Nos preparamos para celebrar el nacimiento del Hijo de Dios. Mensaje de los Obispo

29
Nov
2024

  “Por la entrañable misericordia de nuestro Dios nos visitará el sol que nace de lo alto para iluminar a los que están en tinieblas y en sombras de muerte y para guiar nuestros pasos por el camino de la paz” (Lc 1, 78-79)

1.- Los cristianos católicos de Venezuela y el mundo nos preparamos con el tiempo de Adviento para celebrar uno de los grandes misterios de nuestra fe: el nacimiento del Hijo de Dios, la Navidad.  En ella proclamamos que el Hijo de Dios, que es el autor de la vida, quiso hacerse uno de nosotros, quiso ser ENMANUEL, el Dios con nosotros.

2.- Como lo canta la liturgia y lo subrayan los Padres de la Iglesia: “El Hijo de Dios se hace hombre, para que el hombre sea hijo adoptivo de Dios” (cf. San Ireneo). Sólo si somos capaces de encontrarnos con Jesús, verdadero Dios y verdadero hombre, viviremos auténticamente el misterio de fe que celebramos.

3.- Las misas y celebraciones de aguinaldos que se realizan los nueve días antes del 24 de diciembre, los cantos tradicionales de esta época, colocar o vestir el pesebre, la preparación de las hallacas, las gaitas, y el intercambio de regalos, expresiones propias de nuestra cultura venezolana, nos ayudan a vivir el gran regalo del Dios que se hace hombre y nace en Belén, y son expresión del deseo de una humanidad fraterna y solidaria.

4.- Viviremos la próxima navidad en medio de dramáticas realidades sociales, económicas y políticas en nuestro país, por lo cual nuestro compromiso en este tiempo debe ser el expresado por los profetas a (cf. Is 2, 3 – 4) que las armas de la violencia, la exclusión, la violación de los derechos humanos, y la pobreza se transformen en instrumentos de felicidad, progreso, reconciliación, libertad y paz, y podamos ser más hermanos.

5.- Pedimos al niño Jesús que toque el corazón de aquellos que, de acuerdo a la Constitución y las leyes, tomen las medidas necesarias para liberar a los detenidos por los acontecimientos de estos últimos meses, de forma que puedan reencontrarse con sus familiares y amigos.

6.- Cada navidad debe acercarnos a la pascua definitiva cuando la humanidad optando por el bien llegará al lugar donde “se secará toda lágrima de sus ojos y no habrá ya muerte, ni habrá llanto, ni gritos ni fatiga, porque el mundo viejo ha pasado” (Ap 21,4).

7.- En la solemnidad de la Natividad del Señor, daremos inicio al “Año Santo” 2025 dedicado a profundizar en la virtud de la esperanza y que el Santo Padre Francisco nos invita a vivir bajo el lema paulino “La esperanza no defrauda” (Rom 5, 5). Solo en Dios reside la verdadera esperanza. Sabemos que, así como vino en la fragilidad de nuestra carne, un día se manifestará glorioso para instaurar los cielos y la tierra nuevos donde impere el amor y la justicia (2Pe 3, 13)

¡Construyamos una Feliz Navidad para todos!

Los Obispos de la Comisión Permanente

Caracas, 29 de noviembre de 2024