
Barquisimeto. En el marco de la solemnidad de Pentecostés, que marcó también el Día del Seminario en Venezuela, los corazones de los seminaristas de la casa de formación Divina Pastora se colmaron de un profundo gozo espiritual. Con reverencia y alegría, recibieron la venerada imagen de la Divina Pastora, bajo cuyo celestial patronazgo se halla esta insigne institución.
Este acontecimiento revistió un significado especial para los sacerdotes formadores, dedicados con celo a la labor de forjar en los seminaristas un camino de crecimiento intelectual, espiritual, pastoral y humano. Tanto los jóvenes de Propedéutico como los de Filosofía y Teología, contemplaron con devoción la efigie de la “bienaventurada entre todas las generaciones”, a quien tributaron su filial veneración con fervorosos cánticos y oraciones.
En este propicio ambiente de gracia, los futuros presbíteros tuvieron la oportunidad de renovar su compromiso vocacional, abrazando con generosidad el llamado a entregar sus vidas al servicio de Jesucristo y de la Madre del Buen Pastor, fiel compañera, Madre y guía espiritual de la Iglesia. A Ella, y a la Iglesia misma, estos jóvenes, una vez ordenados, ofrecerán su incansable servicio.
Es de resaltar que, tradicionalmente, cada domingo de Pentecostés todas las colectas de la Arquidiócesis de Barquisimeto son destinadas a sufragar las necesidades de los seminaristas y a coadyuvar en el mantenimiento de la vasta infraestructura de este seminario, cuna de sacerdotes que habrán de servir a Jesucristo en la Iglesia local y universal.
Junio de 2025
Fuente: Arquidiócesis de Barquisimeto
CEV Medios
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