio en las reglas relativas al matrimonio, que se han vuelto menos rígidas. Tras un cuidadoso estudio arquitectónico se ha calculado que es imposible obtener el espacio necesario simplemente renovando el edificio actual. Por lo tanto, se construirá un edificio completamente nuevo en el mismo lugar.
La ocasión de construir un nuevo edificio será la oportunidad de experimentar con técnicas de construcción eco-sostenibles. «El respeto del medio ambiente será central – explica la arquitecta Pia Durisch – de acuerdo con lo escrito por el Papa Francisco en la Encíclica Laudato si’ cuyo quinto aniversario se celebra este año. Reciclaremos el material de demolición transformándolo en concreto y la nueva construcción tendrá una certificación ecológica». Será «una estructura sobria – añade el arquitecto Aldo Nolli – que necesitará poca manutención y utilizará materiales simples».
«Estoy convencido de que el nuevo edificio facilitará el reclutamiento de jóvenes suizos entusiastas de prestar su servicio al Papa», dijo por su parte Christoph Graf, Comandante de la Guardia Suiza Pontificia.
Prensa CEV
Nota de prensa de Vatican News
02 de octubre de 2020