La lectura de la Palabra de Dios, el silencio de reflexión, las intercesiones y el Padre Nuestro marcaron la noche del 19 de octubre, en un momento de oración con el que la comunidad sinodal abrazó a los migrantes y refugiados, inquietud que desde el inicio de la Asamblea fue colocado en el centro de las confrontaciones y preocupaciones. Este momento fue presidido por el Papa Francisco en la Plaza de San Pedro.
“Nos reunimos esta tarde en la plaza de San Pedro para rezar por todos los que han perdido la vida a lo largo de las diversas rutas migratorias, por sus familias, por los que han sobrevivido y por todos los refugiados y migrantes que siguen en camino”.
En su reflexión, el Santo Padre señaló que “las rutas migratorias de nuestro tiempo están pobladas por hombres y mujeres heridos y abandonados medio muertos; por hermanos y hermanas cuyo dolor clama ante la presencia de Dios” y que «la compasión es la huella de Dios en nuestro corazón. Esta es la clave”.
Ayer se celebró una rueda de prensa especial sobre el tema de los migrantes y refugiados. Puede verla a continuación.
Vía Vatican News