Presidente del Celam: amor y compasión por los que sufren COVID-19

02
Abr
2020

Vaticano.- En una carta dirigida a toda América Latina y el Caribe, Monseñor Miguel Cabrejos Vidarte, Presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) y Presidente de la Conferencia Episcopal Peruana, reflexiona sobre cuál es el sentido de la fe, la esperanza y la misericordia frente a esta crisis mundial provocada por la pandemia Covid-19, que ha generado mucho dolor en todo el mundo.

En una carta dirigida a toda América Latina y el Caribe, Monseñor Miguel Cabrejos Vidarte, Presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) reflexiona sobre cuál es el sentido de la fe, la esperanza y la misericordia frente a esta crisis mundial provocada por la pandemia Covid-19, que ha generado mucho dolor en todo el mundo. En el documento, Monseñor Cabrejos expresa que la esperanza en medio de esta crisis global puede ser superada si todos trabajamos juntos de manera responsable: «En medio de las experiencias de inseguridad y angustia, de miedo a la soledad, este tiempo puede ser también un momento de gracia para permitir que Dios toque y sane nuestras heridas, para transformarnos y renovarnos interiormente, para que podamos vivir con los ojos, los oídos y los corazones abiertos a Dios, a nuestros hermanos y a la Madre Naturaleza».

Respetar medidas restrictivas

El presidente del CELAM también recuerda las palabras pronunciadas por el Papa Francisco en dos momentos muy especiales, las oraciones del 27 y 29 de marzo pasado. «El Santo Padre dijo que ‘esta pandemia no es el momento del juicio de Dios’, sino de nuestro juicio: el momento de elegir entre lo que realmente importa y lo que sucede, de separar lo que es necesario de lo que no lo es».

«En estas circunstancias», escribe Monseñor Cabrejos, «el verdadero amor al prójimo y al cuidado de las personas más vulnerables se manifiesta en el respeto de las medidas vinculadas al aislamiento físico y social, pero que estas restricciones no nos llevan a erigir muros y barreras en nuestros corazones. Al mismo tiempo, el presidente del CELAM nos pide que prolonguemos «el amor generoso, compasivo y misericordioso que Dios nos tiene, especialmente a nuestros hermanos y hermanas que viven en condiciones de gran precariedad por no tener suficientes ingresos económicos para sus necesidades básicas».

«La pandemia del Covid-19 nos afecta a todos», añadió, «es una situación absolutamente excepcional y sin precedentes, que trastorna nuestra vida y genera un gran dolor por tanto sufrimiento humano que nos hace reflexionar, cuestionar y empujar a discernir: ¿Cuál es el mensaje de Dios al corazón humano sobre lo que está sucediendo?

Escuchar el grito de los pobres

«El Santo Padre también señaló que nos hemos acostumbrado a grandes desigualdades e injusticias, a estilos de vida marcados por el deseo de poder y prestigio, y al consumo insaciable de muchos bienes superfluos; todo ello a costa de los pobres, de la naturaleza, hiriendo la dignidad de la persona y de pueblos enteros, condenándolos a vivir en situaciones menos humanas -continuó-, en cambio la pandemia nos hace tomar conciencia de que no hemos escuchado el grito de los pobres y de nuestro planeta gravemente enfermo. Si se restablece el equilibrio sacudido por la crisis ecológica, será posible una nueva armonía y la restauración de los ecosistemas, donde la naturaleza vuelve a la vida, el aire se vuelve más limpio, los delfines reaparecen en las bahías, los peces pueden verse de nuevo y los pájaros cantan de nuevo».

«En esta Cuaresma y Pascua de Resurrección que debemos vivir en tiempos de pandemia, ponemos nuestra esperanza en la Cruz de Jesús, a través de la cual ‘hemos sido sanados y abrazados para que nada ni nadie nos separe de su amor redentor'», concluye su carta, citando siempre las palabras del Santo Padre.

Prensa CEV
Nota de prensa de Vatican News
02 de abril de 2020