Categoría: Papa Francisco

17
Ago

Papa Francisco: Presentar nuestra historia al Señor y decir «¡Señor, si quieres, puedes curarme!

Vaticano.- El Papa Francisco dijo este mediodía, que en el Evangelio de hoy, la mujer cananea «nos enseña el coraje de llevar su historia de dolor ante Dios, ante Jesús; de tocar la ternura de Dios, la ternura de Jesús», porque «cada uno de nosotros tiene su propia historia y no siempre es una historia «de exportación», no siempre es una historia limpia». En su alocución previa al rezo mariano del Ángelus, el Papa recordó que en el Evangelio de hoy, la mujer cananea «nos enseña: el coraje de llevar su historia de dolor ante Dios, ante Jesús; de tocar la ternura de Dios, la ternura de Jesús». El encuentro de Jesús con una mujer cananea El Pontífice recordó el Evangelio de este domingo que describe el encuentro entre Jesús y una mujer cananea. Mientras está con sus discípulos alejados de las multitudes, se le acerca una mujer que le implora ayuda para su hija enferma, le suplica a Jesús que tenga piedad de ella.  Al respecto Francisco dijo que este grito, es el grito que nace de una vida marcada por el sufrimiento, por el sentido de impotencia de una madre que ve a la hija atormentada por el mal. El Santo Padre, describiendo el pasaje, dijo que ante la insistencia de la mujer, Jesús, al principio la ignora, pero a un cierto punto decide ponerla “a prueba citando un proverbio: «No está bien tomar el pan de los hijos y echárselo a los perritos». Y la mujer responde enseguida: «Sí, Señor, pero también los perritos comen de las migajas que caen de la mesa de sus amos». «¡Señor, si tu quieres, puedes curarme!» Al invitar a los fieles a pensar en la propia vida, Francisco afirmó: «Siempre hay cosas malas en una historia, siempre. Vayamos a Jesús, llamemos al corazón de Jesús y digámosle: «¡Señor, si puedes curarme! Y podremos hacerlo si siempre tenemos el rostro de Jesús con nosotros, si entendemos cómo es el corazón de Cristo, cómo es el corazón de Jesús: un corazón que tiene compasión, que trae sobre sí nuestras penas, que trae sobre sí nuestros pecados, nuestros errores, nuestros fracasos». Recordó que Dios «nos ama tal como somos, sin maquillaje: nos ama así. « Evangelio de bolsillo Finalmente, el Pontífice exhortó: «Y siempre vuelvo al consejo que les doy: lleven siempre un pequeño Evangelio de bolsillo y lean un pasaje cada día. Y allí encontrarán a Jesús tal como es, tal como se presenta; encontrarán a Jesús que nos ama, que nos ama tanto». Prensa CEVNota de prensa de Vatican News17 de agosto de 2020

12
Ago

Papa Francisco: la dignidad humana como fundamento de toda la vida social

Vaticano.- En la Audiencia General de este miércoles 12 de agosto, Papa Francisco afirmó que “el coronavirus no es la única enfermedad que hay que combatir, sino que la pandemia ha sacado a la luz patologías sociales más amplias”, como “la visión distorsionada de la persona, una mirada que ignora su dignidad y su carácter relacional.” “La pandemia ha puesto de relieve lo vulnerables e interconectados que estamos todos. Si no cuidamos el uno del otro, empezando por los últimos, por los que están más afectados, incluso de la creación, no podemos sanar el mundo”: aseguró el Papa Francisco en la Audiencia General de este miércoles 12 de agosto desde la Biblioteca del Palacio Apostólico. Después del receso del mes de julio, el pasado miércoles 5 de agosto retomó las catequesis semanales sobre algunas cuestiones apremiantes que la pandemia ha dejado en evidencia. Una visión distorsionada de la persona Al inicio, el Santo Padre reconoció el loable compromiso “de tantas personas que en estos meses están demostrando el amor humano y cristiano hacia el prójimo, dedicándose a los enfermos poniendo también en riesgo su propia salud: son héroes”. Sin embargo, afirmó el Pontífice, “el coronavirus no es la única enfermedad que hay que combatir, sino que la pandemia ha sacado a la luz patologías sociales más amplias”, como “la visión distorsionada de la persona, una mirada que ignora su dignidad y su carácter relacional.” Una mirada de los otros como objetos, pasa usar y descartar, que “fomenta una cultura del descarte individualista y agresiva, que transforma el ser humano en un bien de consumo”. Creados a imagen y semejanza de Dios Pero Dios, mira al hombre y a la mujer de otra manera, afirma Papa Francisco. “Él nos ha creado no como objetos, sino como personas amadas y capaces de amar, nos ha creado a su imagen y semejanza”, donando al hombre una dignidad única, invitándolo a vivir en comunión con Dios, en comunión con los hermanos y hermanas, en el respeto de la creación. La creación es una armonía a la cual estamos llamados a vivir: una armonía que es comunión. Dar la vida por los demás El Papa reconoce que en los Evangelios hay un ejemplo de esta mirada individualista: la petición que la madre de Santiago y Juan hace a Jesús para que sus hijos puedan sentarse a la derecha y a la izquierda del nuevo rey (Mt. 20, 20-28). Frente a esta petición, el Señor propone otro tipo de visión: “la del servicio y del dar la vida por los otros”. Esta búsqueda de ser superior, es un individualismo que destruye la armonía. «La armonia es otra cosa: es el servicio«, subraya el Pontífice. Mirada atenta “Como discípulos de Jesús no queremos ser indiferentes ni individualistas” afirmó el Santo Padre, y pidió al Señor “que nos de ojos atentos a los hermanos y a las hermanas, especialmente a aquellos que sufren”, reconociendo la dignidad humana de cada persona, cualquiera sea su raza, lengua, o condición. «La armonía te lleva a reconocer la dignidad humana, aquella armonía creada por Dios«. La dignidad humana es inalienable Citando la Constitución Pastoral Gaudium et spes del Concilio Vaticano II, Papa Francisco recordó que “la dignidad humana es inalienable, porque ha sido creada a imagen de Dios”, fundamento de toda la vida social y determina los principios operativos. En la cultura moderna, “la referencia más cercana al principio de la dignidad inalienable de la persona es la Declaración Universal de los Derechos del Hombre”. El Santo Padre afirmó que “los derechos no son solo individuales, sino también sociales, de los pueblos y de las naciones”; el ser humano en su dignidad personal es un ser social creado a imagen de Dios Uno y Trino. Compasión y empatía Luego, Papa Francisco profundizó sobre las “serias implicaciones sociales, económicas y políticas” que surgen de esta renovada conciencia de la dignidad de todo ser humano, que suscitan un comportamiento de atención, de cuidado y de estupor. El creyente, contemplando al prójimo como un hermano y no como un extraño, lo mira con compasión y empatía, no con desprecio o enemistad, esforzándose por desarrollar su creatividad y su entusiasmo para resolver los dramas de la historia. “Mientras trabajamos por la cura de un virus que golpea a todos indistintamente, la fe nos exhorta a comprometernos seria y activamente para contrarrestar la indiferencia delante de las violaciones de la dignidad humana; la fe siempre exige que nos dejemos sanar y convertir de nuestro individualismo, tanto personal como colectivo” Finalmente, el Santo Padre pidió al Señor que “pueda ‘devolvernos la vista’ para redescubrir qué significa ser miembros de la familia humana”, y para que esta mirada “pueda traducirse en acciones concretas de compasión y respeto para cada persona y de cuidado y custodia para nuestra casa común.” Prensa CEVNota de prensa de Vatican News12 de agosto de 2020

10
Ago

Papa Francisco en el Ángelus: abandonarse con confianza en Dios

Vaticano.- Cuando sentimos fuerte la duda y el miedo y nos parece que nos hundimos, en los momentos difíciles de la vida, no debemos avergonzarnos de gritar, como Pedro: «¡Señor, sálvame!». Lo dijo el Papa Francisco, a la hora del Ángelus dominical, asegurando que Jesús «sabe» que “nuestra fe es pobre y nuestro camino puede ser perturbado, bloqueado por fuerzas adversas”, pero que, incluso antes de que empecemos a buscarlo, «Él está presente junto a nosotros”. Abandonarse con confianza en Dios en todo momento de nuestras vidas, especialmente en el momento de la prueba y la turbación: el Evangelio del día hace esta invitación, según el Sucesor de Pedro, quien a la hora del Ángelus de este domingo hizo presente, con convicción, que Jesús “es la mano del Padre que nunca nos abandona”. Él es – afirmó el Papa – “la mano fuerte y fiel del Padre, que quiere siempre y solo nuestro bien”. En el Ángelus de este domingo, comentando el Evangelio del día (cfr. Mt 14, 22-33) que relata la travesía de los discípulos del lago en tempestad, cuando Jesús caminó sobre las aguas, el Papa Francisco se centró en el diálogo entre Jesús y Pedro. Los discípulos estaban turbados, piensan que Jesús es “un fantasma” y gritan “con miedo”. Pero Jesús los tranquiliza: «¡Ánimo!, que soy yo; no teman», les dice. Jesús dice a Pedro que vaya hacia Él, pero Pedro, que da algunos pasos, con el viento y las olas empieza a hundirse y, asustado, grita: «¡Señor, sálvame!». Jesús – recuerda el Papa – le toma de la mano y le dice: «Hombre de poca fe, ¿por qué dudaste?». Gritar como Pedro: «¡Señor, sálvame!» Aquí parte la reflexión del Papa Francisco de este domingo: esta historia – nos dice – es también una invitación a abandonarnos con confianza en Dios en todo momento de nuestra vida, especialmente en el momento de la prueba y la turbación. Cuando sentimos fuerte la duda y el miedo y nos parece que nos hundimos, en los momentos difíciles de la vida, donde todo se vuelve oscuro: no debemos avergonzarnos de gritar, como Pedro: «¡Señor, sálvame!». (v. 30). Llamar al corazón de Dios, al corazón de Jesús: «¡Señor, sálvame!». ¡Es una hermosa oración! Podemos repetirla muchas veces: «¡Señor, sálvame!». Dios no se impone, Él pide escuchar El Santo Padre señaló que el gesto de Jesús, que enseguida tiende su mano y toma la de su amigo, “debe ser contemplado durante mucho tiempo”, pues Jesús es precisamente “la mano del Padre que nunca nos abandona”: Él es “la mano fuerte y fiel del Padre, que quiere siempre y solo nuestro bien”.   Dios no es el gran rumor, Dios no es el huracán, no es el incendio, no es el terremoto, como recuerda hoy también la historia del profeta Elías que dice: Dios es la brisa ligera que no se impone, sino que pide escuchar (cfr. 1 Re 19,11-13). Tener fe quiere decir, en medio de la tempestad, tener el corazón dirigido a Dios, a su amor, a su ternura de Padre. Jesús quería enseñar esto a Pedro y a los discípulos, y también hoy a nosotros. Jesús con nosotros antes de que empecemos a buscarlo En los momentos oscuros, en los momentos de oscuridad, “nuestra fe es pobre y nuestro camino puede ser perturbado, bloqueado por fuerzas adversas”, afirmó también Francisco. Pero Jesús “lo sabe”, e “incluso antes de que empecemos a buscarlo», aseguró, «Él está presente junto a nosotros”. “Y levantándonos de nuestras caídas, nos hace crecer en la fe”. Tal vez nosotros, en la oscuridad, gritamos: «¡Señor! ¡Señor!», pensando que está lejos. Y Él dice, «¡Estoy aquí!» Ah, él estaba conmigo… Así es el Señor. El Papa señaló que la barca a merced de la tormenta es la imagen de la Iglesia, que en todas las épocas encuentra vientos contrarios, y a veces pruebas muy duras. E invitó a pensar en las persecuciones largas y amargas del siglo pasado, y también en algunas de nuestros días. Y dijo: “En esas situaciones, puede tener la tentación de pensar que Dios la ha abandonado. Pero en realidad es precisamente en esos momentos que resplandece más el testimonio de la fe, el testimonio del amor y el testimonio de la esperanza. Es la presencia de Cristo resucitado en su Iglesia que dona la gracia del testimonio hasta el martirio, del que brotan nuevos cristianos y frutos de reconciliación y de paz por el mundo entero”. Perseverar en la fe Así, pues, al finalizar su reflexión, pidió la intercesión de María para que “nos ayudea perseverar en la fe y en el amor fraterno, cuando la oscuridad y las tempestades de la vida ponen en crisis nuestra confianza en Dios”. Prensa CEVNota de prensa de Vatican News10 de agosto de 2020

10
Ago

Papa Francisco pide un mundo totalmente libre de armas nucleares

Vaticano.- A la hora del Ángelus el Sumo Pontífice recordó los bombardeos atómicos de Hiroshima y Nagasaki, lugares que visitó el año pasado, renovando su invitación a rezar y a comprometerse por un mundo totalmente libre de armas nucleares. En el aniversario de los trágicos bombardeos atómicos de Hiroshima y Nagasaki  que tuvieron lugar los días 6 y 9 de agosto de 1945, hace 75 años, después de la oración mariana del Ángelus, el Papa dirigió un pensamiento particular al viaje de hace un año, recordando «con conmoción y gratitud» la visita realizada en esos lugares el año pasado. «Renuevo la invitación a rezar y a comprometerse por un mundo totalmente libre de armas nucleares», pidió. Energía atómica con fines bélicos y posesión de armas nucleares es inmoral Días atrás, en un mensaje dirigido al Gobernador de la Prefectura de Hiroshima, Su Excelencia Hidehiko Yuzaki, el Papa Francisco reiteró que sólo sin armas nucleares puede el mundo aspirar a la paz. Y escribió también: Nunca ha estado más claro que, para que la paz florezca, es necesario que todos los pueblos depongan las armas de guerra, y especialmente las más poderosas y destructivas: las armas nucleares que pueden paralizar y destruir ciudades enteras, países enteros. Repito lo que dije en Hiroshima el año pasado: «El uso de la energía atómica con fines bélicos es inmoral, así como la posesión de armas nucleares es inmoral» (Discurso en el Memorial de la Paz, 24 de noviembre de 2019). En el mensaje que envió el Santo Padre también puso en el centro a los jóvenes «que tienen sed de paz y hacen sacrificios por la paz», y alospobres, «que siempre están entre las primeras víctimas de la violencia y los conflictos». TNP sea ratificado por todos los países El llamamiento a la abolición de las armas nucleares es incesante, al igual que la petición de no olvidar por qué «recordar es comprometerse con la paz», como subrayaron los obispos japoneses y estadounidenses, que también piden la ratificación del Tratado sobre la No Proliferación de las Armas Nucleares (TNP) por todos los países. Y en esto el Arzobispo de Nagasaki, Monseñor Joseph Mitsuaki Takami, Presidente de la Conferencia Episcopal Japonesa, es muy insistente. Entrevistado por Vatican News, se refirió al por qué el gobierno del mismo país que ha sido arrasado por esta tragedia no suscribe el tratado de prohibición de las armas nucleares: «Esto se debe a que el gobierno de Japón siempre repite que la firma del Tratado no es realista, no se basa en la realidad. Japón está bajo el paraguas de la bomba atómica de los Estados Unidos, los Estados Unidos nunca abandonarán estas armas nucleares, por lo que Japón se siente obligado a permanecer bajo el «dominio» de los Estados Unidos. Muchos japoneses creen que la actitud del gobierno japonés no es correcta, porque es el único país que es víctima de la bomba atómica, por lo que el pueblo y el gobierno deberían cambiar la realidad. Por eso quiero que el gobierno firme el tratado, para cambiar la situación, la realidad es muy peligrosa a causa de las armas nucleares». Prensa CEVNota de prensa de Vatican News10 de agosto de 2020

10
Ago

Papa Francisco a la comunidad internacional: ayuda generosa para el Líbano

Vaticano.- Este domingo 9 de agosto el Papa Francisco, tras rezar el Ángelus, recordó los trágicos bombardeos atómicos de Hiroshima y Nagasaki, pidiendo compromiso por un mundo libre de armas nucleares. Pero también el Líbano estuvo en el corazón del Papa: haciendo presente la catástrofe que ha vivido esta semana, el Pontífice renovó su pedido de ayuda a la comunidad internacional. A los obispos, sacerdotes y religiosos del Líbano les dijo: estén cerca del pueblo y vivan un estilo de vida marcado por la pobreza evangélica, sin lujos, porque su pueblo sufre, y sufre mucho. Ayuda generosa para el Líbano pidió nuevamente el Papa Francisco a la comunidad internacional, este domingo tras rezar el Ángelus. Antes de ello el Sumo Pontífice recordó los bombardeos atómicos de Hiroshima y Nagasaki, lugares que visitó el año pasado, renovando su invitación a rezar y a comprometerse por un mundo totalmente libre de armas nucleares. Francisco se refirió luego a la peculiar identidad del Líbano, fruto del encuentro de varias culturas, “un modelo de convivencia” que, sin embargo, en este momento es “muy frágil”. Por eso rezó para que, con la ayuda de Dios y “la leal participación de todos”, pueda renacer “libre y fuerte”. Además, renovó el llamamiento a la comunidad internacional para una ayuda generosa a este país que ha sido golpeado por la tragedia del martes. Estas sus palabras: Queridos hermanos y hermanas el 6 y el 9 de agosto de 1945, hace 75 años, tuvieron lugar los trágicos bombardeos atómicos de Hiroshima y Nagasaki. Mientras recuerdo con conmoción y gratitud la visita que realicé en esos lugares el año pasado, renuevo la invitación a rezar y a comprometerse por un mundo totalmente libre de armas nucleares. En estos días pienso a menudo en el Líbano. La catástrofe del martes pasado llama a todos, empezando por los libaneses, a colaborar por el bien común de este amado país. El Líbano tiene una identidad peculiar, fruto del encuentro de varias culturas, que ha surgido con el tiempo como modelo de convivencia. Ciertamente esta convivencia ahora es muy frágil, lo sabemos, pero rezo para que, con la ayuda de Dios y la leal participación de todos, pueda renacer libre y fuerte. Invito a la Iglesia en el Líbano a estar cerca del pueblo en su Calvario, como está haciendo en estos días, con solidaridad y compasión, con el corazón y las manos abiertas al compartir. Renuevo además el llamamiento para una ayuda generosa por parte de la comunidad internacional. Y, por favor, pido a los obispos, sacerdotes y religiosos del Líbano que estén cerca del pueblo y vivan un estilo de vida marcado por la pobreza evangélica, sin lujos, porque su pueblo sufre, y sufre mucho. El Líbano ha sido trastornado también por las protestas del pueblo que piden no sólo el esclarecimiento de las causas de las explosiones, sino el fin de la corrupción y de la gravísima crisis económica que sufre la población. El país de los cedros cuenta con una población 4,5 millones de habitantes, y la catástrofe del martes pone de rodillas a un país ya afectado por una fuerte crisis económica y social, exacerbada en el último año, que ha reducido a la pobreza a muchas familias. Tal como informó la Cáritas Italiana, más de una cuarta parte de la población vive con menos de 5 dólares al día. A esto se añade la situación compleja del elevadísimo número de refugiados acogidos en el país: alrededor de un millón, casi todos sirios afectados por una guerra que lleva 10 años, muchos de los cuales no tienen identidad legal: no tienen papeles, ni trabajo, ni derechos.   Prensa CEVNota de prensa de Vatican News10 de agosto de 2020

07
Ago

Papa Francisco dona 250.000 euros a la Iglesia del Líbano

Vaticano.- Un primer signo concreto de la cercanía de Francisco, una donación de 250.000 euros, llega a la sufrida población del Líbano devastada por las violentas explosiones del 4 de agosto, a través de la Iglesia local. Desde la Nunciatura a Caritas hasta las miles de familias de víctimas, heridos y desplazados. El Santo Padre ha enviado a través del Dicasterio para el Servicio de Desarrollo Humano Integral, una primera ayuda de 250.000 euros para atender las necesidades de la Iglesia libanesa en estos momentos de dificultad y sufrimiento. Esta donación quiere ser un signo de la atención y cercanía de Su Santidad hacia la población afectada y de su cercanía paternal a las personas que se encuentran en graves dificultades. La ayuda fue transmitida a través de la Nunciatura Apostólica de Beirut y se utilizará para atender a los afectados por la terrible explosión del puerto, que causó varias muertes y cientos de miles de heridos y desplazados, al tiempo que destruyó edificios, iglesias, monasterios e instalaciones civiles y sanitarias. Frente a las necesidades urgentes, las estructuras católicas, a través de los centros de recepción de desplazados, junto con la acción de Caritas Líbano, Caritas Internationalis y varias organizaciones hermanas de Caritas, ya han dado una primera respuesta de ayuda de emergencia. Todos nos sumamos a la invitación del Papa Francisco, expresada durante su Audiencia General del 5 de agosto pasado: «rezamos por las víctimas y sus familias; y rezamos por el Líbano para que, con el compromiso de todos sus componentes sociales, políticos y religiosos, pueda hacer frente a este trágico y doloroso momento y, con la ayuda de la comunidad internacional, superar la grave crisis que atraviesa«. Prensa CEVNota de prensa de Vatican News07 de agosto de 2020

06
Ago

Papa Francisco elige seis mujeres como expertas laicas del Consejo de Economía

Vaticano.- El cardenal Marx sigue siendo el coordinador del organismo creado por el Papa Francisco en 2014 para supervisar las estructuras y actividades administrativas y financieras de la Santa Sede y el Vaticano. El Papa Francisco ha nombrado hoy a 13 nuevos miembros en el Consejo de Economía, organismo que estableció el 24 de febrero de 2014, con la Carta Apostólica Fidelis dispensator et prudens, con la tarea de supervisar la gestión económica y vigilar las estructuras y actividades administrativas y financieras de los Dicasterios de la Curia Romana, las Instituciones relacionadas con la Santa Sede y el Estado de la Ciudad del Vaticano. El Consejo está compuesto por quince miembros, ocho de los cuales se eligen entre cardenales y obispos, a fin de reflejar la universalidad de la Iglesia, y siete son expertos de diversas nacionalidades, con conocimientos financieros y profesionalidad reconocida. El Cardenal Reinhard Marx, arzobispo de Munich y Freising, permanece como coordinador del cuerpo. El cardenal Wilfrid Foix Napier, arzobispo de Durban, también permanece como miembro hasta su 80 cumpleaños. Seis nuevos cardenales y siete nuevos expertos laicos, incluyendo seis mujeres, se unen al Consejo. Los cardenales son: Péter Erdő, Arzobispo Esztergom-Budapest; Odilo Pedro Scherer, Arzobispo de São Paulo, Brasil; Gerald Cyprien Lacroix, Arzobispo de Quebec; Joseph William Tobin, Arzobispo de Newark; Anders Arborelius, Obispo de Estocolmo; Giuseppe Petrocchi, Arzobispo de L’Aquila. Entre los expertos laicos, se encuentran por lo tanto, seis mujeres: la profesora alemana Charlotte Kreuter-Kirchhof, profesora de derecho público nacional e internacional en la Universidad Heinrich-Heine de Düsseldorf. Preside la Asociación Hildegaris, un movimiento de mujeres católicas en Alemania que apoya a las estudiantes con dificultades. Seis mujeres se unen al Consejo Marija Kolak, alemana, trabajó en el Berliner Volksbank y actualmente es Presidenta de la Bundesverbandes der Deutschen Volksbanken und Raiffisenbanken. Está casada y tiene tres hijos. María Concepción Osacar Garaicoechea, española, es socia fundadora del Grupo Azora y Presidenta del Consejo de Administración de Azora Capital y Azora Gestion, SGIIC. Es licenciada en Derecho por la Universidad Autónoma de Madrid. Está casada y tiene dos hijas. Eva Castillo Sanz, española, licenciada en Derecho y Economía por la Universidad Pontificia de Comillas en Madrid. Actualmente es miembro del Consejo de Administración de Bankia S.A., del Consejo de Administración de Zardoya Otis S.A. y de los Consejos de Administración de la Fundación Comillas-ICAI; así como de la Fundación Entreculturas. Se graduó en derecho en la Universidad Autónoma de Madrid. Está casada y tiene dos hijas. Ruth Mary Kelly, británica, trabajó en el gobierno laborista entre 2004 y 2008 como Secretaria de Estado de Educación. Actualmente ocupa el cargo de Pro-Vicerrectora de Investigación y Empresa en la Universidad de St. Mary’s en Londres. Lesile Jane Ferrar, británica, Comandante de la Orden Real Victoriana, fue Tesorera del Príncipe Carlos de Gales, desde enero de 2015 hasta julio de 2017. Estudió en la Escuela de Negocios de Harvard y en la Universidad de Durham. Prensa CEVNota de prensa de Vatican News06 de agosto de 2020

06
Ago

Papa Francisco: Mensaje por el 75º Aniversario de Hiroshima

Vaticano.- En el 75º aniversario de la explosión en Hiroshima de la primera bomba atómica, el Papa Francisco en un mensaje dirigido al Gobernador de la Prefectura de Hiroshima, Su Excelencia Hidehiko Yuzaki, reiteró que sólo sin armas nucleares puede el mundo aspirar a la paz. A la excelencia Hidehiko YuzakiGobernador de la Prefectura de Hiroshima6 de agosto de 2020 Saludo cordialmente a los organizadores y participantes en el septuagésimo quinto aniversario solemne del bombardeo nuclear de Hiroshima en 1945 y, de manera especial, a los hibakusha supervivientes de la tragedia original. Tuve el privilegio de poder ir en persona a las ciudades de Hiroshima y Nagasaki durante mi Visita Apostólica en noviembre del año pasado, que me permitió reflexionar en el Monumento a la Paz de Hiroshima y en el Parque del Hipocentro de Nagasaki sobre la destrucción de la vida humana y la destrucción que se produjo en esas dos ciudades durante esos terribles días de la guerra hace tres cuartos de siglo. Así como fui a Japón como peregrino de la paz el año pasado, sigo llevando en mi corazón el anhelo de los pueblos de nuestro tiempo, especialmente de los jóvenes, que tienen sed de paz y hacen sacrificios por la paz. Llevo también el grito de los pobres, que siempre están entre las primeras víctimas de la violencia y los conflictos. Nunca ha estado más claro que, para que la paz florezca, es necesario que todos los pueblos depongan las armas de guerra, y especialmente las más poderosas y destructivas: las armas nucleares que pueden paralizar y destruir ciudades enteras, países enteros. Repito lo que dije en Hiroshima el año pasado: «El uso de la energía atómica con fines bélicos es inmoral, así como la posesión de armas nucleares es inmoral» (Discurso en el Memorial de la Paz, 24 de noviembre de 2019). ¡Que las voces proféticas de los sobrevivientes hibakusha de Hiroshima y Nagasaki continúen sirviéndonos de advertencia a nosotros y a las generaciones venideras! A ellos, y a todos los que trabajan por la reconciliación, hacemos nuestras las palabras del salmista: «Por amor a mis hermanos y amigos, digo: ¡Paz sobre ustedes!» (Sal 122:8). Sobre todos los que conmemoran este solemne aniversario invoco de todo corazón abundantes bendiciones divinas. Hiroshima y Nagasaki, hace 75 años el doble holocausto nuclear El 6 y el 9 de agosto de 1945, dos dispositivos atómicos destruyeron Hiroshima y Nagasaki. A partir de esas fechas que han cambiado el curso de la historia, volvemos sobre los pasos del Papa Francisco en estas dos ciudades, en 2019, durante su viaje apostólico a Japón. Es el 6 de agosto de 1945. Han pasado unas semanas desde el primer ensayo nuclear de la historia, que tuvo lugar el 16 de julio de 1945 en Alamogordo, en el desierto de Nuevo México. En Europa, la Segunda Guerra Mundial ya ha terminado, pero Japón, a pesar de ser un país al límite, no tiene intención de rendirse. Son las 8:15 de la mañana. La Fuerza Aérea de EE.UU. lanza una bomba atómica, de uranio, con el nombre en clave «Little Boy». La bomba cae sobre la ciudad de Hiroshima, que en ese momento tenía una población de unos 255.000 habitantes. Abrumados por una verdadera tormenta caliente que avanzaba a 800 km por hora, al menos 70 mil personas murieron instantáneamente. A estas víctimas se añaden decenas de miles de otras personas que perderán la vida debido a la radiación en los días, meses y años siguientes. Una ciudad en ruinas Entre los testigos presenciales de esa tragedia se encuentra también el Padre Pedro Arrupe (1907 – 1991), que fue elegido Prepósito General de la Compañía de Jesús en 1965. El 6 de agosto de 1945 estaba en la casa de su comunidad religiosa en las afueras de Hiroshima. «Estaba en mi habitación con otro sacerdote a las 8:15 a.m. -escribió recordando ese día- cuando de repente vimos una luz enceguecedora, como un resplandor de magnesio. Tan pronto como abrí la puerta que daba a la ciudad, oímos una tremenda explosión similar a una ráfaga de viento de un huracán. Al mismo tiempo, las puertas, ventanas y paredes se derrumbaron sobre nosotros en pedazos. Subimos a una colina para tener una mejor vista. Desde allí podíamos ver una ciudad en ruinas. Seguimos buscando alguna forma de entrar en la ciudad, pero era imposible. Hicimos lo único que se podía hacer en presencia de tal matanza masiva: caímos de rodillas y rezamos para que nos guiaran, porque no teníamos ninguna ayuda humana. Entre la historia y la memoria En Hiroshima hay un lugar, en particular, que recuerda ese 6 de agosto. Es el Memorial de la Paz, un edificio construido en 1915 y severamente dañado por la deflagración nuclear de 1945. Es una advertencia indeleble para la humanidad. Sus restos y la cúpula, como recuerda la UNESCO, son «un símbolo crudo y potente de la fuerza más destructiva que el hombre ha creado jamás». En el cercano Museo, a través de fotografías originales, modelos realistas, impresiones artísticas, objetos recuperados y explicaciones descriptivas se puede recorrer la historia de Hiroshima, antes y después del bombardeo, y los dramáticos pasos que precedieron, acompañaron y marcaron esa tragedia. Nunca más el rugido de las armas El viaje apostólico del Papa Francisco al Japón, del 23 al 26 de noviembre de 2019, acompañado del lema «Protege toda la vida», fue un puente entre 1945 y hoy, entre el recuerdo de esa catástrofe y la amenaza nuclear que, aún en este tiempo, no ha sido completamente erradicada. En el Memorial de la Paz en Hiroshima, el 24 de noviembre de 2019, el Pontífice pronunció estas palabras:  «¡Nunca más la guerra, nunca más el rugido de las armas, nunca más tanto sufrimiento!». Un grito levantado de un lugar donde, después de » un resplandor de relámpago y fuego, no ha quedado más que sombra y silencio».   En apenas un instante «, recordó el Santo Padre, «todo fue devorado por un agujero negro de

05
Ago

Nuevo ciclo de Catequesis: «trabajar juntos para construir un mundo mejor»

Vaticano.- Papa Francisco inicia un nuevo ciclo de Catequesis para afrontar las cuestiones apremiantes que la pandemia ha puesto de relieve, sobre todo las enfermedades sociales, “a la luz del Evangelio, de las virtudes teologales y de los principios de la doctrina social de la Iglesia”. “Reflexionar y trabajar todos juntos, como seguidores de Jesús que sana, para construir un mundo mejor, lleno de esperanza para las generaciones futuras”. Es el deseo del Papa Francisco al retomar las Audiencias Generales este miércoles 5 de agosto desde la Biblioteca del Palacio Apostólico. Luego del receso del mes de julio, el Pontífice inicia un nuevo ciclo de catequesis para afrontar las cuestiones apremiantes que la pandemia ha puesto de relieve, sobre todo las enfermedades sociales, “a la luz del Evangelio, de las virtudes teologales y de los principios de la doctrina social de la Iglesia”. La crisis sanitaria «La pandemia sigue causando heridas profundas, desenmascarando nuestras vulnerabilidades. Son muchos los difuntos, muchísimos los enfermos, en todos los continentes. Muchas personas y muchas familias viven un tiempo de incertidumbre, a causa de los problemas socio-económicos, que afectan especialmente a los más pobres.« Abrazar la esperanza del Reino Frente a esta crisis sanitaria, el Papa nos propone “tener bien fija nuestra mirada en Jesús (cfr Hb 12, 2) y con esta fe abrazar la esperanza del Reino de Dios que Jesús mismo nos da. Un Reino de sanación y de salvación que está ya presente en medio de nosotros (cfr Lc 10,11). Un Reino de justicia y de paz que se manifiesta con obras de caridad, que a su vez aumentan la esperanza y refuerzan la fe (cfr 1 Cor 13,13)”. Fe, esperanza y caridad Papa Francisco nos recuerda que “en la tradición cristiana, fe, esperanza y caridad son mucho más que sentimientos o actitudes”. Como explica el Catecismo de la Iglesia “son virtudes infundidas en nosotros por la gracia del Espíritu Santo (cfr CCC, 1812-1813)”, son “dones que nos sanan y que nos hacen sanadores, dones que nos abren a nuevos horizontes, también mientras navegamos en las difíciles aguas de nuestro tiempo”. “Un nuevo encuentro con el Evangelio de la fe, de la esperanza y del amor nos invita a asumir un espíritu creativo y renovado” explicó el Papa, y reconociendo que “de esta manera, seremos capaces de transformar las raíces de nuestras enfermedades físicas, espirituales y sociales”, sanado las estructuras injustas y sus prácticas destructivas que nos separan los unos de los otros. Curación del paralítico de Cafarnaúm En el ministerio de Jesús podemos encontrar muchos ejemplos de sanación. Luego de enumerar algunos de ellos, el Papa comenta la sanación del paralítico de Cafarnaúm (Mc 2,1-12), leída al comienzo de la Audiencia: “Mientras Jesús está predicando en la entrada de la casa, cuatro hombres llevan a su amigo paralítico donde Jesús; y como no podían entrar, hacen un agujero en el techo y descuelgan la camilla delante de él. «Viendo Jesús la fe de ellos, dice al paralítico: Hijo, tus pecados te son perdonados» (v. 5). Y después, como signo visible, añade: «Levántate, toma tu camilla y vete a tu casa» (v. 11)”. “La acción de Jesús –dice el Papa- es una respuesta directa a la fe de esas personas, a la esperanza que depositan en Él, al amor que demuestran tener los unos por los otros”. Jesús sana toda la totalidad de la persona: perdona los pecados, renueva la vida del paralítico y la de sus amigos. Fruto de este encuentro personal y social, se produce una sanación física y espiritual, afirma Francisco. Sanar nuestro mundo de hoy El Pontífice nos invita a preguntarnos: ¿de qué modo podemos ayudar a sanar nuestro mundo, hoy? “Como discípulos del Señor Jesús, médico de las almas y de los cuerpos, estamos llamados a continuar «su obra de curación y de salvación» (CCC, 1421) en sentido físico, social y espiritual”. «La Iglesia, aunque administre la gracia sanadora de Cristo mediante los Sacramentos, y aunque proporcione servicios sanitarios en los rincones más remotos del planeta, no es experta en la prevención o en el cuidado de la pandemia. Y tampoco da indicaciones socio-políticas específicas. Esta es tarea de los dirigentes políticos y sociales.« Principios fundamentales de la Doctrina Social de la Iglesia El Papa recuerda que a lo largo de los siglos, y a la luz del Evangelio, la Iglesia ha desarrollado algunos principios fundamentales (cfr Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, 160-208), principios que pueden ayudarnos a ir adelante, para preparar el futuro que necesitamos: la dignidad de la persona, el bien común, la opción preferencial por los pobres, la destinación universal de los bienes, la solidaridad, la subsidiariedad, el cuidado de nuestra casa común. Estos principios expresan las virtudes de la fe, de la esperanza y del amor. Al mismo tiempo, estos ayudan a los dirigentes políticos y sociales en su tarea. Al final de la Audiencia, el Santo Padre se refirió a lo sucedido en Beirut:“Ayer en Beirut, en la zona portuaria, enormes explosiones causaron docenas de muertos y miles de heridos, y muchas destrucciones graves. Rezamos por las víctimas y sus familias; y rezamos por el Líbano para que, con el compromiso de todos sus componentes sociales, políticos y religiosos, pueda afrontar este trágico y doloroso momento y, con la ayuda de la comunidad internacional, superar la grave crisis que atraviesa.” Prensa CEVNota de prensa de Vatican news05 de agosto de 2020

05
Ago

Papa Francisco visita por sorpresa la Basílica Santa María Mayor

Vaticano.- El Papa Francisco se dirigió a la Basílica de Santa María la Mayor, en ocasión de la fiesta de la Dedicación de la basílica. El Papa se detuvo unos momentos ante la imagen de la Salus Populi Romani. En la fiesta de la Dedicación de la Basílica de Santa María la Mayor – una de las cuatro Basílicas papales en Roma- a las 4:15 p.m. se llevó a cabo el rezo del Santo Rosario, seguido de las Solemnes Segundas Vísperas Papales presididas por Monseñor Piero Marini, con una nueva lluvia de flores en el Magnificat. Sorpresivamente, se presentó el Papa Francisco, antes de las cuatro,  para orar delante de la Salus Populis Romana. El Papa Francisco siempre antes de iniciar un viaje apostólico se detiene unos momentos en la Basílica de Santa María la Mayor, a rezarle a la Virgen, por el buen éxito de su viaje. Esta mañana a las 10:00 a.m. tuvo lugar la Solemne Misa Pontificia, presidida por el Cardenal Stanislaw Rylko, arcipreste de la Basílica. Durante el canto de la Gloria, se realizará la tradicional lluvia de pétalos blancos en memoria de la nevada del 358. A las 18:00, se celebra la misa de clausura de la fiesta, presidida por Monseñor Francesco Canalini. Prensa CEVNota de prensa de Vatican News05 de agosto de 2020