Categoría: Papa Francisco

02
Ago

Programa del Viaje Apostólico del Papa Francisco a Kazajistán

Vaticano.- Tal como lo anunció el Director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, el Santo Padre realizará su Viaje Apostólico a Kazajistán del 13 al 15 de septiembre próximo. Este 2 de agosto se dio a conocer los detalles del Programa de la Visita del Papa Francisco, caracterizados por cinco intervenciones, cuatro discursos y una homilía. Este martes, 2 de agosto, la Oficina de Prensa de la Santa Sede dio a conocer el programa del Viaje Apostólico que el Papa Francisco realizará a Kazajistán, del 13 al 15 de septiembre de 2022.  Martes 13 de septiembre Su Santidad partirá a las 07:15 horas desde el aeropuerto internacional de Roma/Fiumicino hacia Nur-Sultán, a donde llegará a las 17:45 hora local. En el aeropuerto internacional de Nur-Sultán tendrá lugar la Bienvenida Oficial. Posteriormente, a las 18:30 horas, se realizará la Ceremonia de Bienvenida en el Palacio Presidencial de Nur-Sultán. Enseguida, a las 18:45 horas el Pontífice realizará la Visita de Cortesía al Presidente de la República. El Santo Padre pronunciará su primer discurso en la «Sala de Conciertos Qazaq», durante el Encuentro con las Autoridades, la Sociedad Civil y el Cuerpo Diplomático a las 19.30 horas. Miércoles, 14 de septiembre Al día siguiente, miércoles 14 de septiembre, el Papa Francisco iniciará sus actividades públicas a las 10:00 de la mañana con su participación en la Oración silenciosa de los Líderes Religiosos y la Apertura de la sesión plenaria del VII Congreso de Líderes de Religiones Mundiales y Tradicionales, en el «Palacio de la Paz y de la Reconciliación», aquí pronunciará su segundo discurso. Alrededor del mediodía, el Santo Padre sostendrá Encuentros privados con algunos Líderes Religiosos, en el «Palacio de la Paz y de la Reconciliación». Por la tarde, a las 16:45 horas, el Pontífice presidirá la celebración de la Santa Misa, en la Plaza de la Exposición, donde pronunciará su homilía. Jueves 15 de septiembre Mientras que, el jueves 15 de septiembre, a las 9:00 de la mañana, el Papa Francisco se reunirá de forma privada con los miembros de la Compañía de Jesús, en la Nunciatura Apostólica. Posteriormente, a las 10:30 horas, en la Catedral Madre de Dios del Perpetuo Socorro, el Santo Padre encontrará a los Obispos, sacerdotes, diáconos, consagrados, seminaristas y agentes pastorales. A ellos les dirigirá su tercer discurso. Por la tarde, a las 15:00 horas, se dará Lectura a la Declaración final y conclusiones del Congreso, en el «Palacio de la Paz y de la Reconciliación». Aquí, el Pontífice pronunciará su último discurso. Al concluir este evento, el Papa Francisco se dirigirá al aeropuerto internacional de Nur-Sultán, donde tendrá lugar la Ceremonia de Despedida a las 16:15 horas. Sucesivamente, el Santo Padre emprenderá su viaje de regreso a Roma a las 16:45 horas. La llegada al aeropuerto internacional de Roma/Fiumicino está prevista para las 20:25 hora local. Prensa CEVNota de prensa de Vatican News02 de agosto de 2022

02
Ago

El Video del Papa de agosto: Por los pequeños y medianos empresarios

Vaticano.- En su mensaje, el Santo Padre ensalza la responsabilidad social de los pequeños y medianos empresarios. Aquellos que, por ejemplo, tienen un taller o un comercio “invierten en la vida generando bienestar, oportunidades y trabajo”, dice, y subraya el impacto negativo que tienen las crisis en las pequeñas y medianas empresas. El Video del Papa de agosto acaba de publicarse con la intención de oración que Francisco confía a toda la Iglesia Católica a través de la Red Mundial de Oración del Papa. Este mes, el Santo Padre pide “para que los pequeños y medianos empresarios, duramente afectados por la crisis económica y social, encuentren los medios necesarios para continuar su actividad al servicio de las comunidades en las que viven”. La crisis que vivimos  “Como consecuencia de la pandemia y las guerras, el mundo se enfrenta a una grave crisis socioeconómica”, dice el Papa y señala que los pequeños y medianos empresarios son unos de los principales afectados. Según datos del Banco Mundial de 2021, una de cada cuatro empresas perdió la mitad de su volumen de ventas a causa de la pandemia a nivel global. Además, las ayudas públicas son débiles precisamente donde más se necesitan: en los países pobres y para las pequeñas empresas.  En este sentido, el Papa Francisco elogia a los que “con valor, esfuerzo y sacrificio, invierten en la vida generando bienestar, oportunidades y trabajo”. Entre los pequeños y medianos empresarios están incluidos los que regentan un comercio, un restaurante o un taller. Pero también aquellos que se dedican a tareas de limpieza o transporte, los artesanos, entre tantos otros. Ellos son “los que no salen en las listas de los más ricos y poderosos y, a pesar de las dificultades, crean puestos de trabajo manteniendo su responsabilidad social”.  El comentario de P. Frédéric Fornos S.J. El P. Frédéric Fornos S.J., Director Internacional de la Red Mundial de Oración del Papa, comentó a propósito de esta intención: “Las crisis que estamos viviendo, son -como dice el Papa- un ‘momento Noé’, una oportunidad para construir algo diferente. En este sentido son de gran importancia los pequeños y medianos empresarios, su fuerza creativa, su capacidad de aportar soluciones desde abajo. Sin ellos no hubiera sido posible atravesar la crisis del Covid y siguen siendo necesarios ahora. Por eso es importante rezar por ellos”. (Por la Red Mundial de Oración del Papa). Prensa CEVNota de prensa de Vatican News02 de agosto de 2022

01
Ago

Papa Francisco: La codicia es una enfermedad que destruye a las personas

Vaticano,- En su alocución previa al rezo mariano del Ángelus, el Papa Francisco habla de la codicia por tener siempre más. Convirtiendo en esclavos y servidores del dinero a quienes persiguen enriquecerse siempre más, es adictiva. «En las guerras y los conflictos: el ansia de recursos y riqueza está casi siempre implicada. ¡Cuántos intereses hay detrás de una guerra! Sin duda, uno de ellos es el comercio de armas. Este comercio es un escándalo al que no debemos ni podemos resignarnos», dijo. Servirse de las riquezas sí; servir a la riqueza no: es idolatría, es ofender a Dios, dijo el Pontífice, y agregó que la vida no depende de lo que se posee, depende de las buenas relaciones con Dios, con los demás y con los que tienen menos. Es necesario preguntarnos cómo queremos enriquecernos, según Dios o mi codicia. Preguntarnos qué herencia queremos dejar, dinero en el banco o gente feliz a mi alrededor, buenas obras que no se olvidan, personas a las que he ayudado a crecer y madurar.  La codicia por tener siempre más. Convirtiendo en esclavos y servidores del dinero a quienes persiguen enriquecerse siempre más. Francisco dijo que la codicia es una enfermedad peligrosa para la sociedad: por su culpa, dijo, hemos llegado hoy a otras paradojas, a una injusticia como nunca antes en la historia, donde unos pocos tienen mucho y muchos tienen poco. «Pensemos también en las guerras y los conflictos: el ansia de recursos y riqueza está casi siempre implicada. ¡Cuántos intereses hay detrás de una guerra! Sin duda, uno de ellos es el comercio de armas», dijo. «Maestro, dile a mi hermano que comparta la herencia conmigo» El Papa dio inicio a su alocución recordando el Evangelio de la Liturgia de hoy: “Un hombre dirige esta petición a Jesús: «Maestro, dile a mi hermano que comparta la herencia conmigo» (Lc 12,13)”. Al respecto, Bergoglio afirmó que es una situación muy común, problemas similares siguen estando a la orden del día, muchas familias se pelean por una herencia, y quizás ya no se hablan. Y retomando el Evangelio, Francisco dijo que Jesús, respondiendo al hombre, no entra en detalles, sino que va a la raíz de las divisiones causadas por la posesión de cosas, y dice: «Guardaos de toda codicia» (v. 15). La codicia ¿Qué es la codicia? se pregunta el Santo Padre, y nos dice que es la ambición desenfrenada por las posesiones, siempre queriendo enriquecerse. Es una enfermedad, afirmó, que destruye a las personas, porque el hambre de posesiones es adictiva. Especialmente los que tienen mucho nunca están satisfechos: siempre quieren más, y sólo para ellos mismos. Teniendo esta ambición desenfrenada, eliminamos nuestra libertad. Ya no somos libres, dijo el Papa, estamos apegados, somos esclavos de los que «paradójicamente» debería haber servido para vivir libres y serenos. En el afán de tener siempre más, servimos al dinero, afirmó, la codicia es peligrosa en la sociedad, por la codicia, muchos tienen poco, y pocos tienen mucho. «Jesús nos enseña hoy que, en el fondo de todo esto, no hay sólo unos pocos poderosos o ciertos sistemas económicos: está la codicia que hay en el corazón de todos».De allí que Francisco nos cuestiona: ¿cómo es mi desprendimiento de las posesiones, de las riquezas? ¿Me quejo de lo que me falta o me conformo con lo que tengo? ¿Estoy tentado, en nombre del dinero y las oportunidades, a sacrificar las relaciones y el tiempo por los demás? Y de nuevo, ¿estoy tentado a sacrificar la legalidad y la honestidad en el altar de la codicia? El altar de la codicia, porque señaló el Papa, los bienes materiales, el dinero, las riquezas pueden convertirse en un culto, en una verdadera idolatría. Por eso Jesús nos advierte con palabras fuertes, dice que no se puede servir a dos señores, y advierte Francisco, que tengamos cuidado, Jesús  «no dice Dios y el diablo, o el bien y el mal, sino Dios y las riquezas (cf. Lc 16,13). Servirse de las riquezas sí; servir a la riqueza no: es idolatría, es ofender a Dios». Hacerse rico según Dios El Papa nos aconseja buscar la riqueza, desear ser más ricos, «es justo desearlo, es bueno hacerse rico, ¡pero rico según Dios! Dios es el más rico de todos: es rico en compasión, en misericordia. Su riqueza no empobrece a nadie, no crea peleas ni divisiones». Es una riqueza, dijo por último Francisco, que ama dar, distribuir, compartir. «Acumular bienes materiales no es suficiente para vivir bien, porque -repite Jesús- la vida no depende de lo que se posee (cf. Lc 12,15). En cambio, depende de las buenas relaciones: con Dios, con los demás y también con los que tienen menos. Entonces, nos preguntamos: ¿cómo quiero enriquecerme? ¿Según Dios o según mi codicia? Y volviendo al tema de la herencia, ¿qué herencia quiero dejar? ¿Dinero en el banco, cosas materiales, o gente feliz a mi alrededor, buenas obras que no se olvidan, personas a las que he ayudado a crecer y madurar?» Su alocución concluyó pidiendo a la Virgen que nos ayude a comprender cuáles son los verdaderos bienes de la vida, los que permanecen para siempre. Prensa CEVNota de prensa de Vatican News01 de Agosto de 2022

29
Jul

El Papa: He venido como amigo, como hermano y como peregrino

Vaticano.- El Papa se encuentra con una delegación de indígenas en Québec, y les expresa su admiración, por su sentido de familiaridad y comunidad, que contrasta en un mundo “lamentablemente” individualista. El Papa Francisco resaltó la importancia que da la comunidad indígena en cultivar bien el vínculo entre los jóvenes y los ancianos, custodiando una relación sana y armoniosa con toda la creación.  “La inmensidad de esta tierra lleva a pensar en el largo camino de sanación y reconciliación que estamos afrontando juntos. En efecto, la frase que nos ha acompañado desde marzo, desde que los delegados indígenas me visitaron en Roma, y que caracteriza mi visita aquí entre ustedes, es Caminar Juntos: Walking Together / Marcher Ensemble”. Son estas las palabras que ha dirigido el Papa Francisco a una delegación de indígenas presentes en Quebec, y que ha saludado en el Arzobispado. Les dijo que vino a Canadá como amigo, como hermano, como peregrino. Con espíritu penitencial, para expresarles el dolor que lleva en su corazón por “el mal que no pocos católicos les causaron, apoyando políticas opresivas e injustas”. El Papa un amigo y un hermano de las comunidades indígenas Ha venido como amigo, para encontrarse con ellos, “para ver, escuchar, aprender y apreciar cómo viven los pueblos indígenas de este país”. Ha venido como hermano, a descubrir en primera persona los frutos, buenos y malos, producidos por los miembros de la familia católica local a lo largo de los años. “He venido como peregrino, con mis limitadas posibilidades físicas, para dar nuevos pasos adelante con ustedes y para ustedes; para que se prosiga en la búsqueda de la verdad, para que se progrese en la promoción de caminos de sanación y reconciliación, para que se siga sembrando esperanza en las futuras generaciones de indígenas y no indígenas, que desean vivir juntos fraternalmente, en armonía”. Francisco, parte de la familia indígena canadiense El Pontífice les manifestó que se devuelve a Roma mucho más enriquecido, porque lleva en el corazón el “tesoro incomparable hecho de personas y de pueblos que le han marcado”, de rostros, sonrisas y palabras que permanecen en su interior; de historias y lugares que no podrá olvidar; de sonidos, colores y emociones que vibran fuertes en él. “Realmente puedo decir que, durante mi visita, fueron sus realidades, las realidades indígenas de esta tierra, las que visitaron mi alma; entraron en mí y siempre me acompañarán. Me atrevo a decir, si me lo permiten, que ahora, en cierto sentido, yo también me siento parte de vuestra familia, y me siento honrado”. Valioso sentido de comunidad Para el Santo Padre, queda un recuerdo indeleble en su corazón cómo la comunidad indígena vive la fiesta de Santa Ana, “junto a varias generaciones y a tantas familias indígenas”. Pero, sobre todo, alabó el hecho que, en un mundo tan individualista, cuánto valor adquiere ese sentido de “familiaridad y de comunidad” tan genuino entre los indígenas. Y resaltó la importancia que dan en cultivar bien el vínculo entre los jóvenes y los ancianos, custodiando una relación sana y armoniosa con toda la creación. Tres mujeres que pueden ayudar a alcanzar una reconciliación Santa Ana, la Virgen María y santa Catalina Tekakwitha. Estas mujeres, dijo el Papa, pueden ayudar a unir, a volver a tejer una reconciliación que garantice los derechos de los más vulnerables y sepan mirar la historia sin rencores ni olvidos. “Santa Ana, de quien pude sentir su ternura y protección, venerándola junto a un pueblo de Dios que reconoce y honra a las abuelas. En segundo lugar, pienso en la Santa Madre de Dios: ninguna criatura merece más que ella ser definida como peregrina, porque siempre, también hoy, también ahora, está en camino; en camino entre el cielo y la tierra, para cuidarnos por encargo de Dios y para llevarnos de la mano hacia su Hijo”. Por último, señaló Francisco, «mi oración y mi pensamiento en estos días han ido frecuentemente a una tercera mujer de presencia afable que nos ha acompañado, y cuyos restos se conservan no lejos de aquí. Me refiero a santa Catalina Tekakwitha. La veneramos por su vida santa, pero, no podríamos pensar que su santidad de vida, caracterizada por una entrega ejemplar en la oración y el trabajo, así como por la capacidad de soportar con paciencia y dulzura tantas pruebas, también fue posible por ciertos rasgos nobles y virtuosos heredados de su comunidad y del ambiente indígena en el que creció», se cuestiona el Papa. La Virgen María y santa Catalina, afirmó el Papa, recibieron de Dios un proyecto de vida y, sin preguntar a ningún hombre, dieron su “sí” con valentía. “Estas mujeres podrían haber respondido mal a todos los que se oponían a ese proyecto, o bien permanecer sujetas a las normas patriarcales de su tiempo y resignarse, sin luchar por los sueños que Dios mismo había impreso en sus almas. Pero no tomaron esa decisión, sino que con mansedumbre y firmeza, con palabras proféticas y gestos resueltos se abrieron camino y cumplieron aquello a lo que habían sido llamadas”. “Que ellas bendigan nuestro camino común, que intercedan por nosotros y por esta gran obra de sanación y reconciliación tan agradable a Dios”, dijo por último Francisco. Prensa CEVNota de prensa de Vatican News29 de julio de 2022

29
Jul

Último día de la peregrinación penitencial del Papa Francisco a Canadá

Vaticano,- La de hoy es una jornada llena de compromisos y emociones, la última de la peregrinación penitencial del Papa Francisco a Canadá sobre el tema de «Caminar juntos» La sexta y última jornada del Obispo de Roma en Canadá se abre con la Misa privada celebrada en el arzobispado de Quebec. A las 9:00, hora local, Francisco se reunirá, también en privado, con los miembros de la Compañía de Jesús presentes en Canadá, renovando así lo que ya se ha convertido en una tradición de cada viaje apostólico. A 300 km del círculo polar ártico El primer encuentro público del día será con una delegación de indígenas de Quebec, a quienes recibirá en la sede del arzobispado. A continuación, se trasladará al aeropuerto internacional de Quebec, donde a las 12:30 el Pontífice tomará el vuelo que lo conducirá a Iqaluit, capital del territorio canadiense de Nunavut. Aquí, a sólo 300 kilómetros al sur del círculo polar ártico, el Santo Padre llegará por la tarde, a las 15:50. Es la ciudad donde se firmó, en 1993, el Nunavut Land Claims Agreement, el mayor acuerdo de reivindicación de tierras indígenas de la historia de Canadá. La ciudad alberga la mayor comunidad de Inuit, unos 3.900. Se trata de una población indígena procedente de las costas de América, distribuida desde Groenlandia hasta Alaska, y también presente en Asia, en el extremo de la península de Ciukci, en Siberia. El drama de las ex escuelas residenciales El Pontífice visitará la escuela primaria de Nakasuk, donde se reunirá en privado con algunos alumnos de las ex escuelas residenciales, es decir, aquellos institutos encomendados por el gobierno, con escasa financiación, a las iglesias cristianas locales, incluida la católica. En estos institutos tuvo lugar una de las páginas más dramáticas de la historia de estas poblaciones con el proceso de asimilación forzosa de los niños arrebatados a las comunidades indígenas a las que pertenecían y obligados a asimilarse a la nueva cultura occidental: según un Informe de la Comisión de la Verdad y Reconciliación publicado en 2015, más de tres mil menores murieron por enfermedades, desnutrición y maltrato en un período de unos cien años desde la creación de estas escuelas en 1883. Jóvenes y ancianos juntos A Francisco, que en los últimos días ha pedido repetidamente perdón por estas heridas todavía frescas y dolorosas, algunos alumnos de las ex escuelas residenciales tendrán la oportunidad de hacerle algunas preguntas. A continuación, a las 17:00, tendrá lugar un encuentro con jóvenes y ancianos en la plaza frente a la escuela, animado por bailes, canciones y músicas tradicionales. Como acto conclusivo de estos intensos días transcurridos por el Obispo de Roma en tierra canadiense, está prevista una ceremonia de despedida a las 18:15 en el aeropuerto internacional de Iqaluit. Unos treinta minutos después se producirá el despegue del avión a bordo del cual Francisco responderá a las preguntas de los periodistas. Está previsto que llegue a Roma a las 7:50 hora italiana del sábado 30 de julio. Prensa CEVNota de Prensa de Vatican News29 de Julio de 2022

29
Jul

Papa Francisco a la Iglesia en Canadá: Nunca más la idea de que existe una cultura superior

Vaticano.- El Santo Padre se reunió con los obispos, sacerdotes, consagrados y agentes de pastoral durante su viaje apostólico en Canadá para rezar las Vísperas., invitándolos a dar conocer a Jesús con testimonio y fraternidad. “La comunidad cristiana no se deje contaminar nunca más por la idea de que existe una cultura superior a otras”, pidió el Papa Francisco a los obispos, sacerdotes, religiosos y agentes de pastoral de la Iglesia en Canadá en la ceremonia del rezo de las Vísperas, este jueves 28 de julio, en la Basílica de Notre-Dame en Quebec. Francisco reflexionó sobre “la alegría del ministerio” al cumplir la misión de “apacentar el rebaño” (1 P 5,2), y que la Iglesia está llamada a testimoniar en la evangelización. Para ello invitó a los ministros a tener una “mirada que discierne”, para superar el “secularismo” asumiendo tres desafíos: dar a conocer a Jesús, el testimonio y la fraternidad. Como testimonio de referencia para la Iglesia en Canadá, el Papa recordó a San Francisco de Laval, primer Obispo de Quebec, quien en su tiempo vivió cercano en la caridad a los miembros de las poblaciones indígenas. “Mientras estamos aquí reunidos –dijo el Papa- como Pueblo de Dios, recordemos que Jesús es el Pastor de nuestra vida, que cuida de nosotros porque nos ama verdaderamente. A nosotros, pastores de la Iglesia, se nos pide esa misma generosidad para apacentar el rebaño, para que pueda manifestarse la solicitud de Jesús por todos y su compasión por las heridas de cada uno”. Corazón de pastores Y les hizo el llamado a estar cerca del Pueblo de Dios, “no como religiosos asalariados o funcionarios de lo sagrado, sino con corazón de pastores, con entusiasmo”, y sintiendo la cernía del “Buen Pastor” para cumplir esta tarea y vivir “la alegría del ministerio y, antes aún, la alegría de la fe”. Advirtió Francisco sobre la “secularización” que amenaza esa alegría, “que desde hace tiempo ha transformado el estilo de vida de las mujeres y de los hombres de hoy, dejando a Dios casi en el trasfondo, como desaparecido del horizonte”. Mirada que discierne Manifiesta el Pontífice que ante esta realidad que vive el mundo hay dos miradas posibles: “mirada negativa” y la otra “mirada que discierne”. “Si nos detenemos en una mirada negativa, acabaremos por negar la encarnación porque, más que encarnarnos en la realidad, huiremos de ella. Nos cerraremos en nosotros mismos, lloraremos nuestras pérdidas, nos lamentaremos continuamente y caeremos en la tristeza y en el pesimismo, que nunca vienen de Dios”, expresó el Papa. “En cambio –dice Francisco- estamos llamados a tener una mirada semejante a la de Dios, que sabe distinguir el bien y se obstina en buscarlo, en verlo y en alimentarlo”. Así el Papa les exhorta a “anunciar el Evangelio para dar a los hombres y a las mujeres de hoy la alegría de la fe”, teniendo una “mirada que discierne”. El Papa les deja tres desafíos a los ministros y agentes de pastoral en Canadá, para trabajar en esta tarea particular de la Iglesia.  Dar a conocer a Jesús Les pide volver al primer anuncio, “es necesario encontrar nuevos caminos para anunciar el corazón del Evangelio a cuantos todavía no han encontrado a Cristo. Eso presupone una creatividad pastoral para llegar a las personas allá donde viven, descubriendo ocasiones de escucha, de diálogo y de encuentro”, dijo. El testimonio Reiterado nuevamente la petición de perdón por el mal que hiciera algunos cristianos a las poblaciones indígenas y por los abusos sexuales a menores, les invitó a dar testimonio de nuevos caminos: “El Evangelio se anuncia de modo eficaz cuando la vida es la que habla, la que revela esa libertad que hace libres a los demás, esa compasión que no pide nada a cambio, esa misericordia que habla de Cristo sin palabras”. “La comunidad cristiana no se deje contaminar nunca más por la idea de que existe una cultura superior a otras y que es legítimo usar medios de coacción contra los demás. Recuperemos el ardor de vuestro primer obispo, san Francisco de Laval.” La fraternidad Finalmente les pidió vivir la fraternidad cristiana, ya que “la Iglesia será testigo creíble del Evangelio cuando sus miembros vivan más la comunión, creando ocasiones y espacios para que quienes se acerquen a la fe encuentren una comunidad acogedora”. El Obispo de Roma también les indicó que estos desafíos “sólo podemos llevarlos adelante con la fuerza del Espíritu, que siempre debemos invocar en la oración”. El Santo Padre junto con los obispos, sacerdotes, consagrados, y agentes de pastoral, dirigieron esta oración a San Francisco de Laval: “Tú fuiste el hombre del compartir, visitando a los enfermos, vistiendo a los pobres, combatiendo por la dignidad de los pueblos originarios, sosteniendo a los misioneros cansados, siempre pronto a tender la mano a los que estaban peor que tú. Cuántas veces tus proyectos fueron destrozados, pero siempre, tú los pusiste de nuevo en pie. Tú habías entendido que la obra de Dios no es de piedra, y que, en esta tierra de desánimo, era necesario un constructor de esperanza.” Prensa CEVNota de Prensa de Vatican News29 de julio de 2022

28
Jul

Canadá, Francisco entre los ancianos y enfermos de la Fraternidad de San Alfonso

El momento se produjo luego de la santa misa en la Basílica Santa Ana de Beaupré. Una linda sorpresa del Sucesor de Pedro, que demuestra su cercanía con todos, en especial los descartados de la sociedad. Vaticano. En una comunicación a los periodistas, la Oficina de Prensa de la Santa Sede informó que, a su regreso del Santuario de Santa Ana de Beaupré, donde celebró la santa misa, el Santo Padre se detuvo para encontrarse con los invitados del centro de acogida y espiritualidad Fraternité St Alphonse. Acogido en el jardín del centro por los huéspedes permanentes y los que frecuentan habitualmente el centro, un total de unas 50 personas, entre las que se encuentran ancianos, personas que sufren diversas adicciones y enfermos de VIH/SIDA, y por el director responsable, el padre André Morency, el Papa conversó informalmente con ellos, escuchando sus historias y recogiendo sus oraciones. Al final, al saludarles, les regaló un icono de la Virgen «Santísima Señora de Jerusalén». De fabricación religiosa moderna, este icono de la Theotokos (Madre de Dios) es muy popular entre los peregrinos de Tierra Santa porque el original está colocado en un venerado altar dentro de la iglesia de la Asunción de María, que se celebra litúrgicamente el 15 de agosto.  Prensa CEVNota de Vatican News28 de julio de 2022

28
Jul

Papa Francisco: En las desilusiones y las derrotas, Jesús ilumina los acontecimientos

Una nueva estación del Santo Padre en su «peregrinación penitencial» en Canadá: este jueves 28 de julio, presidió la santa misa en el Santuario de Sainte-Anne-de-Beaupré. Vaticano. “El viaje de los discípulos de Emaús, al final del Evangelio de san Lucas, es una imagen de nuestro camino personal y del camino de la Iglesia”. El Papa Francisco comenzó así su homilía en la santa misa que presidió en la mañana de este jueves 28 de julio en la Basílica de Santa Ana de Beaupré, en el quinto día de su “peregrinación penitencial” a Canadá. El templo, que está ubicado en el municipio homónimo, a orillas del Río San Lorenzo, es el lugar más antiguo de peregrinación de América del Norte. Declarado santuario nacional, recibe cada año cerca de un millón de visitantes. El Pontífice añadió que, “en el curso de la vida –y de la vida de fe-, mientras llevamos adelante los sueños, los proyectos, las ilusiones y las esperanzas que viven en nuestro corazón, enfrentamos también nuestras fragilidades y debilidades, experimentamos derrotas y desilusiones, y tantas veces nos paraliza”. Luego, introdujo un matiz y acotó que “el Evangelio nos anuncia que, precisamente en ese momento, no estamos solos, el Señor sale a nuestro encuentro, se pone a nuestro lado, recorre nuestro mismo camino con la discreción de un transeúnte amable que nos quiere abrir los ojos y hacer arder nuestro corazón”. “Así, cuando las decepciones dejan espacio al encuentro con el Señor, la vida vuelve a nacer a la esperanza y podemos reconciliarnos, con nosotros mismos, con los hermanos, con Dios” Del fracaso a la esperanza El Sucesor de Pedro propuso continuar un itinerario de ese camino que, según dijo, se podría titular: «Del fracaso a la esperanza». Primeor, desarrolló el sentimiento de fracaso, «que anida en el corazón de estos dos discípulos después de la muerte de Jesús». Y explicó: «Habían perseguido un sueño con entusiasmo. En Jesús habían puesto todas sus esperanzas y sus deseos. Ahora, después de la escandalosa muerte en la cruz, le dan la espalda a Jerusalén para volver a casa, a la vida de antes. El suyo es un viaje de regreso, como queriendo olvidar aquella experiencia que ha llenado de amargura sus corazones, aquel Mesías condenado a muerte como un delincuente en la cruz. Vuelven a casa abatidos, «con el semblante triste» Lc 24,17). Las expectativas que se habían creado quedaron en nada, las esperanzas en las que creyeron se desmoronaron, los sueños que habrían querido realizar dejaron paso a la desilusión y a la amargura». Francisco consideró que la experiencia del fracaso «atañe también a nuestra vida y, del mismo modo, al camino espiritual, en todas las ocasiones en las que nos vemos obligados a redimensionar nuestras expectativas y aprender a convivir con la ambigüedad de la realidad, con las sombras de la vida y con nuestras debilidades».  ¿Qué ha pasado? El Obispo de Roma advirtió que, «a pesar de ser la comunidad del Resucitado, podemos encontrarla vagando perdida y desilusionada ante el escándalo del mal y de la violencia del Calvario. No le queda entonces otra opción que tomar en mano el sentimiento de fracaso y preguntarse: ¿qué ha pasado?, ¿por qué ha sucedido?, ¿cómo ha podido ocurrir?».  Según Francisco, estas son preguntas «que cada uno de nosotros se hace a sí mismo; y son también cuestiones candentes que resuenan en el corazón de la Iglesia que peregrina en Canadá, en este arduo camino de sanación y reconciliación que está realizando». “También nosotros, ante el escándalo del mal y ante el Cuerpo de Cristo herido en la carne de nuestros hermanos indígenas, nos hemos sumergido en la amargura y sentimos el peso de la caída. Permítanme que me una espiritualmente a la multitud de peregrinos que suben la “Scala Santa”, que evoca la subida de Jesús al pretorio de Pilatos; para acompañarlos como Iglesia en estas preguntas que nacen del corazón lleno de dolor: ¿Por qué sucedió todo esto? ¿Cómo pudo ocurrir algo así en la comunidad de los seguidores de Jesús?”   Huir no, sino afrontar los problemas  El Papa se detuvo en la tentación de la huida, que está presente en los dos discípulos del Evangelio, dijo. «Deshacer el camino, escapar del lugar donde ocurrieron los hechos, intentar que desaparezcan, buscar un “lugar tranquilo” como Emaús con tal de olvidarlos», reflexionó. “No hay nada peor, ante los reveses de la vida, que huir para no afrontarlos. Es una tentación del enemigo, que amenaza nuestro camino espiritual y el camino de la Iglesia; nos quiere hacer creer que la derrota es definitiva, quiere paralizarnos con la amargura y la tristeza, convencernos de que no hay nada que hacer y que por tanto no merece la pena encontrar un camino para volver a empezar.” Jesús ilumina la historia y los acontecimientos Francisco comentó que Jesucristo abre los ojos de los discípulos de Emaús para ver las cosas con una mirada nueva y, posteriormente, valoró que también «nosotros que compartimos la Eucaristía en esta Basílica podemos releer muchos acontecimientos de la historia». Para ilustrar su alocución, evocó un doloroso hecho del pasado: en 1922, el edificio de la Basílica fue destruido por un incendio y la construcción de la estructura actual comenzó en la década de 1920 según un proyecto del arquitecto parisino Maxime Roisin y consagrada oficialmente en 1976 por el Cardenal Maurice Roy.  Teniendo en cuenta dicho contexto, el Santo Padre expresó que, «en este mismo lugar hubo ya tres templos, pero también hubo personas que no se echaron atrás ante las dificultades, y fueron capaces de volver a soñar a pesar de sus errores y los de los demás. Así, cuando hace cien años un incendio devastó el santuario, ellos no se dejaron vencer, construyendo este templo con valor y creatividad. Y todos los que comparten la Eucaristía desde las cercanas Llanuras de Abraham, también pueden percibir el ánimo de aquellos que no se dejaron secuestrar por el odio de la guerra, de la destrucción y del dolor, sino que

27
Jul

Papa Francisco bendice una escultura de la Virgen Desatanudos para los indígenas

Vaticano.- Fue durante su peregrinación al lago Santa Ana, lugar sagrado tanto para los pueblos indígenas como para los católicos canadienses. La obra es una oración a la Virgen María para destrabar los problemas del mundo. El Papa Francisco bendijo ayer una escultura de la virgen “María Desatanudos” en el marco de su visita apostólica a Canadá.  La obra del artista canadiense, Timothy Schmalz, es un obsequio para los pueblos indígenas. La bendición se realizó por la tarde después de la Liturgia de la Palabra que celebró el Sumo Pontífice durante su peregrinaje al Lago Santa Ana, en Alberta, Canadá Antes de que llegara el Papa, el cacique siux Tony Alexis explicó la historia del lago. A continuación, miembros de la “Alexis Nakota Sioux Nation” compartieron danzas tradicionales. Posteriormente, Francisco rezó frente al lago Santa Ana y dijo: “Cuántos corazones han venido aquí con ansia ansiosa, agobiados por las cargas de la vida y encontrado en estas aguas consuelo y fuerza para seguir”. La escultura “María Desatanudos” es una alegoría de las dificultades humanas, simbolizadas como cintas anudadas, que la Virgen desata y destraba como una madre que ayuda a sus hijos. Su autor es mundialmente conocido por sus trabajos “Jesús sin techo”, presente en más de 140 ciudades del mundo, y “Ángeles sin saberlo”, instalada y bendecida por el Papa Francisco en 2019 en la Plaza de San Pedro del Vaticano. Schmalz indicó que “la escultura muestra a la Virgen centrada en desatar los nudos del mundo. Al igual que el Papa Francisco, que está viajando por el mundo para desatar los nudos de la historia”.

27
Jul

El Papa: la Iglesia necesita sanación. Las madres y las abuelas ayudan a curar

Vaticano.- Francisco participa con los indígenas en la peregrinación al Lago Santa Ana, donde celebra la Liturgia de la Palabra. En este lugar considerado sagrado, el Pontífice pide la sanación del pasado signado por los “terribles efectos de la colonización”. Se presenta como «un peregrino», Francisco, a orillas del lago Santa Ana, lo que los Sioux Nakota llaman Wakamne, ‘Lago de Dios’, y los Cree, ‘Lago del Espíritu’. En estas aguas sagradas y turbias, desde hace siglos destino de las peregrinaciones de los pueblos indígenas de Canadá que se bañan allí para invocar la curación de la madre de María, incluso el Papa, que ha venido a celebrar una Liturgia de la Palabra, implora la curación de Dios. La curación de la memoria, de un pasado marcado por los «terribles efectos de la colonización» y el «dolor imborrable de tantas familias, abuelos y niños». La curación de un presente que ve a los ancianos en riesgo de soledad y abandono, «pacientes incómodos» a los que, en lugar de afecto, «se les administra la muerte», jóvenes anestesiados por el entretenimiento y los teléfonos móviles. Una súplica a Dios El Pontífice hace esta súplica en voz baja, en español, tras reiterar a los indígenas lo «valiosos» que son para él y para toda la Iglesia. La segunda jornada de la «peregrinación penitencial» del Obispo de Roma a Canadá concluye, por tanto, en el centro-norte de Alberta, a unos 72 km al oeste de Edmonton, en este lago -declarado sitio histórico nacional por el gobierno canadiense en 2004- conocido como lugar de curación para los indígenas que invocan desde aquí las gracias de la abuela de Jesús para que les cure de las enfermedades. Una antigua peregrinación La primera peregrinación al lago de Santa Ana se remonta a julio de 1889, organizada por los Oblatos, y continuó cada año a partir de entonces, durante la semana del 26 de julio, fiesta de la santa, venerada en muchas comunidades indígenas. Con el tiempo, se convirtió en uno de los encuentros espirituales más importantes para los peregrinos de América del Norte y especialmente querido por los pueblos de las First Nations. Francisco había recordado el acontecimiento en su audiencia del 1 de abril en el Vaticano con las delegaciones de los Métis, los Inuit y las Primeras Naciones, expresando su deseo de poder participar él mismo en este momento de profunda espiritualidad. Un deseo -para el Papa y para los indígenas- que se ha cumplido hoy con la Liturgia de la Palabra celebrada a media tarde (hora canadiense), después de la misa matutina en el Commonwealth Stadium de Edmonton con 50.000 fieles. Muchos se encuentran ahora en la verde extensión que rodea el lago, resguardándose con sombrillas del sol o apoyados en las barreras con numerosos rosarios en la mano o en barcas en medio del lago. Aquí se encuentra una antigua iglesia parroquial, reconstruida en 2009 tras un incendio, a la que el Papa llega en silla de ruedas, saludado por sacerdotes y fieles. Y de nuevo en silla de ruedas, besando a dos recién nacidos en el camino, Francisco llega al lago donde se detiene en silencio durante unos momentos. Finalmente, bendice el agua y, volviendo sobre sus pasos junto a las barreras, con los líderes indígenas detrás de él, rocía a los fieles. El batir de los tambores y los corazones Acompañando el «paseo» del Papa todo el tiempo, como desde los primeros momentos de su llegada a Canadá, está el sonido de los tambores tradicionales de fondo. ¡Un sonido que «golpeó» al Papa, como él mismo revela en su largo discurso en el santuario de madera, abierto por el saludo en la lengua local Cree: «Âba-wash-did! ¡Tansi! ¡Oki! Buenos días». “Este batir de tambores me parece el eco de los latidos de muchos corazones.” En efecto, son muchos los corazones que, a lo largo de los siglos, han vibrado en estas aguas, «anhelantes y jadeantes, agobiados por las cargas de la vida»; aquí «han encontrado consuelo y fuerzas para seguir adelante». Ahora, inmersos en la creación, se escucha «otro latido», que es el latido «maternal» de la tierra, así como «el latido de los niños, desde el vientre materno» que «está en armonía con el de las madres». Madres y abuelas Son precisamente las madres, las mujeres y, sobre todo, las abuelas -Kokum, las llaman los indígenas- las que están en el centro de la reflexión del Papa, que, volviendo la mirada al pasado y a los dramas que tuvieron lugar en los internados, expresa su dolor por los abusos sufridos por cientos de miles de niños, privados de idiomas, tradiciones, culturas, afectos. Una herida para ellos, pero también para sus familias. “Parte del doloroso legado al que nos enfrentamos proviene de impedir que las abuelas indígenas transmitan la fe en su lengua y cultura.” La Iglesia es mujer, es madre Lo que ocurrió en estas instituciones de Canadá fue un movimiento contrario a la «inculturación materna» que tuvo lugar gracias a la labor de Santa Ana, que combinó «la belleza de las tradiciones indígenas y la fe», y las moldeó «con la sabiduría de una abuela, que es madre por partida doble». «La Iglesia también es una mujer, es una madre. De hecho, nunca ha habido una época en su historia en la que la fe no se transmitiera en la lengua materna, por parte de las madres y las abuelas», subraya el Papa. Y añade: «¡Qué bien han hecho los misioneros auténticamente evangelizadores en este sentido para preservar las lenguas y culturas autóctonas en tantas partes del mundo!». “Las madres y las abuelas ayudan a curar las heridas del corazón. Durante el drama de la conquista, fue Nuestra Señora de Guadalupe quien transmitió la fe correcta a los nativos, hablando su lengua y vistiendo sus ropas, sin violencia ni imposición.” Un testimonio de resiliencia y reinicio En los internados se ha impedido que muchas generaciones de niños reciban esta herencia: una «pérdida», una «tragedia», dice el Papa, que,