Vaticano.- El Papa Francisco responde con una breve carta al periodista Javier Martínez Brocal que, el 11 de enero, lo había fotografiado a la salida de la tienda de discos: «Sigue la vocación de los periodistas, aunque signifique poner en apuros al Papa».
«Lo que más echo de menos en esta diócesis es no poder recorrer las calles, como hacía en Buenos Aires, caminando de una parroquia a otra». Una confesión expresada desde el inicio de su pontificado y que el Papa Francisco repite ahora en una carta de respuesta al periodista español Javier Martínez Brocal. Es el director de Rome Reports que, el 11 de enero, pasaba por la zona del Panteón y que inmortalizó al Papa saliendo de Stereosound, la tienda de discos cuyos propietarios conoce desde sus tiempos de Arzobispo de Buenos Aires.
La foto en blanco y negro del Pontífice en el umbral de la llamada «discoteca Panteón» -como llaman los romanos a la tienda-, con un disco de música clásica bajo el brazo que le regalaron la dueña del local, Letizia Giostra, y su hija Tiziana, se hizo viral en las redes sociales en pocos minutos.
Humorismo y vocación
Brocal escribió al Papa para decirle que lamentaba que él, amante de la libertad, tuviera que permanecer encerrado en su casa porque cada vez que se movía era descubierto por una cámara. Pero añadió que noticias como ésta de sus repentinas salidas pueden hacernos sonreír en tiempos en los que sólo se habla de tragedias. El Papa le dio las gracias por este «noble y bello» post. Al mismo tiempo, añadía en la carta, «no se puede negar que fue una ‘suerte bruta’ (mala suerte, ed.) que, después de tomar todas las precauciones, hubiera un periodista esperando a una persona en la parada de taxis». Un comentario ingenioso, como el Pontífice dejó claro más adelante en la carta: «No debemos perder el sentido del humor». Francisco también animó a «cumplir con su vocación» de periodista «incluso si esto significa poner en dificultades al Papa».
Una visita «humana»
El Papa Francisco -que no es ajeno a las salidas fuera de la Ciudad del Vaticano, ya que visitó una óptica en 2015 y luego una ortopedia en 2016- había ido a la tienda de música en el corazón de Roma a última hora de la tarde para bendecir el local recientemente renovado. Había pasado unos diez minutos con los propietarios, un viejo conocido suyo de sus días como Arzobispo de Buenos Aires en la Casa del Clero en la Via della Scrofa. La visita había sido «hermosa» y «humana», dijo el dueño de la tienda.
La nostalgia de salir a la calle
Desde el inicio de su pontificado, el Papa Francisco ha revelado una nostalgia por poder moverse libremente por la ciudad. «Echo de menos salir a la calle, eso sí lo añoro, la tranquilidad de caminar por la calle, o ir a una pizzería a comer una buena pizza… Siempre he sido ‘de la calle'», reveló al diario argentino La voz del pueblo en 2015. Y dos años más tarde, en 2017, entrevistado por Scarp de tenis, una revista para personas sin hogar de Milán apoyada por Cáritas, repitió: «Solo hay una cosa que echo mucho de menos: la posibilidad de salir e ir a la calle. Me gusta visitar las parroquias y conocer a la gente». Un concepto que repitió en una reciente entrevista con la cadena de radio española Cope.
Prensa CEV
Nota de prensa de Vatican News
14 de enero de 2022