Categoría: Eclesial Internacional

11
Abr

Un santo laico y dos mártires del nazismo pronto serán elevados a los altares

Vaticano.- El Papa autorizó la promulgación de los decretos en la audiencia de esta mañana con el cardenal Semeraro, prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos. Se han reconocido las virtudes heroicas de siete nuevos Venerables, entre ellos dos obispos misioneros y tres mujeres laicas. Ejemplos de caridad sin límites, de un heroísmo suave que a menudo, más que cualquier otra actitud, desata la cobarde ferocidad del agresor armado contra los atacantes desarmados, como muestran terriblemente demasiadas crónicas de nuestros días. La historia de la Iglesia está llena de estos ejemplos, y la Iglesia está a punto de contar con otros entre sus santos y beatos, empezando por Artemide Zatti, un laico italiano de Boretto, en el valle del Po, donde nació en 1880. La familia emigró a Argentina cuando Artemide tenía 17 años y se instaló en Bahía Blanca. Allí el joven conoció a los salesianos e ingresó en la Congregación como miembro profeso, pero cayó enfermo de tuberculosis y cuando se recuperó optó por no hacerse sacerdote sino por dedicarse a los enfermos para cumplir un voto que había hecho a María Auxiliadora. Este servicio lo realizó durante toda su vida en el hospital de Viedma como vicedirector, administrador, enfermero, querido y respetado por sus pacientes y sus familias, hasta que un tumor se apoderó de él y falleció en 1951. El milagro de Artemide Zatti Juan Pablo II beatificó a Artemide Zatti en 2002 y el milagro reconocido para la canonización data de 2016. El milagro consistió en la recuperación de un hombre filipino de Tanauan Batangas, que se estaba muriendo de un grave ataque isquémico en la cabeza, agravado por una fuerte hemorragia. Su familia no tenía medios para operarlo y lo llevó a casa el 21 de agosto, pero el 24, de repente, se quitó la sonda nasogástrica con la que se alimentaba y el oxígeno, y pidió que le dejaran comer. Su hermano, coadjutor salesiano en Roma, había pedido por la recuperación del hombre, y el mismo día en que fue ingresado en el hospital, se puso a rezar por la intercesión del beato Artemide Zatti. El martirio de los dos sacerdotes La valentía y la fe hasta el derramamiento de sangre y el tipo de odio que lo hace a uno inhumano se contrastan en las historias de los mártires y futuros beatos Giuseppe Bernardi y Mario Ghibaudo, ambos sacerdotes, que se vieron envueltos en una de las horribles páginas que las guerras son capaces de producir. Tras el armisticio de 1943, la ciudad de Boves, en la provincia de Cuneo, se encontraba en la encrucijada de las fuerzas alemanas y la lucha partisana. El 19 de septiembre, tras un enfrentamiento en el que murió un hombre de cada bando y dos soldados fueron hechos prisioneros, el comandante alemán Peiper amenazó con destruir la ciudad si no liberaba a sus dos hombres y el cuerpo del que habían matado. el padre Giuseppe Bernardi y otra persona logran mediar y obtener lo que los ocupantes quieren, pero no cumplen su palabra. Sin embargo, el mayor alemán dio la orden de atacar y subió al sacerdote y a la otra persona, Antonio Vassallo, a un coche blindado, obligándoles a presenciar la quema de casas y las ejecuciones sumarias. Hacia las 16.30 horas fue asesinado el vicario de la parroquia, el padre Mario Ghibaudo, quien, tras salvar a las niñas del orfanato y a otras personas, se acercó a un hombre alcanzado por una ametralladora alemana para darle la extremaunción, pero a su vez fue abatido por una ráfaga de balas, y un soldado le atacó salvajemente con su puñal y la culata del fusil. Hacia las 6 de la tarde, llevados a un patio, el P. Bernardi y el otro hombre también fueron ejecutados y quemados. Los nuevos Venerables Los decretos de la Congregación para las Causas de los Santos firmados por el Papa Francisco también reconocen las virtudes heroicas de siete Siervos de Dios, ahora considerados Venerables por la Iglesia. El obispo español Martino Fulgenzio Elorza Legaristi, nacido en 1899, de la Congregación de la Pasión de Jesucristo, construyó literalmente almas y la casa de Dios en el territorio peruano que le fue confiado, un contexto de pobreza y gran ignorancia religiosa. Visitaba a menudo las parroquias, desplazándose a pie, a caballo o en canoa, e inició la construcción de la catedral y de nuevas iglesias en los pueblos, participando también en las primeras sesiones del Concilio Vaticano II. Murió en Lima en 1966. También fue misionero el obispo Francesco Costantino Mazzieri, de los Conventuales Menores, originario de Abbadia di Osimo (1889). En 1930, sintiéndose llamado a evangelizar lejos de Italia, fue enviado con seis hermanos a lo que hoy es Zambia, en el distrito de Ndola (entonces Rodesia del Norte), entonces una colonia británica. Durante 36 años se entregó a una intensa evangelización que hizo crecer la Iglesia en condiciones difíciles e impermeables, eligiendo residir en la zona rural de Santa Teresa (Ibenga-Zambia). Esta humildad, unida a una intensa capacidad de caridad -trabajó heroicamente por los leprosos- le hizo ser amado por la gente y murió en 1983 rodeado de fama de santidad. Entre los nombres de los nuevos Venerables figuran también fundadoras de institutos religiosos. Lucía Noiret (nacida en 1832 en Francia) fundó la Congregación de las Siervas del Sagrado Corazón de Jesús bajo la protección de San José. Tras su noviciado en las Hermanas de la Caridad, fue trasladada a Imola como educadora en un centro para niñas pobres y huérfanas. Cuando la superiora general decidió retirar a las hermanas, Sor Lucía, por consejo del obispo de Imola, Luigi Tesorieri, permaneció en servicio en el centro. Varias jóvenes se unieron a ella y este fue el primer núcleo de la futura congregación. Murió en Imola en 1899. La monja Casimira Gruszczyńska nació en 1848 en Kozienice (actual Polonia), donde pasó toda su vida hasta su muerte en 1927. Hizo un voto de castidad privada a los 10 años, que renovó a los 21 con el permiso del párroco durante

11
Abr

Vía Crucis en el Coliseo: Familias unidas en un abrazo de paz entre Ucrania y Rusia

Vaticano.- Las historias, alegrías y dificultades de muchas familias en las 14 estaciones del Vía Crucis del Viernes Santo nuevamente en el Coliseo romano. En el Año de la Familia «Amoris Laetitia», las meditaciones relatan escenas de la vida cotidiana, pero también la guerra en Ucrania y las dificultades de los inmigrantes en los países de acogida. Hay familias en su vida cotidiana, las alegrías del amor compartido, los problemas de pareja, las preocupaciones por los hijos, el sufrimiento de la enfermedad, el dolor de la pérdida del cónyuge en las meditaciones del Vía Crucis. Y están los que viven la guerra, como el pueblo ucraniano y ruso, que desde hace más de un mes son protagonistas de un conflicto que sigue registrando muertes atroces, y los que han tenido que dejar su país para buscar un futuro en otro lugar y sufren al ser llamados sólo migrantes. Historias reales y concretas. La Pasión que se contará en el Coliseo el Viernes Santo es la de Cristo, pero encarnada en la vida cotidiana de tantos hogares. Los textos escritos por un joven matrimonio (estación I), una familia en misión (estación II), una pareja de ancianos sin hijos (estación III), una familia numerosa (estación IV), una familia con un hijo discapacitado (estación V), una familia que dirige un hogar- familia (estación VI), una familia con un padre enfermo (VII), una pareja de abuelos (VIII), una familia adoptiva (IX), una viuda con hijos (X), una familia con un hijo consagrado (XI), una familia que ha perdido una hija (XII), una familia ucraniana y otra rusa (XIII) y una familia de emigrantes (XIV). Las familias como protagonistas El Papa Francisco ha querido que las familias sean las protagonistas de las 14 estaciones, en el año dedicado a la familia en el que la Iglesia celebra el quinto aniversario de la Exhortación Apostólica Amoris Laetitia. Un año que concluirá con el décimo Encuentro Mundial de las Familias previsto en Roma del 22 al 26 de junio. Los testimonios, que se sitúan junto al viaje de Jesús al Calvario y describen fragmentos de vida en los que pueden encontrarse muchas familias, han sido recogidos por Gigi De Paolo, presidente nacional del Foro de Asociaciones Familiares y de la Fundación para la Natalità, y su esposa Anna Chiara Gambini, quienes también han escrito una meditación. Serán, en su mayoría, las mismas familias que han contado sus historias en las meditaciones las que también llevarán la Cruz al anfiteatro romano, donde la cristiandad se reunirá en la noche del silencio, en todo el mundo, en recuerdo de la crucifixión y muerte de Jesús, que pareció apagar en los discípulos la esperanza encendida por la Buena Noticia. Un matrimonio en ciernes y una pareja en misión Con Jesús, el viaje de las familias es un verdadero viaje a través de las estaciones de la vida, aunque las 14 estaciones no reflejen totalmente la lista más utilizada por la Tradición. Pero es bien sabido que, en la historia de la devoción, los nombres, y a veces el número, de las estaciones han tenido diferentes patrones. Abriendo la Vía Dolorosa hay una pareja cuyo matrimonio sólo tiene dos años. En sus reflexiones hay felicidad por el viaje que han emprendido, pero también hay temores e incertidumbres sobre el futuro: el miedo a la separación, porque eso les ha pasado a muchos cónyuges, los malentendidos en el diálogo, la lucha por llegar a fin de mes. En las meditaciones aparecen también los días de una familia en misión que ha querido llevar el amor de Cristo a lugares donde todavía es desconocido, pero que vive con la angustia de llevar una vida precaria, lejos de sus orígenes. «No es fácil vivir sólo de la fe y la caridad, porque a menudo no nos apoyamos plenamente en la Providencia. Y a veces, ante el dolor y el sufrimiento de una madre que muere al dar a luz y, además, bajo las bombas -se lee en la segunda estación-, o de una familia destruida por la guerra o el hambre y los abusos, surge la tentación de responder con la espada, de huir… Pero eso sería traicionar a nuestros hermanos más pobres, que son tu carne en el mundo y que nos recuerdan que eres el Viviente. Los hijos Están las parejas que no pueden tener hijos, que siguen caminando cada día cogidos de la mano, cuidando de los demás, que con el tiempo se han convertido en hogar y familia. También están los cónyuges que, en cambio, han cambiado sus sueños profesionales por el bien de sus hijos, con el temor de negarlo todo, como Pietro: con «la angustia y la tentación del arrepentimiento ante el enésimo gasto inesperado». Pero si no fue fácil sacrificar los viejos deseos por la familia, «es infinitamente más bello así». Para los que tienen un hijo discapacitado, en cambio, la cruz es el juicio de las personas que llaman a su vástago una carga. Pero lo que aprendemos es que «la discapacidad no es un alarde ni una etiqueta, sino la vestimenta de un alma que a menudo prefiere callar ante los juicios injustos, no por vergüenza sino por misericordia hacia los que juzgan». «Jesús es azotado y coronado de espinas», recuerda la 6ª estación meditada por dos matrimonios con 42 años de casados, 3 hijos naturales, 9 nietos y 5 hijos adoptados que no son autosuficientes y tienen problemas mentales. «Para quienes creen que no es humano dejar solos a los que sufren, el Espíritu Santo mueve en sus corazones la voluntad de actuar y de no permanecer indiferentes, ajenos», explican, y añaden que «el dolor nos devuelve a lo esencial, ordena las prioridades de la vida y devuelve la sencillez de la dignidad humana». Y quienes protagonizan una adopción revelan, por otra parte, que al cargar ellos mismos, «padres e hijos», con esa cruz que es la historia de una vida marcada por el abandono, sanada por una acogida, se esconde un secreto de

08
Abr

¡La paz sea! Llamamiento de los líderes de las Iglesias europeas en la frontera polaco-ucraniana

Vaticano.- El cardenal Jean Claude Hollerich y el reverendo Christian Krieger, presidentes respectivamente de la Comisión de las Conferencias Episcopales de la Unión Europea (COMECE) y de la Conferencia de Iglesias Europeas (CIE), emitieron un mensaje de Pascua conjunto desde la frontera entre Polonia y Ucrania, donde hasta mañana visitan algunas de las estructuras que acogen y apoyan a los refugiados que huyen de la guerra en Ucrania. Un mensaje de paz  «El Misterio Pascual de Cristo nos lleva al corazón de la injusticia, la violencia y el sufrimiento», reza el mensaje, «la historia de la pasión y muerte de Cristo se hace eco del sufrimiento humano y las tragedias vividas en muchas partes de nuestro mundo, también por los ucranianos, en su propio país y dondequiera que los caminos del exilio los hayan llevado. «En Cristo, Dios se une a nuestra humanidad, asumiendo nuestras limitaciones y nuestro odio, transformando en esperanza -continúan Hollerich y Krieger- nuestros impases, nuestra indignación, nuestros sentimientos de fatalidad y desesperación,  a través de la confianza en Él. Esta transformación», concluyen, «tiene lugar en el ser humano y en el mundo que Dios ama. Emoción y gratitud Los dos presidentes, profundamente conmovidos por la inmensa tragedia humana que se refleja en los ojos de los refugiados con los que se encuentran en estas horas, expresaron su sincero agradecimiento a todos los profesionales y voluntarios, a las autoridades nacionales y religiosas por la solidaridad concreta puesta en marcha para acoger y apoyar a las personas que lo han perdido todo a causa de la guerra. Más de dos millones de personas, en su mayoría mujeres y niños, han cruzado la frontera polaco-ucraniana desde el comienzo de la guerra. La frontera polaca  Fue desde aquí, desde el paso fronterizo de Dorohusk-Yahodyn entre Polonia y Ucrania, donde, con motivo de las festividades de Pascua, Hollerich y Krieger hicieron un llamamiento a la oración y a la acción por la paz en Ucrania y otros países afectados por el conflicto. De cara a la Santa Pascua, los presidentes de COMECE y CIE invitan a todos a «seguir creyendo en el horizonte que la gracia de Dios, manifestada en Cristo, abre ante nuestros ojos». Durante su visita a Polonia, los dos presidentes también están visitando iglesias locales de diferentes denominaciones, apreciando los numerosos proyectos humanitarios y los esfuerzos para acoger a los refugiados ucranianos en el país. El cardenal y el reverendo han sido recibidos por el Consejo Ecuménico Polaco y el obispo católico de Łódź, monseñor Grzegorz Ryś. Prensa CEV08 de abril de 2022

08
Abr

Cardenal Parolin: evitar la escalada de violencia en Ucrania

Vaticano.- El secretario de Estado, al margen de un evento en Radio Vaticano, comenta las recientes noticias del país del este de Europa y confirma la posibilidad de un viaje del Papa a Kiev: «No es prohibitivo, estamos evaluando si puede contribuir a terminar la guerra». Encuentro con Cirilo en preparación: «Se busca un territorio neutral». «Hay que hacer todo lo posible para evitar una escalada» de violencia en Ucrania. El cardenal secretario de Estado, Pietro Parolin, ha vuelto a lanzar un llamamiento a la paz en el país del este de Europa, sin excluir la posibilidad de un viaje del Papa a Kiev, que el mismo Francisco ha dicho que está sobre la mesa. «Un viaje no es prohibitivo, se puede hacer. Se trata de ver qué consecuencias tendría este viaje, evaluar si realmente puede contribuir a acabar con la guerra», dijo el cardenal a los periodistas reunidos a la salida del Palacio Pío, sede de Radio Vaticano, donde participaba en la presentación de un proyecto multimedia sobre el autismo. Evitar la ampliación del conflicto El cardenal se refirió a las recientes afirmaciones de una «OTAN global» por parte del secretario general, Jens Stoltenberg, y reiteró «el principio de la legítima defensa», pero al mismo tiempo reiteró el llamamiento a hacer todo lo posible para evitar una escalada: «La respuesta armada, siempre en proporción a la agresión, como nos enseña el Catecismo de la Iglesia Católica, puede llevar a una ampliación del conflicto que puede tener consecuencias desastrosas y mortales». La esperanza es que «todos volvamos a la razón y encontremos una forma negociada de terminar esta aventura sin retorno». Parolin comentó con dolor las imágenes de las atrocidades ocurridas en Bucha, una ciudad a unos sesenta kilómetros de Kiev, que se convirtió en el escenario de lo que el Papa describió como «una masacre», con los cuerpos de los civiles esparcidos por las calles. «Es inexplicable que la población civil sea atacada de esa manera. Realmente creo, como señalado por muchas partes, que estos episodios marcan un punto de inflexión en esta guerra. Y espero que marquen un punto de inflexión en sentido positivo, es decir, que hagan reflexionar a todo el mundo sobre la necesidad de poner fin a los combates cuanto antes y no endurecer las posiciones como algunos temen». Un posible viaje del Papa a Kiev En la misma línea, el secretario de Estado respondió a una pregunta sobre la «conveniencia» de que el Papa visite la capital ucraniana. «Deben darse las condiciones. Que parecen estar ahí, porque del lado ucraniano siempre nos han dado amplias garantías de que no habría peligros y se hace referencia a los viajes que han hecho otros líderes y que se siguen haciendo. Me parece que el presidente del Parlamento Europeo ha ido, el presidente de la Comisión irá». «Creo que al final un viaje a Kiev no es prohibitivo, se puede hacer», afirmó el cardenal. Sin embargo, se están evaluando las «consecuencias». Entre ellas, las relaciones con la Iglesia Ortodoxa Rusa, una situación que Parolin considera «delicada». » Ciertamente -aclaró- el Papa no iría a posicionarse ni a favor de uno ni de otro, como ha hecho siempre en esta situación que se ha creado. Sin embargo, este aspecto también debe tenerse en cuenta en la consideración global de la posibilidad de realizar o no el viaje». Encuentro con Cirilo Siguiendo con el tema de las relaciones con el Patriarcado de Moscú, el secretario de Estado del Vaticano confirmó que «ya se han iniciado algunos planes» para llevar a cabo un encuentro entre el Papa y el Patriarca Cirilo, tras el celebrado el 12 de febrero de 2016 en Cuba. «Por lo que tengo entendido, se sigue en esta preparación», dijo, explicando que la búsqueda en este momento «es de un terreno neutral». «Esa es la condición. Pero nada está decidido. Se está trabajando, por nuestra parte, pero sobre todo por el Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, que es el Dicasterio competente». La labor de la diplomacia vaticana y un viaje de Gallagher En cuanto a la labor de la diplomacia vaticana -un esfuerzo incesante, como dijo el Papa Francisco en su vuelo de regreso de Malta-, el cardenal Parolin explicó que, aunque actualmente no hay «iniciativas particulares», sigue siendo válida «la disponibilidad ofrecida hace tiempo para la mediación o cualquier otra forma de intervención que pueda, por un lado, facilitar el alto el fuego y, por otro, el inicio de las negociaciones». Y añadió: «Ahora estamos pensando si hay otras formas de traducir esta disponibilidad en iniciativas más concretas, también porque esta oferta debe ser aceptada por ambas partes». Un viaje a Kiev de Monseñor Paul Richard Gallagher, secretario del Vaticano para las relaciones con los Estados, sigue siendo una posibilidad concreta. Invitado incluso antes del estallido de la guerra, motivo por el que tuvo que cancelar el viaje, Gallagher -dijo Parolin- podría estar en Ucrania «en un futuro próximo». «Sin embargo, no creo que se haya fijado una fecha». Prensa CEVNota de prensa de Vatican News08 de abril de 2022

08
Abr

Quinta predicación de Cuaresma: “Os he dado el ejemplo”

Vaticano.- La mañana del viernes 8 de abril de 2022, tuvo lugar la Quinta predicación de Cuaresma a cargo del Predicador de la Casa Pontificia, el Cardenal Raniero Cantalamessa, en esta ocasión reflexionó sobre el misterio de la Pascua y la Eucaristía, a partir del Evangelio de Juan, quien acentúa que, “la nueva Pascua no comienza en el Cenáculo, cuando se instituye el rito que debe conmemorarla; más bien, comienza en la cruz cuando se realiza el hecho que debe ser conmemorado”. “¿Por qué Juan, en el relato de la Última Cena, no habla de la institución de la Eucaristía, sino que habla, en cambio, del lavatorio de los pies?”, esta fue la pregunta con la que inició el Cardenal Raniero Cantalamessa, Ofm. Cap., Predicador de la Casa Pontificia, la Quinta predicación de Cuaresma para el Papa y los miembros de la Curia Romana, la mañana de este viernes, 8 de abril de 2022, en el Aula Pablo VI del Vaticano. Juan quiere acentuar más el acontecimiento que el sacramento Al dar una respuesta a estas interrogantes, el Cardenal Cantalamessa dijo que, “la razón es que en todo lo relacionado con la Pascua y la Eucaristía, Juan muestra que quiere acentuar más el acontecimiento que el sacramento, es decir, más el significado que el signo. Para él, la nueva Pascua no comienza en el Cenáculo, cuando se instituye el rito que debe conmemorarla; más bien, comienza en la cruz cuando se realiza el hecho que debe ser conmemorado”. Es allí, precisó el Predicador de la Casa Pontificia, donde tiene lugar el tránsito de la Pascua antigua a la nueva. Por esto, subraya que a Jesús en la cruz «no le rompieron ningún hueso»: porque así estaba prescrito para el cordero pascual en el Éxodo (Jn 19,36; Ex 12,46). Texto integral de la Quinta predicación de Cuaresma «OS HE DADO EJEMPLO» Nuestra meditación de hoy parte de una pregunta: ¿Por qué Juan, en el relato de la Última Cena, no habla de la institución de la Eucaristía, sino que habla, en cambio, del lavatorio de los pies? ¿Precisamente él, que había dedicado un capítulo entero de su evangelio a preparar a los discípulos para comer su carne y beber su sangre? La razón es que en todo lo relacionado con la Pascua y la Eucaristía, Juan muestra que quiere acentuar más el acontecimiento que el sacramento, es decir, más el significado que el signo. Para él, la nueva Pascua no comienza en el Cenáculo, cuando se instituye el rito que debe conmemorarla (se sabe que la Última Cena de Juan no es una cena «pascual»); más bien, comienza en la cruz cuando se realiza el hecho que debe ser conmemorado. Es allí donde tiene lugar el tránsito de la Pascua antigua a la nueva. Por esto, subraya que a Jesús en la cruz «no le rompieron ningún hueso»: porque así estaba prescrito para el cordero pascual en el Éxodo (Jn 19,36; Ex 12,46). El significado del lavatorio de los pies Es importante comprender bien el significado que tiene para Juan el gesto del lavatorio de los pies. La reciente constitución apostólica Praedicate Evangelium lo menciona en el Preámbulo, como el icono mismo del servicio que debe caracterizar todo el trabajo de la Curia Romana. Nos ayuda a comprender cómo se puede hacer, de la vida, una Eucaristía y así «imitar en la vida lo que se celebra en el altar». Estamos ante uno de esos episodios (otro es el episodio de la transfixión del costado), en los que el evangelista deja entender claramente que debajo hay un misterio que va más allá del hecho contingente que podría, en sí mismo, parecer insignificante. «Yo —dice Jesús—, os he dado ejemplo». ¿De qué nos dio ejemplo? ¿De cómo deben lavarse materialmente los pies de los hermanos cada vez que se sientan a la mesa? ¡Ciertamente no solo de esto! La respuesta está en el evangelio: «Quien quiera llegar a ser grande entre vosotros sea vuestro servidor, y quien quiera ser el primero entre vosotros sea esclavo de todos. En efecto, tampoco el Hijo del hombre ha venido a ser servido, sino a servir y dar su vida como rescate por muchos» (Mc 10,44-45). En el evangelio de Lucas, precisamente en el contexto de la Última Cena, se recoge una expresión de Jesús que parece pronunciada al concluir el lavatorio de los pies: «¿Quién es más grande, quien está en la mesa o quien sirve? ¿No es acaso el que está en la mesa? Sin embargo, yo estoy entre vosotros como el que sirve» (Lc 22,27). Según el evangelista, Jesús dijo estas palabras porque había surgido una discusión entre los discípulos sobre cuál de ellos podía ser considerado el más grande (cf. Lc 22,24). Quizás fue precisamente esta circunstancia la que inspiró a Jesús el gesto del lavatorio de los pies, como una especie de parábola en acción. Mientras que los discípulos están todos decididos a discutir animadamente entre sí, él se levanta silenciosamente de la mesa, busca un recipiente con agua y una toalla, luego regresa y se arrodilla ante Pedro para lavarle los pies, arrojándolo, comprensiblemente, en la mayor confusión: «Señor, ¿lavarme los pies tú a mí?» (Jn 13,6). En el lavatorio de los pies, Jesús quiso como resumir todo el sentido de su vida, para que quedara bien impreso en la memoria de los discípulos y un día, cuando pudieran entender, entendieran: «Lo que yo hago ahora no lo entiendes, pero lo entenderás más tarde» (Jn 13,7). Ese gesto, colocado al final de los evangelios, nos dice que toda la vida de Jesús, desde el principio hasta el fin, fue un lavatorio de los pies, es decir, un servicio a los hombres. Fue, como dice algún exégeta, una pro­existencia, es decir, una existencia vivida en favor de los demás. Jesús nos dio el ejemplo de una vida gastada por los demás, una vida hecha «pan partido para el mundo». Con las palabras: «Haced también vosotros como he hecho yo», Jesús

07
Abr

Discriminación y desigualdades entre los trabajadores migrantes

Vaticano.- Publicamos el boletín mensual de la sección de Migrantes y Refugiados del Dicasterio para la Promoción del Desarrollo Humano Integral. El número de marzo está dedicado a las iniciativas positivas y las buenas prácticas encaminadas a prevenir y resolver las desigualdades en el acceso de los inmigrantes al mercado laboral en muchos países. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) elaboró dos Convenios pertinentes (elnúm. 97, en 1949, y el núm. 143, en 1975) con el fin de combatir la discriminación ypromover la igualdad de trato y de oportunidades para los trabajadores migrantes. Sinembargo, numerosos países todavía no han ratificado dichos acuerdos, traduciéndoseen una desigualdad en el acceso al mercado laboral por parte de los trabajadoresmigrantes y diferencias en las normas que se aplican a los trabajadores locales y a losmigrantes. A este respecto, la OIT publicó un informe en el que se analizan las dificultades a las que se enfrentan los migrantes cuando se trata de percibir un salario equivalente al de los trabajadores nacionales. Examina también la discriminación de género que afecta a las mujeres migrantes y las dificultades que éstas experimentan a la hora de acceder a puestos de trabajo que se correspondan con sus niveles de cualificación y estudios realizados. Además, una situación migratoria irregular expone a los migrantes a la discriminación, a la explotación y a condiciones de trabajo y de vida abusivas y, en algunos casos, a la pérdida de la vida. La crisis generada por la pandemia del COVID no sólo puso de manifiesto las desigualdades estructurales que existen en el sector laboral, sino que incluso contribuyó a exacerbar la brecha entre los trabajadores locales y los migrantes. Estos últimos han sido víctimas de desigualdades sociales, como por ejemplo, las dificultades experimentadas para obtener una indemnización por enfermedad, y los empleadores a menudo optan por proteger a los trabajadores locales en detrimento de los extranjeros. La Sección Migrantes y Refugiados reconoce la necesidad de establecer y consolidar marcos para una gestión eficaz de la migración laboral. Este Boletín ofrece algunos ejemplos de iniciativas positivas y buenas prácticas encaminadas a prevenir la discriminación y abordar las desigualdades a las que se enfrentan los trabajadores migrantes. La postura adoptada por la Santa Sede En su vídeomensaje con motivo de la 109a Reunión de la Conferencia Internacional del Trabajo, el Papa Francisco destacó que la filosofía del rechazo ha contribuido a situar al margen del mercado laboral a quienes trabajan en el sector informal, es decir, a los trabajadores migrantes y refugiados. Estos “realizan lo que se suele denominar el ‘trabajo de las tres dimensiones’: peligroso, sucio y degradante”, dijo. En particular, “muchos migrantes y trabajadores vulnerables junto con sus familias, normalmente quedan excluidos del acceso a programas nacionales de promoción de la salud, prevención de enfermedades, tratamiento y atención, así como de los planes de protección financiera y de los servicios psicosociales”. Con motivo de su mensaje con ocasión del 70o aniversario de la Organización Internacional para las Migraciones, el Papa Francisco señaló que durante los períodos de confinamiento impuestos por la pandemia del COVID-19 “muchos de los trabajadores ‘esenciales’ eran migrantes, pero no se les concedieron los beneficios de los programas de ayuda económica de COVID ni el acceso a la atención sanitaria básica o a las vacunas de COVID”. También aprovechó la oportunidad para hacer algunas observaciones. En particular, el Santo Padre destacó la “urgente necesidad de encontrar salidas dignas a las situaciones irregulares” y las repercusiones personales que se esconden tras la negación de los derechos sociales. En ese sentido, dijo: “la familia migrante es un componente crucial de las comunidades de nuestro mundo globalizado, pero en demasiados países se niega a los trabajadores migrantes los beneficios y la estabilidad de la vida familiar debido a impedimentos legales”. En los 20 Puntos de Acción para los Pactos Globales, la Sección Migrantes y Refugiados (M&R) presenta una serie de respuestas tangibles que la Iglesia aporta para satisfacer las necesidades de los migrantes y refugiados, en la perspectiva de un diálogo constante con la comunidad internacional para la implementación de los objetivos del Pacto Global sobre Migraciones. En particular, en el punto n. 5, la Sección anima a los Estados a “promulgar leyes que prohíban a los empleadores confiscar los pasaportes y otros documentos de identidad de sus empleados”, así como a garantizar el acceso de los migrantes a la justicia, para denunciar los abusos contra los derechos humanos. No menos importante es la invitación que se hace a los Estados a “adoptar leyes nacionales relativas al salario mínimo que exijan el pago regular de los sueldos, al menos una vez al mes”. Además, en el punto núm. 12 se lee: “Animar a los Estados a adoptar una legislación que permita el reconocimiento, la transferencia y el ulterior desarrollo de las capacidades de todos los migrantes, solicitantes de asilo y refugiados que residen en el país de acogida”. El Arzobispo, Mons. Bernardito Auza, Nuncio Apostólico y ex Observador Permanente de la Santa Sede ante la ONU, emitió una declaración (EN) durante el 74o período de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre la Promoción de la Mujer (2019). En dicha ocasión, señaló los motivos de preocupación de la Santa Sede en relación con la violencia y la discriminación que padecen en la actualidad las mujeres migrantes, en particular, las trabajadoras migrantes que “soportan situaciones de exclusión, maltrato y violencia, ya que con frecuencia no están en condiciones de poder defender sus derechos”. Por lo tanto, Mons. Auza pidió que se adoptaran “medidas específicas para proteger y ayudar a las trabajadoras migrantes y reconocer su valiosa aportación a la sociedad”. Buenas prácticas de los agentes católicos Coincidiendo con el Mes del Trabajo 2021, el Servicio Jesuita a Migrantes (SJM), lanzó la campaña #DerechosLaboralesParaTodasYTodos, una iniciativa que pretende explicar, a través de vídeos sencillos y didácticos, los derechos básicos que un trabajador debe conocer para trabajar serenamente en Chile. La campaña se dirige a migrantes y refugiados que trabajan por cuenta ajena

05
Abr

Amoris laetitia entre tradición y experiencias comunes

Vaticano.- Hoy finaliza el ciclo de encuentros «Amoris laetitia» organizado con motivo del Año de la Familia Amoris laetitia, que culminará el 26 de junio en Roma con el X Encuentro Mundial de las Familias. P. Giovanni Cesare Pagazzi: en el intercambio generacional, es importante valorar la herencia que se recibe. La tercera y última cita del ciclo de conferencias «Amoris laetitia», organizada en el marco del Año de la Familia Amoris laetitia, desarrolla los conceptos de Tradición y herencia. Lanzado en 2021 para celebrar los cinco años de la exhortación apostólica postsinodal del Papa Francisco sobre el amor en la familia, el año especial finalizará el 26 de junio, en Roma, con motivo del X Encuentro Mundial de las Familias y propone varias iniciativas espirituales, pastorales y culturales para ofrecer a la Iglesia oportunidades de reflexión y profundización. La jornada de estudio «La tradición, herencia que promueve» que tiene lugar hoy en el auditorio «Carlo Caffarra» del Pontificio Instituto Teológico Juan Pablo II, organizador del evento en colaboración con el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida y la diócesis de Roma, propone un enfoque más pastoral de Amoris laetitia. El legado transmitido de una familia a otra El encuentro pretende comparar la Tradición con el tema de la herencia. Amoris laetitia supone una importante contribución a la idea de Tradición, explica Don Giovanni Cesare Pagazzi, director científico de la conferencia y profesor del Instituto Teológico Pontificio Juan Pablo II, porque, en cierto modo, a lo largo de su magisterio, Francisco presta atención a tratar la Tradición en su sentido más auténtico. La tradición, que es un movimiento, «tradere», de transmisión, no debe convertirse en algo fijo. Esta transmisión es también lo que ocurre cuando hablamos de la herencia, «una experiencia universal de pasaje de la vida» que concierne a todos, hombres y mujeres, creyentes y no creyentes. En el contexto de la familia, añade el padre Pagazzi, cuando una generación deja valores a la siguiente, ésta puede vivir la herencia que recibe con nuevas oportunidades. «Quien deja un legado puede promover u obstaculizar el desarrollo de la siguiente generación», explica el padre Pagazzi.  El encuentro de hoy pretende analizar las experiencias comunes de las familias y quiere prestar especial atención a la mediana edad, continúa el director científico de la conferencia, que es esa época de la vida en la que se hereda de los padres, pero ya se está preparando la herencia para los hijos. Es la estación de los que tienen entre 30 y 60 años y se analiza en todas las culturas y en todas las experiencias eclesiales. «Los matrimonios de la edad media», dice el padre Pagazzi, «son los que están entre dos edades de la vida, donde se encuentran la de los abuelos y la de los hijos». El director científico de la conferencia subraya que la Iglesia también nos da muchos bienes a nivel de doctrina o práctica, que las generaciones eclesiales anteriores han producido. Pero esta herencia corre el riesgo de convertirse en un museo, como ha dicho varias veces el Papa Francisco, y de no facilitar la vida. Un ejemplo nos lo ofrece la página del domingo pasado del Evangelio de Juan sobre la mujer sorprendida en adulterio llevada por Jesús ante los escribas y fariseos, que según la Ley de Moisés debía morir apedreada. Jesús no dice que la Ley de Moisés no deba aplicarse o que no sea válida, sino que dice: «Aquel de vosotros que esté libre de pecado sea el primero en tirarle una piedra». También se detiene a escribir con el dedo en el suelo. «El que en la Sagrada Escritura escribe con su dedo es Dios, que escribió los 10 mandamientos, las tablas de la Ley. Cristo escribe, hace el mismo acto, pero en la tierra, como si la tierra de la que fue hecho el hombre, la adamah de la que fue tomado Adán, ya tuviera una ley que forma parte de esa herencia a tener en cuenta». En definitiva, dice don Pagazzi, es como si Jesús quisiera hacernos entender que la Ley está escrita en las tablas, pero que también hay una ley de la tierra que hemos heredado y que nos hace hermanos de esa mujer que se equivocó, que es tierra como todos. La importancia teológica de Amoris laetitia «Amoris laetitia es muy importante -señala don Pagazzi- porque nos ofrece una idea vital de la tradición, de legado, pero esta herencia no debe servir para montar un museo, sino para construir una casa para las próximas generaciones». Todavía hay que entenderlo bien, se ha interpretado como un documento dedicado sólo a la familia, a la pastoral familiar, al afecto familiar, concluye el P. Pagazzi, pero en realidad tiene también un gran significado teológico, porque enseña lo que significa heredar: no convertir una casa heredada en un museo, por ejemplo, sino hacerla una casa capaz de acoger. Prensa CEVNota de prensa de Vatican News05 de abril de 2022

04
Abr

Secretaría del Sínodo invita a escuchar para ser buenos comunicadores sinodales

CELAM.- La misión en la Iglesia es común, y de ella participan todos, también los comunicadores. Podríamos decir que la gran tarea a la que el papa Francisco ha llamado a la Iglesia en este momento de la historia es el Sínodo de la Sinodalidad, un proceso impulsado por la Secretaría del Sínodo de los Obispos. Encuentros con comunicadores de América Latina y el Caribe A través de la Comisión de Comunicación, con la presencia de su coordinador Thierry Bonaventura y de otros miembros, y en colaboración con la Pontificia Comisión para América Latina, representada por su secretaria Emilce Cuda, y con el Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam), que se ha hecho presente a través del Centro para la Comunicación, se han celebrado en esta semana encuentros con comunicadores de América Latina y el Caribe, tanto en español como en portugués, a los que han sido convocados responsables de comunicación en las diferentes conferencias episcopales y redes eclesiales. A ellos se dirigía el cardenal Mario Grech, haciéndoles ver la misión común, que no es otra que “comunicarnos para transmitir la Buena Nueva que Jesús trajo al mundo”, todo ello envista de una Iglesia sinodal, que promueve la “participación y comunión para la evangelización”. El secretario del Sínodo para los Obispos ve a los comunicadores como socios, insistiendo en que “su aporte es de vital importancia, porque si la comunicación es defectuosa o es parcial, el mensaje no se transmitirá bien”. En sus palabras enfatizó que “para ser buenos comunicadores sinodales necesitamos aprender el arte de escuchar”, al Espíritu Santo, la palabra de Jesús, y al pueblo de Dios. Invaluable aporte de los comunicadores Por su parte, Mons. Miguel Cabrejos destacó el “invaluable aporte de los comunicadores al caminar de nuestra Iglesia en el continente, como baluarte para la misión evangelizadora en estos tiempos en que los que privilegiamos la escucha, el diálogo y la sinodalidad”. Esto fue vivido en el itinerario de la Asamblea Eclesial de América Latina y Caribe, afirmó el presidente del Celam, invitando a participar en la implementación de los desafíos que surgieron. El presidente del episcopado peruano destacó la importancia de escuchar, para una buena comunicación y un diálogo auténtico. Por ello, animó a seguir haciendo de la comunicación un instrumento para favorecer la pastoral de la escucha y la cultura del encuentro en el corazón y en la vida del Santo pueblo de Dios. En ese sentido, desde el Centro para la Comunicación del Celam se quiere “tejer redes colaborativas que fortalezcan la unida, la fraternidad y la comunicación en nuestra Iglesia, como mensajeros de esperanza, misericordia y vida plena”, insistió su presidente. Metanoia, alteridad y parresia A la hora de abordar los procesos comunicativos relacionados al Sínodo de la Sinodalidad deben tener en consideración tres claves prioritarias, según Mauricio López. En primer lugar, acompañar la metanoia, los procesos de conversión personal para poder abrazar la invitación sinodal a la comunión, participación y misión. En segundo lugar, propiciar la alteridad, asegurar que a partir del ejercicio sinodal se generen encuentros de diálogo recíproco, de escucha significativa y sustancial, que consideren ir a los improbables, haciendo el puente hacia aquellos que nunca han sido escuchados, pero que ve como los favoritos de Dios. La tercera clave es la parresia, que los procesos comunicacionales consideren la perspectiva profética, la denuncia, la mirada de respuesta a las situaciones más urgentes de nuestra sociedad, haciendo opción por los excluidos. En Latinoamérica este proceso, recordó Mauricio, comenzó hace cerca de 60 años y más recientemente en Aparecida, donde se habla de una conversión pastoral, que en realidad es una conversión integral de una Iglesia en salida hacia las periferias y de compromiso con la realidad concreta. A partir de ahí se fueron dando pasos que llevaron la periferia al centro: REPAM, Sínodo para la Amazonía, con una escucha inédita, CEAMA, Asamblea Eclesial de América Latina y Caribe, siempre buscando hacer partícipes a aquellos que nunca han participado de estos procesos. En esa coyuntura, Mauricio López insiste como desafío comunicacional, en mostrar este proceso más allá de eventos aislados, un proceso que refleja la manifestación progresiva del Espíritu Santo en todo este caminar, que lleve a integrar estos aspectos y seguir fomentando una cultura sinodal en la Iglesia, crear y propiciar otro modo de ser Iglesia a la luz de las reformas que el papa Francisco nos propone. También destacó la importancia de la Episcopalis Communio, donde aparece la escucha como don, que debe llevar a pedir a Dios el don de la escucha para escuchar con Él al pueblo y para respirar en el pueblo la voluntad a la que Dios nos llama. Cómo se está viviendo el proceso sinodal Los participantes de los encuentros pudieron compartir cómo se está viviendo el proceso sinodal en la fase diocesana que se está viviendo en cada una de las regiones de América Latina y el Caribe. En ese sentido, Emilce Cuda insistió en la necesidad de escuchar determinados colectivos y realidades muchas veces ignoradas por la Iglesia, que pueden ayudar a profundizar en el conocimiento de la realidad social y eclesial, un elemento decisivo para avanzar en el camino sinodal. Desde la comisión para la comunicación se ofrecieron algunas orientaciones para llevar a cabo una mejor labor comunicativa, mostrando recursos presentes en la web del Sínodo y pidiendo un envolvimiento cada vez mayor en los procesos comunicativos en los diferentes medios de comunicación y redes sociales, donde se quiere contar con la colaboración de todos, también de los medios de comunicación generalista, buscando así promover en la Iglesia y en la sociedad una cultura sinodal, basada en el diálogo y la comunión. Prensa CEVNota de prensa CELAM04 de abril de 2022

04
Abr

Jubileo 2025. Fisichella: La maquinaria del Vaticano ya en marcha

Hoy tuvo lugar la primera reunión de la comisión pastoral de cara al jubileo de 2025. Se está estudiando la dimensión espiritual y los contenidos de los distintos eventos según las indicaciones del Papa. Vaticano. «Un viaje rico en contenido que todas las Iglesias del mundo pueden hacer juntas». Esta es la prioridad para el Jubileo de 2025, según el arzobispo Rino Fisichella, presidente del Consejo Pontificio para la Promoción de la Nueva Evangelización, el dicasterio del Vaticano designado por el Papa para organizar el evento. «La directiva», dijo en una entrevista con Telepace, «es evitar que el evento se viva como algo que ocurre cada 25 años». Hoy se ha celebrado la primera reunión de la comisión pastoral con la presencia de representantes de la Curia Romana, de la Conferencia Episcopal Italiana y de muchas otras realidades eclesiales. Juntos -explicó- comenzaremos a ver cómo dar contenido al Jubileo no sólo desde el punto de vista espiritual, sino también en cuanto a la composición y los temas de los eventos, según las indicaciones contenidas en la carta que el Papa Francisco me dirigió en los últimos meses. Reuniones programadas  En los próximos días está prevista una reunión de la Comisión de Cultura, con el objetivo de entender cómo combinar la experiencia espiritual y cultural. «Nos gustaría que la ciudad de Roma pudiera ofrecer toda la riqueza histórica, artística, musical y arquitectónica que posee también para este Jubileo». Un horizonte derivado de anteriores experiencias jubilares que han puesto de manifiesto un estrecho vínculo entre la dimensión de la peregrinación y el turismo. «En la historia de las peregrinaciones, la gente siempre ha mostrado curiosidad por conocer y comprender la cultura local, volviendo a casa con una riqueza increíble». Jubileo 2025: Concurso para el logotipo oficial del Año Santo Una indicación preciosa para la maquinaria organizativa de la Santa Sede que ya ha tomado forma. «La estructura -explica Fisichella- incluye también un comité técnico, una comisión ecuménica y una comisión de comunicación. Esta última se reunirá en breve». La alianza con los medios de comunicación tiene también una importancia fundamental, subraya el prelado. «Sobre la mesa está la necesidad de aclarar no sólo cómo transmitir las citas, sino tmbién cuáles son las formas más actuales de implicar a los peregrinos». El logotipo Por último, Fisichella anunció que el logotipo del Jubileo se conocerá más o menos a finales de mayo. El 20 de mayo, de hecho, es la fecha límite para el concurso internacional recientemente lanzado para recoger los distintos proyectos. Y parece que están llegando numerosos proyectos de diferentes partes del mundo. «Los primeros vinieron de África, señal del gran interés del continente». Prensa CEVNota de Vatican News04 de abril de 2022

01
Abr

Cuarta predicación sobre cuaresma de Cantalamessa: Eucaristía, presencia real de Cristo en la Iglesia

Las tradiciones latina, ortodoxa y protestante en relación con el misterio eucarístico fueron desarrolladas por el predicador de la Casa Pontificia, el Cardenal Raniero Cantalamessa, en su cuarta predicación sobre la Cuaresma, pronunciada este viernes 1º de abril. Vaticano.  “¿Cómo afrontar un misterio tan elevado e inaccesible?”. Es la pregunta que se plantea el Cardenal Raniero Cantalamessa, OFMCAP, Predicador de la Casa Pontificia, al comenzar la cuarta prédica de Cuaresma. En la mañana de este viernes 1º de abril, desde el Aula Pablo VI y ante la presencia de los miembros de la Curia Romana, Cantalamessa dedicó su reflexión a una “breve peregrinación eucarística a través de las diversas confesiones cristianas”. También recogió algunas “cestas de fragmentos que han sobrado de la gran multiplicación de los panes que ha tenido lugar en la Iglesia”. Según Cantalamessa, “la vía para ponernos en marcha sobre este camino del ecumenismo eucarístico es la vía del reconocimiento recíproco, la vía cristiana del ágape, es decir, del compartir, o de “las diferencias reconciliadas’, como dice nuestro Santo Padre”. No se trata –afirmó- de pasar por encima de las divergencias reales, o de disminuir en algo la auténtica doctrina católica, sino, más bien, de poner en común los aspectos positivos y los valores auténticos que hay en cada una de las tradiciones, de modo que podamos constituir una “masa” de verdad común que comience a atraernos hacia la unidad. El Predicador insistió en que la síntesis que debemos empezar a hacer es examinar las grandes tradiciones cristianas, para quedarnos “con lo bueno” de cada una, como nos exhorta el Apóstol (cf. 1 Tes 5,21). “Esta es la única forma en que podemos esperar llegar un día a sentarnos todos alrededor de la misma mesa”, puntualizó.Una presencia real, pero escondida: la tradición latina Cantalamessa subrayó que el centro indiscutido en la visión de la teología y liturgia latina es el momento de la consagración, del que brota la presencia real de Cristo. “En él Jesús actúa y habla en primera persona”, señaló, por lo que consideró que, en este enfoque, se puede hablar de un “realismo cristológico”. Por un lado, explicó el concepto “realismo” recordando que “Jesús no es visto presente sobre el altar simplemente como un signo o un símbolo, sino en verdad y con su realidad”. Por otro, el purpurado enfatizó que el término “cristológico” se debe a que toda la atención se dirige a Cristo, “visto tanto en su existencia histórica y encarnada, como en la del Resucitado”. Cristo es, dijo, tanto el objeto como el sujeto de la Eucaristía, es decir, aquel que es realizado en la Eucaristía y el que realiza la Eucaristía. “El concilio de Trento, a continuación, precisó mejor esta forma de concebir la presencia real, utilizando tres adverbios: vere, realiter, substantialiter. Jesús está presente verdaderamente, no sólo en imagen o en figura; está presente realmente, no sólo subjetivamen­te, para la fe de los creyentes; está presente sustancialmente, es decir, según su realidad profunda que es invisible a los sentidos, y no según su apariencia que sigue siendo la del pan y el vino” La acción del Espíritu Santo: la tradición ortodoxa La segunda visión analizada fue la ortodoxa, que resalta de manera especial la acción del Espíritu Santo en la celebración eucarística. De acuerdo con Cantalamessa, esta comparación ha traído sus frutos después del Concilio Vaticano II. “Hasta entonces, en el Canon Romano de la Misa, la única mención del Espíritu Santo era la que, por inciso, se hacía en la doxología final: ‘Por Cristo, con él y en él… en la unidad del Espíritu Santo…’. Ahora, en cambio, todos los cánones nuevos recogen una doble invocación del Espíritu Santo: una sobre las ofrendas, antes de la consagración, y otra sobre la Iglesia, después de la consagración”, apuntó. Cantalamessa declaró que es importante tener en cuenta una cosa que nos permite ver cómo incluso la tradición latina tiene algo que ofrecer a los hermanos ortodoxos, y es que el Espíritu Santo no actúa separadamente de Jesús, sino en la palabra de Jesús. Para ilustrar este punto, recordó unas palabras de Jesús en el Evangelio según San Juan, en el que dice sobre el Espíritu Santo: “No hablará por su cuenta, sino que hablará lo que oiga… Él me dará gloria porque recibirá de lo mío y os lo anunciará” (Jn 16,13-14). Por eso no hay que separar –continuó Cantalamessa-, y mucho menos contraponer, las palabras de Jesús (“Esto es mi Cuerpo”) de las palabras de la epíclesis (“Que este mismo Espíritu santifique estas ofrendas, para que se conviertan en el Cuerpo y en la Sangre de Jesucristo”). “La llamada a la unidad para los católicos y los hermanos ortodoxos, se eleva desde las profundidades mismas del misterio eucarístico. Aunque el recuerdo de la institución y la invocación del Espíritu sucedan en momentos distintos (el hombre no puede expresar el misterio en un solo instante), su acción, sin embargo, es conjunta. La eficacia proviene, ciertamente, del Espíritu (no del sacerdote, ni de la Iglesia), pero dicha eficacia se ejerce en la palabra de Cris­to y a través de ella” La importancia de la fe: la tradición protestante Por último, el Cardenal Cantalamessa expuso sobre la visión protestante del tema en cuestión. “No nos detengamos enseguida en las consecuencias negativas sacadas, en determinados períodos del principio protestante según el cual los sacramentos no son más que ‘signos de la fe’”, reflexionó. Por el contrario, invitó a pasar por encima de la polémica y los malentendidos, y “démonos cuenta de que esta enérgica llamada a la fe es saludable precisamente para salvaguardar el sacramento y no hacer que degenere en una de tantas ‘buenas obras’, o en algo que actúa mecánica y mágicamente, casi a espaldas del hombre”. En el fondo –aseveró el purpurado- se trata de descubrir el profundo significado de esa exclamación que la liturgia hace resonar al final de la consagración y que, en un tiempo –aún no nos acordamos de ello-, estaba incluso insertada en el centro