La Conferencia episcopal colombiana reitera en un comunicado que “el aborto directo es un acto inmoral y una práctica violenta contraria a la vida», luego de la decisión de la Corte Constitucional permitir el aborto voluntario hasta las 24 semanas de gestación.
Vaticano. “Perplejidad y profundo dolor”, expresan los obispos colombianos ante la decisión de la Corte Constitucional, ayer, que despenaliza el aborto hasta la vigésima cuarta (24) semana de gestación. Este límite temporal no será aplicado a los casos ya contemplados en la ley de 2006 sobre la interrupción voluntaria del embarazo, es decir, cuando este en riesgo la salud o la vida de la madre; cuando es fruto de violación o incesto, o si hay malformación del feto.
Al reconocer que la realidad del aborto “responde a dramas humanos que acarrean dificultades y angustias para la madre y su entorno”, los obispos consideran que el modo de afrontar toda forma de “exclusión, abandono o penuria económica”, no es negando el derecho a la vida, sino creando un “ordenamiento jurídico” que procure su defensa y protección.
“La reivindicación de un derecho deja de ser legítima si implica negar o atropellar los derechos del prójimo. No se puede ocultar o minimizar el hecho de que todo embarazo implica la existencia de otro ser humano, distinto de la madre, en condiciones de indefensión y vulnerabilidad, quien tiene a su vez el derecho a formar parte de la familia humana”, subraya un comunicado de la Conferencia episcopal colombiana (CEC).
Acto inmoral, práctica violenta
En este contexto, el episcopado enfatiza que la Constitución ampara los derechos a la vida y a recibir la protección del Estado, sin embargo, “sostener” que estos no “ los cobijan desde el momento de su concepción, es una afrenta a la dignidad humana.
“Tutelar el supuesto derecho a suprimir una vida humana inocente, pone en riesgo el fundamento mismo de nuestro orden social y del Estado de Derecho. El aborto directo es un acto inmoral y una práctica violenta contraria a la vida”, puntualiza la nota de la CEC.
Creatividad en favor de la vida
El episcopado insiste en que el problema del aborto no puede limitarse solo a la mujer gestante, sino que «reclama la solidaridad de la entera sociedad”. Por ello, llama a los colombianos a encontrar caminos que permitan salvaguardar la vida tanto de la madre como de sus hijos por nacer, pues se trata un deber constitucional “obrar conforme al principio de solidaridad social, respondiendo con acciones humanitarias”.
¡Recurramos todos a esta solidaridad creativa en favor de la vida!, expresan los obispos, al asegurar que “allí donde el mal se enarbola como única opción, queremos ser los primeros en ayudar a encontrar la opción buena cuando el aborto parece ser la solución”. Lo hacen, afirman, en nombre de “Aquel que vino a traer vida en abundancia”, pero también con la esperanza de que el estado y los ciudadanos puedan encontrar alternativas para proteger y promover la vida humana.
El comunicado de la CEC fue precedido por una declaración realizada por Monseñor Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y presidente del episcopado que fue publicada, en horas de la tarde del lunes 21 de febrero, a través de la cuenta en Facebook del episcopado colombiano.
Prensa CEV
Nota de Vatican News
22 de febrero de 2022