Categoría: CEV Noticias

02
May

Celebración del II aniversario de la beatificación del Dr. José Gregorio Hérnandez

Con doble jornada de actos eclesiásticos celebró la diócesis de Trujillo el segundo aniversario de la beatificación del Dr. José Gregorio Hernández. Durante el sábado 29 y domingo 30 de abril el santuario de Isnotú fue centro de actividades eclesiásticas para conmemorar la efeméride con la presencia del obispo Monseñor José Trinidad Fernández y la Ordenación Sacerdotal y Primera Misa del diácono isnotuense Hendrie Espinoza. Monseñor Trino Fernández fue acompañado en la Eucaristía por Monseñor Lizandro Rivas, obispo auxiliar de Caracas, y trujillano de nacimiento. Cincuenta sacerdotes diocesanos, diáconos seminaristas y feligreses venidos de localidades cercanas conformaron, juntamente con la entusiasta comunidad local, la asamblea eclesiástica. Durante la solemne eucaristía concelebrada, que comenzó a las diez y media de la mañana, el obispo diocesano confirió el sacramento del Orden Sacerdotal a Hendrie Espinoza. Ante el pastor diocesano el joven isnotuense realizó las promesas sacerdotales y recibió el presbiterado mediante la imposición de manos y la oración consecratoria. La comunidad parroquial, con sus sacerdotes y religiosas, participó con fervor y organización del armonioso acto religioso que habían estado preparando. Los padres y un nutrido grupo de familiares del neo sacerdote, junto a los grupos de apostolado seglar, participaron y ayudaron también en los actos de preparación y celebración. Un armonioso ensamble de coros parroquiales amenizó con sus bellos cantos la ceremonia. Una nutrida representación de boconeses, ciudad donde prestó servicio eclesiástico durante el último año el diácono, se hizo presentes el día sábado. Tanto el párroco Magdaleno Álvarez como el neo sacerdote, agradecieron la presencia del Obispo, la asistencia fraterna de los sacerdotes, la organización del comité pro ordenación con sus respectivos equipos de trabajo y la participación de la comunidad católica. El padre Hendrie hizo referencia a las cercanías que en su ministerio sacerdotal desea tener muy presente, como indica el Papa Francisco: con Dios, primeramente, con su obispo, con los sacerdotes y con el pueblo de Dios encomendado. Terminada la eucaristía el pastor diocesano dedicó tiempo para saludar y compartir con los presentes.  

28
Abr

VOCACIÓN: GRACIA Y MISIÓN

Mensaje del Papa Francisco para la 60 Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones Queridos hermanos y hermanas, queridísimos jóvenes: Es la sexagésima vez que se celebra la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones, instituida por san Pablo VI en 1964, durante el Concilio Ecuménico Vaticano II. Esta iniciativa providencial se propone ayudar a los miembros del pueblo de Dios, personalmente y en comunidad, a responder a la llamada y a la misión que el Señor confía a cada uno en el mundo de hoy, con sus heridas y sus esperanzas, sus desafíos y sus conquistas. Este año les propongo reflexionar y rezar guiados por el tema “Vocación: gracia y misión”. Es una ocasión preciosa para redescubrir con asombro que la llamada del Señor es gracia, es un don gratuito y, al mismo tiempo, es un compromiso a ponerse en camino, a salir, para llevar el Evangelio. Estamos llamados a una fe que se haga testimonio, que refuerce y estreche en ella el vínculo entre la vida de la gracia —a través de los sacramentos y la comunión eclesial— y el apostolado en el mundo. Animado por el Espíritu, el cristiano se deja interpelar por las periferias existenciales y es sensible a los dramas humanos, teniendo siempre bien presente que la misión es obra de Dios y no la llevamos a cabo solos, sino en la comunión eclesial, junto con todos los hermanos y hermanas, guiados por los pastores. Porque este es, desde siempre y para siempre, el sueño de Dios: que vivamos con Él en comunión de amor. «Elegidos antes de la creación del mundo» El apóstol Pablo abre ante nosotros un horizonte maravilloso: en Cristo, Dios Padre «nos ha elegido en él, antes de la creación del mundo, para que fuéramos santos e irreprochables en su presencia, por el amor. Él nos predestinó a ser sus hijos adoptivos por medio de Jesucristo, conforme al beneplácito de su voluntad» (Ef 1,4-5). Son palabras que nos permiten ver la vida en su sentido pleno. Dios nos “concibe” a su imagen y semejanza, y nos quiere hijos suyos: hemos sido creados por el Amor, por amor y con amor, y estamos hechos para amar. A lo largo de nuestra vida, esta llamada, inscrita en lo más íntimo de nuestro ser y portadora del secreto de la felicidad, nos alcanza, por la acción del Espíritu Santo, de manera siempre nueva, ilumina nuestra inteligencia, infunde vigor a la voluntad, nos llena de asombro y hace arder nuestro corazón. A veces incluso irrumpe de manera inesperada. Fue así para mí el 21 de septiembre de 1953 cuando, mientras iba a la fiesta anual del estudiante, sentí el impulso de entrar en la iglesia y confesarme. Ese día cambió mi vida y dejó una huella que perdura hasta hoy. Pero la llamada divina al don de sí se abre paso poco a poco, a través de un camino: al encontrarnos con una situación de pobreza, en un momento de oración, gracias a un testimonio límpido del Evangelio, a una lectura que nos abre la mente, cuando escuchamos la Palabra de Dios y la sentimos dirigida directamente a nosotros, en el consejo de un hermano o una hermana que nos acompaña, en un tiempo de enfermedad o de luto. La fantasía de Dios para llamarnos es infinita. Y su iniciativa y su don gratuito esperan nuestra respuesta. La vocación es «el entramado entre elección divina y libertad humana» [1], una relación dinámica y estimulante que tiene como interlocutores a Dios y al corazón humano. Así, el don de la vocación es como una semilla divina que brota en el terreno de nuestra vida, nos abre a Dios y nos abre a los demás para compartir con ellos el tesoro encontrado. Esta es la estructura fundamental de lo que entendemos por vocación: Dios llama amando y nosotros, agradecidos, respondemos amando. Nos descubrimos hijos e hijas amados por el mismo Padre y nos reconocemos hermanos y hermanas entre nosotros. Santa Teresa del Niño Jesús, cuando finalmente “vio” con claridad esta realidad, exclamó: «¡Al fin he encontrado mi vocación! ¡Mi vocación es el amor…! Sí, he encontrado mi puesto en la Iglesia […]. En el corazón de la Iglesia, mi Madre, yo seré el amor». «Yo soy una misión en esta tierra» La llamada de Dios, como decíamos, incluye el envío. No hay vocación sin misión. Y no hay felicidad y plena realización de uno mismo sin ofrecer a los demás la vida nueva que hemos encontrado. La llamada divina al amor es una experiencia que no se puede callar. «¡Ay de mí si no predicara el Evangelio!» (1 Co 9,16), exclamaba san Pablo. Y la Primera Carta de san Juan comienza así: “Lo que hemos oído, visto, contemplado y tocado —es decir, el Verbo hecho carne— se lo anunciamos también a ustedes para que nuestra alegría sea plena” (cf. 1,1-4). Hace cinco años, en la Exhortación apostólica Gaudete et exsultate, me dirigía a cada bautizado y bautizada con estas palabras: «Tú también necesitas concebir la totalidad de tu vida como una misión» (n. 23). Sí, porque cada uno de nosotros, sin excluir a nadie, puede decir: «Yo soy una misión en esta tierra, y para eso estoy en este mundo» (Exhort. ap. Evangelii gaudium, 273). La misión común de todos los cristianos es testimoniar con alegría, en toda situación, con actitudes y palabras, lo que experimentamos estando con Jesús y en su comunidad que es la Iglesia. Y se traduce en obras de misericordia material y espiritual, en un estilo de vida abierto a todos y manso, capaz de cercanía, compasión y ternura, que va contracorriente respecto a la cultura del descarte y de la indiferencia. Hacerse prójimo, como el buen samaritano (cf. Lc 10,25-37), permite comprender lo esencial de la vocación cristiana: imitar a Jesucristo, que vino para servir y no para ser servido (cf. Mc 10,45). Esta acción misionera no nace simplemente de nuestras capacidades, intenciones o proyectos, ni de nuestra voluntad, ni tampoco

21
Abr

Encuentro de Comisiones Episcopales. Abril 2023

Hoy soplan vientos de conversión pastoral y reformas institucionales en la Iglesia, como han sido las reformas del Papa Francisco en la Curia y su reciente constitución apostólica Preadicate Evangelium; esta reforma tiene consecuencias para toda la iglesia, para las conferencias episcopales y las diócesis. La CEV, asume esta invitación con mucha responsabilidad y deseos de profetismo. Con el objetivo de avanzar en la restructuración del SPEV y continuar con la elaboración del Plan Trienal 2023-2026;  los obispos se reunieron en la Casa Monseñor Ibarra de Montalbán, los días 18, 19 y 20 de abril. Estuvieron presentes los obispos, presidentes de las diversas comisiones pastorales y de servicio a la Iglesia; los directores de los nuevos Centros del SPEV y los coordinadores de las áreas de trabajo. Para definir la nueva estructura del SPEV se presentó el organigrama donde se explicitan las interrelaciones entre Comisiones, Centros y Áreas; de igual forma se dieron a conocer las funciones de cada Centro y sus respectivos directores. Para la nueva organización del Secretariado Permanente se proponen siete Centros: Animación para la conversión pastoral y misionera; Iniciación a la vida cristiana y celebración de la fe; Ministerios ordenados y vida consagrada; Laicos, familia y vida; Caridad y desarrollo humano integral; Evangelización de la cultura; Formación de discípulos misioneros. La Conferencia Episcopal Venezolana optó por hacer primero el rediseño del SPEV, dejando una eventual renovación de la CEV y de las comisiones episcopales para más adelante, pudiendo contar con los avances de Sínodo de la Sinodalidad. Luego de la elaboración de los objetivos comunes para cada Centro, se proponen los proyectos concretos para el trienio 2023-2026, los cuales fueron revisados por la comisión permanente de la CEV en la tarde del día jueves. Al finalizar el almuerzo, los obispos y laicos presentes se despiden con gestos de alegría y fraternidad, agradecidos por el intenso y fructuoso trabajo realizado; llevan en sus corazones el mensaje de Jesús: “Vayan y anuncien la paz”.

12
Abr

Nuevo Obispo de Guanare: padre Owaldo Enrique Araque Valero

El papa Francisco ha nombrado Obispo de Guanare al padre Owaldo Enrique Araque Valero, quien ejercía su servicio como vicario general y párroco de San Pedro en Barquisimeto El Rvdo. Pbro. Owaldo Enrique Araque Valero nació el 21 de mayo de 1964 en Chiguará (Edo. Mérida). Hizo sus estudios primarios en El Vigía (Edo. Mérida), y los secundarios, en el Liceo en Barquisimeto (Edo. Lara). Realizó los estudios de Filosofía y de Teología en el Seminario Mayor “La Divina Pastora” de la Arquidiócesis de Barquisimeto (1988-1995). El 15 de julio de 1995 recibió la ordenación sacerdotal y se incardinó en la Arquidiócesis de Barquisimeto. Es fundador y miembro de la Asociación privada de fieles “Comunidad Misionera Alegría y Esperanza”. En el 2002 obtuvo la Licenciatura en Derecho Canónico en la Pontificia Universidad del Letrán, en Roma, y en el 2018 la Licenciatura en Filosofía y Teología en la Universidad “Santa Rosa”, en Caracas. Cargos pastorales desempeñados

30
Mar

Mensaje de la Conferencia Episcopal Venezolana por las víctimas del incendio en México

La Conferencia Episcopal de Venezuela expresa su dolor y consternación ante el fallecimiento de 39 hermanos migrantes latinoamericanos en el incendio de un centro del Instituto Nacional de Migración, en Ciudad Juárez, México, en el que además resultaron gravemente heridas 28 personas incluyendo menores de edad, procedentes de Venezuela, Guatemala, Honduras, El Salvador, Ecuador  y Colombia. Los obispos hacemos llegar nuestra solidaridad y cercanía a los familiares de los fallecidos y heridos. Hacemos un firme llamado a los gobiernos de los países, tanto de acogida como de procedencia de estos hermanos, y a los organismos internacionales para que brinden ayuda adecuada a los sobrevivientes, y se favorezca la urgente implementación de políticas consensuadas para dar respuestas a la crisis de movilidad tan grande como silenciosa que vive nuestra región. Sólo el desarrollo de políticas oportunas, que consideren integralmente la realidad migratoria y dignifiquen la vida en los países de expulsión, podrá dar respuestas estructurales para que estos dolorosos hechos no sigan repitiéndose. Son en su mayoría jóvenes a quienes hoy lloramos. Pedimos que se haga justicia por estas vidas inmoladas ante la indiferencia de quienes debían  protegerlos. Que Dios dé el descanso eterno a los fallecidos, pronta recuperación a los heridos y otorgue a sus familiares paz, fortaleza y consuelo en estas horas.

27
Mar

Asamblea anual ordinaria de OSVEN 2023

Del 20 al 24 de marzo, los rectores de seminarios de Venezuela realizaron la asamblea anual ordinaria de OSVEN en la casa de retiros Monseñor Ibarra de la CEV. Asistieron 20 rectores de los 21 seminarios del país con el objetivo de profundizar sobre la importancia de la formación permanente como horizonte de la formación inicial desde el seminario. Se contó con la participación virtual del Pbro. José Luis Piña Vargas de la Diócesis de Texcoco (Ciudad de México) quien se encargó de la iluminación de los dos primeros días de la asamblea. Dando continuidad a la reflexión, el grupo de rectores de los seminarios de Venezuela se unieron al taller “Espacios seguros en la Iglesia. Hacia la cultura del buen trato, salvaguarda y prevención” realizado en las instalaciones de la Universidad Católica Andrés Bello, incorporando este aspecto dentro del espacio formativo de los seminarios y Casas de Formación religiosas del país.

23
Mar

ESPACIOS SEGUROS EN LA IGLESIA. «Hacia la Cultura del Buen Trato, Salvaguarda y Prevención»

La Conferencia Episcopal Venezolana, la Conferencia Venezolana de Religiosos y Religiosas y la Comisión Nacional de cultura del buen trato, salvaguarda y prevención realizaron un Seminario – Taller: ESPACIOS SEGUROS EN LA IGLESIA. “Hacia la Cultura del Buen Trato, Salvaguarda y Prevención”. Los días 22 y 23 de marzo, doscientas ochenta personas que ejercen el servicio de autoridad y formación en la Iglesia, se encontraron en la UCAB para reflexionar y fortalecer espacios seguros en la Iglesia desde la cultura del buen trato, salvaguarda y prevención. Se contó con la participación de obispos, superiores mayores, formadores de seminarios y casas de formación para sacerdotes y religiosos, vicarios pastorales, vicarios judiciales, coordinadores de las comisiones de prevención de las diócesis, de las congregaciones e instituciones y los responsables de las oficinas para recibir denuncias. En las palabra de apertura, Monseñor Jesús González De Zárate, presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana, ratificó “el compromiso que ha hecho la Iglesia por promover la dignidad de la persona humana, especialmente la de los niños, niñas,  adolescentes y personas vulnerables, así como, protegerlos y ofrecerles espacios seguros para su desarrollo integral”. Antes de concluir, Monseñor González de Zárate reconoció que la Iglesia debe recorrer todavía un camino largo para garantizar espacios seguros para todos. Durante el encuentro, que se prolongó por dos días, los participantes se centraron en mirar hacia dentro de su acción pastoral, desde los documentos promulgados por el +Papa Benedicto XVI y el Papa Francisco, emitidos a lo largo de casi 30 años. La escucha de las víctimas, el dolor de quien ha sufrido el quiebre de la confianza y el abuso físico, fueron lámparas encendidas que iluminaron el discernimiento. Los ponentes, Monseñor Bertomeu, miembro del Dicasterio para la doctrina de la fe y el padre Portillo, miembro de la pontificia comisión del cuidado de menores, invitaron a la asamblea a ponerse en salida de las propias comodidades intraeclesiales y atreverse a llegar a todas las periferias, en donde se encuentran aquellas víctimas y sobrevivientes que han padecido el abuso. Insistieron en que la prevención solo tendrá futuro si es eclesial, con la participación más activa de los laicos en la misión de la purificación de la Iglesia. Al concluir el seminario, Monseñor Ángel Caraballo, presidente de la comisión nacional de cultura del buen trato, salvaguarda y prevención declaró que “la prevención no debe limitarse a la implementación de un código de conducta, de un protocolo de prevención, sanción o del diseño de una ruta de acción que fije su atención en la prevención de cualquier tipo de abuso a niños, niñas y adolescentes y adultos vulnerables. La prevención debe nacer de una más amplia cultura del cuidado y del buen trato; por ello consideramos que debemos revisar nuestro modo de relacionarnos, de hacer comunidad y de vivir verdaderamente la sinodalidad”.

10
Mar

Encuentro de Comisiones de Educación de América Latina y el Caribe

Bogotá, Marzo 2023 Los saludamos en profunda fraternidad, con la certeza de experimentar que la Iglesia es madre y maestra. Hemos concluido un valioso y enriquecedor encuentro que tuvo lugar del 6 al 8 de marzo en la sede del Consejo Episcopal Latinoamericano en Bogotá entre los centros del CELAM, los representantes de las comisiones de educación de las Conferencias Episcopales, la Confederación Interamericana de Educación Católica (CIEC) y la Organización de Universidades Católicas de América Latina (ODUCAL). En un clima de profunda fraternidad, diálogo y ejercicio de la sinodalidad pudimos compartir la realidad de la educación en nuestros países, reconociendo sus rostros dolorosos y sus luces de esperanza. También pusimos en común los procesos y las acciones que en la red de redes y en cada país venimos realizando en torno al Pacto Educativo Global (PEG). Constatamos aún más que el PEG busca afrontar al cambio de época que vivimos, respondiendo a nuestra crisis cultural y antropológica, y va mucho más allá del ámbito meramente escolar, integrando el espacio fundamental de la familia y de la sociedad. Se presentó el trabajo de investigación impulsado por esta red en conjunto con la Universidad Javeriana a fin confeccionar un mapa con los avances del PEG en nuestra región. Esta iniciativa fue muy bien valorada por los participantes, y se alentó a poder enriquecerla y hacerla llegar a muchos más actores de la educación.     En el marco del encuentro se generó un diálogo por medio de una videoconferencia con el nuevo subsecretario del Dicasterio para la Cultura y la Educación, Mons. Melchor Sánchez de Toca para intercambiar miradas, donde se evidenció la fortaleza del camino recorrido para el PEG en la Iglesia latinoamericana. Los representantes de las cuatro regiones, Cono sur, Andina, Caribe y Centroamérica y México, en un significativo trabajo de escucha e intercambio establecieron caminos comunes y acuerdos para que el PEG tenga un efecto de incidencia y transformación en sus contextos. Como fruto del encuentro se consolida aún mas la red de redes con la incorporación a este equipo de los departamentos de educación de las Conferencias Episcopales, para continuar dando impulso y hacer realidad el compromiso por una educación más justa, digna e inclusiva en el continente. Entre las numerosas realidades que emergieron durante estos días, discernimos en destacar tres comunes denominadores: Profundamente motivados por el encuentro, y celebrando los diez años del pontificado del Papa Francisco, agradecemos a Dios la posibilidad que nos regaló de habernos reunido en comunión de espíritu y renovando así nuestro compromiso de construir la aldea de la educación en nuestro continente. Un saludo fraterno de los representantes de las comisiones episcopales de educación, centros del CELAM y redes educativas eclesiales que asistimos a este encuentro. Comisiones episcopales de educación: Argentina, Chile, Paraguay, Perú, Colombia, Venezuela, Panamá, Costa Rica, Honduras, Guatemala, México, República Dominicana y Puerto Rico. Centros del CELAM CEBITEPAL, CGC, CEPRAP, Comunicación. Redes educativas eclesiales: Confederación Interamericana de Educación Católica (CIEC), Organización de Universidades Católicas de América Latina y el Caribe (ODUCAL).

07
Mar

I ENCUENTRO NACIONAL DE PASTORAL INDÍGENA (VII ENIMIS)

Ciudad Bolívar, 2-4 de marzo 2023 “Levántate y come que el camino ante ti es largo” (1 Re 19,7-8) A los pueblos indígenas, a los hermanos y hermanas que comparten con nosotros la fe en Jesucristo, a nuestros pastores sacerdotes y obispos de Venezuela. Nos hemos reunidos, llenos de esperanza, en Ciudad Bolívar a los márgenes del majestuoso río Orinoco, laicos, consagrados, sacerdotes, obispos que pertenecemos o acompañamos a las comunidades indígenas en su vivencia de la fe y en la defensa de su dignidad humana y cultural. Es el Espíritu Santo quien nos ha convocado y permitido bajo su inspiración, encontrarnos para reconocernos como compañeros de camino, reconfortarnos unos a otros, escucharnos y discernir juntos que nos pide Dios ante los nuevos desafíos humanos, culturales y eclesiales que se presentan a la vida y a la pastoral de la iglesia entre los pueblos indígenas. Reconocemos con gratitud la acción evangelizadora de los misioneros que nos ha precedido. Al Señor hemos agradecido el testimonio generoso de tantos hombres y mujeres que han entregado sus vidas para que el Evangelio y los dones de Jesucristo fueran conocidos entre nuestros pueblos originarios. Nos encontramos para continuar la reflexión que por años hemos venido realizando en los Encuentros de indígenas y misioneros (ENIMIS). Hemos hecho un camino que, aunque con pausas y algunos retrocesos, ha venido consolidando procesos de pastoral indígena en nuestras diócesis y vicariatos. Constatamos con gozo, que a pesar de todas las limitaciones que el entorno impone a la misión evangelizadora entre las comunidades indígenas, hay una gran vitalidad pastoral y significativos esfuerzos por seguir transitando caminos en los que se supere la mentalidad colonizadora, que considera al indígena solo como destinatario de la acción pastoral y asistencialista, sin reconocer suficientemente su condición de discípulo misionero, así como sus valores culturales, sus cosmovisiones y espiritualidades en los cuales también se manifiesta la presencia de Dios. Creemos que como lo reclama la realidad pastoral y nos sugiere el Santo Padre en Querida Amazonia (85-90) los pueblos indígenas estamos llamados a constituirnos en sujetos corresponsables de la evangelización de nuestros hermanos asumiendo los diversos ministerios que la Iglesia confiere y los que surgen de la propia cultura que puedan ser asumidos al servicio del anuncio del Evangelio y el crecimiento de la comunidad cristiana. Hemos también escuchado con dolor el grito de auxilio de nuestros pueblos indígenas que ven amenazada su dignidad humana por la usurpación y devastación de sus territorios originarios, el extractivismo minero, la deforestación y contaminación de los ríos, los abusos de autoridad, la trata de niñas y mujeres, la precariedad en la atención de la salud, el narcotráfico y la presencia de grupos irregulares, entre otras realidades. Como el profeta Elías, abatido por la persecución que amenazaba su vida, nuestros pueblos originarios y los agentes de pastoral indígena queremos levantarnos (1 Re 19,7-8) y alimentados de la vida del Señor en la Palabra, en la Eucaristía y en la comunidad seguir recorriendo juntos el largo camino de la inculturación, la ministerialidad y la profecía que opta por la defensa de la vida y la diversidad cultural de nuestros pueblos originarios. Nos anima la esperanza que nos comunican los jóvenes indígenas laicos y seminaristas, así como los sacerdotes y religiosas, hijos de nuestros pueblos que van dando rostro indígena a nuestro cristianismo. Celebramos con gozo la presencia fraterna de nuestros obispos que hacen suyos nuestros anhelos, alegrías y sufrimientos. A ellos y a toda la Iglesia le pedimos que sigan confiando en los pueblos indígenas y acompañándonos a vivir nuestra vocación bautismal de discípulos misioneros en diálogo con nuestras espiritualidades, cosmovisiones y la herencia recibida de nuestros antepasados. ¡Dios nos conceda seguir construyendo juntos una pastoral al servicio de la vida plena de los pueblos indígenas! Que María, nuestra madre de Coromoto, nos alcance la bendición de Jesús, el Hijo de Dios.

02
Mar

I Encuentro Nacional de Pastoral Indígena en Venezuela

El Consejo Misionero Nacional COMINA ha preparado el primer Encuentro Nacional de Pastoral Indígena en Venezuela que tendrá lugar en Ciudad Bolívar, estado Bolívar, del 2 al 5 de marzo de 2023. Este encuentro, que se realiza por primera vez después del Sínodo para la Amazonía, tiene como objetivos “encontrar una oportunidad de reconocernos, compartir nuestras historias de servicio misionero a las comunidades indígenas y discernir a qué nuevos modos y presencias somos llamados por el Espíritu Santo en el contexto actual, en el que la labor misionera entre nuestros hermanos indígenas se ve mermada por distintas causas”, según señalan los organizadores. Se espera la participación de agentes de pastoral indígena en Venezuela, que servirán como portavoces de la reflexión realizada previamente en sus respectivas circunscripciones eclesiásticas. La invitación es a mantenerse  en comunión y oración con esta actividad, para que sea de provecho para toda la Iglesia en Venezuela.