Vaticano.- El Grupo de Trabajo Venezuela denuncia que la sistemática “desinformación oficial” pretende ocultar la magnitud de la crisis humanitaria, el profundo deterioro de las condiciones de vida y el limitado acceso a servicios básicos de los venezolanos. Además llama a la restitución en Venezuela de las garantías que permitan superar los abusos, la persecución, la censura y vulneración de los derechos humanos.
“Más de 5 millones de hermanos han sido expulsados de su país debido al profundo deterioro de las condiciones esenciales para una vida digna, que han cercenado desde las libertades políticas hasta el derecho mínimo a la alimentación, a la salud y a la vida”. Esta la denuncia del Grupo de Trabajo Venezuela (GTV) de Cáritas Internacional al final de la reunión sostenida del 28 de septiembre al 2 de octubre, en la que se analizó y evalúo la situación de los venezolanos en los últimos tres años de trabajo humanitario y de acompañamiento dentro y fuera del país.
“La devastación en Venezuela es evidente y la situación de los venezolanos es insostenible” constata el informe del GTV de Cáritas internacional conformado por 18 Caritas nacionales de Latinoamérica, América del Norte y Europa. Dos aspectos enmarcan el informe: por un lado, la falta de soluciones a las causas estructurales de la crisis humanitaria dentro del país y, por el otro, el debilitamiento de la ayuda en los países de acogida por las condiciones socioeconómicas a raíz de la pandemia del COVID 19 y otros fenómenos de gravedad.
Gran silencio informativo oficial
El informe del GTV habla de la sistemática “desinformación oficial” con la cual el gobierno venezolano pretende ocultar magnitud del impacto de la crisis sobre la población, limitada en sus derechos fundamentales y básicos que van desde la alimentación, la educación y la salud, hasta la falta de gasolina, agua, luz e internet, sobre todo, en las zonas más alejadas del país.
“Hoy, en Venezuela – denuncia Caritas Internacional – el incremento de la desnutrición aguda en niños y niñas menores de 5 años durante la pandemia es del 73%. Sin embargo, existe un gran silencio informativo oficial al respecto”, sentencia el informe.
Además, el informe evidencia que la población está a merced de la violencia de grupos delincuenciales e irregulares que operan en un territorio cada vez más extendido con un gran impacto humano y también medio ambiental.
“Elevamos nuestra voz por la restitución dentro de Venezuela de las garantías que permitan superar los abusos, la realidad de la tortura, la persecución política, la violación al debido proceso, la censura, la desinformación así como la vulneración de los derechos económicos, sociales, culturales y ambientales de quienes permanecen en el país”, reclama la GTV de Cáritas.
Ciclo migratorio perverso
El trabajo precario ha sido el principal medio de sustento del migrante venezolano en los países de acogida, donde han sido víctimas, y más aun durante la pandemia, de ofertas engañosas, jornadas de más de doce horas en establecimientos sin ninguna seguridad sanitaria, redes de trata y prostitución. “Un escenario de alto riesgo de explotación, tanto para hombres como para mujeres”, que se suma al ciclo migratorio “perverso, pendular y de huida”, que colapsará a los países de acogida deteriorados por el Covid-19.
Para Caritas Internacional los venezolanos no tendrán los mismos derechos en la región para buscar medios de vida y sustento, por las leyes que cada día son más restrictivas y que puede dejarlos atrapados en condiciones de pobreza, muchas veces por no poder regresar a su país ni moverse a países con mejores condiciones en la región.
“Los miembros del Grupo de Trabajo Venezuela reafirmamos nuestro compromiso en la defensa del conjunto de derechos humanos de los venezolanos, que son indivisibles y que deben ser respetados por los Estados de la Región”, exige la red de Cáritas.
Una Iglesia en salida que trasciende las fronteras
Desde hace tres años, la Iglesia dentro y fuera de Venezuela no ha permanecido indiferente ante este drama humano implementando sistemas de cooperación con la red de Caritas y sus aliados a nivel intercontinental. Actualmente se desarrollan proyectos para acompañar y cubrir las necesidades humanitarias (en nutrición, seguridad alimentaria, medios de vida, agua, saneamiento e higiene, movilidad humana); defender los derechos humanos y consolidar el espacio humanitario.
En este contexto, el GTV considera necesario una mayor articulación regional de proyectos de asistencia y promoción humana de los venezolanos dentro y fuera del país, la realización de proyectos interfronterizos, la construcción de una base global de datos, el monitoreo de las acciones, la transparencia y rendición de cuentas y el ajuste de estrategias de ayuda. Además exhorta a quienes lideran espacios internacionales destinados a la defensa de los derechos humanos y humanitarios para que su operado “se traduzca en servicios concretos de asistencia y protección”.
Por último, inspirados por la nueva Encíclica “Fratelli Tutti” del Papa Francisco, que llama a la fraternidad y a la amistad social, el GTV de Caritas Internacional se compromete a seguir siendo un espacio de comunión y de acción solidaria para los venezolanos ante una “una crisis prolongada cuyo final aún no se vislumbra”.
Prensa CEV
Nota de prensa de Vatican News
16 de octubre de 2020