En la audiencia por el centenario de la revista “Tierra Santa”, el Papa invitó a sus miembros a construir comunión, a hablar de la fraternidad que es posible entre judíos, cristianos y musulmanes, a gastar las suelas para dar a conocer los sufrimientos y esperanzas de las realidades más difíciles y sufridas, como en Siria, Líbano, Palestina y Gaza.
“Dar a conocer mejor la Tierra Santa, la Tierra de Dios, la cuna del cristianismo, los venerables santuarios donde se llevó a cabo la Redención del género humano». Estas las palabras contenidas en la primera edición de la revista Tierra Santa hace 100 años y escritas por su fundador, el entonces custodio de Tierra Santa, Ferdinando Diotallevi, fueron recordadas, esta mañana, por el Papa Francisco en sus palabras a la delegación reunida en la sala Clementina del Palacio Apostólico, con motivo del centenario de la publicación. Unas 50 personas, miembros de la redacción de la revista y de la Custodia de Tierra Santa, encabezados por el custodio, el fray Francesco Patton, recibieron el agradecimiento del Santo Padre por la excelsa labor que realizan en distintos idiomas, a través de la web y en las redes sociales y en colaboración con las Ediciones Tierra Santa y el Centro de Medios Cristianos (Christian Media Center).
“Dar a conocer Tierra Santa significa transmitir el «Quinto Evangelio», es decir, el entorno histórico y geográfico en el que la Palabra de Dios se reveló y luego se hizo carne en Jesús de Nazaret, por nosotros y para nuestra salvación. También significa conocer a las personas que viven allí hoy, la vida de los cristianos de las distintas Iglesias y denominaciones, pero también la de los judíos y musulmanes, para intentar construir, en un contexto complejo y difícil como el de Oriente Medio, una sociedad fraterna.”
Construir fraternidad
Un “contar la Tierra Santa”, subrayó el Santo Padre, que no consiste en mirar desde afuera sino en el “encuentro con las personas donde y como son”, en artículos, reportajes e investigaciones que “no se limitan a los territorios más tranquilos”, sino también a las realidades “más difíciles y sufridas como en Siria, Líbano, Palestina y Gaza”. Un presentar las historias, agregó Francisco, de los males de la guerra, pero también de las experiencias de reconciliación, de recuperación de la dignidad, de los niños despojados de su infancia y de los refugiados con sus sueños y esperanzas. Un contar, dijo el Pontífice, sin escatimar esfuerzos y gastando “las suelas de sus zapatos” para llevar a la luz estas realidades. Un contar que, en esta época de redes sociales – enfatizó el Papa- debe ayudar a construir comunidad y fraternidad.
“Cuenten la fraternidad que es posible: La fraternidad entre cristianos de Iglesias y confesiones desgraciadamente todavía separadas, pero que en Tierra Santa a menudo están ya cerca de la unidad, como yo mismo he tenido ocasión de constatar. Hablar de la fraternidad que es posible entre todos los hijos de Abraham, judíos, cristianos y musulmanes. Hablar de la fraternidad eclesial que se abre a los emigrantes, a los desplazados y a los refugiados, para devolverles la dignidad de la que se vieron privados cuando tuvieron que abandonar su patria en busca de un futuro para ellos y sus hijos.”
El Evangelio que Dios sigue escribiendo en la historia.
El Papa reconoció que nada puede sustituir la experiencia personal en el momento de comunicar una realidad y que los comunicadores de la redacción de Tierra Santa viven y trabajan “en el mismo lugar donde la Palabra de Dios, su mensaje de salvación, se hizo carne y se hizo ‘encontrable’ en Jesucristo”, y cuyo atractivo no solo era la verdad de su predicación sino la eficacia de lo que decía con “su mirada, sus actitudes e incluso sus silencios”. De allí, la exhortación de Francisco, a los comunicadores de Tierra Santa “dar a conocer lo que el Sínodo sobre la Palabra de Dios (2008) y el entonces Papa Benedicto XVI llamaron «el Quinto Evangelio», es decir, esa Tierra donde la historia y la geografía de la salvación se encuentran y nos permiten hacer una nueva lectura del texto bíblico, en particular de los textos evangélicos.
“Al contar la historia de Tierra Santa, estás contando el «Quinto Evangelio», el Evangelio que Dios sigue escribiendo en la historia.”
Enriquecer la fe, curar heridas
Al concluir, el Pontífice subrayó que a través de los medios de comunicación social los miembros de la revista Tierra Santa pueden enriquecer la fe de muchos, incluso de aquellos que no tienen la oportunidad de peregrinar a los lugares santos. Por ello, los animó a mantener su compromiso profesional de cada día con competencia al servicio del Evangelio, pues es una preciosa contribución para los creyentes de todo el mundo y, al mismo tiempo, apoya a los cristianos que viven en la Tierra de Jesús.
“El Misterio Pascual ilumina y da sentido también a la historia de hoy, al camino de los pueblos que hoy viven en esa tierra, un camino desgraciadamente marcado por las heridas y los conflictos, pero que la gracia de Dios abre siempre a la esperanza, una esperanza de fraternidad y de paz.”
Prensa CEV
Nota de prensa de Vatican News
17 de enero de 2022