Categoría: Papa Francisco

17
Sep

Mensaje del Papa a la ONU a cinco años de su visita a Nueva York

Vaticano.- El Director de la Oficina de Prensa vaticana ha confirmado que el Papa Francisco enviará un mensaje a la Asamblea General de las Naciones Unidas después del 22 de septiembre. Guterres afirma que será una sesión de especial importancia El Papa Francisco hablará a la ONU mediante el envío de un mensaje. La comunicación es del Director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede. En erecto, al responder a las preguntas de los periodistas, Matteo Bruni dijo ayer: “El Santo Padre, con un mensaje propio, se dirigirá a la Asamblea General de las Naciones Unidas, en el ámbito de la Semana de Alto Nivel, después del 22 de septiembre” Renuevo de la petición de un cese del fuego La ocasión es la próxima sesión, la 75ª, de la Asamblea General de las Naciones Unidas, en la sede de la organización en Nueva York. Al presentar esta importante reunión el 15 de septiembre, el Secretario General de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, hizo un llamamiento a los gobiernos para que respeten su petición de un alto el fuego mundial para este 2020, hecha en marzo pasado. Y explicó: “El coronavirus es hoy en día la principal amenaza a la seguridad mundial en nuestro mundo, por lo que en marzo hice un llamamiento a un alto el fuego mundial” Además, hablando con los periodistas, Guterres señaló que hay algunos hechos positivos: «Desde Afganistán a Sudán – dijo – vemos nuevos pasos prometedores hacia la paz. En Siria, Libia, Ucrania y otros lugares, un alto el fuego o el cese de los combates podría crear un espacio para la diplomacia». Luego citó Yemen donde afirmó que están «presionando por un cese al fuego y la reanudación del proceso político». La cuestión climática y el COVID-19 Anticipándose a los temas que serán objeto de esta Asamblea, incluyendo el tema del clima, Guterres advirtió de la excesiva concentración de gases de efecto invernadero, que ha causado el verano más caluroso jamás registrado y unos incendios devastadores. El Secretario General de las Naciones Unidas también subrayó la importancia de la reunión: Construir una recuperación sólida “Este año será crucial en la vida de nuestra organización. Debemos seguir respondiendo al impacto inmediato de la pandemia de coronavirus mediante el fortalecimiento de los sistemas de salud y el apoyo al desarrollo y la distribución equitativa del tratamiento y las vacunas, pero también debemos prepararnos para construir una recuperación sólida, basada en la Agenda 2030 y el acuerdo de París” Apertura de la sesión del 22 de septiembre El nuevo Presidente electo de este período de sesiones de la Asamblea General es Volkan Bozkir, Embajador de Turquía. El Presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, podría ser el único Jefe de Estado que vaya a la sede de la ONU para tener su discurso de apertura en el debate general virtual que será el próximo martes 22 de septiembre. De hecho, se observarán todas las medidas de precaución, como el distanciamiento físico, necesarias en esta época de pandemia. La visita del Papa Francisco a las Naciones Unidas Hace precisamente cinco años, en septiembre de 2015, el Papa entraba en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York, una etapa histórica en el ámbito de su viaje pastoral a los Estados Unidos. En aquella ocasión, a los representantes de todas las naciones, Francisco les dirigió un amplio discurso en el que solicitaba que se prestara atención a los pobres y al cambio climático. Y decía: “El mundo pide soluciones urgentes y efectivas”. Prensa CEVNota de prensa de Vatican News17 de septiembre de 2020

17
Sep

Papa Francisco a sacerdotes ancianos: la fragilidad elevándonos a Dios, nos depura y santifica

Vaticano.- Mensaje del Papa Francisco a los participantes de la Jornada de sacerdotes ancianos y enfermos de Lombardía, reunidos en el Santuario de Nuestra Señora de Caravaggio. En una carta firmada el pasado 13 de agosto, el Papa Francisco comparte su alegría por la realización de la Jornada de sacerdotes ancianos y enfermos de la Lombardía “a pesar de las limitaciones necesarias para afrontar la pandemia”. En su mensaje, el Santo Padre agradece a la Conferencia Episcopal Lombarda, que desde hace 6 años organiza esta jornada de oración y fraternidad, como también a la Unión Nacional Italiana de transporte de enfermos a Lourdes y santuarios internacionales (UNITALSI) y a todos los que trabajaron por el éxito del encuentro. En la misiva, el Pontífice desea agradecer de modo especial a los sacerdotes que viven el tiempo de la vejez o la hora amarga de la enfermedad, “por su testimonio de amor fiel a Dios y a la Iglesia, por la silenciosa proclamación del Evangelio de la vida, porque son un recuerdo vivo en el que apoyarse para construir el mañana de la Iglesia”. A causa de las restricciones vividas en los últimos meses por el COVID-19, el Papa Francisco subrayó que “hemos conocido lo que algunos de ustedes, así como muchos otros ancianos, experimentan a diario”. El Pontífice desea que este tiempo de prueba, “nos ayude a comprender que es necesario no perder el tiempo que se nos da; que nos ayude a disfrutar de la belleza del encuentro con el otro, a curarnos del virus de la autosuficiencia”. Concluye su mensaje señalando que esta crisis mundial a causa del coronavirus, “puede ser una experiencia de purificación” para muchos y “para nuestra vida sacerdotal”. Citando al profeta Malaquías, nos recuerda que la fragilidad puede ser «como el fuego del fundidor y como la lejía de las lavanderas» (Mal 3,2) “que, elevándonos a Dios, nos depura y santifica”. Prensa CEVNota de prensa de Vatican News17 de septiembre de 2020

16
Sep

Papa Francisco: contemplar para cuidar y custodiar la casa común

Vaticano.- “Para salir de una pandemia, es necesario cuidarse y cuidarnos mutuamente” expresó el Papa Francisco en la Audiencia general de este miércoles 16 de septiembre en el Patio de San Dámaso, continuando con las catequesis sobre cómo sanar el mundo. El Santo Padre, comenzó destacando el papel esencial de los “cuidadores” en la sociedad, “aunque a menudo no reciban ni el reconocimiento ni la remuneración que merecen”. “El cuidado es una regla de oro de nuestra humanidad y trae consigo salud y esperanza” afirmó. En el marco del Jubileo de la Tierra, a la luz de la encíclica Laudato si’ subrayó que “este cuidado abraza también a nuestra casa común: a la tierra y a cada una de sus criaturas”, recordando que abusar de la creación es “un pecado grave que daña y enferma”. “La creación no es un mero ‘recurso’”, continua el Pontífice, sino que “las criaturas tienen un valor en sí y reflejan, cada una a su manera, un rayo de la sabiduría y de la bondad infinitas de Dios”. Sin embargo, para descubrir ese valor y ese rayo de luz divina es necesario el silencio, la escucha y la contemplación, que también sana el alma. “Sin contemplación es fácil caer en un antropocentrismo desviado y soberbio, el “yo” al centro de todo, que sobredimensiona nuestro papel de seres humanos y nos posiciona como dominadores absolutos de todas las criaturas.” Este antropocentrismo desviado, puede hacernos creer que “estamos en el centro, pretendiendo que ocupamos el lugar de Dios; y así arruinamos la armonía de la creación, la armonía del plan d Dios”, convirtiéndonos “en depredadores, olvidando nuestra vocación de custodios de la vida”. “El trabajo no es sinónimo de explotación –afirma el Santo Padre-, sino que siempre va acompañado de cuidados: arar y proteger, trabajar y cuidar… esta es nuestra misión”. “El mejor antídoto contra este abuso de nuestra casa común es la contemplación” subraya Papa Francisco, “es importante recuperar la dimensión contemplativa”. Cuando contemplamos, descubrimos en los demás y en la naturaleza algo mucho más grande que su utilidad, descubrimos el valor intrínseco de las cosas que les ha dado Dios. Como ejemplo de esta contemplación, el Santo Padre recuerda la invitación final en los Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola a la “Contemplación para alcanzar amor”. Un llamado “a considerar cómo Dios mira a sus criaturas y a regocijarse con ellas; a descubrir la presencia de Dios en sus criaturas y, con libertad y gracia, a amarlas y cuidarlas”. “Aquellos que no pueden contemplar la naturaleza y la creación –subrayó el Santo Padre-, no pueden contemplar a la gente en su riqueza. Y quien vive para explotar la naturaleza, termina explotando a las personas y tratándolas como esclavos”. “El que sabe contemplar, se pondrá más fácilmente manos a la obra para cambiar lo que produce degradación y daño a la salud. Se comprometerá a educar y a promover nuevos hábitos de producción y consumo, a contribuir a un nuevo modelo de crecimiento económico que garantice el respeto de la casa común y el respeto por las personas.” La invitación del Papa es a ser contemplativos en la acción, ya que “tiende a convertirse en custodio del medio ambiente…, tratando de conjugar los conocimientos ancestrales de las culturas milenarias con los nuevos conocimientos técnicos, para que nuestro estilo de vida sea siempre sostenible”. Contemplar y cuidar son actitudes que muestran el camino para corregir y reequilibrar la relación como seres humanos con la creación, convirtiéndose en ‘custodios’ de la casa común, custodios de la vida y de la esperanza. Finalmente, Papa Francisco recuerda a los pueblos indígenas, “con los que todos tenemos una deuda de gratitud, incluso de penitencia, para reparar el mal que les hemos hecho”, “aquellos movimientos, asociaciones y grupos populares, que se esfuerzan por proteger su territorio con sus valores naturales y culturales”, y que “no siempre son apreciados, a veces, se les obstaculiza, porque no producen dinero, pero en realidad, contribuyen a una revolución pacífica, podremos llamarla la ‘revolución del cuidado’”. Concluye la catequesis el Santo Padre, recordando que este cuidado es tarea de todo ser humano: “Cada uno de nosotros puede y debe convertirse en un ‘custodio de la casa común’, capaz de alabar a Dios por sus criaturas, de contemplar las criaturas y protegerlas”. Prensa CEVNota de prensa de Vatican News16 de septiembre de 2020

15
Sep

La Dolorosa se compadece de los crucificados del mundo

Vaticano.- Este 15 de septiembre se celebra la memoria de Nuestra Señora de los Dolores o Dolorosa, en recuerdo de quien de pie y junto a la cruz de Jesús, su Hijo, estuvo íntima y fielmente asociada a su pasión salvadora. Ella es la nueva Eva, quien por su admirable obediencia contribuyó a la vida, al contrario de lo que hizo la primera mujer, que por su desobediencia trajo la muerte En la celebración de la memoria de Nuestra Señora de los Dolores o Dolorosa, la nueva Eva que contribuyó tan admirablemente a la vida siendo siempre obediente a los designios de Dios, el Papa Francisco tuiteó este 15 de septiembre en su cuenta oficial de Twitter @Pontifex: “La Virgen Dolorosa, que lloró con el corazón traspasado la muerte de Jesús, ahora se compadece del sufrimiento de los pobres crucificados y de las criaturas de este mundo exterminadas por el poder humano. #TiempoDeLaCreación” La Dolorosa, discípula y madre El pasado 3 de abril, Viernes de Pasión, la Iglesia recordaba asimismo los dolores de María, Nuestra Señora de los Dolores. Una veneración del pueblo de Dios que tiene siglos de historia. Así lo recordaba el Papa Francisco en su homilía de la Misa matutina celebrada en la capilla de la Casa de Santa Marta. Y destacaba: “Se han escrito himnos en honor a Nuestra Señora de los Dolores: estaba al pie de la cruz y la contemplan allí, sufriendo. La piedad cristiana ha recogido los dolores de la Virgen y habla de los ‘siete dolores’” Siete dolores El Santo Padre rememorando estos dolores decía: “El primero, sólo 40 días después del nacimiento de Jesús, la profecía de Simeón que habla de una espada que traspasará su corazón. El segundo dolor se refiere a  la huida a Egipto para salvar la vida de su hijo. El tercer dolor, esos tres días de angustia cuando el niño se quedó en el templo. El cuarto dolor, cuando Nuestra Señora se encuentra con Jesús en el camino al Calvario”. “El quinto dolor de Nuestra Señora es la muerte de Jesús, ver al Hijo allí, crucificado, desnudo, muriendo” Rezar estos siete dolores “El sexto dolor, el descenso de Jesús de la cruz, muerto, y lo toma en sus manos como lo había tomado en sus manos más de treinta años antes en Belén. El séptimo dolor es el entierro de Jesús. Y así, la piedad cristiana sigue este camino de Nuestra Señora que acompaña a Jesús. Es bueno para mí, por la tarde, cuando rezo el Ángelus, rezar estos siete dolores como recuerdo de la Madre de la Iglesia, cómo la Madre de la Iglesia con tanto dolor nos ha dado a luz a todos”. La que nunca pidió para sí misma El Papa afirmó en aquella oportunidad que la Virgen “nunca pidió nada para sí misma, nunca. Sí para los demás: pensemos en Caná, cuando va a hablar con Jesús. Nunca dijo: Soy la madre, mírenme: seré la reina madre”. Y añadió: Nuestra Señora no quiso quitarle ningún título a Jesús; recibió el don de ser su Madre y el deber de acompañarnos como Madre, de ser nuestra Madre El Redentor es uno solo “No pidió para sí misma ser cuasi-redentora o una co-redentora: no. El Redentor es uno solo y este título no se duplica. Sólo discípula y madre. Y así, como madre debemos pensar en ella, debemos buscarla, debemos rezarle. Ella es la Madre. En la Iglesia Madre”. “En la maternidad de la Virgen vemos la maternidad de la Iglesia que recibe a todos, buenos y malos: a todos” Historia de esta advocación La devoción a la Madre Dolorosa se desarrolló a partir de finales del siglo XI. En 1239, en la diócesis italiana de Florencia, la Orden de los Servitas u Orden de frailes Siervos de María, cuya espiritualidad estaba muy ligada a la Santa Virgen, fijó la fiesta de Nuestra Señora de los Dolores el 15 de septiembre. La Virgen de los Dolores es una advocación que cuenta con gran número de devotos en países como Argentina, Colombia, Ecuador, España, Guatemala, Italia, México, Panamá y Portugal. Es la patrona de Eslovaquia. Esta devoción a la advocación de los dolores está muy arraigada también en España, donde se celebra, por ejemplo, el Viernes de Dolores durante el mes de septiembre. Su imagen suele llevarse en procesión durante la Semana Santa en numerosas localidades del mundo. En España, por ejemplo, se destaca la iconografía establecida por los pasos de la denominada “Esperanza Macarena de Sevilla”,  y el de la Virgen de las Angustias de Juan de Juni, en Valladolid, que presenta la figura de María abatida de dolor a los pies de la cruz. Prensa CEVNota de prensa de Vatican News15 de septiembre de 2020

14
Sep

Papa Francisco: que las protestas sean pacíficas, se escuche la voz de los ciudadanos

Vaticano.- Después de la oración mariana, el Pontífice realizó un llamamiento a una acogida humana y digna de los migrantes del campo de refugiados de Moria, devastado por los incendios. Las dificultades de tantas personas en el mundo están en el corazón del Papa Francisco. Después del rezo del Ángelus, dirigió su pensamiento a «las numerosas manifestaciones populares de protesta que expresan el creciente malestar de la sociedad civil ante situaciones políticas y sociales particularmente críticas». Al tiempo que insto a los manifestantes a que presenten sus demandas de forma pacífica, sin ceder a la tentación de la agresión y la violencia, hago un llamamiento a todos aquellos que tienen responsabilidades públicas y gubernamentales para que escuchen la voz de sus conciudadanos y satisfagan sus justas aspiraciones garantizando el pleno respeto de los derechos humanos y las libertades civiles. Francisco también hace un llamamiento a las comunidades eclesiales que viven en esos contextos para que los pastores trabajen «en favor del diálogo y la reconciliación». Una acogida digna El Papa también piensa en lo que está pasando en el campo de refugiados de Moria, en la isla de Lesbos, devastada por los incendios. Incendios que han dejado a «miles de personas sin refugio, ni siquiera precario», y piensa en su visita en 2016: Esta siempre vivo en mí el recuerdo de la visita allí, y el llamamiento lanzado junto con el Patriarca Ecuménico Bartolomé y el Arzobispo Jerónimo de Atenas, para garantizar una acogida humana y digna a las mujeres y hombres migrantes, a los refugiados, a los que buscan asilo en Europa. Expreso mi solidaridad y cercanía a todas las víctimas de estos dramáticos acontecimientos. La colecta para la Tierra Santa En el contexto actual, esta colecta es todavía más un signo de esperanza y solidaridad con los cristianos que viven en la tierra donde Dios se hizo carne y murió y resucitó por nosotros. Hoy realicemos una peregrinación espiritual, en espíritu, con la imaginación, con el corazón, a Jerusalén, donde, como dice el Salmo, están nuestras fuentes. Y cumplamos un gesto de generosidad para con aquellas comunidades. Por último, un pensamiento a los ciclistas que padecen la enfermedad de Parkinson, y que han recorrido la Vía Francígena desde Pavía hasta Roma, a las comunidades Laudato si’ que se han comprometido a custodiar la Creación, a las familias italianas que en agosto se dedicaron a la hospitalidad de los peregrinos. Prensa CEVNota de prensa de Vatican News14 de septiembre de 2020

14
Sep

Papa Francisco: no podemos pretender el perdón de Dios, si no perdonamos al prójimo

Vaticano.- Es necesario aplicar el amor misericordioso en todas las relaciones humanas, tal como nos lo pide Jesús: lo dijo el Papa a la hora del Ángelus de este domingo, al reflexionar sobre la parábola del rey misericordioso. “Si no nos esforzamos por perdonar y amar, – afirmó el Santo Padre – tampoco seremos perdonados ni amados”. “Si no nos esforzamos por perdonar y amar, tampoco seremos perdonados ni amados”: fue la conclusión a la que llegó el Papa Francisco en su Ángelus de hoy, al reflexionar sobre la parábola del rey misericordioso. El Santo Padre se asomó, como cada domingo, a la ventana del Palacio Apostólico, para rezar junto con los fieles la oración mariana del Ángelus dominical, en este XXIV domingo del Tiempo Ordinario. El Evangelio propone en este día la parábola del rey misericordioso, en donde “encontramos – dijo Francisco – dos veces esta súplica: ‘ten paciencia conmigo y te lo pagaré todo”. La primera vez la pronuncia el siervo que le debe a su amo diez mil talentos, una suma enorme. Hoy serían millones y millones de euros. La segunda vez la repite otro criado del mismo amo. Él también tiene deudas, no con su amo, sino con el siervo que tiene esa enorme deuda. Y su deuda es muy pequeña comparada con la de su compañero, tal vez como el salario de una semana. La infinita misericordia de Dios Tal como explicó el Papa, el centro de la parábola es la indulgencia que el amo muestra hacia el siervo más endeudado. El evangelista subraya que «el señor tuvo compasión de aquel servidor, – no olviden jamás esta palabra que es propia de Jesús: «tuvo compasión», Jesús siempre tuvo compasión – le dejó marchar y le perdonó la deuda». ¡Una deuda enorme, por tanto, una condonación enorme! Pero ese criado, inmediatamente después, se muestra despiadado con su compañero, que le debe una modesta suma. No lo escucha, le insulta y lo hace encarcelar, hasta que haya pagado la deuda, aquella pequeña deuda. El amo se entera de esto y, enojado, llama al siervo malvado y lo hace condenar. ¿Pero yo te he perdonado tanto y tú eres incapaz de perdonar tan poco? Aplicar el amor misericordioso en todas las relaciones   Son dos las actitudes que demuestra la parábola: la de Dios, que, representado por el rey, muestra una justicia “impregnada de misericordia”. Y la del hombre, que “se limita a la justicia”. Jesús, en cambio, nos exhorta a “abrirnos valientemente al poder del perdón, porque no todo en la vida se resuelve con la justicia”. Da cuenta de ello la respuesta que le da a Pedro, antes de la parábola, cuando le pregunta: «Señor ¿cuántas veces tengo que perdonar las ofensas que me haga mi hermano?». A lo que Jesús le responde: «No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete». En el lenguaje simbólico de la Biblia, – explicó el Papa – esto significa que estamos llamados a perdonar siempre. ¡Cuánto sufrimiento, cuántas divisiones, cuántas guerras podrían evitarse, si el perdón y la misericordia fueran el estilo de nuestra vida! Incluso en la familia, también en la familia. Cuántas familias desunidas que no saben perdonarse, cuántos hermanos y hermanas que tienen este rencor dentro. Es necesario aplicar el amor misericordioso en todas las relaciones humanas: entre los esposos, entre padres e hijos, dentro de nuestras comunidades, en la Iglesia y también en la sociedad y la política. Deja de odiar, el rencor es como una mosca en el verano El Papa Francisco se detuvo en la meditación, para contar una primera reflexión que tuvo en la mañana, durante la misa, leyendo una frase el libro de Sirácides. La frase que dice: «Acuérdate de tu fin y déjate de odiar». Y exhortó: ¡Piensa en el final! Piensa que estarás en un ataúd y llevarás el odio allí. Piensa en el final, ¡deja de odiar! Deja el rencor. Piensa en esta conmovedora frase: «Acuérdate de tu fin y déjate de odiar». No es fácil perdonar, porque en los momentos tranquilos uno dice: «sí, pero éstos o éste me han hecho todo tipo de cosas»… pero yo también he hecho muchas. Mejor perdonar para ser perdonado. Pero luego, el rencor vuelve, como una molesta mosca en el verano que vuelve y vuelve y vuelve… Perdonar no es sólo algo momentáneo, es algo continuo contra este rencor, este odio que vuelve. Pensemos en el final, dejemos de odiar. “Es una condición: piensa en el final, en el perdón de Dios y deja de odiar, ahuyenta el rencor, esa molesta mosca que vuelve y vuelve y vuelve.” Perdonar para ser perdonados   La frase que recitamos en la oración del Padre nuestro: «Perdónanos nuestras deudas, así como nosotros perdonamos a nuestros deudores», cobran su pleno significado gracias a esta parábola, puesto que contienen, continuó diciendo el Papa, una “verdad decisiva”: No podemos pretender para nosotros el perdón de Dios, si nosotros, a nuestra vez, no concedemos el perdón a nuestro prójimo. Si no nos esforzamos por perdonar y amar, tampoco seremos perdonados ni amados. Por todo ello, al concluir su reflexión, el Papa alentó a encomendarse a la maternal intercesión de la Madre de Dios, para que Ella “nos ayude a darnos cuenta de cuánto estamos en deuda con Dios, y a recordarlo siempre, para tener el corazón abierto a la misericordia y a la bondad”. Prensa CEVNota de prensa de Vatican News14 de septiembre de 2020

14
Sep

Papa Francisco: La revelación del amor de Dios ‘parece una locura’

Vaticano.- En la fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz, este 14 de septiembre, el Papa Francisco tuiteó en su cuenta oficial de Twitter @Pontifex: “La revelación del amor de Dios por nosotros parece una locura. Cada vez que miramos el Crucifijo encontramos este amor. El Crucifijo es el gran libro del amor de Dios”.   En esta ocasión recordamos la alocución que el Santo Padre dirigió en un día como el de hoy pero del año 2014 a la hora del Ángelus dominical con los fieles y peregrinos que se habían dado cita en la Plaza de San Pedro. Aquel domingo 14 de septiembre de hace seis años, el Obispo de Roma se refería a esta fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz. Y lo hacía a modo de diálogo: “Alguna persona no cristiana podría preguntarnos: ¿Por qué ‘exaltar’ la cruz? Podemos responder que no exaltamos una cruz cualquiera, o todas las cruces: exaltamos la cruz de Jesús, porque en ella se reveló al máximo el amor de Dios por la humanidad” La fuerza negativa del mal y la misericordia de Dios Con el evangelio de Juan el Papa recordaba que el Padre “dio” al Hijo para salvarnos, “y esto implicó la muerte de Jesús, y la muerte en la cruz. ¿Por qué? ¿Por qué fue necesaria la cruz? A causa de la gravedad del mal que nos esclavizaba. La cruz de Jesús expresa ambas cosas: toda la fuerza negativa del mal y toda la omnipotencia mansa de la misericordia de Dios”. Y añadía: “La cruz parece determinar el fracaso de Jesús, pero en realidad manifiesta su victoria” Además explicaba que en el Calvario, quienes se burlaban de Cristo, le decían que si era el Hijo de Dios, debía bajarse de la cruz. “Pero era verdadero lo contrario: precisamente porque era el Hijo de Dios estaba allí, en la cruz, fiel hasta el final al designio del amor del Padre”. “Y precisamente por eso Dios ‘exaltó a Jesús, confiriéndole una realeza universal” Por esta razón, decía Francisco, “cuando dirigimos la mirada a la cruz donde Jesús estuvo clavado, contemplamos el signo del amor, del amor infinito de Dios por cada uno de nosotros y la raíz de nuestra salvación. De esa cruz brota la misericordia del Padre, que abraza al mundo entero. Por medio de la cruz de Cristo ha sido vencido el maligno, ha sido derrotada la muerte, se nos ha dado la vida, devuelto la esperanza. La cruz de Jesús es nuestra única esperanza verdadera”. “Por eso la Iglesia ‘exalta’ la Santa Cruz y también por eso nosotros, los cristianos, bendecimos con el signo de la cruz. En otras palabras, no exaltamos las cruces, sino la cruz gloriosa de Jesús, signo del amor inmenso de Dios, signo de nuestra salvación y camino hacia la Resurrección. Y esta es nuestra esperanza” Además, el Santo Padre invitaba a pensar en los tantos hermanos y hermanas nuestros perseguidos y asesinados a causa de su fidelidad a Cristo. Mientras dirigía su pensamiento al Calvario, al pie de la cruz, donde estaba la Virgen María, la Virgen de los Dolores. “A ella encomiendo el presente y el futuro de la Iglesia, para que todos sepamos siempre descubrir y acoger el mensaje de amor y de salvación de la cruz de Jesús” Y le encomendaba, en particular, a las parejas de esposos a quienes había tenido la alegría de unir en matrimonio esa misma mañana, en la basílica de San Pedro. Origen de la fiesta Como explicaba el año pasado Monseñor Daniel Henry Mueggenborg, Obispo auxiliar de la Arquidiócesis estadounidense de Seattle, en una entrevista publicada por la revista Northwest Catholic, mientras los primeros cristianos usaban la señal de la cruz como su oración y bendición privadas, antes del siglo IV “no veneraban en público ni exhibían la cruz, porque los romanos seguían empleando la cruz como una forma horrible, cruel y humillante de pena capital”. “Los primeros cristianos veneraban en ocasiones una forma decorada de la cruz,  de la un resto puede verse aún en el ábside de la Basílica Lateranense, en Roma, pero no un crucifijo”. Asimismo el prelado explica que incluían referencias crípticas a la cruz en otras imágenes cristianas primitivas, como el ancla, que era un símbolo de la esperanza. Pero tras la legalización del cristianismo con el Edicto de Milán en el lejano año 313 y la abolición subsecuente de la crucifixión como forma de pena capital, “los cristianos comenzaron a venerar en público la imagen de Jesús crucificado”. Monseñor Mueggenborg recuerda que durante los tiempos de persecución, los cristianos conocían bien el sacrificio de la fe; y que en ausencia de la persecución, necesitaban recordarse a sí mismos del sacrificio de nuestro Señor mediante la imagen de su crucifixión. Y destaca que en Roma, la imagen más antigua de un crucifijo que se muestra para su veneración puede verse todavía en las puertas talladas de ciprés en Santa Sabina (de mediados del siglo V). Jerusalén y Elena, la madre de Constantino Fue también tras la legalización del cristianismo que los restos de la verdadera Cruz en que murió Jesús fueron hallados en Jerusalén y Elena, la madre de Constantino, erigió la Basílica del Santo Sepulcro sobre el sitio de la crucifixión y sepultura de Jesús. De manera que, dice Monseñor Mueggenborg: “La fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz conmemora estos dos eventos, el hallazgo de la cruz y la construcción de la basílica en el aniversario del día en que esta iglesia fue dedicada y un fragmento de la Cruz auténtica fue expuesto para su veneración pública. La celebración anual de la cruz el 14 de septiembre, de una u otra forma, ha continuado desde el año 335” El Obispo auxiliar de Seattle añade: “Para nosotros, la cruz es el instrumento de nuestra salvación desde el cual Jesús cumplió su más grande ministerio: la redención del mundo. Luego, la cruz de Cristo es un recordatorio del inmenso amor de Dios por cada hombre, mujer y niño; es la

11
Sep

Papa Francisco: el enfermo es mucho más que el protocolo en que se lo enmarca clínicamente

Vaticano.- La importancia de la atención integral, aquella de las relaciones entre profesionales de la salud, pacientes y familiares, y, en particular, la de considerar la dimensión humana una parte “integral” de la actividad de cuidado de los centros de atención de la salud: fueron algunos de los puntos que el Papa Francisco abordó en su discurso a los participantes en el Congreso Mundial de Ginecología Oncológica, recibidos esta mañana en el Vaticano. El Papa Francisco recibió este mediodía en el Aula Pablo VI a los participantes en el Congreso Mundial de ginecología oncológica (International Gynecologic Cancer Society). En el darles su cálida bienvenida, saludó especialmente a los ex pacientes, que “favorecen el intercambio y el apoyo mutuo”, conscientes de la importancia de crear vínculos de solidaridad entre los enfermos con patologías graves, los parientes y los profesionales de la salud. Algo que se vuelve aún más valioso, dijo el Pontífice, “cuando se enfrenta a enfermedades que pueden poner en peligro o perjudicar seriamente la fertilidad y la maternidad”. “En estas situaciones, que tienen un profundo impacto en la vida de una mujer, es esencial cuidar, con gran sensibilidad y respeto, la condición – psicológica, relacional, espiritual – de cada paciente”. Por lo arriba expuesto el Santo Padre alentó a considerar estas dimensiones de la atención integral, “incluso en los casos en que el tratamiento es esencialmente paliativo”, puesto que está demostrado que “vivir buenas relaciones. ayuda y apoya a los enfermos a lo largo de todo el camino de la curación, reavivando o aumentando la esperanza en ellos”. El paciente es más que el protocolo en que se enmarca   En el señalar que la persona enferma “es siempre y mucho más que el protocolo en el que se enmarca clínicamente”, el Sumo Pontífice constató el hecho de que, cuando el enfermo “ve reconocida su singularidad”, la confianza en el equipo médico y un horizonte positivo aumenta aún más. Y por ello manifestó su deseo de que esto no siga siendo sólo “la expresión de un ideal, sino que encuentre cada vez más espacio y reconocimiento dentro de los sistemas de salud”. A menudo se afirma, con razón, que la relación, el encuentro con el personal sanitario, forma parte de la atención. ¡Qué gran beneficio ofrece a los enfermos tener la oportunidad de abrir sus corazones libremente y confiar en su condición y situación! También, la posibilidad de llorar con confianza: esto abre horizontes y ayuda a la curación. O por lo menos, a sobrellevar bien la enfermedad terminal. La economía no debe entrar en el mundo de la sanidad Sucesivamente, Francisco planteó la cuestión de la organización del hospital, “fuertemente condicionada por requisitos funcionales”, y manifestó su “tristeza y preocupación” por el riesgo “bastante generalizado” de dejar la dimensión humana del cuidado de los enfermos a la “buena voluntad” del médico individual, en lugar de considerarlo una parte integral de la actividad de cuidado que ofrecen los centros de atención de la salud. En este sentido, afirmó que no debe permitirse “que la economía entre en el mundo de la sanidad con tanta fuerza que penalice aspectos esenciales como la relación con los enfermos”. Y elogió las diversas asociaciones sin fines de lucro que “colocan a los pacientes en el centro, apoyando sus necesidades y preguntas legítimas y dando también voz a quienes, debido a la fragilidad de su condición personal, económica y social, no pueden hacerse oír.” Difundir resultados de estudios e investigaciones al mundo En el reconocer que la investigación requiere un fuerte compromiso económico, el Santo Padre señaló que es posible, sin embargo, encontrar un equilibrio entre los diversos factores: “el primer lugar lo ocupan las personas – afirmó – en este caso las mujeres enfermas». Pero señaló que no hay que olvidar al personal que trabaja diariamente en estrecha colaboración con ellas, «para que puedan trabajar en condiciones adecuadas” y «tomarse el tiempo de descanso para recuperar sus fuerzas para seguir adelante». Asimismo, el Papa alentó la difusión de los resultados de los estudios e investigaciones al mundo. El valor de la cercanía y de la confianza Concluyendo, el Obispo de Roma señaló que la condición de la enfermedad nos recuerda aspectos de la vida que a veces olvidamos, como la precariedad de nuestra existencia, la necesidad de los demás, la insensatez de vivir enfocados sólo en nosotros mismos, la realidad de la muerte como parte de la vida misma. Y subrayó: La condición de la enfermedad recuerda esa actitud decisiva para el ser humano que es confiarse: confiarse al otro hermano y hermana, y al Otro con mayúscula que es nuestro Padre celestial. También recuerda el valor de la cercanía, del hacerse prójimo, como nos enseña Jesús en la parábola del buen samaritano (cf. Lc 10,25-37). “¡Cuánto, cuánto cura una caricia en el momento adecuado!” Finalmente, invocó sobre todos la bendición de Dios, “fuente de esperanza, fortaleza y paz interior”: «a cada uno de ustedes, a cada uno con su propia fe, su propia tradición religiosa. Pero Dios es el Único para todos. Los bendigo a todos», les dijo, y les aseguró sus oración, pidiendo que también recen por él. Presa CEVNota de prensa de Vatican News11 de septiembre de 2020

10
Sep

Papa Francisco apoya proyecto para lograr una migración más humana

Vaticano.- «Ustedes tienen un proyecto con visión de futuro», dijo Francisco en audiencia en el Vaticano a los representantes de la iniciativa europea “Snapshots from the Borders” (Voces y experiencias de las fronteras) que promueve una comprensión más profunda de la migración, permitiendo a las sociedades europeas dar una respuesta más humana y coordinada a los retos de la migración contemporánea. «Solidaridad concreta y responsabilidad compartida. Convertir fronteras y barreras de división en «ventanas» de comunión en la diversidad», pidió el Santo Padre. El Papa Francisco recibió en audiencia este 10 de septiembre al mediodía, en la sala Clementina del Vaticano, a una delegación de aproximadamente 50 personas representantes del proyecto europeo “Snapshots from the Borders” (Voces y experiencias de las fronteras) liderado por el alcalde de Lampedusa y Linosa, en Italia.  El objetivo general del proyecto, en el que están involucrados varios países europeos, es aumentar la conciencia y la comprensión crítica de la interdependencia mundial y las causas de las corrientes migratorias, a fin de promover el logro y el respeto de las metas de desarrollo sostenible.  Una comprensión más profunda de la migración «Ustedes tienen un proyecto con visión de futuro», dijo el Papa en su discurso, destacando que con su trabajo, la red de autoridades locales y organizaciones de la sociedad civil que ha nacido a partir de esta iniciativa, «promueve una comprensión más profunda de la migración, permitiendo a las sociedades europeas dar una respuesta más humana y coordinada a los retos de la migración contemporánea». En alusión al escenario actual de la migración que «es complejo y a menudo tiene implicaciones dramáticas», el Santo Padre afirmó que es necesarioestudiar y entender mejor las interdependencias mundiales que determinan las corrientes migratorias. No ser indiferentes ante las tragedias humanas «Son muchos los desafíos y nos interpelan a todos», continuó el Pontífice. «Nadie puede permanecer indiferente ante las tragedias humanas que siguen teniendo lugar en diferentes regiones del mundo. Entre ellas, a menudo se nos pide que abordemos las tragedias que tienen al Mediterráneo como escenario, un mar fronterizo, pero también un mar donde se encuentran las culturas». Recordando sus palabras pronunciadas el pasado mes de febrero durante el encuentro de Obispos del Mediterráneo que tuvo lugar en la ciudad de Bari, Francisco reiteró que entre los que más luchan en el área del Mediterráneo, están los que «huyen de la guerra o dejan su tierra en busca de una vida digna del hombre». Sin embargo, en medio de esta travesía, estos hermanos y hermanas se encuentran, a menudo, con un «sentimiento generalizado de indiferencia social e incluso de rechazo», por lo que el Papa alentó a «nunca aceptar que aquellos que buscan la esperanza en el mar mueran sin recibir ayuda». Solidaridad concreta y responsabilidad compartida Asimismo, frente a estos grandes globales, el Santo Padre señaló que es indispensable practicar «una solidaridad concreta y una responsabilidad compartida, tanto a nivel nacional como internacional y añadió: “La actual pandemia ha puesto de manifiesto nuestra interdependencia: todos estamos vinculados, unos con otros, tanto en el mal como en el bien. Debemos actuar juntos, no solos” Por otra parte, Francisco puso en evidencia que también es esencial cambiar la forma en que vemos y contamos la migración: “Se trata de poner a las personas, los rostros, las historias en el centro. He aquí la importancia de los proyectos, como el que promueven ustedes, que tratan de proponer diferentes enfoques, inspirados en la cultura del encuentro, que es el camino hacia un nuevo humanismo. Y cuando digo «nuevo humanismo» no lo digo sólo como una filosofía de vida, sino también como una espiritualidad y un estilo de comportamiento” Convertir fronteras en «ventanas» de comunión en la diversidad Finalmente, el Papa recordó que las sociedades, comunidades e Iglesias, «están llamadas a ser los primeros actores de este punto de inflexión, gracias a las continuas oportunidades de encuentro que la historia les ofrece», ya que las fronteras, que siempre se han considerado como barreras de división, pueden convertirse en cambio en «ventanas», en «espacios de conocimiento mutuo, de enriquecimiento recíproco, de comunión en la diversidad». Antes de despedirse, Francisco animó a los participantes «a seguir trabajando juntos por la cultura del encuentro y la solidaridad». Prensa CEVNota de prensa de Vatican News10 de septiembre de 2020

09
Sep

Papa Francisco: Garantizar ambientes seguros para la formación de los jóvenes

Vaticano.- En el Día en que se celebra la “Primera Jornada Internacional para la protección de la educación de ataques, en el ámbito de los conflictos armados”, el Santo Padre ha pedido “que no falte el esfuerzo para garantizarles ambientes seguros para la formación, sobre todo en situaciones de emergencia humanitaria”. “Exhorto a la comunidad internacional a trabajar para que se respeten los edificios que deberían proteger a los jóvenes estudiantes. Que no falte el esfuerzo para garantizarles ambientes seguros para la formación, sobre todo en situaciones de emergencia humanitaria”, es el llamamiento que hizo el Papa Francisco en la Audiencia General de este miércoles, 9 de septiembre de 2020, desde el Patio de San Dámaso del Vaticano. Los jóvenes tienen derecho a la educación Al concluir su catequesis y en sus saludos en lengua italiana, el Santo Padre ha recordado que, “hoy se celebra el primer Día Internacional para la protección de la educación de ataques, en el ámbito de los conflictos armados”, día que fue establecido por decisión unánime de la Asamblea General de la ONU en el mes de mayo pasado. Además, el Pontífice invitó “a rezar por los estudiantes que son privados tan gravemente del derecho a la educación, a causa de guerras y terrorismo”. El Primer Día para la protección de la educación de ataques Esta Jornada es una iniciativa de las Naciones Unidas que busca sensibilizar a la opinión pública sobre la situación crítica de millones de niños que viven en países afectados por conflictos. La resolución de la Asamblea General afirma que los gobiernos tienen la responsabilidad fundamental de proporcionar protección y asegurar una educación de calidad, inclusiva y equitativa a todos los estudiantes, especialmente a los que se encuentran en situaciones vulnerables. Además, destaca la necesidad de incrementar los esfuerzos y aumentar la financiación para promover entornos escolares seguros que sirvan de protección en las emergencias humanitarias. Incluye también que se deben adoptar todas las medidas posibles para proteger las escuelas, los alumnos y el personal docente de ataques, evitar las acciones que impidan el acceso de los niños a una educación y facilitar el acceso a la educación en situaciones de conflicto armado. Guterres: Asegurarnos que los niños tengan un entorno seguro Por su parte, António Guterres, Secretario General de la ONU ha afirmado que, “mientras el mundo está luchando para contener la pandemia de Covid-19, los niños y los jóvenes que viven en zonas de conflicto son los más vulnerables a los efectos devastadores de la pandemia. Debemos asegurarnos de que nuestros niños tengan un entorno seguro en el que adquirir los conocimientos y competencias que necesitarán en el futuro”. Al proclamar el Día Internacional para la Protección de la Educación de Ataques, la ONU envía un claro mensaje sobre la importancia de que las escuelas sean lugares protegidos y seguros para estudiantes y maestros, y que es necesario que la educación siga siendo una prioridad en la agenda de políticas públicas. Esto debe seguir siendo una prioridad incluso mientras los gobiernos prosiguen la lucha contra la pandemia de Covid-19 que ha llevado al cierre de escuelas y afectado a más del 90% de los estudiantes del mundo. Prensa CEVNota de prensa de Vatican News09 de septiembre de 2020