Cardenal Parolin: “Es necesaria una nueva Conferencia de Helsinki”
Vaticano.- El Secretario de Estado Vaticano se refirió extensamente a la búsqueda de soluciones para la paz en Ucrania, durante la presentación en la Universidad Lumsa del libro “Contra la guerra”, un texto que recoge las palabras del Papa Francisco en contra de los conflictos bélicos y a favor del diálogo. “Hoy es necesaria una nueva Conferencia de Helsinki”. Las palabras del cardenal Pietro Parolin recordaron el histórico acontecimiento que en 1975 marcó un paso fundamental para detener la Guerra Fría, y lo planteó como forma de poner fin al horror del presente, es decir, al conflicto de Ucrania, que calificó como un verdadero «sacrilegio» que sigue perpetrándose en su recrudecimiento. La mañana de este viernes, en la Universidad Lumsa de Roma, el Secretario de Estado de la Santa Sede presentó el libro «Contra la guerra», publicado por las ediciones Solferino y LEV, que recoge los discursos y llamamientos del Papa contra la guerra y a favor del desarme y el diálogo. Junto al cardenal – en el encuentro moderado por Fiorenza Sarzanini, vicepresidenta del periódico Corriere della Sera – estuvieron el ex primer ministro Romano Prodi y el rector de la Lumsa, Francesco Bonini. La tragedia de Ucrania A partir de las páginas del libro -“leídas de un tirón”-, que subrayan la radicalidad del “no a la guerra” expresado por el Papa desde el inicio de su pontificado y aún más desde el pasado 24 de febrero, Parolin habló de un “esquema de paz” que se contrapone a la “espada de la guerra”. “Ante la tragedia que vemos que está ocurriendo en Ucrania, ante los miles de muertos, los civiles asesinados, las ciudades destruidas, los millones de refugiados -mujeres, ancianos y niños- obligados a abandonar sus hogares, no podemos reaccionar según lo que el Papa ha llamado el modelo de la guerra», aseveró. El “espíritu” de Aldo Moro En su discurso, que incluyó citas del Catecismo y de la Constitución italiana, el cardenal habló de un “espíritu” a recuperar, el de Aldo Moro, el Primer Ministro italiano que hace cuarenta y siete años impulsó a 35 países a firmar acuerdos en la capital finlandesa para ir “más allá de la lógica de los bloques”. “Durante aquella Conferencia, la seguridad y la cooperación en Europa del Este y del Oeste se unieron en el camino de la distensión”, expresó el Secretario de Estado, recordando “el papel desempeñado entonces por la Santa Sede y la delegación dirigida por el futuro cardenal Agostino Casaroli”. Siguiendo la huella de esa memoria histórica, además, pronunció unas palabras de acuciante actualidad: “La paz está en el interés de los pueblos, la seguridad internacional es de interés de todos”. Mayor capacidad de iniciativa europea Así, el cardenal pidió “reforzar la participación de los organismos internacionales y también una mayor capacidad de iniciativa europea”. Según él es Europa, la “Europa cristiana”, la que de hecho se ve afectada por la “tremenda guerra” en curso en Ucrania, y añadió: “No entro en el mérito de las decisiones que los distintos países han tomado para enviar armas a Ucrania, que como nación tiene derecho a defenderse de la invasión que ha sufrido”. Armas, una respuesta débil “Limitarse a las armas es una respuesta débil. Sí, las armas son una respuesta débil, no una respuesta fuerte», sostuvo el cardenal. “Una respuesta contundente es una respuesta que emprende -tratando de involucrar a todos- iniciativas según el esquema de la paz, es decir, iniciativas para detener los combates, para llegar a una solución negociada, para pensar en cuál será el futuro posible de convivencia en nuestro Viejo Continente”. Hacer más por la paz Parolin prosiguió diciendo que la comunidad internacional “tiene la obligación de no continuar la guerra, sino de poner en práctica todas las iniciativas políticas y diplomáticas posibles para lograr un alto el fuego y una paz justa”. Una paz justa y, sobre todo, “duradera” que “no puede confiarse solo a las deliberaciones del agresor y del agredido”. “Tenemos el deber de hacer más por la paz”, insistió el cardenal. Un nuevo Helsinki El Secretario de Estado formuló un llamamiento al diálogo para crear un nuevo equilibrio de paz y seguridad: “Hoy es necesaria una nueva Conferencia de Helsinki”. Es una propuesta que también presentó hace tres días el presidente italiano, Sergio Mattarella, ante la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, y que se hace eco de la llamada del Papa a superar el espíritu “cainista” que nos impide trabajar juntos como hermanos. Los llamamientos del Papa Francisco El cardenal se detuvo en los llamamientos del Pontífice en su discurso, destacando el riesgo de considerarlos “como algo ‘que tenía que hacerse’, como la expresión de una posición de principio, desencarnada, a la que se puede conceder como mucho el adjetivo de ‘profética’ con el subtexto de ‘utópica’”. Es “una forma desencantada de mirar el magisterio del Papa”, cavando “un abismo cada vez más grande entre sus palabras y la realidad de los hechos” y perdiendo de vista que el mensaje de paz y no violencia del Papa reside en el Evangelio, donde Cristo crucificado, indefenso en el patíbulo, “se enfrentó a la muerte injusta sin reaccionar”, sentenció Parolin. El derecho a la autodefensa El cardenal se preguntó si todo esto significa que el derecho a la autodefensa ya no existe. “Por supuesto que no. No se puede esperar que alguien, injustamente atacado, no defienda a sus seres queridos, su casa, su patria”, esgrimió Parolin, citando el Catecismo, en particular el párrafo 2309, que dice: “El empleo de las armas no entrañe males y desórdenes más graves que el mal que se pretende eliminar. El poder de los medios modernos de destrucción obliga a una prudencia extrema en la apreciación de esta condición”. Según el cardenal, se trata de consideraciones y condiciones imprescindibles, sobre todo hoy en día, a la luz del gran cambio provocado por los “medios modernos de destrucción”. “Ya no podemos hablar de ‘guerras justas’ sin tener en cuenta que hoy, mucho más que en el pasado, las
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