Categoría: Eclesial Internacional

26
Nov

Asamblea Eclesial. Presidenta de la CLAR: estamos llamados a caminar sinodalmente

La Presidenta de la CLAR, la Hermana Liliana Franco, comparte con Vatican News sus impresiones de la Primera Asamblea Eclesial de América Latina y El Caribe y resalta que, “esta Asamblea es fundamentalmente un tiempo de gracia, tiempo para el Espíritu y para la escucha reverente y activa”. Vaticano “La Asamblea está siendo un espacio de sinodalidad, yo diría, un laboratorio de sinodalidad en el que nos damos la oportunidad de escucharnos y acogernos en nuestras diferencias con la conciencia y la certeza de que la pluralidad es para la Iglesia el don”, lo dijo la Hermana Gloria Liliana Franco, ODN, Presidenta de la CLAR, en declaraciones para Vatican News sobre su ponencia en el panel que sostuvo este 25 de noviembre titulado: “De la Asamblea Eclesial de América Latina y El Caribe hacia el Sínodo de la sinodalidad”. La Asamblea Eclesial, un laboratorio de sinodalidad La Religiosa colombiana declaró que, “esta Asamblea es fundamentalmente un tiempo de gracia, tiempo para el Espíritu y para la escucha reverente y activa, también a la realidad, a los clamores de la historia, del pueblo”. Asimismo, dijo que, esta Asamblea tiene que hacer eco de los rostros y de las voces de los hermanos y hermanas con los que hacemos camino en este continente. Por ello, la Hermana Liliana Franco considera que, la Asamblea está siendo un espacio de sinodalidad, yo diría, un laboratorio de sinodalidad en el que nos damos la oportunidad de escucharnos y acogernos en nuestras diferencias con la conciencia y la certeza también, de que la pluralidad es para la Iglesia el don, la pluralidad posibilita el arte del encuentro, la mística del encuentro y de la comunión. Decidirnos a iniciar ese itinerario de conversión personal La Presidenta de la CLAR al referirse a su participación en el panel “De la Asamblea Eclesial de América al Sínodo sobre sinodalidad, comunión, participación y misión” dijo que, este evento fue un tejido de reflexión, de palabras, de convicciones y también de sentimientos que nos animan a reconocer que fundamentalmente es un proceso que no supondrá contemplación de la realidad, escucha a los clamores del pueblo en esta historia y nos supondrá también discernir, pasar por el corazón, decidirnos a iniciar ese itinerario de conversión personal, estructural, eclesial, que nos permita responder de una manera más significativa a lo que Dios nos está pidiendo en este momento de la historia. Está Asamblea es tiempo de gracia, es tiempo de conversión Finalmente, la Hermana Liliana Franco señaló que, “De la Asamblea al sínodo sobre sinodalidad”, estamos convocados todos a coger esa invitación del Papa Francisco a la reforma, a la transformación, a la revisión consciente, a la crítica humilde de esos modos de proceder, de esas maneras de relacionarnos que a lo mejor han estado alejadas    del querer de Dios. Y hoy, todos nosotros a lo que estamos llamados es a caminar sinodalmente en condición de hermanos para hacer posible una respuesta más significativa, con mayor parresia, de mayor significado de la Iglesia en nuestro tiempo. Prensa CEVNota de Vatican News26 de noviembre de 2021

26
Nov

Participación, comunión y misión: Cardenal Oullet y las claves de la sinodalidad

El Prefecto de la Congregación para los Obispos y Presidente de la Pontificia Comisión para América Latina, cardenal Marc Oullet, participó el 25 de noviembre en los trabajos de la Primera Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe que se está celebrando en Ciudad de México. En su discurso profundizó sobre el sentido del sueño propuesto por el Papa Francisco, de una Iglesia sinodal, que está delineado por tres dimensiones o claves fundamentales: la participación, la comunión y la misión. Vaticano. En el marco de la Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe que se está celebrando en Ciudad de México, el cardenal Marc Ouellet, Prefecto de la Congregación para los Obispos y Presidente de la Pontificia Comisión para América Latina, participó en la jornada de trabajos del 25 de noviembre. «¿Cuál es el sueño de una Iglesia sinodal? ¿Una nueva moda? ¿Una estrategia de comunicación? ¿Una ideología disfrazada de programa pastoral? ¿Un método para la conversión misionera de la Iglesia?» Con esta serie de preguntas, el purpurado inició su alocución explicando que más allá de las cuestiones y dudas que puedan surgir sobre el sentido del sueño del Papa Francisco de una Iglesia sinodal, la realidad es muy simple: El Papa -afirmó el cardenal- cree en el Espíritu Santo y quiere que aprendamos a escucharlo mejor en todos los niveles de la Iglesia, desde el último barrio de las grandes metrópolis de América Latina hasta la cumbre del colegio de los pastores, pasando por las parroquias, las universidades, las asociaciones, los campesinos, los movimientos populares, culturales y sociales, etc. Renovar nuestros corazones desde la fe Para Oullet el punto central está en escuchar lo que el Espíritu Santo está diciendo a todos y cada uno con atención, «sin precipitación, sin ideas preconcebidas o prejuicios, sin inducir en el momento de la consulta lo que quisiéramos promover como modelo de Iglesia». En este sentido, el Presidente de la Pontificia Comisión para América Latina destacó que el Papa, espera que, desde la experiencia de la fe, «todos podamos contribuir a renovar nuestros corazones, nuestra pastoral y nuestras estructuras para que la Iglesia cada día viva más conforme al estilo de Jesús». Tres dimensiones de una Iglesia sinodal Asimismo, el purpurado hizo hincapié en las tres dimensiones de una Iglesia sinodal que el Papa Francisco delineó para orientarnos en la escucha del Espíritu Santo y que son la participación, la comunión y la misión: “La participación supone despertar la fe, para que nos pongamos todos y todas en camino, que vayamos hacia Jesús, que encontremos a María junto a su Cruz, que nos congreguemos en el Cenáculo para comulgar a su cuerpo y su sangre, que salgamos a la calle para dar testimonio de su resurrección y para proclamar las maravillas de su Espíritu de Vida nueva y eterna, Vida de resucitado participada y celebrada en nuestro bautismo” La Iglesia sinodal en América Latina será mariana o no será Antes de finalizar, el cardenal Oullet quiso felicitar al CELAM por el esfuerzo desplegado en la organización tan compleja y creativa de esat Asamblea en tiempos de pandemia, en la cual la figura de la Virgen María desempeña un papel fundamental, más allá de la devoción popular, ya que -puntualizó el purpurado- «la Iglesia sinodal en América Latina será mariana o no será»: “Esto no lo digo por mera devoción, lo digo por los hechos que imponen pensar el futuro de América Latina a la luz del camino mariano de nuestras iglesias a lo largo de los siglos. La experiencia de San Juan Diego al encontrarse con la Virgen de Guadalupe, al llevar una buena noticia al obispo Zumárraga, y en el fondo, al estar disponible para construir comunión y reconciliación; nos educa en la verdadera sinodalidad que puede renovar a la Iglesia” El sueño sinodal del Papa no es ideológico, sino misionero Igualmente, el purpurado compartió con los presentes su compromiso personal en la promoción de un Simposio mundial sobre el sacerdocio ministerial y sobre el sacerdocio común de los fieles que se celebrará en Roma el próximo mes de febrero del 17 al 19, con miras a estimular la reflexión teológica y el compromiso vocacional con especial énfasis sobre el bautismo que es el fundamento de todas las vocaciones. Por ello, invitó a consultar el sitio web de la organización donde se encuentran todos los datos del programa y la posibilidad de participar presencialmente y eventualmente online. Oullet concluyó su discurso indicando que el sueño sinodal del Papa Francisco «no es ideológico, ni estratégico, utópico o mediático», sino más bien «un sueño paterno, mariano, ecológico integral, misionero y fraterno, esperanzador para toda la humanidad». Prensa CEVNota de Vatican News26 de noviembre de 2021

25
Nov

Realizada oración dedicada al Día Internacional de la eliminación de la violencia contra la mujer en la Asamblea Eclesial de América Latina y El Caribe

La oración inicial del cuarto día de la Asamblea Eclesial de América Latina y El Caribe se desarrolló en el marco del día internacional de la eliminación de la violencia contra la mujer. «Levántate mujer, nunca te rindas; Levántate y empieza una vez más», expresaron en oración. La ocasión fue propicia para «pedir perdón por lo que más nos duele», por las heridas de tantas mujeres abusadas en distintas formas de violencia, y también «para agradecer por lo que más nos da esperanza», apuntando a ser Iglesia que acompaña a las mujeres en sus luchas. Se culminó con la siguiente oración:Te pedimos, Señor, que bendigas a todas las mujeres víctimasde la violencia y cuantos luchan por erradicarla; bendigas acada una de ellas, que son rostro femenino de la Iglesia yfirme ternura de la Trinidad. Por Jesucristo nuestro Señor. Prensa CEV25 de noviembre de 2021

25
Nov

Sinodalidad: “Una sinfonía cantada en una infinita posibilidad de variaciones”

Cuatro pesos pesados de una Iglesia que quiere ser sinodal, distintas formas de vivir la fe, desde diferentes ministerios y servicios eclesiales. Todo eso se ha hecho presente en uno de los momentos que podemos decir destacados en el discurrir de la Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe. «De la Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe hacia el Sínodo de la sinodalidad» La reflexión del largo panel celebrado en la mañana de este jueves 25 de noviembre, en el que la reflexión giró en torno al tema: “De la Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe hacia el Sínodo de la sinodalidad”, contó con la presencia de dos cardenales de la Curia Vaticana, Marc Ouellet y Mario Grech, de la presidenta de la Vida Religiosa en el continente, Liliana Franco, y de Mauricio López, mexicano, laico y coordinador del Centro de Redes y Acción Pastoral del Celam. Una expresión de la visión pastoral del Papa Francisco Alguien que, como Secretario General del Sínodo, “casi todos los días debo hablar de la sinodalidad y del Sínodo de la sinodalidad”, ha decido sentirse honrado de poder dirigirse a la Asamblea Eclesial, continuidad de una historia de “comunión eclesial, que podría ser un ejemplo para muchas Conferencias Episcopales”. El purpurado ha definido este encuentro como “una expresión de la visión pastoral del Papa Francisco”, y un puente entre el Sínodo de la Amazonía y el Sínodo sobre la Sinodalidad. El cardenal Grech ha reflexionado sobre “la estrecha relación entre sinodalidad y misión”, presente en la Evangelii Gaudium, “un documento sobre la dimensión misionera de la Iglesia”, sobre la Iglesia en salida. A partir de ahí reflexionaba sobre la «comunidad sinodal», que “tiene un deseo inagotable de ofrecer misericordia”, que “sabe dar fruto», que “sabe celebrar». Para el secretario del Sínodo de los Obispos, “la Iglesia crece en sinodalidad, asume una forma cada vez más sinodal cuanto más vive y practica un estilo sinodal”. Frente a eso invitaba a “pensar en el escenario de la misión de una Iglesia no sinodal”. Sinodalidad desde la escucha-discernimiento Para el cardenal Grech, “un proyecto misionero sólo puede surgir del proceso sinodal de escucha-discernimiento, que es, además, un ejercicio de discipulado”. En ese sentido recordaba el concepto de «sinodalidad misionera», que aparece en el Documento Final del Sínodo de la Amazonia. Desde ahí lanzaba un desafío a los presentes: “la profundización del vínculo entre estas dos dimensiones de la Iglesia puede ser uno de los aportes más significativos de esta Asamblea y del camino sinodal de las Iglesias de América Latina y el Caribe”. Se trata de dar continuidad a un «caminar juntos» presente en la historia de la Iglesia del continente. También destacaba el aporte de la Iglesia de América Latina y el Caribe en el método de escucha, esperando “una contribución que abra perspectivas sobre el modo de hacer operativas las instancias intermedias de la sinodalidad”. Junto con eso el saber “entender la Iglesia como Pueblo de Dios”, advirtiendo sobre las divisiones en la Iglesia, que demandan una conversión sinodal, sobre “aquellos grupos y sectas cristianas que promueven una comprensión individualista e intimista de la fe”. Ante ello, “la respuesta más creíble es la de la comunión”, según el purpurado, en una Iglesia donde “la Tradición no es un canto al unísono”, sino “una sinfonía, donde cada voz, cada registro, cada timbre vocal enriquece el único Evangelio, cantado en una infinita posibilidad de variaciones”. El Papa cree en el Espíritu Santo El cardenal Ouellet comenzó haciéndose algunas preguntas: “¿Cuál es el sueño de una Iglesia sinodal? ¿Una nueva moda? ¿Una estrategia de comunicación? ¿Una ideología disfrazada de programa pastoral? ¿Un método para la conversión misionera de la Iglesia?”. El sueño de una Iglesia sinodal del Papa Francisco provoca reacciones diferentes, aunque el purpurado quiso dejar claro que “el Papa cree en el Espíritu Santo y quiere que aprendamos a escucharlo mejor en todos los niveles de la Iglesia”. Ello supone “escuchar a todos y cada uno con atención, sin precipitación, sin ideas preconcebidas o prejuicios”. Lo que le importa al Papa, según el Prefecto de la Congregación para los Obispos, no es “un nuevo modelo de Iglesia”, sino “la fe de los bautizados y de aquellos por bautizar”. Una Iglesia caminante en la fe El purpurado canadiense ha insistido en que lo fundamental es la certeza de la fe, algo muy presente en la Biblia. Por eso, “una Iglesia sinodal es una Iglesia caminante en la fe”, algo recogido en el Magisterio continental y en el del Papa Francisco y presente a lo largo de la historia de la evangelización en el continente, que le dio una unidad “que se fraguó en la sangre de muchos mártires”. Una Iglesia sinodal en América Latina y el Caribe que necesariamente tiene que ser mariana. De cara al próximo Sínodo destacó la importancia de la participación, comunión, misión, reflexionando sobre cada una de estas dimensiones. El presidente de la Comisión Pontificia para América Latina, agradecido por la oportunidad de participar de la Asamblea, felicitando al Celam “por el esfuerzo desplegado en esta organización tan compleja y creativa en tiempos de pandemia”. Algo que va a incentivar el próximo proceso sinodal, afirmó el purpurado, que encerró su intervención reflexionando sobre las vocaciones en una Iglesia sinodal. Ubicarnos en el lugar de la humildad En nombre de la Vida Religiosa del Continente, la Hna. Liliana Franco, comenzó afirmando que estamos “ante un proceso, un itinerario de encuentro y conversión”, en el que es necesario “ubicarnos en el lugar de la humildad, reconocer nuestro pecado”, y cambiar los modos de relación. Estamos ante “una nueva mirada contemplativa, más teologal y encarnada”, que debe llevarnos a “afinar la mirada para contemplar la realidad y agudizar el oído para escuchar al Espíritu que no cesa de gemir”. Desde ahí se va tejiendo la comunión, desde el claro-oscuro de lo humano, entre fragilidad y gracia. Estamos ante un tiempo de testigos, pues solo así “nuestra narrativa se hace creíble”. Para ello el camino

25
Nov

Mons. Jorge Lozano: escucha no tiene finalidad de marketing religioso

«La escucha no tiene la finalidad de un marketing religioso. Implica entrar con los pies descalzos en los corazones que se abren y se expresan», aseguró Monseñor Jorge Eduardo Lozano, secretario General del Celam en su saludo a los participantes de la Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe este 25 de noviembre. Adherir a la propuesta del Señor Aclarando que la Asamblea Eclesial no finalizará con la Eucaristía del 28 de noviembre, el prelado indicó que se trata de un proceso que comprende diversas fases o etapas y corresponde a este tiempo el recoger los aportes de cada día y continuar realizando el discernimiento de las opciones pastorales para asumir los nuevos desafíos a los cuales Dios nos urge a responder. Trayendo a la memoria el tiempo en que se publicó el Documento Conclusivo de Aparecida, el purpurado recordó que entonces la prioridad era lograr que los obispos se apropiaran de su contenido pero muy pronto la preocupación se dirigió a la apropiación que de su contenido debían hacer las jurisdicciones eclesiásticas y el pueblo de Dios.Estas mismas preocupaciones empiezan a sentirse en la Asamblea Eclesial, cómo lograr que los párrocos se motiven con la Asamblea Eclesial y el camino sinodal que propone Francisco. Respuesta que en gran medida se encuentra en cada uno y su voluntad de adherir a la propuesta del Señor asumiendo los desafíos de la realidad. Sumarnos al camino El arzobispo de San Juan de Cuyo en Argentina, explicó que no se trata de una contraposición de vocaciones, sino de sumarnos todos,  hombres y mujeres de fe que con diversos carismas, vocaciones y ministerios constituyen ese pueblo de Dios que ha sido invitado a caminar en unidad.Conscientes de que la Asamblea Eclesial no es una iniciativa formativa que concluye; sino un espacio en el que se discute, se comparten inquietudes, se discierne y se imagina el futuro, es necesario mantener presentes dos palabras del Papa Francisco en su mensaje: Escucha y desborde. Esto supone voluntad, pero además se trata de tener presente una y otra vez el mensaje del Papa a la Asamblea, se trata de «escuchar la voz de Dios hasta escuchar con Él, el clamor del Pueblo y escuchar al pueblo hasta respirar en él la voluntad a la que Dios nos llama«. Será la escucha la base de la construcción de una Iglesia sinodal. En este sentido, indicó el prelado, es necesario señalar que entre la Asamblea Eclesial y el Sínodo no existe yuxtaposición y menos aún oposición. Son impulsos del mismo Espíritu Santo en el mismo sujeto eclesial. Prensa CEV25 de noviembre de 2021

25
Nov

Rodrigo Guerra: “La Asamblea Eclesial no busca ser una VI Conferencia General, ni parlamento, ni laboratorio de teologías”

Rodrigo Guerra, secretario de la Comisión Pontificia para América Latina, ha asegurado, en entrevista con la revista Vida Nueva, que esta Asamblea Eclesial “es una oportunidad que Dios nos da a los miembros de la Iglesia de América Latina para reaprender a escuchar, y para hacer de este gesto un método permanente en la vida cristiana y en el discernimiento social y pastoral”. “La Asamblea es una experiencia eclesial novedosa pero sostenida en algo muy antiguo y entrañable: escuchar la voz de Dios. Escuchar a Dios que no habla tanto en el ruido, en los altavoces, sino en el silencio interior, en el corazón, en la herida íntima, y en la objetividad del hermano, sobre todo cuando es pobre y marginado”, acotó. Para el laico mexicano “todo lo demás que se pueda decir de la Asamblea, gravita sobre esta breve pero potente afirmación: escuchar la voz de Dios ahí donde se manifieste, sin prejuicio”. Escuchar la voz de Dios En cuanto a distinguir la voz de Dios de otras voces para no caer en una sociologización, ha señalado que “primero, es preciso recordar que bienaventurados los limpios de corazón porque ellos verán a Dios”. Por tanto, –asegura– la presencia de Dios puede percibirse cuando se escucha con corazón recto, limpio, eclesial, a todo el pueblo y no sólo a un sector y cuando la escucha se da al interior de la fe, con contacto íntimo con la Palabra de Dios, y no como quien lee el resultado de una encuesta. “Esto quiere decir que la voz de Dios se hace oír cuando de corazón se vive la experiencia cristiana en comunión”, ha añadido. Reactivar Aparecida Sobre el objetivo que busca la Asamblea Eclesial, ha mencionado que “para el Papa Francisco, el principal desafío que la Asamblea Eclesial debe de atender es cómo reactivar Aparecida y cómo impulsar a fondo Evangelii Gaudium”. De hecho: “La Asamblea no busca ser una VI Conferencia General, un parlamento democratoide o un laboratorio de teologías por interesantes que sean. La Asamblea debe preguntarse con toda seriedad: ¿por qué algunos temas señalados en “Aparecida” no lograron volverse acción sostenida? Al respecto, indica que “Aparecida tiene una enorme riqueza. Sería largo hacer un elenco completo de temas y asuntos pendientes o poco desarrollados en la práctica. Lo más importante, sin embargo, se encuentra expresado en los números 11 y 12 del documento. Es necesario más que nunca recomenzar desde Cristo y evitar toda reducción moralista, sea conservadora, sea liberal”. “La misión de la Iglesia se aletarga, cada vez que la enfermedad del moralismo reaparece. Lo único que dinamiza fuerte y de manera sostenida es redescubrir la frescura y la libertad de Jesús”, ha dicho. Moralismo y clericalismo Asimismo Guerra ha explicado que “el moralismo y el clericalismo son dos de las causas que más inhiben el sentido misional y que fortalecen el nacimiento de grupitos, de actitudes sectarias, de eclesiolas gnósticas al interior de la Iglesia”. Por una parte, “el clericalismo es un vicio profundo que aparece y reaparece en gestos, actitudes y pequeños o grandes detalles de sacerdotes y de laicos”. En tanto “moralismo y clericalismo son caldo de cultivo para atmósferas de “puros”, de “cátaros”, que creen que la agenda cristiana esencial son las batallas culturales reaccionarias”. Precisamente Aparecida y Evangelii gaudium “son como la carta magna de la evangelización auténtica, consciente del cambio de época y de afirmar valientemente que la fe antes que combate es anuncio de una misericordia infinita que exalta la dignidad de toda persona y abre rutas nuevas para repensar”. En algo está claro Guerra: “Afirmar la comunión sin sinodalidad puede prestarse a rigideces y acartonamientos indeseables. Defender la sinodalidad sin comunión puede derivar en un asambleísmo que oculte lógicas de poder en lugar de deseos de aprender del otro”. Prensa CEVNota de prensa Asamblea Eclesial de América Latina y El Caribe25 de noviembre de 2021

25
Nov

Mauricio López: “Esta Asamblea refleja el coraje del pueblo latinoamericano de intuir una llamada de Dios”

En la mitad de la Asamblea, alguien que conoce el funcionamiento de este evento inédito en la historia de la Iglesia, nos ayuda a reflexionar sobre los pasos dados y lo que debería sostenerla de aquí al final. El coordinador del Centro de Redes y Acción Pastoral del Celam hace un análisis en el que establece una clara relación entre lo que se está viviendo en estos días con la teología del Concilio Vaticano II y todo lo que ha representado el Sínodo amazónico y los desgloses posteriores. Podemos decir que estamos en el intermedio de la Asamblea. ¿Cuáles son las grandes pulsiones y las perspectivas que se vislumbran de aquí al final de la Asamblea? Lo primero que a mí me parece es que se va instalando una capacidad discerniente en el Pueblo de Dios. Si en los últimos en los últimos años, a partir de Concilio Vaticano II, hemos ido explorando la noción de Pueblo de Dios, en el tiempo reciente, y sobre todo a través de las escuchas, se va generando una capacidad real del pueblo no se solo receptor, sino sujeto de esta escucha y estos dinamismos, y donde está capacidad les permite, implicarse mucho más en los procesos. Lo digo porque en este primer tramo de la Asamblea Eclesial, vamos notando como la consistencia de un año, o más de un año de preparación para esta Asamblea, se hace visibles. Desde los documentos preparatorios que pulsan los signos de los tiempos, y los documentos del magisterio latinoamericano, no solo Aparecida, y ciertamente la visión del Papa en los temas más urgentes para el mundo, en la escucha, estos temas se profundizan, adquieren un rostro verdaderamente vivo desde el pueblo. Y en estos primeros días, como una realidad nueva, inédita, también híbrida, virtual, presencial, vamos notando no solo que las personas se van haciendo responsables de este proceso y esta experiencia, sino que también las temáticas van teniendo continuidad. Los temas que están apareciendo son los gritos de la realidad que ya intuíamos desde la escucha y el proceso inicial, la necesidad de cambios en la Iglesia desde una situación de clericalismo, un clericalismo que puede y que conduce a abuso, abuso de conciencia, abusos sexuales y abusos de todo tipo. Por otro lado, una situación del papel de las mujeres en la Iglesia y en la sociedad y el modo en que la Iglesia responde. El tipo de papel pastoral que se requiere para este tiempo. Cala muy hondo este tipo de pastoral en salida. Lo que ya se intuía en Aparecida, ahora como una expresión de praxis frente a la realidad, también percibo que el tema de la ministerialidad está presente en las discusiones que vamos teniendo aquí, una ministerialidad que implica otro tipo de formación. Se puede decir que las semillas del Sínodo amazónico están presentes, tienen una ampliación y es significativo ver como está una presencia del Vaticano, pero que quiere ser hermano, que quiere aprender de la experiencia. Presencia de Canadá, Estados Unidos, Asia, Europa, para sumar en esta experiencia. Hay una noción de continuidad de lo ya vivido, donde la escucha es el eje y donde el Pueblo de Dios está cada más siendo sujeto de su historia en términos de discernimiento y de emprender opciones concretas. Hablas de que aquí se están viendo semillas del Sínodo amazónico. ¿Podríamos decir que esta experiencia, la Primera Asamblea Eclesial a nivel continental, que se lleva a cabo por primera vez en la historia de la Iglesia, es una semilla para el Sínodo sobre la Sinodalidad y para experiencias similares en otros continentes? Definitivamente. El punto de partida es la eclesiología del Pueblo de Dios del Concilio Vaticano II, el pontificado de Francisco, que ya levanta muchos aspectos urgentes de la realidad, que se conectan también con su procedencia como latinoamericano, pero que se afirman con mayor fuerza en el modo de escucha del Sínodo amazónico. Además de los temas, que es evidente que los sueños social, cultural, ecológico y eclesial, nos han ayudado a configurar la comprensión de la conversión pastoral. También es muy evidente que la metodología de escucha, quizás es lo más precioso de la experiencia. El método de escucha en el Sínodo amazónico, encomendado a una instancia eclesial articuladora, pero territorial, con una participación real, genuina y activa del Pueblo de Dios, ha sido la semilla más importante. Porque las temáticas son similares en muchos sitios, pero veo que es la metodología la novedad. Insisto lo que decía, el hecho de que el secretario definido por el Papa para el Sínodo sobre sinodalidad, para su Sínodo de los Obispos, haya aceptado y pedido venir para aprender nos dice mucho. Que el relator general del Sínodo sobre la Sinodalidad haya pedido venir, nos dice mucho. Que de entre los teólogos que están ayudando a configurar las reflexiones en aquel Sínodo, estén también los miembros de este proceso de Sínodo amazónico y de nuestra experiencia en el Celam. En el ámbito metodológico también. Creo que ellos ven esto como un laboratorio, como una expresión viva de lo que puede ser. Siendo muy honestos, esta Asamblea está lejos de ser perfecta, pero refleja el coraje del pueblo latinoamericano de intuir una llamada de Dios, y con parresia, con valentía, sin tener todas las certezas, ir hacia adelante. Esto hay que admirarlo en el Celam, esta experiencia es inédita, y lo que está viendo el Sínodo sobre Sinodalidad es si acaso esto es posible. No solo como un laboratorio, sino como expresión viva de aquello que han sido los impulsos del Concilio Vaticano II. Yo creo que sí, y la Ceama es otra experiencia. Sínodo amazónico, inédito en su territorialidad y en el modo de escucha. Asamblea Eclesial en una perspectiva amplia, continental de participación. La Ceama inédita como conferencia. Hay muchos signos, ya no se puede decir que es un empeño de unos pocos o que es una cuestión disociada del empeño del Pueblo de Dios. Te refieres al coraje del pueblo

25
Nov

Cardenal Oswald Gracias a la Asamblea Eclesial: “Son líderes en la Iglesia en sinodalidad”

Un cardenal que atraviesa el mundo para venir a aprender con la Iglesia de América Latina lo que es la sinodalidad. Así podríamos resumir el testimonio del cardenal Oswald Gracias, que agradeció la oportunidad de poder participar de la Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe. El arzobispo de Bombay, que dijo no sentirse competente para hablar sobre la Iglesia de América Latina y del Caribe, ha querido compartir alguna perspectiva desde la realidad de la India y de Asia. La misión de la Iglesia es evangelizar Para empezar, el purpurado afirmó que la misión de la Iglesia es evangelizar, hacer los valores del Reino y del Evangelio presentes y que puedan funcionar en la sociedad”. Según el cardenal Gracias, “en estos tiempos los gobiernos juegan un gran papel, en cuanto políticas y formas de gobierno y maneras de pensar, incluso en las mejores democracias”. En su opinión, “la Iglesia latinoamericana ha jugado el rol como oposición del gobierno en muchos lugares, sin ni siquiera estar en un parlamento”. Destacó que esto lo ha hecho “de marera firme y valiente, con el bien de las personas como bandera”. Para el cardenal indio, “la vida de la Iglesia, la vida de las personas no puede no ser valorada”, recordando la fuerza y compromiso en ese campo, especial de los jóvenes, de quienes destacaba su talento. Por eso, animaba a “identificar aquellos que pueden ser los líderes del futuro de la sociedad, no solo de la Iglesia”, haciendo ver la necesidad de ayudarles “a desarrollar esas capacidades, en liderazgo, en ética, y en la Doctrina Social de la Iglesia”. Para el cardenal, “la política no es algo sucio, muchas veces hemos permitido que sea así, por una falta de acción y de perspectiva de futuro”. En ese punto, cuidar de los futuros líderes puede hacer que “de aquí a unos años van a tener un batallón de líderes, que formen un gobierno que pueda transformar la sociedad”. Para el arzobispo de Bombay, en América Latina y el Caribe, “tienen el personal, las fuerzas, la estructura, las fuentes, tienen los recursos. Solo tienen que creer que van a tener éxito y lo van a tener”. Privilegio de participar del Sínodo para la Amazonía Refiriéndose a los asuntos internos de la Iglesia, recordó que tuvo el privilegio de participar del Sínodo para la Amazonía, “y aprendí mucho de lo que observé y escuché, y con mis conversaciones con los participantes”. Entre los aprendizajes destacó “la importancia del rol que la mujer tiene en la sociedad”, afirmando que “son las pensadoras, las animadoras, las organizadoras, son quienes desarrollan movimientos importantes, especialmente en la Iglesia”. Sin embrago, hizo ver que “aun así muchas veces no son las que toman las decisiones”. Para el cardenal Gracias, esto no es algo forzado por las estructuras de la Iglesia, sino “una praxis que se ha desarrollado”. Por eso llamó a dar responsabilidades a las mujeres, a las religiosas, “que pueden pensar que su compromiso religioso, las obliga a quedarse en el anonimato del convento”. También a las vírgenes consagradas, a quienes “es necesario que la Iglesia reconozca su vocación, también de las mujeres solteras, que sienten el llamado a sentirse solteras”. Falta de Eucaristía en las comunidades Otro desafío para la Iglesia en el que insistió es “la falta de Eucaristía frecuente para las personas, como consecuencia de una falta de cuidado pastoral”, una situación que para el purpurado “no puede ser ignorada”. En ese punto, aseguró que “una teología, una ley, una doctrina en la Iglesia, no es un obstáculo que no puede ser superado”. Afirmó que sí que hay dificultades, grandes dificultades, “pero no son obstáculos insuperables”. Por ellos hizo ver que “lo que se necesita es un poco de reflexión, esto está haciendo que la Iglesia sangre”. Finalmente, hablando sobre la sinodalidad, recordó que “estamos reunidos en medio de un llamado que nos hace el Papa Francisco, que nos llama a la sinodalidad, dado que va a haber un Sínodo sobre la Sinodalidad”. El purpurado definió a la Iglesia de Latinoamérica y el Caribe como “líderes en la Iglesia en esto. Están adelantados a Asia, a África e incluso a Europa”. Algo que dijo haber visto en el Sínodo de la Amazonía y en la preparación de esta Asamblea Eclesial. Ir a las periferias Por eso insistió en que “hay que retarnos, desafiarnos a nosotros mismos, sentirnos a gusto de que hemos hecho suficiente, que hemos cumplido nuestra misión”. El cardenal Gracias recordó el llamado del Papa Francisco a “ir a las periferias, lo hemos escuchado decir, incluso en estos días, que debemos salir al encuentro con los pobres y los que han sido olvidado, y estoy seguro que lo están haciendo”. Finalmente, habló de periferias en otro sentido, “aquellos que ya dejaron la Iglesia y los que están pensando dejarla”. Reconociendo que esta es una pregunta difícil, y reconocer que no sabe lo que está haciendo en su propia diócesis y conferencia episcopal sobre eso, recordó el llamado del Papa Francisco a esto. El cardenal indio dice estar convencido de que “esta invitación que nos está pidiendo el Papa Francisco viene del Espíritu Santo, no solamente desde su   propia experiencia teológica o sus estudios intelectuales, o recomendaciones de amigos, viene de Dios, del Espíritu Santo”. Según el arzobispo de Bombay, “no queda duda de que nos queda mucho por aprender, de estas personas, de estos pueblos, de estas reflexiones, de estas sugerencias y las circunstancias que los han llevado a buscar a Dios en otros lados”. Se preguntaba “dónde les hemos fallado, de qué manera les fallamos”, llamando a no ignorarles y pensar que tenemos todas las respuestas”. Finalmente insistió en que “la Iglesia en Latinoamérica y el Caribe está viva, y el desafío ahora es hacerla incluso más vibrante, y poner al Señor Jesucristo como Rey de nuestras vidas, de nuestras familias, de nuestros pueblos”. Prensa CEVNota de Prensa de América Latina y El Caribe25 de noviembre de 2021

25
Nov

Cardenal Ramazzini: Asamblea Eclesial, un paso más para una Iglesia “que quiere responder a problemáticas muy concretas”

El proceso de discernimiento va avanzando en la Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe, poco a poco van surgiendo propuestas concretas, fruto de una reflexión en los pequeños grupos de discernimiento. Eso va apareciendo en las ruedas de prensa, que este miércoles contó con la presencia de María Inés Vieira, presidenta de los Religiosos brasileños, la joven dominicana Yamille Morillo, el jesuita colombiano Alfredo Ferro, secretario ejecutivo de la CEAMA, y el cardenal Álvaro Ramazzini. Un tiempo de kairós Estamos ante una oportunidad para retomar todo lo vivido por los jóvenes en los últimos y comenzar a realizar acciones concretas, afirmaba Yamille. Se trata de una Asamblea que es considerada por el padre Ferro como un Kairós, un tiempo de profunda conversión que exige caminar juntos, una Iglesia en salida, misionera, misericordiosa, pero sobre todo que escucha, particularmente aquellos que están en las periferias, una Iglesia ministerial, con una nueva ministerialidad, especialmente para las mujeres, sacerdotes casados y otros ministerios. Se debe buscar, según el jesuita colombiano, una Iglesia comunidad de comunidades, una Iglesia que invierta la pirámide, como nos dice el Papa Francisco, que realice transformaciones en sus estructuras y asuma una lucha sin cuartel contra el clericalismo. Una Iglesia capaz de inculturarse y con una liturgia que sea reflejo de la vida, una liturgia sin pompa. Una Iglesia que se comprometa con el cuidado de la Casa Común. Una Iglesia atenta a los signos de los tiempos Desde su realidad cotidiana, el cardenal Ramazzini habló de la problemática del narcotráfico, la guerra de los cárteles, su trabajo transfronterizo entre su Diócesis de Huehuetenango y la de San Cristobal de las Casas en México. Alguien que participó de la Conferencia de Santo Domingo, del Sínodo de América y de Aparecida, dice haber ido viendo el desarrollo de una Iglesia en América Latina y el Caribe que quiere estar muy atenta a los signos de los tiempos y que quiere dar respuestas a problemáticas muy concretas, ante una realidad que nos interpela. Estamos ante una experiencia inédita, según el purpurado guatemalteco, que ve sus raíces en la presencia del Cardenal Bergoglio en Aparecida, donde fue coordinador del comité de redacción. Ahí comenzó a nacer, según el cardenal Ramazzini, esta idea de hacer una asamblea eclesial con una participación de todos los miembros del Pueblo de Dios, experiencia inédita, pero muy desafiante porque es una iniciativa nueva. Acompañar a la juventud Dos de los grandes desafíos que viven los jóvenes es recrear el acompañamiento con la juventud, según Yamille Morillo, acompañar con dignidad a todos los jóvenes desde su realidad de orientación sexual, cultural, de sus creencias, que la Iglesia venga a caminar junto a nosotros, desde nuestras perspectivas. Es necesario “valorar nuestro compromiso, hemos hecho muchos encuentros en todos los niveles para que nuestras voces sean contempladas aquí, que sea reconocido nuestro protagonismo en todos los procesos de la Iglesia, también en esta Asamblea”, insistía la joven dominicana. En América Latina, la juventud enfrenta problemas muy serios, según el obispo de Huehuetenango, problemas de las maras, que denota una crisis en la familia muy profunda y una vivencia institucionalizada, como consecuencia de los conflictos armados vividos. Con ello se ha creado un irrespeto a la vida. La juventud de las comunidades indígenas sufre ante la falta de oportunidades, una de las causas de la migración, que provoca desarraigo, un tema a ser analizado también pastoralmente. Lo mismo dice del relativismo ético, que provoca un estilo de vida con valores éticos dejados a un lado. Vida Religiosa profética Según la hermana María Inés, el protagonismo de los jóvenes se considera una punta de lanza a tener en cuenta desde esta Asamblea. En Brasil, lo que el cardenal denuncia también está presente. «No podemos quedarnos sólo en la escucha, tiene que haber respuestas, lo que más esperamos de esta Asamblea Eclesial es que podamos unirnos en torno a respuestas concretas», insiste la religiosa brasileña. Junto a ello, la importancia de discernir, «estamos perdiendo la juventud, el protagonismo de las mujeres y los pobres”, insiste. De ahí la necesidad de pistas pastorales concretas, porque sin respuestas los procesos sinodales se vacían rápidamente. También llamó a superar la lacra del clericalismo. En la víspera del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, la presidenta de la vida religiosa en Brasil informó sobre el trabajo de la Pastoral Juvenil en este sentido y el compromiso de la vida religiosa en la lucha contra la violencia, especialmente teniendo en cuenta el crecimiento de los feminicidios en Brasil durante la pandemia. Una vida religiosa profética, con una opción preferencial por los pobres, que no discute la ordenación de las mujeres, sino la presencia femenina en los procesos de decisión. Afirmó que «la ordenación puede llevar a la mujer a encerrarse en la sacristía», mostrando su preocupación por la formación de los futuros sacerdotes. Según la religiosa, «las mujeres están más orientadas a la vida, el papel de la mujer en la Iglesia es estar presente donde la vida más clama”. Puestos de liderazgo para las mujeres En ese mismo campo de la mujer, Yamille denunció la negación de la participación de la mujer en los puestos de liderazgo de la Iglesia.  En las parroquias y comunidades el papel de la mujer es importante, son líderes, pero faltan espacios de liderazgo de la mujer en la Iglesia, “se nos niega”, insistió. Ese es un reto inminente que se está hablando en esta Asamblea Eclesial, que demanda acciones concretas para reconocer los puestos de liderazgo de la mujer en la Iglesia y necesidad de espacios seguros para las mujeres víctimas de la violencia. Por eso llamó a romper paradigmas, poder tener respuestas. Hablando sobre los migrantes, el cardenal Ramazzini denunció a las mafias, pidiendo una mayor actuación de los gobiernos contra ellos, pues se juega mucho con el sufrimiento de la gente. El obispo de Huehuetenango denunció que “en nuestros países no se generan fuentes de trabajo o son muy mal pagados, la reestructuración de la economía es fundamental”, criticando la política migratoria del gobierno mexicano. También

25
Nov

Asamblea Eclesial analiza caminos para ser una Iglesia misionera y sinodal

La Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe avanza permitiendo que reflexiones, opiniones y propuestas se abran paso en los diferentes espacios propuestos en la agenda. «Vayan, pues, y hagan discípulos a todas las gentes» fue el fragmento de la Sagrada Escritura que orientó la jornada de este 24 de noviembre. Dejarse interpelar Las actividades se iniciaron con el saludo del segundo vicepresidente del Celam, el cardenal Leopoldo José Brenes que no dudó en afirmar que la Iglesia continental tiene una deuda con Aparecida. Es tiempo de acoger la llamada del Espíritu Santo, mantener dispuesto el corazón y la mente para emprender una nueva ruta para escuchar el llamado a la misión que acepta con valentía los desafíos de la realidad y el mismo Evangelio. El primero de ellos, ser una Iglesia en salida, porque bien lo dijo el Cardenal no nos podemos guardar a nosotros mismos. La Iglesia misionera y Francisco Continuando con el itinerario que se trazó la Asamblea Eclesial, la tercera reflexión estuvo a cargo del coordinador del equipo teológico del Celam, el Padre Carlos Galli. «La Iglesia en salida misionera» fue el título de la charla en la que el teólogo argentino presentó una reflexión que se resume en cinco pasos, partiendo del envío misionero en el Evangelio de Mateo, que actualizado, muestra una Iglesia en proceso constante de reforma.El catedrático habló de la importancia de una Iglesia en salida misionera y cercana al Magisterio del Papa Francisco, así como su influjo en la Asamblea; para cerrar con algunas líneas de lo que el llama el desborde creativo del Espíritu Santo que enriquece  nuestra misión sinodal. Escucha y discernimiento Los trabajos orientados hacia la escucha y el discernimiento se ven reflejados en los conceptos expuestos por los invitados  a las ruedas de prensa que en este caso estuvo acompañada por la hermana María Inés Vieira, presidenta de los Religiosos brasileños, la joven dominicana Yamille Morillo, el sacerdote jesuita colombiano Alfredo Ferro, secretario ejecutivo de la CEAMA, y el cardenal Álvaro Ramazzini. Posteriormente los asambleístas continuaron sus trabajos grupales, cuyos resultados fueron entregados a las comisiones encargadas de sistematizar las conclusiones y que se encuentran integradas por Monseñor Jorge Lozano y los Padres David Jasso y Pedro Brassesco. Frutos de la experiencia Durante el espacio dedicado a los testimonios se escuchó al cardenal Oswald Gracias que atravesó el mundo para aprender con la Iglesia de América Latina el significado de la sinodalidad. El arzobispo de Bombay, dijo no sentirse competente para hablar sobre la Iglesia de América Latina y del Caribe, más bien ha querido compartir alguna perspectiva desde la realidad de la India y de Asia. El día se cerró con el Santo Rosario continental, la celebración de la Eucaristía y la serenata a la Virgen, espacios de oración y contemplación que depositaron a los pies de María, en sus diferentes advocaciones los dolores, esperanzas e iniciativas pastorales que debe desencadenar la realización de la Asamblea. Prensa CEVNota de prensa Asamblea Eclesial de América Latina y El Caribe25 de noviembre de 2021