Caracas.- Mons. José Luis Azuaje, Arzobispo de Maracaibo y Presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana, dirigió las palabras de inauguración de la CXV Asamblea Ordinaria Plenaria del Episcopado Venezolano, que dio inicio este jueves 07 de enero de 2021 en modalidad virtual, haciendo referencia a diferentes aspectos de interés actual, tales como la situación pandémica, las propuestas eclesiales para el año 2021 y el contexto político y social del país.
El Presidente de la CEV inició enviando una palabra de esperanza “a los hermanos venezolanos que han migrado forzosamente ante la precariedad de situaciones en las que se encuentra nuestro país. Sabemos que suman más de 6 millones en distintos pueblos y continentes, y nos unimos a ustedes en sus luchas y sacrificios”, manifestó el prelado. En nombre de la Iglesia en Venezuela, agradeció al Papa Francisco las palabras durante la bendición Urbi et Orbi del 25 de diciembre, en las que pidió que la llegada del Niño Jesús que ayude a poner fin al sufrimiento del pueblo venezolano, “deseo que se debe transformar en acciones por parte de todos los cristianos católicos en nuestro país (…) hoy no hay felicidad en el pueblo sino sufrimiento humano que se ve se siente y se manifiesta debido a una gran injusticia, provocada e inducida por una combinación trágica entre la política de estado y la economía, sin un marco ético que valore los derechos de las personas para vivir con dignidad”.
Dirigió su saludo a todos los Obispos y de manera especial, al nuevo Obispo electo para la Diócesis de Guarenas, Mons. Tulio Ramírez, y al nuevo Obispo auxiliar de la Diócesis de San Cristóbal, Juan Alberto Ayala. Agradeció el servicio de Mons. Gustavo Naranjo durante su tiempo como titular de la Diócesis de Guarenas. Seguidamente, recordó a Mons. Rafael Conde, Obispo emérito de Maracay, quien falleció recientemente, el pasado 10 de diciembre de 2020. Por otra parte, también recordó a todos los sacerdotes, consagrados y laicos que han fallecido a causa del Covid-19, expresando su oración por la recuperación de quienes padecen esta enfermedad que ha producido la pandemia.
De igual manera, afirmó que “como Iglesia, seguimos alegres y esperanzados por la pronta beatificación del Dr. José Gregorio Hernández, siendo conscientes de lo que representa para nuestro pueblo, principalmente para las personas más humildes y sencillas; su propuesta de santidad en el servicio a los hermanos debe esparcirse por todo el país”.
Tiempo de pandemia
“Además del sufrimiento del pueblo por las condiciones precarias en lo económico y social” continuó Mons. Azuaje, “particularmente por la falta de servicios básicos para una vida digna, se ha generado un mayor sufrimiento debido a la pandemia de Covid 19 (…) la pandemia ha tenido un efecto de profundizar los males sociales, que han aquejado a la población durante los últimos años, pero a la vez ha abierto la posibilidad de sensibilizarnos ante el que sufre”.
En este tiempo de pandemia, señaló que el servicio eclesial “ha estado activo y presente desde distintas instancias» (…) “Como Iglesia, hemos querido ser responsables en el cuidado de la feligresía, por eso se han propuesto las normas y los equipos de bioseguridad en todas las instancias de servicio; no solamente en el culto sino también en las actividades de promoción humana y caridad cristiana desarrolladas a través de las instituciones de la Iglesia: las parroquias, las cáritas y grupos de atención a los necesitados. El espíritu cristiano se ha hecho presente en el acompañamiento y ofrecimiento de servicio a aquellos que se encuentran en situaciones difíciles para su manutención”.
Propuestas eclesiales en el 2021
A continuación, el Arzobispo de Maracaibo y Presidente de la CEV, se refirió a las actividades eclesiales propuestas para este año, a nivel mundial, regional y nacional. Recordó que el Papa Francisco ha convocado a la celebración del Año de San José desde el 08 de diciembre de 2020 hasta el 08 de diciembre de 2021, para cultivar sus virtudes de fe y principios cristianos. También ha convocado a celebrar el año de la familia “Amoris Laetitia”, para recalcar la importancia de la familia en la sociedad y en la Iglesia.
A nivel latinoamericano se encuentra la propuesta de un trabajo en red con la reestructuración del Celam y la Asamblea Latinoamericana y Caribeña de Pastoral a realizarse por primera vez este año, cuyo lanzamiento será el 24 de enero. Como Iglesia en Venezuela, se celebrará el Encuentro Conjunto Virtual de Sacerdotes y Obispos, entre otras actividades a conocer próximamente.
Contexto venezolano actual
Señaló que el pueblo venezolano sufre una situación de quiebre en la economía nacional y doméstica. “El impacto que ha tenido la pandemia del Covid 19 ha agravado el colapso económico que ya había sido originado por la inseguridad jurídica de un Estado controlador, impositivo en materia económica (…)»En un mundo competitivo, lastimosamente nuestro país se ha ganado el premio de la mayor inflación, la mayor caída del PIB y la mayor tasa de desempleo.”
Mons. Azuaje expresó que se puede hacer mención a las palabras del Papa Francisco para referir que “una economía de este tipo, mata” (Evangelii Gaudium 53). “Es necesario forjar y crear una economía con rostro humano, solidaria, que ponga al centro al ser humano y no el aprovechamiento, la corrupción y el despilfarro (…) “»Hay dos factores fundamentales en el ámbito económico para una sana economía: la dignidad de toda persona humana y el bien común».
«Ante ideologías totalitarias –como dice el Papa- molesta que se hable de ética, de solidaridad mundial, de distribución de bienes, de preservar las fuentes de trabajo, de la dignidad de los débiles y de un Dios que exige un compromiso por la justicia”.
Rehabilitar la política
“Nuestro país, durante muchos años, ha vivido el espectro político en todas las áreas. Este diseño ha hecho que la política esté en el centro de todas las coordenadas relacionales (…) ella ha penetrado en nuestro ADN social”. Al respecto, señaló que «aunque haya una mala política en el país, el pueblo no puede claudicar».
«A pesar de todos los elementos negativos y los malos ejemplos debemos mirar el futuro aspirando a otros comportamientos y otras formas de hacer política”, animó el Presidente de la CEV. “Para lograr la rehabilitación de la política es necesario fundamentarla en el amor, porque este no solo se expresa en relaciones íntimas y cercanas sino también en las relaciones sociales económicas y políticas, lo que implica el desprendimiento del individualismo y la apertura a todos desde un amor social que integre y reúna”.
Mons. Azuaje afirmó que «nada se logrará en el país si el pueblo no toma consciencia de ser pueblo», y que «actualmente el pueblo anda como ovejas sin pastor. Siente el abandono del Estado y de los grupos políticos de oposición, de las instituciones (…) a este pueblo debemos servir; no a grupos de élite sino al hombre y la mujer que lucha día a día por sobrevivir con dignidad.»
“Como Iglesia”, recordó, “hemos hecho la opción preferencial por los pobres, por lo que debemos seguir avocándonos por su atención y cuidado (…) “No nos mueven las encuestas de medición de aceptación o privilegio. Debemos recordar que la Iglesia ha vivido también en las catacumbas”, aseveró Mons. Azuaje. A sus hermanos en el episcopado, expresó que “tendremos que seguir aprendiendo a transitar con esperanza y optimismos por los caminos pedregosos e inciertos».
Concluyó sus palabras haciendo referencia a la esperanza que resplandece en medio de las crisis: «El pueblo no se quiebra ante las circunstancias difíciles; responde, se reinventa (…) se hace resiliente”. Añadió que “nuestra capacidad de resistencia ha sido probada. No existen problemas sin soluciones, dificultades sin esperanza (…)»esto nos señala que no todo está perdido. Siempre hay una luz que ilumina el sendero de posibles soluciones pacíficas a una problemática que aunque compleja, no es eterna».
Prensa CEV
07 de enero de 2021