Vaticano.- Asegurar los «servicios esenciales a la Iglesia Universal» de acuerdo con las disposiciones sanitarias y recurriendo al trabajo flexible. Sobre esta base, la Santa Sede y la Ciudad del Vaticano enfrentan los compromisos en medio de la emergencia del Coronavirus. Lo estableció una reunión de alto nivel de la Curia Romana presidida por el Cardenal Parolin.
La emergencia del Coronavirus no detiene la actividad de la Santa Sede y de la Ciudad del Vaticano, al contrario, los dicasterios y organismos que la componen permanecerán «abiertos para asegurar servicios esenciales a la Iglesia Universal, en coordinación con la Secretaría de Estado». Es lo establecido hoy por los dirigentes de la Curia Romana durante una reunión interdicasterial extraordinaria, celebrada en la Aula Vieja del Sínodo y presidida por el Cardenal Secretario de Estado, Pietro Parolin.
Identificar los servicios esenciales
En un comunicado, la Oficina de Prensa de la Santa Sede informa que la labor de los dicasterios continúa «en el respeto» de las normas sanitarias y los «mecanismos de flexibilidad en el trabajo» establecidos en días pasados. Por su parte, un documento de la Secretaría de Estado, distribuido al final de la reunión, se detiene en la «evolución de la situación de emergencia sanitaria» invitando a los «entes de la Santa Sede o a ella vinculados, así como a la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano» a «identificar los servicios y puestos esenciales con el fin de garantizar el funcionamiento mínimo de los mismos».
Trabajo deslocalizado
En el documento se hace un balance a nivel normativo de la utilización del «trabajo deslocalizado», una forma de trabajo dependiente que debe entenderse, entre otras cosas, «sin limitaciones precisas de tiempo o lugar de trabajo, con la utilización de herramientas tecnológicas para la realización de la labor”.
Prensa CEV
Nota de prensa de Vatican News
12 de febrero de 2020