Luego de las elecciones presidenciales el 28 de julio, los obispos miembros de la Presidencia de la Conferencia Episcopal Venezolana se han manifestado a través de diversos mensajes; con ellos, buscan acompañar al pueblo venezolano en sus luchas y dolores.
A continuación, se transcriben dichos comunicados y las fechas de cada publicación.
Primer mensaje. (29 de julio de 2024)
“Este 28 de julio se ha caracterizado por la masiva, activa y cívica participación de todos los venezolanos en el proceso electoral. De esta manera hemos ratificado nuestra vocación democrática.
Como pastores del Pueblo de Dios, seguimos con atención el desarrollo de los últimos acontecimientos y queremos expresar a todos nuestra cercanía y disposición de acompañamiento pastoral en estos momentos de inquietud.
Mantengámonos firmes en la esperanza. Nuestros pensamientos y justos reclamos debemos realizarlos con las actitudes pacíficas, de respeto y tolerancia, que han reinado hasta ahora.
Unimos nuestras voces a las de todos aquellos que dentro y fuera de Venezuela exigen un proceso de verificación de las actas de escrutinio, en el que participen activa y plenamente todos los actores políticos implicados”.
Segundo mensaje. (31 de agosto de 2024)
«1.- Ante el anuncio por parte del CNE de los resultados de la elección presidencial del pasado 28 de julio, se ha generado una gran inquietud en amplios sectores de la población.
2.- Por tal motivo, reiteramos nuestro llamado a hacer relucir la voluntad popular expresada en las urnas. Esta es no sólo una exigencia de la legislación venezolana, sino también ética. Solo así se impondrá la verdad de los hechos sobre cualquier posible manipulación de los mismos, y reinará la paz y la confianza en todos los venezolanos.
3.- La inquietud y malestar generado en la ciudadanía se ha expresado, entre otras cosas, en las diversas manifestaciones que, en el ejercicio de los derechos ciudadanos contemplados en la Constitución (cf. Art. 68) y en las leyes de la República, se han realizado a lo largo y ancho del territorio nacional, con la numerosa participación de ciudadanos de toda condición social.
4.- Desafortunadamente, algunas de estas manifestaciones, se han visto ensombrecidas por hechos violentos que han causado la muerte de algunas personas, numerosos heridos y detenidos, y la destrucción de bienes materiales.
5.- Afirmamos también con decisión que la vida y la dignidad de cada persona deben ser respetados y custodiados. Por eso, condenamos toda manifestación de violencia, venga de donde venga. Lamentamos las muertes y heridos que se han dado tanto entre los manifestantes como en los miembros de los cuerpos de seguridad. Nos solidarizamos con sus familiares y allegados. Pedimos a los órganos del Estado, y en especial las fuerzas policiales y militares, que cumplan su misión de garantizar el orden público, conforme a lo establecido en las leyes, evitando cualquier posible abuso. (cf. Constitución de la República Bolivariana de Venezuela Art. 328, 329 y 332)
6.- Hacemos un llamado a todos los actores políticos a abandonar el lenguaje de descalificación y confrontación que tanto daño ha causado a nuestro país. Los invitamos, por el bien de todo el pueblo de Venezuela, a buscar caminos de diálogo y encuentro. Venezuela necesita del concurso de todos sus hijos.
7.- Invitamos a todos a orar insistentemente al Señor, y a colocar en sus manos amorosas los destinos de nuestro país».
Tercer mensaje. (7 de agosto de 2024)
«1.- Reiteramos nuestro llamado a respetar la soberanía del pueblo expresada a través del voto el pasado 28 de julio. Desconocer la voluntad popular es ilegal y éticamente inaceptable.
2.- Invitamos a todos a valorar y defender la vida y la dignidad de la persona humana. Como lo afirma la Declaración Dignitas Infinita, la Iglesia exhorta ardientemente a que la defensa de la dignidad humana esté en el centro del compromiso por el bien común y de todo ordenamiento jurídico (cf. Dignitas Infinita 64).
3.- Rechazamos, por ser contrarias a los derechos humanos, el uso de la violencia en las manifestaciones públicas, la presencia y actuación junto a cuerpos policiales de civiles armados como mecanismo para disuadir la realización de la protesta pacífica ciudadana, las restricciones a la libertad de expresión y movilización, las detenciones o allanamientos arbitrarios, el encarcelamiento de personas, muchas de ellas menores de edad, sin el debido proceso, el uso de la descalificación, el amedrentamiento de la población y la delación como métodos para enfrentar las diferencias de opiniones políticas.
4.- Todos los órganos del Estado están llamados a cumplir y hacer cumplir la Constitución y las leyes de la República.
5.- Manifestamos nuestra cercanía, acompañamiento en el dolor y el ofrecimiento de nuestras oraciones a los que lloran por los fallecidos y heridos, a los que viven la angustia de no conocer la ubicación de los detenidos, o la constante inquietud de ser perseguidos por defender sus convicciones y posiciones políticas.
6.- Los venezolanos queremos vivir en paz y en democracia. Los organismos ciudadanos actuando de modo imparcial, conforme a lo establecido en nuestro ordenamiento legal, deben hacer relucir la verdad y la justicia sobre las que se fundamenta la convivencia social.
7.- Elevemos nuestra oración a Dios por la salud y bienestar de todos los venezolanos».
Cuarto mensaje. (15 de agosto de 2024)
«Reiteramos nuestro llamado a las autoridades a:
1) garantizar el respeto del ejercicio de los derechos ciudadanos consagrados en la Constitución Nacional como son:
• la libertad de expresión
• la manifestación pacífica de las propias posiciones políticas.
Invitamos a todos los venezolanos a promover una convivencia social sana y pacífica».
Quinto mensaje. (3 de septiembre)
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