Categoría: Papa Francisco

03
Dic

Papa Francisco erige en persona jurídica canónica y vaticana la Red Mundial de Oración

Vaticano.- “Con el fin de coordinar y animar este movimiento espiritual que me es tan querido, dotándolo de una estructura adecuada a los tiempos que vivimos… Erijo, en persona jurídica canónica y vaticana la Fundación Red Mundial de Oración del Papa”, lo decreta el Papa Francisco en el Quirógrafo con el cual la Red Mundial de Oración del Papa se constituye en “persona jurídica canónica y vaticana”, la misma que tendrá su sede en el Estado de la Ciudad del Vaticano, se regirá por los Estatutos anexos a este Quirógrafo, los cuales fueron aprobados hoy por el Santo Padre, y que entrarán en vigor a partir del 17 de diciembre de 2020. Del Apostolado de la Oración a la Red Mundial Asimismo, en el Quirógrafo se recuerda que, la Red Mundial de Oración del Papa, anteriormente Apostolado de la Oración, fue iniciado en Francia por el Rev. P. François-Xavier Gautrelet, S.J., la que se funda en la espiritualidad del Sagrado Corazón de Jesús y acoge las intenciones de oración mensuales propuestas por el Santo Padre a la Iglesia. “Hace unos años instituí la Red Mundial de Oración del Papa como Obra Pontificia – recuerda el Pontífice – para subrayar el carácter universal de dicho apostolado y la necesidad que todos tenemos de rezar cada vez más y con sinceridad de corazón”. Y hoy, con el fin de coordinar y animar este movimiento espiritual, el Papa Francisco lo dota de una estructura adecuada a los tiempos que vivimos, y lo constituye en “persona jurídica canónica y vaticana”. Quirógrafo del Santo Padre Francisco La Red Mundial de Oración del Papa, anteriormente Apostolado de la Oración, iniciado en Francia por el Rev. P. François-Xavier Gautrelet, S.J., se funda en la espiritualidad del Sagrado Corazón de Jesús y acoge las intenciones de oración mensuales propuestas por el Santo Padre a la Iglesia. Hace unos años instituí la Red Mundial de Oración del Papa como Obra Pontificia para subrayar el carácter universal de dicho apostolado y la necesidad que todos tenemos de rezar cada vez más y con sinceridad de corazón. Con el fin de coordinar y animar este movimiento espiritual que me es tan querido, dotándolo de una estructura adecuada a los tiempos que vivimos, en virtud de la potestad apostólica en la Iglesia y de la soberanía en el Estado de la Ciudad del Vaticano, teniendo en cuenta los cánones 331, 114 y 115 §3, 116 §1 y 1303 §1, n. 1 del Código de Derecho Canónico, y el art. 1 n. 1 de la Ley Fundamental de la Ciudad del Vaticano desde el 26 de noviembre de 2000, aceptando la instancia presentada por la Red Mundial de Oración del Papa, ERIJO en persona jurídica canónica y vaticana la Fundación «Red Mundial de Oración del Papa», con sede en el Estado de la Ciudad del Vaticano, regida por los Estatutos anexos a este Quirógrafo, aprobados hoy por mí, que entrarán en vigor a partir del 17 de diciembre de 2020. Francisco Prensa CEVNota de prensa de Vatican News03 de diciembre de 2020

03
Dic

Mensaje del Papa Francisco en el Día de las Personas con Discapacidad

Vaticano.- «Que la voluntad común de “reconstruir mejor” pueda desencadenar sinergias entre las organizaciones tanto civiles como eclesiales, para edificar, contra toda intemperie, una “casa” sólida, capaz de acoger también a las personas con discapacidad, porque está construida sobre la roca de la inclusión y de la participación activa», lo escribe el Papa Francisco en su Mensaje con ocasión del Día Internacional de las Personas con Discapacidad, dado a conocer este jueves, 3 de diciembre de 2020. Reconstruir mejor: hacia un mundo post Covid-19 En su Mensaje para la celebración del Día Internacional de las Personas con Discapacidad, el Pontífice expresa su cercanía a todas las personas que “están viviendo situaciones de particular dificultad en esta crisis causada por la pandemia”, y recuerda que todos estamos en la misma barca en medio de un mar agitado; pero en esta barca a algunos les resulta más difícil, entre ellos a las personas con discapacidades graves. Asimismo, el Papa señala que, el tema de este año es «Reconstruir mejor: hacia un mundo post Covid-19 que incluya la discapacidad, accesible y sostenible». En este sentido, el Papa resalta la expresión “reconstruir mejor”; que evoca la parábola evangélica de la casa construida sobre roca o sobre arena y a partir de la cual comparte las siguientes reflexiones. La amenaza de la cultura del descarte Una de las primeras amenazas que se presenta a esta “casa”, escribe el Papa Francisco, son la «lluvia», los «ríos» y los «vientos» que pueden ser identificados con la cultura del descarte, difundida en nuestro tiempo. Para dicha cultura, partes de la humanidad parecen sacrificables en beneficio de un sector humano digno, y no se considera ya a las personas como un valor primario que hay que respetar y amparar, especialmente si son pobres o discapacitadas. En los últimos cincuenta años, precisa el Pontífice, se han dado pasos importantes, tanto en el ámbito de las instituciones civiles como de las realidades eclesiales. Sin embargo, todavía subsisten en el sustrato cultural demasiadas expresiones que contradicen de hecho este enfoque. Debido también a una mentalidad narcisista y utilitarista, se constatan actitudes de rechazo que conducen a la marginación, sin considerar que, inevitablemente, la fragilidad pertenece a todos. En realidad, hay personas con discapacidades incluso graves que, aun con gran esfuerzo, han encontrado el camino hacia una vida buena y rica de significado, como hay muchas otras “normalmente dotadas” que sin embargo están insatisfechas, o a veces desesperadas. Es importante, especialmente en este Día, promover una cultura de la vida, que afirme continuamente la dignidad de cada persona, en particular en defensa de los hombres y mujeres con discapacidad, de cualquier edad y condición social La «roca» de la inclusión Siguiendo con la imagen de la casa construida sobre la roca, el Papa Francisco afirma que, se tiene que edificar esta “casa” sobre la roca de la “inclusión”. Para así, hacer frente a las disparidades y diferencias que se han acentuado aún más en este tiempo de pandemia. Y siguiendo la parábola evangélica del Buen Samaritano, el Pontífice afirma que, a menudo nos encontramos en el camino de la vida con personas heridas, que en ocasiones llevan precisamente los rasgos de la discapacidad y la fragilidad. Por ello, la inclusión debería ser la «roca» sobre la que las instituciones civiles construyan programas e iniciativas, para que nadie quede excluido, especialmente quienes se encuentran en mayor dificultad. “La fuerza de una cadena depende del cuidado que se dé a los eslabones más débiles”. Respecto a las instituciones eclesiales, el Santo Padre reitera la exigencia de disponer de instrumentos adecuados y accesibles para la transmisión de la fe. Además, invita a que se pongan a disposición de quienes los necesitan, en cuanto sea posible gratuitamente, incluso a través de las nuevas tecnologías, que han demostrado ser tan importantes para todos en este período de pandemia. Asimismo, el Papa alienta a que exista una formación ordinaria para sacerdotes, seminaristas, religiosos, catequistas y agentes de pastoral, sobre la relación entre la discapacidad y el uso de instrumentos pastorales inclusivos. Que las comunidades parroquiales se comprometan a que se desarrolle en los fieles el estilo de acogida hacia las personas con discapacidad. Crear una parroquia plenamente accesible requiere no sólo que se eliminen las barreras arquitectónicas, sino que los parroquianos asuman sobre todo actitudes y acciones de solidaridad y servicio hacia las personas con discapacidad y hacia sus familias. El objetivo está en que lleguemos a dejar de hablar de “ellos” y lo hagamos sólo de “nosotros” La «roca» de la participación activa Asimismo, el Papa Francisco señala que, para “reconstruir mejor” nuestra sociedad es necesario que la inclusión de quienes son más frágiles comprenda también la promoción de su participación activa. Por ello, es importante reconocer el derecho de las personas con discapacidad a recibir los sacramentos como los demás miembros de la Iglesia. Se debe prestar especial atención a las personas con discapacidad que aún no han recibido los sacramentos de la iniciación cristiana: estas podrían ser acogidas e incluidas en el itinerario de catequesis para la preparación a estos sacramentos. La gracia de la que son portadores no puede ser negada a nadie. Por eso, también las personas con discapacidad, tanto en la sociedad como en la Iglesia, piden convertirse en sujetos activos de la pastoral y no sólo en destinatarios. En efecto, la participación activa de las personas con discapacidad en la catequesis constituye una gran riqueza para la vida de toda la parroquia. Estas, en efecto, injertadas en Cristo en el Bautismo, comparten con Él, en su particular condición, el ministerio sacerdotal, profético y real, evangelizando a través, con y en la Iglesia. Espero que en las comunidades parroquiales sean cada vez más, las personas con discapacidad que puedan convertirse en catequistas, para transmitir la fe de manera eficaz, también con su propio testimonio. Prensa CEVNota de prensa de Vatican News03 de diciembre de 2020

02
Dic

Papa Francisco en audiencia general: Este mundo tiene necesidad de bendición

Vaticano.- La bendición, considera el Papa Francisco, es una dimensión esencial de la oración y para ejemplificar esta afirmación, cita el libro del Génesis en los capítulos 1 y 2. “Dios continuamente bendice la vida. Bendice a los animales (1,22), bendice al hombre y a la mujer (1,28), finalmente bendice el sábado, día de reposo y del disfrute de toda la creación (2,3). En las primeras páginas de la Biblia es un continuo repetirse de bendiciones”. La fuerza especial de la bendición El Papa muestra que también los seres humanos participamos del acto de bendecir: “Dios bendice, pero también los hombres bendicen, y pronto se descubre que la bendición posee una fuerza especial, que acompaña para toda la vida a quien la recibe, y dispone el corazón del hombre a dejarse cambiar por Dios (Conc. Ecum. Vat. II, Const. Sacrosanctum Concilium, 61)”. El pecado afecta al ser humano, afirma el Papa, y lo hace “capaz de propagar el mal y la muerte en el mundo; pero nada podrá borrar la primera huella de Dios, una huella de bondad que Dios ha puesto en el mundo, en la naturaleza humana, en todos nosotros: la capacidad de bendecir y el hecho de ser bendecido. Dios no se equivocó con la creación, ni con la creación del hombre. La esperanza del mundo está completamente en la bendición de Dios: Él continúa queriéndonos, bueno, Él primero, como dice el poeta Péguy, continúa esperando nuestro bien”. La gran bendición de Dios es Jesucristo Francisco subraya que la bendición para toda la humanidad es Jesucristo y afirma: “La gran bendición de Dios es Jesucristo, es el gran regalo de Dios, su Hijo. Es una bendición para toda la humanidad, es una bendición que nos ha salvado a todos. Es la Palabra eterna con la que el Padre nos bendijo «cuando aún éramos pecadores» (Rom 5:8) dice San Pablo: Palabra hecha carne y ofrecida por nosotros en la cruz”. El Papa insiste en que “No hay pecado que pueda borrar completamente la imagen de Cristo presente en cada uno de nosotros. Ningún pecado puede borrar la imagen que Dios nos ha dado. La imagen de Cristo. Puede desfigurarlo, pero no puede apartarlo de la misericordia de Dios. Un pecador puede permanecer en sus errores por mucho tiempo, pero Dios pacientemente perdura hasta el final, esperando que al final ese corazón se abra y cambie. Dios es como un buen padre y como una buena madre, también es una buena madre: nunca dejan de amar a su hijo, no importa cuán equivocado esté”. En este contexto, el Papa recuerda la siguiente anécdota: “tantas veces que vi gente haciendo cola para entrar en la cárcel, tantas madres haciendo cola para ver a su hijo encarcelado. No dejan de amar a su hijo y saben que la gente que pasa en el autobús (piensa): «Ah, esta es la madre del prisionero…». No se avergüenzan de eso. Sí, se avergüenzan, pero siguen adelante, el hijo de la vergüenza es más importante para Dios que todos los pecados que podemos hacer. Porque Él es padre, es madre, es amor puro, nos ha bendecido para siempre. Y nunca dejará de bendecirnos”. La experiencia con la gente que está en prisión o en rehabilitación busca, afirma Francisco, “Hacer sentir a las personas que permanecen bendecidas a pesar de sus graves errores, que el Padre Celestial sigue amándolas y esperando que finalmente se abran al bien”. La gracia de Dios cambia la vida, no nos deja como estamos El Papa subraya el hecho de que una persona a los ojos de Dios, nunca puede ser considerada como irrecuperable porque “Porque la gracia de Dios cambia la vida: nos toma como somos, pero nunca nos deja como estamos”. Ejemplo de esta afirmación, dice el Papa, es el pasaje de Zaqueo (Lc: 1-10). Este personaje “es un pecador público, hizo muchas cosas malas, pero Jesús vio esa señal indeleble de la bendición del Padre y de ahí su compasión. Esa frase que se repite tanto en el Evangelio, «tuvo compasión de él», y esa compasión lo lleva a ayudarlo y a cambiar su corazón”. Respuesta al Dios que bendice Al Dios que bendice, afirma el Papa, también respondemos con la bendición – Dios nos enseñó a bendecir y debemos bendecirnos a nosotros mismos -: es la oración de alabanza, de adoración, de acción de gracias. El Catecismo escribe: «La oración de bendición es la respuesta del hombre a los dones de Dios: ya que Dios bendice, el corazón del hombre puede responder bendiciendo a Aquel que es la fuente de toda bendición» (n. 2626). Si nos preocupáramos por bendecir a los demás, dice Francisco, “seguramente no habría guerras”, y añade: “Este mundo necesita una bendición y podemos dar la bendición y recibir la bendición. El Padre nos ama. Y todo lo que nos queda es el gozo de bendecirlo y el gozo de agradecerle y aprender de él no a maldecir sino a bendecir”. El Papa finalizó la catequesis invitando a aquellos que tienen facilidad para maldecir a no hacerlo: “porque tenemos un corazón bendito y de un corazón bendito la maldición no puede salir. Que el Señor nos enseñe a no maldecir nunca, sino a bendecir”. Prensa CEVNota de prensa de Vatican News02 de noviembre de 2020

01
Dic

Video del Papa cerrando el 2020: «Orar puede cambiar la realidad y los corazones»

Vaticano.- En el nuevo Video del Papa de diciembre, el Santo Padre habla sobre el poder de la oración para cambiar la realidad y los corazones, y pide que a través de una vida de oración podamos alimentar la relación con Jesucristo. El video del Papa para este mes de diciembre, el último del 2020, acaba de salir a la luz con la intención de oración que Francisco confía a toda la Iglesia Católica a través de la Red Mundial de Oración del Papa (que incluye el Movimiento Eucarístico Juvenil – MEJ). En un año marcado por la pandemia mundial del COVID-19, el Santo Padre nos comparte el secreto de la vida de Jesús, “la llave para que podamos entrar en un diálogo personal con el Padre”: la oración. A través de una vida de oración es posible vivir una relación personal y profunda con Jesucristo y cambiar nuestros corazones. La oración, escuchando a Jesús, contemplando a Jesús, hablando con él como a un amigo, transforma nuestras vidas. Es el camino para acercarnos al Padre. La oración del Papa durante la pandemia El mismo Santo Padre es un hombre de oración, y El Video del Papa da testimonio de ello con imágenes tomadas de los momentos más conmovedores del 2020: la oración por la pandemia en una plaza San Pedro vacía; su peregrinación al crucifijo de San Marcelo en la Vía del Corso, en el centro de Roma; los momentos de recogimiento ante el icono bizantino de la Salus Populi Romani en la Basílica romana de Santa María la Mayor.  Jesucristo: una vida marcada por la oración Para el Papa Francisco, la oración no se reduce únicamente a un espacio o momento de contemplación interior. “Orando cambiamos la realidad. Y cambiamos nuestros corazones”, dice en El Video del Papa. La oración siempre produce un cambio. “Podemos hacer muchas cosas, pero sin oración no funciona”, dice también. En la audiencia general del 4 de noviembre, aprovechó además para explicar la vida de oración que siempre tuvo Jesús: “Durante su vida pública, Jesús recurre constantemente a la fuerza de la oración. Los Evangelios nos muestran esto cuando se retira a lugares apartados para orar. Son observaciones sobrias y discretas, que solo nos permiten imaginar esos diálogos orantes. Sin embargo, testifican claramente que, incluso en los momentos de mayor dedicación a los pobres y enfermos, Jesús nunca descuidó su diálogo íntimo con el Padre”. La oración como el corazón de la misión de la Iglesia Hoy en día, la Red Mundial de Oración del Papa conecta a millones de católicos de todo el mundo, de diversos países, culturas, contextos sociales y eclesiales, a través de la oración: no sólo a través de El video del Papa, sino también a través de la plataforma de oración Click To Pray y el Camino del Corazón, un camino de oración para la misión. El Video del Papa de este mes concluye con la invitación de Francisco a la oración, guardando silencio por unos momentos, durante la Audiencia con la Red Mundial de Oración del Papa en su 175º aniversario. El P. Frédéric Fornos S.J., Director Internacional de la Red Mundial de Oración del Papa, recordó la ocasión: “Fue uno de los momentos más intensos de la celebración. El Santo Padre acompañó un largo tiempo de oración, en el Aula Pablo VI, en un imponente clima de silencio y recogimiento con más de 5.000 personas. Y allí dejó bien claro que la oración y la misión de la Iglesia están indisolublemente unidas. La misión de la Iglesia está al servicio de los desafíos del mundo, y esta no es posible sin la oración. Francisco lo resumió muy sencillamente: ‘El corazón de la misión de la Iglesia es la oración’. Para muchos la oración se resume a un tiempo tranquilo o de reflexión, pero para quien descubre su profundidad es la respiración del corazón. La oración nos abre al Amor, el cual tiene un rostro, Jesucristo, y nos conduce al Padre. A menudo no se ven inmediatamente sus frutos, su fecundidad. Como la semilla en la tierra, necesita tiempo… pero su fecundidad es inmensa, como dice el Evangelio: produce treinta, sesenta y hasta ciento por uno (Mc 4,20). La oración es esencial para la misión de la Iglesia. Recemos para que nuestra relación personal con Jesús se alimente siempre de la Palabra de Dios y de una vida de oración”.

01
Dic

Reflexión del Papa en el primer encuentro virtual de jueces de África y América

Vaticano.- El Papa Francisco comparte con los participantes de este encuentro, una reflexión sobre las bases fundamentales para construir una justicia social. A través de un video mensaje, el Pontífice indica una serie de pautas que ayudan a lograr este objetivo: «no desconectarse de la realidad», comprometerse con el sufrimiento social, «al igual que lo hizo el buen Samaritano» y «tomar la historia del pasado como hilo conductor» de nuestro presente y futuro como humanidad. Se trata, en definitiva, de que la justicia en favor de la sociedad, «sea más que una mera teoría». En el marco del primer encuentro virtual de los jueces del Comité por los Derechos Sociales de África y América, el Papa Francisco envió a los participantes un saludo y un discurso para reflexionar sobre la construcción de la justicia social. «En un momento tan crítico para toda la humanidad, el hecho de que las mujeres y los hombres que trabajan para impartir justicia se reúnan para pensar su labor y construir la nueva justicia social es, sin dudarlo, una excelente noticia», dijo el Papa subrayando que para analizar y construir desde una íntegra revisión conceptual la idea de justicia social, «es fundamental recurrir a otro conjunto de ideas y situaciones que constituyen, a mi entender, las bases sobre las que esta debería sostenerse». No desconectarse de la realidad En primer lugar, el Santo Padre reflexionó sobre la dimensión de la realidad: «Las ideas sobre las que seguramente ustedes trabajarán, no debieran perder de vista el angustiante cuadro en el que una pequeña parte de la humanidad vive en la opulencia, mientras que a una cantidad cada vez más numerosa le es desconocida dignidad y son ignorados o violados sus derechos más elementales», expresó Francisco, alentándolos a «no pensar desconectados de la realidad». El segundo punto que destacó el Papa se basa en las formas en que se gesta la justicia: «Pienso en una obra colectiva, en una obra de conjunto, en donde todos y todas las personas bienintencionadas desafían la utopía y asumen que, así como el bien y el amor, lo justo es una tarea que ha de conquistarse todos los días, porque el desbalance es una tentación de cada minuto. Por eso cada día es una conquista». Comprometerse como el buen Samaritano En este sentido, el Pontífice señaló que no solo se trata «de unirse para moldear esa nueva justicia social», sino que es «necesario hacerlo con una actitud de compromiso, siguiendo la senda del buen Samaritano». El tercer paradigma a tener presente – continuó afirmando Francisco- es reconocer la tentación tan frecuente de desentenderse de los demás, especialmente de los más débiles: «Tenemos que asumir que nos hemos acostumbrado a pasar de lado, a ignorar las situaciones hasta que estas nos golpean directamente. El compromiso incondicional es hacernos cargo del dolor del otro y no resbalar hacia una cultura de la indiferencia. Ese tan cotidiano de mirar para otra parte». No ignorar la historia: es el eje conductor Asimismo, el Papa puntualizó la idea de la historia «como eje conductor» y como «elemento fundamental en la construcción de la justicia social». De aquí surge la cuarta reflexión -dijo Francisco-para los que pretendan erigir una nueva justicia social para nuestro planeta, sediento de dignidad: «Sumar al planteo la perspectiva del pasado, es decir, histórica, una reflexión histórica. Ahí están las luchas, los triunfos y las derrotas. Allí se encuentra la sangre de quienes dieron su vida por una humanidad plena e integrada. En el pasado están todas las raíces de las experiencias, también las de aquella justicia social que hoy queremos repensar, hacer crecer y potenciar». La justicia sea basada en el pueblo Por otra parte, el Santo Padre hizo hincapié a los jueces en que «muy difícil poder construir la justicia social sin basarnos en el pueblo». «El pueblo es la quinta base para construir la justicia social. Y, desde el Evangelio, lo que a nosotros creyentes Dios nos pide es ser pueblo de Dios, no elite de Dios. Porque los que van por el camino de la “elite de Dios”, terminan en los tan consabidos clericalismos elitistas que, por ahí, trabajan para el pueblo, pero nada con el pueblo, sin sentirse pueblo». Ser solidarios y justos Igualmente, el Papa sugirió a los magistrados que en el momento de repensar la idea de la justicia social, lo hagan siendo solidarios y justos. «Solidarios al luchar contra las causas estructurales de la pobreza, la desigualdad, la falta de trabajo, de tierra y de vivienda. Techo, tierra y trabajo, las tres “T” que nos ungen dignos. Luchando, en suma, contra quienes niegan los derechos sociales y laborales. Luchando contra esa cultura que lleva a usar a los demás, a esclavizar a los demás, y termina en quitar la dignidad de los demás. No olviden que la solidaridad, entendida en su sentido más hondo, es un modo de hacer historia», afirmó el Pontífice añadiendo: «Justos los que hacen justicia. Justos sabiendo que, cuando resolviendo en el derecho, damos a los pobres las cosas indispensables no les damos nuestras cosas, ni la de terceros, sino que les devolvemos lo que es suyo. Hemos perdido muchas veces esta idea de devolver lo que les pertenece». Una justicia social que sea más que una mera teoría Antes de finalizar, el Santo Padre invitó a todos a construir «la nueva justicia social asumiendo que la tradición cristiana nunca reconoció como absoluto e intocable el derecho a la propiedad privada y subrayó siempre la función social de cualquiera de sus formas». «El derecho de propiedad es un derecho natural secundario derivado del derecho que tienen todos, nacido del destino universal de los bienes creados. No hay justicia social que pueda cimentarse en la inequidad, que supone la concentración de la riqueza», concluyó Francisco expresando su deseo de que todo lo que construyan sobre la justicia social «sea más que una mera teoría», sino más bien «una nueva y urgente práctica judicial, que coadyuve a que la humanidad pueda, en un futuro bien cercano, integrarse en la plenitud y la paz». Prensa CEVNota de prensa de Vatican News01

01
Dic

Papa Francisco: el rito zaireño «camino prometedor» para un rito amazónico

Vaticano.- En el prefacio del libro «El Papa Francisco y el ‘Misal Romano para las Diócesis del Zaire’», publicado por la LEV, el Pontífice reflexiona sobre la inculturación de la liturgia: debe tocar los corazones de aquellos que viven en la Iglesia local. El rito zaireño del Misal Romano es «hasta ahora el único rito inculturado de la Iglesia latina aprobado después del Concilio Vaticano II» y «este proceso de inculturación litúrgica en el Congo es una invitación a realzar los diferentes dones del Espíritu Santo, que son una riqueza para toda la humanidad». Así lo subraya el Papa en el prefacio del texto, que se presenta por la tarde, cuya intención es precisamente conocer en profundidad los diferentes aspectos del «Misal Romano para las Diócesis del Zaire», aprobado en 1988 por la Congregación para el Culto Divino. Publicado por la Librería Editora Vaticana y editado por Rita Mboshu Kongo, de las Hijas de María Santísima Corredentora y profesora de Teología Espiritual y Formación para la Vida Consagrada en la Pontificia Universidad Urbaniana, el texto recoge su contribución junto con las de Maurizio Gronchi, Jean-Pierre Sieme Lasoul, Oliver Ndondo y Silvina Pérez. Estará dispobible en librería  el 9 de diciembre. La inculturación sin distorsionar la naturaleza del Misal Romano En el primer aniversario de la Eucaristía celebrada por el Papa en el rito zaireño para el 25 aniversario del nacimiento de la Capellanía Católica Congoleña en Roma, se presenta  este volumen, que en el apéndice tiene también el Ritual de esta Misa y algunas imágenes de la ceremonia. «El Papa Francisco y el ‘Misal Romano para las Diócesis de Zaire’» tiene como subtítulo «Un rito prometedor para otras culturas». Un «ejemplo de inculturación litúrgica», escribe el Papa, que también se refiere a la Querida Amazonia en la cual se dice explícitamente «reunir en la liturgia muchos elementos propios de la experiencia de los nativos en su contacto íntimo con la naturaleza y estimular las expresiones nativas en cantos, danzas, ritos, gestos y símbolos». «El Concilio Vaticano II ya había pedido este esfuerzo de inculturación de la liturgia en los pueblos indígenas, pero han pasado más de cincuenta años y hemos hecho pocos progresos en esta dirección», señalaba siempre la Exhortación Apostólica Postsinodal de 2020. Por lo tanto, para el Papa Francisco, «el caso del rito zaireño sugiere un camino prometedor también para la eventual elaboración de un rito amazónico, en el que se tienen en cuenta las necesidades culturales de una zona específica del contexto africano, sin alterar la naturaleza del Misal Romano, como garantía de continuidad con la antigua y universal tradición de la Iglesia». Y por lo tanto, el Papa espera que este trabajo «pueda ayudar a caminar en esta dirección». Una alegre celebración como lugar de encuentro con Jesús En el prefacio el Papa destaca cómo en la celebración según el rito zaireño, «vibra una cultura y una espiritualidad animadas por cantos religiosos a ritmo africano, el sonido de los tambores y otros instrumentos musicales que constituyen un verdadero progreso en el enraizamiento del mensaje cristiano en el alma congoleña». Es «una alegre celebración» y «un verdadero lugar de encuentro con Jesús», como se ha señalado citando varias veces la Evangelii gaudium. Sobre la importancia de la inculturación, el Papa señala que «todo pueblo, después de haber hecho la experiencia personal del encuentro transformador con Cristo, busca invocar a Dios, que se reveló a través de Jesucristo con sus palabras, con su lenguaje religioso, poético, metafórico, simbólico y narrativo». Y es precisamente «en esta dinámica que la Conferencia Episcopal del Congo ha forjado una personalidad propia queriendo rezar a Dios, no por poder o con palabras prestadas de otros, sino asumiendo toda la especificidad espiritual y sociocultural del pueblo congoleño, con sus transformaciones». La Iglesia y la belleza de un rostro multiforme En el volumen, por lo tanto, hay una referencia a la necesidad de ir a algo que toque «el mundo cultural de la gente» porque «la liturgia -señala Francisco- debe tocar los corazones de los miembros de la Iglesia local y ser sugestiva». Siempre refiriéndose a la Exhortación Apostólica sobre el anuncio del Evangelio en el mundo actual -considerada el texto programático del Pontificado- el Papa recuerda que «el cristianismo no tiene un modelo cultural único», sino que «manteniéndose plenamente en sí mismo, en total fidelidad al anuncio del Evangelio y a la tradición eclesial, traerá también el rostro de las numerosas culturas y pueblos en los que es acogido y enraizado». Por lo tanto, en los diferentes pueblos que experimentan el don de Dios según su propia cultura «la Iglesia», subraya Francisco, «expresa su auténtica catolicidad» y muestra «la belleza de este rostro multiforme». Y «el Espíritu Santo embellece a la Iglesia mostrándole nuevos aspectos de la Revelación y dándole un nuevo rostro». Videomensaje del Papa Francisco para la presentación del libro El Santo Padre envió un video mensaje con motivo de la presentación del volumen «El Papa Francisco y el Misal Romano para la Diócesis de Zaire», publicado por la Librería Editora Vaticana (LEV) y que tuvo lugar este 1 de diciembre en la Sala Marconi de Radio Vaticano a las 15:30 hora local de Roma. En el prefacio de dicho Misal, el Pontífice reflexiona sobre la inculturación de la liturgia argumentando que el rito zaireño del Misal Romano es «hasta ahora el único rito inculturado de la Iglesia latina aprobado después del Concilio Vaticano II» y «este proceso de inculturación litúrgica en el Congo es una invitación a realzar los diferentes dones del Espíritu Santo, que son una riqueza para toda la humanidad».  A continuación compartimos la traducción literal del video mensaje del Santo Padre pronunciado en italiano: Me alegro de poder conectar con ustedes en este evento tan importante para la Iglesia en África. Gracias por darme la oportunidad de unirme a este evento de presentación del volumen sobre el Rito Congoleño de la celebración de la Misa. Un año después de la celebración de la misa en Rito Congoleño que presidí en

30
Nov

Papa Francisco en el Ángelus: “Nuestro Dios no decepciona nuestra espera”

Vaticano.- El Papa Francisco rezó la oración mariana del ángelus con los fieles presentes en la Plaza de San Pedro en este primer domingo de Adviento. “El Adviento es una llamada incesante a la esperanza: nos recuerda que Dios está presenta en la historia…”, afirmó. Mientras el otoño llega a su fin y el frío se instala, en la ciudad de Roma, este primer domingo de Adviento, el Papa Francisco rezó junto con los fieles presentes en la Plaza de San pedro la oración del Ángelus. Durante la catequesis puso en evidencia que este día comienza el nuevo año litúrgico, tiempo durante el cual la Iglesia, con la celebración de los principales acontecimientos de la vida de Jesús y de la historia de la salvación, “ilumina el camino de nuestra existencia, nos sostiene en las ocupaciones cotidianas y nos orienta hacia el encuentro final con Cristo. La liturgia de hoy nos invita a vivir el primer “tiempo fuerte” del año litúrgico, el Adviento, que prepara a la Navidad, como tiempo de espera y de esperanza”. Esperar para encontrarnos con la persona de Jesús Francisco, citando (1 Cor 1,3-9) afirma que Pablo “indica el objeto de la espera en la «Revelación de nuestro Señor”. De esta manera, “el Apóstol invita a los cristianos de Corinto, y también a nosotros, a concentrar la atención en el encuentro con la persona de Jesús, que vendrá al final del mundo y que viene cada día, para que, con su gracia, podamos cumplir el bien en nuestra vida y en la de los otros”. El Papa insistió en que nuestro Dios no decepciona nuestra espera. “Ha venido en un preciso momento histórico y se ha hecho hombre para tomar sobre sí nuestros pecados; vendrá al final de los tiempos como juez universal; viene cada día a visitar a su pueblo, a visitar a cada hombre y mujer que lo acoge en la Palabra, en los Sacramentos, en los hermanos y en las hermanas”. Seguidamente, Francisco puntualizó: «Jesús nos dice la Biblia, está en la puerta y llama. Todos los días. Está en la puerta de nuestros corazones. Él llama a la puerta. ¿Puedes oír al Señor llamando? ¿Quién vino hoy a visitarte, que golpea tu corazón con una inquietud, con una idea, con una inspiración? Ha venido a Belén, vendrá en el fin del mundo. Pero cada día viene a nosotros. Ten cuidado, mira lo que sientes en tu corazón cuando el Señor llama». En los momentos oscuros de la existencia, confiar en el Señor Francisco conoce las dificultades que pasa el mundo actualmente, conoce la desesperanza que invade a muchos y afirma: “La espera confiada del Señor hace encontrar consuelo y valentía en los momentos oscuros de la existencia. ¿Y de dónde nace esta valentía y esta apuesta confiada? Nace de la esperanza”. Adviento, llamada incesante a la esperanza El Papa subraya lo importante que es para los cristianos estar conscientes de que “Dios está presente en la historia de la humanidad, es el «Dios con nosotros», camina a nuestro lado para sostenernos. El Señor no nos abandona nunca; nos acompaña en nuestros eventos existenciales para ayudarnos a descubrir el sentido del camino, el significado del cotidiano, para infundirnos valentía en las pruebas y en el dolor”. Y a continuación añadió: «En el libro del Deuteronomio hay un pasaje muy hermoso, que el profeta dice al pueblo: «Piensa que el pueblo tiene a sus vecinos con ellos como tú tienes conmigo? Nadie, sólo nosotros tenemos la gracia de tener a Dios cerca de nosotros… «. Por eso, añade el Papa, “En medio de las tempestades de la vida, Dios siempre nos tiende la mano y nos libra de las amenazas. A continuación concluyó: «María Santísima, mujer de la espera, acompaña nuestros pasos en este nuevo año litúrgico que comenzamos y nos ayuda a cumplir la tarea de los discípulos de Jesús, indicada por el apóstol Pedro, y ¿cuál es esta tarea?: dar razón de la esperanza que hay en nosotros (cf. 1 P 3, 15)». Cercanía con víctimas de los huracanes en Centro América y Colombia Después de la oración mariana del Ángelus, el Papa Francisco expresó su oración y solidaridad con las víctimas de los países de Centro América, las islas colombianas de San Andrés, Santa Catalina y Providencia, que resultaron duramente afectados por el paso de los huracanes Eta e Iota. La mañana del 29 de noviembre, el Papa Francisco expresó su cercanía, oración y solidaridad con los “pueblos de América Central afectados por fuertes huracanes, en particular a las islas de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, así como a la costa pacífica del norte de Colombia. Rezo por todos los países que sufren como resultado de estos desastres”. Seguidamente saludó a los fieles de Roma y a los peregrinos de diferentes países presentes en la Plaza de San Pedro. Lamentó que por las restricciones sanitarias debidas al Covid-19, el número de fieles presentes en la ceremonia de creación de los nuevos cardenales, ayer por la tarde, fuera limitado. El Papa pidió la oración de todos por los nuevos cardenales. Sobriedad, atención a los vecinos y oración en familia Refiriéndose a la difícil situación sanitaria, el Papa invitó a los fieles a que “tratemos también de sacar algo bueno de la difícil situación que nos impone la pandemia: mayor sobriedad, atención discreta y respetuosa a los vecinos que puedan necesitarla, unos momentos de oración hechos en familia con sencillez. Estas tres cosas nos ayudarán mucho: mayor sobriedad, atención discreta y respetuosa a los vecinos que la necesiten, y luego, tan importante, unos momentos de oración hechos en familia con sencillez”. Prensa CEVNota de prensa de Vatican News30 de noviembre de 2020

30
Nov

Papa Francisco: la caridad de San Andrés, la fuerza para los tiempos difíciles

Vaticano.- El Papa Francisco escribe al Patriarca Ecuménico Ortodoxo Bartolomé I en la fiesta del Apóstol San Andrés, patrón del Patriarcado. El Cardenal Koch participó con una delegación del Vaticano en la Divina Liturgia celebrada en Estambul. La paz puede ser negociada, pero esto no extinguirá las guerras del mundo hasta que la gente se dé cuenta de que son hermanos y hermanas. Para el Papa de la encíclica «Fratelli tutti» esto es una certeza. Este es un pensamiento contenido en el mensaje dirigido al Patriarca Bartolomé I, en la fiesta del Apóstol Andrés, leído por el Cardenal Kurt Koch al final de la Divina Liturgia celebrada en la Iglesia de San Jorge en Estambul, a la que asistió una delegación vaticana. Guerras y vidas robadas Al recordar el encuentro ecuménico del pasado 20 octubre en Roma, en la «Piazza del Campidoglio», que compartió con Bartolomé I y otros líderes religiosos, Francisco abrazó con la mirada al mundo, señalando cómo, además de la pandemia, la guerra continúa «afligiendo a muchas partes del mundo» y nuevos conflictos armados roban la vida de hombres y mujeres. 

30
Nov

Papa Francisco: Ven, Señor Jesús, despiértanos de la indiferencia y mediocridad

Vaticano.- “La cercanía de Dios y nuestra vigilancia”, son las dos palabras clave que presentó el Santo Padre en su homilía en la Santa Misa con los nuevos Cardenales, este I Domingo de Adviento, celebrada en el Altar de la Cátedra de la Basílica de San Pedro. “Ven, Señor Jesús, te necesitamos. Acércate a nosotros. Tú eres la luz: despiértanos del sueño de la mediocridad, despiértanos de la oscuridad de la indiferencia. Ven, Señor Jesús, haz que nuestros corazones distraídos estén vigilantes: haznos sentir el deseo de rezar y la necesidad de amar”, es la invocación del Papa Francisco en su homilía en la Santa Misa con los nuevos Cardenales, celebrada en el Altar de la Cátedra de la Basílica de San Pedro, este 29 de noviembre, I Domingo de Adviento. En su homilía, el Santo Padre comentando las lecturas que la liturgia presenta al iniciar el Adviento, dijo que la Palabra de Dios nos sugiere dos palabras clave: cercanía y vigilancia. “La cercanía de Dios y nuestra vigilancia. Mientras el profeta Isaías dice que Dios está cerca de nosotros, Jesús en el Evangelio nos invita a vigilar esperando en Él”. Adviento, tiempo para hacer memoria de la cercanía de Dios El Papa Francisco comentando la primera palabra, cercanía, dijo que “el Adviento es el tiempo para hacer memoria de la cercanía de Dios, que ha descendido hasta nosotros”. Por ello, el primer paso de la fe es decirle al Señor que lo necesitamos, necesitamos su cercanía. «Es también el primer mensaje del Adviento y del Año Litúrgico, reconocer que Dios está cerca, y decirle: “¡Acércate más!”. Él quiere acercarse a nosotros, pero se ofrece, no se impone». El Adviento nos recuerda que Jesús vino a nosotros y volverá al final de los tiempos, pero nos preguntamos: ¿De qué sirven estas venidas si no viene hoy a nuestra vida? Invitémoslo. Hagamos nuestra la invocación propia del Adviento: «Ven, Señor Jesús» (Ap 22,20). “Ven, Señor Jesús, esta invocación podemos decirla al principio de cada día y repetirla a menudo, antes de las reuniones, del estudio, del trabajo y de las decisiones que debemos tomar, en los momentos importantes y en los difíciles: Ven, Señor Jesús” No corramos el riesgo de perder lo esencial De este modo, señala el Santo Padre, invocando su cercanía, ejercitaremos nuestra vigilancia. Es importante estar vigilantes, porque un error de la vida es el perderse en mil cosas y no percatarse de Dios. Y citando a San Agustín, que dice: «Timeo Iesum transeuntem» (Sermones, 88,14,13), “Tengo miedo de que Jesús pase y no me dé cuenta”, el Pontífice nos advierte que, atraídos por nuestros intereses y distraídos por tantas vanidades, corremos el riesgo de perder lo esencial. Por eso hoy el Señor repite «a todos: ¡estén vigilantes!». Estar vigilantes es no dejarse llevar por el desánimo En este sentido, el Papa Francisco exhorta a que debemos vigilar, esto quiere decir que es de noche. Sí, ahora no vivimos en el día, sino en la espera del día, en medio de la oscuridad y los trabajos. Llegará el día cuando estemos con el Señor. Vendrá, no nos desanimemos. Pasará la noche, aparecerá el Señor; Él, que murió en la cruz por nosotros, nos juzgará. Estar vigilantes es esperar esto, es no dejarse llevar por el desánimo, es vivir en la esperanza. Así como antes de nacer nos esperaban quienes nos amaban, ahora nos espera el Amor mismo. Y si nos esperan en el Cielo, ¿por qué vivir con pretensiones terrenales? ¿Por qué agobiarse por alcanzar un poco de dinero, fama, éxito, todas cosas efímeras? ¿Por qué perder el tiempo quejándose de la noche mientras nos espera la luz del día? ¿Por qué buscar un poco de… (¿padrinos?) para hacer (tener) un ascenso y subir y promocionarnos en la carrera? Todo pasa. Observa, dice el Señor. Hay un sueño peligroso: la mediocridad Por ello, el Pontífice invita a mantenerse despiertos, sin embargo, es difícil. Por la noche es natural dormir. No lo lograron los discípulos de Jesús, a quienes Él les había pedido que velaran “al atardecer, a medianoche, al canto del gallo, de madrugada”.  Y precisamente a esas horas no estuvieron vigilantes. Al atardecer, en la última cena, traicionaron a Jesús; por la noche se durmieron; al canto del gallo lo negaron; de madrugada dejaron que lo condenaran a muerte. Pero sobre nosotros puede caer el mismo sopor. Hay un sueño peligroso: el sueño de la mediocridad. Llega cuando olvidamos nuestro primer amor y seguimos adelante por inercia, preocupándonos sólo por tener una vida tranquila. Pero sin impulsos de amor a Dios, sin esperar su novedad, nos volvemos mediocres, tibios, mundanos. Y esto carcome la fe, porque la fe es lo opuesto a la mediocridad: es el ardiente deseo de Dios, es la valentía perseverante para convertirse, es valor para amar, es salir siempre adelante. “La fe no es agua que apaga, sino fuego que arde; no es un calmante para los que están estresados, sino una historia de amor para los que están enamorados. Por eso Jesús odia la tibieza más que cualquier otra cosa” ¿Cómo podemos despertarnos del sueño de la mediocridad? El Obispo de Roma afirma que, podemos despertar del sueño de la mediocridad con la vigilancia de la oración. “Rezar es encender una luz en la noche. La oración nos despierta de la tibieza de una vida horizontal, eleva nuestra mirada hacia lo alto, nos sintoniza con el Señor. La oración permite que Dios esté cerca de nosotros; por eso, nos libra de la soledad y nos da esperanza”. La oración oxigena la vida: así como no se puede vivir sin respirar, tampoco se puede ser cristiano sin rezar. Y hay mucha necesidad de cristianos que velen por los que duermen, de adoradores, de intercesores que día y noche lleven ante Jesús, luz del mundo, las tinieblas de la historia. “Rezar y amar, he aquí la vigilancia. Cuando la Iglesia adora a Dios y sirve al prójimo, no vive en la noche. Aunque esté

30
Nov

Papa Francisco a Cardenales: Estar vigilantes para permanecer en el camino de Jesús

Vaticano.- El Papa Francisco, este 28 de noviembre, presidió a las 4 de la tarde, en el altar de la Cátedra de la Basílica de San Pedro, el Consistorio público ordinario para la creación de Trece nuevos cardenales. Dos de Asia, no pudieron llegar a Roma. Un centenar de fieles estará presente en la ceremonia. El Papa Francisco presidió el séptimo Consistorio de su pontificado, en la víspera del primer domingo de Adviento. 13 nuevos Cardenales han sido creados. El Papa Francisco dirigiéndose a todos los fieles, y principalmente a los Cardenales, centró su homilía en el tema del camino, y refiriéndose al texto del evangelista Marcos 10, 32-45 afirmó que el camino “es el lugar donde se desarrolla siempre la trayectoria de la Iglesia: el camino de la vida, de la historia, que es historia de salvación en la medida en que se hace con Cristo, orientado a su Misterio pascual. Jerusalén siempre está ante nosotros. La cruz y la resurrección pertenecen a nuestra historia, son nuestro presente, pero también son la meta de nuestro camino”. El Papa recordó que este relato evangélico ha estado presente con frecuencia en los consistorios y subrayó: “No es sólo un “trasfondo”, sino la “hoja de ruta” para nosotros que estamos hoy en camino con Jesús, que va delante de nosotros. Él es la fuerza y el sentido de nuestra vida y de nuestro ministerio”. Confrontarse con la Palabra Francisco evidencia que en el relato de Marcos los discípulos “estaban asombrados (…) tenían miedo” y añade: “El Señor conoce el estado de ánimo de los que lo siguen, y esto no lo deja indiferente. Jesús no abandona jamás a sus amigos; no los olvida nunca”. El Papa añadió: “Sabiendo que el corazón de los discípulos estaba turbado, Jesús llamó aparte a los Doce y, «otra vez», les dijo «lo que le iba a suceder». Lo hemos escuchado, dijo el pontífice: “es el tercer anuncio de su pasión, muerte y resurrección. Este es el camino del Hijo de Dios. El camino del Siervo del Señor. Jesús se identifica con este camino, hasta el punto de que Él mismo es este camino. «Yo soy el camino» (Jn 14,6). Este camino, no hay otro”. Este es otro camino Justo después de este momento, dice Francisco, “sucedió un ‘golpe de efecto’” que permite a Jesús revelarles a todos los apóstoles “el destino que les esperaba”. Santiago y Juan se acercan a Jesús y le expresan su deseo: «Concédenos sentarnos en tu gloria uno a tu derecha y otro a tu izquierda» (v. 37). Francisco añadió: “Este es otro camino. No es el camino de Jesús, es otro. Es el camino de quien, quizás, sin ni siquiera darse cuenta, “usa” al Señor para promoverse a sí mismo; de quien —como dice san Pablo— busca su propio interés, no el de Cristo (cf. Flp 2,21)”. L Papa pone en evidencia que esta situación no era exclusiva de los hijos de Zebedeo, sino “que todos estaban tentados de salirse del camino”. Estar vigilantes para permanecer en el camino de Jesús El Obispo de Roma subrayó dos movimientos que muchas veces suceden en quienes desean seguir a Jesús: “Porque con los pies, con el cuerpo podemos estar con Él, pero nuestro corazón puede estar lejos y llevarnos fuera del camino. Así, por ejemplo, pensemos en tantos tipos de corrupciones en la vida sacerdotal. el rojo púrpura del hábito cardenalicio, que es el color de la sangre, se puede convertir, por el espíritu mundano, en el de una distinción eminente, y ya no serás más el pastor cercano a la gente. Sentirás que eres sólo la eminencia. Cuando sientas eso, estarás fuera del camino». El texto de Marcos, afirma el Papa, muestra “dos recorridos opuestos. Sólo el Señor, en realidad, puede salvar a sus amigos desorientados y con el riesgo de perderse; sólo su cruz y su resurrección. Por ellos y por todos, Él subió a Jerusalén. Por ellos y por todos, entregó su cuerpo y derramó su sangre. Por ellos y por todos, resucitó de entre los muertos, y con el don del Espíritu los perdonó y los transformó. Finalmente, los orientó para que lo siguieran en su camino”. El Papa concluyó la homilía afirmando: “También nosotros, Papa y cardenales, tenemos que reflejarnos siempre en esta Palabra de verdad. Es una espada afilada, nos corta, es dolorosa, pero al mismo tiempo nos cura, nos libera, nos convierte. Conversión es justamente esto: desde fuera del camino, volver al camino de Dios”. Visita al Papa Emérito Benedicto XVI «Al final de la celebración del Consistorio Público Ordinario, esta tarde, el Santo Padre y los 11 nuevos cardenales presentes en Roma visitaron al Papa Emérito, Benedicto XVI, en la Capilla del Monasterio «Mater Ecclesiae». En un ambiente de afecto, los Cardenales fueron presentados individualmente al Papa Emérito, quien expresó su alegría por la visita y, después de cantar la Salve Regina, les dio su bendición. Poco después de las 5 p.m. la visita terminó». La visita al monasterio Mater Ecclesiae en el Vaticano se ha convertido en una costumbre, siempre renovada a partir del Consistorio de 2016. En las dos primeras ocasiones de 2014 y 2015, el Papa Emérito participó en la celebración en la Basílica de San Pedro. El año pasado, al dar la bienvenida a los nuevos púrpurados, Benedicto XVI les recordó el valor de la fidelidad al Papa. Prensa CEVNota de prensa de Vatican News30 de noviembre de 2020