Categoría: Papa Francisco

26
Ene

Papa Francisco: En la oración la voz de Dios nos sostiene en las adversidades

Vaticano.- En la audiencia general de esta mañana el Papa Francisco centró su catequesis en la constancia de San José para escuchar a Dios. Y puso de manifiesto que su rezar, trabajar y amar es lo que también muchos padres pueden hacer hoy para afrontar el dolor por las enfermedades o los problemas de sus hijos En su novena catequesis sobre San José, en el ámbito de la audiencia general de esta mañana, celebrada en el Aula Pablo VI de la Ciudad del Vaticano, el Papa Francisco se refirió a este hombre que «sueña”, un concepto al que se refirió en diversas ocasiones por ser una de sus figuras de gran inspiración. A modo de introducción se leyó un pasaje del Evangelio de San Mateo que refiere que un ángel del Señor se le apareció en sueños a José cuando estaba en Egipto para decirle que tomara al niño y a su madre para irse a la tierra de Israel; porque los que intentaron matar a Jesús habían muerto. Y así fue cómo la Sagrada Familia se retiró a la región de Galilea y se fue a vivir a la ciudad de Nazaret. Dios se revela a través de los sueños A los numerosos fieles y peregrinos, tras darles los buenos días, el Papa les recordó que, en la Biblia, como en las culturas de los pueblos antiguos, “los sueños eran considerados un medio a través del cual Dios se revelaba”. Y explicó que “el sueño simboliza la vida espiritual de cada uno de nosotros, ese espacio interior, que cada uno está llamado a cultivar y custodiar, donde Dios se manifiesta y a menudo nos habla”. “Pero también debemos decir que dentro de cada uno de nosotros no está solo la voz de Dios: hay muchas otras voces. Por ejemplo, las voces de nuestros miedos, de las experiencias pasadas, de las esperanzas; y está también la voz del maligno que quiere engañarnos y confundirnos” Reconocer la voz de Dios en medio de otras voces Por tanto – prosiguió diciendo el Santo Padre – “es importante lograr reconocer la voz de Dios en medio de las otras voces”. A la vez que “José demuestra que sabe cultivar el silencio necesario y, sobre todo, tomar las decisiones justas ante de la Palabra que el Señor le dirige interiormente”. De ahí la invitación del Pontífice: “Nos hará bien hoy retomar los cuatro sueños narrados en el Evangelio y que lo tienen a él como protagonista, para entender cómo situarnos ante la revelación de Dios” Francisco se refirió al primer sueño de José, en el que el ángel lo ayuda a “resolver el drama que lo asalta cuando se entera del embarazo de María”, en el que le dice que no tema en tomar con él a su mujer “porque lo engendrado en ella es del Espíritu Santo”. Y dijo que su respuesta “fue inmediata”: “Muchas veces la vida nos pone delante de situaciones que no comprendemos y parece que no tienen solución”. “Queridos hermanos y hermanas, el Señor nunca permite un problema sin darnos también la ayuda que necesitamos para afrontarlo. No nos arroja allí, solos al horno. No nos arroja entre las bestias. No. Cuando el Señor nos muestra un problema o nos revela un problema, siempre nos da la intuición, la ayuda, su presencia, para salir de él, para resolverlo” Del segundo sueño revelador de José el Obispo de Roma explicó que “llega cuando la vida del niño Jesús está en peligro”. Y recordó que su mensaje está claro, porque Herodes buscaría al niño para matarlo. Por esta razón, sin dudar, José obedece: “En la vida experimentamos peligros que amenazan nuestra existencia o la de los que amamos. En estas situaciones, rezar quiere decir escuchar la voz que puede hacer nacer en nosotros la misma valentía de José, para afrontar las dificultades sin sucumbir” Con la ayuda de Dios obtenemos el criterio de nuestras decisiones Por otra parte, prosiguió explicando el Santo Padre, ya en Egipto, José espera la señal de Dios “para poder volver a casa”, y éste es “el contenido del tercer sueño”, en el que el ángel le revela “que han muerto los que querían matar al niño y le ordena que salga con María y Jesús y regrese a su patria”, aunque miedo de ir allí. “Ahí está la cuarta revelación”, dijo Francisco, razón por la cual “avisado en sueños, se retiró a la región de Galilea, y fue a vivir en una ciudad llamada Nazaret”: “También el miedo forma parte de la vida y también éste necesita de nuestra oración. Dios no nos promete que nunca tendremos miedo, sino que, con su ayuda, este no será el criterio de nuestras decisiones. José siente el miedo, pero Dios lo guía también a través de él. El poder de la oración hace entrar la luz en las situaciones de oscuridad” El Santo Padre dirigió su pensamiento “en este momento en muchas personas que están aplastadas por el peso de la vida y ya no logran ni esperar ni rezar”. De ahí su invocación a San José para que pueda ayudarlas a “abrirse al diálogo con Dios, para reencontrar luz, fuerza y ayuda”. “A mí me causa mucha ternura – me sucedía en Buenos Aires – cuando iba en autobús y pasaba delante de la cárcel: había una fila de personas para entrar a visitar a los presos. Y allí estaban las mamás que me causaban tanta ternura: ante el problema de un hijo que se ha equivocado, que está encarcelado, no lo dejaban solo, ponían la cara y lo acompañaban. Este valor; el valor de papá y de mamá que siempre, siempre acompañan a sus hijos. Pidamos al Señor que dé a todos los papás y a todas las mamás este coraje que dio a José. Y luego rezar para que el Señor nos ayude en estos momentos” Además, el Santo Padre añadió que la oración jamás “es un gesto abstracto o intimista, como quieren hacer estos

25
Ene

Papa Francisco: “La humildad, único camino para llegar a adorar a Dios en la misma casa”

Vaticano.- En la Basílica de San Pablo Extramuros, el Papa Francisco dirigió la oración de las Segundas Vísperas en la clausura de la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos. El Sumo Pontífice celebró este martes las Segundas Vísperas de la Solemnidad de la Conversión de San Pablo, en el cierre de la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos. Invitando a la unidad plena deseada por “Jesús, que quiere que todos seamos uno (cf. Jn 17,21)”. Los momentos de oración, y diversas iniciativas que buscan la unidad de los cristianos tuvo como eje central la cita bíblica: “hemos visto aparecer su estrella en el Oriente y venimos a adorarlo” (Mt 2, 2)   En la ceremonia de este 25 de enero, en la Basílica de San Pablo Extramuros, se hizo el rezo de los Salmos y el Papa reflexionó sobre el itinerario que hicieron los Magos, “que consta de tres etapas: comienza en oriente, pasa por Jerusalén y por último llega a Belén”. En el rezo de las Segundas Vísperas estaban presentes, Su Excelencia Polykarpos Stavropoulos, Metropolita Ortodoxo de Italia en Malta; Su Gracia Ian Ernest, Director del Centro Anglicano en Roma; y el Cardenal Kurt Koch, Presidente del Pontificio Consejo Promoción de la Unidad de los Cristianos. Oriente El Papa recuerda el arriesgado viaje de los Magos para buscar “algo más” y “no conformarse con sus propios conocimientos y tradiciones”. “Queridos hermanos y hermanas, sigamos también nosotros la estrella de Jesús. No nos dejemos deslumbrar por los resplandores del mundo, estrellas esplendentes pero fugaces. No sigamos las modas del momento, meteoros que se apagan; no caigamos en la tentación de brillar con luz propia, o sea de encerrarnos en nuestro grupo y salvaguardarnos a nosotros mismos”, dijo Francisco. El Papa también recordó al pueblo de Oriente “diezmadas por la guerra y la violencia”, pero que con su testimonio “nos dan esperanza, nos recuerdan que la estrella de Cristo sigue brillando en las tinieblas y no se apaga; que el Señor desde lo alto acompaña y alienta nuestros pasos”.   Jerusalén Luego los magos llegan a Jerusalén con el deseo de encontrarse con Dios, pero enfrentan antes la “realidad de la terrenal”, y en ella “experimentan la resistencia de las fuerzas oscuras del mundo” «Cuando el rey Herodes oyó esto —dice el Evangelio—, se alarmó, y con él toda Jerusalén» (v. 3). Advirtió el Francisco que “incluso en nuestro camino hacia la unidad podemos estancarnos por la misma razón que paralizó a aquella gente: la conmoción, el miedo. Es el temor a la novedad, que sacude los hábitos y las seguridades adquiridas; es el miedo a que el otro desestabilice mis tradiciones y mis esquemas consolidados; pero, en el fondo, es el miedo que vive en el corazón del hombre y del que el Señor Resucitado quiere liberarnos”. Ante la adversidad de encontrarse con Dios, recordó el Papa que los magos escucharon las Escrituras. “Tampoco nosotros, los cristianos, podemos llegar al Señor sin su Palabra viva y eficaz (cf. Hb 4,12), que fue dada a todo el Pueblo de Dios para ser recibida, para orar con ella y meditarla juntos”. Belén Y al llegar a Belén los magos adoraron al Niño Dios, “así es como termina su viaje: juntos, en la misma casa, en adoración. De este modo los Magos anticipan a los discípulos de Jesús, que aun diversos, pero unidos, al final del Evangelio se postran delante del Resucitado en el monte de Galilea”, reflexionó el Papa. Señala Francisco es un signo profético para alcanzar la plena unidad, “que anhelamos al Señor, que somos compañeros de viaje por los caminos del mundo y buscadores de los signos de Dios en la historia a través de la Sagrada Escritura”. Para ello invita el Pontífice a fortalecer la comunión desde la oración: “queridos hermanos y hermanas, la etapa decisiva del camino hacia la plena comunión requiere de una oración más intensa y de la adoración de Dios”. “Pidamos a Dios en esta tarde que nos conceda esta valentía, la valentía de la humildad, único camino para llegar a adorar a Dios en la misma casa y en torno al mismo altar”. Finalmente, en su meditación el Papa Francisco, dirigió una plegaria: “Te pedimos Señor que nos concedas el valor de cambiar camino, de convertirnos, de seguir tu voluntad y no nuestras conveniencias; de ir hacia adelante juntos, hacia Ti, que con tu Espíritu quieres que todos seamos uno”. Prensa CEVNota de prensa de Vatican News25 de enero de 2022

24
Ene

Papa Francisco pide una jornada de oración por la paz en Ucrania el 26 de enero

Vaticano.- El domingo 23 de enero, después de haber rezado el Ángelus, el Papa expresó su preocupación ante las crecientes tensiones «que amenazan con asestar un nuevo golpe a la paz en Ucrania» y renovó su llamamiento «para que todas las acciones e iniciativas políticas de este país estén al servicio de la fraternidad humana». Asimismo, como gesto concreto de cercanía espiritual, Francisco propuso realizar una jornada de oración para invocar la paz en este país, el próximo 26 de enero. Tras haber rezado la oración mariana del Ángelus, en el Domingo de la Palabra de Dios, 23 de enero, el Papa Francisco expresó nuevamente su preocupación ante la tensa situación que vive Ucrania y lanzó un llamamiento de paz: 26 de enero: oración por la paz en Ucrania «Sigo con preocupación las crecientes tensiones que amenazan con asestar un nuevo golpe a la paz en Ucrania y ponen en entredicho la seguridad del continente europeo, con repercusiones aún más vastas. Hago un llamamiento sincero a todas las personas de buena voluntad para que recen a Dios Todopoderoso para que todas las acciones e iniciativas políticas estén al servicio de la fraternidad humana y no de los intereses partidistas», dijo Francisco. En este sentido, el Obispo de Roma subrayó que los que persiguen sus propios objetivos en detrimento de los demás, «desprecian su propia vocación de seres humanos, porque todos hemos sido creados hermanos». Por ello y con preocupación -añadió Francisco- dadas las tensiones actuales, propongo que el próximo miércoles 26 de enero sea un día de oración por la paz. Asimismo, en el marco de la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos, el Santo Padre afirmó que ha aceptado la propuesta (llegada desde muchas partes) y ha proclamado a San Ireneo de Lyon Doctor de la Iglesia Universal: «La enseñanza de este santo pastor y maestro es como un puente entre Oriente y Occidente: por eso lo llamamos Doctor de la Unidad, Doctor Unitatis. Que el Señor nos conceda, por su intercesión, trabajar juntos por la plena unidad de los cristianos», aseveró. Saludos a los fieles y peregrinos Finalmente, el Papa dirigió su saludo a todos los fieles y peregrinos de Roma, de Italia y de tantos otros países: «Saludo en particular a la familia espiritual de los Siervos del Sufrimiento y a los Agesci Scouts de la región italiana Lacio. Y también veo que hay un grupo de compatriotas: saludo a los argentinos aquí presentes. Y a los chicos de la Inmaculada Concepción. Deseo a todos un buen domingo. Y, por favor, no se olviden de rezar por mí». «Buen almuerzo y hasta pronto», concluyó. Prensa CEVNota de prensa de Vatican News24 de enero de 2022

24
Ene

Ángelus del Papa: «La Palabra es el faro que guía el camino sinodal iniciado en la Iglesia»

Vaticano.- A la hora del rezo del Ángelus y con motivo de la celebración del Domingo de la Palabra de Dios, el Santo Padre alentó a los sacerdotes y a los fieles, a predicar el Evangelio tocando el alma y la vida de la gente evitando el riesgo de que nuestras enseñanzas «permanezcan genéricas y abstractas». El Pontífice también exhortó a todos a leer cada día un pasaje de la Palabra, que es «el faro que guía el camino sinodal iniciado en la Iglesia». El 23 de enero, y tras haber presidido la Misa con ocasión de la celebración del Domingo de la Palabra de Dios; el Papa Francisco rezó la oración mariana del Ángelus a la hora del mediodía romano, asomado desde la ventana del Palacio Apostólico del Vaticano. Ante la presencia de los fieles y peregrinos reunidos en la Plaza de San Pedro, el Pontífice reflexionó sobre la Liturgia del día que nos presenta el momento en el que Jesús inaugura su predicación captando la atención popular (cfr Lc 4,14-21). «Se dirige a Nazaret, donde creció, y participa en la oración en la sinagoga. Se levanta a leer y, en el volumen del profeta Isaías, encuentra el pasaje sobre el Mesías, que proclama un mensaje de consolación y liberación para los pobres y los oprimidos (cfr Is 61,1-2)», explicó Francisco, subrayando que, tal como dice el Evangelio de Lucas, terminada la lectura, «todos los ojos estaban fijos en él». Jesús predica ungido por el Espíritu En su alocución, el Santo Padre destacó e que la primera palabra de la predicación de Jesús contada en el Evangelio de Lucas es “hoy”, un término «que atraviesa toda época y permanece siempre válido»: «La profecía de Isaías se remontaba a siglos antes, pero Jesús, por la fuerza del Espíritu (v. 14), la hace actual y, sobre todo, la lleva a cumplimiento», puntualizó. El segundo punto subrayado por el Obispo de Roma es la admiración con la que los paisanos de Jesús reciben sus palabras: «Incluso si, nublados por los prejuicios, no le creen -continuó Francisco- se dan cuenta de que su enseñanza es diferente de la de otros maestros: intuyen que en Jesús hay más: la unción del Espíritu Santo. Homilías que no «duerman el alma» En este sentido, el Pontífice puso en guardia sobre el riesgo de hacer que nuestras predicaciones y nuestras enseñanzas «permanezcan genéricas y abstractas», sin tocar el alma y la vida de la gente: “También muchas homilías – lo digo con respeto pero con dolor – son abstractas, y en vez de despertar el alma la duermen. Cuando los fieles empiezan a mirar el reloj – “¿cuándo terminará esto?” – duermen el alma. La predicación corre este riesgo: sin la unción del Espíritu empobrece la Palabra de Dios, cae en el moralismo o en conceptos abstractos; presenta el Evangelio con desapego, como si estuviera fuera del tiempo, lejos de la realidad. Y este no es el camino.” Pero… ¿Por qué ocurre esto? Para el Papa la respuesta es sencilla: «Porque les falta la fuerza de este hoy, ese que Jesús “llena de sentido” con el poder del Espíritu. Se escuchan conferencias impecables, discursos bien construidos, pero que no mueven el corazón, y así todo queda como antes. La predicación corre este riesgo: sin la unción del Espíritu empobrece la Palabra de Dios, cae en el moralismo y en conceptos abstractos; presenta el Evangelio con desapego, como si estuviera fuera del tiempo, lejos de la realidad». Por esto -añade Francisco-quien predica es el primero que debe experimentar el «hoy de Jesús», para así poderlo comunicar en el hoy de los otros. Papa: «Gracias a todos los predicadores del Evangelio» Asimismo, en el marco del Domingo de la Palabra de Dios, el Santo Padre agradeció a todos los predicadores y los anunciadores del Evangelio: “Recemos por ellos, para que vivan el hoy de Jesús, la dulce fuerza de su Espíritu que vuelve viva la Escritura. La Palabra de Dios, de hecho, es viva y eficaz (cfr Hb 4,12), nos cambia, entra en nuestros asuntos, ilumina nuestra vida cotidiana, consuela y pone orden. Recordemos: la Palabra transforma una jornada cualquiera en el hoy en el que Dios nos habla” En este contexto, Francisco invitó a los fieles a tomar el Evangelio en la mano y leer o releer con calma, cada día un pequeño pasaje: “Con el tiempo descubriremos que esas palabras están hechas a propósito para nosotros, para nuestra vida. Nos ayudarán a acoger cada día con una mirada mejor, más serena, porque, cuando el Evangelio entra en el hoy, lo llena de Dios” Finalmente, el Papa propuso leer cada día el Evangelio de Lucas, el «Evangelio de la misericordia», que en este año litúrgico es proclamado durante los domingos: «Familiaricémonos con el Evangelio, ¡nos traerá la novedad y la alegría de Dios!», añadió. El faro que guía el recorrido sinodal El Sucesor de Pedro, concluyó haciendo hincapié en que la Palabra de Dios es también «el faro que guía el recorrido sinodal» iniciado en toda la Iglesia. «Mientras nos comprometemos a escucharnos unos a otros, con atención y discernimiento, escuchemos juntos la Palabra de Dios y el Espíritu Santo. La Virgen nos conceda la constancia para nutrirnos cada día con el Evangelio», aseveró. El Papa recuerda a los nuevos mártires en El Salvador: “al lado de los pobres” Luego de rezar el Ángelus el Santo Padre exaltó la entrega de los nuevos mártires salvadoreños Rutilio Grande, Cosme Spessotto, Manuel Solórzano y Nelson Lemus. Vatican News El Papa Francisco luego de rezar el Ángelus de este domingo, recordó con gran afecto a los fieles de la Iglesia en El Salvador que celebraron el 22 de enero la beatificación de cuatro mártires de la fe. “Ayer en San Salvador fueron beatificados el sacerdote jesuita Rutilio Grande García y dos compañeros laicos, y el sacerdote franciscano Cosme Spessotto, mártires de la fe”, dijo el Santo padre pidiendo un aplauso a los fieles presente en la plaza San Pedro en el Vaticano. Sobre los nuevos Beatos de la Iglesia Católica, el sacerdote jesuita

24
Ene

Escucha del otro confiada y honesta para una comunicación buena: Mensaje del Papa Francisco para la 56° Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales

Vaticano.- “Escuchar con los oídos del corazón”. Se hizo público el mensaje del Papa para la 56ª Jornada mundial de las Comunicaciones Sociales que se celebrará el próximo 29 de mayo. Escuchar más voces, escribe Francisco, escucharse mutuamente también en la Iglesia, “nos permite ejercitar el arte del discernimiento”, y “orientarse en medio de una sinfonía de voces”. Y afirma que mucha “desconfianza” acumulada hacia la “información oficial” ha causado una “infodemia”. “Escuchar con los oídos del corazón”. Así se titula el mensaje que el Santo Padre firmó este 24 de enero – memoria de San Francisco de Sales, Doctor de la Iglesia, fundador de la Orden de la Visitación y patrono de la prensa católica – con motivo de la 56ª Jornada mundial de las Comunicaciones Sociales que se celebrará el próximo 29 de mayo. En este mensaje – rubricado en San Juan de Letrán, catedral de Roma – el Papa comienza recordando que el año pasado “reflexionamos sobre la necesidad de ir y ver para descubrir la realidad y poder contarla a partir de la experiencia de los acontecimientos y del encuentro con las personas”. “Siguiendo en esta línea, deseo ahora centrar la atención sobre otro verbo, ‘escuchar’, decisivo en la gramática de la comunicación y condición para un diálogo auténtico” Escuchar sigue siendo esencial para la comunicación El Pontífice explica que “estamos perdiendo la capacidad de escuchar a quien tenemos delante”, y que “la escucha está experimentando un nuevo e importante desarrollo en el campo comunicativo e informativo, a través de las diversas ofertas de podcast y chat audio, lo que confirma que escuchar sigue siendo esencial para la comunicación humana”. Francisco alude a un ilustre médico acostumbrado a curar las heridas del alma, quien ante la pregunta de “cuál era la mayor necesidad de los seres humanos”, respondió: “El deseo ilimitado de ser escuchados”. De manera que se trata de “un deseo que a menudo permanece escondido, pero que interpela a todos los que están llamados a ser educadores o formadores, o que desempeñen un papel de comunicador”, o sea “los padres y los profesores, los pastores y los agentes de pastoral, los trabajadores de la información y cuantos prestan un servicio social o político”. Escuchar con los oídos del corazón Tras destacar que de “las páginas bíblicas aprendemos que la escucha no sólo posee el significado de una percepción acústica, sino que está esencialmente ligada a la relación dialógica entre Dios y la humanidad”, hasta el punto que “San Pablo afirma que la fe proviene de la escucha”, el Santo Padre escribe: “La iniciativa es de Dios que nos habla, y nosotros respondemos escuchándolo; pero también esta escucha, en el fondo, proviene de su gracia, como sucede al recién nacido que responde a la mirada y a la voz de la mamá y del papá. De los cinco sentidos, parece que el privilegiado por Dios es precisamente el oído, quizá porque es menos invasivo, más discreto que la vista, y por tanto deja al ser humano más libre” Además, el Pontífice afirma que “la escucha corresponde al estilo humilde de Dios”, que “Dios ama al hombre” y que por esta razón “le dirige la Palabra” e “inclina el oído para escucharlo”. Mientras “el hombre, por el contrario, tiende a huir de la relación, a volver la espalda y cerrar los oídos para no tener que escuchar”. “El negarse a escuchar termina a menudo por convertirse en agresividad hacia el otro, como les sucedió a los oyentes del diácono Esteban, quienes, tapándose los oídos, se lanzaron todos juntos contra él” Dios siempre se revela comunicándose gratuitamente Francisco recuerda que “Jesús pide a sus discípulos que verifiquen la calidad de su escucha”, que los exhortan a ello “después de haberles contado la parábola del sembrador, dejando entender que no basta escuchar, sino que hay que hacerlo bien” y glosando un parágrafo de su exhortación apostólica Evangelii gaudium – del 2013 sobre el anuncio del Evangelio en el mundo actual – añade que “sólo prestando atención a quién escuchamos, qué escuchamos y cómo escuchamos podemos crecer en el arte de comunicar, cuyo centro no es una teoría o una técnica, sino la ‘capacidad del corazón que hace posible la proximidad’”. Ejemplos del rey Salomón y los santos Agustín y Francisco de Asís Además, el Santo Padre pone de manifiesto que “todos tenemos oídos, pero muchas veces incluso quien tiene un oído perfecto no consigue escuchar a los demás”. De ahí su afirmación: “Existe realmente una sordera interior peor que la sordera física. La escucha, en efecto, no tiene que ver solamente con el sentido del oído, sino con toda la persona” Recuerda asimismo que el rey Salomón “demostró sabiduría porque pidió al Señor que le concediera un corazón capaz de escuchar” y que “san Agustín invitaba a escuchar con el corazón (corde audire), a acoger las palabras no exteriormente en los oídos, sino espiritualmente en el corazón”. Mientras San Francisco de Asís exhortaba a sus hermanos a “inclinar el oído del corazón”. “No podemos sino escuchar lo que nos hace únicos en la creación: el deseo de estar en relación con los otros y con el otro. No estamos hechos para vivir como átomos, sino juntos” La escucha como condición de la buena comunicación Por otra parte, al considerar que existe “un uso del oído que no es verdadera escucha, sino lo contrario: el escuchar a escondidas”, “una tentación siempre presente y que hoy, en el tiempo de las redes sociales, parece haberse agudizado”, como es el hecho de “escuchar a escondidas y espiar, instrumentalizando a los demás para nuestro interés”, el Papa escribe: “Lo que hace la comunicación buena y plenamente humana es precisamente la escucha de quien tenemos delante, cara a cara, la escucha del otro a quien nos acercamos con apertura leal, confiada y honesta” Por esta razón lamenta que “la falta de escucha”, que experimentamos “en la vida cotidiana”, es evidente también “en la vida pública, en la que, a menudo, en lugar de oír al otro, lo que nos gusta

21
Ene

Papa Francisco: fuerte compromiso de la Iglesia para dar justicia a las víctimas de abusos

Vaticano.- Francisco recibió en audiencia a los participantes en la sesión plenaria de la Congregación para la Doctrina de la Fe y les instó a tener «discernimiento» en la lucha contra los abusos y también en los casos de disolución del vínculo matrimonial «in favorem fidei». Una invitación también a defender la dignidad humana «desde la concepción hasta la muerte natural» y a utilizar el discernimiento en el tratamiento de los fenómenos sobrenaturales y el camino sinodal. La lucha «contra los abusos de todo tipo», con «discernimiento», con una acción judicial «más incisiva» y con una fuerte voluntad de «hacer justicia» a las víctimas. El Papa Francisco ofreció indicaciones muy precisas a los miembros de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el dicasterio encargado de tratar los «delicta graviora», entre ellos el dramático fenómeno de los abusos. Al recibir a los participantes en la sesión plenaria en el Palacio Apostólico, el Pontífice señaló tres palabras, «dignidad», «fe» y «discernimiento», para llevar a cabo plenamente la labor de promover y proteger la integridad de la doctrina católica sobre la fe y la moral. El ejercicio del discernimiento, dice el Papa en su discurso, encuentra «un campo de aplicación necesario en la lucha contra los abusos de todo tipo». La Iglesia, con la ayuda de Dios, persigue con firmeza el compromiso de hacer justicia a las víctimas de abusos perpetrados por sus miembros, aplicando con especial cuidado y rigor la legislación canónica prevista. Francisco recuerda la reciente actualización de las Normas sobre los delitos reservados a la Congregación para la Doctrina de la Fe, fruto del «deseo de hacer más incisiva la acción judicial». Sin embargo, esto solo «no puede bastar para frenar el fenómeno», admite el Papa, «pero constituye un paso necesario para restablecer la justicia, reparar el escándalo, enmendar al reo». El Pontífice invoca el mismo discernimiento para «presuntos fenómenos sobrenaturales, para los que el pueblo de Dios debe recibir indicaciones seguras y sólidas». Pero sobre todo es necesario el discernimiento, subraya Francisco, para otra tarea de la Doctrina de la Fe, como es la disolución del vínculo matrimonial in favorem fidei. «Cuando, en virtud de la potestad petrina, la Iglesia concede la disolución de un vínculo matrimonial no sacramental, no se trata sólo de poner fin canónicamente a un matrimonio, en todo caso ya fracasado de hecho, sino que, en realidad, con este acto eminentemente pastoral pretendo siempre fomentar la fe católica -¡in favorem fidei! – en la nueva unión y en la familia, de la que este nuevo matrimonio será el núcleo». A continuación, el Papa se detiene en la «necesidad de discernimiento en el camino sinodal». Algunos -dijo – pueden pensar que el camino sinodal es escuchar a todos, hacer una investigación y dar resultados. … No. Un camino sinodal sin discernimiento no es un camino sinodal». Es necesario -en el camino sinodal- discernir continuamente opiniones, puntos de vista, reflexiones. Pero no se puede ir por el camino sinodal sin discernimiento. Este discernimiento es lo que hará del sínodo un verdadero sínodo en el que el personaje -digamos- más importante es el Espíritu Santo, y no un parlamento o un sondeo de opiniones que puedan realizar los medios de comunicación. Por eso insisto: el discernimiento es importante en el proceso sinodal. «Dignidad» es la otra palabra en la que el Papa basa su reflexión: Sin embargo, en nuestra época, marcada por tantas tensiones sociales, políticas e incluso sanitarias, crece la tentación de considerar al otro como un extraño o un enemigo, negándole una real dignidad. Por ello, especialmente en este momento, es necesario recordar, «siguiendo fielmente una enseñanza eclesial bimilenaria», que «la dignidad de todo ser humano tiene un carácter intrínseco y es válida desde el momento de su concepción hasta su muerte natural», subraya el Papa Francisco. Precisamente la afirmación de dicha dignidad «es el presupuesto inalienable para la protección de una existencia personal y social», así como «la condición necesaria para que la fraternidad y la amistad social se realicen entre todos los pueblos de la tierra». El objetivo es «reavivar entre todos una aspiración mundial a la fraternidad»: «Si la fraternidad es la meta que el Creador ha diseñado para el camino de la humanidad, el camino principal sigue siendo el del reconocimiento de la dignidad de toda persona humana», subrayó el Obispo de Roma. «El hombre es, en efecto, la obra maestra de la creación: es querido y amado por Dios como socio de sus designios eternos, y por su salvación Jesús dio su vida hasta morir en la cruz». En la misma línea, el Papa aborda el tema de la «fe», sin la cual -dice- «la presencia de los creyentes en el mundo se reduciría a la de una agencia humanitaria». «La fe debe ser el corazón de la vida y la acción de todo bautizado», subraya Francisco. «Y no una fe genérica o vaga, como el vino aguado que pierde su valor»: «No nos conformemos con una fe tibia y habitual», exhorta el Papa. Necesitamos una fe «auténtica y directa», una fe que «inflame» los corazones de la gente de hoy. Una fe que «nos pone en crisis»: No debemos olvidar nunca que una fe que no nos pone en crisis es una fe en crisis; una fe que no nos hace crecer es una fe que debe crecer; una fe que no nos cuestiona es una fe sobre la que debemos cuestionarnos; una fe que no nos anima es una fe que debe ser animada; una fe que no nos sacude es una fe que debe ser sacudida. Prensa CEVNota de prensa de Vatican News21 de enero de 2022

20
Ene

Papa Francisco: Más responsabilidad para la seguridad del ambiente y de los trabajadores

Vaticano.- Al recibir en audiencia a una delegación de Ance, la Asociación Nacional de Constructores, el Papa Francisco recordó los valores de sostenibilidad, ética y seguridad en las obras. Denunció el exceso de víctimas en el trabajo e invitó a los empresarios a utilizar la competencia como un incentivo para hacerlo mejor, no como un deseo de dominio y exclusión La propuesta de una lectura cristiana de los valores de competencia y transparencia, responsabilidad y sostenibilidad, ética, legalidad y seguridad. Este es el corazón del discurso que el Papa Francisco dirigió esta mañana a un grupo, de unas cincuenta personas, de la Ance, la Asociación Nacional de Constructores, a quienes recibió en audiencia en la Sala Clementina del Palacio Apostólico. Este encuentro también representó una oportunidad para recordar el 75º aniversario, celebrado en los últimos meses, de una realidad empresarial que representa a empresas italianas de todos los tamaños que operan en el ámbito de la construcción, un sector que se ha visto afectado por el difícil periodo agravado por la pandemia. La metáfora bíblica de la construcción “Creo – dijo Francisco – que también es un momento difícil para su sector. Y en estos tiempos es importante recurrir a las motivaciones, a las opciones fundamentales. Por mi parte, me gustaría compartir con ustedes algunas enseñanzas del Evangelio que pueden ayudarlos en su trabajo. Es una lectura cristiana de los valores en los que se inspiran: competencia y transparencia; responsabilidad y sostenibilidad; ética, legalidad y seguridad”. Recordó que el Evangelio “atestigua que Jesús, en su predicación, también utilizó la metáfora de la construcción para transmitir sus mensajes. Es el caso, por ejemplo, del capítulo 6 del Evangelio de Lucas (vv. 46-49), donde, entre otras cosas, Jesús desenmascara el comportamiento hipócrita y perezoso de los que sólo hablan sin hacer”. Y destacó que Jesús no estaba pensando en grandes edificios, pero señaló que estas construcciones se erigen junto al río, mientras que “el buen constructor sabe que en la primera inundación tal casa está destinada a ser arrastrada”. Su parábola, prosiguió diciendo el Papa, continúa con la otra cara de la moneda: «Quien viene a mí y escucha mis palabras y las pone en práctica […] es como un hombre que, construyendo una casa, ha cavado muy hondo y ha puesto los cimientos sobre la roca» (vv. 47-48). La imagen es aún más interesante si pensamos que ese constructor no sólo hizo lo correcto en el momento presente, sino que también defendió la casa de posibles inundaciones futuras. Uno podría decir – explicó  – ¡pero eso nunca ocurrió! Sí, pero podría ocurrir. Eso es lo que estamos viendo con el cambio climático. La fe no protege de la intemperie, sino que fortalece En la predicación de Jesús, el Papa recordó que el creyente es aquel que no sólo aparenta ser cristiano exteriormente, sino que realmente actúa como tal. Y es precisamente esta «consistencia operativa», les dijo, la que le permite construirse a sí mismo no sólo en los momentos normales de la vida, sino mantenerse incluso en los momentos difíciles. “Esto significa también que la fe no nos protege del mal tiempo, sino que, acompañada de buenas obras, nos fortalece y nos hace capaces de resistirlo. Y es precisamente en este sentido que hay que custodiar y encarnar cotidianamente los valores que inspiran su pertenencia a la Asociación” Que la competencia no sea voluntad de dominio, sino un incentivo para hacerlo mejor Competencia y transparencia. La competencia por sí sola no es suficiente, les dijo el Papa.  Porque:   En la lógica utilitaria del mercado, puede llevar a la oposición hasta el punto de eliminar al otro. Ilusiona pensar que se pueda ganar sobre el otro o que la derrota del otro deba tenerse en cuenta en la tendencia económica. Cuando esto ocurre, se socava el tejido social de confianza que permite que el propio mercado funcione correctamente. La competencia debe ser un incentivo para hacerlo mejor y bien, no un deseo de dominación y exclusión. Por eso es fundamental la transparencia en los procesos de toma de decisiones y en las opciones económicas. Permite evitar la competencia desleal, que en el ámbito económico y laboral se traduce a menudo en la pérdida de puestos de trabajo, el apoyo al trabajo no declarado o el trabajo mal pagado. Acaba favoreciendo formas de corrupción que se alimentan de la oscuridad de la ilegalidad y la injusticia. Por un trabajo sostenible Responsabilidad y sostenibilidad. Nunca antes habíamos oído hablar tanto de la sostenibilidad, añadió Francisco: “Se trata de la capacidad regenerativa de cada ecosistema”. En el sector de la construcción, es fundamental utilizar materiales que ofrezcan seguridad a las personas. Al mismo tiempo, hay que evitar la explotación del medio ambiente cooperando en la inviabilidad de ciertos territorios especialmente explotados. Todas las empresas pueden contribuir de forma responsable a la sostenibilidad del trabajo. El proyecto de la belleza para valorar las relaciones humanas “Además, la sostenibilidad tiene que ver con la belleza de los lugares y la calidad de las relaciones. Aquí me gustaría retomar una reflexión de la encíclica Laudato si’ sobre la relación entre los espacios urbanos y el comportamiento humano” dijo el Papa: “Quienes proyectan edificios, barrios, espacios públicos y ciudades necesitan la contribución de diferentes disciplinas para comprender los procesos, el simbolismo y el comportamiento de las personas”. “No basta con buscar la belleza en el diseño, porque es aún más valioso servir a otro tipo de belleza: la calidad de vida de las personas, su armonía con el entorno, el encuentro y la ayuda mutua. Por eso también es tan importante que las opiniones de la población local contribuyan siempre al análisis de la planificación urbana» (nº 150). Que su trabajo ayude a las comunidades a fortalecer los lazos de solidaridad, cooperación y ayuda recíproca” Demasiadas muertes en el trabajo, la seguridad no es un coste Ética, legalidad y seguridad. El año pasado murieron demasiadas personas en el trabajo. No son números, son personas. Incluso las obras de construcción han sufrido

19
Ene

Papa Francisco: Hay una gran ternura en la experiencia del amor de Dios

Vaticano.- “San José como padre en la ternura” fue el tema de catequesis del Papa de esta mañana. Tras sugerir que permitamos al Señor que nos ame con su ternura”, Francisco recordó a las personas que están en la cárcel. “Es justo que quien se ha equivocado pague por su error” – dijo – pero también que “quien se ha equivocado pueda redimirse”. Y concluyó con su oración por las poblaciones de Tonga, afectadas por la erupción de un volcán submarino En su catequesis sobre “San José como padre en la ternura”, el Papa Francisco – en el ámbito de su audiencia general del tercer miércoles de enero – recordó que los evangelios no dan detalles del modo en que ejerció su paternidad. Sin embargo, podemos “intuir – dijo – que el hecho de haber sido un hombre justo influyó en la educación que le dio a Jesús, al que vio crecer en sabiduría, en estatura y en gracia”. También destacó que el Señor usaba con frecuencia la palabra “padre” para hablar de Dios y de la ternura con que nos ama. De ahí que haya manifestado: “Es hermoso pensar que el primero en transmitir a Jesús esta realidad haya sido José, que lo amó con corazón de padre” Amor y perdón que supera toda lógica humana Además, Francisco recordó que, en la parábola del Padre misericordioso, Jesús hace referencia a la paternidad de Dios que, “sin detenerse en los errores de su hijo, lo acoge con ternura y alegría, con una actitud desbordante y gratuita de amor y de perdón que supera toda lógica humana”. Podemos preguntarnos si dejamos a Dios que nos ame con esa misma ternura para que, llenos de su amor, seamos capaces de amar así a los demás. Por otra parte, el Santo Padre aludió a su Carta Apostólica Patris corde en la que reflexiona, precisamente, sobre este aspecto de la personalidad de San José: “Como hizo el Señor con Israel, así él le enseñó a caminar, y lo tomaba en sus brazos: era para él como el padre que alza a un niño hasta sus mejillas, y se inclina hacia él para darle de comer” Mientras al afirmar que muchas parábolas tienen como protagonista la figura de un padre, el Pontífice dijo que de entre las más famosas está la del “Padre misericordioso”, que relata el evangelista Lucas. Parábola en la que se subraya, además de la experiencia del pecado y del perdón, la forma en la que el perdón alcanza a la persona que se ha equivocado. “La ternura es algo más grande que la lógica del mundo. Es una forma inesperada de hacer justicia. Por eso no debemos olvidar nunca que Dios no se ha asustado de nuestros pecados, de nuestros errores, de nuestras caídas, sino que se asusta por el cierre de nuestro corazón, de nuestra falta de fe en su amor” Por esta razón el Obispo de Roma dijo a los fieles y peregrinos que se dieron cita en el Aula Pablo VI de la Ciudad del Vaticano, que “hay una gran ternura en la experiencia del amor de Dios”. Y añadió lo bonito que es “pensar que el primero que transmite a Jesús esta realidad haya sido precisamente José”: “De hecho, las cosas de Dios nos alcanzan siempre a través de la mediación de experiencias humanas” Transformados por el amor de Dios Entonces – prosiguió el Papa – podemos preguntarnos si nosotros mismos hemos experimentado esta ternura, y si a su vez nos hemos convertido en testigos de ella. Y tras afirmar que “la ternura no es en primer lugar una cuestión emotiva o sentimental”, sino “la experiencia de sentirse amados y acogidos” en nuestra “pobreza” y “miseria” y, por lo tanto, “transformados por el amor de Dios”. “Dios no confía sólo en nuestros talentos, sino también en nuestra debilidad redimida” Por último, el Santo Padre afirmó que hace bien “mirarnos en la paternidad de José y preguntarnos si permitimos al Señor que nos ame con su ternura, transformando a cada uno de nosotros en hombres y mujeres capaces de amar así”; puesto que, “sin esta revolución de la ternura, corremos el riesgo de permanecer presos en una justicia que no permite levantarnos fácilmente y que confunde la redención con el castigo”. “Por esto, hoy quiero recordar de forma particular a nuestros hermanos y a nuestras hermanas que están en la cárcel. Es justo que quien se ha equivocado pague por su error, pero es igualmente justo que quien se ha equivocado pueda redimirse del propio error” Y concluyó con una sentida oración al custodio del Redentor: Oración a San José San José, padre en la ternura, enséñanos a aceptar ser amados precisamente en lo que en nosotros es más débil. Haz que no pongamos ningún impedimento entre nuestra pobreza y la grandeza del amor de Dios. Suscita en nosotros el deseo de acercarnos al Sacramento de la Reconciliación, para ser perdonados y también capaces de amar con ternura a nuestros hermanos y a nuestras hermanas en su pobreza. Sé cercano a aquellos que se han equivocado y por esto pagan un precio; ayúdales a encontrar, junto a la justicia, también la ternura para poder volver a empezar. Y enséñales que la primera forma de volver a empezar es pedir perdón sinceramente, para sentir la caricia del Padre. Saludos del Papa A los fieles de lengua española el Santo Padre les dijo: “Los invito a acercarse a una actitud de Reconciliación para experimentar la misericordia y la ternura de Dios, que nos ayuda a superar nuestras caídas, a levantarnos y a aprender a amar según la medida de su Corazón paternal. Que el Señor los bendiga” “Con sentimientos de estima fraterna”, el Papa saludó a los queridos hermanos y hermanas de lengua portuguesa, a quienes les habló de “la fe en el único Señor de todos los pueblos y de todas las lenguas” y los animó a que, “desterrando toda forma de indiferencia, confusión y rivalidad odiosa, trabajen juntos con

18
Ene

Ayuda del Papa a Filipinas y a los migrantes en la frontera con Bielorrusia

Vaticano.- Francisco ha decidido destinar una primera aportación de 100.000 euros a la Iglesia del país asiático para paliar las consecuencias del tifón Rai y una cantidad similar a Cáritas Polonia para ayudar a las personas varadas allí. Por un lado, la catástrofe que ha asolado el corazón de Filipinas: al menos 400 muertos, decenas de desaparecidos y 8 millones de personas afectadas en 11 regiones, según datos de la ONU. Por otro, la llamada «frontera de la vergüenza», la situada entre Bielorrusia y Polonia, donde los inmigrantes varados durante meses siguen muriendo sin que ni siquiera los medios de comunicación informen de su tragedia. En medio, la solidaridad del Papa, cuya mirada se dirigió a ambas crisis con la decisión de enviar 100.000 euros a los dos frentes humanitarios de ayuda. Filipinas, ayuda inmediata Francisco ha encomendado al Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral la tarea de hacer llegar el dinero a Filipinas, con la colaboración de la nunciatura apostólica local. Los destinatarios serán -informa un comunicado del departamento vaticano- las «diócesis más afectadas por la catástrofe» y la contribución, destinada a «obras de asistencia» en esta fase de emergencia, quiere ser «una expresión inmediata del sentimiento de cercanía espiritual y de aliento paternal del Santo Padre hacia las personas y territorios afectados», ya expresado en el Ángelus del pasado 19 de diciembre. La contribución, se precisa, es «parte de la ayuda que se está activando en toda la Iglesia católica y que implica, además de a varias Conferencias Episcopales, a numerosas organizaciones caritativas». En tierra de nadie La misma decisión, por parte del Papa, se refería también a la larga emergencia en esa tierra de nadie -sobre todo de no derechos y, por tanto, un «paraíso» para todo tipo de tráfico, empezando por el de personas- que es desde hace meses la franja de tierra que separa Bielorrusia de Polonia, con miles de personas intentando entrar en Europa en cinco meses. Para aliviar su situación, Francisco ha destinado 100.000 euros para apoyar a Cáritas Polska en su labor asistencial en un escenario, dice la nota, en el que persiste una «situación de conflicto que se prolonga desde hace más de 10 años».

17
Ene

Papa Francisco: Contar la historia de Tierra Santa es contar el «Quinto Evangelio”

En la audiencia por el centenario de la revista “Tierra Santa”, el Papa invitó a sus miembros a construir comunión, a hablar de la fraternidad que es posible entre judíos, cristianos y musulmanes, a gastar las suelas para dar a conocer los sufrimientos y esperanzas de las realidades más difíciles y sufridas, como en Siria, Líbano, Palestina y Gaza. “Dar a conocer mejor la Tierra Santa, la Tierra de Dios, la cuna del cristianismo, los venerables santuarios donde se llevó a cabo la Redención del género humano». Estas las palabras contenidas en la primera edición de la revista Tierra Santa hace 100 años y escritas por su fundador, el entonces custodio de Tierra Santa, Ferdinando Diotallevi, fueron recordadas, esta mañana, por el Papa Francisco en sus palabras a la delegación reunida en la sala Clementina del Palacio Apostólico, con motivo del centenario de la publicación. Unas 50 personas, miembros de la redacción de la revista y de la Custodia de Tierra Santa, encabezados por el custodio, el fray Francesco Patton, recibieron el agradecimiento del Santo Padre por la excelsa labor que realizan en distintos idiomas, a través de la web y en las redes sociales y en colaboración con las Ediciones Tierra Santa y el Centro de Medios Cristianos (Christian Media Center). “Dar a conocer Tierra Santa significa transmitir el «Quinto Evangelio», es decir, el entorno histórico y geográfico en el que la Palabra de Dios se reveló y luego se hizo carne en Jesús de Nazaret, por nosotros y para nuestra salvación. También significa conocer a las personas que viven allí hoy, la vida de los cristianos de las distintas Iglesias y denominaciones, pero también la de los judíos y musulmanes, para intentar construir, en un contexto complejo y difícil como el de Oriente Medio, una sociedad fraterna.” Construir fraternidad Un “contar la Tierra Santa”, subrayó el Santo Padre, que no consiste en mirar desde afuera sino en el “encuentro con las personas donde y como son”, en artículos, reportajes e investigaciones que “no se limitan a los territorios más tranquilos”, sino también a las realidades “más difíciles y sufridas como en Siria, Líbano, Palestina y Gaza”. Un presentar las historias, agregó Francisco, de los males de la guerra, pero también de las experiencias de reconciliación, de recuperación de la dignidad, de los niños despojados de su infancia y de los refugiados con sus sueños y esperanzas. Un contar, dijo el Pontífice, sin escatimar esfuerzos y gastando “las suelas de sus zapatos” para llevar a la luz estas realidades. Un contar que, en esta época de redes sociales – enfatizó el Papa- debe ayudar a construir comunidad y fraternidad. “Cuenten la fraternidad que es posible: La fraternidad entre cristianos de Iglesias y confesiones desgraciadamente todavía separadas, pero que en Tierra Santa a menudo están ya cerca de la unidad, como yo mismo he tenido ocasión de constatar. Hablar de la fraternidad que es posible entre todos los hijos de Abraham, judíos, cristianos y musulmanes. Hablar de la fraternidad eclesial que se abre a los emigrantes, a los desplazados y a los refugiados, para devolverles la dignidad de la que se vieron privados cuando tuvieron que abandonar su patria en busca de un futuro para ellos y sus hijos.” El Evangelio que Dios sigue escribiendo en la historia. El Papa reconoció que nada puede sustituir la experiencia personal en el momento de comunicar una realidad y que los comunicadores de la redacción de Tierra Santa viven y trabajan “en el mismo lugar donde la Palabra de Dios, su mensaje de salvación, se hizo carne y se hizo ‘encontrable’ en Jesucristo”, y cuyo atractivo no solo era la verdad de su predicación sino la eficacia de lo que decía con “su mirada, sus actitudes e incluso sus silencios”. De allí, la exhortación de Francisco, a los comunicadores de Tierra Santa “dar a conocer lo que el Sínodo sobre la Palabra de Dios (2008) y el entonces Papa Benedicto XVI llamaron «el Quinto Evangelio», es decir, esa Tierra donde la historia y la geografía de la salvación se encuentran y nos permiten hacer una nueva lectura del texto bíblico, en particular de los textos evangélicos. “Al contar la historia de Tierra Santa, estás contando el «Quinto Evangelio», el Evangelio que Dios sigue escribiendo en la historia.” Enriquecer la fe, curar heridas Al concluir, el Pontífice subrayó que a través de los medios de comunicación social los miembros de la revista Tierra Santa pueden enriquecer la fe de muchos, incluso de aquellos que no tienen la oportunidad de peregrinar a los lugares santos. Por ello, los animó a mantener su compromiso profesional de cada día con competencia al servicio del Evangelio, pues es una preciosa contribución para los creyentes de todo el mundo y, al mismo tiempo, apoya a los cristianos que viven en la Tierra de Jesús. “El Misterio Pascual ilumina y da sentido también a la historia de hoy, al camino de los pueblos que hoy viven en esa tierra, un camino desgraciadamente marcado por las heridas y los conflictos, pero que la gracia de Dios abre siempre a la esperanza, una esperanza de fraternidad y de paz.” Prensa CEVNota de prensa de Vatican News17 de enero de 2022