Vaticano.- No recibir sino donar. Es el espíritu, con perfume completamente evangélico, el que distingue el día de hoy, en el que la Iglesia recuerda a San Jorge mártir, muerto en el año 303, por no haber renegado la fe durante las persecuciones anticristianas desatadas por el emperador romano Diocleciano. La tradición lo recuerda en el episodio en que, protegido por la Cruz, mató al dragón que devoraba a la gente: un símbolo de la fe que triunfa sobre el mal.
El onomástico del Papa
Por lo tanto, este es el día en que se celebra el día del onomástico de Jorge Mario Bergoglio, el Papa Francisco. El regalo del Pontífice es la entrega de respiradores y equipo médico, máscaras, gafas protectoras para los médicos y enfermeras, monos para cuidados intensivos. Se beneficiarán algunos hospitales: el de la ciudad de Suceava, Rumania, brote de coronavirus en el país, donde se esperan 5 respiradores de última generación; otros 2 irán al hospital de Lecce, Italia, y 3 al de Madrid, España.
El abrazo de Francisco
«Un signo bellísimo que cae en este día particular en el cual el Santo Padre no recibe un regalo sino que lo dona a otros»: así el Cardenal Konrad Krajewski, Limosnero Apostólico, relatando la inminente entrega que define «un abrazo del Papa en una situación difícil para todo el mundo». Rumania está experimentando una verdadera emergencia, en la pequeña ciudad de Suceava, a donde irán los respiradores, hay casi un 25% del contagio total a nivel nacional. La ciudad, que está situada en la región más pobre del país y de la Unión Europea, junto con varios municipios de los alrededores, está en cuarentena. En Rumania hay más de 515 víctimas y casi 10 mil infectados. Los respiradores y todo el material donado por el Papa serán transportados por un vuelo en el que viajará también el equipo de once médicos rumanos y seis trabajadores sanitarios, enviado el 7 de abril por el gobierno de Bucarest al hospital de Lecco para trabajar junto a Italia en el momento más duro de la batalla contra el coronavirus.
Ayuda a España e Italia
De los tres respiradores de Madrid se ocupará la Nunciatura que, junto con el Cardenal Carlos Osoro Sierra, Arzobispo de la capital española, dispondrá el destino a los hospitales más sufridos. El país ibérico está en lockdown hasta el 9 de mayo, el número de infectados supera los 208.000, los muertos son más de 21.000 y casi 86.000 los que se han curado del coronavirus. Dos respiradores para el hospital de Lecce que serán entregados hoy por el propio Cardenal Krajewski. En el viaje de regreso al Vaticano, el Limosnero se detendrá en Nápoles para recibir las medicinas para los pobres de Roma. «Como el ‘café pendiente’ – explica el cardenal – la archidiócesis ha promovido la medicina pendiente y para agradecer la cercanía del Papa, durante la emergencia del coronavirus se han preparado medicamentos para los pobres de Roma». Unos días antes de Pascua, dos ventiladores pulmonares, dispositivos médicos para médicos y enfermeras, pero también huevos de Pascua, llegaron directamente del Vaticano al hospital Cotugno de Nápoles. El año pasado, también en el día de su onomástico, el Papa Francisco había donado, a través de la Limosnería Apostólica, las coronas del rosario hechas para la JMJ de Panamá, a los jóvenes del arquidiócesis de Milán, y un huevo de chocolate de 20 kg. a los pobres del comedor de Cáritas en la estación de Termini en Roma.
Las felicitaciones para el Papa
En estas horas el Papa está recibiendo tantas felicitaciones para su onomástico. En su mensaje para la Pascua, el Presidente de la República Italiana Sergio Mattarella había agradecido a Francisco por «las vibrantes palabras de vida y esperanza» dirigidas repetidamente por el Papa al país y formuló sus felicitaciones para el onomástico del Pontífice.