Categoría: Eclesial Internacional

22
Mar

Cardenal Parolin: «La guerra es un estrago, si hay voluntad la paz es posible»

En el marco de la inauguración del nuevo Centro Bambino Gesù de Passoscuro, Roma, el cardenal secretario de Estado del Vaticano volvió a hablar sobre la urgencia de negociar el conflicto en Ucrania el cual define como un «estrago». Vaticano. El cardenal secretario de Estado del Vaticano habló nuevamente sobre la urgente necesidad de negociar el conflicto en Ucrania, reiterando la voluntad de la Santa Sede de contribuir a la mediación. El purpurado respondió las preguntas de los periodistas en el marco de la inauguración del nuevo centro infantil para cuidados paliativos «Bambino Gesù» de Passoscuro, Roma, en el que también se encuentran niños ucranianos. Durante esta visita, Parolin expresó la profunda consternación que le ha causado ver la condición de enfermos y refugiados que viven estos pequeños: «Estos niños ucranianos que también están aquí, nos han mostrado algunas fotografías, y la situación de la guerra es algo realmente inaceptable… Debido a «sueños» de no sé qué tipo, las consecuencias luego las pagan las personas y los más débiles, los más vulnerables». Al hablar de «sueños», el cardenal hace referencia a las ambiciones que durante 27 días han desatado un infierno en Europa del Este, y que el Secretario de Estado califica de «estrago». «Creo que todos estamos perdidos ante lo que ha ocurrido y sigue ocurriendo, sin saber lo que nos depara el futuro, esperando lograr que se ponga fin a este estrago y que consigamos, en primer lugar, detener la guerra y, después, iniciar negociaciones que puedan conducir a una solución», declaró. La «buena voluntad» de la paz Asimismo, el Papa Francisco ha repetido sin cesar que la Santa Sede está dispuesta a hacer todo lo posible para detener la guerra y el cardenal Parolin también lo reafirma, subrayando que se necesitan intenciones reales para un avance: «Siempre existe la posibilidad de encontrar una solución, una solución que sea honorable para todos, basta con tener la buena voluntad de hacerlo. Creo que en este caso se necesita mucha buena voluntad. La alternativa es la guerra, la alternativa es la violencia, la alternativa es la muerte. Insistimos en que debe haber negociaciones, y estamos dispuestos a hacerlo en la medida en que las partes crean que también pueden aprovechar nuestra colaboración para ayudar a poner fin a esta guerra». Prensa CEVNota de Vatican News22 de marzo de 2022

21
Mar

Carta a los sacerdotes con ocasión del Sínodo: que la Iglesia sea una casa acogedora

Vaticano.- El Secretario General del Sínodo de los Obispos y el Prefecto de la Congregación para el Clero escriben a todos los sacerdotes del mundo exhortándoles a continuar sin miedo el camino de la escucha del Pueblo de Dios, arraigados en la Palabra y superando el riesgo de la autorreferencialidad, el inmovilismo y el intelectualismo Una casa acogedora, de puertas abiertas, habitada por el Señor y animada por relaciones fraternas: este es el verdadero rostro de la Iglesia que el Papa se propone mostrar a través del proceso sinodal. Así lo han recordado el secretario general del Sínodo de los Obispos, el cardenal Mario Grech, y el prefecto de la Congregación para el Clero, monseñor Lazarus You Heung sik, en una carta dirigida a todos los sacerdotes del mundo. Evitar el formalismo, el intelectualismo y el inmovilismo El texto reitera la urgencia de la fraternidad en el mundo, que anhela sin quererlo el encuentro con Jesús. La escucha del Espíritu, junto con todo el Pueblo de Dios, es el método para «renovar nuestra fe y encontrar nuevas formas y lenguajes para compartir el Evangelio». Pone de manifiesto -como ya ha hecho Francisco- los riesgos del “formalismo, que reduce el Sínodo a un eslogan vacío, el intelectualismo, que hace del Sínodo una reflexión teórica sobre los problemas, y el inmovilismo, que nos aferra a la seguridad de nuestros hábitos para que nada cambie – es importante abrir el corazón y escuchar lo que el Espíritu sugiere a las Iglesias».  Corresponsabilidad en la evangelización Seguros de la riqueza de las experiencias de sinodalidad vividas en esta fase diocesana, Grech y You Heung invitan a los sacerdotes a no considerar el camino sinodal como una carga más de trabajo pastoral, una cosa más que hacer, sino que los animan a utilizar esa mirada contemplativa que se complace en observar los brotes que ya están surgiendo espontánea e informalmente. El otro temor que hay que disipar – advierten los autores de la carta – se refiere al papel del liderazgo y a la identidad específica de los ministros ordenados. Qué será de ellos, cabe preguntarse. Aquí se invita a «descubrir cada vez más la igualdad fundamental de todos los bautizados y de estimular a todos los fieles a participar activamente en el camino y la misión de la Iglesia». En definitiva, la palabra clave es la corresponsabilidad en la evangelización.  Escucha mutua para la aceptación mutua Enraizar la Palabra de Dios en la vida es esencial, de lo contrario se corre el riesgo de caminar en la oscuridad y que las reflexiones se conviertan en ideología. La escucha del otro debe conducir a la aceptación mutua: esto es lo que se subraya de nuevo en el texto, que también advierte del riesgo de la autorreferencialidad. En esencia, es necesario sentirse como una sola familia, empezando por los propios sacerdotes. «Cuidar que el viaje no nos lleve a la introspección, sino que nos estimule a salir al encuentro de todos», destaca otro pasaje en el que se citan la Evangelii gaudium y Fratelli tutti, así como aquel conocido sueño de la Iglesia en salida, con el fuego de la caridad y la brújula de la Palabra.  Prensa CEVNota de prensa de Vatican News21 de marzo de 2022

18
Mar

Guerra en Ucrania. Cardenal Tagle: ningún arma puede matar la esperanza

Entrevista con el Presidente de Caritas Internationalis sobre el conflicto en Ucrania, la gran prueba de solidaridad de Europa y los testimonios de humanidad que dan esperanza incluso en un tiempo marcado por el sufrimiento y el dolor. Vaticano. Bajo las bombas, pero trabajando sin parar. Así es como los trabajadores de Cáritas están llevando ayuda a los necesitados en Ucrania, devastada por la agresión militar rusa. A pesar de las dificultades sobre el terreno, Cáritas Ucrania y Cáritas-Spes Ucrania siguen atendiendo a la población. Desde el comienzo del conflicto, se ha prestado asistencia a más de 160.000 personas. Estos van desde la distribución de alimentos hasta la provisión de refugio, pero también la asistencia psicológica. Todas las organizaciones de Cáritas en Europa, y en particular en aquellos países -como Polonia, Rumanía, Moldavia, Hungría y Eslovaquia- que han recibido el mayor número de refugiados que huyen de la guerra, también han realizado esfuerzos extraordinarios. Pedimos al Presidente de Caritas Internationalis y Prefecto de «Propaganda Fide», Luis Antonio Tagle, que se detenga en este compromiso en un mundo que, apretujado entre pandemias y conflictos, tiene dificultades para mirar al futuro con confianza. Cardenal Tagle, desde hace dos años la humanidad se enfrenta a la pandemia del Covid-19. Ahora la guerra en Ucrania, desatada por Rusia con el temor -de muchos- de un nuevo conflicto mundial. ¿Dónde podemos encontrar la esperanza ante un tiempo que parece tan angustioso? Como cristianos debemos confiar en que la esperanza está siempre en Dios. En este tiempo de Cuaresma, la Iglesia -a través de las lecturas- nos invita a renovar nuestra esperanza en Jesucristo. Y esta esperanza significa el triunfo del amor, de la misericordia. Ahora estamos viendo concretamente los signos de esta esperanza. Ninguna pistola puede matar la esperanza, la bondad del espíritu en una persona humana. Hay muchos testimonios al respecto. La esperanza en Jesucristo y en su resurrección es verdadera y puede verse en el testimonio de tantas personas. En el Ángelus del domingo pasado, el Papa Francisco habló de «una agresión militar inaceptable». El 6 de marzo dijo que esto «es una guerra», no «una operación militar especial». Como filipino, y por tanto no europeo, ¿qué emociones siente ante una guerra en el corazón de Europa? En primer lugar, la tristeza. Me siento triste viendo las fotos, escuchando las noticias y estando cerca de este lugar donde hay guerra. Me siento triste y también un poco confundido, ¡porque la humanidad no ha aprendido las lecciones de la historia! Después de tanta guerra y destrucción, ¡seguimos siendo tan duros de corazón! Cuando escucho las historias de mis padres, que vivieron la Segunda Guerra Mundial, no puedo imaginarme, ¡ni siquiera imaginarme! – la pobreza, el sufrimiento que soportaron. Esa generación todavía lleva las heridas de la guerra en su cuerpo y todavía tiene un estado de ánimo herido. ¿Cuándo, cuándo aprenderemos? Estos son mis sentimientos. Esperamos realmente aprender de las lecciones de la historia. Caritas Internationalis nació hace 70 años para hacer frente a las necesidades humanitarias surgidas de la Segunda Guerra Mundial. En la actualidad, ¿cuál es el mayor reto de la red Cáritas en relación con el conflicto de Ucrania? Me parece que el mayor reto de la red, de la familia Cáritas, está inscrito en su misión. La misión es siempre recordar al mundo que todo conflicto, toda catástrofe tiene un rostro humano. La respuesta de Cáritas es siempre humanitaria. Por ejemplo, el conflicto de Ucrania y otros países del mundo suelen presentarse como conflictos políticos y militares, ¡pero se olvidan de las personas! Con nuestra misión, Cáritas recuerda al mundo que la guerra no es una cuestión militar o política, sino ante todo una cuestión humana. El pueblo ucraniano está dando un increíble testimonio de valentía, mientras que los países vecinos -en particular Polonia y Rumanía- están ofreciendo un testimonio de solidaridad excepcional. ¿Qué lección podemos aprender nosotros, que estamos «cerca» pero todavía lejos de esta guerra en Ucrania? Debemos agradecer el testimonio de las personas de Ucrania y de otros países vecinos, y también de los más lejanos, que están enviando ayuda y ofreciendo asistencia. La lección para mí es ésta: en el desierto de la violencia, la persona humana tiene la capacidad de ser buena. La lección para mí es que incluso en una situación mala como la guerra, puede surgir una humanidad mejor. Pero hay un reto: la formación del corazón, de la mente. ¿Cómo empiezan los conflictos? En el corazón, en las decisiones de las personas. La lección está en la forma en que las familias forman a sus hijos en los valores del respeto a los demás, de la escucha, de la compasión, de la elección de un camino de justicia, del diálogo en lugar de la venganza, de la violencia. ¿Hay alguna historia, alguna imagen de esta guerra -estamos conociendo y viendo tantas- que le haya impactado de manera particular, que represente de alguna manera el dolor, pero también la fuerza, la bondad de la gente? Es difícil elegir, pero quizás como cristiano y obispo, las imágenes que más me han impactado son las de personas rezando. Esta fe de las madres arrodilladas ante el Sacramento. La oración, la red de oración que une a la humanidad, es para mí un signo de esperanza a pesar de la guerra. El Señor está con nosotros. El Señor ama a su familia. Prensa CEVNota de Vatican News18 de marzo de 2022

18
Mar

Vaticano: XXXII Curso sobre el Foro Interno y el sacramento de la Reconciliación

Tal como explican sus organizadores, el curso que comenzará el 21 de marzo abordará cuestiones morales y canónicas, a la vez que ofrecerá una amplia actualización sobre la correcta administración del sacramento de la Reconciliación; así como las funciones y competencias específicas del Tribunal de la Misericordia, la Penitenciaría Apostólica. Vaticano. Ya está todo listo para el Curso sobre el Foro Interno, que este año realiza su XXXII edición y que comenzará el lunes 21 de marzo en el Palacio de la Cancillería del Vaticano. Se trata de un evento anual organizado y promovido por la Penitenciaría Apostólica, que desea ofrecer a los nuevos sacerdotes y a los candidatos a las órdenes sagradas una oportunidad para reflexionar y profundizar en la formación del sacramento de la Penitencia, también llamado el sacramento de la Reconciliación.Tal como explican sus organizadores en un comunicado, el curso tendrá una asistencia excepcional (un total de 800 participantes, de los cuales 250 serán presenciales y 550 a través de conexión a distancia, en cumplimiento de la normativa sanitaria vigente). Entre los contenidos que se abordarán destacan cuestiones morales y canónicas, al tiempo que se ofrecerá una amplia actualización sobre la disciplina penitencial, la correcta administración del sacramento de la Penitencia; así como las funciones y competencias específicas del Tribunal de la Misericordia, la Penitenciaría Apostólica.  En particular, se tratarán situaciones de delicadeza relevante y actual que afectan al ministerio penitencial y la resolución de casos complejos que se sometan al discernimiento y a la misericordia de la Iglesia. Intervendrán el Cardenal Mayor Penitenciario, Mauro Piacenza; el Regente del Dicasterio, Mons. Krzysztof Nykiel; el P. Ján Ďačok S.J. y Mons. Giacomo Incitti, Prelado Teólogo y Prelado Canonista respectivamente de la Penitenciaría; el P. Luca Ferrari, Misionero de la Misericordia; Mons. Giuseppe Tonello, el P. Paolo Benanti TOR y el P. Marco Panero SDB, Prelados Consejeros de la Penitenciaría. También intervendrán el profesor Francesco Borghini, psiquiatra y psicoterapeuta; el padre Emilio González Magaña S.J., profesor de la Pontificia Universidad Gregoriana; y monseñor Alessandro Saraco, profesor del Instituto Teológico Calabrés. Cada conferencia irá seguida de un debate, durante el cual se propondrán cuestiones de aclaración y resolución de dudas a casos complejos y delicados. Los participantes en el curso serán recibidos en audiencia por el Santo Padre Francisco el viernes 25 de marzo a las 12 horas.  El Curso concluirá, como ya es habitual, con la Celebración Penitencial presidida por el Santo Padre en la Basílica Vaticana a las 17 horas.  Para la ocasión, estarán disponibles 80 sacerdotes puestos a disposición por la Penitenciaría Apostólica para escuchar las confesiones de los fieles, la mayoría de los cuales son los Penitenciarios de las Basílicas Papales de Roma, el mismo Cardenal Penitenciario Mayor, el Regente y los sacerdotes oficiales del Dicasterio. Durante la celebración, el Papa Francisco escuchará las confesiones de los fieles y consagrará solemnemente a Rusia y Ucrania al Inmaculado Corazón de María. Prensa CEVNota de Vatican News18 de marzo de 2022

18
Mar

Segunda predicación de Cuaresma: la Plegaria eucarística

En la segunda reflexión cuaresmal centrada en la Eucaristía, el Cardenal Raniero Cantalamessa OFMCAP, Predicador de la Casa Pontificia, se detiene hoy en la parte central de la Misa, la Plegaria eucarística, que tiene en su centro la consagración  Vaticano. “Para comprender el papel del sacerdote en la consagración es de vital importancia conocer la naturaleza del sacrificio y del sacerdocio de Cristo, porque de ellos deriva el sacerdocio cristiano, tanto el sacerdocio bautismal común a todos, como el de los ministros ordenados.” Lo afirmó el cardenal Raniero Cantalamessa, este viernes 18 de marzo en el Aula Pablo VI, en la segunda predicación de Cuaresma para los miembros de la Curia Romana, ante la presencia del Papa Francisco. Continuando con la catequesis mistagógica sobre la Eucaristía, el Predicador de la Casa Pontificia dedicó hoy su reflexión a la parte central de la Misa, la Plegaria eucarística e hizo dos tipos de consideraciones sobre ella: una litúrgica y ritual, la otra teológica y existencial. A continuación, el texto integral de la segunda predicación de Cuaresma del P. Raniero Cantalamessa ofmcap: TOMAD, COMED: ESTO ES MI CUERPO Segunda predicación, Cuaresma 2022 El objeto de nuestra catequesis mistagógica de hoy es la parte central de la Misa, la Plegaria eucarística, o Anáfora, que tiene en su centro la consagración. Hacemos dos tipos de consideración sobre ella: una litúrgica y ritual, la otra teológica y existencial. Desde el punto de vista ritual y litúrgico, tenemos hoy un nuevo recurso que no tenían los Padres de la Iglesia y los doctores medievales. El nuevo recurso del que disponemos hoy es el acercamiento entre cristianos y judíos. Desde los primeros días de la Iglesia, diversos factores históricos llevaron a acentuar la diferencia entre cristianismo y judaísmo, hasta el punto de contraponerlos entre sí, como ya hace Ignacio de Antioquía[1]. Distinguirse de los judíos —en la fecha de la Pascua, en los días de ayuno y en muchas otras cosas—, se convierte en una especie de consigna. Una acusación dirigida a menudo a los propios adversarios y a los herejes es la de «judaizar». La tragedia del pueblo judío y el nuevo clima de diálogo con el judaísmo, iniciado por el Concilio Vaticano II, han hecho posible un mejor conocimiento de la matriz judía de la Eucaristía. Igual que no se entiende la Pascua cristiana si no se la considera como el cumplimiento de lo que preanunciaba la Pascua, tampoco se entiende a fondo la Eucaristía si no se la ve como el cumplimiento de lo que hicieron y dijeron los judíos durante su comida ritual. Un primer resultado importante de este punto de inflexión ha sido que hoy ningún estudioso serio plantea la hipótesis de que la Eucaristía cristiana se explique a la luz de la cena en boga entre algunos cultos mistéricos del helenismo, como se ha intentado hacer durante más de un siglo. Los Padres de la Iglesia consideraban las Escrituras del pueblo judío, pero no su liturgia, a la que ya no tenían acceso, después de la separación de la Iglesia de la Sinagoga. Por eso, utilizaron las figuras contenidas en las Escrituras —el cordero pascual, el sacrificio de Isaac, el de Melquisedec, el maná—, pero no el contexto litúrgico concreto en el que el pueblo judío celebraba todos estos recuerdos, es decir,  la comida ritual celebrada una vez al año en la cena pascual (el Séder) y semanalmente en el culto de la sinagoga. El primer nombre con el que Pablo designa la Eucaristía en el Nuevo Testamento es el de «comida del Señor» (kuriakon deipnon) (1 Cor 11,20), con evidente referencia a la comida judía de la que ahora difiere por la fe en Jesús. La Eucaristía es el sacramento de la continuidad entre el Antiguo y el Nuevo Testamento, entre el judaísmo y el cristianismo. La Eucaristía y la Beraka judía Esta es la perspectiva en la que se sitúa Benedicto XVI en el capítulo dedicado a la institución de la Eucaristía en su segundo volumen sobre Jesús de Nazaret. Siguiendo la opinión de los eruditos prevaleciente ahora, acepta la cronología joánica según la cual la Última Cena de Jesús no fue una Cena de Pascua, sino que fue una solemne comida de despedida (¡la «Última Cena»!) y mantiene que es posible «trazar el desarrollo de la eucaristía cristiana, es decir, del canon, de la Berakah judía»[2]. Por diversas razones culturales e históricas, desde la Escolástica en adelante, se ha intentado explicar la Eucaristía a la luz de la filosofía, en particular de las nociones aristotélicas de sustancia y accidentes. Esto también era poner al servicio de la fe el nuevo conocimiento del momento y, por lo tanto, imitar el método de los Padres. En nuestros días, debemos hacer lo mismo con los nuevos conocimientos de orden, esta vez, histórico y litúrgico más que filosófico. Tienen la ventaja de ser las categorías con las que Jesús pensaba y hablaba, que ciertamente no eran los conceptos aristotélicos de materia y forma, sustancia y accidentes, sino los de signo y realidad y de memorial. Siguiendo algunos estudios recientes, especialmente el de L. Bouyer[3], me gustaría tratar de mostrar la luz brillante que cae sobre la Eucaristía cristiana cuando colocamos los relatos evangélicos de la institución en el trasfondo de lo que sabemos sobre la comida ritual judía. La novedad del gesto de Jesús no disminuirá, sino que será exaltada al máximo. El vínculo entre el rito antiguo y el nuevo lo da la Didachè, un escrito de la era apostólica que podemos considerar como el primer borrador de la anáfora eucarística. El rito de la sinagoga estaba compuesto por una serie de oraciones llamadas «berakah» que en griego se traduce como «Eucaristía». Al comienzo de la comida, cada uno,por turno, tomaba una copa de vino en la mano y, antes de llevársela a los labios, repetía una bendición que la liturgia actual nos hace repetir casi literalmente en el momento del ofertorio: «Bendito seas, Señor, Dios nuestro, Rey de los siglos, que nos has dado este fruto de la

17
Mar

Encuentro Eclesial virtual de América Latina y el Caribe: Sínodo de la Sinodalidad y Asamblea Eclesial

El Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam), junto a diversos organizaciones eclesiales del continente, convocan al primer “Encuentro Eclesial virtual de América Latina y el Caribe”, este 30 de marzo de 2022, con el objetivo de empalmar el Sínodo de la sinodalidad con los 41 desafíos de la Asamblea Eclesial. El Pbro. David Jasso, secretario adjunto del Celam, ha señalado que con este primer encuentro buscan “renovar lo vivido en la Asamblea Eclesial en un clima de oración y reflexión” y, además, tendrán “presente la celebración de los 15 años de Aparecida como antesala a los venideros Encuentros que se realizarán por regiones del 13 al 31 de mayo de 2022”. En esta ocasión han invitado a los 1.000 asambleístas de noviembre, Miembros de los Consejos de los Centros Pastorales del Celam, equipo de Reflexión Teológica, animadores nacionales del Sínodo, presidentes y secretarios de las Conferencias Episcopales, la Red interinstitucional del Proceso de Escucha, entre otros. Para quienes deseen participar podrán hacerlo por las redes sociales del Celam y de la Asamblea Eclesial (Facebook @celam.oficial y @asambleaeclesial y por los canales de Youtube Celam TV y Asamblea Eclesial) en los siguientes horarios: México y Centroamérica  15:30 Hrs Panamá, Colombia, Perú, Ecuador 16:30 Hrs República Dominicana, Cuba, Haití, Puerto Rico, Antillas 17:30 Hrs Venezuela, Manaos, Bolivia 17:30 Hrs Paraguay, Brasilia, Uruguay, Argentina y Chile 18:30 Hrs Camino pastoral de la Iglesia en el continente La Presidencia del Celam en pleno ha suscrito una carta en la que han trazado el camino pastoral de la Iglesia en América Latina y el Caribe, teniendo como horizonte la Asamblea Eclesial y el Sínodo sobre la Sinodalidad. Al respecto, han mencionado que “la tarea actual y hasta abril-mayo del 2022, consiste en tomar como punto de partida los desafíos y orientaciones pastorales y a partir de allí elaborar una propuesta para el discernimiento de la Iglesia en el Continente”. “El Equipo de Reflexión Teológico Pastoral del CELAM está recogiendo estos aportes para integrarlos en un mismo texto” y “oportunamente se presentarán las conclusiones y se dará inicio al tiempo necesario para su asimilación y también su implementación”, acotaron. Para ello han conformado dos comisiones: “Asamblea Eclesial, su implementación y el Celam en camino al Sínodo”, que están trabajando de forma conjunta en la organización de diversas actividades. Propuestas y actividades Entre las actividades organizadas por esta comisiones, destacan un Itinerario espiritual con una serie de subsidios de Cuaresma para “ayudarnos a reflexionar en torno a nuestra conversión personal, comunitaria y pastoral en clave sinodal”. Asimismo con los 15 años de la Conferencia General de Aparecida tienen previsto convocar a los participantes de la Asamblea Eclesial a Encuentros virtuales por regiones y “encontrarnos y compartir con esperanza el camino que estamos recorriendo”. Además el Celam, en el marco de este proceso, celebrará en julio de 2022 una Asamblea Extraordinaria, para que “los obispos con corazón de pastores podamos profundizar y hacer nuestros estos frutos junto a las orientaciones pastorales que buscarán iluminar los procesos, proyectos y planes pastorales de las comunidades”. Los Obispos, en la misiva, han explicado que “ya hay instancias pastorales en el Continente estos desafíos de acuerdo con su realidad más cercana”, entre estos los cuatro Centros pastorales del Celam, la Confederación Latinoamericana de Religiosos (CLAR), Cáritas Latinoamérica, que “están ofreciendo recursos para el camino”. Finalmente tienen previsto organizar un Seminario sobre “Identidad y Misión Pastoral”, como “espacio de reflexión para mirar el horizonte de la Iglesia a partir de su renovación y reestructuración y en clave sinodal. Todo esto en perspectiva de la realización de la fase continental del Sínodo en 2023”. Prensa CEVNota de prensa CELAM17 de marzo de 2022

17
Mar

Fratelli tutti: una brújula para encontrar y custodiar la paz

Vaticano.- En su encíclica sobre la fraternidad y la amistad social, el Papa Francisco subraya que «la paz real y duradera sólo es posible ‘desde una ética global de solidaridad y cooperación al servicio de un futuro plasmado por la interdependencia y la corresponsabilidad entre toda la familia humana’». Palabras que se entrelazan especialmente con este tiempo, azotado por la guerra. La paz es un recorrido. El Papa Francisco lo subraya en la encíclica Fratelli tutti, explicando que «en muchas partes del mundo hacen falta caminos de paz» capaces de «cicatrizar las heridas»: “se necesitan artesanos de paz dispuestos a generar procesos de sanación y de reencuentro con ingenio y audacia”. Los acuerdos de paz no son suficientes La paz es un » es un compromiso constante en el tiempo». En la encíclica, el Pontífice recuerda, en particular, lo que dijeron los obispos del Congo sobre un conflicto que se repite: «los acuerdos de paz en los papeles nunca serán suficientes. Será necesario ir más lejos, integrando la exigencia de verdad sobre los orígenes de esta crisis recurrente. El pueblo tiene el derecho de saber qué pasó». Palabras que también enlazan con la historia de otras guerras, incluida la que está afectando y devastando a Ucrania en la actualidad. Verdad, justicia y misericordia Para construir la paz, escribe Francisco, son esenciales la verdad, la justicia y la misericordia. La paz «es un trabajo paciente que busca la verdad y la justicia, que honra la memoria de las víctimas y que se abre, paso a paso, a una esperanza común, más fuerte que la venganza». Y está vinculada a la misericordia. «Las tres juntas son esenciales para construir la paz”. El arte de la paz «Muchas veces -se lee en la encíclica- es muy necesario negociar y así desarrollar cauces concretos para la paz. Pero los procesos efectivos de una paz duradera son ante todo transformaciones artesanales obradas por los pueblos, donde cada ser humano puede ser un fermento eficaz con su estilo de vida cotidiana». » Hay una “arquitectura” de la paz, donde intervienen las diversas instituciones de la sociedad, cada una desde su competencia, pero hay también una “artesanía” de la paz que nos involucra a todos.». «Estos caminos de pacificación, de primacía de la razón sobre la venganza, de delicada armonía entre la política y el derecho, no pueden obviar los procesos de la gente». La injusticia de la guerra “La paz ‘no sólo es ausencia de guerra’”.  Y la guerra «no es un fantasma del pasado», sino «una amenaza constante». El Papa Francisco lo subraya en la encíclica Fratelli tutti, añadiendo que “se están creando nuevamente las condiciones para la proliferación de guerras”.  Es fácil optar “por la guerra detrás de todo tipo de excusas supuestamente humanitarias, defensivas o preventivas, acudiendo incluso a la manipulación de la información». Y, de hecho, «en las últimas décadas, todas las guerras han pretendido tener una justificación». “A partir del desarrollo de las armas nucleares, químicas y biológicas, y de las enormes y crecientes posibilidades que brindan las nuevas tecnologías, se dio a la guerra un poder destructivo fuera de control que afecta a muchos civiles inocentes”. La guerra mundial a pedazos “Entonces ya no podemos pensar – escribe Francisco – en la guerra como solución, debido a que los riesgos probablemente siempre serán superiores a la hipotética utilidad que se le atribuya. Ante esta realidad, hoy es muy difícil sostener los criterios racionales madurados en otros siglos para hablar de una posible “guerra justa”. ¡Nunca más la guerra!». En nuestro mundo – añade el Papa – ya no hay sólo “pedazos” de guerra en un país o en otro, sino que se vive una “guerra mundial a pedazos”, porque los destinos de los países están fuertemente conectados entre ellos en el escenario mundial. Las razones para la paz son más fuertes que los cálculos e intereses Francisco recuerda entonces algunos pasajes de la encíclica «Pacem in Terris». Como decía San Juan XXIII, «resulta un absurdo sostener que la guerra es un medio apto para resarcir el derecho violado».  «Lo afirmaba – señala Francisco – en un período de fuerte tensión internacional, y así expresó el gran anhelo de paz que se difundía en los tiempos de la guerra fría. Reforzó la convicción de que las razones de la paz son más fuertes que todo cálculo de intereses particulares y que toda confianza en el uso de las armas». Sin embargo “no se aprovecharon adecuadamente las ocasiones que ofrecía el final de la guerra fría”. “En cambio, se cedió a la búsqueda de intereses particulares sin hacerse cargo del bien común universal. Así volvió a abrirse camino el engañoso espanto de la guerra”. Un horrible espanto que hoy, no sólo en Ucrania, es una dramática realidad. La guerra es un fracaso, una claudicación vergonzosa Otra constatación que recuerda la encíclica Fratelli tutti es que «Toda guerra deja al mundo peor que como lo había encontrado. La guerra es un fracaso de la política y de la humanidad, una claudicación vergonzosa, una derrota frente a las fuerzas del mal». El Papa exhorta especialmente a volver “a contemplar a tantos civiles masacrados como ‘daños colaterales’. “Preguntemos a las víctimas. Prestemos atención a los prófugos, a los que sufrieron la radiación atómica o los ataques químicos, a las mujeres que perdieron sus hijos, a los niños mutilados o privados de su infancia. Prestemos atención a la verdad de esas víctimas de la violencia, miremos la realidad desde sus ojos y escuchemos sus relatos con el corazón abierto. Así podremos reconocer el abismo del mal en el corazón de la guerra y no nos perturbará que nos traten de ingenuos por elegir la paz”. La paz no es un equilibrio de poder La paz y la estabilidad internacional – afirma además la encíclica Fratelli tutti – no pueden basarse en una falsa sensación de seguridad, en la amenaza de la destrucción mutua o de la aniquilación total, en el simple mantenimiento de un equilibrio de poder. “En este contexto, el objetivo último de la eliminación

16
Mar

CELAM se unirá al Papa en la consagración de Rusia y Ucrania a la Virgen María

Vaticano.- A través de un comunicado, el Consejo Episcopal Latinoamericano, expresa su alegría y esperanza ante el acto de consagración de Rusia y Ucrania al Inmaculado Corazón de María, que presidirá el Papa Francisco el próximo 25 de marzo, e invita a las Conferencias Episcopales del continente a unirse a esta causa con la oración. Tras conocer la noticia de que el Papa Francisco consagrará Rusia y Ucrania al Inmaculado Corazón de la Virgen María, el próximo viernes 25 de marzo a las 17.00 (hora de Roma) en la Basílica de San Pedro durante la Celebración de la Penitencia; el CELAM (Consejo Episcopal Latinoamericano) ha enviado un mensaje en el que expresa su alegría y esperanza ante este anuncio. El escrito firmado por su presidente, Monseñor Miguel Cabrejos, así como por el Arzobispo de San Pablo en Brasil, Cardenal Odilo Pedro Scherer; junto con el Arzobispo de Managua en Nicaragua, Cardenal Leopoldo Brenes; el Arzobispo de Monterrey en México, Monseñor Rogelio Cabrera López y por el secretario general del CELAM, Monseñor Jorge Eduardo Lozano; informa que igualmente ese 25 de marzo, el mismo acto de consagración se realizará en Fátima (Portugal) presidido por el Cardenal Konrad Krajewski, limosnero pontificio y enviado del Santo Padre. «Sensible a la necesidad de redoblar nuestra oración por la paz y la fraternidad universal -se lee en la nota- el CELAM invita a las 22 Conferencias Episcopales del continente, a todas las organizaciones eclesiales y a los fieles de buena voluntad, para que nos unamos, una vez más, a las intenciones del Papa con motivo de este acto mariano, y de acuerdo con los usos horarios de nuestros países en América Latina y el Caribe». «Reiteramos nuestro afecto y comunión filial con el Obispo de Roma -concluye el CELAM- elevando nuestras súplicas a Dios nuestro Padre para que por la intercesión de la Santísima Virgen nos conceda el don de la paz. Con nuestra oración y solidaridad abrazamos a nuestros hermanos y hermanas más vulnerables y víctimas de las acciones violentas y fratricidas, con la certeza de que «Dios es amor, y el que permanece en el amor permanece en Dios» (1 Jn 4,16)». Prensa CEVNota de prensa de Vatican News16 de marzo de 2022

16
Mar

Mensaje de esperanza de misionero venezolano en Ucrania

Vaticano.- A pesar del panorama desolador de la guerra en Ucrania, Vatican News comparte un testimonio de esperanza que llega desde Leópolis: la historia del joven seminarista venezolano José Jesús Pacheco Ordaz, que realiza sus prácticas misioneras en la parroquia San Juan Pablo II convertida en refugio humanitario para quienes huyen de las ciudades más afectadas. Prosiguen los ataques y bombardeos entre las tropas rusas y el ejército ucraniano, mientras las ciudades de Ucrania se convierten en un escenario de ruinas, muerte y destrucción.  Desde el pasado 24 de febrero, día en el que inició la guerra, las noticias que circulan son desalentadoras ya que los esfuerzos diplomáticos no logran frenar la violencia ni llegar a un acuerdo. Las cifras de muertos y heridos siguen creciendo mientras que el número de refugiados que han abandonado el país superan los 3 millones según Naciones Unidas. En medio de este duro panorama, Vatican News comparte el testimonio de esperanza de José Jesús Pacheco Ordaz, seminarista de 31 años, oriundo de Carúpano, Venezuela, que estudia desde hace 10 años en el Seminario misionero diocesano Redemptoris Mater de Kiev, y que actualmente realiza sus prácticas misioneras en la ciudad de Leópolis (Lviv): «Estoy aquí por petición del padre Gregorio Draus, párroco de la Iglesia San Juan Pablo II, quien ha abierto las puertas de nuestra casa parroquial y templo para que sea refugio de todos aquellos que huyen de las ciudades más afectadas», explica José Jesús subrayando que desde que comenzaron los ataques han acogido en sus instalaciones a más de 2.000 personas, mayormente mujeres y niños.  «Actualmente tenemos alojados aquí a unos 163 refugiados. La ayuda que prestamos a estos hermanos necesitados es una gracia que no depende de nosotros sino que es un humilde y pobre servicio que va acompañado de más de 30 voluntarios de nuestra parroquia, que día a día dan la vida para servir a estas personas que lo han perdido todo», afirma el joven seminarista, haciendo hincapié en que precisamente en los rostros de esta gente, pueden ver que «Cristo está presente». «Les damos un techo, alimentos y les hacemos llegar toda la ayuda que recibimos, tanto de la vecina Polonia, como de Hungría, Italia, España; y los hermanos de Latinoamérica, Costa Rica, Venezuela, Argentina», etc. Ayuda material y espiritual para los refugiados Sin embargo, en la parroquia San Juan Pablo II de Leópolis, convertida ahora en un refugio, no sólo trabajan en la contención material, sino también en la espiritual, que resulta fundamental en medio de estas trágicas condiciones: «A parte de llevarles material humanitario, tenemos la misión de hacerles saber a estas personas que Dios no quiere la muerte de sus hijos y por ello les anunciamos sin cesar, la Buena Nueva de su amor inmenso, incluso en medio del dolor, el sufrimiento y la desesperación. Por eso para nosotros es tan importante estar en comunión en este servicio que prestamos y nos es indispensable iniciar cada día orando, viviendo cada Eucaristía como si fuera la última», aseverael joven seminarista puntualizando que la oración es el «combustible» para mover todo este motor que ponen en marcha en cada nueva jornada. «Sin oración sería imposible sobrellevar esto, ya que es fácil escandalizarse del sufrimiento humano y de tanta tragedia», añade. – Preguntamos a nuestro entrevistado ¿cómo ve el pueblo ucraniano el futuro de su país tras los estragos de esta guerra? «Es difícil saber qué le espera a este pueblo. Cuando hacemos esta pregunta a nuestros hermanos, ellos responden «esta es y seguirá siendo Ucrania, esta es y seguirá siendo nuestra casa». A pesar de que han tenido que abandonar sus hogares, muchos tienen la convicción de que esto acabará y regresarán para reconstruir su país. Lo tienen claro. Se sienten a gusto en nuestra casa parroquial pero nos expresan que toda esta situación los hace sentirse extranjeros en su propia tierra. Sufren porque les han arrebatado su patria. Igualmente, en las conversaciones que tenemos con ellos tratamos de cultivar la posibilidad del perdón porque vemos que en sus corazones crece el odio hacia la nación de la que reciben estos ataques y sienten que les ha robado la paz». – El domingo 13 de marzo, a la hora del rezo del Ángelus, el Papa Francisco renovó su llamamiento para que termine la guerra en Ucrania. ¿Cómo recibieron ustedes estas palabras del Santo Padre? ¿Siguen teniendo la esperanza de que triunfe la paz? «El domingo fue un día en el que experimentamos un poco más de miedo porque por primera vez, empezamos a escuchar los lejanos estallidos de bombas que se produjeron a las afueras de Leópolis. En este contexto, conmovidos y con temor, hemos recibido las palabras del Papa como un apoyo, como una invitación a que se escuche el grito de los que sufren. La esperanza no muere, sino que es lo que mantiene viva la ilusión de tantas personas que se han visto obligadas a abandonar Ucrania, para volver a esta tierra, donde Dios ha hecho y hace su historia con ellos. Nosotros hemos acogido este llamado del Papa a intensificar nuestra oración por la paz y por ello, intentamos seguir adelante incluyendo a estas personas en la actividad pastoral de nuestra parroquia, que continúa con la misión de evangelizar y extender la Buena Noticia de que Cristo Resucitado, ha vencido la muerte y la ha vencido dando su vida por amor a nosotros», concluye el seminarista José Jesús que espera poder ser ordenado sacerdote cuando termine esta guerra. Prensa CEVNota de prensa de Vatican News16 de marzo de 2022

16
Mar

Cardenal Parolin en la Misa por la paz en Ucrania: «Orar nunca es inútil, puede cambiar el corazón y la mente»

Vaticano.- «Si realmente pusiéramos en práctica las palabras de Jesús, todos los conflictos de la tierra poco a poco desaparecerían». Fue la reflexión del cardenal Pietro Parolin en su homilía con ocasión de la Misa por la paz en Ucrania celebrada hoy en la Basílica de San Pedro. El purpurado destacó el poder de la oración que puede «transformar la realidad» y pidió a Dios «que tenga piedad de esta humanidad sorda». El miércoles 16 de marzo, a las cinco de la tarde hora local de Roma, tuvo lugar la Santa Misa por la paz en Ucrania presidida en la Basílica de San Pedro por el cardenal Secretario de Estado Vaticano, Pietro Parolin, ante la presencia de los embajadores y miembros del Cuerpo Diplomático acreditado ante la Santa Sede. «Estamos aquí esta tarde para implorar a Dios el don de la paz en Ucrania –dijo Parolin en su homilía- y para pedirle que ayude a todo hombre y mujer de buena voluntad a ser aresanos de la paz». La paz es una característica de Dios Reflexionando sobre las palabras de Jesús en el Sermón de la Montaña:  “Bienaventurados los constructores de paz porque serán llamados hijos de Dios” (Mt 5,9), el cardenal recordó que, precisamente la paz, es una característica propia de Dios: «San Pablo lo llama el Dios de la paz (Flp 4,9). Por eso, los que trabajan por la paz se parecen a Él, son sus hijos», aseveró el purpurado destacando que, sin embargo, la realidad que estamos viviendo con la actual guerra en territorio ucraniano es muy diferente: “Tal como la describió el Papa Francisco en el Ángelus del domingo 6 de marzo, en Ucrania corren ríos de sangre y lágrimas. No se trata sólo de una operación militar, sino de una guerra, que siembra muerte, destrucción y miseria. Cada vez hay más víctimas. La necesidad de ayuda humanitaria en ese atormentado país crece dramáticamente cada hora” Por otro lado, el Secretario del Estado Vaticano hizo hincapié en que la oración nunca es inútil y puede influir incluso en las situaciones humanamente más desesperadas: “Sobre todo, puede cambiar los corazones y las mentes, según la promesa del Señor recogida en el libro del profeta Ezequiel: «Os daré un corazón nuevo, pondré un espíritu nuevo dentro de vosotros, os quitaré el corazón de piedra y os daré un corazón de carne» (36,26)” El choque de las dos glorias: la humana y la divina Asimismo, profundizando sobre el Evangelio del día, según Mateo (Mt 20, 17-28), que relata la petición que la madre de los hijos de Zebedeo dirigió a Jesús, «que uno de estos hijos míos se siente a tu derecha y otro a tu izquierda en tu reino», después de que éste hubiera anunciado el misterio de su pasión, muerte y resurrección; el cardenal Parolin puntualizó que este deseo es legítimo, ya que «podríamos decir que es el de todas las madres que quieren lo mejor para sus hijos». Sin embargo, choca al mismo tiempo con las palabras que acaba de pronunciar Jesús: «En el fondo, se trata de un choque entre dos lógicas diferentes, dos glorias distintas: la de los hombres, que es la búsqueda del éxito y el poder mundanos y la de Dios, que pasa por la cruz», añadió el purpurado subrayando que en este doble concepto de gloria, se juega nuestra existencia y se juega la historia del mundo entero: “Una es la gloria que, a pesar de las apariencias, conduce a la muerte, al vacío, a la nada; la otra es la gloria que parece vencida y perdedora, pero que conduce a la resurrección y a la vida. «Per crucem ad lucem», por la cruz llegamos a la luz, a la gloria” Practicando las palabras de Jesús, no habría conflictos En este contexto, Parolin indicó que Jesús quiere curarnos precisamente en este punto: con sencillez nos presenta en este versículo la grandeza de Dios, que es esencialmente servicio. Igualmente, en su homilía el purpurado invitó a los presentes a analizar la evolución de los actuales hechos bajo la perspectiva cristiana: «¿No pensáis, hermanos, que si realmente pusiéramos en práctica las palabras de Jesús, todos los conflictos de la tierra irían desapareciendo? ¿No pensáis, que si escucháramos un poco más la invitación de Nuestro Señor, las armas serían silenciadas, es más, ni siquiera tendrían que ser construidas?», dijo el purpurado, explicando que «la paz que Dios nos enseña está estructurada por relaciones en las que, en lugar de esclavizarnos y luchar entre nosotros, nos servimos y somos útiles los unos a los otros, nos liberamos y crecemos juntos, de modo que cada uno hace existir al otro». De ahí se desprende el hecho de que el actual problema de la guerra no es sólo político o económico, sino fundamentalmente espiritual. «Dios, ten piedad de esta humanidad sorda» Finalmente, el Secretario del Estado Vaticano, concluyó su alocución invitando a todos a confiar en el poder de la oración y a rezar: «Señor Jesús, Príncipe de la Paz, mira a tus hijos que elevan su grito hacia ti: Ayúdanos a construir la paz. Consuela, oh Dios misericordioso, los corazones afligidos de tantos hijos tuyos, seca las lágrimas de los que están en la prueba, haz que la dulce caricia de tu Madre María caliente los rostros tristes de tantos niños que están lejos del abrazo de sus seres queridos. Tú que eres el Creador del mundo, salva a esta tierra de la destrucción de la muerte generalizada, haz que callen las armas y que resuene la dulce brisa de la paz. Señor Dios de la esperanza, ten piedad de esta humanidad sorda y ayúdala a encontrar el valor de perdonar». Prensa CEVNota de prensa de Vatican News16 de marzo de 2022