Vaticano.- Hoy viernes 31 de julio, la Iglesia celebra la Fiesta de San Ignacio de Loyola, fundador de la Compañia de Jesús. En 1521 encuentra su conversión y empieza a buscar a Dios, y no acaba en toda su vida de buscarlo y de encontrarlo. San Ignacio encuentra a Dios y nos ayuda también a cada uno de nosotros a encontrarlo. Patrono de los ejercicios espirituales. Los jesuitas celebrarán a partir del 2021 su Año Ignaciano. Entrevista con el postulador de la Compañía de Jesús, el padre Pascual Cebollada. Habla entre otras cosas, de tres causas, de gran importancia para los países hispano-hablantes.
Los jesuitas está por celebrar el 500 aniversasrio de la conversión de San Ignacio de Loyola. Vaticannews ha entrevistado al postulador de la Compañia de Jesús, el padre Pascual Cebollada quien explicó que celebrarán el año Ignaciano, a partir del 20 de mayo del 2021, “será un año de profundización, de volver a nuestras fuentes, de renovación, de conversión, y de pobreza, porque todo esto San Ignacio lo hace en pobreza, como dependencia de Dios, pobreza espiritual y física, que se vuelca también a los pobres”, afirmó.
San Ignacio es el patrono de los ejercicios espirituales
Los ejercicios espirituales nacen de la experiencia personal de San Ignacio de Loyola, peregrino en búsqueda de la voluntad de Dios. San Ignacio escribió algunos consejos que le ayudaron personalmente, para poder transmitirlos a otros.
La espiritualidad Ignaciana ayuda desde hace cinco siglos a quien desea encontrarse con Dios en la propia vida. El Padre Cebollada explica a Vaticannews, que los ejercicios ayudan a cada uno de nosotros, “en todo tipo de situaciones para poder elegir bien”. San Ignacio una vez que encuentra a Dios y conoce a Jesucristo, lo sigue y lo ama, y decide mostrarlo a los demás, dijo el postulador, muestra Jesucristo, su cuerpo que es la Iglesia a la humanidad. “Y en la humanidad o sea en los pobres, en los jóvenes y en la Creación, que es precisamente en donde la Compañía de Jesus en estos momentos esta comprometida”, dijo.
Conversión de un caballero del Rey Fernando el Católico
Íñigo López de Loyola nació en 1491 en Azpeitia, en Guipúzcoa (España). Su aspiración era ser caballero. Por eso, su padre lo envió a Castilla, junto a don Juan Velázquez de Cuéllar, ministro del rey Fernando el Católico. La vida en la corte formó el carácter y los modales del joven, que comenzó a leer poemas y a cortejar a las damas. Al morir don Juan, Íñigo se trasladó a la corte de don Antonio Manrique, duque de Nájera y virrey de Navarra. Siguiéndolo participó en la defensa de la ciudad de Pamplona. Allí, el 20 de mayo de 1521, fue herido por una bala de cañón que lo dejó cojo para toda la vida. Durante su larga convalecencia, tuvo ocasión de leer la Leyenda Áurea de Jacopo da Varagine, y la Vida de Cristo de Lodolfo Cartusiano. Ambos textos influyeron enormemente en su personalidad, convenciéndolo de que el único Señor al que valía la pena seguir era Jesucristo.
Nuevas causas de beatificación en la Compañia de Jesús
La Compañia de Jesús recordará el 400 aniversario de la canonización de San Ignacio de Loyola y San Francisco Javier, que fue el 12 de marzo de 1622, el padre Cebollada explicó a Vaticannews que se celebrará el 12 de marzo del 2022. Una celebración que hace parte de las actividades de lo que será el Año Ignaciano. A la pregunta sobre las nuevas causas, el postulador mencionó tres causas de interés para los hispano hablantes.
Desde febrero del 2020 se ha reconocido el martirio de Rutilio Grande, muerto en 1977 en El Salvador, y dependiendo de la situación de la pandemia, se podrá beatificar.
El 10 de julio pasado, se han reconocido las virtudes heroicas, para que sea venerable el Pbro. Kino, él, dijo el padre Cebollada es un ejemplo precioso de tres países, Italia, EEUU y México, que tienen que ver con su vida. El padre Kino pasa 30 años de misionero en México. En palabras del postulador, dijo que fue un extraordinario misionero, cartógrafo, científico, agricultor, astrónomo y que es ya venerable.
Sobre la causa del Pbro. Pedro Arrupe, muerto en 1991, el postulador dijo que ya han empezado la fase diocesana en Roma, «estamos leyendo una cantidad de documentos sobre su causa, y una cantidad de testimonios que hay que recibir», señaló.
Con tres causas se explica el proceso de canonización
Al citar estas tres causas, el padre Pascual Cebollada ha recorrido el proceso de un Siervo de Dios, partiendo desde el inicio de su causa, con el padre Arrupe, es cuando la Iglesia reconoce y da permiso para que se inicie la causa, de allí hay que realizar investigaciones, escuchar testimonios, todo un trabajo profundo, una investigación cuidados dijo el postulador, que llegará donde se encuentra en estos momentos la causa del Padre Kino, cuando se convierte en Venerable.
«Esto es un trabajo muy grande, porque hay que mostrar que las virtudes de esta persona fueron extraordinarias o heroicas, o que su martirio fue auténtico y de acuerdo con todas las condiciones para que fuera martir. Y es aquí, donde encontramo al padre Rutilio Grande, a quien se le ha reconocido el martirio y estamos esperando celebrar la ceremonia de beatificación, normalmente el tiempo desde que se reconoce un martirio hasta la beatificación es corto. Pero debido al virus hay que esperar a que sea beatificado. Después, con un milagro, pasa de su situación de Beato a Santo», afirmó por último.
Prensa CEV
Nota de prensa de Vatican News
31 de julio de 2020