Categoría: Papa Francisco

02
Feb

Papa Francisco: No fingir ante los signos que exigen renovación en la vida consagrada

Vaticano.- El Papa en su homilía de la Jornada Mundial de Oración por la Vida Consagrada habló de la reducción del número de vocaciones, el abandono de la vida consagrada, las aspiraciones de poder y de fama como insidias que sólo mirando al Señor como pide el Espíritu Santo, desde la pequeñez y la fragilidad, pueden abrir los corazones para abrazar nuevamente a Jesús. Tres preguntas resonaron en la Basílica de San Pedro, cuando el Papa, hoy, en su homilía de la celebración en la Jornada Mundial de Oración por la Vida Consagrada, interpeló a fieles y consagrados: por quién nos dejamos inspirar, por el Espíritu Santo o por el espíritu del mundo; qué amor nos impulsa, el del Espíritu Santo o la pasión del momento; qué ven nuestros ojos y a quién estrechamos en nuestros brazos, al Señor o a nuestras circunstancias y aspiraciones. Respuestas que para el Santo Padre tienen que llevar a la vida consagrada y a todos los creyentes a una renovación del entusiasmo, a la acción, a una visión renovada y, aunque entre dificultades y cansancios, a tomar “en brazos a Jesús”, para colocarlo “de nuevo a Él en el centro” y seguir adelante con alegría. Con el sugestivo rito de la Bendición de las candelas, tradición antigua de la Iglesia en el día de la Presentación de Jesús en el Templo, Francisco abrió la procesión de entrada en una basílica en penumbras que con el canto del Gloria se iluminó como nuestras vidas con la llegada del Jesús, Padre de la luz y de vida.  También hoy, la Ecclesiastica Communio concedida por el Sumo Pontífice a Su Beatitud Raphaël Bedros XXI, Patriarca de Cilicia de los Armenios expresada en las especies sagradas, juntos compartidas,  y que confirman la comunión con el Papa y la Iglesia de Roma. El virus del narcisismo o la obsesión de protagonismo. A la luz de los pasos cumplidos por Simeón que junto a Ana llevan al templo a Jesús, el Papa conduce su homilía comenzando por lo que los “mueve” a llegar hasta allí, es decir, el Espíritu Santo que “inflama el corazón de Simeón con el deseo de Dios”. Así actúa el Espíritu Santo, afirmó el Papa, “nos hace capaces de percibir la presencia de Dios y su obra no en las cosas grandes, tampoco en las apariencias llamativas ni en las demostraciones de fuerza, sino en la pequeñez y en la fragilidad”. Como las “mociones espirituales”, advirtió el Papa, que inspiran a los consagrados a discernir si los sentimientos de su alma provienen o no del Espíritu Santo, a veces se corre el riesgo de concebir la propia consagración “en términos de resultados, de metas y de éxito». En lugar de ir hacia la pequeñez como quiere el Espíritu, de preguntarse qué amor los impulsa y qué los mueve, se va en busca de “espacios, de notoriedad, de números”. “A veces, aun detrás de la apariencia de buenas obras, puede esconderse el virus del narcisismo o la obsesión de protagonismo. En otros casos, incluso cuando realizamos tantas actividades, nuestras comunidades religiosas parece que se mueven más por una repetición mecánica —hacer las cosas por costumbre, sólo por hacerlas— que por el entusiasmo de entrar en comunión con el Espíritu Santo.” Cristo es el milagro de la fe que abre los ojos Tras invitar a examinar las “motivaciones interiores” y las “mociones espirituales” necesarias para la renovación de la vida consagrada, el Santo Padre se interrogó si somos capaces como Simeón de reconocer con nuestros ojos a Cristo. Ese “gran milagro de la fe: que abre los ojos, trasforma la mirada y cambia la perspectiva”. “La fe nace de la mirada compasiva con la que Dios nos mira, rompiendo la dureza de nuestro corazón, curando sus heridas y dándonos una mirada nueva para vernos a nosotros mismos y al mundo. Una mirada nueva hacia nosotros mismos, hacia los demás, hacia todas las situaciones que vivimos, incluso las más dolorosas.” La escasez de vocaciones exige renovación Una mirada que no es ingenuidad o huir de la realidad y los problemas, reafirmó Francisco, es saber “ver dentro” y “ver más allá”, que no de “detiene en las apariencias, sino que sabe entrar también en las fisuras de la fragilidad». Como la de muchos “consagrados y consagradas mayores que con mirada radiante continúan a sonreír, dando esperanza a los jóvenes”. Una visión renovada es lo que necesita la vida consagrada, dijo el Pontífice en su homilía, no “fingir” ante los signos que el “Señor no deja de darnos” y continuar «como si nada». “Abramos los ojos: el Espíritu Santo nos invita a renovar nuestra vida y nuestras comunidades a través de las crisis, de los números que escasean y de las fuerzas que disminuyen” Abrazar a Jesús es el centro de la fe Luego de invitar a no desaprovechar el presente mirando al pasado y pedirle al Señor la capacidad de discernir el camino, el Papa recordó cómo Simeón estrechó a Jesús en sus brazos: “Dios ha puesto a su Hijo en nuestros brazos porque acoger a Jesús es lo esencial, es el centro de la fe. Porque a veces, recordó el Pontífice nos “perdernos y dispersarnos en mil cosas”, secundarias, olvidando que el centro de todo es Cristo. Y concluyó: “Si acogemos a Cristo con los brazos abiertos, acogeremos también a los demás con confianza y humildad. De este modo, los conflictos no exasperan, las distancias no dividen y desaparece la tentación de intimidar y de herir la dignidad de cualquier hermana o hermano se apaga. Abramos, pues, los brazos a Cristo y a los hermanos”  Papa Francisco, cuenta con nosotros Al concluir la celebración, el cardenal João Braz de Aviz, prefecto de la Congregación para la Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, se refirió a las muchas dificultades que atraviesa la vida consagrada, como la del abandono de varios religiosos, que han sido llamados por el Señor, pero que no continuado a seguirlo. En este sentido, consideró que

02
Feb

Papa Francisco a los Institutos de Vida Consagrada: «Hagan presente el mundo en la Iglesia»

Vaticano.- Hace 75 años, el 2 de febrero de 1947, Pío XII publicó la Constitución Apostólica Provida Mater Ecclesia, en la que reconocía los institutos seculares como una nueva forma de consagración oficial en la Iglesia. Hoy, en una Carta, el Papa Francisco relanza la «laicidad santa» de sus miembros, perfila sus tareas y anuncia que clausurará personalmente los trabajos de su próxima Asamblea. Primero la Constitución Apostólica Provida Mater Ecclesia y luego un Motu Proprio Primo feliciter. Entre 1947 y 1948, Pío XII reconocía así una importante forma de testimonio entre los «católicos laicos comprometidos de manera particular» desde el siglo pasado y, señalándolos como «Institutos», extraía «la identidad específica del carisma» procedente de la secularidad, definida como la «razón de ser» de los propios Institutos.  Confiere así -recuerda hoy Francisco al inicio de la Carta dirigida a la presidenta de la Conferencia Mundial de Institutos de Vida Consagrada, Jolanta Szpilarewicz- «plena legitimidad a esta forma vocacional de consagración en el siglo». «El documento de Pío XII fue en cierto sentido revolucionario», reitera el Santo Padre, retomando la expresión que utilizó en 2017 en un Mensaje a los participantes en la Conferencia Italiana de Institutos Seculares: «Han pasado los años y muchos han sido los cambios producidos en la Iglesia, en los movimientos y en las comunidades».  Desde aquí, por tanto, mirando al presente, el Papa les agradece por su servicio y su testimonio prestado que se renovará también en la próxima Asamblea en preparación, a la que -anuncia en la carta- «acudiré con gusto al final de los trabajos».  El Espíritu Santo renueve la fuerza creativa y profética «Querida hermana -escribe Francisco dirigiéndose a Jolanta Szpilarewicz-, deseo invitarla, sobre todo en los próximos meses, a invocar de manera especial al Espíritu Santo para que renueve en cada miembro de los institutos seculares la fuerza creativa y profética que hizo de ellos un gran don para la Iglesia antes y después del Concilio Vaticano II». No confundir la consagración con la vida religiosa Asimismo, el gran reto que el Papa prevé para los Institutos está en la «relación entre secularidad y consagración»: para la consagración es fácil «asimilaros con los religiosos», -explica Francisco- pero «me gustaría que los caracterizara vuestra profecía inicial, en particular el carácter bautismal que connota a los Institutos seculares laicos»: «Sois animados, queridos miembros de los Institutos Seculares Laicos, por el deseo de vivir una «laicidad santa», porque sois una institución laica. Sois uno de los carismas más antiguos y la Iglesia siempre os necesitará. Pero su consagración no debe confundirse con la vida religiosa. El bautismo constituye la primera y más radical forma de consagración». El bautismo -subraya el Papa- es la fuente de toda forma de consagración: nos hace «pertenecer a Cristo» y, por tanto, «santos». De hecho, es a través del bautismo que «nos fundamos en una comunión eterna con Dios y entre nosotros»:  «Esta unión irreversible es la raíz de toda santidad, y es también la fuerza para separarnos a su vez de la mundanidad. El bautismo es, pues, la fuente de toda forma de consagración», escribe el Santo Padre. Prensa CEVNota de prensa de Vatican News02 de febrero de 2022

02
Feb

Catequesis del Papa: «La Comunión de los Santos une a los creyentes en la tierra y en el Cielo»

Vaticano.- En su catequesis de este miércoles 2 de febrero, Día en el que la Iglesia celebra la Vida Consagrada, Francisco reflexionó sobre el tema de la comunión de los santos, y recordó que gracias a ella, la relación de amistad que uno puede construir con las personas en la tierra, también puede ser establecida con aquellos que están en el Cielo. Asimismo, el Pontífice explicó que esta unión fundada en Cristo, es tan fuerte, que «no puede romperse ni siquiera por la muerte». El miércoles 2 de febrero, Día de la Vida Consagrada, el Papa Francisco celebró su Audiencia General en el aula Pablo VI del Vaticano acompañado por fieles y peregrinos procedentes de Italia y de tantos países del mundo. Tras haber concluido, la semana pasada, su ciclo de catequesis centrado en la figura de San José, en esta ocasión el Santo Padre reflexionó sobre  la comunión de los santos, «una importante noticia que dan los Evangelios, y que la Iglesia a lo largo de los siglos ha podido evidenciar a través de la oración y la devoción». Iglesia: comunidad de pecadores salvados Para responder a la cuestión fundamental sobre qué es la comunión de los santos, el Papa señaló que el Catecismo de la Iglesia Católica afirma: «La comunión de los santos es precisamente la Iglesia» (n. 946). Esto -continuó explicando el Pontífice- no significa que la Iglesia está reservada a los perfectos, sino que es la comunidad de los pecadores salvados. En este sentido, Francisco recordó que nuestra santidad «es el fruto del amor de Dios que se ha manifestado en Cristo», el cual nos santifica amándonos en nuestra miseria y salvándonos de ella: «Siempre gracias a Él nosotros formamos un solo cuerpo, dice San Pablo, en el que Jesús es la cabeza y nosotros los miembros (cfr 1 Cor 12,12). Esta imagen del cuerpo nos hace entender enseguida qué significa estar unidos los unos a los otros en comunión: «Si sufre un miembro – escribe San Pablo – todos los demás sufren con él. Si un miembro es honrado, todos los demás toman parte de su gozo. Ahora bien, vosotros sois el cuerpo de Cristo, y sus miembros cada uno por su parte» (1 Cor 12,26-27)». Ni la muerte puede romper la Comunión de los Santos Asimismo, el Papa subrayó que la alegría y el dolor «que tocan mi vida concierne a todos»; así como la alegría y el dolor «que tocan la vida del hermano y de la hermana junto a nosotros, me concierne a mí»: De esta manera -añadió el Obispo de Roma- también el pecado de una única persona concierne siempre a todos, y el amor de cada persona concierne a todos. En virtud de la comunión de los santos, cada miembro de la Iglesia está unido a mí de forma profunda, y esta unión es tan fuerte que no puede romperse ni siquiera por la muerte. De hecho, la comunión de los santos no concierne solo a los hermanos y las hermanas que están junto a mí en este momento histórico, sino que concierne también a los que han concluido la peregrinación terrena y han cruzado el umbral de la muerte. En Cristo, nadie puede separarnos de quienes amamos Por otra parte, Francisco indicó que en «Cristo nadie puede nunca separarnos verdaderamente de aquellos que amamos», ya que tras la muerte, «cambia solo la forma de estar junto a ellos, pero nada ni nadie puede romper esta unión. La comunión de los santos mantiene unida la comunidad de los creyentes en la tierra y en el Cielo». Profundizando aún más sobre la fuerte unión que se da en la Iglesia gracias a la Comunión de los Santos, el Papa destacó que la relación de amistad que puedo construir con un hermano o una hermana en la tierra, también puedo establecerla con un hermano o una hermana que están en el Cielo: «Los santos son amigos con los que muy a menudo tejemos relaciones de amistad. Lo que nosotros llamamos devoción es en realidad una forma de expresar el amor a partir precisamente de este vínculo que nos une. Y todos nosotros sabemos que a un amigo podemos dirigirnos siempre, sobre todo cuando estamos en dificultad y necesitamos ayuda». Contemos con los Santos, son nuestros amigos Para el Pontífice, es siempre gracias a esta comunión «que sentimos cerca de nosotros a los santos y a las santas que son nuestros patronos», ya sea por el nombre que tenemos, por la Iglesia a la que pertenecemos, por el lugar donde vivimos, etc. Y esta es la confianza que debe animarnos siempre al dirigirnos a ellos en los momentos decisivos de nuestra vida. Otros de los puntos que observó Francisco en su alocución, fue el hecho de que todos necesitamos amigos: «Todos necesitamos relaciones significativas que nos ayuden a afrontar la vida. También Jesús tenía a sus amigos, y a ellos se ha dirigido en los momentos más decisivos de su experiencia humana. En la historia de la Iglesia hay constantes que acompañan a la comunidad creyente: sobre todo el gran afecto y el vínculo fortísimo que la Iglesia siempre ha sentido en relación con María, Madre de Dios y Madre nuestra. Pero también el especial honor y afecto que ha rendido a San José. En el fondo, Dios le confía a él lo más valioso que tiene: su Hijo Jesús y la Virgen María». La oración diaria del Papa a San José Y precisamente invocando a San José, al cual está particularmente unido, el Papa concluyó su catequesis con una oración que le recita cada día desde hace muchos años: «Glorioso patriarca san José, cuyo poder sabe hacer posibles las cosas imposibles, ven en mi ayuda en estos momentos de angustia y dificultad. Toma bajo tu protección las situaciones tan graves y difíciles que te confío, para que tengan una buena solución. Mi amado Padre, toda mi confianza está puesta en ti. Que no se diga que te haya invocado en vano y, como puedes hacer todo con Jesús y María, muéstrame que

01
Feb

Papa Francisco: desarrollar la arqueología cristiana para revivir la fe de los primeros cristianos

Vaticano.- Esta tarde, en el Palacio de la Cancillería de Roma, la entrega del Premio de las Academias Pontificias en nombre del Papa Francisco y la lectura de un mensaje suyo. El contexto es la 25ª reunión pública de estas instituciones, que este año han decidido dedicar la iniciativa al gran arqueólogo Giovanni Battista de Rossi en el bicentenario de su nacimiento. «Su ejemplo merece ser reproducido para promover y desarrollar los estudios de arqueología cristiana, no sólo en los ámbitos especializados, sino también en las universidades e institutos donde se enseña teología e historia del cristianismo». Así lo escribe el Papa Francisco en una carta dirigida al Cardenal Gianfranco Ravasi, Presidente del Consejo Pontificio de la Cultura y del Consejo de Coordinación de las Academias Pontificias. La ocasión es el Encuentro Público de las Academias Pontificias de hoy, en su 25ª edición, que, tras el saludo del Cardenal Ravasi, incluirá el del Secretario de Estado, el Cardenal Pietro Parolin, y la posterior lectura del mensaje del Papa. El momento central del evento fue la entrega del Premio de las Academias Pontificias, atribuido anualmente a los estudiosos o investigadores en el campo de la arqueología. Al final del acto, el arqueólogo Massimiliano Ghilardi presentó un informe sobre «Giovanni Battista de Rossi, fundador de la arqueología cristiana». Los ganadores del Premio de las Academias Pontificias En la carta, el Papa Francisco anuncia que este año «se complace en conceder la Medalla de Oro del Pontificado a la investigación «Las excavaciones arqueológicas de Maqueronte», dirigida por el profesor Gyözö Vörös, miembro de la Academia de las Artes de Hungría, cuyos resultados se recogen en tres volúmenes monumentales relativos a la ciudadela jordana que da al Mar Muerto». El Papa concedió la Medalla de Plata ex aequo a otros dos estudiosos con el fin de «fomentar los estudios arqueológicos sobre los monumentos paleocristianos»: se trata de Domenico Benoci, por su tesis sobre «Las inscripciones cristianas del área I de San Calixto», y de Gabriele Castiglia, por su monografía sobre «Topografía cristiana de la Toscana centro-sur». El descubrimiento y el estudio de los primeros testimonios cristianos El Encuentro Público de las Academias Pontificias, tras la pausa de 2021 por la pandemia, se celebrará coincidiendo con la conmemoración del Bicentenario del nacimiento del arqueólogo Giovanni Battista De Rossi (1822-1894), fundador de la moderna arqueología cristiana y Magister del Collegium Cultorum Martyrum. La edición de este año está, por tanto, dedicada al erudito considerado, escribe el Papa, «el fundador de la moderna arqueología cristiana». De hecho, su contemporáneo Theodor Mommsen dijo que ‘había elevado esta disciplina de un mero pasatiempo erudito a una verdadera ciencia histórica’». El Papa describió la actividad de De Rossi, que había encontrado un gran estímulo por parte del Papa Pío IX, que el 6 de enero de 1852 creó la Comisión de Arqueología Sagrada, y de León XIII, «que quiso que fuera huésped en el Palacio Apostólico de Castel Gandolfo durante el último período de su vida». León XIII decidió también la compra por parte de la Santa Sede de algunos terrenos alrededor de las catacumbas principales «para preservar de la actividad constructiva esos testimonios fundamentales del cristianismo primitivo, a los que de Rossi dedicó sus estudios y excavaciones». A mediados del siglo XIX, gracias a de Rossi, salieron a la luz las catacumbas de San Calixto y Santa Cecilia, acercando a los especialistas y a los fieles a la fe de los primeros cristianos a través de las pruebas arqueológicas. Un compromiso vivido como una verdadera vocación A través del estudio comparativo de las fuentes documentales y de las memorias arqueológicas», escribe el Papa, «Giovanni Battista de Rossi descubrió muchas tumbas de mártires romanos» y centró su interés en ellas, sentando «las bases de una disciplina viva y dispuesta a captar el mensaje procedente de las catacumbas cristianas, entendidas como lugares de descanso temporal en espera de la resurrección». «Vivió con una pasión digna de admiración -subraya el Papa Francisco- lo que para él era una verdadera vocación: descubrir y dar a conocer mejor la vida de las primeras comunidades cristianas de Roma, a través de todas las fuentes posibles, empezando por las arqueológicas y epigráficas». Por ello, el Papa, en su mensaje, confirma la conveniencia de la elección de las Academias Pontificias de proponer a los estudiosos el ejemplo de Giovanni Battista de Rossi, dedicándole la edición 2022 de esta iniciativa.

01
Feb

Papa Francisco a las Consagradas: adelante con su misión frente a los desafíos del mundo

Vaticano.- El Video del Papa de febrero acaba de salir a la luz con la intención de oración que el Papa Francisco confía a toda la Iglesia católica a través de la Red Mundial de Oración del Papa. Este mes, el Santo Padre agradece la misión y la valentía de las mujeres religiosas y consagradas, al tiempo que pide rezar por ellas “para que sigan encontrando nuevas respuestas frente a los desafíos del tiempo actual”. El nuevo Video del Papa, que recoge las intenciones de oración que el Papa Francisco confía a toda la Iglesia Católica a través de la Red Mundial de Oración del Papa, está dedicado a la misión de las mujeres religiosas y consagradas.En un mensaje donde las considera vitales para la vida de la Iglesia, el Papa Francisco exhorta a las religiosas a “seguir trabajando y hacer incidencia con los pobres, con los marginados, con todos los que están esclavizados por los traficantes”. El Papa reconoce que son muchas veces injustamente tratadas (incluso dentro de la Iglesia), mas las anima a seguir con sus obras apostólicas y pide rezar para que sigan encontrando nuevas respuestas frente a los desafíos del tiempo actual. En esta edición, que contó con el apoyo y la colaboración de la Unión Internacional de Superioras Generales (UISG),  que reúne más de 1900 congregaciones religiosas, Francisco reivindica el papel de las mujeres que se dedican a la vida consagrada y su mensaje es contundente: “¿Qué sería la Iglesia sin las religiosas y laicas consagradas? No se puede entender la Iglesia sin ellas.” Según las estadísticas que publicó la agencia Fides en el 2021, hay más de 630 mil mujeres religiosas en todo el mundo. Opción preferencial por los pobres y marginados En sintonía con el mensaje que ha reiterado en innumerables ocasiones a lo largo de su pontificado, Francisco les pide a las mujeres y religiosas consagradas que centren su labor apostólica haciendo “incidencia con los pobres, con los marginados, con todos los que están esclavizados por los traficantes”. El Video del Papa de este mes, con videos y fotografías, relata su compromiso en el terreno: en medio de los pueblos indígenas, junto a los niños en situación de calle, en los pueblos donde faltan alimentos y medicamentos, entre los migrantes y los desempleados, junto a las víctimas de la trata. Sin olvidar su gran aporte intelectual y civil: las religiosas y consagradas enseñan en las universidades, participan en las cumbres internacionales sobre el medio ambiente e intentan mediar en las crisis políticas. Las religiosas y consagradas en la vida de la Iglesia En el Video del Papa, Francisco también reconoce que, algunas veces, las mujeres religiosas son “injustamente tratadas, incluso dentro de la Iglesia”. Por eso las llama a luchar contra ello y a no desanimarse; les pide que sigan mostrando “la belleza del amor y la compasión de Dios como catequistas, teólogas, acompañantes espirituales”, y “a través de las obras apostólicas que realizan.”  Sor Jolanta Kafka, Presidenta de la UISG, comentó a propósito del Video del Papa: «Nos sentimos, como religiosas, muy animadas y llamadas por el Papa Francisco, tanto en nuestra vida comunitaria como en los retos que hoy tenemos en la misión. Unimos a la invitación a rezar por las religiosas y consagradas del mundo con la oración por todas las mujeres, los hombres, los niños y especialmente los jóvenes que encontramos cada día en el ministerio. Con ellos compartimos el dinamismo de la vocación a la que estamos llamados, para participar de la alegría del Evangelio y la esperanza en un mundo donde todos somos hermanos. Como UISG sentimos la responsabilidad de responder a las palabras del Papa Francisco para continuar con valentía y alegría en nuestra misión de testimoniar la belleza de la consagración: entregarse totalmente por el Reino a ejemplo de Jesús». Por su parte, el P. Frédéric Fornos S.J., Director Internacional de la Red Mundial de Oración del Papa, agregó: “Es incalculable el valor que aportan los cientos de miles de mujeres religiosas y consagradas a la vida y a la misión de la Iglesia a través del mundo. Hice toda mi formación con religiosas y he trabajado con muchas de ellas, así como consagradas, en propuestas pastorales, educativas o sociales para responder a los desafíos del mundo de hoy. Forman parte de mis mejores experiencias en la misión. También hice mi formación con numerosos laicos y laicas, entregados con generosidad en la misión, sin embargo, es muy diferente trabajar con religiosas con las cuales comparto, como Jesuita, un estilo de vida y un sentir común al servicio del Evangelio y la promoción de la justicia del Reino de Dios. Sin contar que muchas religiosas me formaron también en teología, biblia, o contribuyeron a mi formación como acompañante espiritual. Este mes es una buena ocasión, para todos nosotros, conocerlas mejor en su diversidad y descubrir su aporte a la misión de la Iglesia y a los desafíos de nuestro tiempo”. Acerca de El Video del Papa El Video del Papa es una iniciativa oficial de alcance global que tiene como objetivo difundir las intenciones de oración mensuales del Santo Padre. Es desarrollada por la Red Mundial de Oración del Papa (Apostolado de la Oración). Desde el año 2016 El Video del Papa lleva más de 167 millones de visualizaciones en todas las redes sociales vaticanas, es traducido a más de 23 lenguas y tiene una cobertura de prensa en 114 países. Los videos están producidos y realizados por el equipo de El Video del Papa de la Red de Oración, coordinado por Andrea Sarubbi, con el apoyo de la agencia La Machi Comunicación para Buenas Causas. El proyecto cuenta también con el apoyo de Vatican Media. Más información en: elvideodelpapa.org. Acerca de la Red Mundial de Oración del Papa La Red Mundial de Oración del Papa es una Obra Pontificia, que tiene como misión movilizar a los católicos por la oración y la acción, ante los desafíos de la humanidad y de la misión de la Iglesia. Estos desafíos se presentan en forma

31
Ene

Ángelus del Papa Francisco: «No rechazar los caminos de Dios, seamos humildes y dispuestos»

Vaticano.- A la hora del rezo del Ángelus, el domingo 30 de enero, el Papa Francisco reflexionó sobre el Evangelio del día que narra cómo Jesús fue rechazado por la gente de su propio pueblo, en su primera predicación en Nazaret (Lc 4,21-30). En este contexto, el Pontífice invitó a los fieles a «no rechazar los caminos de Dios» y a acoger a Jesús con humildad y disposición, «sin cerrarnos a sus novedades, ni permanecer fijos en nuestras posiciones». El domingo 30 de enero el Papa rezó la oración mariana del Ángelus asomado desde la ventana del palacio apostólico del Vaticano. Ante la presencia de los fieles y peregrinos reunidos en la plaza de San Pedro, el Pontífice reflexionó sobre el Evangelio hodierno que narra la primera predicación de Jesús en su propio pueblo, Nazaret (Lc 4,21-30). El resultado es amargo -explicó Francisco- porque en lugar de recibir aprobación, Jesús encuentra incomprensión y hostilidad. Sus paisanos, más que una palabra de verdad, querían milagros, signos prodigiosos. El Señor no los realiza y ellos lo rechazan, porque dicen que ya lo conocen: es hijo de José (cf. v. 22). Jesús conocía a su gente y contaba con el rechazo Y es entonces cuando Jesús pronuncia una frase que se ha convertido en proverbio: «Ningún profeta es bien recibido en su propia tierra» (v. 24). Unas palabras que para el Santo Padre revelan que el fracaso para Jesús no fue del todo inesperado: «Conocía a su gente, sabía el riesgo que corría, contaba con el rechazo». Igualmente, el Obispo de Roma indicó en su alocución que también Jesús recorre el camino de los profetas: se presenta como no nos lo esperamos: «No lo encuentra quien busca milagros, sensaciones nuevas, una fe hecha de poder y signos externos. Lo encuentra, en cambio, quien acepta sus caminos y sus desafíos, sin quejas, sin sospechas, sin críticas y sin caras largas». En otras palabras -continuó el Papa- Jesús te pide que lo acojas en la realidad cotidiana que vives; en la Iglesia de hoy, tal como es; en los que están cerca de ti cada día; en la concreción de los necesitados, en los problemas de tu familia, en los padres, en los hijos, los abuelos. Ahí está Él, invitándonos a purificarnos en el río de la disposición, y en tantos y saludables baños de humildad. Y nosotros… ¿somos acogedores con Jesús? Finalmente, el Santo Padre invitó a todos a preguntarnos: «¿Nosotros, somos acogedores, o nos parecemos a sus compatriotas, que creían saberlo todo sobre Él?». «Quizás, después de tantos años como creyentes, pensamos que conocemos bien al Señor, con nuestras propias ideas y juicios», afirmó Francisco, poniendo en guardia sobre el riesgo de que actuando así, «nos acostumbremos a Jesús, nos cerremos a sus novedades, fijos en nuestras posiciones». «En cambio, el Señor pide una mente abierta y un corazón sencillo para tener la capacidad de sorprenderse», concluyó el Papa pidiendo a la Virgen María, modelo de humildad y disposición, «que nos muestre el camino para acoger a Jesús». Cercanía del Papa con los enfermos de lepra «Expreso mi cercanía a quienes padecen esta enfermedad y espero que no les falte apoyo espiritual y atención sanitaria», dijo el Papa tras haber rezado el Ángelus, este domingo 30 de enero, Día Mundial de la Lepra, que lamentablemente continúa siendo causa de marginación y estigma social en muchos países. En la víspera de la fiesta de San Juan Bosco, Francisco también saludó a la familia salesiana «¡que tanto bien hacen en la Iglesia!» y felicitó a los que mañana, celebran el Nuevo Año Lunar. Después de haber rezado la oración mariana del Ángelus, el domingo 30 de enero, el Papa Francisco dedicó unas palabras especiales a las millones de personas que padecen la enfermedad de la lepra, y que en consecuencia sufren, además de las dolencias físicas, el rechazo social y la marginación, particularmente en los países más probres. Pensamiento del Papa a los enfermos de lepra «Hoy es el Día Mundial de la Lepra. Expreso mi cercanía a quienes padecen esta enfermedad y espero que no les falte apoyo espiritual y atención sanitaria. Es necesario trabajar juntos para la plena integración de estas personas, superando cualquier discriminación asociada a una enfermedad que, desgraciadamente, sigue afectando a tantos, especialmente en los contextos sociales más desfavorecidos», dijo el Santo Padre. ¿Qué es la lepra? La lepra es una enfermedad infecciosa causada por una bacteria que afecta a la piel y a los nervios periféricos, las mucosas de las vías respiratorias y los ojos. Tal como informan los expertos, evoluciona muy lentamente ya que su tiempo medio de incubación es de cinco años, aunque los síntomas pueden tardar hasta veinte años en aparecer. Por su parte, en 1991 la Organización Mundial de la Salud programó el objetivo de erradicar la lepra para el año 2000. Una meta que no se cumplió, (actualmente cada año se registran cientos de miles de nuevos casos) pero igualmente se lograron muchos avances gracias a los esfuerzos conjuntos de varias instituciones y a la distribución gratuita de medicación. Con el fin de concienciar a la sociedad sobre esta enfermedad y reducir el estigma que sufren las personas que la padecen, el último domingo del mes de enero se celebra el Día Mundial contra la Lepra, que este año lleva como lema: «Unidos en la Dignidad». Saludos por el Año Nuevo Lunar Continuando con su alocución, el Pontífice recordó que pasado mañana, 1 de febrero, se celebrará el Año Nuevo Lunar en todo el Extremo Oriente, así como en varias partes del mundo: «En esta ocasión, extiendo mis cordiales saludos y expreso el deseo de que en el nuevo año todos puedan disfrutar de paz, salud y una vida pacífica y segura. ¡Qué bonito es cuando las familias encuentran ocasiones para reunirse y vivir momentos de amor y alegría! Muchas familias, por desgracia, no podrán reunirse este año a causa de la pandemia», aseveró Francisco, compartiendo su deseo de que pronto podamos superar la prueba: «Espero que, gracias a la buena voluntad de los individuos y a la solidaridad de los pueblos, toda la familia humana

28
Ene

Papa Francisco: a comunicadores: «Combatan las noticias falsas de la pandemia buscando la verdad»

Vaticano.- Dirigiéndose al consorcio internacional de medios de comunicación católicos «Catholic fact-checking», el Papa Francisco exhortó a reflexionar sobre el estilo de los comunicadores cristianos en relación a determinadas cuestiones de la pandemia del Covid-19 y las vacunas. Ante la difusión de noticias falsas, el Santo Padre pidió buscar siempre la verdad, combatiendo la mentira, «pero nunca estando en contra de las personas, sino respetando y construyendo puentes». La mañana del viernes 28 de enero, el Papa Francisco recibió en audiencia en la Sala Clementina del Vaticano a los miembros del Consorcio Internacional de Medios de Comunicación Católicos «Catholic fact-checking». En su discurso, el Pontífice abordó algunas cuestiones cruciales de la comunicación social en este tiempo particular que vivimos marcado por la pandemia del Covid -19, tomando como referencia algunas expresiones de San Pablo VI del Mensaje para la Jornada de las Comunicaciones Sociales de 1972, quien reconocía el poder de los medios de comunicación en el comportamiento y las elecciones de las personas. Informar con rigor y responsabilidad En este sentido -añadió Francisco- el Papa Pablo VI subrayaba que «la excelencia de la tarea del informador consiste no sólo en anotar lo que es inmediatamente perceptible, sino también en buscar elementos de encuadre y de explicación sobre las causas y las circunstancias de los hechos individuales que tiene que informar». Un trabajo, por tanto, que requiere sentido de la responsabilidad y rigor. Tal y como señalaba Pablo VI, se necesita «rigor en el control y la evaluación crítica de las fuentes, en la fidelidad a los datos observados y en la transmisión integral de los mismos».  Asimismo, Francisco indicó que la responsabilidad es aún mayor, cuando el comunicador está llamado (como ocurre a menudo) «a añadir elementos de juicio y de orientación al simple informe del hecho».  Combatir las fake news con la verdad «En su mensaje el Papa Montini se refería a la comunicación y a la información en general, pero sus palabras se ajustan mucho a la realidad si pensamos en cierta desinformación que circula hoy por la red», puntualizó el Santo Padre, haciendo hincapié en que el objetivo actual de los comunicadores es poner de manifiesto las noticias falsas (fake news) y la información parcial o engañosa sobre las vacunas Covid-19. Una labor que este Consorcio ya ha comenzado mediante la creación de redes en diferentes medios de comunicación católicos que cuentan con la participación de varios expertos con el fin de buscar la verdad y el Papa les agredió por ello.  Permanecer juntos en red Por otro lado, el Pontífice destacó tres palabras claves que hay que tener en cuenta a la hora de comunicar: juntos, por y verdad. En primer lugar, el término «juntos»: “Esto también es fundamental en el ámbito de la información. La creación de redes, la puesta en común de habilidades, conocimientos y contribuciones, para poder informar de manera adecuada, es en sí misma un primer testimonio. En un tiempo herido por la pandemia y por tantas divisiones -incluso en las opiniones- el hecho de estar en la red como comunicadores cristianos es ya un mensaje, es un punto de partida” Infodemia: Distorsionar la realidad con el miedo En este contexto, Francisco señaló que, además de la pandemia, se está extendiendo la «infodemia», es decir, «la distorsión de la realidad basada en el miedo, que en la sociedad global se hace eco y comenta noticias falsificadas cuando no inventadas». De ahí la importancia de permanecer juntos, mantenerse en la red y aliarse con la investigación científica sobre las enfermedades poniendo siempre mucha atención a las fuentes ya que con frecuencia vemos «la proliferación y superposición de informaciones», comentarios y opiniones supuestamente «científicas» que quizás de forma inconsciente, acaban confundiendo a los lectores y oyentes. Algo que según el Papa también se aplica a las vacunas: «Hay una necesidad urgente de ayudar a los países que tienen menos, pero esto debe hacerse con planes de larga duración, no motivados sólo por la prisa de las naciones ricas por ser más seguras. Los remedios deben distribuirse con dignidad, por favor, no como limosnas de piedad». La segunda palabra propuesta por Francisco para los comunicadores es «por»: “Es una palabra muy pequeña pero reveladora: nos recuerda que como cristianos estamos contra la injusticia y la mentira, pero siempre a favor del pueblo. Aunque el objetivo de su Consorcio es combatir la desinformación, luchar contra las noticias falsas y la manipulación de las conciencias de los más débiles, nunca debemos olvidar la distinción fundamental entre las noticias y las personas. Hay que combatir las noticias falsas, pero siempre hay que respetar a las personas, que a menudo se adhieren a ellas sin pleno conocimiento y responsabilidad” Igualmente, el Obispo de Roma observó que el comunicador cristiano hace suyo el estilo evangélico: «construye puentes porque es un artesano de la paz  y sobre todo de la búsqueda de la verdad». No crear oposición, respetar y dialogar con los dudosos Por tanto, Francisco alentó a todos a no mantener un enfoque de oposición con las personas, ni adoptar actitudes de superioridad: «La realidad es siempre más compleja de lo que pensamos, y debemos respetar las dudas, ansiedades y preguntas de las personas, intentando acompañarlas sin tratarlas nunca con condescendencia, dialogando con los dudosos». No se cansen de verificar las noticias Finalmente, la tercera palabra sobre la que reflexionó el Pontífice fue «verdad»: «No nos cansemos de verificar las noticias, de presentar los datos correctamente, de estar siempre investigando. La búsqueda de la verdad no puede plegarse a un punto de vista comercial, a los intereses de los poderosos, a los grandes intereses económicos. ¡No! Estar juntos por la verdad también significa buscar un antídoto a los algoritmos diseñados para maximizar la rentabilidad comercial, significa promover una sociedad informada, justa, sana y sostenible», concluyó el Papa dirigiendo un pensamiento especial a aquellas personas que, sin tener el virus, murieron al servicio de los enfermos. «Son los héroes de estos días, tantos héroes ocultos».  Prensa CEVNota de prensa de Vatican News28 de enero de 2022

27
Ene

Papa Francisco a la Rota Romana: nunca falte la escucha y el corazón pastoral

Vaticano.- En su discurso con motivo de la inauguración del Año Judicial, Francisco subrayó que en el trabajo de este Tribunal nunca debe faltar «la comprensión hacia las personas que sufren el fracaso de su vida matrimonial». El camino sinodal que la Iglesia está experimentando actualmente se desarrolla a través de rasgos distintivos que también caracterizan las distintas etapas de un proceso. El Papa Francisco encauza a lo largo de esta simetría el discurso dirigido a los prelados auditores de la Rota Romana que anima a «continuar con fidelidad y renovada laboriosidad el ministerio eclesial al servicio de la justicia, inseparable de la verdad y, en definitiva, de la salus animarum». «Un trabajo -añade el Pontífice- que manifiesta el rostro misericordioso de la Iglesia: un rostro maternal que se inclina sobre cada fiel para ayudarle a hacer la verdad sobre sí mismo, levantándole de sus derrotas y fatigas e invitándole a vivir plenamente la belleza del Evangelio». En particular, en este año dedicado a la familia, el encuentro con los miembros de la Rota Romana es «una oportunidad para reflexionar sobre la sinodalidad en los procesos de nulidad matrimonial». El trabajo sinodal, explica el Pontífice, no tiene una dimensión estrictamente procesal, sino que «debe ponerse en diálogo con la actividad judicial, para favorecer un replanteamiento más general de la importancia que la experiencia del proceso canónico tiene para la vida de los fieles que han experimentado un fracaso matrimonial». Caminar juntos El Papa insta a preguntarse en qué sentido la administración de justicia necesita un espíritu sinodal. En primer lugar, la sinodalidad implica caminar juntos. Superando una visión distorsionada de las causas matrimoniales, como si en ellas se afirmasen meros intereses subjetivos, hay que redescubrir que todos los participantes en el proceso están llamados a contribuir al mismo objetivo, el de iluminar la verdad sobre una unión concreta entre un hombre y una mujer, llegando a una conclusión sobre si existe o no un verdadero matrimonio entre ellos. Favorecer el perdón y la reconciliación entre los cónyuges La visión de caminar juntos hacia un fin común «no es nueva en la comprensión eclesial de estos procesos». «Pío XII -recuerda el Pontífice- delineó la tarea de cada participante en el proceso en términos de búsqueda de la verdad, manteniendo cada uno la fidelidad al propio rol. Esta verdad, si se ama de verdad, se vuelve liberadora». El Papa Francisco subraya que «ya en la fase preliminar, cuando los fieles se encuentran en dificultades y buscan ayuda pastoral, no puede faltar el esfuerzo por descubrir la verdad de su unión, requisito indispensable para la curación de las heridas». En este contexto se comprende cuán importante es el compromiso para favorecer el perdón y la reconciliación entre los cónyuges, y también para validar un matrimonio nulo cuando esto es posible y prudente. De este modo, también se entiende que la declaración de nulidad no debe presentarse como si fuera el único objetivo a alcanzar ante una crisis matrimonial, o como si fuera un derecho al margen de los hechos. Al presentar la posibilidad de nulidad, es necesario hacer reflexionar a los fieles sobre los motivos que les llevan a pedir la declaración de nulidad del consenso matrimonial, favoreciendo así una actitud de aceptación de la sentencia definitiva, aunque no se corresponda con sus propias convicciones. No encerrarse en perspectivas subjetivas Si se respeta esta visión del caminar juntos, observa el Papa, «los procesos de nulidad son expresión de un efectivo acompañamiento pastoral de los fieles en sus crisis matrimoniales». Esto significa «ponerse a la escucha del Espíritu Santo que habla en la historia concreta de las personas». La búsqueda compartida de la verdad, afirma el Santo Padre, «debe caracterizar cada etapa del proceso judicial». Es cierto que en el juicio se produce a veces una dialéctica entre tesis contrapuestas; sin embargo, el proceso de confrontación entre las partes debe desarrollarse siempre con una adhesión sincera a lo que parece ser verdadero para cada uno, sin cerrarse en la propia visión, sino estando también abiertos a la aportación de los demás participantes en el proceso. La disponibilidad para ofrecer la propia versión subjetiva de los hechos se hace fructífera en el contexto de una adecuada comunicación con los demás, que también puede llegar a la autocrítica. Por lo tanto, cualquier alteración o manipulación deliberada de los hechos para lograr un resultado pragmáticamente deseado es inadmisible.  Sin este enfoque basado en la escucha atenta y el examen objetivo, «incluso los abogados -añade Francisco dejando el discurso de lado- pueden hacer un daño terrible», recordando el episodio, no relacionado con una sentencia de la Rota, sino con el caso de un sacerdote culpable a nivel disciplinario, en el que un juez había llamado a un obispo diciéndole que iba a dictar una sentencia como se le había indicado. «Esto no es una negociación que se hace», afirma el Papa, subrayando que el hecho de caminar juntos en el juicio «se aplica a las partes y a sus patrocinadores, a los testigos llamados a declarar la verdad, a los peritos que deben poner sus conocimientos al servicio del proceso, y también de manera singular a los jueces». Hay que aprender a escuchar El Papa subraya que «la administración de la justicia en la Iglesia es una manifestación de la cura de las almas, que requiere una solicitud pastoral para ser servidores de la verdad salvífica y de la misericordia». «La sinodalidad en los procesos implica un ejercicio constante de escucha». También en este ámbito hay que aprender a escuchar, que no es simplemente oír. Es decir, hay que comprender la visión y las razones del otro, casi identificándose con él. Al igual que en otros ámbitos de la pastoral, también en la actividad judicial es necesario favorecer la cultura de la escucha, requisito previo a la cultura del encuentro. Por ello, las respuestas estándar a los problemas concretos de las personas son perjudiciales. Cada persona, con su experiencia, a menudo marcada por el dolor, constituye para

26
Ene

El Papa sobre el Holocausto: Que no se olvide esta crueldad indecible

Vaticano.- Las palabras de Francisco, al final de la audiencia general, en la víspera del Día Internacional de la Memoria. Llamamiento a las familias y a los educadores: «Fomentar la conciencia de las nuevas generaciones sobre el horror de esta página negra de la historia». Encuentro con Lidia Maksymowicz, superviviente de Auschwitz «Esta indecible crueldad no debe repetirse jamás». Francisco remarca bien las sílabas, como si quisiera imprimir en la mente y en el corazón, sobre todo de las nuevas generaciones en las que los males del racismo y del antisemitismo parecen volver a proliferar, el dolor por todas las víctimas del Holocausto. En la víspera del Día Internacional de la Memoria, en el 76º Aniversario de la liberación del campo de exterminio de Auschwitz-Birkenau, símbolo del Holocausto que quebró la vida de millones de personas y familias, el Papa Francisco lanzó un llamamiento al final de la audiencia general. “Es necesario recordar el exterminio de millones de judíos y de personas de diferentes nacionalidades y confesiones religiosas. Esta indecible crueldad no debe repetirse jamás” Llamado a los educadores y las familias El Papa se dirige a todos, pero en particular «a los educadores y a las familias, para que fomenten en las nuevas generaciones la conciencia del horror de esta página negra de la historia». Se trata de una advertencia para mantener viva la atención sobre este horror también en el futuro, para que no se ofusque cuando desaparezcan los últimos testigos. «Que no se olvide nunca», dice el Pontífice, «para que podamos construir un futuro en el que la dignidad humana no vuelva a ser pisoteada». Abrazo a Lidia, superviviente de Auschwitz El llamamiento se convirtió en un abrazo al final de la audiencia, cuando el Papa -sentado en una silla al pie de la escalinata del Aula Pablo VI- saludó a Lidia Maksymowicz, una mujer polaca de origen bielorruso, internada en el campo de concentración de Auschwitz-Birkenau con su madre a los tres años y que luego de haber desaparecido, fue reencontrada en edad adulta en Rusia. Este es el segundo encuentro entre el Papa y Lidia, testigo vivo de los males de los campos de concentración y de los experimentos del doctor Josef Mengele. Ya el 26 de mayo de 2021, al final de una audiencia general en el patio de San Dámaso, Lidia había saludado a Francisco que, ante el asombro colectivo, se había inclinado para besar el número tatuado en su brazo, en recuerdo, después de 77 años, del horror vivido: «70072». «El beso del Santo Padre me fortaleció y me reconcilió con el mundo», dijo Maksymowicz a Vatican News en una entrevista inmediatamente después de la audiencia. Francisco también ha acariciado hoy el tatuaje del brazo de Lidia, que ha llevado algunos regalos al Pontífice, entre ellos el libro sobre su vida, «La bambina che non sapeva odiare» (La niña que no sabía odiar) recientemente publicado por la editorial Solferino, y una fotografía impresa en lienzo de un encuentro con Juan Pablo II, del que la superviviente dijo que era muy devota. Una inmensa tragedia El año pasado, con motivo del Día de la Memoria, el Papa recordó «esta terrible tragedia» en el Ángelus, diciendo: «La indiferencia no es admisible y el recuerdo es un deber». E invitó a los fieles a rezar «diciendo en sus corazones: nunca más». Silencio en el abismo de Auschwitz Es precisamente ese «nunca más» el que, aunque acallado en favor de un silencio más elocuente que cualquier frase o discurso, brilló en los gestos del Papa en su peregrinación de dolor a lo largo del abismo de Auschwitz-Birkenau, durante su viaje a Polonia en 2016. Entre las oraciones ante el muro de las ejecuciones o en la celda donde San Maximiliano Kolbe pasó los últimos momentos de su vida, entre los abrazos con los supervivientes y los paseos con la cabeza inclinada entre los monumentos de mármol, de la boca de Francisco no salían palabras. Sólo había una oración en el alma del Papa, la misma que dejó escrita en español en el Libro de Honor del campo de exterminio: “[ Señor ten piedad de tu pueblo. Señor, ¡perdón por tanta crueldad!” “Señor, ten piedad de tu pueblo. Señor, perdónales por tanta crueldad. ]” Prensa CEVNota de prensa de Vatican News26 de enero de 2022

26
Ene

La oración del Papa por Ucrania: es un pueblo que sufre y merece la paz

Vaticano.- Este miércoles, 26 de enero, Jornada de ayuno y oración por la paz, al final de la Audiencia General, el Santo Padre ha elevado su plegaria por la paz en Ucrania, pidiendo “al Señor con insistencia que esa tierra pueda ver florecer la fraternidad y supere las heridas, los miedos y divisiones”. “Recemos por la paz con el Padre Nuestro: es la oración de los hijos que se dirigen al mismo Padre, es la oración que nos hace hermanos, es la oración de los hermanos que imploran la reconciliación y la concordia”, fueron las palabras del Papa Francisco al final de la Audiencia General de este miércoles, 26 de enero, en la cual ha elevado sus plegarias pidiendo la paz por Ucrania. Orar para superar los miedos y divisiones Antes de rezar la oración conclusiva de la Audiencia General, el Padre Nuestro, el Santo Padre ha invitado a todos a orar por la paz en Ucrania, y a hacerlo a menudo a lo largo de esta Jornada de oración y ayuno, “pidamos al Señor con insistencia – ha señalado el Pontífice – que esa tierra pueda ver florecer la fraternidad y supere las heridas, los miedos y divisiones”. Asimismo, el Papa Francisco ha recordado que, más de cinco millones de personas fueron aniquilados durante la última guerra. Ucrania un pueblo que sufre y merece la paz El Santo Padre también ha dicho que Ucrania, “es un pueblo que sufre; han pasado hambre, han sufrido mucha crueldad y merecen la paz”. Por ello, el Pontífice ha invitado a orar con insistencia teniendo presente: “que las oraciones e invocaciones que hoy se elevan al cielo toquen las mentes y los corazones de los responsables en la tierra, para que prevalezca el diálogo y se anteponga el bien de todos a los intereses partidistas”. El Papa Francisco ha concluido su exhortación recordando y subrayando “por favor, nunca la guerra”. La Iglesia unida en la oración En respuesta al llamamiento del Papa Francisco, están previstos encuentros de oración por la paz en Ucrania en iglesias y parroquias de varios países. En Italia, en particular, están previstas numerosas iniciativas. En Roma, en la Basílica de Santa María in Trastevere, a las 19.15 horas, la Comunidad de Sant’Egidio promueve una oración especial que será presidida por el Arzobispo Paul Richard Gallagher, Secretario para las Relaciones con los Estados. También en Roma, a las 18:00 horas, habrá una oración de vísperas en la iglesia de Santa Sofía por la comunidad ucraniana, con la participación del Obispo Benoni Ambarus, el Director de la Oficina diocesana de Migrantes, Monseñor Pierpaolo Felicolo, y el Rector de la Basílica, don Marco Jaroslav Semehen. Promovida por la Oficina Diocesana de Migrantes, la vigilia contará con la presencia de capellanes y representantes de las distintas comunidades étnicas. En Bolonia, el Arzobispo, el Cardenal Matteo Zuppi, presidirá la oración a las 19.30 horas en la Basílica de los Santos Bartolomé y Gaetano. A estos momentos de oración se sumarán otras iniciativas promovidas por diócesis, movimientos y realidades eclesiales. La invitación del Papa por la paz Recordamos las palabras del Papa Francisco el pasado domingo en el Ángelus, cuando dijo que seguía «con preocupación el aumento de las tensiones que amenazan con infligir un nuevo golpe a la paz en Ucrania y poner en cuestión la seguridad en el continente europeo». Más de 120.000 soldados rusos están desplegados en la frontera ucraniana y en el territorio de Donbass. Washington sigue manteniendo conversaciones con los líderes europeos y la OTAN. La Alianza Atlántica «enviará a finales de esta semana una propuesta escrita» a Rusia para «encontrar una salida» a la crisis. En Ucrania, el ministro de Defensa, Alexei Reznikov, ha descartado por el momento la amenaza de una invasión rusa, pero señala que quedan «escenarios de riesgo» para el futuro. Prensa CEVNota de prensa de Vatican News26 de enero de 2022