Caracas.- El martes 19 de octubre de 2021, inició la reunión de Comisiones Episcopales de la CEV en modalidad virtual, en las que se abordan diferentes temáticas respecto a la realidad país desde las perspectivas sociales, políticas y de salud, en razón de la situación de pandemia por Covid-19; así como la perspectiva de la Iglesia en Venezuela en relación a la II Asamblea Nacional de Pastoral, la Asamblea Eclesial de América Latina y El Caribe y el Sínodo de la Sinodalidad.
Durante el primer día, se realizó la oración oficial del Sínodo de la Sinidalidad, Adsumus, Sancte Spiritus (Estamos ante ti, Espíritu Santo), tras lo cual Mons. Azuaje Mons. José Luis Azuaje, Arzobispo de Maracaibo y Presidente de la CEV ofreció palabras de bienvenida a los participantes, en las que además recordó la memoria de los miembros del clero venezolano que han fallecido recientemente a causa de Covid-19, entre ellos el Cardenal Jorge Urosa y el Pbro. Antonio Velázquez.
“La pandemia de Covid-19 se ha transformado en signo de cambio de época, porque ha tocado todas las instancias humanas y sociales de la realidad histórica”, señaló Mons. Azuaje, y en medio de ello, afirmó que Venezuela se encuentra en medio de “una crisis generalizada, profunda, con un cambio veloz hacia el deterioro”, el cual indica que ocurre desde lo material hasta los valores humanos, la espiritualidad y los aspectos psicológicos.
Practicar la cultura del encuentro
Al compartir una visión de la realidad en la que se detuvo en aspectos económicos y demográficos tales como las consecuencias de la migración, el aumento de los índices de pobreza y de mortalidad, la problemática generalizada del sector país y la introducción del nuevo cono monetario, expresó que “el pueblo ha quedado sin liderazgo y sin propuestas que les animen en el futuro”, y que quienes ejercen algún tipo liderazgo, lo realizan de forma “autorreferencial”.
A raíz de ello, expuso a los Arzobispos y Obispos presentes, así como a los directores de los diferentes departamentos del Secretariado Permanente del Episcopado Venezolano, que la misión hoy en día es “recoger los vidrios y empezar a diseñar, desde los basamentos eclesiales guiados por el Evangelio y la Doctrina Social de la Iglesia, nuevas visiones que no sean un repetir los mismos esquemas que no han dado resultados”. Para ello, hizo referencia al Sínodo de la Sinodalidad y la Asamblea Eclesial de América Latina como oportunidades para poner en práctica la comunión, el encuentro y el diálogo.
Mons. Azuaje destacó que es una invitación a “caminar juntos como pueblo de Dios”, ya no como guías “sino como compañeros de camino”, desde la perspectiva de “un proceso de escucha y diálogo como aprendices de una realidad que nos traspasa si la miramos desde una sola óptica”. “Lo importante de escucharnos es la creatividad que envuelve la narrativa y el respeto de poder atender a los otros”, puntualizó.
Los peligros del desarraigo cultural
A continuación, Mons. Mario Moronta, Obispo de San Cristóbal y Primer Vicepresidente de la CEV, presentó una breve síntesis de la realidad actual del país, en la que destacó aspectos positivos y negativos presentes en la sociedad. Afirmó que ha mermado la capacidad de asombro y se ha pasado de la “inmoralidad” a la “amoralidad”, en la que se comienza a ver como normal y propio lo inmoral.
Mons. Moronta realizó un análisis de la situación país desde una perspectiva bíblica, en la que comparó la sociedad venezolana con el pueblo de Israel, desde la sensación generalizada del desarraigo y la pérdida de la propia cultura ante las diferentes vicisitudes que influyen en el actuar de los individuos y la colectividad. Aseveró que este desarraigo “permite dejarnos llevar por el conformismo” y ocasiona una pérdida de la capacidad de análisis y toma de decisiones de forma consciente. “El desarraigo hace que los valores propios de los venezolanos se vean contrarios”, puntualizó. Denunció “el crecimiento de expectativas mesiánicas”, a la espera del surgimiento de un líder al cual seguir y en el cual colocar las esperanzas para la solución de la problemática generalizada.
El Obispo destacó, sin embargo, que no se puede ignorar el valor solidario que aún permanece intrínseco en los venezolanos; como ejemplo de ello presentó la generosidad mostrada en todo el país ante la inundación ocurrida en el Valle de Mocotíes en Mérida. Añadió además, como aspecto positivo, el crecimiento de emprendimientos creativos, como una búsqueda de los venezolanos a producir e impulsar el desarrollo personal, de forma legal y moral.
Liderazgo creativo
A continuación, los Obispos y directores del SPEV compartieron sus impresiones ante lo expuesto, destacando la necesidad de una nueva visión de liderazgo, impulsado por la Iglesia, reconociendo además el liderazgo popular y el ejercido por los agentes de pastoral desde las bases; a su vez, insistieron en la importancia de aplicar las reflexiones del Concilio Plenario de Venezuela y las orientaciones de la Doctrina Social de la Iglesia para la reconstrucción del tejido social del país, y de compartir las buenas obras a fin de ser promotores e de esperanza en los distintos actores de la sociedad.
La reunión de las comisiones episcopales continuará el día miércoles, 20 de octubre de 2021, con la presentación de avances la II Asamblea Nacional de Pastoral, Asamblea Eclesial de América Latina y El Caribe y el Sínodo sobre la Sinodalidad, así como las propuestas para construir el camino a seguir como Iglesia en Venezuela.
Prensa CEV
19 de octubre de 2021