Categoría: Papa Francisco

07
Ene
Celebraciones presididas por el Papa Francisco

Celebraciones presididas por el Papa Francisco en enero y febrero de 2020

Fue publicado el calendario de las celebraciones litúrgicas presididas por el Santo Padre para los meses de enero y febrero de 2020. Entre ellas resalta, la “Santa Misa con ocasión del Domingo de la Palabra de Dios” y la “Santa Misa” en Bari (Italia), con ocasión del Encuentro de reflexión y espiritualidad “Mediterráneo frontera de paz”. La Oficina de las Celebraciones Litúrgicas del Sumo Pontífice dio a conocer las próximas celebraciones litúrgicas que presidirá el Papa Francisco, durante los meses de enero y febrero de 2020. Enero: Conversión de San Pablo y Domingo de la palabra de Dios A la ya anunciada y tradicional celebración de la “Santa Misa y Bautismos de algunos niños”, este 12 de enero, en la Fiesta del Bautismo del Señor; el Santo Padre presidirá el sábado 25 de enero, en la Basílica de San Pablo extramuros, a las 5.30 de la tarde, la “Celebración de las Segundas Vísperas”, en la Solemnidad de la Conversión de San Pablo Apóstol, día en el que también se celebra la 53° Semana de oración por la unidad de los cristianos. Mientras que el III Domingo del Tiempo Ordinario, el 26 de enero, a las 10.00 de la mañana, en la Basílica de San Pedro, el Pontífice presidirá la “Santa Misa con ocasión del Domingo de la Palabra de Dios”. Febrero: La Presentación del Señor y Misa en Bari En cambio, el 1 de febrero, el Santo Padre celebrará la “Santa Misa con los miembros de los Institutos de Vida Consagrada y de las Sociedades de Vida Apostólica”, en la Basílica de San Pedro, a las 5.00 de la tarde, con ocasión de la XXIV Jornada Mundial de la Vida Consagrada. Y el domingo 23 de febrero, VII Domingo del Tiempo Ordinario, el Pontífice presidirá la “Santa Misa” en Bari (Italia), a las 10.45 de la mañana, con ocasión del Encuentro de reflexión y espiritualidad “Mediterráneo frontera de paz”. Prensa CEVNota de prensa de Vatican News07 de enero de 2020

07
Ene

El Papa en Santa Marta: no al espíritu del mundo, nos lleva a la corrupción

El Papa Francisco reanuda las Misas matutinas en la Casa Santa Marta y recuerda, con San Juan Apóstol, que el Espíritu Santo «es la garantía de que Dios permanece en nosotros». La vida cristiana es permanecer en Dios, siguiendo al Espíritu Santo y no al espíritu del mundo que lleva a la corrupción, a no distinguir el bien del mal. El Papa Francisco reanuda las celebraciones matutinas en la Casa de Santa Marta y en su homilía comenta el pasaje de la primera carta de San Juan Apóstol, primera lectura de la liturgia del día, en la que el evangelista retoma el consejo de Jesús a sus discípulos: «Permanezcan en Dios». Para muchos cristianos de hoy el Espíritu Santo es sólo una paloma Uno puede «estar en las ciudades más pecaminosas, en las sociedades más ateas, pero si el corazón permanece en Dios», subraya el Papa, este hombre y esta mujer traen la salvación. Y recuerda el episodio narrado en los Hechos de los Apóstoles, cuando llegan a una ciudad y se encuentran con cristianos bautizados por Juan. Les preguntan: «¿Han recibido el Espíritu Santo?». Pero ellos ni siquiera sabían que existía. Cuántos cristianos, comenta Francisco, aún hoy identifican al Espíritu Santo sólo con la paloma y no saben que «es lo que te hace permanecer en el Señor, es la garantía, la fuerza para permanecer en el Señor». El espíritu del mundo te hace inconsciente El Pontífice habla entonces del espíritu del mundo, que es contrario al Espíritu Santo. «Jesús, en la Última Cena -recuerda-, no pide al Padre que saque a los discípulos del mundo», porque la vida cristiana está en el mundo, «sino que los proteja del espíritu del mundo, que es lo contrario». Y es, enfatiza, «aún peor que cometer un pecado. Es una atmósfera que te hace inconsciente, te lleva a un punto en el que no sabes reconocer el bien del mal». El Espíritu Santo: la garantía de permanecer en Dios En cambio, para permanecer en Dios, «debemos pedir este don» del Espíritu Santo, que es la garantía. Por esto «sabemos que permanecemos en el Señor». Pero ¿cómo podemos saber, se pregunta el Papa Francisco, si tenemos el Espíritu Santo o el espíritu del mundo? San Pablo, explica, nos da un consejo: «No entristezcan al Espíritu Santo. Cuando vamos hacia el espíritu del mundo, entristecemos al Espíritu Santo y lo ignoramos, lo dejamos de lado y nuestra vida va por otro camino». Los cristianos que celebran el Año Nuevo desperdiciando el dinero El espíritu del mundo, añade el Papa, es olvidar, porque «el pecado no te aleja de Dios si te das cuenta y pides perdón, pero el espíritu del mundo te hace olvidar lo que es el pecado», todo se puede hacer. Y dice que en estos días un sacerdote le mostró una película de cristianos celebrando el Año Nuevo en una ciudad turística, en un país cristiano. Festejaban el primer día del año con una terrible mundanidad, derrochando dinero y tantas cosas. El espíritu del mundo. «¿Esto es pecado?» – «No querido: esta es corrupción, peor que el pecado». El Espíritu Santo te lleva a Dios, y si pecas, el Espíritu Santo te protege y te ayuda a levantarte, pero el espíritu del mundo te lleva a la corrupción, hasta el punto de que no sabes lo que es bueno y lo que es malo: todo es lo mismo, todo es igual. Pongan a la prueba a los espíritus, para ver si vienen de Dios Francisco recuerda una canción argentina que dice: «Ve, ve, ve… todo es igual que allá en el horno nos encontraremos». El espíritu del mundo, comenta, te lleva a la inconsciencia «de no distinguir el pecado». “¿Y cómo puedo saber, se pregunta  también el Pontífice, si «estoy en el camino de la mundanidad, del espíritu del mundo, o estoy siguiendo al Espíritu de Dios?” El apóstol Juan nos da un consejo: «Amados, no crean a todo espíritu (es decir, a todo sentimiento, a toda inspiración, a toda idea), sino prueben los espíritus para ver si son de Dios (o del mundo)». Pero, ¿qué es esto de poner a la prueba al Espíritu? Es simplemente esto: cuando sientes algo, tienes ganas de hacer algo, o tienes una idea, un juicio de algo, pregúntate: ¿esto que siento es del Espíritu de Dios o del espíritu del mundo? ¿Lo que escucho viene del espíritu del mundo o de Dios? ¿Y cómo se hace? El Papa Francisco aconseja preguntarse «una, dos veces al día, o cuando sientas algo que te venga a la mente»: “Esto que siento, que quiero hacer, ¿de dónde viene?” “¿Del espíritu del mundo o del Espíritu de Dios? ¿Me hará esto bueno o me lanzará hacia el camino de la mundanidad que es la inconsciencia?» Muchos cristianos no saben lo que pasa en sus corazones Muchos cristianos, afirma el Papa, «viven sin saber lo que pasa en sus corazones». Por eso San Pablo y San Juan dicen: «No crean a todo espíritu», a lo que sienten, sino pruébenlo.  Y así «sabremos lo que pasa en nuestros corazones». Porque, concluye Francisco: «Muchos cristianos tienen el corazón como un camino y no saben quién viene y va, van y vienen, porque no saben cómo examinar lo que sucede en su interior». Por eso recomiendo, todos los días, que se tomen un tiempo antes de irse a la cama o al mediodía -cuando quieran- [y se pregunten]: ¿qué ha pasado hoy en mi corazón? ¿Qué tenía ganas de hacer, de pensar? ¿Cuál espíritu se ha movido en mi corazón? El Espíritu de Dios, el don de Dios, el Espíritu Santo que me lleva siempre al encuentro con el Señor o el espíritu del mundo que me aleja suave, lentamente del Señor; es un deslizamiento lento, lento, lento. Que nuestro corazón sea el punto de encuentro con Dios Pidamos esta gracia, es el consejo final del Pontífice, «de permanecer en el Señor, y roguemos al Espíritu Santo que nos haga permanecer

07
Ene
Venezuela espera a la Divina Pastora

Venezuela espera a la Divina Pastora: «no a la corrupción, origen de todos los males»

En un mensaje en ocasión de la 164° Visita de la Divina Pastora a la Ciudad de Barquisimeto, el administrador apostólico, monseñor Víctor Hugo Basabe, invita a los fieles a contemplar, durante la Novena de preparación en su honor, esta venerada imagen mariana sin olvidar las difíciles circunstancias que la ciudad y el país están viviendo. Como cada año, en la vigilia de la solemnidad de la Epifanía, la imagen de la Divina Pastora de almas, una de las advocaciones marianas más importantes de Venezuela, fue bajada del altar de la iglesia del pequeño pueblo de Santa Rosa, donde reposa desde 1736, en preparación a la procesión del 14 de enero, la tercera más multitudinaria del mundo. Monseñor Basabe llama a los venezolanos a pedir a la Virgen sabiduría y valentía para poner fin al “prolongado conflicto político y social” que ha conducido al país a la “ruina y destrucción y por ende a un cada vez mayor empobrecimiento de nuestra población”. Recorrer caminos de unidad y entendimiento Tras exhortar a recorrer caminos de unidad y entendimiento, sin recurrir a la violencia, el obispo afirmó que todos deben asumir el compromiso de “ser generadores de un nuevo tejido social que de origen a una nueva sociedad” donde la anomía, el desorden normativo de la sociedad, y la inmoralidad sean superadas y extirpadas. “Estas dos ‘taras’, tan promovidas en nuestro país en estos últimos años, sobre todo desde las esferas del poder -puntualizó Basabe-, están al origen de la mayor parte de los males que nos aquejan y son la causa de tantas muertes, de tanta hambre que campea y de tanta familia rota por el fenómeno de la migración”. Corrupción: origen de todos los males Monseñor Basabe también condenó la corrupción, “terrible pecado contrario a los mandamientos divinos” y “origen de todos los males” que hoy padece la sociedad venezolana. “Esas son, entre otras – agregó Basabe- las principales “pestes” de las que debemos pedir a la Virgen en estos días nos libere”. La procesión que el 14 de enero, por 7 kilómetros y doce estaciones, llevará a la imagen de la Divina Pastora de almas hasta la catedral de Barquisimeto, atrae cada año a casi 3 millones de venezolanos hacia el estado Lara, la región de central del país. De allí, la invitación del administrador apostólico de Barquisimeto a las autoridades competentes, para que antes, durante y después del desarrollo de la peregrinación, los fieles puedan contar con los servicios básicos de electricidad, agua, transporte y combustible que les permitan vivir esos días con sosiego y tranquilidad. Prensa CEV Nota de prensa de Vatican News 07 de enero de 2020

07
Ene
Asamblea CEV

Asamblea CEV: «el reto venezolano en 2020 debe ser la democracia social»

La Conferencia Episcopal de Venezuela reunida en su CXIII Asamblea Ordinaria Plenaria, presenta un profundo análisis del panorama nacional y eclesial del país, centrándose en los grandes desafíos a los que se enfrenta el pueblo venezolano, procediendo al análisis de la situación y a las respectivas acciones pastorales que deben aplicarse para lograr una estabilidad social mayor. La Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) se encuentra reunida del 7 al 12 de enero de 2020 con motivo de la CXIII Asamblea Ordinaria Plenaria, tal como informa a través de un comunicado su Departamento de Comunicación. El discurso de instalación de la Asamblea fue elaborado por el presidente de la CEV, Monseñor José Luis Azuaje Ayala, arzobispo de Maracaibo, quien por razones de salud no pudo estar presenta en la jornada, por lo que el encargado de leerlo fue Monseñor Mario Moronta, vicepresidente de la CEV y Obispo de la Diócesis de San Cristobal. Durante la Asamblea, los obispos han realizado una presentación del panorama nacional y eclesial de Venezuela, centrándose en los grandes desafíos a los que se enfrenta el pueblo venezolano, procediendo al análisis de la situación y a las respectivas acciones pastorales que deben aplicarse para lograr una estabilidad social mayor. Temas de la Asamblea y el trabajo pastoral Entre los temas que se abordarán en las sesiones destacan el Sínodo de la Amazonía, “que ha abierto un espacio fundamental para la sinodalidad en la Iglesia y que ha puesto en claro la necesidad de un mayor compromiso con la casa común”; así como el protocolo de protección de abuso a menores y el camino a la II Asamblea Nacional de Pastoral a realizarse en julio de 2020. Por otra parte, los prelados hacen hincapié en el gran trabajo pastoral y humanitario que sigue llevándose a cabo con perseverancia y esperanza cristiana en las fronteras de Venezuela. Apoyo a los migrantes en las fronteras “Son muchos los migrantes que necesitan apoyo dentro y fuera de nuestra frontera. Para reforzar este trabajo pastoral y humanizador, los Obispos de frontera de Colombia y Venezuela nos reuniremos a finales de este mes en Cúcuta conjuntamente con el secretario y miembros del Dicasterio para el Desarrollo Humano Integral de la Santa Sede, de tal forma de fortalecer la ayuda humanitaria y la atención pastoral a quienes migran por la grave e injusta situación de nuestro país”, se afirma en el discurso. Alma del pueblo venezolano golpeada Y en alusión a la dura realidad que “golpea el alma del pueblo venezolano”, el Episcopado destaca tres acciones que deben ser reforzadas y apoyadas por parte de una Iglesia en “salida misionera” que sale al encuentro de los hermanos más necesitados y que no es indiferente ante el sufrimiento humano: “la denuncia profética, el anuncio esperanzador y el compromiso responsable”. La denuncia profética En primer lugar, la denuncia profética que comienza por retomar la dramática valoración reiterada por el episcopado de Venezuela: «estamos, como personas y ante todo como pueblo, inmersos en una situación moralmente intolerable” ya que, en efecto, “no es solo contemplar el ámbito de legalidad jurídica de origen o no, de legitimidad política o no en virtud de procedimientos institucionales que, como todos sabemos, han sido violentados tantas veces en detrimento de la libertad y la paz; sino de lo que se trata, en términos éticos y religiosos, en el fondo y radicalmente, es de estar a la altura de la realidad de este desorden establecido”. El anuncio esperanzador En segundo lugar, el “anuncio” esperanzador, como correctivo a la simple denuncia. En este sentido, los obispos del país hacen referencia a la esperanza, “basada en la convicción de que el ser humano es libre, capaz de solidaridad, comprometido en construir comunión desde la diversidad y que todo mañana puede ser mejor». «Una esperanza arraigada sobre todo en la promesa cristiana de que, en Jesús, un orden de justicia y de caridad es posible mientras caminamos como personas, familias y pueblo hacia el Reino de verdad, de paz y de fraternidad definitivo”. Compromiso como cristianos y como Iglesia El tercer aspecto se remite al “compromiso” como cristianos y como Iglesia, de ser puentes, es decir, artífices de cambio en consonancia con nuestra responsabilidad bautismal y el lema de que “a grandes males grandes remedios”. De esta manera, los obispos reconocen que ya se hacen «cosas buenas en el orden del amor directo», practicando la “caritas en acto” ante las necesidades urgentes e imperiosas de nuestros hermanos. Además expresan que Venezuela vive un momento dramático y una verdadera encrucijada nacional: «Necesitamos líderes que estimulen a la población a actuar con serenidad y visión de futuro. Debe prevalecer la racionalidad, que superen la agresividad y el odio que nos destruyen”, añaden alentando al pueblo a perseverar en las dificultades del duro camino que están atraversando. ¿Qué plantea la CEV a los cristianos? Es por ello que los obispos piden al pueblo venezolano unión con los fieles de otros credos y religiones “para defender y promover los derechos y deberes comunes”. Igualmente exhortan dar “protagonismo al pueblo” a través del discernimiento y contribuyendo con información mostrando así la firme voluntad de que como primer doliente “tiene derecho a ser oído con la fuerza que viene del sufrimiento injusto”. Y en este sentido, la CEV propone a los representantes populares legítimos que consideren responsablemente la conveniencia de convocar a expresiones de “no violencia” activa presentes en el marco constitucional y en la DSI. Los obispos también enfatizan su compromiso para que se desarrolle un plan sistemático de formación socio-política y ético-cultural desde la Enseñanza Social de la Iglesia y puntualizan que debe hacerse “de manera reflexiva, prioritaria, organizativa y con visión de futuro”. Democracia social: utopía necesaria Al final del discurso, recuerdan las palabras que pronunciaron en el 2002 cuando declararon la situación de Venezuela como una “verdadera encrucijada”. Mismo día en el que también expresaron la necesidad de líderes que estimularan a la población a actuar con serenidad y visión de futuro. Es por ello que hoy

06
Ene

Papa Francisco durante el Ángelus en la solemnidad de la Epifanía del Señor: «La experiencia de Dios no nos bloquea, sino que nos libera»

Lo dijo el Papa Francisco a la hora del Ángelus en la solemnidad de la Epifanía del Señor en que saludó, además de a los fieles y a los figurantes de la típica procesión histórico-folklórica, a las comunidades de las Iglesias Orientales, católicas y ortodoxas, muchas de las cuales celebran mañana la Navidad del Señor y a quienes les deseó la luz y la paz de Cristo Salvador Ciudad del Vaticano Después de celebrar la Santa Misa en la solemnidad de la Epifanía del Señor, el Santo Padre rezó a mediodía la oración mariana del Ángelus con los miles de fieles y peregrinos que se dieron cita a mediodía en la soleada Plaza de San Pedro en la que también estaban presentes los figurantes de la procesión histórico-folklórica, inspirada en las tradiciones de esta fiesta. Tras destacar que en esta ocasión se recuerda a los Reyes Magos que, procedentes de Oriente llegaron a Belén siguiendo la estrella, para visitar al Mesías recién nacido, el Papa se refirió a un detalle del Evangelio que suscita nuestra reflexión. Y es que al final del relato, se dice que estos Magos «advertidos en un sueño que no debían regresar a lo de Herodes” lo hicieron por otro camino. También aludió al hecho de que estos sabios, tras postrarse y adorar al Niño Jesús – a quien le ofrecieron sus preciosos dones – volvieron a su tierra para relatar a los suyos aquel encuentro que los cambió. La experiencia de Dios cambia nuestra existencia Por esta razón el Obispo de Roma dijo que “la experiencia de Dios no nos bloquea, sino que nos libera; no nos aprisiona, sino que nos vuelve a poner en camino, nos devuelve a los lugares habituales de nuestra existencia”. Los lugares son los mismos, pero nosotros, después del encuentro con Jesús, no somos los mismos que antes. El evangelista Mateo subraya que los Magos regresaron «por otro camino». Y que fueron inducidos a cambiar su ruta para no encontrarse con Herodes y sus tramas de poder. Otro camino que sana el corazón y nos separa del mal Francisco agregó que “cada experiencia de encuentro con Jesús nos induce a emprender caminos diferentes”, dado que “de Él proviene una fuerza buena que sana el corazón y nos separa del mal”. Somos nosotros los que debemos cambiar El Santo Padre se refirió asimismo a esa “sabia dinámica entre continuidad y novedad”, que indica que somos nosotros los que “debemos cambiar, transformar nuestro modo de vivir, si bien en el mismo ambiente de siempre” y modificar nuestros “criterios de juicio sobre la realidad que nos circunda”. “Esta es la diferencia entre el verdadero Dios y los ídolos traidores, como el dinero, el poder, el éxito…; entre Dios y cuantos prometen darte estos ídolos, como los magos, los adivinos, los hechiceros. La diferencia es que los ídolos nos atan a sí mismos y nosotros tomamos posesión de ellos. El verdadero Dios no nos retiene ni se deja retener por nosotros: nos abre caminos de novedad y de libertad” Antes de rezar a la Madre de Dios Francisco invocó a María Santísima para que podamos “convertirnos en testigos de Cristo allí donde estamos, con una vida nueva, transformada por su amor”. Saludos del Papa Ante todo, Francisco dirigió un pensamiento especial a los hermanos de las comunidades de las Iglesias Orientales, católicas y ortodoxas, muchas de las cuales mañana celebrarán la Navidad. Y les deseó “la luz y la paz de Cristo Salvador”. Jornada Mundial de la Infancia Misionera Además, el Santo Padre recordó que hoy se celebra la Jornada Mundial de la Infancia Misionera. Y explicó que se trata de la fiesta de los niños y jóvenes misioneros “que viven la llamada universal a la santidad ayudando a sus coetáneos más necesitados, mediante la oración y los gestos del compartir”. Tras saludar a los fieles romanos y peregrinos y a algunos grupos procedentes de Corea del Sur, de Nueva York y de Italia, Francisco recordó de modo especial a los protagonistas de la procesión histórico-folklórica, inspirada en las tradiciones de la Epifanía, que este este año se ha dedicado al territorio de Allumiere y del Valle de Mignone. Además, el Papa extendió su saludo a la procesión de los Magos en numerosas ciudades y pueblos de Polonia. Antes de desear feliz fiesta y de pedir que no se olviden de rezar por él Santo Padre recordó con agrado las muchas expresiones populares vinculadas a esta  fiesta y que se llevan a cabo en España, América Latina y Alemania; a la vez que destacó que estas costumbres “deben mantenerse en su genuino significado cristiano”. Prensa CEV Nota de prensa de Vatican News 06 de enero de 2020

06
Ene
El papa en la epifania

Papa Francisco en la Epifanía: “La adoración es un gesto de amor que cambia la vida”

Homilía del Santo Padre en la celebración Eucarística, en la Solemnidad de la Epifanía del Señor, en la que invitó a ser un adorador cristiano y al igual que los Magos descubramos, “el significado de nuestro camino. Y, como los Magos, experimentemos una inmensa alegría” “La adoración es un gesto de amor que cambia la vida. Es actuar como los Magos: es traer oro al Señor, para decirle que nada es más precioso que Él; es ofrecerle incienso, para decirle que sólo con Él puede elevarse nuestra vida; es presentarle mirra, con la que se ungían los cuerpos heridos y destrozados, para pedirle a Jesús que socorra a nuestro prójimo que está marginado y sufriendo, porque allí está Él”, lo dijo el Papa Francisco en su homilía en la Santa Misa que presidió en la Solemnidad de la Epifanía del Señor, este lunes 6 de enero de 2020. La adoración es un camino hacia el Señor El Santo Padre comentando el Evangelio que la liturgia presenta para esta Solemnidad señaló que, los Magos comienzan manifestando sus intenciones. “La adoración es la finalidad de su viaje, el objetivo de su camino. De hecho, cuando llegaron a Belén, «vieron al niño con María, su madre, y cayendo de rodillas lo adoraron». Si perdemos el sentido de la adoración, perdemos el sentido de movimiento de la vida cristiana, que es un camino hacia el Señor, no hacia nosotros. Es el riesgo del que nos advierte el Evangelio, presentando, junto a los Reyes Magos, unos personajes que no logran adorar”. Servirnos de Dios en lugar de servir a Dios Uno de estos personajes que no logra adorar al Señor es el rey Herodes, que usa el verbo adorar, pero de manera engañosa. “En realidad – precisó el Pontífice – Herodes sólo se adoraba a sí mismo y, por lo tanto, quería deshacerse del Niño con mentiras”. El Papa se pregunta: ¿Qué nos enseña esto? Que el hombre, cuando no adora a Dios, está orientado a adorar su yo. E incluso la vida cristiana, sin adorar al Señor, puede convertirse en una forma educada de alabarse a uno mismo y el talento que se tiene. Es un riesgo grave: servirnos de Dios en lugar de servir a Dios. “Cuántas veces hemos cambiado los intereses del Evangelio por los nuestros, cuántas veces hemos cubierto de religiosidad lo que era cómodo para nosotros, cuántas veces hemos confundido el poder según Dios, que es servir a los demás, con el poder según el mundo, que es servirse a sí mismo” La fe es la relación con una Persona viva Otras personas en el Evangelio que no logran adorar, afirmó el Santo Padre, son los jefes de los sacerdotes y los escribas del pueblo, ellos sabían con extrema precisión dónde nacería el Mesías, conocían las profecías y las citan exactamente. Saben a dónde ir, pero no van. “En la vida cristiana no es suficiente saber: sin salir de uno mismo, sin encontrar, sin adorar, no se conoce a Dios. La teología y la eficiencia pastoral valen poco o nada – precisó el Pontífice – si no se doblan las rodillas; si no se hace como los Magos, que no sólo fueron sabios organizadores de un viaje, sino que caminaron y adoraron”. Cuando uno adora, se da cuenta de que la fe no se reduce a un conjunto de hermosas doctrinas, sino que es la relación con una Persona viva a quien amar. “Al adorar, descubrimos que la vida cristiana es una historia de amor con Dios, donde las buenas ideas no son suficientes, sino que se necesita ponerlo en primer lugar, como lo hace un enamorado con la persona que ama” Adorar es poner al Señor en el centro Al inicio del año, recordó el Papa Francisco, redescubrimos la adoración como una exigencia de fe. Si sabemos arrodillarnos ante Jesús, venceremos la tentación de ir cada uno por su camino. “De hecho, adorar es hacer un éxodo de la esclavitud más grande, la de uno mismo. Adorar es poner al Señor en el centro para no estar más centrados en nosotros mismos. Es poner cada cosa en su lugar, dejando el primer puesto a Dios. Adorar es poner los planes de Dios antes que mi tiempo, que mis derechos, que mis espacios”. Adorar es experimentar que, con Dios, nos pertenecemos recíprocamente. Es darle del “tú” en la intimidad, es presentarle la vida y permitirle entrar en nuestras vidas. Es hacer descender su consuelo al mundo. “Adorar es descubrir que para rezar basta con decir: «¡Señor mío y Dios mío!», y dejarnos llenar de su ternura” Adorar es ir a lo esencial Asimismo, el Santo Padre dijo que, adorar es encontrarse con Jesús sin la lista de peticiones, pero con la única solicitud de estar con Él. Es descubrir que la alegría y la paz crecen con la alabanza y la acción de gracias. “Cuando adoramos – subrayó el Pontífice – permitimos que Jesús nos sane y nos cambie. Al adorar, le damos al Señor la oportunidad de transformarnos con su amor, de iluminar nuestra oscuridad, de darnos fuerza en la debilidad y valentía en las pruebas”. Adorar es ir a lo esencial: es la forma de desintoxicarse de muchas cosas inútiles, de adicciones que adormecen el corazón y aturden la mente. Adorar es rechazar lo que no debe ser adorado El Santo Padre también señaló que, al adorar uno aprende a rechazar lo que no debe ser adorado: el dios del dinero, el dios del consumo, el dios del placer, el dios del éxito, nuestro yo erigido en dios. “Adorar es hacerse pequeño en presencia del Altísimo, descubrir ante Él que la grandeza de la vida no consiste en tener, sino en amar. Adorar es redescubrirnos hermanos y hermanas frente al misterio del amor que supera toda distancia: es obtener el bien de la fuente, es encontrar en el Dios cercano la valentía para aproximarnos a los demás·. “Adorar es guardar silencio ante la Palabra divina, para aprender

05
Ene

Promover la paz y la justicia en el mundo: es la intención de oración del Papa para enero 2020

El Santo Padre inaugura el quinto año de El Video del Papa invitando a los cristianos, creyentes y hombres y mujeres de buena voluntad a promover un mundo de justicia y de paz. Ciudad del Vaticano “Recemos para que los cristianos, los que siguen otras religiones y las personas de buena voluntad promuevan juntamente la paz y la justicia en el mundo”: con esta invitación el Santo Padre expresa en El Video del Papa de enero 2020 su intención de oración universal. Francisco invita “a la reconciliación y a la fraternidad entre todos los creyentes y también entre todas las personas de buena voluntad”. Y en este mundo “dividido y fragmentado” evidencia la potencia de “nuestra fe que nos lleva a difundir los valores de la paz, de la convivencia, del bien común”. La paz es nuestra esperanza De la necesidad de paz en el mundo el Papa Bergoglio ha hablado en diversas ocasiones y lo hizo también en su reciente Mensaje para la celebración de la 53ª  Jornada Mundial de la Paz, el 1° de enero 2020, en el que asegura que  “la paz, como objeto de nuestra esperanza, es un bien precioso, al que aspira toda la humanidad”.  Toda guerra es un fratricidio En el mismo Mensaje, el Santo Padre recuerda que las guerras y conflictos que se han producido “no dejan de afectar especialmente a los más pobres y a los más débiles”.  «Todavía hoy, a tantos hombres y mujeres, niños y ancianos se les niega la dignidad, la integridad física, la libertad, incluida la libertad religiosa, la solidaridad comunitaria, la esperanza en el futuro”. Las terribles pruebas de los conflictos civiles e internacionales, a menudo agravados por la violencia sin piedad, marcan durante mucho tiempo el cuerpo y el alma de la humanidad. En realidad, toda guerra se revela como un fratricidio que destruye el mismo proyecto de fraternidad, inscrito en la vocación de la familia humana. Construir un camino de paz y reconocimiento mutuo Es necesario, continúa el Santo Padre, “buscar una verdadera fraternidad, que esté basada sobre nuestro origen común en Dios y ejercida en el diálogo y la confianza recíproca”. “El deseo de paz está profundamente inscrito en el corazón del hombre y no debemos resignarnos a nada menos que esto.” Diálogo, única arma digna del ser humano También el 25 de noviembre 2019 en Japón, encontrando a las Autoridades del país en Kantei, Francisco aseveró que incluso los más graves conflictos entre los pueblos, “pueden encontrar soluciones válidas sólo a través del diálogo, única arma digna del ser humano y capaz de garantizar una paz duradera”.  Una cultura de encuentro y diálogo – marcada por la sabiduría, la visión y la amplitud de miras – es esencial para construir un mundo más justo y fraterno. La Red Mundial de Oración del Papa El Video del Papa  tiene como objetivo difundir las intenciones de oración del Santo Padre. Estas intenciones, son confiadas a la Red Mundial de Oración del Papa, obra pontificia que tiene como misión movilizar a los católicos por la oración y la acción, ante los desafíos de la humanidad y de la misión de la Iglesia. Hoy está presente en 98 países y está integrada por 35 millones de personas. El Director Internacional de la Red Mundial de Oración del Papa (que incluye el Movimiento Eucarístico Juvenil, MEJ) es el padre jesuita Frédéric Fornos. Prensa CEV Nota de Vatican News 05 de enero de 2020

05
Ene

El Papa a los enfermos: «recuerden que Jesús mira con ternura la humanidad herida»

De cara a la XXVIII Jornada Mundial del enfermo, que se celebrará el 11 de febrero y que lleva como título «Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré»; el Papa Francisco lanza un mensaje de aliento para todas las personas que padecen enfermedades y para las familias que los sostienen: «en Jesús encontraréis la fuerza para afrontar las inquietudes y las preguntas que surgen en vosotros”, afirma el Santo Padre. Ciudad del Vaticano El viernes 3 de enero de 2020 el Papa Francisco dio a conocer su mensaje para la XXVIII Jornada Mundial del enfermo que se celebrará como es habitual el 11 de febrero y que lleva como título el pasaje del Evangelio según san Mateo capítulo 11 versículo 28: «Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré». El Santo Padre recuerda que estas palabras pronunciadas por Jesús “indican el camino misterioso de la gracia que se revela a los sencillos y que ofrece alivio a quienes están cansados y fatigados”, ya que “expresan la solidaridad del Hijo del hombre, Jesucristo, ante una humanidad afligida y que sufre”. Jesús no descarta a nadie Al respecto, Francisco subraya que, en esta Jornada Mundial, Jesús dirige una invitación a los enfermos y a los oprimidos, “a los pobres que saben que dependen completamente de Dios y que, heridos por el peso de la prueba, necesitan ser curados” ya que ante la fragilidad, el dolor y la debilidad, “el Hijo de Dios no impone leyes sino que ofrece su misericordia, Jesús mira la humanidad herida”, sin descartar a nadie y lo hace siempre con ternura. En este sentido uno podría preguntarse ¿por qué Jesucristo nutre estos sentimientos? El Papa responde: “porque él mismo se hizo débil, vivió la experiencia humana del sufrimiento y recibió a su vez consuelo del Padre”. Los enfermos necesitan una curación integral Por otra parte, en su mensaje el Pontífice menciona algunas de las formas graves de sufrimiento que padecen millones de personas en todo el mundo: enfermedades incurables y crónicas, patologías psíquicas, las que necesitan rehabilitación o cuidados paliativos, las diversas discapacidades, las enfermedades de la infancia y de la vejez; y pone en guardia sobre la carencia de humanidad que a menudo se percibe en estas circunstancias. Por eso, Francisco afirma que resulta necesario “personalizar el modo de acercarse al enfermo, añadiendo al curar el cuidar”, para lograr una recuperación humana integral, ya que el enfermo además de recibir los tratamientos adecuados para combatir su enfermedad, espera también recibir apoyo, solicitud, atención… «en definitiva, amor”, sin olvidar tampoco que detrás de cada persona enferma hay una familia “que sufre, y a su vez pide consuelo y cercanía”. «Vengan a mí los que estén cansados y agobiados» Y en medio de este sufrimiento, el Obispo de Roma señala que precisamente los enfermos son llamados de forma especial por Jesús ya que están considerados particularmente entre aquellos “cansados y agobiados”, a quienes el Maestro dice «Venid a mí». “En Él –continúa explicando el Papa- “efectivamente, encontraréis la fuerza para afrontar las inquietudes y las preguntas que surgen en vosotros”. Asimismo, el Sucesor de Pedro dedica unas palabras especiales a los médicos, enfermeros, personal sanitario y administrativo, auxiliares y voluntarios que trabajan procurando alivio a los hermanos enfermos. El sustantivo persona está antes que el adjetivo enferma «Cada intervención de diagnóstico, preventiva, terapéutica, de investigación, cada tratamiento o rehabilitación se dirige a la persona enferma, donde el sustantivo “persona” siempre está antes del adjetivo “enferma”, por lo tanto, que vuestra acción tenga constantemente presente la dignidad y la vida de la persona, sin ceder a actos que lleven a la eutanasia, al suicidio asistido o a poner fin a la vida, ni siquiera cuando el estado de la enfermedad sea irreversible». De ahí que el Papa haga hincapié en que la vida debe ser acogida, tutelada, respetada y servida desde que surge hasta que termina, puesto que así “lo requieren simultáneamente tanto la razón como la fe en Dios, autor de la vida”.  Igualmente Francisco dedica un pensamiento especial al personal sanitario y a los centros que se ocupan de atender a los enfermos en países de guerra en los que «el poder político también pretende manipular la asistencia médica a su favor», sin olvidarse de los pobres que «no tienen la posibilidad de acceder a los tratamientos, porque viven en la pobreza» y agradeciendo a los voluntarios «que se ponen al servicio de los enfermos con gestos de ternura y de cercanía, la imagen de Cristo Buen Samaritano». Llamamiento a los gobiernos: no desatender a los enfermos En este contexto, el Pontífice hace un llamamiento a las instituciones sanitarias y a los Gobiernos de todos los países del mundo, «a fin de que no desatiendan la justicia social, considerando solamente el aspecto económico que conlleva la enfermedad».  «Encomiendo a la Virgen María, Salud de los enfermos, a todas las personas que están llevando el peso de la enfermedad, así como a sus familias y a los agentes sanitarios. A todos, con afecto, les aseguro mi cercanía en la oración y les imparto de corazón la Bendición Apostólica», concluye el Papa. Prensa CEV Nota de Vatican News 05 de enero de 2020

05
Ene

Llamamiento del Papa: “Mantengamos encendida la llama del diálogo y autocontrol”

Después de rezar la oración mariana del Ángelus de este primer domingo de enero, el Santo Padre dirigió un llamamiento por la paz, recordando que, “la guerra sólo trae muerte y destrucción”. Ciudad del Vaticano “En tantas partes del mundo se siente el terrible aire de tensión. La guerra sólo trae muerte y destrucción. Hago un llamamiento a todas las partes a mantener encendida la llama del diálogo y del autocontrol y evitar la sombra de la enemistad”, con estas palabras pronunciadas por el Papa Francisco después de rezar la oración mariana del Ángelus de este I Domingo de enero, dirigió un fuerte llamamiento por la paz en el mundo, e invitó a orar en silencio para que el Señor nos conceda esta gracia. Saludos a los peregrinos Al saludar a los numerosos fieles y peregrinos que se dieron cita en la Plaza de San Pedro, Francisco renovó sus mejores deseos de serenidad y de paz en el Señor. “¡En los momentos felices y en los difíciles – dijo – encomendémonos a Él, que es nuestra esperanza!”. Y recordó el compromiso asumido el día de Año Nuevo en la Jornada mundial de la Paz, cuyo lema de este año reza: «La paz como camino de esperanza: diálogo, reconciliación y conversión ecológica». De ahí que haya afirmado que “con la gracia de Dios, podremos ponerlo en práctica”. Por último, tras desear a todos feliz domingo, y pedir que no se olviden de rezar por él, el Papa Francisco dio cita a todos para mañana, solemnidad de la Epifanía. Prensa CEV Nota de Vatican News 05 de enero de 2020