Departamento de Familia e Infancia: Orientaciones sobre la convivencia familiar en tiempo de aislamiento social

18
Jun
2020

Caracas.- El Departamento de Familia e Infancia llegó a cabo un webinar el sábado 13 de junio de 2020, dirigido por el Pbro. Alfredo Infante, con el objetivo de orientar sobre la convivencia familiar en este tiempo en casa.

Durante el webinar, el sacerdote expresó que el recogimiento en casa representa un gran desafío para la convivencia familia, y este desafío tiene a su vez sus tentaciones, como lo es la “Herejía del activismo”

Expresó que ahora existe la oportunidad de «cultivar más la convivencia con uno mismo y con la familia», pero en su lugar se presenta una nuevo activismo: de las redes, de las reuniones virtuales. Señaló que aunque es importante estar presentes en espacios del diálogo positivo en las plataformas digitales, también hay que cuidar para no buscar «escapar de nosotros mismos y de la convivencia familiar», utilizando el pretexto de una mayor formación.

Afirmó que el hogar se ha desarrolla ahora en tres estaciones: el trabajo, la recreación y la convivencia, las cuales antes tenían su propio espacio y estaban separados, ahora están juntos y mezclados.  «Es un desafío muy grande, pues el trabajo por la vía virtual está erosionando las otras dimensiones, robando los espacios que antes teníamos separados».

A continuación, el sacerdote hizo referencia a algunas enseñanzas de San Ignacio de Loyola apropiadas para el tema, las cuales resumió en tres puntos:

1.-Necesidad de modo y orden tanto personal como familiar para que las actividades y procesos no fragmenten la vida familiar y personal. «Cuando hacemos esto, cada día tiene su ocupación y ese modo y orden nos ayuda a cuidar la convivencia con uno mismo y con la familia».

 2.   Discreta Caridad:  En tiempos de mucha necesidad y de sobrevivencia, el tema de solidaridad es muy importante, pero a veces por el distanciamiento social, se presenta como un escape la necesidad de querer hacer algo sin tomar el debido discernimiento. «Si hacer el bien me hace bien pero me desordena y me fragmenta a lo largo, es un bien aparente».

3.- ¿Dónde estoy? ¿A qué vengo?: Realizar estas preguntas ante cualquier actividad, «para tomar conciencia y centrarme en lo que estoy haciendo».

Si el corazón humano por naturaleza  tiende a desordenarse en cualquier eventualidad, en este contexto se despiertan muchas emociones externas  por el miedo de no estar solo con uno mismo o afrontar situaciones de la convivencia familiar diaria; y de manera inconsciente, estos tres elementos se conjugan, pues si no hay modo y orden lo que se quiere es escapar de esas relaciones familiares diarias.

«Un último elemento que amenaza la situación que estamos viviendo, son las noticias que llegan. Hay que ir creciendo y elegir como procesar la información, no hacerme eco de cosas que pueden originar mayor reacción en uno mismo».

El peligro de caer en la “Herejía del activismo», es que se descuida lo fundamental: la relación con Jesús, que debe ser el centro de toda misión . Si uno no se tiene esa relación íntima, cercana con Jesús, «terminamos siendo nosotros el centro, te centras en ti mismo, terminas hablando de ti mismo no de quien te envía, terminas desgastando tu “ fe”. En nombre del bien terminas distorsionando la misión a la que has sido llamado».

Prensa CEV
18 de junio de 2020