Caracas.- El viernes posterior al segundo domingo de Pentecostés, la Iglesia celebra la Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús, cuya devoción tiene su origen en el centro vital de la persona de Cristo, signo de su entrega y amor total. En esta devoción, se hace referencia de forma especial a los sentimientos de Jesús por la humanidad que le llevaron a aceptar, voluntariamente, realizar el sacrificio de la Cruz por la salvación de los pecados humanos.
La historia de esta devoción proviene desde las primeras comunidades cristianas, y el magisterio de la Iglesia es amplio sobre el tema, abordando las dimensiones teológicas del amor de Jesús hacia la humanidad y las enseñanzas que tiene esta realidad para todos los cristianos, considerando lo señalado en el Evangelio según San Juan: «Sabiendo Jesús que había llegado la hora de pasar de este mundo al Padre, habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el extremo» (Jn. 13,1).
El Papa Francisco expresó, para la celebración de esta solemnidad, que a través de esta devoción “podemos experimentar en la oración la invitación a acudir a Jesús, llevando nuestros cansancios y dificultades, para encontrar descanso y así aprender de Él, que es “manso y humilde de corazón” e invitó a pedir al Señor “que haga nuestros corazones semejantes al suyo: humildes, misericordiosos y perseverantes en el amor, en la oración y en las buenas obras”; que “haga latir nuestro corazón con el suyo: que lo purifique de todo lo terrenal, de todo lo que es orgullo y desorden, de todo lo que es insensible; que lo llene de Él, para que en su amor y en el temor a Él nuestro corazón encuentre la paz”.
Prensa CEV
11 de junio de 2021