Categoría: Eclesial Internacional

23
Nov

Cardenal Odilo Scherer: “Todo en la Iglesia debe tener su dimensión misionera”

Después de saludar a todos, los presentes en la Ciudad de México y aquellos que participan de la Asamblea de forma virtual, el arzobispo de São Paulo y primer vicepresidente del Celam, Cardenal Odilo Scherer, comenzó recordando la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, celebrada en Aparecida en 2007. Retomar la riqueza de Aparecida El cardenal Scherer afirmó que “el Papa Francisco nos pide que retomemos el Documento de Aparecida, porque él contiene una riqueza muy grande, que tal vez no haya sido asumida lo suficiente, y ese documento todavía tiene mucho que ofrecer para la Iglesia en nuestro continente, y continua muy actual”. Siguiendo con las propuestas del Papa Francisco, el arzobispo de São Paulo recordó el llamado del Santo Padre a “hacer un balance de los frutos ya producidos por la Conferencia de Aparecida. Cuánto las propuestas, las conclusiones del Documento de Aparecida influyeron en la Iglesia, en la vida pastoral, la evangelización en nuestro continente”. Al mismo tiempo recordaba el pedido del Papa a evaluar los aspectos que nos fueron asumidos suficientemente y deben ser más asumidos para producir sus frutos”. Nuevas cuestiones surgidas Estar atentos a las nuevas cuestiones surgidas desde 2007 es otro de los pedidos del Papa Francisco, según el cardenal brasileño, “nuevas cuestiones eclesiales, sociales, humanitarias, económicas, políticas, culturales, que desafían la misión de la Iglesia”. Ante ellas, afirmaba el arzobispo de São Paulo, “la Iglesia es llamada a decir su palabra de discernimiento, de anuncio de la Buena Noticia, de luz del Evangelio, de sal”. En este día, recordaba el purpurado, “retomamos un concepto importante en la Conferencia de Aparecida, y ese concepto es el de la conversión”. Según él, es un “concepto central para comprender las diferentes cuestiones y recomendaciones del Documento”. También recordaba el llamado a la Iglesia de no contentarse con una pastoral de conservación y lanzarse a una verdadera pastoral de renovación misionera de toda nuestra Iglesia, que ofrezca respuestas nuevas para las nuevas cuestiones que aparecen en todos los ámbitos. Conversión pastoral misionera El Documento de Aparecida llama a “un proceso de conversión pastoral, una conversión misionera”, según el cardenal Odilo, lembrando que Jesús inicia el anuncio del Evangelio llamando a la conversión y a acoger el Reino de Dios, lo que supone cambios, que Jesús pide a todos. Un proceso de conversión que no está concluido, que siempre necesita ser propuesto a las personas y a la Iglesia, para que “ella se vuelva para el Evangelio anunciado en las cuestiones nuevas, que reclaman nuevas posiciones, nuevas posturas para que el Evangelio produzca nuevos frutos dentro de nuevos contextos”. El llamado del Documento de Aparecida es a una conversión pastoral, insistía el vicepresidente primero del Celam. «La Iglesia en su totalidad es llamada a reverse, a renovarse, a volverse cada vez más a Jesucristo, y renovar su adhesión a Jesucristo y al Evangelio”, para que ilumine cada momento y situación de la historia. Eso nos exige, según el cardenal, “valentía para tomar actitudes nuevas, y abandonar viejas prácticas que ya no producen su fruto, que ya están superadas pastoralmente”. No aferrarse a viejas prácticas El arzobispo de São Paulo hacía ver que “tal vez continuamos aferrados a viejas prácticas”, que no responden a las necesidades y expectativas de nuestro tiempo. Él definía la conversión pastoral como “cambiar los métodos, los focos, las atenciones, el modo de la pastoral”. Movida por esa conversión, que tiene que ser misionera, “nuestra Iglesia no puede entenderse como una Iglesia que ya está lista, que ya cumplió su misión”, insistiendo en que “todo en la Iglesia debe tener su dimensión misionera”. Finalmente, ha hecho un convite a retomar la conversión ante las nuevas cuestiones, situaciones y sueños de Jesús para todo tipo de realidad, también para la casa común. Por eso, recordaba que “la Iglesia existe para participar de un mundo de acuerdo con el sueño de Dios”. Prensa CEVNota de prensa Asamblea Eclesial de América Latina y El Caribe23 de noviembre de 2021

23
Nov

Agenor Brighenti: Asamblea Eclesial, “un paso nuevo de un rico proceso sinodal”

Conversión pastoral es un concepto que nació en Aparecida, y es sobre eso y su relación con los cuatro sueños proféticos del Papa Francisco en Querida Amazonía que ha reflexionado el teólogo brasileño Agenor Brighenti en el ámbito de la Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe. No es un evento más Para él, “esta Primera Asamblea Eclesial es no es un evento más. Es un paso nuevo de un rico proceso sinodal en América Latina y El Caribe, que dio a nuestra Iglesia una palabra y un rostro propio”. En ese sentido, pone su singularidad en el hecho de “procurar reavivar Aparecida”, que define como “una Conferencia que se propuso dar nuevo impulso a la renovación del Vaticano II”, y al mismo tiempo como la base de la Evangelii Gaudium del Papa Francisco”. Estamos en camino hacía una segunda recepción de la renovación del Vaticano II, según el pastoralista brasileño. Esa fue una de las aspiraciones de Aparecida, retomando una propuesta de la Conferencia de Santo Domingo, que habla de la conversión pastoral de la Iglesia, según el padre Brighenti, que la define como algo que abarca a todos y a todo. Es algo que viene de Medellín, que habló de una nueva evangelización, lo que fue recogido por el Papa Pablo VI en Evangelii Nuntiandi. Un proceso que llegó a los sueños de Querida Amazonía La Iglesia en continua reforma es algo presente en la Iglesia desde los Santos Padres, idea retomada por el Vaticano II, que pide la vuelta a las fuentes bíblicas y patrísticas. Agenor Brighenti citaba a Dom Helder Cámara, para quien “la Iglesia precisa cambiar constantemente para ser siempre la misma Iglesia de Jesucristo”. Dando un paso más, el Sínodo para la Amazonía, donde el teólogo brasileño fue perito, habla de una “conversión integral”, que se desdobla en una conversión pastoral, cultural, ecológica y sinodal, recogidas en el Documento Final, acogido por el Papa Francisco al inicio de Querida Amazonía, donde las conversiones, adquiriendo una dimensión utópica se convierten en sueños: social, cultural, ecológico y eclesial. En esos cuatro sueños, el Papa Francisco, “proyecta el horizonte de una evangelización, que desafía particularmente esta Asamblea Eclesial”, según el padre Brighenti. En el sueño social el desafío para América Latina y el Caribe en luchar por los derechos de los más pobres; en el cultural, que preserve su riqueza cultural; en el ecológico que sea un continente que custodie su belleza natural; y en eclesial, hacer realidad una Iglesia con rostro latinoamericano y caribeño. Conversión concretada en diferentes ámbitos En cuanto a la conversión pastoral de la Iglesia, que acompaña la vida de la Iglesia del continente desde Santo Domingo, se concreta en diferentes ámbitos: el de la conciencia de la comunidad eclesial, asumido la eclesiología del Pueblo de Dios del Vaticano II; el de las acciones pastorales y comunitarias, buscando “ser una respuesta a los desafíos de hoy, en especial al clamor de los pobres”; el de las relaciones de igualdad y autoridad, que lleve a “la erradicación del clericalismo” y fomenta “la corresponsabilidad de todos los bautizados”; el de las estructuras, fomentando “los Consejos y las Asambleas de Pastoral en todos los niveles”, teniendo como ejemplo la CEAMA o esta Asamblea Eclesial. Por eso, Agenor Brighenti afirma que “como se puede percibir, la conversión pastoral y los cuatro sueños proféticos del Papa Francisco son para esta Asamblea un gran reto, que desafía nuestra generosidad a un desborde en el Espíritu del Resucitado”. Prensa CEVNota de prensa Asamblea Eclesial de América Latina y El Caribe23 de noviembre de 2021

23
Nov

María Dolores Palencia: Asamblea Eclesial «Una situación de apertura, de salida, de esperanza, de aventura»

La Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe quiere dar a conocer lo que en cada momento se va viviendo en este acontecimiento inédito e histórico. A las transmisiones en vivo de casi todo el programa se suma una rueda de prensa diaria, donde estarán presentes un obispo, un sacerdote, una religiosa y una laica o laico, de los que se encuentran presentes en Casa Lago, la sede de la Conferencia Episcopal Mexicana. Representación de los diversos carismas y ministerios En el primer día de trabajos, fueron el cardenal Odilo Scherer, arzobispo de São Paulo y vicepresidente primero del Celam, la hermana mexicana María Dolores Palencia, de la Comisión de Contenidos del Celam, el padre Leo Pérez, OMI, director de la colecta para América Latina de la Conferencia Episcopal de los Estados Unidos, y la joven costarricense Ligia Elena Matamoros, del Equipo Latinoamericano y caribeño de Pastoral Juvenil “Un momento que va en la dirección de la sinodalidad de la Iglesia, que el Papa Francisco está llamando a toda la Iglesia como camino para el Sínodo de 2023”. Así definía el cardenal Scherer la Asamblea Eclesial, que se lleva a cabo en una modalidad que es la primera que sucede en la historia, representando toda la ministerialidad del Pueblo de Dios, en comunión. El arzobispo de São Paulo destacó la importancia de la escucha en el proceso, para que se pueda hablar de la realidad y de la misión de la Iglesia en todo el continente. Todo ello en un camino abierto, en la expectativa de ver por “donde el Espíritu de Dios nos conduce”. La mitad de los católicos en Estados Unidos son de descendencia hispana, algo que señalaba el padre Leo Pérez. Eso la hace “una Iglesia más rica de tradiciones y de lenguas, de religiosidad popular”, lo que debe llevar a una unidad entre la Iglesia estadounidense y la Iglesia de América Latina y del Caribe. Crecimiento de lo sembrado en Aparecida La hermana María Dolores Palencia lo vive como un momento de gracia, que ya vivió cuando participó de la Conferencia de Aparecida. Todo el proceso de la Asamblea en los últimos meses es “ese granito de mostaza que se sembró en Aparecida, que está creciendo como un árbol más frondoso”. Es una asamblea que “nos pone en una situación de apertura, de salida, de esperanza, de aventura”, llamando a dejarse llevar por el Espíritu para escuchar todo lo que las comunidades de América Latina y el Caribe han aportado, pero también para “escuchar esas realidades crucificadas de nuestro mundo”. También lo ve como “una oportunidad para retomar nuestro compromiso bautismal profundamente y traer una palabra de esperanza”. “Un tiempo de gracia que a todos nos ha convocado, con un corazón abierto, lleno de alegría, lleno de esperanza”, vivido a lo largo de los últimos meses, afirmaba Ligia Elena Matamoros. La joven recordaba las palabras del Papa Francisco en las que dice que “si no queremos perdernos en un mar vacío de palabras, tenemos que mirar siempre el rostro de los jóvenes, de las mujeres y de los pobres”, insistiendo en que los jóvenes esperan que su voz sea escuchada y tenida en cuenta en este proceso. Momento para escuchar y vivir la sinodalidad Ante las preguntas de los periodistas fueron abordando diferentes cuestiones, como la división en la Iglesia, fruto de ideologías que nacen de opciones políticas, que no quieren dialogar. En ese sentido, el padre Leo Pérez ve la grandeza de esta Asamblea como momento para escuchar y vivir la sinodalidad. Se trata de encarar los desafíos actuales para evangelizar, según el cardenal Scherer, algo que pretende la Asamblea Eclesial. En sus palabras recordaba lo vivido en Aparecida, que reflexionaba sobre los diversos modos de encuentro con Dios que debe llevar a cabo la Iglesia. La Pastoral Juvenil de América Latina ha querido impulsar el espacio y participación de los jóvenes en el proceso de la Asamblea, lo que les ha llenado de esperanza, pues sus anhelos aparecen en el Documento para el discernimiento. Pero también, ante la pregunta de los periodistas, Ligia Elena Matamoros, insistió en la necesidad de “ver a los jóvenes en los espacios donde se planean las cosas, donde se toman las decisiones”, pues ahí “están ausentes y son necesarios”. También ve como un motivo de esperanza para América Latina y el Caribe la diversidad de participantes, lo que lleva a abrir el corazón. Aceptar que somos complementarios Todos somos Iglesia, algo enfatizado por la hermana María Dolores Palencia, que ve necesario una misión que se lleve a cabo conforme a las nuevas situaciones y las nuevas realidades, hoy marcadas por la pandemia. La religiosa llamaba a hacer vida lo que va a ser vivido durante la Asamblea y a que todos participen del proceso, insistiendo una vez más en la importancia de la escucha. También destacaba la necesidad de no llevar ideas preconcebidas, de una conversión para entrar en lo desconocido. Junto con ello dialogar con lo diferente y con los diferentes, con la diversidad, aceptar que somos complementarios y que, aunque diferentes podemos caminar juntos. Sobre el papel de la mujer, la religiosa mexicana afirmaba que de Aparecida para acá ha habido avances, “no todos los avances que quisiéramos, pero hay avances”. Uno de esos avances ha sido en el campo de la teología, donde la presencia femenina ha avanzado mucho. Ella pedía “escuchar la sabiduría de las mujeres del pueblo, sencilla”, que está en las bases, mujeres que han hecho el camino desde sus lugares. “Es un ritmo lento, pero vamos dando pasos y pasos de avanzada” en el papel de las mujeres, algo que se debe llevar a cabo en diálogo, en escucha, en Pueblo de Dios. Continuar escuchando en todos los niveles Al abordar los desafíos del proceso de escucha, Ligia Elena señalo que uno de ellos sería “garantizar que próximos procesos de escucha se escuchen muchas más voces, para que la reflexión, el proceso de discernimiento sea mucho más rico y nos permite encontrar mejores caminos”. El cardenal Scherer destacó el

23
Nov

Fidel Oñoro: “La Escritura nos saca del analfabetismo espiritual”

La reflexión bíblico teológica constituye un elemento importante en el caminar de la Iglesia, pues fundamenta la vida pastoral. Desde esa perspectiva, el padre Fidel Oñoro reflexionaba en el primer día de trabajo de la Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe, en que se hace un llamado a disponer el corazón para discernir en común en esta Asamblea Eclesial, teniendo como referencia el texto bíblico que invita a oír la Palabra de Dios y cumplirla. Centralidad de Jesucristo y su Palabra Su reflexión en torno a “La centralidad de Jesucristo y su Palabra en nuestra acción pastoral”, tenía como como punto de partida una serie de preguntas que ha ido respondiendo a lo largo de la ponencia: “¿Por qué estamos aquí? ¿Qué es lo que convoca y la jalona esta Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe, siempre en comunión con la Iglesia entera? ¿Por qué existe todo lo que tenemos? ¿Por qué hay Palabra de Dios? ¿Por qué hay Iglesia? ¿Por qué somos llamados? ¿Por qué hablamos de misión? ¿Por qué nos empeñamos en un discernimiento comunitario? ¿De dónde nace? ¿Cuál es la fuente? ¿Qué se propone fundamentalmente?” “Estamos aquí porque hay un proyecto, un proyecto que nos antecede. Ese proyecto maravilloso es la voluntad divina”, decía el biblista colombiano. Este proyecto consiste “en que Dios nos llama a compartir su vida y su felicidad. Dios nos llama a estar con él, a hablar con él, a vivir de su vida, a trabajar con él”. El desafío es saber leer el proyecto de Dios, pues desde el plan salvador de Dios se lee todo. Un plan salvador sin el que “la Iglesia no existiría”. El pastor en la Biblia en primer lugar es Dios Según el padre Oñoro, la teología tiene su motivo de ser en el “hacer el diálogo entre esta experiencia de fe y la cultura, las culturas”. La moral en que “estamos llamados a una forma de vivir conforme al plan salvador de Dios y ese estilo nos da identidad”. La liturgia en “ese plan salvador de Dios hay que celebrarlo como memoria viviente”. La pastoral en el hecho de que “la misión de la Iglesia es darle concreción en todos los niveles de lo humano, en lo individual y en lo comunitario de la persona”. Centrado en la pastoral, el religioso eudista afirmó que “el pastor en la Biblia en primer lugar es Dios”, que va “conduciendo a su pueblo por el camino del desierto”. Por eso, insistió en que “la pastoral es siempre un ejercicio de travesía, de éxodo”, donde “la escucha siempre se traduce en ruta”. Así se traducen los caminos de Dios, un Dios que se hace caminante, que se encarna en Jesús, que es la Palabra, que escucha los gritos de los olvidados, que impacta, que suscita también gritos de alegría. Saber leer la cruz Ser discípulo implica saber leer la cruz, pues “quien aprende a leer la cruz desde la experiencia del Resucitado es el que puede anunciar a Jesucristo”. Desde la cruz se mira la historia de una nueva manera, es una gramática, nos “da una mirada y nos da un programa”. La Escritura se sitúa en un horizonte vital, que recoge el plan salvador de Dios, que “nos abre ventanas de observación y de compresión más profunda”, que “nos saca del analfabetismo espiritual”. Con ella, decía Fidel Oñoro, “leemos los códigos de la intervención creadora, liberadora y siempre constructora de Dios en nuestra historia”, pero también “tenemos luz para percibir los caminos del Espíritu dentro de las tribulaciones que vivimos”. Una Iglesia humilde y auténtica El biblista insistió en que “somos una Iglesia enamorada de Jesús, que no juega al poder, que sabe que sólo tiene fuerza y capacidad transformadora en la historia cuando se hace humilde y auténtica, cuando se hace servidora sin pedir nada a cambio”. Los discípulos son llamados a sentir con Jesús, también a escuchar, una actitud fundamental durante la Asamblea, escuchar la Palabra y la realidad, buscando “una acción pastoral más vigorosa”. Una primacía de la Palabra en la que la Iglesia de América Latina y del Caribe siempre fue pionera, insistió Oñoro. Partir de la Palabra para “hacer circular el Evangelio por todas las venas de la Iglesia”. “Sólo escuchando la Palabra podemos percibir qué es lo que Dios nos dice y nos pide, podemos llegar a descubrir nuestra misión y a qué somos llamados”, según el biblista, que resaltó que “escuchar, meditar, hacer entrar la Palabra en nosotros, nos permite actuar en sintonía con su voluntad”, la voluntad de Dios. De ahí surgirán los nuevos rumbos, caminos de felicidad, entendiendo que “Iglesia oyente es Iglesia en camino exodal, desinstalada, peregrina, aprendiz, siempre discípula, agradecida, auscultadora de la vida que quiere nacer, que escucha lo que late dentro de las personas, de las cosas, pero sobre todo de Dios”. Somos puestos en las manos de la Palabra para que ella nos dirija, por lo que invitaba a pedir a Dios “un corazón que sepa escuchar”. Por eso, el padre Oñoro finalizaba con las palabras del Papa Francisco en Evangelii Gaudium: “No es lo mismo tratar de construir el mundo con su Evangelio que hacerlo sólo con la propia razón”, algo a lo que invitaba a los asambleístas “a hacer en esta semana”. Prensa CEVNota de prensa Asamblea Eclesial de América Latina y El Caribe23 de noviembre de 2021

23
Nov

«Ustedes son para México, ángeles y mensajeros de buenas noticias»: Mons. Rogelio Cabrera a asambleístas

México.- «Todo México está a la escucha de América Latina y el Caribe que habla, que ama, sonríe y quiere caminar hacia adelante,» fueron las palabras del presidente de la Conferencia Episcopal mexicana, Monseñor Rogelio Cabrera a los asambleístas durante su primera jornada de trabajos presenciales y virtuales. Desde su condición de anfitrión se expresó en nombre del pueblo de Dios que peregrina en México. Una intervención marcada por el agradecimiento y la certeza de las bendiciones que traerá este camino apenas iniciado por la Iglesia en el continente. Destacando la posibilidad de acoger la Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe, bajo el amparo de Nuestra Señora de Guadalupe, agradeció la presencia de asambleístas presenciales y virtuales que en la misma medida considera huéspedes a los que acoge como ángeles y emisarios de buenas noticias para México. En este sentido aseguró que la primera Asamblea Eclesial permitirá hacer memoria del acontecimiento de Aparecida, memoria que no puede estar anclada en el pasado, sino que está llamada a ser dinámica, creativa y dispuesta para asumir las realidades del futuro. Aparecida en la memoria, el corazón y la acción Evocando el mensaje del Papa Benedicto XVI en 2007 durante la V Conferencia, retomó un interrogante que sigue vigente y debe acompañar el desarrollo de esta Asamblea Eclesial: ¿Cómo conocer realmente a Cristo para seguirlo y vivir para encontrar vida en él y comunicar esta vida a los demás, a la sociedad y al mundo? Si bien considera que esta pregunta ha estado presente más de 14 años y la Iglesia latinoamericana ha respondido a ella de modo muy claro y preciso, durante los nueve años del pontificado del Papa Francisco; es preciso recordar que todas sus palabras, gestos de ternura, y su presencia misma ha sido continua memoria de Aparecida y una respuesta a este cuestionamiento. Al respecto el también arzobispo de Monterrey afirmó que la presencia de cada asambleísta es un signo de la unión que México tiene con el Papa Francisco, y que surge desde el corazón porque la Asamblea busca ser una expresión de comunión teológica, afectiva y pastoral, porque el deseo que deben compartir quienes acuden a la Asamblea es que «el Papa cuente con nuestro cariño, escucha y nuestro deseo de caminar con él; esta Asamblea estaría incompleta sin su presencia» Bajo el amparo de la Madre Finalmente el prelado agradeció a los obispos del mundo que siguen el desarrollo de la Asamblea Eclesial, particularmente a los que se encuentran presentes en México y que han expresado con generosidad su cariño hacia la Virgen María y a Cristo Redentor; pues está convencido de que si aman a Cristo y quieren a Santa María de Guadalupe, ese mismo sentimiento de amor alcanzará a todos los mexicanos. «Siéntanse a gusto los que pisan nuestra tierra y los que la pisan desde redes, gracias por ser tan buenos con México, por darnos esa oportunidad de hospedarlos». Concluyó Prensa CEVNota de prensa Asamblea Eclesial de América Latina y El Caribe23 de noviembre de 2021

22
Nov

Mensaje de CLAR a la vida religiosa del continente con motivo del inicio de la Asamblea Eclesial de América Latina y El Caribe

Caracas.- La Confederación Latinoamericana de Religiosos ha compartido un mensaje a la vida religiosa del continente con motivo del inicio de la Asamblea Eclesial de América Latina y El Caribe, en el que señalan que «lo más auténtico de nuestra identidad se articula en torno a tres palabras: mística, misión y profecía» y afirman que «algo está cambiando en nuestra Iglesia; en estado germinal aparecen los signos que evidencian que algo nuevo nace». Puede leer y descargar el Mensaje de la CLAR a la vida religiosa del Continente a continuación Prensa CEV22 de noviembre de 2021

22
Nov

Mensaje del Prefecto de la Congregación para los Obispos y Presidente de la Pontificia Comisión para América Latina en la Asamblea Eclesial

México.- El Cardenal Marc Ouellet, prefecto de la Congregación para los Obispos y Presidente de la Pontificia Comisión para América Latina, saludó a los 1.000 participantes de la Asamblea Eclesial durante el primer día de inicio de los grupos de discernimiento este 22 de noviembre de 2021. “¡Que el Espíritu del Señor presente en medio de nosotros nos ayude a discernir juntos cómo reactivar el espíritu misionero que el Papa Francisco nos transmite con su ejemplo y su magisterio! Estamos aquí reunidos algunos pocos de manera presencial, pero muchos en modalidad telemática, y tantos otros y otras en modalidad de oración, para actualizar un compromiso solemne adquirido en la Conferencia de Aparecida, desplegado en la misión continental y confirmado por la presencia del Papa Francisco en la sede de Pedro”, ha dicho el purpurado. Además ha destacado el papel de dos laicos latinoamericanos en la Pontificia Comisión para América Latina: “El Señor Rodrigo Guerra, mexicano, Secretario de la Comisión, y la Señora Emilce Cuda, argentina, jefe de oficina en la mismaComisión. Me alegro mucho de estar acompañado por ambos en esta asamblea eclesial y estoy convencido de que en los años venideros la contribución de ambos será notable y apreciada debido a sus experiencias y competencias comoacadémicos y agentes de pastoral, animadores de buenas prácticas en el campo de la doctrina social de la Iglesia”. El Cardenal Ouellet ha destacado el Documento para el discernimiento, el cual “me ha alegrado mucho al leer”, porque “se ha recuperado una de las más breves y potentes intuiciones de Aparecida: “la fe nos libera del aislamiento del yo, porque nos lleva a la comunión” (DAp 156)”, y pocas líneas después, se nos recuerda: “Porque “la comunión es misionera y la misión es para la comunión” (DAp 163), la sinodalidad debe comprenderse siempre en un dinamismo en ‘salida’”. A continuación presentamos el discurso completo: SALUDO A LA ASAMBLEA ECLESIAL DE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBEMarc Card. OuelletCONGREGACIÓN PARA LOS OBISPOS COMISIÓN PONTIFICIA PARA AMÉRICA LATINANOVIEMBRE 2021SEÑOR PRESIDENTE DEL CELAM, ESTIMADOS MIEMBROS DE LA PRESIDENCIA DEL CELAM, OBISPOSCOORDINADORES DE LOS CENTROS PASTORALES, Y MUY QUERIDOSPARTICIPANTES EN ESTA ASAMBLEA ECLESIALLATINOAMERICANA: “Si el Señor no construye la casa, en vano se cansan los albañiles” (Sal 126). ¡Que el Espíritu del Señor presente en medio de nosotros nos ayude a discernir juntos cómo reactivar el espíritu misionero que el Papa Francisco nos transmite con su ejemplo y su magisterio! Estamos aquí reunidos algunos pocos de manera presencial, pero muchos en modalidad telemática, y tantos otros y otras en modalidad de oración, para actualizar un compromiso solemne adquirido en la Conferencia de Aparecida, desplegado en la misión continental y confirmado por la presencia del Papa Francisco en la sede de Pedro. Saludo muy cordialmente a todos ustedes en su nombre, pastores y fieles, familias y autoridades eclesiales y civiles de nuestros pueblos del continente y del Caribe. Considero un privilegio estar en medio de ustedes a pesar de la pandemia que nos sigue limitando pero que no ha podido frenar el dinamismo eclesial y social del continente de la esperanza. Este dinamismo se expresa en la iniciativa original de esta Asamblea continental que asume el reto de la sinodalidad y promete reactivar un compromiso misionero creativo en el espíritu de la Evangelii Gaudium. Les brindo este saludo en nombre de la Congregación para los Obispos, que tiene un interés creciente en América latina por el hecho de que el Papa Francisco confirmó la vinculación de la Comisión Pontificia para América latina con esta Congregación, fortaleciendo su composición con el nombramiento de dos nuevas figuras conocidas en muchos ambientes eclesiales, universitarios y populares de América latina: El Señor Rodrigo Guerra, mexicano, Secretario de la Comisión, y la Señora Emilce Cuda, argentina, jefe de oficina en la misma Comisión. Me alegro mucho de estar acompañado por ambos en esta asamblea eclesial y estoy convencido de que en los años venideros la contribución de ambos será notable y apreciada debido a sus experiencias y competencias como académicos y agentes de pastoral, animadores de buenas prácticas en el campo de la doctrina social de la Iglesia. La Asamblea eclesial de América Latina y el Caribe es una de las variadas formas cómo la Iglesia reaprende a escuchar y a discernir. Hace pocos días, cuando el Papa Francisco daba inicio al proceso sinodal, nos regaló algunas consideraciones que me parece también nos aplican aquí. El Santo Padre afirmaba que es preciso que nos volvamos “Iglesia de la escucha”, para así: “Tomarnos una pausa de nuestros ajetreos, para frenar nuestras ansias pastorales y detenernos a escuchar. Escuchar el Espíritu en la adoración y la oración. ¡Cuánto nos hace falta hoy la oración de adoración! Muchos han perdido no sólo la costumbre, sino también la noción de lo que significa adorar. Escuchar a los hermanos y hermanas acerca de las esperanzas y las crisis de la fe en las diversas partes del mundo, las urgencias de renovación de la vida pastoral y las señales que provienen de las realidades locales.”1 Fijémonos cómo en este breve texto, el Papa Francisco nos afina la mirada: primero y antes que nada es preciso escuchar al Espíritu en la adoración y la oración. Muchas veces nuestras propias ideas llenan nuestra mente y nuestro corazón. Aún al arrodillarnos, nuestra vida interior se llena muchas veces de nuestros propios planes y de nuestros alambicados juicios previos, es decir, de nuestros pre-juicios. Habiendo orado y adorado, podemos ahora sí, escuchar a nuestro hermano con apertura sincera de corazón. Y escuchando a Dios y a nuestros hermanos viviremos una experiencia de sorpresa y de ampliación de horizontes. Así mismo, me ha alegrado mucho al leer el documento para el discernimiento comunitario que se ha recuperado una de las más breves y potentes intuiciones de Aparecida: “la fe nos libera del aislamiento del yo, porque nos lleva a la comunión” (DAp 156)”, y pocas líneas después, se nos recuerda: “Porque “la comunión es misionera y la misión es para la comunión” (DAp 163), la

22
Nov

Himno de la Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe

Previo a la Eucaristía de inicio en la Basílica de Guadalupe, que presidió Monseñor Miguel Cabrejos, presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam) y arzobispo de Trujillo (Perú), fue el lanzamiento de “Discípulos misioneros en salida”, el himno oficial de la Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe, el cual está disponible en español y en portugués. En un comunicado, el Comité de Comunicación de la Asamblea Eclesial, ha explicado que “con el nombre ‘Discípulos misioneros en salida’ y al abrigo de nuestra Señora de Guadalupe con este canto queremos invitar a todo el Pueblo de Dios en el continente a caminar juntos por una Iglesia más misionera, en salida y sinodal”. Prosigue el comunicado: “Debemos ir al encuentro de los descartados y sobre todo como se lee en el primer estribillo: Venimos de Aparecida trayendo el fuego que nos impulsa/ a ser pregoneros del Evangelio vivo que es Jesucristo./ Hoy nuestros pueblos claman y la respuesta ha de ser urgente. /Por un mundo más humano, se renueva nuestra Iglesia misionera y sinodal”. Cabe recordar que este himno fue compuesto por el cantante ecuatoriano Juan Morales Montero. Licenciado en Filosofía por la Pontificia Universidad Católica de Ecuador. Reconocido por su amplia trayectoria musical en el mundo católico, con 23 años de vida musical, 39 producciones realizadas y más de 500 canciones publicadas al servicio de la evangelización. A continuación el enlace para escuchar el himno Prensa CEVNota de prensa CELAM22 de octubre de 2021

22
Nov

Mensaje de Apertura de la Asamblea Eclesial a Asamblea Eclesial de América Latina y El Caribe

México.- Monseñor Miguel Cabrejos, presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam) y arzobispo de Trujillo (Perú), estuvo a cargo del Mensaje de apertura a la Primera Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe y ha agradecido en primer lugar “una vez más al Dios de la vida y a Nuestra Madre María de Guadalupe, así como a tantas personas que han hecho posible este encuentro virtual y presencial”. Además aprovechó la ocasión para agradecer al “Papa Francisco por su cercanía y apoyo permanente, a los representantes de la Santa Sede que participan en esta Asamblea, a los invitados especiales que nos acompañan, a todas las instancias eclesiales y miembros del Pueblo de Dios que han participado en el proceso de preparación, a los representantes de otras iglesias, y en particular a la Conferencia Episcopal Mexicana por acogernos en su Sede y brindarnos su ayuda”. En este sentido, ha señalado que “el sucesor de Pedro nos indica el espíritu que debe animar la Asamblea y el itinerario a seguir. Este ‘caminar juntos’, significado literal de la sinodalidad, se acompaña de la fuerza renovadora que nos ha dado el Concilio Vaticano II, donde no sólo se pide una conversión de la Iglesia, sino que nos da las bases para lograrla. Esta Asamblea, junto con todo el magisterio Latinoamericano, es una expresión del modo en que nuestra Iglesia continúa en su compromiso por vivir a plenitud los llamados del Concilio Vaticano II”. Por otra parte, el prelado ha recordado: “Aparecida, en el 2007, como experiencia eclesial que inspira y acompaña esta Asamblea, nos llama a todos a ser discípulos misioneros, y a pasar de una “pastoral de mera conservación a una pastoral decididamente misionera” (DAp 370). Esperamos que esta Asamblea sea un instrumento significativo para este fin”. “El acontecimiento que hoy iniciamos formalmente se enmarca en el intenso proceso de discernimiento vivido por el Episcopado Latinoamericano, con algunos representantes de otras instancias eclesiales, en la Asamblea del CELAM enTegucigalpa (2019). Ahí se dieron las orientaciones para realizar una renovación y reestructuración pastoral e institucional del Celam”, acotó. A continuación presentamos el discurso completo: MENSAJE DE APERTURA A LA PRIMERA ASAMBLEA ECLESIAL DE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBECasa Lago, Ciudad de México22 de noviembre de 2021Mons. Miguel Cabrejos, OFMPresidente del CELAM Deseo comenzar este mensaje de apertura, agradeciendo una vez más al Dios de la vida y a Nuestra Madre María de Guadalupe, así como a tantas personas que han hecho posible este encuentro virtual y presencial. Un agradecimiento al Papa Francisco por su cercanía y apoyo permanente, a los representantes de la Santa Sede que participan en esta Asamblea, a los invitados especiales que nos acompañan, a todas las instancias eclesiales y miembros del Pueblo de Dios que han participado en el proceso de preparación, a los representantes de otras iglesias, y en particular a la Conferencia Episcopal Mexicana por acogernos en su Sede y brindarnos su ayuda. Retomo las palabras que Su Santidad, el Papa Francisco, nos dirigió en enero de este año a todos los que hoy somos parte de esta experiencia sinodal inédita para nuestra Iglesia en América Latina y el Caribe, en comunión con toda la Iglesia universal: “Esta Asamblea debe estar junto al pueblo, no se olviden que todos somos parte del Pueblo de Dios… Ese pueblo de Dios que es infalibile in credendo, como nos dice el Concilio Vaticano II, es el que nos da la pertenencia… la Iglesia se da al partir el pan, la Iglesia se da con todos sin exclusión y una Asamblea Eclesial es signo de esto; de una Iglesia sin exclusión”. El sucesor de Pedro nos indica el espíritu que debe animar la Asamblea y el itinerario a seguir. Este “caminar juntos”, significado literal de la sinodalidad, se acompaña de la fuerza renovadora que nos ha dado el Concilio Vaticano II, donde no sólo se pide una conversión de la Iglesia, sino que nos da las bases para lograrla. Esta Asamblea, junto con todo el magisterio Latinoamericano, es una expresión del modo en que nuestra Iglesia continúa en su compromiso por vivir a plenitud los llamados del Concilio Vaticano II. De hecho, el Decreto Conciliar Unitatis Redintegratio, (noviembre, 1964), presenta de forma clara la necesidad de reforma permanente de la Iglesia: “La Iglesia peregrina en este mundo es llamada por Cristo a una permanente reforma, de la que ella, en cuanto institución terrena y humana, necesita permanentemente” (n.6). Esto se realiza desde la concepción eclesiológica propuesta por el Concilio, que concibe a la Iglesia como sacramento universal de salvación (cf LG 1), pueblo de Dios (LG 2), sujeto histórico de la evangelización; todo el Pueblo de Dios anuncia el Evangelio (EG 111-134); por eso, cada bautizado es convocado a ser protagonista en la misión con un énfasis ministerial (LG 3). Aparecida, en el 2007, como experiencia eclesial que inspira y acompaña esta Asamblea, nos llama a todos a ser discípulos misioneros, y a pasar de una “pastoral de mera conservación a una pastoral decididamente misionera” (DAp 370). Esperamos que esta Asamblea sea un instrumento significativo para este fin. El acontecimiento que hoy iniciamos formalmente se enmarca en el intenso proceso de discernimiento vivido por el Episcopado Latinoamericano, con algunos representantes de otras instancias eclesiales, en la Asamblea del CELAM en Tegucigalpa (2019). Ahí se dieron las orientaciones para realizar una renovación y reestructuración pastoral e institucional del CELAM. Entre muchas directrices, quisiera compartir algunas que nos ayuden a comprender el camino hacia esta Primera Asamblea Eclesial: 1. Hacer un alto en el camino para realizar un análisis y discernimiento serios sobre la misión pastoral del CELAM;2. Animar a que el CELAM sea una escuela de sinodalidad;3. Reestructurarnos para responder a la realidad y ser competentes ante ella;4. Idear otra estructura pastoral más adecuada. Con este mandato, el CELAM, junto con toda la Iglesia en América Latina y el Caribe, se ha puesto en actitud de escucha, con la convicción de que en este “Kairós”, que es el tiempo propicio de Dios,

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Mons. Miguel Cabrejos: en la Asamblea Eclesial «nos hermanamos en diversidad de ministerios y carismas»

México.- En la Solemnidad de Cristo Rey, a los pies de María de Guadalupe, la Iglesia de América Latina y el Caribe se ha reunido para la apertura de la Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe. Durante la Eucaristía presidida por Mons. Miguel Cabrejos, presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam), el prelado ha afirmado que los participantes de la Asamblea, más de mil, entre los presentes en Ciudad de México y quienes participan virtualmente, estaban allí para dar “gracias a Dios por esta nueva experiencia de vivir, sentir y participar en la Iglesia”. En su homilía, el arzobispo de Trujillo, afirmó que la Asamblea Eclesial llega después de “un largo camino recorrido juntos, escuchando a todos, sintiendo lo hermoso que es ser miembro del Cuerpo Místico de Cristo, protagonistas y corresponsables de la evangelización como discípulos misioneros”. Pidió a Dios “que abra nuestro corazón para dejarnos guiar en espíritu de escucha, sinodalidad y unidad eclesial, y descubrir lo que Él quiere decirnos como pueblo de Dios en camino”. En un llamado a hacer la Voluntad de Dios, dijo que “la verdadera grandeza está en dejarse iluminar por la Luz de la Verdad, en descubrir la acción de Dios en la historia, en adherirse al proyecto de Jesucristo y tener la verdad como norma suprema de comportamiento”. El prelado peruano comparó esta Asamblea con la Conferencia de Medellín, que definía como “la ‘recepción creativa’ del Concilio Vaticano II en un contexto marcado por la pobreza y la exclusión”. Del mismo modo, expresó ver esta Asamblea Eclesial como el momento “para ‘reavivar Aparecida’, que reafirmó la renovación conciliar, busca contribuir para una ‘segunda recepción’ del Vaticano II en el nuevo contexto en que vivimos”. Según Mons. Cabrejos, es una Asamblea histórica, “pues, en vez de haber realizado la VI Conferencia General de los Obispos, el Papa Francisco, propuso esta Asamblea Eclesial, integrada por representantes de todo el Pueblo de Dios”. Estamos ante “el paso de una asamblea donde participaban sólo Obispos, a una Asamblea plenamente Eclesial”, insistió el presidente del Celam. Destacando la amplia participación, Mons. Cabrejos señaló que en la Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe, “nos hermanamos en diversidad de ministerios y carismas”. Junto con ello, “inaugura un nuevo organismo sinodal en el ámbito continental, que sitúa la colegialidad episcopal en el seno de la sinodalidad eclesial, expresión de la vinculación del Obispo con el Pueblo de Dios en su Iglesia Local, y de concepción de la Iglesia universal como una ‘Iglesia de Iglesias Locales’, presididas en la unidad por el Obispo de la Iglesia de Roma, con Pedro y bajo Pedro”. Señaló que es un nuevo Pentecostés, en el que también está presente “Nuestra Madre, María del Tepeyac, quien representa a todas las advocaciones que sostienen y sustentan la vida e identidad de nuestros pueblos Latinoamericanos y Caribeños”. A ella invocó “su fiel y potente intercesión, para que nos muestre el rostro y la mirada de Cristo en esta etapa de encuentro presencial y virtual. A María de Guadalupe también pidió “que nos señale el camino que Dios desea para su Iglesia en nuestra región”, y docilidad “para asumir un proceso de conversión permanente, en comunión con el Concilio Vaticano II y el Papa Francisco, en camino al Sínodo sobre la Sinodalidad, y lo que signifiquen las exigencias pastorales hacia el Jubileo del acontecimiento Guadalupano (2031) y el de la Redención (2033)”. A ella le ofrecía el camino recorrido desde Aparecida, de la que, recordando las palabras del Papa Francisco, “todavía tiene mucho que ofrecer”. Mostrando la voluntad de acompañarle en este Kairós, Mons. Cabrejos ha dicho querer, “en la difícil unidad en la diversidad, responder y acompañar a todo el pueblo de Dios en una hora profundamente compleja y difícil”, insistiendo en no olvidar que en los vulnerables, “¡Cristo sigue crucificado en ellos!”. A la luz del Evangelio del día, denunció la ruptura de comunión y de fraternidad, lo que se hace presente “en la inequidad; en la violencia extendida; en los falsos testimonios de líderes que abandonan el sentido de servicio de sus responsabilidades; en la crisis sin precedentes de nuestra casa común, donde los preferidos del Señor son los más afectados”. Junto con ello se sentía interpelado por el dolor de las mujeres, “quienes han sufrido abusos o exclusión sistemática”, también por los migrantes, muchas veces rechazados. Para la Asamblea, el presidente del Celam ha pedido “el don de la escucha, aquella que nos lleve a salir de nuestras reducidas posiciones particulares, y nos acerque a los hermanos y hermanas para buscar a Dios en común y en comunión”. También pidió seguir el ejemplo de San Juan Diego, “para abrir nuestros corazones a la interculturalidad, sin temores ni dudas”. Prensa CEVNota de prensa Asamblea Eclesial de América22 de noviembre de 2021