Categoría: Eclesial Internacional

08
Abr

Quinta predicación de Cuaresma: “Os he dado el ejemplo”

Vaticano.- La mañana del viernes 8 de abril de 2022, tuvo lugar la Quinta predicación de Cuaresma a cargo del Predicador de la Casa Pontificia, el Cardenal Raniero Cantalamessa, en esta ocasión reflexionó sobre el misterio de la Pascua y la Eucaristía, a partir del Evangelio de Juan, quien acentúa que, “la nueva Pascua no comienza en el Cenáculo, cuando se instituye el rito que debe conmemorarla; más bien, comienza en la cruz cuando se realiza el hecho que debe ser conmemorado”. “¿Por qué Juan, en el relato de la Última Cena, no habla de la institución de la Eucaristía, sino que habla, en cambio, del lavatorio de los pies?”, esta fue la pregunta con la que inició el Cardenal Raniero Cantalamessa, Ofm. Cap., Predicador de la Casa Pontificia, la Quinta predicación de Cuaresma para el Papa y los miembros de la Curia Romana, la mañana de este viernes, 8 de abril de 2022, en el Aula Pablo VI del Vaticano. Juan quiere acentuar más el acontecimiento que el sacramento Al dar una respuesta a estas interrogantes, el Cardenal Cantalamessa dijo que, “la razón es que en todo lo relacionado con la Pascua y la Eucaristía, Juan muestra que quiere acentuar más el acontecimiento que el sacramento, es decir, más el significado que el signo. Para él, la nueva Pascua no comienza en el Cenáculo, cuando se instituye el rito que debe conmemorarla; más bien, comienza en la cruz cuando se realiza el hecho que debe ser conmemorado”. Es allí, precisó el Predicador de la Casa Pontificia, donde tiene lugar el tránsito de la Pascua antigua a la nueva. Por esto, subraya que a Jesús en la cruz «no le rompieron ningún hueso»: porque así estaba prescrito para el cordero pascual en el Éxodo (Jn 19,36; Ex 12,46). Texto integral de la Quinta predicación de Cuaresma «OS HE DADO EJEMPLO» Nuestra meditación de hoy parte de una pregunta: ¿Por qué Juan, en el relato de la Última Cena, no habla de la institución de la Eucaristía, sino que habla, en cambio, del lavatorio de los pies? ¿Precisamente él, que había dedicado un capítulo entero de su evangelio a preparar a los discípulos para comer su carne y beber su sangre? La razón es que en todo lo relacionado con la Pascua y la Eucaristía, Juan muestra que quiere acentuar más el acontecimiento que el sacramento, es decir, más el significado que el signo. Para él, la nueva Pascua no comienza en el Cenáculo, cuando se instituye el rito que debe conmemorarla (se sabe que la Última Cena de Juan no es una cena «pascual»); más bien, comienza en la cruz cuando se realiza el hecho que debe ser conmemorado. Es allí donde tiene lugar el tránsito de la Pascua antigua a la nueva. Por esto, subraya que a Jesús en la cruz «no le rompieron ningún hueso»: porque así estaba prescrito para el cordero pascual en el Éxodo (Jn 19,36; Ex 12,46). El significado del lavatorio de los pies Es importante comprender bien el significado que tiene para Juan el gesto del lavatorio de los pies. La reciente constitución apostólica Praedicate Evangelium lo menciona en el Preámbulo, como el icono mismo del servicio que debe caracterizar todo el trabajo de la Curia Romana. Nos ayuda a comprender cómo se puede hacer, de la vida, una Eucaristía y así «imitar en la vida lo que se celebra en el altar». Estamos ante uno de esos episodios (otro es el episodio de la transfixión del costado), en los que el evangelista deja entender claramente que debajo hay un misterio que va más allá del hecho contingente que podría, en sí mismo, parecer insignificante. «Yo —dice Jesús—, os he dado ejemplo». ¿De qué nos dio ejemplo? ¿De cómo deben lavarse materialmente los pies de los hermanos cada vez que se sientan a la mesa? ¡Ciertamente no solo de esto! La respuesta está en el evangelio: «Quien quiera llegar a ser grande entre vosotros sea vuestro servidor, y quien quiera ser el primero entre vosotros sea esclavo de todos. En efecto, tampoco el Hijo del hombre ha venido a ser servido, sino a servir y dar su vida como rescate por muchos» (Mc 10,44-45). En el evangelio de Lucas, precisamente en el contexto de la Última Cena, se recoge una expresión de Jesús que parece pronunciada al concluir el lavatorio de los pies: «¿Quién es más grande, quien está en la mesa o quien sirve? ¿No es acaso el que está en la mesa? Sin embargo, yo estoy entre vosotros como el que sirve» (Lc 22,27). Según el evangelista, Jesús dijo estas palabras porque había surgido una discusión entre los discípulos sobre cuál de ellos podía ser considerado el más grande (cf. Lc 22,24). Quizás fue precisamente esta circunstancia la que inspiró a Jesús el gesto del lavatorio de los pies, como una especie de parábola en acción. Mientras que los discípulos están todos decididos a discutir animadamente entre sí, él se levanta silenciosamente de la mesa, busca un recipiente con agua y una toalla, luego regresa y se arrodilla ante Pedro para lavarle los pies, arrojándolo, comprensiblemente, en la mayor confusión: «Señor, ¿lavarme los pies tú a mí?» (Jn 13,6). En el lavatorio de los pies, Jesús quiso como resumir todo el sentido de su vida, para que quedara bien impreso en la memoria de los discípulos y un día, cuando pudieran entender, entendieran: «Lo que yo hago ahora no lo entiendes, pero lo entenderás más tarde» (Jn 13,7). Ese gesto, colocado al final de los evangelios, nos dice que toda la vida de Jesús, desde el principio hasta el fin, fue un lavatorio de los pies, es decir, un servicio a los hombres. Fue, como dice algún exégeta, una pro­existencia, es decir, una existencia vivida en favor de los demás. Jesús nos dio el ejemplo de una vida gastada por los demás, una vida hecha «pan partido para el mundo». Con las palabras: «Haced también vosotros como he hecho yo», Jesús

07
Abr

Discriminación y desigualdades entre los trabajadores migrantes

Vaticano.- Publicamos el boletín mensual de la sección de Migrantes y Refugiados del Dicasterio para la Promoción del Desarrollo Humano Integral. El número de marzo está dedicado a las iniciativas positivas y las buenas prácticas encaminadas a prevenir y resolver las desigualdades en el acceso de los inmigrantes al mercado laboral en muchos países. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) elaboró dos Convenios pertinentes (elnúm. 97, en 1949, y el núm. 143, en 1975) con el fin de combatir la discriminación ypromover la igualdad de trato y de oportunidades para los trabajadores migrantes. Sinembargo, numerosos países todavía no han ratificado dichos acuerdos, traduciéndoseen una desigualdad en el acceso al mercado laboral por parte de los trabajadoresmigrantes y diferencias en las normas que se aplican a los trabajadores locales y a losmigrantes. A este respecto, la OIT publicó un informe en el que se analizan las dificultades a las que se enfrentan los migrantes cuando se trata de percibir un salario equivalente al de los trabajadores nacionales. Examina también la discriminación de género que afecta a las mujeres migrantes y las dificultades que éstas experimentan a la hora de acceder a puestos de trabajo que se correspondan con sus niveles de cualificación y estudios realizados. Además, una situación migratoria irregular expone a los migrantes a la discriminación, a la explotación y a condiciones de trabajo y de vida abusivas y, en algunos casos, a la pérdida de la vida. La crisis generada por la pandemia del COVID no sólo puso de manifiesto las desigualdades estructurales que existen en el sector laboral, sino que incluso contribuyó a exacerbar la brecha entre los trabajadores locales y los migrantes. Estos últimos han sido víctimas de desigualdades sociales, como por ejemplo, las dificultades experimentadas para obtener una indemnización por enfermedad, y los empleadores a menudo optan por proteger a los trabajadores locales en detrimento de los extranjeros. La Sección Migrantes y Refugiados reconoce la necesidad de establecer y consolidar marcos para una gestión eficaz de la migración laboral. Este Boletín ofrece algunos ejemplos de iniciativas positivas y buenas prácticas encaminadas a prevenir la discriminación y abordar las desigualdades a las que se enfrentan los trabajadores migrantes. La postura adoptada por la Santa Sede En su vídeomensaje con motivo de la 109a Reunión de la Conferencia Internacional del Trabajo, el Papa Francisco destacó que la filosofía del rechazo ha contribuido a situar al margen del mercado laboral a quienes trabajan en el sector informal, es decir, a los trabajadores migrantes y refugiados. Estos “realizan lo que se suele denominar el ‘trabajo de las tres dimensiones’: peligroso, sucio y degradante”, dijo. En particular, “muchos migrantes y trabajadores vulnerables junto con sus familias, normalmente quedan excluidos del acceso a programas nacionales de promoción de la salud, prevención de enfermedades, tratamiento y atención, así como de los planes de protección financiera y de los servicios psicosociales”. Con motivo de su mensaje con ocasión del 70o aniversario de la Organización Internacional para las Migraciones, el Papa Francisco señaló que durante los períodos de confinamiento impuestos por la pandemia del COVID-19 “muchos de los trabajadores ‘esenciales’ eran migrantes, pero no se les concedieron los beneficios de los programas de ayuda económica de COVID ni el acceso a la atención sanitaria básica o a las vacunas de COVID”. También aprovechó la oportunidad para hacer algunas observaciones. En particular, el Santo Padre destacó la “urgente necesidad de encontrar salidas dignas a las situaciones irregulares” y las repercusiones personales que se esconden tras la negación de los derechos sociales. En ese sentido, dijo: “la familia migrante es un componente crucial de las comunidades de nuestro mundo globalizado, pero en demasiados países se niega a los trabajadores migrantes los beneficios y la estabilidad de la vida familiar debido a impedimentos legales”. En los 20 Puntos de Acción para los Pactos Globales, la Sección Migrantes y Refugiados (M&R) presenta una serie de respuestas tangibles que la Iglesia aporta para satisfacer las necesidades de los migrantes y refugiados, en la perspectiva de un diálogo constante con la comunidad internacional para la implementación de los objetivos del Pacto Global sobre Migraciones. En particular, en el punto n. 5, la Sección anima a los Estados a “promulgar leyes que prohíban a los empleadores confiscar los pasaportes y otros documentos de identidad de sus empleados”, así como a garantizar el acceso de los migrantes a la justicia, para denunciar los abusos contra los derechos humanos. No menos importante es la invitación que se hace a los Estados a “adoptar leyes nacionales relativas al salario mínimo que exijan el pago regular de los sueldos, al menos una vez al mes”. Además, en el punto núm. 12 se lee: “Animar a los Estados a adoptar una legislación que permita el reconocimiento, la transferencia y el ulterior desarrollo de las capacidades de todos los migrantes, solicitantes de asilo y refugiados que residen en el país de acogida”. El Arzobispo, Mons. Bernardito Auza, Nuncio Apostólico y ex Observador Permanente de la Santa Sede ante la ONU, emitió una declaración (EN) durante el 74o período de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre la Promoción de la Mujer (2019). En dicha ocasión, señaló los motivos de preocupación de la Santa Sede en relación con la violencia y la discriminación que padecen en la actualidad las mujeres migrantes, en particular, las trabajadoras migrantes que “soportan situaciones de exclusión, maltrato y violencia, ya que con frecuencia no están en condiciones de poder defender sus derechos”. Por lo tanto, Mons. Auza pidió que se adoptaran “medidas específicas para proteger y ayudar a las trabajadoras migrantes y reconocer su valiosa aportación a la sociedad”. Buenas prácticas de los agentes católicos Coincidiendo con el Mes del Trabajo 2021, el Servicio Jesuita a Migrantes (SJM), lanzó la campaña #DerechosLaboralesParaTodasYTodos, una iniciativa que pretende explicar, a través de vídeos sencillos y didácticos, los derechos básicos que un trabajador debe conocer para trabajar serenamente en Chile. La campaña se dirige a migrantes y refugiados que trabajan por cuenta ajena

05
Abr

Amoris laetitia entre tradición y experiencias comunes

Vaticano.- Hoy finaliza el ciclo de encuentros «Amoris laetitia» organizado con motivo del Año de la Familia Amoris laetitia, que culminará el 26 de junio en Roma con el X Encuentro Mundial de las Familias. P. Giovanni Cesare Pagazzi: en el intercambio generacional, es importante valorar la herencia que se recibe. La tercera y última cita del ciclo de conferencias «Amoris laetitia», organizada en el marco del Año de la Familia Amoris laetitia, desarrolla los conceptos de Tradición y herencia. Lanzado en 2021 para celebrar los cinco años de la exhortación apostólica postsinodal del Papa Francisco sobre el amor en la familia, el año especial finalizará el 26 de junio, en Roma, con motivo del X Encuentro Mundial de las Familias y propone varias iniciativas espirituales, pastorales y culturales para ofrecer a la Iglesia oportunidades de reflexión y profundización. La jornada de estudio «La tradición, herencia que promueve» que tiene lugar hoy en el auditorio «Carlo Caffarra» del Pontificio Instituto Teológico Juan Pablo II, organizador del evento en colaboración con el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida y la diócesis de Roma, propone un enfoque más pastoral de Amoris laetitia. El legado transmitido de una familia a otra El encuentro pretende comparar la Tradición con el tema de la herencia. Amoris laetitia supone una importante contribución a la idea de Tradición, explica Don Giovanni Cesare Pagazzi, director científico de la conferencia y profesor del Instituto Teológico Pontificio Juan Pablo II, porque, en cierto modo, a lo largo de su magisterio, Francisco presta atención a tratar la Tradición en su sentido más auténtico. La tradición, que es un movimiento, «tradere», de transmisión, no debe convertirse en algo fijo. Esta transmisión es también lo que ocurre cuando hablamos de la herencia, «una experiencia universal de pasaje de la vida» que concierne a todos, hombres y mujeres, creyentes y no creyentes. En el contexto de la familia, añade el padre Pagazzi, cuando una generación deja valores a la siguiente, ésta puede vivir la herencia que recibe con nuevas oportunidades. «Quien deja un legado puede promover u obstaculizar el desarrollo de la siguiente generación», explica el padre Pagazzi.  El encuentro de hoy pretende analizar las experiencias comunes de las familias y quiere prestar especial atención a la mediana edad, continúa el director científico de la conferencia, que es esa época de la vida en la que se hereda de los padres, pero ya se está preparando la herencia para los hijos. Es la estación de los que tienen entre 30 y 60 años y se analiza en todas las culturas y en todas las experiencias eclesiales. «Los matrimonios de la edad media», dice el padre Pagazzi, «son los que están entre dos edades de la vida, donde se encuentran la de los abuelos y la de los hijos». El director científico de la conferencia subraya que la Iglesia también nos da muchos bienes a nivel de doctrina o práctica, que las generaciones eclesiales anteriores han producido. Pero esta herencia corre el riesgo de convertirse en un museo, como ha dicho varias veces el Papa Francisco, y de no facilitar la vida. Un ejemplo nos lo ofrece la página del domingo pasado del Evangelio de Juan sobre la mujer sorprendida en adulterio llevada por Jesús ante los escribas y fariseos, que según la Ley de Moisés debía morir apedreada. Jesús no dice que la Ley de Moisés no deba aplicarse o que no sea válida, sino que dice: «Aquel de vosotros que esté libre de pecado sea el primero en tirarle una piedra». También se detiene a escribir con el dedo en el suelo. «El que en la Sagrada Escritura escribe con su dedo es Dios, que escribió los 10 mandamientos, las tablas de la Ley. Cristo escribe, hace el mismo acto, pero en la tierra, como si la tierra de la que fue hecho el hombre, la adamah de la que fue tomado Adán, ya tuviera una ley que forma parte de esa herencia a tener en cuenta». En definitiva, dice don Pagazzi, es como si Jesús quisiera hacernos entender que la Ley está escrita en las tablas, pero que también hay una ley de la tierra que hemos heredado y que nos hace hermanos de esa mujer que se equivocó, que es tierra como todos. La importancia teológica de Amoris laetitia «Amoris laetitia es muy importante -señala don Pagazzi- porque nos ofrece una idea vital de la tradición, de legado, pero esta herencia no debe servir para montar un museo, sino para construir una casa para las próximas generaciones». Todavía hay que entenderlo bien, se ha interpretado como un documento dedicado sólo a la familia, a la pastoral familiar, al afecto familiar, concluye el P. Pagazzi, pero en realidad tiene también un gran significado teológico, porque enseña lo que significa heredar: no convertir una casa heredada en un museo, por ejemplo, sino hacerla una casa capaz de acoger. Prensa CEVNota de prensa de Vatican News05 de abril de 2022

04
Abr

Secretaría del Sínodo invita a escuchar para ser buenos comunicadores sinodales

CELAM.- La misión en la Iglesia es común, y de ella participan todos, también los comunicadores. Podríamos decir que la gran tarea a la que el papa Francisco ha llamado a la Iglesia en este momento de la historia es el Sínodo de la Sinodalidad, un proceso impulsado por la Secretaría del Sínodo de los Obispos. Encuentros con comunicadores de América Latina y el Caribe A través de la Comisión de Comunicación, con la presencia de su coordinador Thierry Bonaventura y de otros miembros, y en colaboración con la Pontificia Comisión para América Latina, representada por su secretaria Emilce Cuda, y con el Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam), que se ha hecho presente a través del Centro para la Comunicación, se han celebrado en esta semana encuentros con comunicadores de América Latina y el Caribe, tanto en español como en portugués, a los que han sido convocados responsables de comunicación en las diferentes conferencias episcopales y redes eclesiales. A ellos se dirigía el cardenal Mario Grech, haciéndoles ver la misión común, que no es otra que “comunicarnos para transmitir la Buena Nueva que Jesús trajo al mundo”, todo ello envista de una Iglesia sinodal, que promueve la “participación y comunión para la evangelización”. El secretario del Sínodo para los Obispos ve a los comunicadores como socios, insistiendo en que “su aporte es de vital importancia, porque si la comunicación es defectuosa o es parcial, el mensaje no se transmitirá bien”. En sus palabras enfatizó que “para ser buenos comunicadores sinodales necesitamos aprender el arte de escuchar”, al Espíritu Santo, la palabra de Jesús, y al pueblo de Dios. Invaluable aporte de los comunicadores Por su parte, Mons. Miguel Cabrejos destacó el “invaluable aporte de los comunicadores al caminar de nuestra Iglesia en el continente, como baluarte para la misión evangelizadora en estos tiempos en que los que privilegiamos la escucha, el diálogo y la sinodalidad”. Esto fue vivido en el itinerario de la Asamblea Eclesial de América Latina y Caribe, afirmó el presidente del Celam, invitando a participar en la implementación de los desafíos que surgieron. El presidente del episcopado peruano destacó la importancia de escuchar, para una buena comunicación y un diálogo auténtico. Por ello, animó a seguir haciendo de la comunicación un instrumento para favorecer la pastoral de la escucha y la cultura del encuentro en el corazón y en la vida del Santo pueblo de Dios. En ese sentido, desde el Centro para la Comunicación del Celam se quiere “tejer redes colaborativas que fortalezcan la unida, la fraternidad y la comunicación en nuestra Iglesia, como mensajeros de esperanza, misericordia y vida plena”, insistió su presidente. Metanoia, alteridad y parresia A la hora de abordar los procesos comunicativos relacionados al Sínodo de la Sinodalidad deben tener en consideración tres claves prioritarias, según Mauricio López. En primer lugar, acompañar la metanoia, los procesos de conversión personal para poder abrazar la invitación sinodal a la comunión, participación y misión. En segundo lugar, propiciar la alteridad, asegurar que a partir del ejercicio sinodal se generen encuentros de diálogo recíproco, de escucha significativa y sustancial, que consideren ir a los improbables, haciendo el puente hacia aquellos que nunca han sido escuchados, pero que ve como los favoritos de Dios. La tercera clave es la parresia, que los procesos comunicacionales consideren la perspectiva profética, la denuncia, la mirada de respuesta a las situaciones más urgentes de nuestra sociedad, haciendo opción por los excluidos. En Latinoamérica este proceso, recordó Mauricio, comenzó hace cerca de 60 años y más recientemente en Aparecida, donde se habla de una conversión pastoral, que en realidad es una conversión integral de una Iglesia en salida hacia las periferias y de compromiso con la realidad concreta. A partir de ahí se fueron dando pasos que llevaron la periferia al centro: REPAM, Sínodo para la Amazonía, con una escucha inédita, CEAMA, Asamblea Eclesial de América Latina y Caribe, siempre buscando hacer partícipes a aquellos que nunca han participado de estos procesos. En esa coyuntura, Mauricio López insiste como desafío comunicacional, en mostrar este proceso más allá de eventos aislados, un proceso que refleja la manifestación progresiva del Espíritu Santo en todo este caminar, que lleve a integrar estos aspectos y seguir fomentando una cultura sinodal en la Iglesia, crear y propiciar otro modo de ser Iglesia a la luz de las reformas que el papa Francisco nos propone. También destacó la importancia de la Episcopalis Communio, donde aparece la escucha como don, que debe llevar a pedir a Dios el don de la escucha para escuchar con Él al pueblo y para respirar en el pueblo la voluntad a la que Dios nos llama. Cómo se está viviendo el proceso sinodal Los participantes de los encuentros pudieron compartir cómo se está viviendo el proceso sinodal en la fase diocesana que se está viviendo en cada una de las regiones de América Latina y el Caribe. En ese sentido, Emilce Cuda insistió en la necesidad de escuchar determinados colectivos y realidades muchas veces ignoradas por la Iglesia, que pueden ayudar a profundizar en el conocimiento de la realidad social y eclesial, un elemento decisivo para avanzar en el camino sinodal. Desde la comisión para la comunicación se ofrecieron algunas orientaciones para llevar a cabo una mejor labor comunicativa, mostrando recursos presentes en la web del Sínodo y pidiendo un envolvimiento cada vez mayor en los procesos comunicativos en los diferentes medios de comunicación y redes sociales, donde se quiere contar con la colaboración de todos, también de los medios de comunicación generalista, buscando así promover en la Iglesia y en la sociedad una cultura sinodal, basada en el diálogo y la comunión. Prensa CEVNota de prensa CELAM04 de abril de 2022

04
Abr

Jubileo 2025. Fisichella: La maquinaria del Vaticano ya en marcha

Hoy tuvo lugar la primera reunión de la comisión pastoral de cara al jubileo de 2025. Se está estudiando la dimensión espiritual y los contenidos de los distintos eventos según las indicaciones del Papa. Vaticano. «Un viaje rico en contenido que todas las Iglesias del mundo pueden hacer juntas». Esta es la prioridad para el Jubileo de 2025, según el arzobispo Rino Fisichella, presidente del Consejo Pontificio para la Promoción de la Nueva Evangelización, el dicasterio del Vaticano designado por el Papa para organizar el evento. «La directiva», dijo en una entrevista con Telepace, «es evitar que el evento se viva como algo que ocurre cada 25 años». Hoy se ha celebrado la primera reunión de la comisión pastoral con la presencia de representantes de la Curia Romana, de la Conferencia Episcopal Italiana y de muchas otras realidades eclesiales. Juntos -explicó- comenzaremos a ver cómo dar contenido al Jubileo no sólo desde el punto de vista espiritual, sino también en cuanto a la composición y los temas de los eventos, según las indicaciones contenidas en la carta que el Papa Francisco me dirigió en los últimos meses. Reuniones programadas  En los próximos días está prevista una reunión de la Comisión de Cultura, con el objetivo de entender cómo combinar la experiencia espiritual y cultural. «Nos gustaría que la ciudad de Roma pudiera ofrecer toda la riqueza histórica, artística, musical y arquitectónica que posee también para este Jubileo». Un horizonte derivado de anteriores experiencias jubilares que han puesto de manifiesto un estrecho vínculo entre la dimensión de la peregrinación y el turismo. «En la historia de las peregrinaciones, la gente siempre ha mostrado curiosidad por conocer y comprender la cultura local, volviendo a casa con una riqueza increíble». Jubileo 2025: Concurso para el logotipo oficial del Año Santo Una indicación preciosa para la maquinaria organizativa de la Santa Sede que ya ha tomado forma. «La estructura -explica Fisichella- incluye también un comité técnico, una comisión ecuménica y una comisión de comunicación. Esta última se reunirá en breve». La alianza con los medios de comunicación tiene también una importancia fundamental, subraya el prelado. «Sobre la mesa está la necesidad de aclarar no sólo cómo transmitir las citas, sino tmbién cuáles son las formas más actuales de implicar a los peregrinos». El logotipo Por último, Fisichella anunció que el logotipo del Jubileo se conocerá más o menos a finales de mayo. El 20 de mayo, de hecho, es la fecha límite para el concurso internacional recientemente lanzado para recoger los distintos proyectos. Y parece que están llegando numerosos proyectos de diferentes partes del mundo. «Los primeros vinieron de África, señal del gran interés del continente». Prensa CEVNota de Vatican News04 de abril de 2022

01
Abr

Cuarta predicación sobre cuaresma de Cantalamessa: Eucaristía, presencia real de Cristo en la Iglesia

Las tradiciones latina, ortodoxa y protestante en relación con el misterio eucarístico fueron desarrolladas por el predicador de la Casa Pontificia, el Cardenal Raniero Cantalamessa, en su cuarta predicación sobre la Cuaresma, pronunciada este viernes 1º de abril. Vaticano.  “¿Cómo afrontar un misterio tan elevado e inaccesible?”. Es la pregunta que se plantea el Cardenal Raniero Cantalamessa, OFMCAP, Predicador de la Casa Pontificia, al comenzar la cuarta prédica de Cuaresma. En la mañana de este viernes 1º de abril, desde el Aula Pablo VI y ante la presencia de los miembros de la Curia Romana, Cantalamessa dedicó su reflexión a una “breve peregrinación eucarística a través de las diversas confesiones cristianas”. También recogió algunas “cestas de fragmentos que han sobrado de la gran multiplicación de los panes que ha tenido lugar en la Iglesia”. Según Cantalamessa, “la vía para ponernos en marcha sobre este camino del ecumenismo eucarístico es la vía del reconocimiento recíproco, la vía cristiana del ágape, es decir, del compartir, o de “las diferencias reconciliadas’, como dice nuestro Santo Padre”. No se trata –afirmó- de pasar por encima de las divergencias reales, o de disminuir en algo la auténtica doctrina católica, sino, más bien, de poner en común los aspectos positivos y los valores auténticos que hay en cada una de las tradiciones, de modo que podamos constituir una “masa” de verdad común que comience a atraernos hacia la unidad. El Predicador insistió en que la síntesis que debemos empezar a hacer es examinar las grandes tradiciones cristianas, para quedarnos “con lo bueno” de cada una, como nos exhorta el Apóstol (cf. 1 Tes 5,21). “Esta es la única forma en que podemos esperar llegar un día a sentarnos todos alrededor de la misma mesa”, puntualizó.Una presencia real, pero escondida: la tradición latina Cantalamessa subrayó que el centro indiscutido en la visión de la teología y liturgia latina es el momento de la consagración, del que brota la presencia real de Cristo. “En él Jesús actúa y habla en primera persona”, señaló, por lo que consideró que, en este enfoque, se puede hablar de un “realismo cristológico”. Por un lado, explicó el concepto “realismo” recordando que “Jesús no es visto presente sobre el altar simplemente como un signo o un símbolo, sino en verdad y con su realidad”. Por otro, el purpurado enfatizó que el término “cristológico” se debe a que toda la atención se dirige a Cristo, “visto tanto en su existencia histórica y encarnada, como en la del Resucitado”. Cristo es, dijo, tanto el objeto como el sujeto de la Eucaristía, es decir, aquel que es realizado en la Eucaristía y el que realiza la Eucaristía. “El concilio de Trento, a continuación, precisó mejor esta forma de concebir la presencia real, utilizando tres adverbios: vere, realiter, substantialiter. Jesús está presente verdaderamente, no sólo en imagen o en figura; está presente realmente, no sólo subjetivamen­te, para la fe de los creyentes; está presente sustancialmente, es decir, según su realidad profunda que es invisible a los sentidos, y no según su apariencia que sigue siendo la del pan y el vino” La acción del Espíritu Santo: la tradición ortodoxa La segunda visión analizada fue la ortodoxa, que resalta de manera especial la acción del Espíritu Santo en la celebración eucarística. De acuerdo con Cantalamessa, esta comparación ha traído sus frutos después del Concilio Vaticano II. “Hasta entonces, en el Canon Romano de la Misa, la única mención del Espíritu Santo era la que, por inciso, se hacía en la doxología final: ‘Por Cristo, con él y en él… en la unidad del Espíritu Santo…’. Ahora, en cambio, todos los cánones nuevos recogen una doble invocación del Espíritu Santo: una sobre las ofrendas, antes de la consagración, y otra sobre la Iglesia, después de la consagración”, apuntó. Cantalamessa declaró que es importante tener en cuenta una cosa que nos permite ver cómo incluso la tradición latina tiene algo que ofrecer a los hermanos ortodoxos, y es que el Espíritu Santo no actúa separadamente de Jesús, sino en la palabra de Jesús. Para ilustrar este punto, recordó unas palabras de Jesús en el Evangelio según San Juan, en el que dice sobre el Espíritu Santo: “No hablará por su cuenta, sino que hablará lo que oiga… Él me dará gloria porque recibirá de lo mío y os lo anunciará” (Jn 16,13-14). Por eso no hay que separar –continuó Cantalamessa-, y mucho menos contraponer, las palabras de Jesús (“Esto es mi Cuerpo”) de las palabras de la epíclesis (“Que este mismo Espíritu santifique estas ofrendas, para que se conviertan en el Cuerpo y en la Sangre de Jesucristo”). “La llamada a la unidad para los católicos y los hermanos ortodoxos, se eleva desde las profundidades mismas del misterio eucarístico. Aunque el recuerdo de la institución y la invocación del Espíritu sucedan en momentos distintos (el hombre no puede expresar el misterio en un solo instante), su acción, sin embargo, es conjunta. La eficacia proviene, ciertamente, del Espíritu (no del sacerdote, ni de la Iglesia), pero dicha eficacia se ejerce en la palabra de Cris­to y a través de ella” La importancia de la fe: la tradición protestante Por último, el Cardenal Cantalamessa expuso sobre la visión protestante del tema en cuestión. “No nos detengamos enseguida en las consecuencias negativas sacadas, en determinados períodos del principio protestante según el cual los sacramentos no son más que ‘signos de la fe’”, reflexionó. Por el contrario, invitó a pasar por encima de la polémica y los malentendidos, y “démonos cuenta de que esta enérgica llamada a la fe es saludable precisamente para salvaguardar el sacramento y no hacer que degenere en una de tantas ‘buenas obras’, o en algo que actúa mecánica y mágicamente, casi a espaldas del hombre”. En el fondo –aseveró el purpurado- se trata de descubrir el profundo significado de esa exclamación que la liturgia hace resonar al final de la consagración y que, en un tiempo –aún no nos acordamos de ello-, estaba incluso insertada en el centro

01
Abr

Papa Francisco: Promover la dignidad de las personas con autismo y discapacidad

“La promoción de la cultura de la inclusión y pertenencia, la dignidad de las personas con autismo, la creación de redes solidarias y la fraternidad al centro de la economía”, son algunos de los temas sobre los que reflexionó el Santo Padre en el encuentro con los miembros de la Fundación Italiana para el Autismo, a quienes recibió en audiencia este viernes, en la Sala Clementina del Vaticano. Vaticano. “Los animo a llevar adelante su trabajo caminando junto a las personas con autismo: no sólo para ellos, sino ante todo con ellos. Ustedes lo saben bien, y también hoy han querido decirlo con un gesto: en la plaza de San Pedro, algunas personas con autismo cocinarán y ofrecerán el almuerzo a sus hermanos pobres. Es bello esto. Una iniciativa que testimonia el estilo del buen samaritano, el estilo de Dios”, lo dijo el Papa Francisco a los miembros de la Fundación Italiana para el Autismo, a quienes recibió en audiencia la mañana de este viernes, 1 de abril, en la Sala Clementina del Vaticano. Valiosa contribución a la lucha contra la cultura del descarte En su discurso, el Santo Padre recordó que mañana se celebra el Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo, establecido por la ONU para llamar la atención del mundo sobre las personas con autismo y los diferentes aspectos de su condición. En este sentido, el Pontífice agradeció a la Fundación por el trabajo que desarrolla, en la cual están implicados investigadores, médicos, psicólogos, entidades y asociaciones de familiares, que desde 2015 se han trazado el objetivo común de promover una cultura a favor de las personas que sufren del espectro autista y discapacidad intelectual. “De hecho, al llevar a cabo proyectos de investigación e iniciativas en favor de los más débiles y desfavorecidos – afirmó el Pontífice – están aportando una valiosa contribución a la lucha contra la cultura del descarte, muy extendida en nuestra sociedad, demasiado centrada en la competencia y el beneficio. Nosotros somos víctimas de esta cultura del descarte”. La cultura de la inclusión y pertenencia contra el descarte Asimismo, el Papa Francisco aprovecho la oportunidad para compartir algunas líneas de reflexión y compromiso. La primera de estas líneas estuvo centrada en la promoción de la cultura de la inclusión y pertenencia contra la cultura del descarte. “La discapacidad, en todas sus formas – precisó el Papa – representa un reto y una oportunidad para construir juntos una sociedad más inclusiva y civil. Por eso es necesario seguir sensibilizando sobre los distintos aspectos de la discapacidad, rompiendo prejuicios y promoviendo una cultura de inclusión y pertenencia, basada en la dignidad de la persona”. Y poniendo como ejemplo la figura de Santa Margarita de Città di Castello, la joven discapacitada que puso su vida en manos del Señor para dedicarse por completo a la oración y a la ayuda a los pobres, el Santo Padre los animó a promover la dignidad de todos aquellos hombres y mujeres frágiles y vulnerables, que con demasiada frecuencia son marginados porque se les califica de diferentes o inútiles, pero que en realidad son un gran activo para la sociedad no sólo en el campo de trabajo, sino en toda su «vocación». La participación de las personas con discapacidad Un aspecto esencial de la cultura de la inclusión, afirmó el Papa Francisco, es la posibilidad de que las personas con discapacidad participen activamente. “Situarlos en el centro significa no sólo romper las barreras físicas, sino también garantizar que puedan participar en las iniciativas de la comunidad civil y eclesial y aportar su contribución. Esto significa apoyar su proyecto de vida mediante el acceso a la educación, el empleo y los espacios de ocio donde puedan socializar y expresar su creatividad. Esto requiere – precisó el Papa – un cambio de mentalidad. Se han dado grandes pasos en esta dirección, pero los prejuicios, la desigualdad y la discriminación siguen existiendo”. La solidaridad y la creación de redes Otro aspecto importante que resaltó el Santo Padre fue uno de los efectos de la pandemia de Covid-19 que ha tenido un impacto muy grave sobre todo en los más frágiles, los ancianos, las personas con discapacidad y sus familias. Y en las últimas semanas se ha añadido la tragedia de la guerra en Ucrania. “En esta situación nuestra respuesta debe ser la solidaridad, el trabajo en red. Solidaridad en la oración y solidaridad en la caridad que se convierte en un compartir concreto”. “También en el ámbito de la discapacidad, las comunidades eclesiales y civiles están llamadas a trabajar en red, a colaborar armoniosamente para ayudar a los más débiles y desfavorecidos a hacer oír su voz. De este modo, se aplica la subsidiariedad y se valora la contribución de todos aquellos que llevan mucho tiempo trabajando por las personas con discapacidad, creando una gama amplia y diversificada de apoyos. Dejando de lado las actitudes competitivas, se puede crear una sinergia eficaz que puede tener un profundo impacto en la sociedad”. Poner la fraternidad en el centro de la economía El cuarto punto de reflexión del Papa Francisco se centró en la economía que descarta y otra que incluye. Desde tiempos inmemoriales, empezando por la primera comunidad cristiana de Jerusalén, a través de muchas y variadas experiencias, el Evangelio nos ha inspirado a poner la fraternidad en el centro de la economía, para que los pobres, los marginados y las personas con discapacidad no queden excluidos. “El trabajo que realiza la Fundación Italiana para el Autismo también necesita apoyo económico. Por ello – afirmó el Papa – mi gratitud también se dirige a sus benefactores, que al destinar recursos en favor de sus vecinos están construyendo una sociedad más unida, inclusiva y fraternal. Esto también es una forma concreta de hacer negocios solidarios”. Prensa CEVNota de Vatican News01 de abril de 2022

31
Mar

Encuentro Eclesial: continuar el camino pastoral desde los desafíos eclesiales en América Latina y Caribe

Caminar juntos como discípulos misioneros en salida es un desafío asumido en la Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe, recordando lo vivido en Aparecida. Para impulsar este caminar, los participantes de la Asamblea Eclesial se reunían virtualmente este 30 de marzo. Encuentro de memoria y proyección Ha sido un paso más para hacer realidad “el deseo de continuar nuestro camino pastoral luego de conocer los desafíos que tenemos como Iglesia del continente”, según el padre David Jasso, que se ha llevado a cabo en cuatro momentos: orar, compartir, escuchar y caminar, en palabras de Paola Calderón, que junto con el secretario general adjunto del Celam, condujeron el Encuentro Eclesial, en el que participaron unos 250 asambleístas y más de 1.000 personas por las diferentes redes sociales. Ha sido un “encuentro de memoria y proyección”, en palabras de Mons. Miguel Cabrejos, que ha querido mirar hacia noviembre de 2021. El presidente del Celam recordó los diferentes pasos del proceso de la Asamblea, del momento de la escucha y de la asamblea, y ahora de la etapa de apropiación significativa en espera del documento que está siendo trabajado por el equipo de reflexión teológica sobre las orientaciones pastorales. Todo ello queriendo responder a los grandes desafíos que todavía tiene el Celam en su proceso de renovación y reestructuración, y desde la comunión seguir en camino hacia el Sínodo y recordando los 15 años de Aparecida, con la mirada puesta en el 2033. Mons. Cabrejos recordaba cómo se han ido acentuando los procesos evangelizadores de la Iglesia en los últimos tiempos, y desde ahí hacía una invitación a trabajar en todos los niveles. Expresión de la diversidad de carismas y ministerios Teniendo en cuenta la diversidad de carismas, ministerios y servicios, que abre el horizonte para el ejercicio cotidiano de la comunión, Mons. Jorge Lozano definió este Encuentro Eclesial como “expresión de esa diversidad de carismas y ministerios”, que ayuda a continuar en el proceso de la Asamblea Eclesial. El Secretario General del Celam recordó la necesaria unidad de comunión y misión como camino de santidad. Para ello no olvidar que “nuestra identidad es ser Pueblo de Dios, hacer memoria de Aparecida y discernir juntos estos caminos que el Señor nos regala en este momento de la historia”. Un encuentro eclesial, un encuentro de toda la Iglesia al que todos hemos sido invitados, hacía ver el padre Pedro Brassesco, quien insistió en caminar juntos, como una “invitación a que todos se sientan parte y a disponer el corazón para ser parte de este pueblo que sigue caminando queriendo ser cada vez más discípulos misioneros”, en palabras del Secretario General Adjunto del Celam. Sentir la necesidad de vivir según el Espíritu Dentro de los cuatro momentos del encuentro, el orar fue oportunidad para permitir que el Espíritu nos siga sorprendiendo para así construir el Reino. Para sentir la necesidad de vivir según el Espíritu en un mundo con profundas fracturas de todo tipo. Algo que nos debe llevar, ante tantos modos y estilos de proceder, a cambiar a partir del impulso de la Ruah, como hicieron ver la Hna. Daniela Cannavina y el capuchino Jesús García, conductores de ese momento. El compartir fue oportunidad para ‘traer al corazón todo lo que hemos vivido, el camino que hemos hecho”, según Mauricio López. Un camino en el que siempre se ha hecho presente el papa Francisco, desde el primer momento, como dijo en la presentación de la Asamblea en enero de 2021, donde insistía en que “la Iglesia se da con todos, sin exclusión”, algo que quería que se concretase en la Asamblea Eclesial, una Iglesia que participa, que se compromete, que va tejiendo camino. Eso debe llevar a preguntarse por cómo la escucha nos transforma y sobre los caminos nuevos que están siendo tejidos para instaurar la cultura de la sinodalidad en la Iglesia como algo irreversible. Contemplar a Dios en la vida Se compartió lo vivido en la Asamblea desde la espiritualidad, los grupos de discernimiento y los desafíos pastorales. Fue la espiritualidad el eje transversal de la Asamblea, lo que permeó todo, en palabras de la Hna. Liliana Franco. “Una espiritualidad histórica, dinámica, pero sobre todo encarnada, en un eco permanente a la Palabra de Dios”, según la presidenta de la CLAR, “que ayudó a preparar el corazón para poder escuchar y discernir eso que se constituía en el querer de Dios”. Teniendo en cuenta que “nuestra imagen de Dios lo determina todo, y nuestro Dios es el Dios de Jesús, es el Dios encarnado, es el Dios metido en nuestra historia, capaz de escucharnos, capaz de compadecerse de nosotros y capaz de animarnos también a la salida misionera, al trabajo decidido por el Reino, a la corresponsabilidad”, la Hna. Liliana hizo caer en la cuenta de que “seguimos en estado de Asamblea permanente, convencidos de que lo que nos corresponde es escuchar, contemplar a Dios en la vida y descubrir esos ecos en los que Él sigue clamando por el compromiso renovado de la Iglesia«. Discernir qué es lo que nos une Al hablar de los grupos de discernimiento, que permitieron “discernir comunitariamente los signos de los tiempos”, la Hna. Birgit Weiler, destacó la gran variedad de esos grupos y todo lo que en ellos fue recogido. En ese sentido, hizo referencia a un mayor espacio para las mujeres en la Iglesia para crecer juntos, a la necesidad de una Iglesia que sepa escuchar antes que hablar, también a los gritos de los pobres y de la Tierra. Esos grupos de discernimiento que la teóloga misionera en Perú definió como “pequeñas escuelas de sinodalidad”, en los que “los obispos estaban presentes como hermanos en la fe”. En esos grupos de discernimiento se insistió en que por ser bautizados compartimos el don del Espíritu y somos sujetos de fe, sujetos eclesiales. Ellos fueron una oportunidad para discernir qué es lo que nos une, escucharnos, sentir que nos necesitamos mutuamente para discernir por dónde este espíritu nos quiere llevar, tratar de entender al otro en su ser diferente, recordó

31
Mar

Cardenal Parolin: El Papa en Malta con el Evangelio de la paz y de la acogida

Vaticano.- Es necesario un compromiso común para salvar vidas humanas. Lo expresó el cardenal secretario de Estado de la Santa Sede en la víspera del 36º viaje apostólico de Francisco a Malta. Parolin reitera que la visita se centrará en los necesitados, en el fenómeno de la migración y en la esperanza de que cesen todas las guerras como aquella que se está combatiendo en Ucrania. Acoger, proteger, promover e integrar. Con motivo de la visita del Papa a Malta, el secretario de Estado de la Santa Sede, Pietro Parolin, recuerda los cuatro verbos que Francisco indica para abrazar a quienes huyen de guerras, persecución, violencia o busca un futuro mejor, invitando a toda Europa a la participación y responsabilidad. Central en la visita es el anuncio del Evangelio para dar «razones de vida y esperanza que tanto necesitamos en el mundo actual». El viaje, aplazado en 2020 a causa de la epidemia de COVID-19, tiene lugar durante la guerra en Ucrania. El cardenal, que como es habitual estará al lado del Papa, reitera el dolor de Francisco por el conflicto en curso y su esperanza de que las armas callen. Eminencia, ¿con qué espíritu se prepara para partir el Papa? R. – Ciertamente, este es un viaje muy esperado, precisamente porque ya ha sido aplazado una vez a causa del Covid y, al mismo tiempo, tiene lugar en este contexto de guerra que está preocupando enormemente al Santo Padre. Así que imagino que hará este viaje con el dolor fuerte que ya ha manifestado en muchas ocasiones en los últimos meses, en las últimas semanas por lo que está ocurriendo en Ucrania y repetirá, imagino, su llamamiento para que cesen los combates, para que callen las armas y se continúe a dialogar porque, de hecho, las negociaciones ya están en marcha aunque no parece que hayan llegado a ningún resultado concreto. Así que será un espíritu de dolor y participación en el sufrimiento de esa población y una invitación a poner fin a la guerra. Malta está situada en medio del «desierto azul», como el Papa llamó al Mediterráneo. Un lugar que recuerda el drama de las migraciones. Europa está haciendo mucho por los refugiados ucranianos, ¿qué más se puede hacer por los que cruzan el Mare Nostrum en busca de esperanza? R. – Mientras tanto, damos gracias al Señor porque estamos asistiendo a un verdadero concurso de solidaridad con respecto a los prófugos, los refugiados de Ucrania. Es realmente admirable lo que los distintos países europeos están haciendo por ellos. Espero que esta trágica experiencia pueda realmente ayudar a hacer crecer, a aumentar la sensibilidad hacia la otra migración, aquella que viene del sur, y me parece que en este sentido no hay alternativa a una colaboración y a una participación en las responsabilidades de las «cargas», llamémoslas así, entre todos los países europeos, especialmente entre los de arribo, del primer arribo y luego los de tránsito y destino. Así que, en primer lugar se trata de la prioridad -el Papa lo ha repetido a menudo- es salvar vidas, salvar vidas en el mar y esto puede hacerse aumentando las rutas disponibles para la migración regular. Y luego, más en el origen, debemos trabajar para que nadie se vea obligado a abandonar su patria a causa de situaciones de conflicto, de situaciones de inseguridad o de subdesarrollo. Por lo tanto, hay que invertir en los países de origen, especialmente en términos de desarrollo económico, estabilidad política, buen gobierno y respeto de los derechos humanos. Y, al mismo tiempo, combinar esos cuatro verbos que nos ha indicado el Papa: acoger, proteger, promover e integrar, y hacerlo realmente juntos. Ningún Estado puede asumir la responsabilidad por sí solo. Necesitamos un compromiso común que debe compartirse también con la sociedad civil, incluidos los grupos religiosos y la Iglesia católica en particular. Después de Grecia y Chipre, el Papa llegará a la isla del naufragio de San Pablo. Una etapa más tras los pasos del gran evangelizador de los Gentiles. Hemos entrado en el décimo año de este Pontificado: ¿cuál es el balance que se puedes hacer, mirando en particular a la Iglesia en salida que quiere Francisco? R. – Me parece significativo que en este décimo año de pontificado se produzca este viaje a Malta, porque Malta está ligada a la figura de San Pablo, que es el evangelizador por excelencia, y si hay una nota que ha caracterizado insistentemente el pontificado de Francisco, es precisamente la de la llamada, de la invitación a la Iglesia a hacerse misionera, a hacerse cada vez más misionera, a llevar el anuncio del Evangelio a todos, en cualquier situación. Así que esta salida misionera con dos características que creo que son típicos énfasis del Papa Francisco, es decir, ir hacia las personas concretas, encontrarlos allí en las situaciones en las que se encuentran viviendo, que pueden ser situaciones positivas, negativas o situaciones críticas. Por supuesto, su invitación es precisamente la de una conversión misionera, y para convertirse se necesita tiempo y buena voluntad. Pero creo que esta llamada ha calado hondo en la vida de la Iglesia y que, por tanto, hay una voluntad de la mayoría de ponerse en marcha en esta dirección para anunciar el Evangelio a los hombres de hoy y dar razones, sobre todo a través del anuncio del Evangelio, razones de vida y de esperanza que tanto necesitamos en el mundo actual. El Papa Francisco será el tercer Pontífice que visite Malta, un país con una Iglesia que se enfrenta a los retos típicos de las sociedades occidentales. ¿Cómo podemos vivirlos, combinando identidad y diálogo? R.  –  También la Iglesia de Malta se enfrenta a los problemas que tiene que enfrentar un poco la Iglesia en todos los países occidentales. Hay una gran tradición religiosa  y de proximidad, de cercanía a la gente y a sus necesidades, basta pensar en las muchas obras que existen en Malta en cuanto a la caridad, la atención a los últimos, la

29
Mar

CEAMA Cardenal Barreto: Incorporar a los pueblos amazónicos en el proceso sinodal

Vaticano.- El actual presidente de la REPAM y nuevo presidente de la CEAMA recuerda que la evangelización del territorio amazónico sigue siendo una tarea primaria, pero sin descuidar la problemática climática, ambiental y humana que actualmente lesiona a los pueblos amazónicos. “Lo que queremos definitivamente es el deseo del Papa Francisco que la iglesia tenga un rostro amazónico. Un rostro amazónico quiere decir que no solamente la cultura amazónica sino la espiritualidad amazónica esté presente en nuestra vida y en nuestra misión”. Así lo expresa el cardenal Pedro Barreto, arzobispo de Huancayo (Perú) y actual presidente de la Red Eclesial Panamazónica – REPAM, en un mensaje tras su elección como presidente de la Conferencia Eclesial de la Amazonía (CEAMA). La nueva directiva de la CEAMA fue elegida el pasado 27 de marzo, en el marco de la Asamblea Ordinaria, que tuvo lugar en Sao Paulo, Brasil, de manera presencial y virtual. El cardenal Barreto afirma en el video mensaje, que “los desafíos de la Amazonía son parte también de la Conferencia Eclesial de la Amazonía (CEAMA), y están determinados, en primer lugar, por la concepción de la evangelización en la región amazónica. En este contexto, ambos organismos la CEAMA y la REPAM son las dos realidades que deben afrontar en conjunto este desafío.  Plan pastoral para la Amazonía Hacer un plan de conjunto para toda la Amazonía, es el primer paso, explica el purpurado peruano, que ya ha comenzado pero que aún tiene retos que afrontar, pues se trata de una extensión territorial muy vasta: “La Amazonía son más de 7 millones y medio de kilómetros cuadrados, donde hay 9 países amazónicos, entre ellos, Brasil que tiene el 63% de la Amazonía; Perú que tiene el 13% ; Colombia el 6%; Bolivia el 11% ; y así sucesivamente los demás países amazónicos”. Para el nuevo presidente de la CEAMA, el trabajo junto a la REPAM es indispensable, pues comparten algunos núcleos temáticos que permitirían “un enclave territorial”, es decir, entrar con una propuesta también evangelizadora en el territorio. «Y aquí tenemos un gran reto de cómo incorporar también a los pueblos amazónicos y los pueblos originarios en este proceso evangelizador que como Iglesia tenemos que realizar en clave sinodal”, subraya el cardenal Barreto. Escuchar el grito de la gente y de la tierra Al agradecer al cardenal Claudio Hummes, quien puso su cargo a la orden como presidente de CEAMA, junto al resto de la directiva, el arzobispo Barreto aseguró que la nueva presidencia está “muy avocada, no solamente a continuar el proceso sinodal amazónico, sino que además ir respondiendo a la problemática muy grave que se vive en la Amazonía, y que “ no es solamente la crisis sanitaria, sino también la crisis climática que está afectando gravemente al territorio amazónico con una creciente deforestación y con una actitud lesiva a los pueblos originarios y a todos los que viven en la Amazonía. Prensa CEVNota de prensa de Vatican News29 de marzo de 2022