Coro.- El pasado domingo 24 de mayo, en el marco del V Aniversario de la Encíclica Laudato Si’, Mons. Mariano Parra, Arzobispo de Coro, aprovechó la cuarta edición de su columna en la prensa escrita falconiana “Reflexiones del Pastor”, para pronunciarse sobre la situación social y el cuidado de la Casa Común.
En su artículo, Mons. Parra Sandoval, reflexionó sobre la Encíclica Laudato Si’, manifestando que, si en su momento se trató un tema muy importante, hoy se presenta como un grito angustioso frente a la pandemia que ha paralizado al mundo.
A continuación, el texto íntegro de su mensaje:
Cinco años hace que el Papa Francisco escribió para toda la humanidad la Encíclica “Laudato Si” sobre el cuidado de la Casa Común. Y si en ella fue tratado un tema muy importante para ese momento de la historia, hoy se nos presenta como un grito angustioso frente a la pandemia que ha paralizado al mundo.
Por este motivo el Dicasterio para la Promoción del Desarrollo Humano Integral, organismo de la Santa Sede que ayuda al Papa en este campo social, ha convocado a un “Año Especial en tiempo del COVID 19”, que comienza este 21 de mayo del año en curso hasta el 24 de mayo del próximo año 2021. Y la razón que tiene la Iglesia para realizar esta convocatoria es porque “se requiere respuestas inmediatas holísticas y unificadas en todos los niveles: local, regional, nacional e internacional”.
Quisiera en esta oportunidad reflexionar sobre algunos aspectos de esta Encíclica pues, tengo la convicción de su importancia en estos momentos, aquí en nuestra querida patria Venezuela.
Muchas veces cuando se habla de ecología nos referimos casi exclusivamente al cuidado de las plantas y de los animales, pero, el Papa en la encíclica desde su comienzo deja bien en claro y enfoca el tema de manera integral: Dios creó el mundo y nos lo confió como un regalo. Ahora tenemos la responsabilidad de cuidar y protegerlo y a todas las personas, que son parte de toda la creación. Por lo tanto, cuando protegemos la dignidad humana estamos cuidando la creación, ya que ambas cosas están íntimamente ligadas. (Cf. Laudato Si 5) Es así como el Santo Padre le dedica todo el capítulo cuarto de su encíclica a reflexionar sobre una ecología integral.
Todos estamos conectados. Estamos conectados con el resto de la familia humana, con el mundo creado, y con los que vendrán después de nosotros en las generaciones futuras. Por esa misma razón es responsabilidad de todos, el cuidado de nuestra casa común. Deberíamos preguntarnos ¿qué tipo de mundo deseamos dejarle a las nuevas generaciones? ¿Acaso no es nuestra responsabilidad trabajar por un mundo que se conserve como Dios lo creo a fin de que las futuras generaciones puedan disfrutar de este hermoso regalo que nos dio el Creador?
El Santo Padre nos presenta una realidad que por muchos es ignorada. Las personas en situación de pobreza son las que menos han contribuido al cambio climático, y sin embargo se ven desproporcionadamente impactadas por éste. Y anota la causa de esta circunstancia: Los países más ricos del mundo alimenta el uso excesivo de los recursos naturales mientras los países pobres sufren contaminación, falta de acceso al agua potable, hambre y otros padecimientos. Esto lo vivimos constantemente a nuestro alrededor. Son millares las personas en los países más desfavorecidos que mueren no solo por el hambre sino también por la falta de agua potable.
El desarrollo tecnológico es muy importante para la humanidad. Mas aún, Dios nos creó y nos dio la potencia necesaria para que nos desarrolláramos en todos los aspectos y pusiéramos ese desarrollo al servicio de toda la creación. El desarrollo tecnológico y económico debe servir a los seres humanos y acrecentar la dignidad humana, en lugar de crear una economía de la exclusión, de modo que todas las personas tengan acceso a lo que se necesita para un auténtico desarrollo humano
Pero, el Papa Francisco no se queda solo en su misión profética de denunciar estas injusticias contra la creación entera, sino que nos invita a todos a trabajar por cambiar esta realidad. Somos una sola familia humana y tenemos una responsabilidad compartida por los demás y por la creación. Los países ricos tienen la responsabilidad de reducir el consumo de recursos no renovables y deben ayudar a las naciones más pobres a desarrollarse de manera sostenible.
Es hora de actuar. El papa Francisco insta a un cambio en el estilo de vida y el consumo. Podemos hacer cambios importantes como individuos, familias y comunidades, y como líderes civiles y políticos. Cada uno de nosotros está llamado a dar pasos concretos.
He aquí algunas ideas:
1. Cobrar una mayor conciencia de que el cuidado mutuo y el de la creación incluye la comprensión de que “todo está conectado” (no. 91) y que la economía, la política, la participación de la comunidad y la tecnología afectan, en conjunto, el futuro del planeta y de la humanidad.
2. Hacer cambios en el estilo de vida y los hábitos de consumo pueden constituir una gran diferencia. Haz cambios a nivel institucional en tu parroquia, escuela o lugar de trabajo. Por ejemplo, implementar reciclaje, compartir electrónicamente en lugar de imprimir.
+ Mariano José Parra Sandoval
Arzobispo de Coro
Prensa CEV
Nota de prensa Arquidiócesis de Coro
27 de mayo de 2020