Categoría: Papa Francisco

15
Oct

El Papa Francisco se encuentra con los pobres en Asís el 12 de noviembre

Vaticano. Para Francisco será una visita privada, tendrá momentos de escucha y oración con unas 500 personas de toda Europa para preparar la Jornada Mundial de los Pobres del 14 de noviembre Un abrazo, una oración, un momento de escucha con los pobres. Esto caracterizará la visita del Papa a Asís el 12 de noviembre. Es un momento de preparación para la quinta edición de la Jornada Mundial de los Pobres, instituida por Francisco con el objetivo de sensibilizar sobre la escucha del grito de los pobres y los que sufren y programada para el domingo 14 de noviembre sobre el tema del Evangelio de Marcos: «A los pobres los tendréis siempre con vosotros». No sólo la limosna, sino la justicia En su comunicado de prensa para el evento, el Consejo Pontificio para la Nueva Evangelización explica que el Papa realizará una visita privada a Asís y en la Basílica de Santa María de los Ángeles se reunirá con un grupo de 500 pobres de diferentes partes de Europa y pasará un momento de escucha y oración con ellos. Esta será la quinta visita de Francisco al corazón del cristianismo franciscano tras la primera visita pastoral del 4 de octubre de 2013, y las posteriores del 4 de agosto de 2016 para el octavo centenario del Perdón de Asís, el 20 de septiembre del mismo año para la Jornada Mundial de Oración por la Paz y, finalmente, el 3 de octubre de 2020 para la firma de la encíclica Fratelli tutti. Prensa CEVNota de Vatican news15 de octubre de 2021

14
Oct

Papa Francisco: brindar fuentes de trabajo que permitan a todos construir el futuro

Vaticano.- No se puede vivir de subsidios, porque el gran objetivo es brindar fuentes de trabajo que permitan a todos construir el futuro con el esfuerzo y el ingenio, para que las distintas personas encuentren el contexto más adecuado para desarrollar sus propios dones: lo subraya el Papa Francisco en un videomensaje al 57º Coloquio «Logremos una Argentina sostenible» organizado por el Instituto para el desarrollo empresarial de la Argentina Lo que da dignidad es el trabajo: lo repite el Papa Francisco al saludar el espacio de diálogo organizado por la Fundación Idea y la Unión de trabajadores de la economía popular de la República Argentina, a quienes se dirige en un videomensaje hecho público este jueves 14 de octubre.  Lo que da dignidad es el trabajo El Sumo Pontífice subraya las varias veces en que se ha referido a la noble vocación del empresario que busca “con creatividad” producir riqueza y diversificar la producción, haciendo posible al mismo tiempo – dice el Papa – la generación de puestos de trabajo.  “No me cansaré de referirme a la dignidad del trabajo: Lo que da dignidad es el trabajo. El que no tiene trabajo, siente que le falta algo, le falta esa dignidad que da propiamente el trabajo, que unge de dignidad”.  “No desprecio la cultura del trabajo” Y en primera persona el Santo Padre Francisco pone en claro lo sostenido por alguna persona:  “Algunos me han hecho decir cosas que yo no sostengo: que propongo una vida sin esfuerzo, o que desprecio la cultura del trabajo. Imagínense si se puede decir eso de un descendiente de piamonteses, que no vinieron a nuestro país con ganas de ser mantenidos sino con un enorme deseo de arremangarse para construir un futuro para sus familias. Es curioso, no ponían la plata en el banco los migrantes, sino ladrillos y terreno. La casa, lo primero. Miraban adelante hacia la familia. Inversión de familia”.  El trabajo es el camino de maduración El trabajo, continúa el Papa, “expresa y alimenta la dignidad del ser humano, le permite desarrollar las capacidades que Dios le regaló, le ayuda a tejer relaciones de intercambio y ayuda mutua, le permite sentirse colaborador de Dios para cuidar y desarrollar este mundo, le hace sentirse útil a la sociedad y solidario con sus seres queridos”. Y precisamente “por eso”, el trabajo, “más allá de los cansancios y dificultades, es el camino de maduración, de realización de la persona, que da alas a los mejores sueños”, añade. Los subsidios son sólo una ayuda provisoria “Queda claro”, afirma el Papa, que siendo así, “los subsidios sólo pueden ser una ayuda provisoria”: No se puede vivir de subsidios, porque el gran objetivo es brindar fuentes de trabajo diversificadas que permitan a todos construir el futuro con el esfuerzo y el ingenio. Por ser diversificadas, abren el camino para que las distintas personas encuentren el contexto más adecuado para desarrollar sus propios dones, ya que no todos tienen las mismas capacidades e inclinaciones. Que todos puedan desarrollar los propios dones El desarrollo de los propios dones “porque no todos tienen las mismas capacidades e inclinaciones», es pues, el objetivo indicado por el Sumo Pontífice, que se realiza a través del diálogo “entre empresarios y los trabajadores”. Un diálogo que – tal como subraya el Obispo de Roma– no es sólo indispensable, sino también “fecundo y prometedor”. Francisco concluye el videomensaje dando las gracias por el coloquio planteado “con un propósito tan noble”, con su bendición, y pidiendo que no se olviden de rezar por él.  Prensa CEVNota de prensa de Vatican News14 de octubre de 2021

14
Oct

Papa Francisco: el aborto es un asesinato, la objeción de conciencia denuncia la injusticia

Vaticano.- En un encuentro con miembros de una asociación italiana de farmacéuticos, el Pontífice, frente a quienes quieren eliminar la objeción de conciencia, afirma que no es infidelidad, sino al contrario fidelidad a la propia profesión, «si está válidamente motivada». El Papa Francisco recibió a los participantes en el congreso organizado por la Sociedad Italiana de Farmacia Hospitalaria y de los Servicios Farmacéuticos de las Autoridades Sanitarias. Con la pandemia, les dijo, ha cambiado y cambiará la forma de planificar, organizar y gestionar la salud y la asistencia sanitaria. Al respecto, el Pontífice les indicó tres caminos en los que continuar sus esfuerzos. La rutina diaria y el servicio del farmacéutico Retomando la figura del posadero en la parábola del buen samaritano: cuando se le pide al posadero que acoja al herido y lo cuide hasta que vuelva el samaritano, Francisco ve los dos “aspectos significativos del trabajo del farmacéutico de hospital”: la rutina diaria y el servicio oculto. Aspectos que requieren paciencia, constancia y precisión, añadió, pero tienen poca visibilidad. Por eso, aconsejó: “Si van acompañadas de la oración y el amor, generan la «santidad de la vida cotidiana». Porque sin la oración y el amor -como bien saben- esta rutina se vuelve árida. Pero con amor, hecho con amor y con oración te lleva a la santidad «de al lado»: santos anónimos que están en todas partes porque hacen lo que tienen que hacer bien». La profesionalidad La segunda vía se refiere a la dimensión específica del farmacéutico de hospital, es decir, su profesionalidad, su especialización de postgrado. Junto con el clínico, les recodó Francisco, es el farmacéutico de hospital quien investiga, experimenta, propone nuevas vías; siempre en contacto inmediato con el paciente. Y agregó: “Se trata de la capacidad de comprender la enfermedad y el paciente, de personalizar los medicamentos y las dosis, y de enfrentarse a veces a las situaciones clínicas más complejas. De hecho, el farmacéutico puede tener en cuenta los efectos globales, que son más que la suma de los medicamentos individuales para las diferentes enfermedades. A veces -según la estructura- hay un encuentro con el enfermo, otras veces la farmacia del hospital es uno de los departamentos invisibles que hace que todo funcione, pero la persona siempre es la destinataria de sus cuidados”. La ética La tercera vía que aconseja el Papa es la dimensión ética de la profesión, en dos aspectos: el personal y el social. A nivel individual, el farmacéutico señaló el Pontífice, utiliza sustancias medicinales que pueden convertirse en venenos.  por tanto, les pidió una vigilancia constante, para que el objetivo sea siempre la vida del paciente en su totalidad. Como profesionales de la salud, siempre están al servicio de la vida humana, y ésto les implica, afirmó el Papa:  «En algunos casos la objeción de conciencia, que no es deslealtad, sino por el contrario fidelidad a su profesión, si está válidamente motivada. Hoy está de moda pensar que tal vez sería una buena idea abolir la objeción de conciencia. Pero esta es la intimidad ética de todo profesional de la salud, y esto nunca debe negociarse; es la responsabilidad última de los profesionales de la salud. También significa denunciar las injusticias cometidas contra la vida inocente e indefensa.  Es un tema muy delicado, que requiere tanto una gran competencia como una gran rectitud». Al respecto Francisco se refiere al tema del aborto en particular: es un asesinato y no es lícito hacerse cómplice, les aseveró, y es deber de cada uno estar «cerca de las situaciones, especialmente de las mujeres, para no llegar a pensar en la solución del aborto, porque en realidad no es la solución». A nivel de justicia social: «Las estrategias sanitarias, orientadas a la búsqueda de la justicia y el bien común, deben ser económica y éticamente sostenibles». Al respecto, el Papa les confirmó que el país, en el Servicio Nacional de Salud italiano se concede gran importancia al acceso universal a la asistencia, pero el farmacéutico -incluso en las jerarquías de gestión y administración- no es un mero ejecutor, les señaló y agregó: «Por lo tanto, los criterios de gestión y financieros no son el único elemento a tener en cuenta. La cultura del rechazo no debe afectar a su profesión. Y este es otro ámbito en el que debemos estar siempre atentos. «Dios, nuestro Padre, ha dado la tarea de cuidar la tierra no al dinero, sino a nosotros: a los hombres y a las mujeres. ¡Tenemos esta tarea!» En cambio,  la humanidad es sacrificada a los «ídolos del beneficio y el consumo: es la «cultura del despilfarro», incluso, dijo, en los ancianos: da la mitad de la medicación y acorta la vida… «Es un desperdicio, sí».  Una observación, que el Papa dijo se aplica no sólo sobre el medio ambiente sino sobre todo a la salud humana y enfatizó que: «La gestión de los recursos y el cuidado de no desperdiciar lo que se confía a las manos de cada farmacéutico adquiere una importancia no sólo económica sino también ética. Pensamos en la atención al detalle, la compra y el almacenamiento de los productos, su uso correcto y su destino a los que lo necesitan con urgencia. Pensamos en la relación con los distintos operadores -los celadores, las enfermeras, los médicos y los anestesistas- y con las estructuras implicadas». Prensa CEVNota de prensa de Vatican News14 de octubre de 2021

11
Oct

Papa Francisco a los católicos de Rusia: sigan por el camino de la unidad

Vaticano.- Mensaje de Francisco a las Administraciones Apostólicas para los católicos rusos de rito latino con motivo del 30º aniversario de su creación. El deseo del Papa de luchar por la comunión con todos Toda la comunidad católica de la Federación Rusa se convertirá en «una semilla evangélica que, con alegría y humildad, ofrece una límpida transparencia del Reino de Dios». Esta es la esperanza que Francisco confió a un mensaje con motivo del 30º aniversario de la creación de las Administraciones Apostólicas para los católicos de rito latino en Rusia, en el que deseó a toda la comunidad que esté «en una búsqueda vocacional orientada a la comunión con todos», porque ser testigos «es muy agradable a Dios y contribuye al bien común de toda la sociedad». En particular, el testimonio cristiano destaca por hacerse cargo de los demás, especialmente de los más necesitados y desatendidos». Una oportunidad para crecer según el Evangelio El Papa escribe cómo el 30º aniversario, más que el recuerdo de los «actos jurídicos», debe leerse como un momento para «hacer memoria» del bien recibido del Señor y de tantos hermanos y hermanas que, como verdaderos santos al lado, han sostenido el camino. También debe leerse como una oportunidad para «crecer según el Evangelio, aspirando a ser comunidades cada vez más dóciles a la Palabra de Dios, animadas por la esperanza y sostenidas por la consoladora fortaleza del Espíritu; abiertas, en obediencia al supremo mandamiento del amor, a encontrarse y compartir solidariamente con todos, especialmente con los hermanos y hermanas de la Iglesia Ortodoxa». La importancia de la autoconciencia eclesial El aniversario es, por tanto, un momento fuerte, explica Francisco, que necesita la «autoconciencia eclesial», para poder renovarse y purificarse y también para «eliminar, con la ayuda de Dios, toda tentación de autorreferencia y autocelebración». El camino hacia la unidad Por último, el Papa indicó la importancia, como «bautizados en un solo Espíritu para formar un solo cuerpo: en el ámbito de la tradición cristiana oriental», de seguir «caminando juntos», todos los cristianos, y siempre con la ayuda del Señor, «para profundizar en el conocimiento mutuo y avanzar, paso a paso, en el camino de la unidad», para luego redescubrirnos «hermanos y hermanas en una peregrinación común hacia la meta de la comunión, que Dios nos indica en cada Celebración Eucarística». Prensa CEVNota de prensda de Vatican News11 de octubre de 2021

11
Oct

Papa Francisco: “la fe no es algo mecánico o comercial, es don y gratuita”

Vaticano.- Durante el Angelus, el Papa Francisco pidió reflexionar sobre la propia concepción de la fe: “Si es principalmente un deber o una moneda de cambio, estamos muy mal encaminados, porque la salvación es un don y no un deber, es gratis y no se puede comprar”. El Evangelio de Marcos propone el encuentro entre Jesús y el joven rico y el cual “nos permite hacer un test sobre la fe” ha dicho el Papa asomado desde el balcón del Palacio Apostólico antes de rezar a la Madre del Cielo. La fe no es un “debo-hago-obtengo” El Papa nos ha pedido que nos fijemos en los verbos que usa el joven rico cuando le pregunta a Jesús: “¿Qué he de hacer para tener en herencia vida eterna?”. El joven usa los verbos: “he de hacer – para tener”. “Esta es su religiosidad: un deber, un hacer para tener; hago algo para conseguir lo que necesito. Pero esta es una relación comercial con Dios, un do ut des” asegura el Papa. “La fe, en cambio, no es un rito frío y mecánico, un “debo-hago- obtengo”, sino una cuestión de libertad y amor” ha puntualizado el Pontífice. Por tanto, la primera pregunta del test sobre la fe – dice el Papa – es: “¿qué es la fe para mí?”. “Si es principalmente un deber o una moneda de cambio, estamos muy mal encaminados, porque la salvación es un don y no un deber, es gratis y no se puede comprar” explica el Papa, por tanto, lo primero que hay que hacer es “deshacerse de una fe comercial y mecánica, que insinúa la falsa imagen de un Dios contable y controlador, no un padre”.  Y muchas, muchas veces en la vida – dice – «podemos experimentar esta relación de fe comercial: hago esto porque Dios me da esto». La fe hay que revitalizarla buscando la mirada de Dios El Papa ha insistido en que la fe “no de un deber, no de algo que hay que hacer, sino de una mirada de amor que ha de ser acogida”. De este modo – ha puntualizado – “la vida cristiana resulta hermosa, si no se basa en nuestras capacidades y nuestros proyectos, sino en la mirada de Dios”. Por tanto, la segunda pregunta del test sobre la fe que el Papa nos invita a hacernos es: “¿Está tu fe cansada y quieres revitalizarla?” e inmediatamente el Papa ha respondido: “Busca la mirada de Dios: ponte en adoración, déjate perdonar en la Confesión, párate ante el Crucifijo”. A menudo hacemos lo mínimo indispensable, mientras que Jesús nos invita a hacer lo máximo posible Después de la pregunta y la mirada hay —tercer y último pasaje— una invitación de Jesús, que le dice: «Solo una cosa te falta». ¿Qué le falta a ese hombre rico? “El don, la gratuidad” ha dicho el Papa, y esto – ha señalado – “es lo que quizás también nos falta a nosotros, pues a menudo hacemos lo mínimo indispensable, mientras que Jesús nos invita a hacer lo máximo posible. ¡Cuántas veces nos conformamos con los deberes —los preceptos y alguna oración—, mientras Dios, que nos da la vida, nos pide impulsos de vida!”.   La tercera pregunta del test sobre la fe que propone el Santo Padre es: “¿Cuál es la situación de mi fe? ¿La vivo como algo mecánico, como una relación de deber o de interés con Dios?”. Para el Pontífice, una fe sin don y sin gratuidad “es incompleta”, «es una fe débil y enferma» que “podríamos compararla con un alimento rico y nutritivo que carece de sabor, o con un partido bien jugado, pero sin goles” ha concluido.

10
Oct

Misa de apertura del Sínodo: El Papa aconseja a los obispos «encontrar», «escuchar» y «discernir»

El Papa Francisco preside la Misa de apertura del Sínodo de los Obispos 2021 y se detiene en 3 verbos que considera necesarios para que los Obispos caminen en la misma dirección: Encontrar, escuchar y discernir. Vaticano.- “Una persona, un hombre rico, corrió hacia Jesús mientras Él «iba de camino»”. Con este pasaje del Evangelio según Marcos, 10,17, el Pontífice ha iniciado su homilía esta mañana durante la Misa de apertura del Sínodo de los Obispos 2021 en la Basílica de San Pedro en el Vaticano. Pero, ¿por qué este pasaje? El Papa Francisco ha explicado que muchas veces los Evangelios nos presentan a Jesús “en camino”, acompañando al hombre en su marcha y escuchando las preguntas que pueblan e inquietan su corazón y ha asegurado que “hacer sínodo” significa: “caminar juntos en la misma dirección”. Es por ello que ha invitado a los obispos, las religiosas, los religiosos, las hermanas y hermanos laicos y todos los bautizados a practicar 3 verbos que considera necesarios para que se pueda cumplir ese “caminar juntos” y que son: “Encontrar, escuchar, discernir”, porque – tal y como ha explicado – Jesús “en primer lugar encontró en el camino al hombre rico, después escuchó sus preguntas y finalmente lo ayudó a discernir qué tenía que hacer para heredar la vida eterna”. Encontrar “El Evangelio comienza refiriendo un encuentro: Un hombre se encontró con Jesús y se arrodilló ante Él, haciéndole una pregunta decisiva: «Maestro bueno, ¿qué tengo que hacer para heredar la vida eterna?».” El Papa Francisco ha leído este pasaje del Evangelio para explicar el verbo “encontrar” que ha recomendado practicar a los obispos. Ha dicho que se trata de una pregunta muy importante que exige atención, tiempo, disponibilidad para encontrarse con el otro y dejarse interpelar por su inquietud y que Jesús sabe que un encuentro puede cambiar la vida. Por ello, declara a quienes comienzan este camino sinodal que están llamados a ser expertos en el arte del encuentro: “No en organizar eventos o en hacer una reflexión teórica de los problemas, sino tomarnos tiempo para estar con el Señor y favorecer el encuentro entre nosotros. Un tiempo para dar espacio a la oración, a la adoración, a lo que el Espíritu quiere decir a la Iglesia; para enfocarnos en el rostro y la palabra del otro, encontrarnos cara a cara, dejarnos alcanzar por las preguntas de las hermanas y los hermanos”. Escuchar “Un verdadero encuentro sólo nace de la escucha. Jesús, en efecto, se puso a escuchar la pregunta de aquel hombre y su inquietud religiosa y existencial. No dio una respuesta formal, no ofreció una solución prefabricada, no fingió responder con amabilidad sólo para librarse de él y continuar su camino. Lo escuchó.” El segundo verbo que el Papa a propuesto a los obispos es “escuchar”. “Jesús – dice el Papa – no tiene miedo de escuchar con el corazón y no sólo con los oídos”, de hecho – puntualiza – “cuando escuchamos con el corazón sucede esto: el otro se siente acogido, no juzgado, libre para contar la propia experiencia de vida y el propio camino espiritual”. Por ello, pide hoy a la Iglesia que se pregunte en este itinerario sinodal: ¿cómo estamos con la escucha? ¿Cómo va “el oído” de nuestro corazón? ¿Permitimos a las personas que se expresen, que caminen en la fe aun cuando tengan recorridos de vida difíciles, que contribuyan a la vida de la comunidad sin que se les pongan trabas, sin que sean rechazadas o juzgadas? “Hacer sínodo – subraya el Papa – es ponerse en el mismo camino del Verbo hecho hombre, es seguir sus huellas, escuchando su Palabra junto a las palabras de los demás” y hoy el Espíritu nos pide “que nos pongamos a la escucha de las preguntas, de los afanes, de las esperanzas de cada Iglesia, de cada pueblo y nación. Y también a la escucha del mundo, de los desafíos y los cambios que nos pone delante. No insonoricemos el corazón, no nos blindemos dentro de nuestras certezas. Escuchémonos”. Discernir “Jesús intuye que el hombre que tiene delante es bueno, religioso y practica los mandamientos, pero quiere conducirlo más allá de la simple observancia de los preceptos. En el diálogo, lo ayuda a discernir. Le propone que mire su interior, a la luz del amor con el que Él mismo, mirándolo, lo ama (cf. v. 21), y que con esta luz discierna a qué está apegado verdaderamente su corazón.” Por último, el tercer verbo que propone el Pontífice es “discernir”. Francisco explica que “el encuentro” y “la escucha recíproca” no son algo que acaba en sí mismo, que deja las cosas tal como están, al contrario, “cuando entramos en diálogo, iniciamos el debate y el camino, y al final no somos los mismos de antes, hemos cambiado” ha dicho el Papa. La ultima invitación del Papa a los obispos es que entiendan el sínodo “como un camino de discernimiento espiritual”, que se realiza en la adoración, en la oración, en contacto con la Palabra de Dios; pues es “la Palabra – señala – la que nos abre al discernimiento y lo ilumina, orienta el Sínodo para que no sea una “convención” eclesial, una conferencia de estudios, un congreso político o un parlamento, sino un acontecimiento de gracia, un proceso de sanación guiado por el Espíritu Santo”. El Papa concluye su homilía asegurando que Jesús, como hizo con el hombre rico del Evangelio, “nos llama en estos días a vaciarnos, a liberarnos de lo que es mundano, y también de nuestros modelos pastorales repetitivos; a interrogarnos sobre lo que Dios nos quiere decir en este tiempo y en qué dirección quiere orientarnos”.   Prensa CEVNota de prensa de Vatican News10 de octubre de 2021

08
Oct

9 y 10 de octubre: Papa Francisco apertura de Proceso Sinodal

Vaticano.- El Santo Padre dará inicio oficialmente al Sínodo sobre la Sinodalidad, el domingo 10 de octubre de 2021, con la celebración Eucarística en la Basílica de San Pedro, la misma que será precedida por un “Momento de Reflexión”, que se tendrá en el Aula Nueva del Sínodo, el sábado 9 de octubre. Este 10 de octubre, con la celebración Eucarística en la Basílica de San Pedro, el Papa Francisco dará inicio a un Camino Sinodal de tres años de duración y articulado en tres fases: diocesana, continental y universal, compuesto por consultas y discernimiento, que culminará con la Asamblea de octubre de 2023, en Roma. Este evento será precedido por un Momento de Reflexión que se realizará en el Aula Nueva del Sínodo, este sábado 9 de octubre. Superando cualquier «tentación de uniformidad», pero apuntando a una «unidad en la pluralidad», la apertura del Sínodo tendrá lugar tanto en el Vaticano como en cada una de las diócesis del mundo. 9 de octubre: Momento de Reflexión El Momento de Reflexión del sábado 9 de octubre se desarrollará en dos partes: una sesión plenaria y en grupos lingüísticos. Estarán presentes representantes del Pueblo de Dios, incluidos los delegados de las Reuniones Internacionales de las Conferencias Episcopales y organismos similares, miembros de la Curia Romana, delegados fraternos, delegados de la vida consagrada y de los movimientos laicales eclesiales, el consejo de la juventud, etc. El Papa Francisco participará en la primera parte de los trabajos. Los miembros del Consejo Consultivo Internacional de la Juventud, creado en 2019, también participarán en la apertura del proceso sinodal. El grupo, esta formado por jóvenes menores de 30 años que representan a todos los continentes, desempeña un importante papel consultivo y propositivo, colaborando con el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida. 10 de octubre: Santa Misa de apertura El 10 de octubre, XXVIII Domingo del Tiempo Ordinario, el Santo Padre presidirá la celebración Eucarística en la Basílica de San Pedro, a las 10.00 de la mañana, con la cual dará inicio al Camino Sinodal para la Iglesia universal y para la Diócesis de Roma, con la participación limitada de los fieles. El Pontífice junto con los Cardenales y Obispos entran en procesión a la Basílica acompañados de un grupo de 25 personas que representan a todo el pueblo de Dios y a los diferentes continentes. El grupo está compuesto por una persona con discapacidad visual y su acompañante; dos religiosos, dos jóvenes de la pastoral juvenil, una familia congoleña con sus dos hijos que viven en Roma, un diácono permanente con su mujer y sus dos hijos, un joven de la comunidad rumana de rito latino y un joven de la comunidad india sirio-malabar, un capellán maronita libanés, una pareja de novios y otras dos parejas, un joven sacerdote. Un proceso sinodal integral El itinerario sinodal, que el Papa ha aprobado, se anuncia en un documento de la Secretaría del Sínodo en el que se explican sus modalidades. «Un proceso sinodal pleno se realizará de forma auténtica sólo si se implican a las Iglesias particulares». Además, será importante la participación de los «organismos intermedios de sinodalidad, es decir, los Sínodos de las Iglesias Orientales Católicas, los Concejos y las Asambleas de las Iglesias sui iuris y las Conferencias Episcopales, con sus expresiones nacionales, regionales y continentales». Por primera vez un Sínodo descentralizado Es la primera vez en la historia de esta institución, deseada por Pablo VI en respuesta al deseo de los Padres Conciliares de mantener viva la experiencia colegial del Vaticano II, que un Sínodo comienza descentralizado. En octubre de 2015, el Papa Francisco, conmemorando el 50 aniversario de esta institución, había expresado el deseo de un camino común de «laicos, pastores, Obispo de Roma» a través del «fortalecimiento» de la Asamblea de los Obispos y «una sana descentralización». El deseo ahora se hace realidad Fase diocesana: consulta y participación del Pueblo de Dios Siguiendo el mismo esquema, es decir, con un momento de encuentro/reflexión, oración y celebración Eucarística, las Iglesias particulares iniciarán su camino el domingo 17 de octubre, bajo la presidencia del Obispo diocesano. «El objetivo de esta fase es la consulta al pueblo de Dios para que el proceso sinodal se realice en la escucha de la totalidad de los bautizados», se lee en el documento. Para facilitar la participación de todos, la Secretaría del Sínodo enviará un Documento Preparatorio, acompañado de un Cuestionario y un Vademécum con propuestas para realizar la consulta. El mismo texto se enviará a los Dicasterios de la Curia, a las Uniones de Superiores y Superioras Mayores, a las uniones o federaciones de vida consagrada, a los movimientos internacionales de laicos, a las Universidades o Facultades de Teología. Fase continental: diálogo y discernimiento Comienza así la segunda fase del camino sinodal, la «continental», prevista hasta marzo de 2023. El objetivo es dialogar a nivel continental sobre el texto del Instrumentum laboris y realizar así «un nuevo acto de discernimiento a la luz de las particularidades culturales de cada continente». Cada reunión continental de los Episcopados nombrará a su vez, antes de septiembre de 2022, un responsable que actuará como referente con los propios Episcopados y la Secretaría del Sínodo. En las Asambleas Continentales se elaborará un documento final que se enviará en marzo de 2023 a la Secretaría del Sínodo. Paralelamente a las reuniones continentales, también deberán celebrarse Asambleas Internacionales de especialistas, que podrán enviar sus contribuciones. Por último, se redactará un segundo Instrumentum Laboris, que se publicará en junio de 2023. Fase universal: los Obispos del mundo en Roma Este largo camino, que pretende configurar «un ejercicio de colegialidad dentro del ejercicio de la sinodalidad», culminará en octubre de 2023 con la celebración del Sínodo en Roma, según los procedimientos establecidos en la Constitución promulgada en 2018 por el Papa Francisco Episcopalis Communio. Prensa CEVNota de prensa de Vatican News08 de octubre de 2021

07
Oct

Papa Francisco: preservar la Tierra de las acciones perversas, la vida misma está amenazada

Vaticano.- El Papa Francisco preside el Acto Académico de la Universidad Lateranense Letrán que da inicio al nuevo ciclo de estudios de ecología y medio ambiente. Presentes en el evento, Audrey Azoulay, directora de la UNESCO, y el Patriarca Bartolomé: «Compartimos el deber de proclamar el amor a la creación». La advertencia de cara a la Cop26: «Las expectativas para los objetivos de desarrollo sostenible de 2030 se están alejando». El Papa Francisco denunció «acciones perversas» contra el planeta Tierra, hacia el que se está causando un «mal» que «ya no se limita a los daños al clima, al agua y al suelo, sino que ahora amenaza la vida misma en la Tierra». Palabras fuertes que el Pontífice pronuncia ante profesores y estudiantes de la Pontificia Universidad Lateranense que participan en el Acto Académico «Cuidado de la Casa Común y tutela de la Creación». Palabras con las que Francisco quiere estimular » responsabilidad, concreción y competencia», porque, afirma, ante una crisis ecológica tan compleja, «no basta con repetir afirmaciones de principio, que nos hacen sentirnos tranquilos porque, entre otras muchas cosas, también nos interesamos del medio ambiente», sino que sirven acciones rápidas. “Proteger nuestra casa común, preservarla de acciones perversas, tal vez inspiradas en la política, la economía y la educación vinculadas a resultados inmediatos, en beneficio de unos pocos” El Patriarca Bartolomé, una luz en el compromiso con la creación El Papa habla en el Aula Magna del Ateneo, a donde llegó a las 9 horas, recibido con aplausos y el saludo del Gran Canciller, el cardenal vicario Angelo De Donatis. Junto a él, Audrey Azoulay, directora general de la UNESCO, y el Patriarca Bartolomé de Constantinopla, que se encuentra en Roma desde el pasado lunes para firmar con otros líderes religiosos un llamamiento conjunto destinado a curar una humanidad y una Tierra heridas. Con Bartolomé «compartimos el deber de proclamar el amor a la creación y el compromiso de su cuidado», dice el Papa Francisco. Y revela que, mientras se redactaba la encíclica Laudato si’, «fue fuerte la luz que vino de él y de la Iglesia de Constantinopla», la primera entre las Iglesias cristianas en comprometerse con los temas medioambientales y en establecer, en 1989, una Jornada para el Cuidado de la Creación. «Salvaguardar la creación -dijo el Papa citando al Patriarca- es una forma de amar, de pasar gradualmente de lo que yo quiero a lo que el mundo de Dios necesita. Es la liberación del miedo, la avidez y la dependencia». Un diálogo abierto y estructurado A continuación, el Obispo de Roma elogia el Acto Académico de la Universidad Lateranense dedicado a las cuestiones ecológicas, destinado a «sentar las bases de un diálogo abierto y estructurado, con todos, sobre cómo conocer y escuchar la voz de nuestra casa común». Una voz que ha roto el muro de la indiferencia y ha conseguido penetrar en muchos contextos «aunando intereses a menudo distantes» en organizaciones internacionales y conferencias multilaterales. En este contexto se sitúa el reciente Mensaje que el Papa ha firmado con Bartolomé y el Arzobispo Justin Welby, Primado de la Iglesia Anglicana, de cara a la próxima Cop26 de Glasgow. La universidad como lugar de formación de la conciencia ecológica En este compromiso, el Papa implica también a la Lateranense e idealmente, a todas las universidades, en virtud de su misión original de Universitas, «lugar privilegiado de formación y preparación, donde se encuentran los distintos saberes, donde estudiantes y profesores se reúnen para reflexionar y desarrollar creativamente nuevos caminos para recorrer». De hecho, es por la universidad que pasa «el esfuerzo de formar una conciencia ecológica y desarrollar la investigación para proteger la casa común». La actividad académica está llamada a fomentar la conversión ecológica integral para preservar el esplendor de la naturaleza, ante todo reconstruyendo la necesaria unidad entre las ciencias naturales y sociales con lo que ofrece la reflexión teológica, filosófica y ética, para inspirar la norma jurídica y una visión económica sólida Francisco: elijamos estilos de vida sobrios y respetuosos con la creación El Papa Francisco agradece a la UNESCO su «atención activa» a esta iniciativa que da inicio al nuevo ciclo de estudios de Ecología y Ambiente en el Ateneo Pontificio. Un itinerario que obrará junto al Patriarcado de Constantinopla con «una perspectiva abierta» capaz de «acoger la atención de las Iglesias cristianas, de las diferentes comunidades religiosas, de quienes están en la investigación y de los que se declaran no creyentes». El ciclo de estudios, subraya el Papa, debe por tanto «recoger diferentes experiencias y pensamientos, combinándolos a través del método de la investigación científica». De este modo, la universidad volverá a ser Universitas, «depositaria de un imperativo que no tiene fronteras religiosas, ideológicas o culturales».  «No hay ecología sin una adecuada antropología «, recuerda finalmente el Papa. Y advierte: Se están alejando las expectativas vinculadas a los objetivos de desarrollo sostenible que deben alcanzarse de aquí a 2030, junto a objetivos más específicos vinculados a la protección del aire, del agua, del clima o a la lucha contra la desertificación. Quizás porque sólo hemos vinculado estos objetivos a una relación de causa y efecto, quizás en nombre de la eficiencia Sin una verdadera ecología integral», señala el Pontífice, «tendremos un nuevo desequilibrio, que no sólo no resolverá los problemas, sino que añadirá otros». Incluso entre los creyentes, añade, es necesario «transformar» el mero interés por el medio ambiente en «una misión llevada a cabo por personas formadas, fruto de una experiencia educativa adecuada». Es la «mayor responsabilidad» frente a los que «a causa de la degradación del medio ambiente, son excluidos, abandonados y olvidados». Las Iglesias y toda persona de buena voluntad, concluye Francisco, están por ello llamadas a convertirse en «la voz de los sin voz». Una voz «que se eleva por encima de los intereses partidistas y no se queda en la mera lamentación». Prensa CEVNota de prensa de Vatican News07 de octubre de 2021

07
Oct

Papa Francisco en Encuentro por la Paz: “menos armas y más comida y vacunas”

Vaticano.- En la clausura del encuentro internacional «Pueblos hermanos, Tierra Futura. Religiones y culturas en diálogo», el Papa Francisco invita a comprometerse con la paz: “no es un acuerdo que se negocia ni un valor del que se habla, sino una actitud del corazón que nace de la justicia, crece en la fraternidad y vive la gratuidad”. Su deseo es: «Más vacunas distribuidas de forma justa y menos armas vendidas de forma irreflexiva». En la tarde de este jueves 7 de octubre el Santo Padre ha participado en la ceremonia final del Encuentro de Oración por la Paz organizado por la Comunidad de San Egidio en la plaza junto al Coliseo en Roma y que se titula “Religiones y Culturas en Diálogo: Pueblos hermanos, tierra futura». En estos días, muchos creyentes se han reunido, manifestando cómo la oración es la fuerza humilde que da la paz y quita el odio de los corazones; hoy en cambio, el Papa y los líderes de otras religiones lo dicen teniendo el Coliseo a sus espaldas. “Este anfiteatro, en un pasado lejano, fue lugar de brutales entretenimientos de masas: combates entre hombres o entre hombres y animales. Un espectáculo fratricida, un juego mortal hecho con la vida de muchos. Pero también hoy se asiste a la violencia y a la guerra, al hermano que mata al hermano como si fuera un juego que miramos de lejos, indiferentes y convencidos de que nunca nos tocará” ha dicho el Papa. El dolor de los otros no nos urge “El dolor de los otros no nos urge. Y ni siquiera el dolor de los que han caído, de los migrantes, de los niños atrapados en las guerras, privados de la despreocupación de una infancia de juegos”. El Papa Francisco ha dejado claro que “no podemos permanecer indiferentes ante el dolor de los otros” y por el contrario – asegura – “es necesario empatizar y reconocer la humanidad común a la que pertenecemos, con sus fatigas, sus luchas y sus fragilidades. Pensar: “Todo esto me toca, hubiera podido suceder también aquí, también a mí””. La sociedad globalizada hace del dolor un espectáculo El Pontífice también ha explicado que hoy, en la sociedad globalizada, se hace del dolor un espectáculo, pero no se compadece y por eso “necesitamos construir compasión”: “Sentir con el otro, hacer propios sus sufrimientos, reconocer su rostro. Esta es la verdadera valentía, la valentía de la compasión, que nos lleva a ir más allá de la vida tranquila, más allá del no es asunto mío y del no me pertenece, para no dejar que la vida de los pueblos se reduzca a un juego entre los poderosos”. Es la guerra la que se burla de la vida humana Por otro lado, el Papa ha hablado de la guerra, subrayando que “es la violencia, es el trágico y cada vez más prolífico comercio de las armas, el que se mueve a menudo en las sombras, alimentado de ríos subterráneos de dinero”. Por ello, hoy, en la plaza al lado del Coliseo junto a representantes de otras religiones, el Papa ha reafirmado que “la guerra es un fracaso de la política y de la humanidad, una claudicación vergonzosa, una derrota frente a las fuerzas del mal” y ha recordado que, como representantes de las religiones, están llamados “a no ceder a los halagos del poder mundano, sino a ser voz de quienes no tienen voz, apoyo de los que sufren, abogados de los oprimidos, de las víctimas del odio, que son descartadas por los hombres en la tierra, pero preciosas ante Aquel que habita en los cielos”. “Con palabras claras, exhortamos a deponer las armas, a reducir los gastos militares para proveer a las necesidades humanitarias y a convertir los instrumentos de muerte en instrumentos de vida.” El Papa pide “menos armas” y “más comida y vacunas” Durante su discurso, Francisco ha expresado nuevamente el llamamiento que hizo en Abu Dabi sobre una tarea que ya no puede posponerse y que corresponde a las religiones: la desmilitarización del corazón del hombre. “Es nuestra responsabilidad, queridos hermanos y hermanas creyentes, ayudar a extirpar el odio de los corazones y condenar toda forma de violencia. Con palabras claras, exhortamos a deponer las armas, a reducir los gastos militares para proveer a las necesidades humanitarias y a convertir los instrumentos de muerte en instrumentos de vida”. El llamamiento del Papa en el Encuentro por la Paz es claro y conciso: “Menos armas y más comida, menos hipocresía y más transparencia, más vacunas distribuidas equitativamente y menos fusiles vendidos neciamente”. El Papa vuelve a pedir “compromiso con el medio ambiente” Pero no ha sido el único llamamiento que ha hecho hoy. El Santo Padre ha aprovechado este encuentro para volver a recordar que todos tenemos un compromiso “por el cuidado de la creación y por la casa común que dejaremos a los jóvenes”. De hecho, ha asegurado que las religiones, cultivando una actitud contemplativa y no depredadora, “están llamadas a ponerse a la escucha de los gemidos de la madre tierra, que sufre a causa de la violencia”. “Para que los pueblos sean hermanos, la oración debe subir al cielo incesantemente y una palabra no puede dejar de resonar en la tierra: paz.” La importancia de la oración: seguir el camino que inicio Juan Pablo II Antes de concluir, el Papa ha recordado que fue San Juan Pablo II quien soñó un camino común de los creyentes, que se articulara desde aquel evento hacia el futuro. “Queridos amigos, estamos en este camino, cada uno con su propia identidad religiosa, para cultivar la paz en nombre de Dios, reconociéndonos hermano.  Este es el camino. Si hay personas que quieren dividir y crear enfrentamientos, nosotros creemos en la importancia de caminar juntos por la paz: unos con otros, pero nunca unos contra otros”. Por tanto, para el Papa, la paz “no es principalmente un acuerdo que se negocia o un valor del que se habla, sino una actitud del corazón. Nace de la justicia, crece en la fraternidad,

07
Oct

Papa Francisco: curso de formación superior para seguir anunciando la Buena Noticia

Vaticano.- En una carta dirigida al Cardenal Angelo De Donatis, Gran Canciller de la Pontificia Universidad Lateranense, sobre la institución del Ciclo de Estudios de «Ecología y Ambiente. Cuidado de la casa común y protección de la creación», el Papa Francisco explica las razones por las que la Iglesia católica presta atención al tema de la ecología integral y reconoce el papel que desempeñó en primer lugar el Patriarca Bartolomé. «La Iglesia cumple también su compromiso en el formar el verdadero significado de toda acción dirigida a custodiar, proteger y garantizar la vida sobre y de la tierra»: comienza así la carta del Papa Francisco al Cardenal De Donatis, en el marco del nuevo Curso de Estudios de Ecología en la Universidad Lateranense, instituido oficialmente esta mañana con el Acto Académico, presidido por el Santo Padre, en el que participó además Bartolomé I.  Se trata de un compromiso, subraya el Pontífice, que implica a todos, creyentes y no creyentes, para garantizar un futuro sostenible a los jóvenes, pero también «para proporcionar los instrumentos que permitan salvaguardar los distintos ecosistemas y sus componentes, sabiendo que no nos es dado disponer de ellos sin medida». Lo exige, pues, la grave repercusión que la falta de conciencia ecológica provoca no sólo en el medio ambiente, sino en las relaciones humanas y en la vida social, alimentando esa cultura del descarte que significa ante todo exclusión, pobreza, desigualdad, desplazamiento forzado de poblaciones, insatisfacción de necesidades básicas. El Santo Padre subraya el vínculo entre el cuidado de la creación y el progreso de la ciencia, la relación entre culturas, la construcción de la paz y la cooperación, y todos los principios de la vida social. Y observa que «ante la degradación que amenaza al planeta, expresiones como libertad, justicia, respeto mutuo, solidaridad, equidad, bien común, quedan desprovistas de todo sentido y se utilizan para ‘justificar cualquier acción’» (Fratelli tutti, 14). Atención compartida entre las Iglesias católica y ortodoxa Francisco escribe que la preocupación ecológica de la Iglesia católica está enraizada en su propia doctrina social, en la que tienen cabida principios como «el destino universal de los bienes, el uso racional de los recursos», junto con indicaciones operativas como «la prevención de los daños al medio ambiente, la estabilización del clima, la conservación de la biodiversidad, del agua y de la tierra». Y evidencia: No podemos olvidar que es gracias al Patriarcado Ecuménico de Constantinopla si entre los cristianos ha madurado la preocupación por la cuestión ecológica, por la preservación de los dones de la creación, del patrimonio natural,  incluso con numerosas iniciativas para sensibilizar y exhortar a los creyentes y a otras comunidades religiosas a respetar el medio ambiente. Una reflexión que ante la extinción de las especies, la destrucción de la diversidad biológica, el cambio climático provocado por la destrucción de los bosques, la contaminación del agua, del aire y de la vida, la Iglesia no ha dudado en decir: «estos son pecados» (Bartolomé I, Discurso en el Simposio sobre el Medio Ambiente, Santa Bárbara, Estados Unidos, 8 de noviembre de 1997). La centralidad educativa de las universidades El objetivo común de los cristianos de proteger la creación ha contribuido a profundizar el diálogo entre las Iglesias, observa el Papa,  llevándolo a comprender la centralidad del papel educativo representado por las universidades, «lugar simbólico de ese humanismo integral que necesita renovarse y enriquecerse continuamente a través del entrelazamiento del conocimiento, de las artes y de las ciencias». La carta afirma que corresponde a las universidades proponer «un impulso cultural valiente y coherente y un proyecto científicamente válido» en su oferta educativa para responder a los retos actuales. El Papa continúa diciendo: Por esta razón, he pensado incluir los Estudios de Ecología y  Ambiente en el sistema de estudios eclesiásticos entre «las demás ciencias, en primer lugar de las ciencias humanas, que están más estrechamente relacionadas con las disciplinas teológicas o con la obra de evangelización» (Constitución Apostólica Veritatis gaudium, Art. 85, a) y, en unión con el Venerable Hermano Bartolomé I, establecer en la Universidad del Obispo de Roma un Ciclo de Estudios de Ecología y Ambiente. Cuidado de nuestra Casa Común y protección de la Creación. Un programa de alta formación en el que las sedes de los apóstoles Pedro y Andrés podrán trabajar en sinergia para continuar, también en este ámbito, su misión de anunciar la Buena Nueva a todos los pueblos. Un curso interdisciplinario para una formación integral El texto contiene los detalles del nuevo ciclo de estudios encomendado a la Lateranense, con la colaboración de otros organismos académicos vinculados de diversas maneras a las dos Iglesias, y que se articulará en los campos disciplinarios de la teología, la filosofía, el derecho y todas las ciencias del ámbito económico, social, ecológico y medioambiental. La Universidad otorgará los títulos académicos previstos para los tres ciclos de enseñanza universitaria. El Papa especifica también que la iniciativa está abierta «a otras Iglesias cristianas y comunidades de creyentes que deseen unirse al nuevo camino académico». Además, en el ciclo de estudios «podrá funcionar una Cátedra UNESCO sobre el futuro de la educación para la sostenibilidad» con el fin de promover la educación a la responsabilidad ecológica en todo el mundo. La carta concluye con un deseo que el Papa Francisco dirige a todos los que están y estarán involucrados en la realización de la nueva iniciativa académica:Que el Dios misericordioso derrame su luz sobre nuestros pasos, para que el servicio y la preocupación por el planeta se inspiren siempre en la alegría de sentirnos custodios responsables de la obra de Dios creador. Prensa CEVNota de prensa de Vatican News07 de octubre de 2021