Vaticano.- El programa de este evento digital es ciertamente innovador, participativo y global. Con el II Encuentro virtual, de este 20 de noviembre, la ciudad italiana de Asís volvió a reanudar su admirable “dirección” o “timón de mando” en la gestión de los diversos análisis, a lo largo y ancho del planeta, para dar a conocer, a través de voces representativas, a todo el mundo y en tiempo real, las sesiones de esta tarde con los enlaces en vivo desde los históricos lugares franciscanos que incluyen la Basílica de San Francisco, la Iglesia de San Damián, el Santuario de Rivotorto, la Basílica de Santa Clara, el Santuario de la Spogliazione y el Palacio Monte Frumentario.
Amen sus trabajos y sus empresas
Le economía se cambia haciéndola, estudiándola pero, ante todo, amándola, se dijo. Y la nueva economía nacerá de su amor ante un mundo equivocado y por un mundo mejor. En la primera parte se leyó una carta escrita por un preso de Milán, con la sugerencia de que se invierta para que los detenidos o ex detenidos puedan trabajar cuando cumplan con la pena.
En esta segunda tarde, y siguiendo la invitación del Papa Francisco, nuevamente volvieron a reunirse los jóvenes economistas, empresarios y estudiantes de todo el mundo, tras haber comenzado ayer este encuentro virtual de tres días, durante el que esperan sentar las bases para “construir otras formas de entender la economía y el progreso” y combatir la cultura del descarte.
Medioambiente y desigualdades
Se habló asimismo de “generatividad, bienes relacionales y economía civil” con los profesores y economistas Mauro Magatti, Consuelo Corradi y Leonardo Becchetti. Así por ejemplo, Magatti recordó que el sistema económico construido a lo largo de los decenios generó, ciertamente, óptimos consumidores, creando también problemas al medioambiente y desigualdades entre las personas. Por eso, dijo, hay que hacer que las actividades laborales surjan del corazón:
“Producir y consumir no es una invención de la economía, sino una actitud humana desde siempre, desde los inicios de las civilizaciones, y no sólo para alimentarse, sino también para estar con los demás”
Cuidar lo que se ha traído al mundo
Y si bien a veces el sentido de la vida podría estar en el hecho de consumir, los hombres y las mujeres deben generar una dimensión antropológica profunda, en la que los empresarios logren un movimiento organizativo cuidando lo que se ha traído al mundo.
La profesora Consuelo Corradi de la Universidad LUMSA recordó que las mujeres son casi la mitad de los habitantes de la tierra y que deberían tener los mismos derechos. Sin embargo, poniendo a Italia como ejemplo, destacó que aún no se ha visto una mujer primer ministro, presidente de la república o de la cámara de justicia. Y agregó:
“No es que las mujeres quieran ocupar puestos que suelen ser de los hombres, sino que quieren hacerlo como responsabilidad. Lo que podría ser una respuesta complicada y criticada”
Además aseveró que “existe algo especial en la experiencia femenina del mundo”, la “generatividad”, esa contribución que las mujeres dan a la vida. Y dijo que más allá de los avances de la biotecnología, “aún se necesita un cuerpo de mujer para generar”.
Flujos del mercado de la vida
De manera que no sorprende que la industria explote el capital femenino, sin que sea valorado incluso por parte de las mismas mujeres. Ofreció tres puntos de reflexión: Las mujeres tienen una familiaridad con la realidad, tal como es. Las mujeres tienen fuerte afinidad con la vida, porque conocen en un grado superior la historia de la materialidad de la vida humana. Las mujeres experimentan el gran gusto de cuidar, esa alegría que sienten, tanto en la familia como en la empresa, tal como lo demuestran los estudios llevados a cabo al respecto. Y, además, dijo que “las mujeres son las que mejor forman a la nueva generación de investigadores en los laboratorios”. Y dijo que si las cosas no cambian en este mundo:
“Olvidaremos la biodiversidad dejándosela a la industria…”
Hacer equipo y maximizar las ganancias
El Profesor Becchetti mostró diapositivas para ilustrar el nuevo paradigma más allá de la actual reducción de la persona, en que es necesario “producir confianza”, lo que permite “hacer equipo y maximizar las ganancias” teniendo en cuenta el impacto social y ambiental. Porque como dijo:
“El valor se mide con la generosidad”
El hombre busca sentido antes que utilidades
Y añadió que la política económica viene del mercado y de la mano visible de las Instituciones. De manera que un cambio se logra con un mercado, una ciudadanía activa y empresas responsables. A la vez que el hombre busca sentido, antes que utilidades. Mientras la pobreza del sentido es un “factor de muerte”.
Finanza ética
También afirmó que el sentido de la existencia y el compromiso que pide un esfuerzo, son indicadores de “generatividad” en las provincias italianas, con la finalidad de obtener puntos de vista para otras empresas, tal como lo demuestra la “finanza ética” nacida hace ya 20 años a favor del medio ambiente. A la vez que “financiación ética y ecológica” es actuar con los inversores para catalizar el cambio social.
Empresas con criterios ecológicos
Generatividad y funcionalidad social mediante la evaluación de empresas con criterios ecológicos, incluyendo a los consumidores con su evaluación de los proyectos es lo que se está haciendo. Desde la agricultura biológica hasta productos legales al ciento por ciento. Sin olvidar la “economía de la cárcel”, como el hecho de ayudar a pequeñas cooperativas que después se insertarán en la sociedad. También porque las estadísticas demuestran, por ejemplo, que las mujeres que salen de la cárcel “con trabajo” difícilmente reinciden.
De manera que al mundo “lo cambiamos con nuestro portafolio”. Por eso cuando vamos a comprar un producto debemos saber lo que estamos comprando. En todos estos análisis tuvo en cuenta que hay que partir de los descartados, de la gratuidad, del leproso como se dijo ayer.
“Hay que estar con el leproso como con el Papa. Estamos llamados a ser portavoces, puentes, de una sociedad que se encuentra descartada. Y esto sería una buena praxis, para todos”
Tras mostrar el ejemplo de un barrio de Nápoles a favor de los niños para que sean mejores ciudadanos a través de la música, estando juntos y amándose se afirmó en el curso de este segundo encuentro que:
“Amar al prójimo es ponerse a disposición de los demás según lo que uno hace o sabe hacer”
¿Qué significa la prosperidad?
Cabe destacar que en este segundo encuentro de la Economía de Francisco el profesor y economista Muhammad Yunus, premio Nobel de la paz de 2006 dijo que hay que llegar a tres “ceros”: “Cero emisiones de carbono, cero concentración de riqueza y cero desocupación”, es decir que hay que ir en dirección contraria a como va el mundo:
“Un nuevo destino al que se llegará con nuevos fines y mediante nuevos caminos”
De manera que se planteó qué economía, con su riqueza, se quiere: ¿la del 99 por ciento o la del 1 por ciento de la población? Y de este modo, muchos fueron los conceptos acerca de una economía sostenible, de una finanza ética que fueron planteando los expertos invitados. El profesor Yunus también dijo:
“No podemos volver atrás como antes de la pandemia. No. Porque uno debería saber qué hacen los bancos con nuestro dinero, así escogemos el banco en el que depositar nuestro dinero para que no inviertan en proyectos poco éticos, puesto que soy responsable en primera persona de la contaminación. Muchas veces los bancos hacen lo opuesto a lo que quereos, de aquello en lo que nosotros invertiríamos directamente”
No a los bancos que destruyen el planeta
De modo que la finalidad, depende de lo que queremos hacer. Por eso se necesitan reglamentaciones como instrumentos de control de la inversión de los bancos, que sean, además, independientes. “No a los bancos que destruyen el planeta, es nuestra responsabilidad, dado que ponemos nosotros el dinero”.
El grupo de jóvenes de la Economía de Francisco propuso también que quienes seguían este encuentro desde sus casas propusieran ideas y sus propios criterios porque:
“Nuestra casa planetaria está quemándose”
Amar la patria uno del otro
Alternando la conversación con los expertos, el grupo musical español “Mosaico”, propuso un collage desde las actividades cotidianas en sus casas o ambientes de trabajo para instar a amar la patria uno del otro, compartiendo dolores, construir el futuro uno del otro. También el compositor Guajiro cantó, en inglés, acerca de la responsabilidad de los hombres y mujeres que quieren un presente y futuro mejor.
La tecnología digital al servicio del bien común
Por su parte, Andrea Visconti, empresario digital italiano, “fracasado”, y comunicador dijo que para explicárselo a sus hijos se los contó como una fábula, a fin de transmitir valores a los empresarios y a las personas. Y ahora está trabajando en una empresa de contenidos, utilizando la tecnología digital como óptima herramienta al servicio del bien.
Haciéndose eco de las reflexiones del Papa en su Carta para el encuentro “Economía de Francisco”, en la que el Santo Padre dice a los jóvenes que sabe que “son capaces de escuchar con el corazón los gritos cada vez más angustiosos de la tierra y de sus pobres en busca de ayuda y de responsabilidad”, tuvieron en mente la utilización de la tecnología digital como óptima herramienta al servicio del bien común.
La ecología en el centro a partir de la encíclica Laudato si’
Así lo dijo una joven economista brasileña que tomó la palabra esta tarde, quien agradeció el apoyo del Papa Francisco en todos estos procesos de cambio que tienen como telón de fondo “sencillamente el amor”. Porque además, está fuertemente motivada en construir una nueva economía mucho más justa, sostenible e inclusiva que mire a las personas históricamente excluidas como los indígenas o las mayorías pobres de tantos países. Esta joven reafirmó:
“Estamos construyendo un compromiso a largo plazo juntos, con fraternidad y mucho, mucho amor”
Mientras avanzaba este encuentro con testimonios y breves lecciones magistrales, también se dio paso a los comentarios publicados en las redes sociales de todo el mundo.
Economía de la abundancia
La última sesión estuvo centrada en la economía de la abundancia. Comenzando por “el trabajo del cuidado”, mientras los grupos seguían trabajando entre sí. De los nuevos pilares del trabajo hablaron diversos expertos como Jennifer Nedelsky, Paolo Foglizzo y Francesco Baroni. “La gracia de poder trabajar” es el título de un texto que los jóvenes elaboraron a la luz de las enseñanzas de la Iglesia y de San Francisco con la ayuda de Fray Andrea.
En este futuro libro, centrado en el trabajo y el cuidado, llevado a cabo de modo colectivo, se evidencia la importancia del cuidado para definir objetivos comunes. De manera que han escrito una especie de ensayo a modo de propuesta, que no excluye la colaboración de quienes siguieron este tema desde sus casas, para llegar a la redacción final.
Tener trabajo digno
Es algo que sólo será posible si se cambia la concepción del trabajo. De ahí la necesidad de tener trabajos “incluyentes”, ocupándose unos de otros, para dar lugar a un sistema económico mundial que sea mejor. Se analizó la “lógica económica”, conjugándola con la “satisfacción” de realizarlo a modo de “vocación de servicio”. Sin olvidar la economía civil y la doctrina social de la Iglesia.
Rostro más humano del mundo del trabajo
El joven argentino Tomás expuso la propuesta de su grupo de trabajo de América Latina con ejemplos prácticos y muy específicos, utilizando un “método latinoamericano”, basado en la justicia social. Y poniendo de manifiesto la explotación de las riquezas naturales, integrando la creatividad tras las consecuencias de la pandemia. Todo este cambio estructural llevará a un acceso a los bienes comunes, comenzando por la educación. También insistió en que, tras las desigualdades puesta de manifiesto por la situación sanitaria, es imprescindible “mostrar el rostro más humano de cada uno”.
La profesora Jennifer Nedelsky habló de la reducción del trabajo a treinta horas semanales como posibilidad de “construir comunidad”, ya que una buena economía debería basarse no sólo en torno al trabajo, sino también al cuidado. Y dijo:
“Necesitamos un trabajo que haga posible la vida con horas a disposición de la familia, llegando así a una sociedad más justa”
Francesco Baroni, mánager del Grupo italiano Gi, al resumir algunos conceptos, dijo que lo que afecta al mundo del trabajo en nuestras actividades cotidianas, en época de Covid-19, son las cadenas de producción basadas en el concepto de “ser empleable”, algo que los trabajadores sienten mucho. De ahí la importancia de mejorar la “ocupabilidad” del empleo. Para lo cual es necesario que las personas reconozcan el significado del valor del trabajo de manera correcta, sin perder de vista el bienestar psicofísico, lo que desemboca, naturalmente, en empresas con mayor valor, que inviertan en la formación de sus trabajadores. Siendo también incluyentes, tomando con cuidado el bien común y el bienestar social, creando flexibilidad en la política del trabajo y garantizando un servicio eficaz, pero subrayando el valor de la persona en el mundo laboral.
Para Paolo Foglizzo es fundamental considerar la necesidad de nuevos actores que puedan conciliar la eficiencia y eficacia de la red en la comunidad global transformativa, “creando una comunidad, un sentido de pertenencia”, y allí se materializa la relación entre trabajo y cuidado. De este modo se producen nuevas energías, como lo demuestra el nacimiento de las cooperativas de trabajo.
Hacia el final del encuentro de esta segunda tarde se puso de manifiesto que nada de lo que se dijo pretende ser conclusiones definitivas, sino puntos de partida, hasta el próximo encuentro en Asís del año 2021. Y se despidieron de los colaboradores y panelistas con la esperanza de encontrarse físicamente en la ciudad de San Francisco.
Al final de la tarde se realizó el “Maratón EoF alrededor del reloj y del mundo” con el corolario de la oración.
Prensa CEV
Nota de prensa de Vatican News
20 de noviembre de 2020