04 de agosto: memoria de San Juan María Vianney, Patrono de los párrocos

04
Ago
2022

Caracas.- Cada 04 de agosto de 2022, la Iglesia celebra la memoria de San Juan María Vianney, mejor conocido como el “Santo Cura de Ars”, sacerdote diocesano francés, quien en vida se dedicó enteramente al servicio pastoral de sus fieles.

San Juan María Vianney nació en Francia el 8 de mayo de 1786. Inició sus estudios para ser sacerdote a los 17 años y es llamado a combatir con el ejército español. Por ser contrario a la guerra desertó, y se ocultó en las montañas. 2 años después, regresa a su tierra, donde se dedica a la labor pastoral; visitas a enfermos y la catequesis, entregándose por completo a la feligresía. Falleció el 04 de agosto de 1859. Fue declarado modelo y patrono de todos los sacerdotes y proclamado Santo por el Papa Pío XI en 1925. 

El Santo cura de Ars, logró la conversión de muchas personas, desde el testimonio de su vida cotidiana que expresaba una vida santa. Entre lo que destaca su continuó visitar al Sagrario, y desde esta práctica de oración silenciosa, inspirar a muchos habitantes del lugar a imitarlo. Un abogado, luego de compartir palabras con él, dio: “He visto a Dios en un hombre”; en otra oportunidad Benedicto XVI, afirmó que el santo cura de Ars “logró tocar el corazón de la gente no gracias a sus dotes humanas, ni basándose exclusivamente en un esfuerzo de voluntad, por loable que fuera” sino que “conquistó las almas, incluso las más refractarias, comunicándoles lo que vivía íntimamente, es decir, su amistad con Cristo”.

San Juan María Vianney ha sido un gran referente para la Iglesia y modelo ejemplar en el corazón de muchos fieles. Enseñaba diciendo: «No hay necesidad de hablar mucho para orar bien». Demostró también una gran identificación con el sacrificio de la Cruz, gran compromiso con el sacramento de la confesión, y su coherencia evangélica en continua entrega y servicio los pobres, huérfanos, enfermos, y familias más necesitadas; sin olvidar su gran afecto a la Santísima Virgen María, bajo la advocación de María Inmaculada, tanto así, que en 1836 consagró su parroquia a María concebida sin pecado, anteponiéndose a la definición dogmática de 1854.

El párroco: Acompañante del pueblo de Dios

El Párroco es llamado a acompañar a su comunidad al estilo de Jesús de Nazaret, desde como servidor y guía, actitudes representadas en el Evangelio de la Última Cena. Jesús es reconocido como el Maestro y Señor, quien enseña a sus discípulos el camino para llegar a Dios, pero lo hace desde el servicio desde el ejemplo que ofrece al lavar los pies de quienes le siguen, e invitándoles a ellos a replicar esta actitud, ocupando el último lugar. Mientras que, el párroco como guía, es el responsable de acompañar y encaminar al pueblo que le ha sido encomendado, acompañar en sus dolores y alegrías, en sus luchas, logros y fracasos, actuando como lo pidió el Papa Francisco, pastores con “olor a ovejas.”

Prensa CEV
04 de agosto de 2022