Bogotá.- La reunión del Foro Permanente de Naciones Unidas para las Cuestiones Indígenas, una práctica desde 2002, que este año se celebra del 19 al 30 de abril, está contando los días 20 y 21 con la presencia de la Red Eclesial Panamazónica – REPAM, en una tentativa de llevar la voz de las comunidades de la Amazonía a ese Foro Permanente.
Recoger la voz de los indígenas que viven en los territorios
El tema de esta 20ª Sesión del Foro tiene como tema especial “Paz, justicia e instituciones eficaces: el papel de los pueblos indígenas en el cumplimiento del Objetivo de Desarrollo Sostenible 16”. La REPAM ha ayudado a recoger las voces de los indígenas que viven en los territorios, lo que puede ayudar a reflejar la cruda realidad amazónica en las futuras recomendaciones del Consejo y aumentar la toma de conciencia a la hora de promover políticas públicas más acordes a la realidad de las comunidades indígenas.
La reflexión de este martes ha sido “Durante el COVID-19 se agrandan y profundizan las violaciones a los Derechos Humanos en la Amazonía”. Presidido por monseñor Gabriele Caccia, observador permanente de la Santa Sede en Naciones Unidas, el evento, realizado a través de zoom, ha sido moderado por Joao Gutemberg Sampaio, secretario ejecutivo de la REPAM, y contó con la presencia de Francisco Calí, Relator especial de Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, Jeremías Mura, del Pueblo Mura-Brasil, Verónica Grefa, del Pueblo Kichwa-Ecuador y Alberto Ynuma, del Pueblo Amahuaca– Perú.
Los derechos humanos son una tarea indiscutible de nuestra fe
Los representantes de los pueblos indígenas han mostrado la situación de los derechos humanos en la Amazonía, en un evento que Henry Ramírez, uno de los organizadores, definía como “expresión de la solidaridad que se globaliza”, insistiendo en ver “los derechos humanos como una tarea indiscutible de nuestra fe”.
Monseñor Caccia recordaba la importancia de la visita del Papa Francisco a la Amazonía y su defensa de los pueblos amazónicos, que nunca habían sido tan amenazados, algo que ha aumentado con la pandemia, lo que ha provocado la muerte de muchos indígenas, como ya sucedió en otras pandemias, consecuencia de las grandes distancias y el aislamiento social de estos pueblos. El observador permanente de la Santa Sede en Naciones Unidas denunciaba que los gobiernos quieren reimpulsar la economía, permitiendo la invasión de la Amazonía. dando libertad a las empresas mineras para explotar la región amazónica, sin consentimiento previo de los pueblos indígenas, convirtiendo los tratados en un tratado de muerte. Son los mineros los que, en algunos países, como Brasil, han llevado el Covid-19 a las comunidades indígenas.
Escuchar las voces indígenas, preservar sus culturas y bellezas naturales
En sus palabras hacía referencia al Sínodo para la Amazonía, destacando la presencia de representantes de los pueblos originarios y de lo recogido en Querida Amazonía en defensa de los pueblos amazónicos y de los más pobres. Monseñor Caccia insistía para que sus voces sean escuchadas, y sus culturas y la belleza natural preservadas. Al mismo tiempo hacía caer en la cuenta de las injusticias y la violencia que sufren las comunidades indígenas, por lo que deben ser protegidas y reconocidas como interlocutores principales, a quien debemos respetar y pedir permiso para cualquier acción. El prelado destacaba la importancia de la presencia de los líderes indígenas en el Foro Permanente y la necesidad de escucharlos.
La REPAM siempre se ha preocupado por “la defensa del territorio y de los más vulnerables, de aquellos que son desprovistos de sus derechos”, según el hermano João Gutemberg Sampaio. El secretario ejecutivo insistía en que la REPAM trabaja en el campo de la defensa de los derechos humanos y de la incidencia política, contando con la presencia de los propios actores territoriales. En sus palabras destacaba que la Amazonía es una región con profundas desigualdades, grandes lagunas sociales, pobreza extrema, violencia generalizada por diversas razones, precariedad en el acceso al agua potable, falta de seguridad alimentaria, sistema de salud precario, lo que ha provocado un gran impacto de la pandemia, que demanda la necesidad de que los estados implementen medidas de protección.
Necesidad de medidas especiales de protección
Los pueblos indígenas se encuentran entre los que más riesgo sufren, algo que ha aumentado con la pandemia. Esa afirmación, proferida por José Francisco Calí Tzay, muestra la necesidad de medidas especiales para la protección de los pueblos indígenas en el mundo. En un momento en el que se está dando un mayor riesgo de salud para los pueblos en muchos países, el Relator especial de Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, recordaba diferentes pandemias propagadas por los colonizadores a lo largo de la historia, a veces intencionadamente.
Otra situación preocupante, según el diplomático guatemalteco, son los efectos sobre la salud consecuencia de la contaminación del medio ambiente, con un aumento de las enfermedades crónicas, que en este tiempo de pandemia no están siendo tratadas como deberían. Francisco Calí instaba a que los gobiernos promuevan medidas de protección de la salud de los pueblos indígenas, que tenga prioridad en la atención a los efectos del Covid-19. Al mismo tiempo denunciaba que el neocolonialismo contribuye a la invasión de tierras y aumentan el riesgo, consecuencia de la discriminación sistemática a la que se enfrentan los pueblos originarios, privados muchas veces de aquello que garantiza la salud y la alimentación. El Relator denunciaba el sufrimiento de los pueblos indígenas en las grandes ciudades y la situación de especial gravedad que viven en Brasil.
Falta de sistema sanitario, educativo e invasión de territorios
Desde Brasil hablaba Jeremias Mura, denunciando los ataques sufridos durante la pandemia. Según el líder indígena, “el gobierno brasileño no se ha preocupado con una política diferenciada para los pueblos indígenas durante la pandemia, lo que agravó mucho la situación de la sanidad”. Lo mismo se puede decir de la educación, pues “los alumnos indígenas en muchos casos han quedado sin estudiar”, dada la gran dificultad para participar de las clases virtuales. En este tiempo de pandemia han aumentado las invasiones, sobre todo madereros y de la minería. Según él, los invasores no respetan el aislamiento social y los órganos de fiscalización no se desplazan para controlar esas invasiones. Por eso exigía el respeto de los protocolos de consulta y denunciaba el gran aumento de los precios en Brasil.
Contaminación petrolera
En la Amazonía ecuatoriana uno de los grandes villanos son las empresas petroleras. Verónica Grefa, líder del pueblo kichwa, recordaba el derrame de petróleo del 7 de abril de 2020, que contaminó los ríos Coca e Napo y dejó sin alimentación y sin agua a más de 105 comunidades indígenas. Según ella, “eso destruyó nuestro hogar, ya no tenemos una vida digna”, insistiendo en que “estamos sufriendo las consecuencias desde hace más de un año, con graves perjuicios para su salud”. A esto se une que el sistema de justicia, aliado del gobierno y de las grandes corporaciones petroleras, les ha negado la sentencia, que ha sido recurrida en diferentes instancias.
Llorando decía que “es muy doloroso contar todo esto, es muy penoso ver a tantas personas que sufren y nadie nos viene a ayudar en esta necesidad, no nos ayudan a exigir justicia”. Verónica Grefa insistía en que “estamos en el territorio, cuidando de la Pachamama, de nuestra Amazonía”. Sus palabras eran refrendadas por los testimonios recogidos en un video, donde aparecían los testimonios que muestran las graves consecuencias de un derrame que no era el primero y que se ha repetido nuevamente este 15 de abril. En el vídeo se reflexionaba sobre la tentativa de colocar el dinero por encima de las personas, exigiendo que los derechos sean respetados para que esas situaciones no se vuelvan a repetir. También eran recogidas las palabras de monseñor Adalberto Jiménez, en las que el obispo del Vicariato de Aguarico insistía en “la necesidad de cuidar a los pueblos, porque los pueblos originarios son los únicos que han cuidado la selva”.
Graves impactos de la minería
Desde la Amazonía peruano, Alberto Ynuma denunciaba la situación vivida en la región de Madre de Dios, donde los puestos de salud en las comunidades indígenas están sin personal y sin medicamentos. A esto se une la imposible del estudio virtual, pues se trata de comunidades donde ni siquiera hay energía eléctrica. El indígena del Pueblo Amahuaca contaba la tentativa del gobierno peruano de incentivar la preservación de los bosques, pero con ayudas muy bajas, lo que dificultad que eso se haga realidad. Al mismo tiempo denunciaba el grave impacto de la minería en el Madre de Dios, con la presencia de muchos mineros ilegales, “cada vez más escondidos para evitar la fiscalización del gobierno, que están terminado con todo el bosque, arrasando”.
Esto tiene un gran impacto en el medio ambiente y en la salud de las personas, especialmente en las comunidades indígenas y ribereñas. Al hilo de sus palabras mostraba el agua contaminada por el mercurio y los residuos mineros, que esas comunidades tienen que beber. También relataba el aumento de la violencia y de los asaltos. Junto con ello recordaba la visita del Papa Francisco a Puerto Maldonado en 2018, “que vino a conversar con nosotros”. Según Alberto Ynuma, en el bosque encontraban todo, hasta las medicinas, algo que ya no es posible como consecuencia de la contaminación, a lo que se unen los problemas provocados por el Covid-19, que ha afectado a la salud.
Una prueba de la persecución y la violencia contra los pueblos indígenas en la región es que al mismo tiempo en que se producía el encuentro, era asesinada Sandra Liliana Peña, líder indígena colombiana. Este evento tendrá su continuación este miércoles, cuando se reflexionará sobre el tema “Encuentro Norte-Sur. Mujeres indígenas enlazando territorios”. Ese momento contará con la participación de Patricia Gualinga (Pueblo Kichwa de Sarayaku), Adelaide Lopes (Pueblo Ñandesy Kaiowá-Pajé), Yessica Patiachi (Pueblo Harakbut), Rosa Holguin-Hernandez (Pueblo Ysleta del Sur), Kateri Mitchell, SSA (Pueblo Mohawk y el Rev. Dr. Carol Gallagher (Pueblo Cherokee).
Prensa CEV
Nota de prensa CELAM
20 de abril de 2021