Categoría: Papa Francisco

17
Oct

World Food Forum, el Papa: Se incrementen iniciativas en favor de la humanidad

Mensaje de Francisco al segundo Foro Mundial de la Alimentación (World Food Forum), celebrado en la sede de la FAO en Roma y en línea del 17 al 21 de octubre, en el que participan jóvenes, políticos, científicos, economistas y empresas grandes y pequeñas de todo el mundo. Reconozcamos la centralidad de la persona y creamos en la fraternidad: sólo así no nos limitaremos a «darles de comer», sino que nos entregaremos en el «servicio a los demás». Vaticano. «En este período de crisis interconectadas, el mensaje de Cristo, incluso para los no creyentes, nos interpela a no dar simplemente de comer sino a darnos a nosotros mismos en el servicio a los demás, reconociendo y garantizando la centralidad de la persona humana. Esta prioridad sólo podrá ser salvaguardada si volvemos a creer en la fraternidad y la solidaridad que deben inspirar las relaciones entre las personas y entre los pueblos». Es el centro del mensaje que el Papa Francisco envía al director general de la FAO, Qu Dongyu, con motivo del segundo Foro Mundial de la Alimentación (FMA), que se celebra en Roma, en la sede de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, y también en línea, del 17 al 21 de octubre, sobre el tema «Dietas sanas, planeta sano». El Papa saluda a todos los participantes y a quienes «se comprometen y esfuerzan cada día por erradicar el hambre y la pobreza en el mundo”. Hace presente que “la alimentación es fundamental para la vida humana, de hecho, participa de su sacralidad y no puede ser tratada como cualquier mercancía». Los alimentos, dice, son «signos concretos de la bondad del Creador y frutos de la tierra”, y recuerda el respeto que los abuelos tenían por el pan: “lo besaban al traerlo a la mesa y no permitían que nada se desperdiciara”. “Cristo mismo, en la Eucaristía, se ha hecho pan, pan vivo para la vida del mundo” subraya.  “Respetar los alimentos y otorgarles el puesto preeminente que tienen para la vida del hombre sólo será posible si, además de interesarnos por su producción, disponibilidad y acceso, así como por las medidas técnicas del comercio agrícola, tomamos conciencia de que son un don de Dios del que somos meros administradores.” El Pontífice reitera a la Organización, como lo hizo el 14 de octubre con motivo del Día Mundial de la Alimentación, que la “primera preocupación ha de focalizarse en el ser humano como tal, considerado en su integridad y teniendo en cuenta sus necesidades reales, en particular las de aquellos que carecen de sustento básico para su supervivencia”. Y concluye confiando a Dios Todopoderoso los frutos de este encuentro, “a fin de que se incrementen las iniciativas y decisiones que contribuyan al bien y al futuro de toda la humanidad”. Lo que se inaugura este 17 de octubre por la tarde es el acto más emblemático del Foro Mundial de la Alimentación (World Food Forum – Wff), e incluye el Wff Global Youth Forum dedicado a los jóvenes, el Foro de Ciencia e Innovación de la Fao, vetrina de nuevas ideas para una alimentación innovadora y sostenible, y el Foro de Inversión Mano a Mano de la Fao, para proyectos ya financiables que buscan inversores. Estos tres foros interconectados propondrán soluciones audaces y prácticas para catalizar la transformación de nuestros sistemas agroalimentarios a la luz de los retos y crisis actuales, destacando la importancia de la colaboración entre las generaciones actuales y futuras y su ingenio combinado en ciencia, tecnología e innovación, así como la inversión en sectores clave de la alimentación y la agricultura. Durante los cinco días del Foro Mundial de la Alimentación se promoverá el diálogo y el debate entre las partes interesadas, desde los jóvenes, los agricultores, los pequeños productores, los pueblos indígenas, los responsables políticos, los inversores agrícolas y los científicos, conectándose desde los cuatro rincones del mundo, todos con un objetivo: mover la aguja de la balanza de la seguridad alimentaria para lograr un mejor futuro alimentario para todos, sin dejar a nadie atrás. Prensa CEVNota de Vatican News17 de octubre de 2022

13
Oct

Papa Francisco: Olvidar las guerras en los países pobres es pecado

Vaticano.- El Papa Francisco recibió a los miembros del Instituto Pontificio para las Misiones Extranjeras con motivo del 150º aniversario de la revista «Mondo e Missione», que informa sobre las periferias geográficas y existenciales y es la voz de los sin voz, y va con el pensamiento a los conflictos que producen pocas o ninguna noticia, desde Siria a Yemen, desde Myanmar al continente africano Después de mediodía el Papa Francisco recibió en audiencia, en la Sala Clementina del Palacio Apostólico, a los redactores y colaboradores de la revista «Mondo e Missione» (Mundo y Misión) que celebran su 150º aniversario. El Santo Padre dio las gracias al Superior General del Pontificio Instituto para las Misiones Extranjeras, PIME, que introdujo este encuentro y saludó a todos los que, de distintas maneras, trabajan y colaboran con la revista Mondo e Missione, hace ya 150 años, cuando se llamaba Le Missioni Cattoliche, es decir «Las Misiones Católicas». Y destacó que su «cuna» fue el Seminario Lombardo de Misiones Extranjeras, siguiendo el modelo de Les Missions Catholiques, que la Obra de la Propagación de la Fe había comenzado a publicar, cuatro años antes, en Lyon, Francia. Una Iglesia en salida “Nos llama la atención la actualidad, la modernidad, el horizonte de esa iniciativa, que desde el principio expresa y promueve una Iglesia ‘en salida’. Sí, cuando se está en salida se permanece joven. Si tú estás sentado allí, sin ir, ¡envejeces pronto!” Francisco destacó que la revista nació para responder a una necesidad del pueblo de Dios, cuando muchos querían leer las historias de los misioneros, sentirse cerca de ellos y de sus obras, acompañarlos con la oración e incluso conocer los países y las culturas de una manera diferente a la más común, que en aquel momento estaba impregnada de “una mentalidad colonial”. El valor de la comunicación en la misión Además, el Obispo de Roma rindió homenaje a la memoria del padre Giacomo Scurati, primer director, y a sus colaboradores de aquella época, porque habían comprendido “el valor de la comunicación en la misión en primer lugar, para la propia Iglesia, para ser extrovertida, y estar plenamente implicada en la evangelización”, misionera y evangelizadora. “Estos pioneros de hace 150 años comprendieron la importancia de dar a conocer los países a los que estaban destinados y la forma en que, en esas tierras lejanas, se producía el encuentro entre el Evangelio y las comunidades locales” Por tanto – afirmó Francisco – “la revista fue portadora de una visión amplia, abierta a las riquezas de cada pueblo y de cada Iglesia local. Y ésta sigue siendo la vocación de Mondo e Missione, tal como fue ‘rebautizada’ en 1969, para asumir el espíritu y las enseñanzas del Concilio Vaticano II sobre la misión ad gentes”. Periferias geográficas y existenciales Después de recordar que durante muchos años, las cartas y las crónicas de los misioneros restituyeron los contextos y las vidas de las poblaciones con las que entraban en contacto, el Obispo de Roma destacó que “aún hoy, los reportajes y los testimonios directos representan el rasgo más característico” de esta revista, gracias a las historias de lugares o situaciones de las que pocos hablan: “Las periferias geográficas y existenciales que, en un mundo en el que la comunicación ha acortado aparentemente las distancias, siguen quedando relegadas a los márgenes. Las distancias se han acortado, es cierto, pero las «aduanas» ideológicas se han multiplicado. Por ello, el reto sigue siendo ir allí para dar a conocer la belleza y la riqueza de las diferencias, pero también las numerosas distorsiones e injusticias de unas sociedades cada vez más interconectadas y, al mismo tiempo, marcadas por graves desigualdades” Ser la voz de los sin voz Por otra parte, el Papa les dijo que la tarea primordial de su revista es “ser la voz de los sin voz” así como otras iniciativas que el PIME ha impulsado en el ámbito de la comunicación: la agencia AsiaNews, los contenidos multimedia, la presencia en las redes sociales, las actividades culturales y de animación. Ayudar a reconocer que la misión está en el centro Se trata – añadió Francisco – de “formas de contar el mundo poniéndose del lado de los que no tienen derecho a hablar o no son escuchados, los más pobres, las minorías oprimidas, las víctimas de las guerras olvidadas. “Esto es lo que quiero subrayar: las guerras olvidadas. Hoy todos estamos preocupados, y es bueno que lo estemos, por una guerra aquí en Europa, a las puertas de Europa y en Europa, pero desde hace años hay guerras: más de diez años en Siria, piensen en Yemen, piensen en Myanmar, piensen en África. Estas no entran, no son de la Europa culta… Las guerras olvidadas son un pecado, olvidarlas así” Y también hacer memoria de quienes trabajan silenciosa y tenazmente ‘desde abajo’ para construir un mundo diferente, trazando caminos de solidaridad y reconciliación en contextos marcados por la crisis o la violencia”. “Sin embargo – prosiguió diciendo el Papa – como revista misionera, Mondo e Missione tiene también otra tarea específica que la caracteriza: la de ayudar a reconocer que la misión está en el centro. Recordar a las comunidades cristianas que, si sólo se miran a sí mismas, perdiendo el valor de salir a llevar la palabra de Jesús a todos, acaban por extinguirse”. A la vez que “también crea diálogo y amistad con quienes profesan otras religiones, reconociéndose como hijos del único Padre”. “En lo que se sigue considerando «periferias», los misioneros a menudo descubrieron que el Espíritu Santo había llegado antes que ellos. Los que se habían puesto a evangelizar más a menudo se encontraban con la Buena Noticia. Como los discípulos de Jesús, enviados de dos en dos a predicar entre los pobres y los pequeños, así también los misioneros de ayer y de hoy encuentran con frecuencia la alegría y la vida nueva que el Evangelio es capaz de generar” “Decir a todos que un mundo mejor es posible” “En un mundo desgraciadamente marcado por tantas heridas, ésta es – en

12
Oct

Papa Francisco: Que la luz de María disipe las tinieblas de la guerra

Vaticano.- En la audiencia general, el Pontífice instó a dirigir la mirada a María y a rezar el Rosario: «Dejen que su vida y sus elecciones cotidianas sean iluminadas por Cristo». En el día de Nuestra Señora de Aparecida, invitó a rezar con nuestros hermanos brasileros por la paz. Que la Virgen del Pilar, «nos ayude a descubrir el deseo que el Señor ha puesto en nuestros corazones», expresó el Papa recordando la fiesta de la Patrona de Hispanoamérica. Las apariciones de María en Fátima, Nuestra Señora de Aparecida, la Virgen del Pilar y el mes de octubre dedicado al Rosario. En los saludos a los peregrinos, después de la catequesis, el eje permanente es la Santísima Virgen. Al saludar a los fieles de lengua alemana, el horizonte se extiende, en particular, a Fátima: Que la Santísima Virgen María, cuyas apariciones en Fátima conmemoramos mañana, sea nuestra guía en el camino de continua conversión y penitencia para ir al encuentro de Cristo, sol de justicia. Que su «suave luz» nos libre de todo mal y disipe la oscuridad de este mundo atormentado por las guerras. Nuestra Señora del Pilar y Nuestra Señora de Aparecida Saludando a los fieles de habla hispana, el Papa Francisco recordó que hoy se celebra a la Virgen del Pilar, «Patrona de la Hispanidad»: Que Ella interceda por nosotros ante su Hijo, para que podamos descubrir el deseo que Él ha puesto en nuestros corazones, y nos dé la gracia de llevarlo a cumplimiento. A los peregrinos venidos de Portugal y de otros países de lengua portuguesa, especialmente de Brasil, el Pontífice les dirigió estas palabras: Hoy celebramos a Nuestra Señora de Aparecida con tantos hermanos y hermanas que peregrinan a su Santuario. Y allí, junto a la Virgen Madre, rezan el rosario y cantan a Nuestra Señora de Aparecida. Recemos con ellos por la paz y pidamos a la Virgen que nos ayude a asumir el gran deseo del Padre Celestial: hacernos a todos partícipes de su plenitud de vida. El Rosario La invitación a rezar el Rosario acompañó finalmente el saludo del Papa Francisco a los fieles polacos: El mes de octubre está dedicado al Santo Rosario. Recitando esta oración, dejen que su vida y sus elecciones cotidianas sean iluminadas por Cristo, esplendor de la Verdad. Al meditar sobre los misterios de la luz, recuerden a San Juan Pablo II que quiso añadirlos a la contemplación de los otros momentos de la vida de Jesús. Consagración al Corazón de María El pasado 25 de marzo, durante la Celebración de la Penitencia en la Basílica de San Pedro, el Papa Francisco consagró a Rusia y Ucrania al Corazón Inmaculado de María. «Madre de Dios y nuestra, solemnemente encomendamos y consagramos a tu Corazón Inmaculado a nosotros mismos, a la Iglesia y a la humanidad entera, de manera especial a Rusia y a Ucrania… Extingue el odio, aplaca la venganza, enséñanos el perdón», fue la oración del Pontífice: «Líbranos de la guerra, preserva al mundo de la amenaza nuclear». Haz que cese la guerra, procura la paz al mundo. Haznos artesanos de la comunión». Prensa CEVNota de prensa de Vatican News12 de octubre de 2022

12
Oct

El Papa en la catequesis: El deseo, la brújula que nos guía hacia la plenitud

Vaticano.- En la audiencia general de este miércoles, 12 de octubre, el Papa Francisco continuó explicando los elementos constitutivos del discernimiento, en esta ocasión reflexionó sobre “el deseo”, e invitó a todos a “pedir al Señor que nos ayude a conocer el deseo profundo de Él, que Dios mismo ha puesto en nuestro corazón”. “El deseo es la brújula para entender dónde me encuentro y dónde estoy yendo, es más, es la brújula para entender si estoy detenido o estoy caminando, una persona que jamás desea, es una persona estática, tal vez enferma, casi muerta”, lo dijo el Papa Francisco en la audiencia general de este miércoles, 12 de octubre, continuando con su ciclo de catequesis sobre el discernimiento, en esta ocasión reflexionando sobre “el deseo” como elemento constitutivo del discernimiento. Nostalgia de plenitud que no encuentra plena satisfacción En su catequesis, el Santo Padre recordó que, estamos repasando los elementos del discernimiento. “Después de la oración y el conocimiento de sí, hoy – dijo el Papa – quisiera hablar de otro ‘ingrediente’ indispensable: hoy quisiera hablar del deseo. De hecho, el discernimiento es una forma de búsqueda, y la búsqueda nace siempre de algo que nos falta pero que de alguna manera conocemos”. Los maestros espirituales lo indican con el término “deseo”, que, en la raíz, es una nostalgia de plenitud que no encuentra nunca plena satisfacción, y es el signo de la presencia de Dios en nosotros. “El deseo – señaló el Pontífice – no son las ganas del momento. La palabra italiana viene de un término latín muy hermoso, de-sidus, literalmente “la falta de la estrella”, la falta del punto de referencia que orienta el camino de la vida; esta evoca un sufrimiento, una carencia, y al mismo tiempo una tensión para alcanzar el bien que falta”. “El deseo entonces es la brújula para entender dónde me encuentro y dónde estoy yendo, es más, es la brújula para entender si estoy detenido o estoy caminando, una persona que jamás desea, es una persona estática, tal vez enferma, casi muerta” ¿Cómo es posible reconocer el deseo? Para reconocerlo, dijo el Papa Francisco, es necesario estar atentos, ya que, “un deseo sincero sabe tocar en profundidad las cuerdas de nuestro ser, por eso no se apaga frente a las dificultades o a los contratiempos”. Es como cuando tenemos sed: si no encontramos algo para beber, esto no significa que renunciemos, es más, la búsqueda ocupa cada vez más nuestros pensamientos y nuestras acciones, hasta que estamos dispuestos a hacer cualquier sacrificio para apaciguarlo. Obstáculos y fracasos no sofocan el deseo, al contrario, lo hacen todavía más vivo en nosotros. El deseo dura en el tiempo y tiende a concretizarse A diferencia de las ganas o de la emoción del momento, el Santo Padre precisó que, el deseo dura en el tiempo, un tiempo también largo, y tiende a concretizarse. Si, por ejemplo, un joven desea convertirse en médico, tendrá que emprender un recorrido de estudios y de trabajo que ocupará algunos años de su vida, como consecuencia tendrá que poner límites, decir algún “no”, en primer lugar, a otros recorridos de estudio, pero también a posibles entretenimientos o distracciones, especialmente en los momentos de estudio más intenso. Pero, el deseo de dar una dirección a su vida y de alcanzar esa meta le consiente superar estas dificultades. “El deseo te hace fuerte, te da valor, te hace ir adelante siempre porque tú quieres llegar a eso: Yo deseo esto” Jesús nos invita a aclarar el corazón En efecto, indicó el Papa Francisco, un valor se vuelve bello y más fácilmente realizable cuando es atractivo. Como alguno dijo, «más que ser bueno es importante tener las ganas de serlo». Llama la atención el hecho de que Jesús, antes de realizar un milagro, a menudo pregunta a la persona sobre su deseo: ¿quieres ser sanado? Y a veces esta pregunta parece estar fuera de lugar. Por ejemplo, cuando encuentra al paralítico en la piscina de Betesda, que estaba allí desde hacía muchos años y nunca encontraba el momento adecuado para entrar en el agua. Jesús le pregunta: «¿Quieres curarte» (Jn 5,6). ¿Por qué? En realidad, la respuesta del paralítico revela una serie de resistencias extrañas a la sanación, que no tienen que ver solo con él. La pregunta de Jesús era una invitación a aclarar su corazón, para acoger un posible salto de calidad: no pensar más en sí mismo y en la propia vida “de paralítico”, transportado por otros. Pero el hombre en la camilla no parecer estar tan convencido. “Dialogando con el Señor, aprendemos a entender qué queremos realmente de nuestra vida” Las quejas no dejan crecer el deseo Luego, hablando sin seguir su discurso escrito, el Papa Francisco advirtió de tener cuidado con las quejas, porque son el veneno del alma. Y para explicar esto, puso como ejemplo ese paralítico del cual habla el Evangelio, que decía: ‘Sí, sí, quiero, quiero’ pero no quiero no hago nada. “El querer hacer – subrayó el Papa – se convierte en una ilusión y uno no da el paso para hacerlo. Las personas que quieren y no quieren. Es feo esto y este enfermo 38 años allí, pero siempre con las quejas. Pero, cuidado que las quejas son veneno, veneno para el alma, veneno para la vida porque no te hacen crecer las ganas de seguir. Tenga cuidado con las quejas. Cuando se quejan en la familia, los cónyuges se quejan, se quejan unos de otros, los hijos de papá o los sacerdotes del obispo o los obispos de tantas otras cosas. “Si te encuentras en la queja, ten cuidado, es casi un pecado, porque no deja crecer el deseo” Valorar con calma lo que realmente queremos A menudo, indicó el Santo Padre, es precisamente el deseo lo que marca la diferencia entre un proyecto exitoso, coherente y duradero, y las mil ambiciones y los tantos buenos propósitos de los que, como se dice, “está empedrado el infierno”. La época en

12
Oct

El Papa: Llevo dentro el dolor del pueblo ucraniano

Vaticano.- En la audiencia general, Francisco lanzó un nuevo llamamiento por Ucrania: que el Señor «transforme los corazones de quienes tienen en sus manos el destino de la guerra para que cese el huracán de la violencia». La paz y el atormentado pueblo ucraniano. El hilo de las palabras pronunciadas por el Papa Francisco en la audiencia general después de la catequesis se entrelaza con las sombras de nuestro tiempo sacudido en particular por el drama de la guerra en Ucrania. “En estos días, mi corazón se dirige siempre al pueblo ucraniano, especialmente a los habitantes de las localidades sobre las que han arreciado los bombardeos. Llevo dentro mío su dolor y, por intercesión de la Santa Madre de Dios, lo presento en oración al Señor. Él siempre escucha el grito de los pobres que lo invocan: que su Espíritu transforme los corazones de quienes tienen en sus manos el destino de la guerra, para que cese el huracán de la violencia y se reconstruya la convivencia pacífica en la justicia” El Papa Roncalli, servidor de Cristo y de la Iglesia Saludando a los peregrinos de lengua italiana, Francisco recordó la figura de San Juan XXIII, que hace 60 años, el 11 de octubre de 1962, inauguró el Concilio Vaticano II. “Ayer celebramos la memoria litúrgica de san Juan XXIII, que sirvió a Cristo y a la Iglesia con una dedicación ejemplar, trabajando con diligencia por la salvación de las almas. Que su protección los ayude a todos ustedes en el esfuerzo de sincera fidelidad a Cristo y los sostenga en las cotidianas fatigas” El Papa Juan XXIII se puso al servicio de la paz en una coyuntura histórica muy delicada. En octubre de 1962, la crisis de los misiles en Cuba llevó a la humanidad al borde de la Tercera Guerra Mundial. Unos meses más tarde, se publicó la carta encíclica «Pacem in Terris«, en la que el Papa Roncalli instaba a los hombres, especialmente a los que están investidos de responsabilidad pública, a no escatimar esfuerzos para dar un rumbo razonable y humano a las cosas, de modo que se eliminara también el trágico riesgo de una guerra nuclear. Incluso en esta época, la dramática y no irreal perspectiva de un conflicto atómico avanza. Y también hoy resuenan las palabras de Juan XXIII, que en la encíclica «Pacem in Terris» se unen a una frase siempre actual pronunciada en 1939 en un mensaje radiofónico por Pío XII: «Nada se pierde con la paz. Todo puede estar perdido con la guerra». Pruebas de diálogo entre misiles y bombas La guerra sigue avanzando en varias regiones del planeta. Este horror sigue afectando, en particular, a la martirizada población ucraniana. En las últimas horas emerge una noticia: el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serghei Lavrov, afirma que Rusia está dispuesta a considerar una propuesta de reunión sobre Ucrania entre el presidente Vladimir Putin y Joe Biden en el G20 de Indonesia. El jefe de la Casa Blanca califica a Putin de «persona racional que se ha equivocado mucho en sus cálculos». El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, teme una escalada y subraya que no puede haber espacio para el diálogo con el jefe de Estado ruso. Mientras tanto, hoy está previsto que el presidente Putin se reúna con el jefe de Estado turco, Recep Tayyip Erdogan. También está prevista una reunión de los ministros de Defensa de la OTAN en Bruselas. El presidente de los Emiratos AÁrabes Unidos, Mohammed bin Zayed Al Nahyan, confirmó la disponibilidad de su país para mediar entre Rusia y Ucrania. Durante la noche, las bombas rusas cayeron d en Nikopol, en la región del sur de Ucrania. Varios civiles, entre ellos una niña de 6 años, resultaron heridos. Al menos 30 edificios, entre ellos dos guarderías y una escuela, resultaron dañados. Esta mañana se ha escuchado una fuerte explosión en Melitopol, ciudad del sur de Ucrania ocupada por las fuerzas rusas. Estos son sólo los episodios más recientes de una guerra que, desde el 24 de febrero de 2022, sigue sembrando sufrimiento, muerte, terror. Hay una pregunta, en particular, que desafía el corazón de todo hombre. Y resuena en la encíclica «Pacem in Terris»: ¿Quién, en efecto, no anhela con ardentísimos deseos que se eliminen los peligros de una guerra, se conserve incólume la paz y se consolide ésta con garantías cada día más firmes? Prensa CEVNota de prensa de Vatican News12 de septiembre de 2022

11
Oct

Papa Francisco: El Concilio nos invita a lo esencial, a una Iglesia que sea libre y liberadora

La tarde de este martes, 11 de octubre, el Santo Padre presidió la Santa Misa en la Basílica de San Pedro, en la memoria litúrgica de San Juan XXIII y en el 60 Aniversario de la apertura del Concilio Vaticano II. En su homilía el Pontífice presento tres miradas que enseña el Concilio a la Iglesia: “la mirada de lo alto, la mirada en el medio, la mirada de conjunto”. Vaticano.  “Redescubramos el Concilio para volver a dar la primacía a Dios, a lo esencial, a una Iglesia que esté loca de amor por su Señor y por todos los hombres que Él ama, a una Iglesia que sea rica de Jesús y pobre de medios, a una Iglesia que sea libre y liberadora”, lo dijo el Papa Francisco en su homilía en la Santa Misa que presidió la tarde de este martes, 11 de octubre, en la memoria litúrgica de San Juan XXIII y en el 60 Aniversario de la apertura del Concilio Vaticano II. El Vaticano II fue una respuesta al amor de Dios En el 60 aniversario de la apertura del Concilio Vaticano II, el Santo Padre al comentar el Evangelio de Juan señaló que, el Señor nos dirige a nosotros las mismas palabras que Jesús dirigió a Pedro, la primera: ¿Me amas? La segunda: Apacienta mis ovejas. Estas dos palabras fueron el centro de la homilía del Papa Francisco que al explicar la primera dijo que, en primer lugar: ¿Me amas? Es una interrogación, porque el estilo de Jesús no es tanto el de dar respuestas, como el de hacer preguntas, preguntas que interpelan la vida. “Y el Señor, que «habla a los hombres como amigos, movido por su gran amor y mora con ellos» (Dei Verbum, 2), nos pregunta todavía y seguirá preguntando siempre a la Iglesia, su esposa: “¿Me amas?”. El Concilio Vaticano II fue una gran respuesta a esa pregunta. Fue para reavivar su amor que la Iglesia, por primera vez en la historia, dedicó un Concilio a interrogarse sobre sí misma, a reflexionar sobre su propia naturaleza y su propia misión. “La Iglesia se redescubrió como misterio de gracia generado por el amor, se redescubrió como Pueblo de Dios, Cuerpo de Cristo, templo vivo del Espíritu Santo” Atentos a no anteponer nuestras agendas al Evangelio En este sentido, el Papa Francisco dijo que esta es la primera mirada que hay que tener sobre la Iglesia, la mirada de lo alto. Sí, hay que mirar la Iglesia ante todo desde lo alto, con los ojos enamorados de Dios. Preguntémonos si en la Iglesia partimos de Dios, de su mirada enamorada sobre nosotros. “Siempre existe la tentación de partir más bien del yo que de Dios – advirtió el Pontífice – de anteponer nuestras agendas al Evangelio, de dejarnos transportar por el viento de la mundanidad para seguir las modas del tiempo o de rechazar el tiempo que nos da la Providencia de volver atrás”. Pero estemos atentos: ni el progresismo que se adapta al mundo, ni el tradicionalismo que añora un mundo pasado son pruebas de amor, sino de infidelidad. Son egoísmos pelagianos, que anteponen los propios gustos y los propios planes al amor que agrada a Dios, ese amor sencillo, humilde y fiel que Jesús pidió a Pedro. Volver a dar la primacía a Dios El Santo Padre señaló que hoy es importante que, “redescubramos el Concilio para volver a dar la primacía a Dios, a lo esencial, a una Iglesia que esté loca de amor por su Señor y por todos los hombres que Él ama, a una Iglesia que sea rica de Jesús y pobre de medios, a una Iglesia que sea libre y liberadora. El Concilio indica a la Iglesia esta ruta: la hace volver, como Pedro en el Evangelio, a Galilea, a las fuentes del primer amor, para redescubrir en sus pobrezas la santidad de Dios (cf. Lumen gentium, 8c; cap. V), para volver a encontrar en la mirada del Señor crucificado y resucitado la alegría perdida, para concentrarse en Jesús. “El Papa Juan, en sus últimos días, escribía: «Esta vida mía que llega a su fin no podría terminar mejor que concentrándome totalmente en Jesús, Hijo de María… grande y continuada intimidad con Jesús, contemplado en imagen: niño, crucificado, adorado en el Sacramento» (Diario del alma, 977-978). ¡Esta es nuestra mirada alta, nuestra fuente siempre viva!” Que en la Iglesia viva la alegría Volvamos a las límpidas fuentes de amor del Concilio, fue la invitación del Santo Padre, reencontremos la pasión del Concilio y renovemos la pasión por el Concilio. Abismados en el misterio de la Iglesia madre y esposa, digamos también nosotros, con san Juan XXIII: Gaudet Mater Ecclesia (Discurso en la apertura del Concilio, 11 octubre 1962). Que en la Iglesia viva la alegría. Si no se alegra se contradice a sí misma, porque olvida el amor que la ha creado. Y, sin embargo, ¿cuántos entre nosotros no logran vivir la fe con alegría, sin murmurar y sin criticar? Una Iglesia enamorada de Jesús no tiene tiempo para conflictos, venenos y polémicas. Que Dios nos libre de ser críticos e impacientes, amargados e iracundos. No es sólo cuestión de estilo, sino de amor, porque el que ama, como enseña el apóstol Pablo, hace todo sin murmuraciones (cf. Flp 2,14). “Señor, enséñanos a mirar alto, a mirar la Iglesia como la ves Tú. Y cuando seamos críticos y estemos insatisfechos, recuérdanos que ser Iglesia es testimoniar la belleza de tu amor, es vivir respondiendo a tu pregunta: ¿me amas?” ¿Me amas? Apacienta mis ovejas El segundo aspecto que resaltó el Papa Francisco en su homilía fue el de “Apacienta mis ovejas”. Jesús, dijo, expresa con este verbo el amor que desea de Pedro. Pensemos precisamente en Pedro: era un pescador de peces y Jesús lo transformó en pescador de hombres (cf. Lc 5,10). Ahora le asigna un nuevo oficio, el de pastor, que nunca había ejercitado. Y es un cambio, porque mientras el pescador toma

10
Oct

Déjense iluminar por los consejos y el testimonio de los ancianos

El Papa Francisco recibió a un grupo de jóvenes procedentes de Bélgica a quienes como embajadores de la juventud belga para la preparación de la Jornada Mundial de la Juventud de 2023 en Portugal, los invitó a “cultivar la cercanía a todos los jóvenes, especialmente a los que viven en situaciones precarias». Vaticano. Al recibir a los trescientos participantes en la peregrinación de jóvenes procedentes de Bélgica, el Papa Francisco les ofreció algunos consejos, con su cercanía espiritual también a toda la juventud comprometida en las parroquias y comunidades cristianas de su país. “¡Buenos días y bienvenidos!”, dijo el Santo Padre a los jóvenes peregrinos belgas con quienes se encontró, a las 11.00, en la Sala Clementina del Palacio Apostólico. Y tras manifestar su alegría por conocerlos, afirmó que “admira la audacia de su fe, su compromiso y su testimonio cristiano en una sociedad cada vez más secularizada”. Futuro y presente de la Iglesia “Es bello ver a jóvenes de su edad dispuestos a dedicarse a proyectos de evangelización y a vivir el mensaje de Cristo en medio de las ocupaciones cotidianas. Ustedes no sólo son el futuro de la Iglesia, sino sobre todo su presente” Los valores de la fraternidad, la paz y la reconciliación En efecto, Francisco les dijo también que la Iglesia los necesita, necesita “de su generosidad, de su alegría, de su deseo de construir un mundo diferente, impregnado por los valores de la fraternidad, la paz y la reconciliación”. No tienen necesidad de ser superhéroes El Santo Padre también consideró asimismo el hecho de experimentan la alegría y el entusiasmo, aunque a veces también miedo, las dificultades o las crisis. “No tengan miedo de las crisis, porque las crisis nos hacen crecer. Te ponen frente a diversas situaciones tú debes ir adelante y resolver los problemas. No hay que confundir crisis con conflicto: el conflicto te cierra, la crisis te hace crecer” De ahí que les haya recomendado que “su relación con Cristo debe ser sólida”. “Él – prosiguió diciendo el Papa – es el Amigo fiel que nunca decepciona”. Y les explicó que “el encuentro con Jesús les permite tener una mirada nueva sobre las situaciones, encontrar respuestas a sus preguntas, descubrirse capaces de asumir responsabilidades, de avanzar en la vida y de consolidar su fe a través de un diálogo sobre sus convicciones”. “Además, no tengan miedo de aceptar su fragilidad, la debilidad, y esto hay que hacerlo con humildad: estos son los límites, pero vamos adelante. ‘Padre, yo soy neurótico, o soy neurótica…’. Alégrate de ser neurótica y ve adelante sin miedo’. No tienen necesidad de ser superhéroes, sino más bien personas sinceras, verdaderas y libres” Como embajadores de la juventud belga para la preparación de la Jornada Mundial de la Juventud de 2023 en Portugal, el Papa Francisco los invitó a “cultivar la cercanía a todos los jóvenes, especialmente a los que viven en situaciones precarias, a los jóvenes migrantes y refugiados, a los jóvenes de la calle, sin olvidar a los demás, especialmente a los que experimentan una vida de soledad y tristeza”. El Santo Padre los invitó a preguntarse: “¿Qué aporto yo personalmente para acercarnos a esta meta? ¿Cuál es mi contribución para una comunidad cristiana alegre?”. “La alegría debe estar siempre presente, porque saben, los cristianos con cara de funeral no funcionan, no son cristianos. Si eres cristiano, tendrás alegría” Y añadió que es muy importante dejarse iluminar por los consejos y el testimonio de sus mayores. La paz es una de sus luchas En efecto, “creciendo en el diálogo con los – prosiguió Francisco –podemos formarnos una personalidad sólida para las luchas cotidianas y, además, ellos nos transmiten su fe y sus convicciones religiosas. Una de estas luchas es la de la paz”. “Como bien saben, estamos atravesando momentos difíciles para la humanidad, que está en gran peligro. Por lo tanto les digo: sean artesanos de la paz a su alrededor y dentro de ustedes; embajadores de la paz, para que el mundo redescubra la belleza del amor, del vivir juntos, de la fraternidad, de la solidaridad” Y glosando la exhortación apostólica Christus vivit  el Pontífice también les recordó que su vida «es un compromiso concreto a partir de la fe para la construcción de una nueva sociedad, es vivir en medio del mundo y de la sociedad para evangelizar sus diferentes instancias, para hacer crecer la paz, la convivencia, la justicia, los derechos humanos, la misericordia, y así extender el Reino de Dios en el mundo”. Elevar la mirada para afrontar los retos de la vida Frente todos estos retos, el Papa les dijo que pueden sentirse “desanimados, no a la altura, desarmados e impotentes”. De ahí que haya reafirmado que “no tengan miedo”. Sino que sean creativos y que “eleven la mirada para afrontar los retos de la vida”. “No esperen hasta mañana para colaborar en la transformación del mundo con su energía, su audacia y su creatividad” Hacia el final de su alocución, el Papa volvió a decirles que nunca se cansen “de ser portadores del Evangelio allá donde vayan”. Y agregó que él sabe que son “generosos, llenos de entusiasmo, dispuestos a conquistar el mundo”. Por esta razón les aconsejó: «No se distraigan con las cosas triviales de la vida, que son muchas. Concéntrense en lo esencial, que brota de la amistad con Jesucristo». “Queridos chicos y chicas, no se cansen” Antes de despedirse los animó y felicitó por el trabajo que realizan en sus comunidades. Además, los encomendó al cuidado maternal de la Virgen María – cuyo Rosario “es una escuela de oración y de vida” – y a la intercesión de los jóvenes santos. Les dijo también que los acompaña a con su bendición para ellos y sus familias, incluida toda la juventud belga, y les pidió que no se olviden de rezar por él.

10
Oct

El Papa: Caminar juntos, ser sinodales. Agradecer a Dios por los dones que nos da

Francisco en su homilía en la misa con canonizaciones de los nuevos santos, Juan Bautista Scalabrini y Artémides Zatti, habló de la necesidad de caminar juntos, ser honestos con nosotros mismos, todos tenemos el corazón enfermo, todos necesitados de la misericordia del Padre. Vaticano. En una plaza llena de fieles que vinieron a celebrar la fiesta de sus beatos que hoy fueron elevados al honor de los altares, que hoy son ya santos, el Papa quiso detenerse en su homilía en dos aspectos que sugiere el Evangelio de hoy: caminar juntos y agradecer. Dos santos que están muy relacionados con la migración.  Dedicó un intenso momento para hablar de la realidad de los migrantes hoy día. «La exclusión de los inmigrantes es escandalosa. La exclusión de los migrantes es criminal, los hace morir ante nosotros. Y así, hoy tenemos el Mediterráneo que es el mayor cementerio del mundo. La exclusión de los inmigrantes es repugnante, es pecaminosa, es criminal. No abrir las puertas a los necesitados», enviados a los lagers donde son explotados, vendidos como esclavos. Y ahora, con el conflicto entre Rusia y Ucrania, hay una migración de ucranianos que huyen de la guerra, dijo y pidió que no se olvide a la atormentada Ucrania.  Los migrantes. Excluídos y enviados a ‘lagers’ Caminar juntos, es incluir al otro. Escucharlo, acercarme al otro. Sentirnos todos pecadores, todos necesitados de la Misericordia de Cristo. Derribar las desigualdades y marginaciones: “Me da miedo cuando veo comunidades cristianas que dividen el mundo en buenos y malos, en santos y pecadores; de esa manera, terminamos sintiéndonos mejores que los demás y dejamos fuera a muchos que Dios quiere abrazar. Por favor, incluyan siempre: incluyan siempre, en la Iglesia como en la sociedad, todavía marcada por tantas desigualdades y marginaciones. Incluya a todos». Y hoy, en el día en que Scalabrini se convierte en santo, afirmó el Papa, «me gustaría pensar en los emigrantes. La exclusión de los inmigrantes es escandalosa. Al contrario: la exclusión de los migrantes es criminal, los hace morir ante nosotros. El Mediterráneo es el mayor cementerio del mundo», dijo con tristeza. Y añdió: «La exclusión de los inmigrantes es repugnante, es pecaminosa, es criminal. No abrir las puertas a los necesitados… ‘No, no los excluimos: los enviamos lejos’, a los lagers, donde son explotados y vendidos como esclavos. Hermanos y hermanas, hoy pensamos en nuestros emigrantes, en los que mueren. Y los que pueden entrar, ¿los recibimos como hermanos o los explotamos? Dejo la pregunta ….» Caminar juntos: Jesús sana a diez leprosos, al principio caminan juntos, pero sólo uno se devuelve para agradecerle a Jesús, el samaritano. El Papa al respecto dijo que la enfermedad y la fragilidad en común hacen caer las barreras y superan toda exclusión.  Cuando somos honestos con nosotros mismos, afirmó, recordamos que todos tenemos el corazón enfermo, que todos somos pecadores, que todos estamos necesitados de la misericordia del Padre. “Y entonces, dejamos de dividirnos con base en los méritos, a los papeles que desempeñamos o a cualquier otro aspecto exterior de la vida; y caen los muros interiores, los prejuicios. Así, finalmente, nos redescubrimos como hermanos”. Despojarnos de nuestras armaduras, de nuestras barreras Hablando de la Primera Lectura, en cambio, en la que Naamán, rico y poderoso, para ser curado se sumerge en el río en el que todos se bañaban, y lo hizo quitándose su armadura, sus ropas. Aquí Francisco nos recordó el bien que nos hace a todos, “quitarnos nuestras armaduras exteriores, nuestras barreras defensivas, y darnos un buen baño de humildad, recordando que todos somos frágiles por dentro y estamos necesitados de curación; todos somos hermanos”. Caminar juntos es avanzar junto a los demás, no ser caminantes solitarios, recordó el Papa, esto es la fe cristiana, que nos invita a salir de nosotros mismos hacia Dios y hacia los hermanos, nunca a encerrarnos en nosotros mismos. “Siempre nos pide que nos reconozcamos necesitados de curación y de perdón, que compartamos las fragilidades de los que nos rodean, sin sentirnos superiores.” ¿Vencemos la tentación de la autorreferencialidad? Seguidamente, el Santo Padre nos cuestiona, a cada uno de nosotros, nos pide que verifiquemos si en nuestras vidas, en nuestras familias, en los lugares donde trabajamos, y que frecuentamos cada día, si somos capaces de caminar junto a los demás, de escuchar, de vencer la tentación de atrincherarnos en nuestra autorreferencialidad y de pensar sólo en nuestras propias necesidades.  Caminar juntos, ser “sinodales”, dijo Francisco, esa es también la vocación de la Iglesia. Preguntémonos, nos cuestiona el Pontífice, hasta qué punto somos realmente comunidades abiertas y que incluyen a todos; si somos capaces de trabajar juntos, sacerdotes y laicos, al servicio del Evangelio; si tenemos una actitud de acogida ―no sólo con palabras, sino con gestos concretos― hacia los que están alejados y hacia todos los que se acercan a nosotros, sintiéndose inadecuados a causa de sus complicadas trayectorias de vida. Y nos pregunta si hacemos sentir parte de la comunidad a esas personas o las excluimos. Agradecer a Dios El segundo aspecto es agradecer. En el grupo de los diez leprosos hubo uno solo que, al verse curado, volvió a alabar a Dios y a mostrar su gratitud a Jesús, señaló Francisco, los otros nueve fueron sanados, pero luego cada uno tomó su camino, olvidándose de Aquel que los había curado. “El samaritano, en cambio, hizo del don recibido el inicio de un nuevo camino; regresó donde Aquel que lo había sanado, fue a conocer de cerca a Jesús y comenzó una relación con Él. Su actitud de gratitud no fue, pues, un simple gesto de cortesía, sino el inicio de un camino de gratitud. Se postró a los pies de Cristo (cf. Lc 17,16), es decir, realiza un gesto de adoración, reconoció que Jesús es el Señor, y que Él era más importante que la curación que había recibido”. Dar gracias a Dios por los dones que nos da a diario Una gran lección para nosotros, nos recordó el Papa, porque nos beneficiamos de los dones de Dios todos los días,

06
Oct

El Papa: Vivir el Evangelio en plenitud es posible y hermoso

Al recibir a los participantes en el Congreso sobre “La santidad hoy”, el Papa Francisco les dijo que “los santos no provienen de un ‘mundo paralelo’”, sino que “son creyentes que pertenecen al pueblo fiel de Dios y que están insertados en la cotidianidad, compuesta por la familia, el estudio, el trabajo, la vida social, económica y política”. También recordó el ejemplo de los beatos Juan Pablo I y Carlo Acutis, sin olvidar a san Francisco de Asís Vaticano. Al finalizar el Congreso sobre “La santidad hoy”, el Papa recibió  esta mañana – a las 11.30, en la  Sala Clementina del Palacio Apostólico – a los casi trescientos participantes en esta iniciativa organizada por el Dicasterio para las Causas de los Santos. Francisco les manifestó su satisfacción por este encuentro a la vez que agradeció al cardenal Marcello Semeraro, y a los demás superiores, oficiales, postuladores y colaboradores, provenientes de diversas partes del mundo, lo que han realizado durante sus jornadas de estudio y reflexión, “propiciadas por la aportación de valiosos relatores, exponentes del mundo teológico, científico, cultural y mediático”. “La santidad hoy” Del tema elegido para este Congreso el Pontífice notó que está en sintonía con la Exhortación apostólica Gaudete et exultate, cuyo objetivo es “hacer resonar una vez más el llamado a la santidad, procurando encarnarlo en el contexto actual, con sus riesgos, desafíos y oportunidades”. Se trata – explicó – de una llamada que “está en el corazón del Concilio Vaticano II, que ha dedicado un capítulo entero de la Lumen gentium a la vocación universal a la santidad”. De ahí que tras recordar con este documento que “todos los fieles, cristianos, de cualquier condición y estado, fortalecidos con tantos y tan poderosos medios de salvación, son llamados por el Señor, cada uno por su camino, a la perfección de aquella santidad con la que es perfecto el mismo Padre” les recordara que: “También hoy es importante descubrir la santidad en el pueblo santo de Dios: en los padres que crían con amor a sus hijos, en los hombres y en las mujeres que realizan con dedicación su trabajo cotidiano, en las personas que sobrellevan una enfermedad, en los ancianos que siguen sonriendo y ofreciendo sabiduría. El testimonio de una conducta cristiana virtuosa, vivida hoy por tantos discípulos del Señor, es para todos nosotros una invitación a responder personalmente a la llamada a ser santos” Además, el Obispo de Roma aludió a quienes él mismo definió los “santos de la puerta de al lado”, a los que la Iglesia “indica como modelos, intercesores y maestros”. “Se trata – rememoró – de los santos beatificados y canonizados, que nos recuerdan a todos que vivir el Evangelio en plenitud es posible y es hermoso”. “De hecho, la santidad no es un programa de esfuerzos y de renuncias, no es hacer una gimnasia espiritual, no: es otra cosa; es, ante todo, la experiencia de ser amados por Dios, de recibir gratuitamente su amor, su misericordia. Este don divino nos abre a la gratitud y nos permite experimentar una gran alegría, que no es la emoción de un instante o un simple optimismo humano, sino la certeza de poder afrontar todo con la gracia y la audacia que provienen de Dios” Los beatos Juan Pablo I y Carlo Acutis con san Francisco de Asís Francisco también les dijo que “sin esta alegría la fe se reduce a un ejercicio abrumador y triste”; si bien “teniendo la ‘cara larga’ no se llega a ser santo”, puesto que “se necesita un corazón generoso y abierto a la esperanza”. Y de esta santidad “rica en buen humor” – destacó –  “nos da ejemplo el nuevo beato Juan Pablo I”. A la vez que añadió que también “para los adolescentes y los jóvenes también es un modelo de alegría cristiana el beato Carlo Acutis”, sin olvidar que “siempre nos edifica en su paradoja evangélica la ‘perfecta alegría’ de san Francisco de Asís”. Refiriéndose a la santidad que “brota de la vida concreta de las comunidades cristianas”, el Papa explicó: “Los santos no provienen de un ‘mundo paralelo’, sino que son creyentes que pertenecen al pueblo fiel de Dios y que están insertados en la cotidianidad, compuesta por la familia, el estudio, el trabajo, la vida social, económica y política” El santo o la santa camina y obra sin temores De manera que “en todos estos contextos, el santo o la santa camina y obra sin temores o trabas, cumpliendo en cada circunstancia la voluntad de Dios”. De ahí la importancia de que “cada Iglesia particular esté atenta a recibir y valorar los ejemplos de vida cristiana madurados dentro del pueblo de Dios, que desde siempre ha tenido un particular ‘olfato’ para reconocer estos modelos de santidad, testimonios extraordinarios del Evangelio”. “Por tanto, es necesario tener en justa consideración el consenso de la gente en torno a estas figuras cristianamente ejemplares. De hecho, los fieles están dotados, por gracia divina, de una innegable percepción espiritual para identificar y reconocer en la existencia concreta de algunos bautizados la vivencia heroica de las virtudes cristianas” También destacó que “la fama sanctitatis no proviene en primer lugar de la jerarquía, sino de los fieles”. Puesto que es el pueblo de Dios, en sus diferentes componentes, el protagonista de esta fama de santidad de quienes perciben “como testigo de Cristo y de las bienaventuranzas evangélicas”. Piedad popular Naturalmente – prosiguió diciendo el Papa –  “es necesario verificar que tal fama de santidad sea espontánea, estable, duradera y difundida en una parte significativa de la comunidad cristiana”. Y “de hecho, esta es genuina cuando resiste a los cambios del tiempo, a las modas del momento, y genera siempre efectos saludables para todos, como podemos constatar en la piedad popular”. “En nuestros días, el acceso correcto a los medios de comunicación puede favorecer el conocimiento de la vida evangélica de un candidato a la beatificación o canonización” Discernimiento sabio y perspicaz por parte de todos “Sin embargo – explicó Francisco – en el uso de los

05
Oct

Francisco: Pidamos el don de la paz para la martirizada Ucrania

Vaticano. En los saludos a los peregrinos al final de la audiencia general, un nuevo llamamiento para que se ponga fin a la guerra en el este de Europa. Y un pensamiento también para San Francisco, celebrado ayer por la Iglesia y modelo a imitar «en el amor y la contemplación del Crucificado». En los saludos a los peregrinos, al término de la catequesis de la audiencia general del primer miércoles de octubre, el pensamiento del Papa se dirigió una vez más a la «martirizada Ucrania» y a San Francisco de Asís, patrono de Italia, celebrado ayer por la Iglesia. Imitar a San Francisco en el amor “Invito a todos a imitar a san Francisco, patrono de Italia, cuya fiesta celebramos ayer: que su ejemplo de consagración a Dios, de servicio a los hombres y de fraternidad con las criaturas, guíe su camino” Como de costumbre, el Papa dirigió un saludo a los jóvenes, los enfermos, los ancianos y los recién casados, instándolos también a ellos a «ponerse en la escuela» de San Francisco, «imitándolo en el amor y la contemplación del Crucificado». Oración por la paz en Ucrania Francisco recordó nuevamente la guerra que «está afligiendo a Europa del Este desde hace meses», exhortando a orar por el don de la paz: “No nos olvidemos de rezar por la atormentada Ucrania, pidiendo siempre al Señor el don de la paz” En su saludo a los peregrinos de lengua polaca, el Pontífice recordó a Santa Faustina Kowalska. «A través de ella – dijo – Dios mostró al mundo que debía buscar la salvación en su misericordia. Recordémoslo especialmente hoy, pensando sobre todo en la guerra de Ucrania. Como dije el domingo pasado en el Ángelus, confiemos en la misericordia de Dios, que puede cambiar los corazones, y en la intercesión maternal de la Reina de la Paz». Prensa CEVNota de Vatican News05 de octubre de 2022