Margarita.- El jueves 27 de mayo de 2021, en que la Iglesia Universal celebra a Jesucristo, Sumo y Eterno Sacerdote, el clero margariteño celebró la Santa misa Crismal, donde se bendice y se consagran los aceites utilizados en los sacramentos del bautismo, confirmación, unción de los enfermos y orden sacerdotal. También en esta Eucaristía se renuevan las promesas sacerdotales de los presbíteros.
La celebración tuvo lugar en el templo parroquial de Santa Ana del Norte, y fue presidida por el obispo diocesano, Monseñor Fernando Castro, acompañado por todo el clero y algunos fieles laicos. Cabe destacar que se realizó guardando las estrictas medidas de bioseguridad por motivos de la pandemia.
En la homilía, Mons. Castro resaltó el hecho de que esta Eucaristía se realiza el jueves santo pero que gracias a la pandemia se tuvo que mover de fecha, por segundo año consecutivo. Realzó la figura del sacerdote dentro de una comunidad y recordó que el día de la ordenación el sacerdote después de la imposición de las manos del obispo, le imponen las manos sus hermanos en el presbiterio como signo de comunión sacerdotal, el mismo sentimiento que tuvo Jesús con sus apóstoles la noche del jueves santo.
Otro aspecto que subrayó el obispo es el servicio en la caridad, y sobre todo en este tiempo de pandemia, el sacerdote esta llamado a la caridad no solo en la comunidad encomendada, sino también en entre hermanos en el presbiterio que a veces se sienten solos y abandonados, “es muy difícil que el sacerdote cumpla con su misión si se siente solo y triste” afirmó el obispo, e hizo un llamado a la comunidad a cuidar a sus sacerdotes, no solo en la oración, sino también en las necesidades materiales y pidió a los sacerdotes a estar pendiente de los más vulnerables.
Con la expresa petición de celebrar la Eucaristía diaria, así sea de manera privada, y agradeciéndoles el servicio que están prestando, sin condiciones, hasta arriesgando la propia vida, concluyó su reflexion.
Prensa CEV
Nota de prensa Diócesis de Margarita
27 de mayo 2021