La Conferencia Episcopal Venezolana, la Conferencia Venezolana de Religiosos y Religiosas y la Comisión Nacional de cultura del buen trato, salvaguarda y prevención realizaron un Seminario – Taller: ESPACIOS SEGUROS EN LA IGLESIA. “Hacia la Cultura del Buen Trato, Salvaguarda y Prevención”.
Los días 22 y 23 de marzo, doscientas ochenta personas que ejercen el servicio de autoridad y formación en la Iglesia, se encontraron en la UCAB para reflexionar y fortalecer espacios seguros en la Iglesia desde la cultura del buen trato, salvaguarda y prevención. Se contó con la participación de obispos, superiores mayores, formadores de seminarios y casas de formación para sacerdotes y religiosos, vicarios pastorales, vicarios judiciales, coordinadores de las comisiones de prevención de las diócesis, de las congregaciones e instituciones y los responsables de las oficinas para recibir denuncias.
En las palabra de apertura, Monseñor Jesús González De Zárate, presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana, ratificó “el compromiso que ha hecho la Iglesia por promover la dignidad de la persona humana, especialmente la de los niños, niñas, adolescentes y personas vulnerables, así como, protegerlos y ofrecerles espacios seguros para su desarrollo integral”. Antes de concluir, Monseñor González de Zárate reconoció que la Iglesia debe recorrer todavía un camino largo para garantizar espacios seguros para todos.
Durante el encuentro, que se prolongó por dos días, los participantes se centraron en mirar hacia dentro de su acción pastoral, desde los documentos promulgados por el +Papa Benedicto XVI y el Papa Francisco, emitidos a lo largo de casi 30 años. La escucha de las víctimas, el dolor de quien ha sufrido el quiebre de la confianza y el abuso físico, fueron lámparas encendidas que iluminaron el discernimiento.
Los ponentes, Monseñor Bertomeu, miembro del Dicasterio para la doctrina de la fe y el padre Portillo, miembro de la pontificia comisión del cuidado de menores, invitaron a la asamblea a ponerse en salida de las propias comodidades intraeclesiales y atreverse a llegar a todas las periferias, en donde se encuentran aquellas víctimas y sobrevivientes que han padecido el abuso. Insistieron en que la prevención solo tendrá futuro si es eclesial, con la participación más activa de los laicos en la misión de la purificación de la Iglesia.
Al concluir el seminario, Monseñor Ángel Caraballo, presidente de la comisión nacional de cultura del buen trato, salvaguarda y prevención declaró que “la prevención no debe limitarse a la implementación de un código de conducta, de un protocolo de prevención, sanción o del diseño de una ruta de acción que fije su atención en la prevención de cualquier tipo de abuso a niños, niñas y adolescentes y adultos vulnerables. La prevención debe nacer de una más amplia cultura del cuidado y del buen trato; por ello consideramos que debemos revisar nuestro modo de relacionarnos, de hacer comunidad y de vivir verdaderamente la sinodalidad”.