Tucupita.- “Los pemones no migran, ellos huyen de los sindicatos”, dijo monseñor Felipe González en su última visita a Tucupita.
El Obispo se refería a las actuaciones de grupos irregulares armados a los que denominó “sindicatos” y miembros de la Fuerza Armada del país que estarían irrumpiendo de forma constante a las zonas habitadas de forma histórica por los pemones. Estas irrupciones en las comunidades estarían generando violencia que obligan a los pemones a refugiarse en Brasil.
Mons. Felipe González, Vicario Apostólico del Caroní, aseguró que las pugnas por las explotación del oro en tierras de propiedad colectiva de originarios en la Gran Sabana siguen desarrollándose en medio de una aparente paz, tras los hechos calificados como la masacre de pemones en la comunidad de Ikabarú y el ataque armado al 513 Batallón de Infantería de Selva Mariano Montilla, ubicado en Luepa, Gran Sabana.
“Hay una aparente paz después de la masacre de los pemones, pero ahí siguen pasando violaciones de derechos humanos y abuso de autoridad”, señaló Mons. González. Descartó que la crisis venezolana esté obligando a estos indígenas a irse del país, porque “en los territorios de los pemones hay mucho para extraer”. “Ellos, (los pemones) cuando necesitan algo, van a las minas, extraen un poquito de oro, lo venden y viven de eso”, afirmó el Vicario Apostólico del Caroní.
Informó que los originarios del Caroní están creando algunos asentamientos en la zona fronteriza del lado brasileño en Pacaraima, estado de Roraima, porque huyen de la violencia y las persecuciones en sus tierras.
Sobre la propiedad colectiva de las tierras
“En el pasado se entregaron las tierras a los pemones por conveniencia de Chávez, en ese momento debía sumar apoyo, y esa fue la forma de ganar apoyo”, explicó el prelado al referirse a la denominada “propiedad colectiva de las tierras” otorgada por el Ejecutivo Nacional a algunos pueblos indígenas de Venezuela.
De acuerdo a su criterio, los indígenas defienden sus tierras no solo por pertenencia ancestral, sino también por el otorgamiento del suelo donde viven bajo un estatus legal en la Constitución: la propiedad colectiva de las tierras. A juicio de Mons. Felipe González, la crisis venezolana, desató la pugna porque el Estado necesita la riqueza minera en la zona, y en esta pugna ha sido permisivo y ha apoyado a grupo irregulares armados para forcejear con los pemones.
“El gobierno permite y apoya al sindicato, por eso se ha fortalecido ahí (en el Caroní), y el gobierno necesita en estos momentos la riqueza que hay allá para pagar tantas deudas”, aseveró el Obispo.
Prensa CEV
Nota de prensa Radio Fe y Alegría Noticias
23 de enero de 2020