Categoría: Eclesial Internacional

25
Mar

Tercera predicación de Cuaresma: Comunión con el Cuerpo y Sangre de Cristo

Vaticano.- La mañana de este viernes, 25 de marzo, tuvo lugar la Tercera predicación de Cuaresma a cargo del Predicador de la Casa Pontificia, el Cardenal Raniero Cantalamessa, centrado en esta ocasión en la “Comunión con el Cuerpo y la Sangre de Cristo”. “La Eucaristía que recibe el Obispo o el Papa es exactamente la misma que la Eucaristía que recibe el último de los bautizados. La comunión Eucarística es la proclamación sacramental de que en la Iglesia la koinonia precede y es más importante que la jerarquía”, lo dijo el Cardenal Raniero Cantalamessa, Ofm. Cap., Predicador de la Casa Pontificia, en la Tercera predicación de Cuaresma para el Papa y los miembros de la Curia Romana, la mañana de este viernes, 25 de marzo de 2022, en el Aula Pablo VI del Vaticano. En la Iglesia la koinonia precede a la jerarquía Al iniciar su reflexión, el Cardenal Cantalamessa recordó que, en esta catequesis mistagógica sobre la Eucaristía hemos llegado al tercer momento, el de la Comunión. “Dentro de la Misa, la Comunión es el momento que mejor pone de relieve la unidad fundamental de todos los miembros del Pueblo de Dios. Hasta ese momento, prevalece la distinción de los ministerios: en la liturgia de la Palabra, la distinción entre la Iglesia docente y la Iglesia discente; en la consagración, la distinción entre el sacerdocio ministerial y el sacerdocio universal. En la comunión, ninguna distinción. La Eucaristía que recibe el Obispo o el Papa es exactamente la misma que la Eucaristía que recibe el último de los bautizados. La comunión Eucarística es la proclamación sacramental de que en la Iglesia la koinonia precede y es más importante que la jerarquía. Dimensión vertical y horizontal de la Comunión Esta Tercera predicación de Cuaresma tuvo como texto de inspiración el pasaje de San Pablo a los Corintios (1 Cor 10,16-17), en el cual la palabra «cuerpo» aparece dos veces en los dos versículos, pero con un significado diferente. En el primer caso («el pan que partimos ¿no es la comunión con el cuerpo de Cristo?»), cuerpo indica el cuerpo real de Cristo, nacido de María, muerto y resucitado; en el segundo caso («somos un solo cuerpo»), el cuerpo indica el cuerpo místico, la Iglesia. No se podía decir de manera más clara y más sintética que la comunión Eucarística es siempre comunión con Dios y comunión con los hermanos; que hay en ella una dimensión, por así decirlo, vertical y una dimensión horizontal. La comunión Eucarística con Cristo Al referirse a la primera dimensión de la Comunión, es decir, a la comunión con Dios, el religioso capuchino dijo que, “quien come el cuerpo de Cristo vive «de» él, es decir, a causa de él, en virtud de la vida que proviene de él, y vive «de cara a» él, es decir, para su gloria, su amor, su Reino”. Así como Jesús vive por el Padre y para el Padre, así, al comulgar en el santo misterio de su cuerpo y de su sangre, vivimos de Jesús y para Jesús. En la Eucaristía, por lo tanto, no sólo hay comunión entre Cristo y nosotros, sino también asimilación; la comunión no es sólo la unión de dos cuerpos, de dos mentes, de dos voluntades, sino que es la asimilación del único cuerpo, de la única mente y de la voluntad de Cristo. Del dar hay que pasar, en la comunión, al recibir Para explicar este misterio de comunión con Dios, el Predicador de la Casa Pontificia usó la imagen de la boda. “El cuerpo de la novia pertenece al esposo; pero también el cuerpo del esposo pertenece a la esposa. Del dar hay que pasar inmediatamente, en la comunión, al recibir”. ¡Recibir nada menos que la santidad de Cristo! ¿Dónde se llevará a cabo concretamente en la vida del creyente ese «maravilloso intercambio» (admirabile commercium), de la que habla la liturgia, si no se lleva a cabo en el momento de la comunión? Sólo necesitamos recordar una cosa: ¡nosotros pertenecemos a Cristo por derecho, él nos pertenece por gracia! Es un descubrimiento capaz de dar alas a nuestra vida espiritual. Este es el golpe de audacia de la fe y debemos orar a Dios para que no permita que muramos antes de haberlo realizado. La Eucaristía, comunión con la Trinidad Reflexionar sobre la Eucaristía, recuerda el Cardenal Cantalamessa, es como ver abiertos de par en par frente a nosotros, a medida que avanzamos, horizontes cada vez más amplios que se abren unos a otros, que se pierden de vista. El horizonte cristológico de la comunión que hemos contemplado hasta ahora se abre a un horizonte trinitario. En otras palabras, a través de la comunión con Cristo entramos en comunión con toda la Trinidad. La razón última de esto es que Padre, Hijo y Espíritu Santo son una naturaleza divina única e inseparable, son «una sola cosa». Lo que se dice acerca del Padre también se aplica al Espíritu Santo. En el sacramento se repite cada vez (quotiescunque) lo que sucedió solo una vez (semel) en la historia. Del mismo modo, en la Eucaristía, en el momento de la consagración es el Espíritu Santo quien nos da a Jesús (¡es por la acción del Espíritu como el pan se transforma en el cuerpo de Cristo!), en el momento de la comunión es Cristo quien, al entrar en nosotros, nos da el Espíritu Santo. La comunión de uno con el otro Comentando la segunda dimensión de la comunión, la que se refiere a la comunión con el Cuerpo de Cristo que es la Iglesia, el Predicador de la Casa Pontificia afirmó que, la palabra de Cristo viene inmediatamente a nuestro encuentro: «Si, por lo tanto, presentas tu ofrenda en el altar y allí recuerdas que tu hermano tiene algo contra ti, deja tu ofrenda allí delante del altar, ve primero a reconciliarte con tu hermano, y luego vuelve a ofrecer tu don» (Mt 5,23-24). Si vas a recibir la comunión, pero has ofendido a un hermano y no te has reconciliado, albergas resentimiento, te pareces —decía

25
Mar

Día del niño por nacer: católicos defienden el derecho a la vida

Vaticano.- “La vida humana ha de ser tenida como sagrada, porque desde su inicio es fruto de la acción creadora de Dios y permanece siempre en una especial relación con el Creador, su único fin”, enseña el Catecismo de la Iglesia Católica. Este viernes 25 de marzo, Día del niño por nacer y Solemnidad de la Anunciación, en América Latina los católicos organizan diferentes iniciativas para defender el valor inalienable de la vida. Vatican News recoge algunas de ellas. El viernes 25 de marzo, Solemnidad de la Anunciación, se celebra el Día del Niño por Nacer, una fecha internacional para promover y defender la vida humana desde el momento de la concepción hasta la muerte natural. Fue instituida en Argentina a través del decreto 1406/98 que firmó el presidente Carlos Saúl Menem el 10 de diciembre de 1998. El texto recuerda que “la vida, el mayor de los dones, tiene un valor inviolable y una dignidad irrepetible” y que el derecho a la vida “no es una cuestión de ideología, ni de religión, sino una emanación de la naturaleza humana”. Posteriormente, distintas naciones latinoamericanas adhirieron a la celebración del Día del Niño por Nacer. Subraya la conveniencia del día escogido, porque “el nacimiento más celebrado en el mundo por cristianos y no cristianos es el del Niño Jesús cuyo momento de concepción coincide con dicha fecha”. Además, en esa jornada se conmemora el 27º aniversario de publicación de la encíclica Evangelium vitae, “que el Papa Juan Pablo II ha destinado a todos los hombres de buena voluntad”, se lee en el decreto. El tema que aborda dicho documento papal es el valor y la invulnerabilidad de la vida. En los últimos tiempos, diversos países de América Latina han aprobado la legalización del aborto, en un contexto marcado por la “dictadura del relativismo”, como la denunció Benedicto XVI durante su homilía en la misa Pro Eligendo Pontifice, celebrada el lunes 18 de abril de 2005. El Cardenal Ratzinger entonces señalaba: “¡Cuántos vientos de doctrina hemos conocido durante estos últimos decenios!, ¡cuántas corrientes ideológicas!, ¡cuántas modas de pensamiento!… La pequeña barca del pensamiento de muchos cristianos ha sido zarandeada a menudo por estas olas, llevada de un extremo al otro: del marxismo al liberalismo, hasta el libertinaje; del colectivismo al individualismo radical; del ateísmo a un vago misticismo religioso; del agnosticismo al sincretismo, etc. Cada día nacen nuevas sectas y se realiza lo que dice san Pablo sobre el engaño de los hombres, sobre la astucia que tiende a inducir a error (cf. Ef 4, 14). A quien tiene una fe clara, según el Credo de la Iglesia, a menudo se le aplica la etiqueta de fundamentalismo. Mientras que el relativismo, es decir, dejarse «llevar a la deriva por cualquier viento de doctrina», parece ser la única actitud adecuada en los tiempos actuales. Se va constituyendo una dictadura del relativismo que no reconoce nada como definitivo y que deja como última medida sólo el propio yo y sus antojos” Defender la vida, un don de Dios Como bien expresó el Papa Francisco, el aborto “es más que un problema, es un homicidio, quien aborta mata, sin medias palabras”. Durante el diálogo con los periodistas en el vuelo de regreso de Eslovaquia, el 15 de septiembre de 2021, el Santo Padre indicó, con meridiana claridad: “Tomen cualquier libro de embriología para estudiantes de medicina. La tercera semana después de la concepción, todos los órganos ya están ahí, incluso el ADN… Es una vida humana, esta vida humana debe ser respetada, ¡este principio es tan claro!”. “A los que no pueden entenderlo, les haría esta pregunta: ¿es correcto matar una vida humana para resolver un problema? ¿Es correcto contratar a un sicario para matar una vida humana? Científicamente es una vida humana. ¿Es correcto sacarlo para resolver un problema? Por eso la Iglesia es tan dura en este tema porque, si acepta esto, es como si aceptara el homicidio diario” Argentina: “Abrazar la Vida con ternura y misericordia” A pesar de las leyes de aborto existentes en varios países, los católicos latinoamericanos no dudan en salir a las calles para defender el derecho a la vida, realizan actividades múltiples y se movilizan a través de las redes sociales para transmitir sus mensajes provida. La Comisión Episcopal para la Vida, los Laicos y la Familia de la Conferencia Episcopal Argentina acuñó como lema para la edición 2022 la frase “Abrazar la Vida con ternura y misericordia”. En un comunicado que difundió el 16 de marzo, la entidad expresó que “hoy más que nunca la realidad exige que nos adentremos, sin miedo, en la totalidad de la existencia humana que se abre camino en distintos contextos y circunstancias, atravesando diversos desafíos, etapas y experiencias. Queremos mirar de frente toda esta realidad, ciertamente compleja, pero también queremos volver a admirar la belleza de la vida y la obra de Dios en cada corazón humano”. Auguraron que la celebración de la Anunciación y del Día del Niño por Nacer sea una ocasión para que “cada una de las Comunidades Diocesanas y Parroquiales, sumergidas en profunda oración y en torno a la Eucaristía, nos anime para fortalecer y recrear una Pastoral del Cuidado de la Vida Naciente y la Maternidad acogiendo, acompañando y abrazando a la mujer madre en su episcopado.org realidad, sea cual sea”. La Comisión publicó un Subsidio Litúrgico con propuestas para la celebración de la misa, un rosario por la vida (con orientaciones para el rezo individual o comunitario) y una propuesta para rezar por la vida en el ámbito familiar o en pequeños grupos. Por su parte, el presidente de la Comisión Episcopal para la Vida, los Laicos y la Familia, Monseñor Jorge Vázquez, celebra, a las 19 horas, una misa en la Catedral Nuestra Señora del Buen Viaje, en la Diócesis de Morón, que será precedida de un rosario por la vida, a las 18 horas. Venezuela: Semana por la Vida La Conferencia Episcopal Venezolana informó que, del 20 al 27 de marzo, la Iglesia celebra la Semana por la Vida. Es promovida por el Departamento de Familia e Infancia del

24
Mar

Orientaciones para favorecer la cultura del encuentro frente al fenómeno migratorio: «Todos somos peregrinos en esta tierra»

Vaticano.- Este 24 de marzo el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, desde su Sección Migrantes y Refugiados, publicó orientaciones pastorales para hacer crecer la cultura del encuentro y favorecer una Iglesia siempre más inclusiva frente al fenómeno migratorio. “Acoger, proteger, promover e integrar” son las actitudes fundamentales hacia los migrantes, según el Papa. “Orientaciones sobre la pastoral migratoria intercultural”: ese es el título del documento que hoy, jueves 24 de marzo, difundió la Sección Migrantes y Refugiados del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral. El texto, que cuenta con un prólogo del Papa Francisco, consta de 24 páginas, con un desarrollo de buenas prácticas, que la Iglesia ya implementa, y ponen de relieve las oportunidades interculturales vinculadas a los fenómenos migratorios actuales. En siete capítulos, el volumen analiza los desafíos que emergen del escenario migratorio contemporáneo, siempre más global y multicultural, de “reconocer y superar el miedo” al “considerar los migrantes una bendición”. Promover el encuentro, uno de los desafíos presentados en las “Orientaciones”, significa poner en práctica la comunión de la diversidad. “La presencia de migrantes y refugiados pertenecientes a otras creencias, o no creyentes, representa una nueva oportunidad misionera para nuestras comunidades cristianas, llamadas a construir puentes a través del testimonio y la caridad”, expresa el comunicado de prensa de la Sección. Allí también se recogen las declaraciones del sacerdote scalabriniano, P. Fabio Baggio, Subsecretario de la Sección Migrantes y Refugiados, para quien las nuevas Orientaciones “nacen de la experiencia de las Iglesias locales y se les devuelve con algunas iluminaciones magistrales”. En el prefacio, Francisco insiste en la llamada “al compromiso de fraternidad universal”, porque “estamos todos en la misma barca” y recuerda, como se lee en el mensaje para la Jornada 2021, que “en el encuentro con la diversidad” y en “el diálogo que puede surgir, se nos da la oportunidad de crecer como Iglesia, de enriquecernos mutuamente”. Nos dividen nacionalismos agresivos y el individualismo De acuerdo con el Papa, en los momentos de mayor crisis, como ahora por la pandemia y las guerras que estamos presenciando, los nacionalismos cerrados y agresivos (Fratelli tutti, 11) y el individualismo radical (Fratelli tutti, 105) resquebrajan o dividen el nosotros, tanto en el mundo como dentro de la Iglesia.  El precio más elevado, afirma el Santo Padre, lo pagan quienes más fácilmente pueden convertirse en los otros: los extranjeros, los migrantes, los marginados, que habitan las periferias existenciales. Francisco remarcó que estas propuestas apuntan precisamente a un nosotros cada vez más grande, referido tanto a la comunidad humana como a la Iglesia.  Una Iglesia sin distinciones Estas orientaciones, escribe el Obispo de Roma, “nos invitan a ampliar la forma en que experimentamos ser Iglesia” y «nos impulsan a ver la tragedia del desarraigo prolongado y a acoger, proteger, integrar y promover a nuestros hermanos y hermanas y a crear oportunidades para cooperar hacia la comunión». También nos invitan a “vivir un nuevo Pentecostés en nuestros barrios y parroquias, tomando conciencia de la riqueza de su espiritualidad y de sus vibrantes tradiciones litúrgicas”.  [ Se trata también de una oportunidad para vivir una Iglesia auténticamente sinodal, en camino, no asentada, nunca satisfecha, sino de una Iglesia que “no hace distinción entre autóctonos y extranjeros, entre residentes y huéspedes”, pues todos somos peregrinos en esta tierra ] “Vivir nuestra catolicidad”, un desafío Uno de los retos que plantean las Orientaciones se inscribe en una tendencia a “una uniformidad prefabricada” y a una “retórica nacionalista”, que está presente en algunas comunidades locales y es incompatible con el verdadero significado de la Iglesia, que es por naturaleza universal, al estar integrada por personas de diferentes idiomas y tradiciones. Este comportamiento, se lee en el texto, genera divisiones y pone en peligro los esfuerzos llevados a cabo para promover “una auténtica expresión de la comunión universal de la Iglesia”. Por tanto, la Iglesia, sostiene el texto, está llamada a concebir la multiplicidad de sus miembros como una riqueza que hay que apreciar y una oportunidad que se le brinda para ser cada vez más “católica” y también como un don que hay que celebrar “con liturgias dinámicas y respetuosas de las diferentes tradiciones culturales”, afirman. El documento propone acciones como: aprender de las diferentes tradiciones; promover la apreciación intercultural a través de una “comunicación creativa”, garantizar la presencia de espacios adecuados para la celebración de la liturgia o invitar a los fieles a asistir a diferentes celebraciones para apreciar la riqueza de la espiritualidad y tradiciones católicas. También se ruega a las Conferencias Episcopales que, ante el gran número de migrantes y peregrinos que existen en la actualidad, encomienden a un sacerdote en calidad de delegado o a una Comisión especial establecida para promover una pastoral específica dirigida a los fieles de diferentes grupos étnicos, que, a su vez, se dedique al estudio y la dirección de todo lo relacionado con su asistencia espiritual. Prensa CEVNota de prensa de Vatican News24 de marzo de 2022

24
Mar

San Óscar Romero, pastor del diálogo y de la no violencia

Vaticano.- Hace 42 años, el lunes 24 de marzo de 1980, al final de la tarde, el entonces arzobispo de San Salvador, Monseñor Oscar Arnulfo Romero, celebraba la Eucaristía en la capilla del hospital Divina Providencia, un hospital de enfermos terminales de cáncer. Un disparo al corazón, ejecutado por un sicario, acabó con su vida. La cercanía a la gente, a los pobres, a los campesinos, a los trabajadores, es una constante que encontramos en la vida de Monseñor Romero. Su trabajo en San Miguel, Santiago de María y finalmente en San Salvador da testimonio de ello. La miseria en que vivían las grandes mayorías, la difícil situación social y los reclamos por una mayor justicia y bienestar impactaron en la fe profunda de Romero y en la lectura que él hace de la Palabra de Dios, de manera que fe en Dios y la vida de las personas se volvieron elementos inseparables de su predicación y acción pastoral. El asesinato del padre Rutilio Grande S.J. y el de otros muchos sacerdotes y religiosas, puso en evidencia hasta donde eran capaces de llegar los poderes económicos, políticos y militares de El Salvador quienes buscaban preservar sus privilegios. Romero fue consciente de ello. La conversión, un llamado a ser hermanos La invitación a la conversión es una de las columnas fundamentales de la acción pastoral de Romero. Recordamos la homilía del 23 de septiembre de 1979, cuando llama a la conversión a los ricos: “Despójense a tiempo. Todavía pueden compartir como hermanos. Si no lo hacen ahora, después los despojarán a la fuerza”. De esta manera,cuestiona la absolutización de la riqueza y de la propiedad privada y llama a un cambio de vida. San Óscar Romero en el discurso en la Universidad de Lovaina, cuando recibió el doctorado honoris causa afirmó: “Pecado es aquello que dio muerte al Hijo de Dios, y pecado sigue siendo aquello que da muerte a los hijos de Dios”. De esta manera define lo que es el pecado y sus implicaciones en la sociedad humana, de manera que la conversión trae como consecuencia la vida de los seres humanos y no su muerte. Los sueños de Monseñor Romero La Palabra de Dios es una invitación a la conversión que trae como fruto primero, la hermandad, así lo define Romero en su homilía del 27 de enero de 1980: “¡Qué otra cosa quiere la palabra de Dios, en este ambiente salvadoreño, sino la conversión de todos para que nos sintamos hermanos!” Esta conclusión, el hecho de experimentar que somos hermanos es central en la construcción de unas estructuras y relaciones sociales según la Palabra de Dios. Esto nos lleva a pensar y organizar la sociedad con otros valores, donde la vida y el bienestar de todos sean elementos decisivos. San Óscar Romero creyó profundamente en una sociedad plural, así lo testimonia en su homilía del 29 de mayo de 1977: “Unidad quiere decir pluralidad, pero respeto al pensamiento de los otros, crear una unidad que es mucho más rica que mi solo pensamiento”. La búsqueda de la equidad es otro elemento central en el sueño de Romero, por eso el 16 de diciembre de 1979 afirmó: “No hay hombres de dos categorías. No hay unos que han nacido para tenerlo todo y dejar sin nada a los demás; y una mayoría que no tiene nada y que no puede disfrutar de la felicidad que Dios ha creado para todos. Esta es la sociedad cristiana que Dios quiere: en que compartamos el bien que Dios ha dado para todos”. Finalmente, ante la creciente efervescencia social que parecía encontrar en el enfrentamiento armado la solución de todos los problemas, monseñor Romero declaró el 10 de febrero de 1980: Creemos firmemente en la paz y, por eso voy a terminar por donde comenzamos. Dios nos llama a construir con él nuestra historia. Y la construcción de Dios no quiere ser sobre sangre y dolor; quiere ser una construcción de hijos de Dios que hagan valer la característica más propia del hombre: la razón y la libertad iluminada por la bondad.” Ante las guerras que vivimos en Europa, África y otras partes del mundo, las palabras de Romero resuenan siempre actuales. La violencia de las armas no trae ningún bienestar a los seres humanos. El Papa Francisco durante el Ángelus del pasado 23 de marzo de este año declaró: “Pidamos al Señor de la vida que nos libre de esta muerte de guerra. Con la guerra se pierde todo. En una guerra no hay victoria: todo está derrotado. Que el Señor envíe su Espíritu para hacernos comprender que la guerra es una derrota para la humanidad, para hacernos comprender que la guerra debe ser derrotada”. Celebran a San Óscar Romero en la ciudad de Milán La comunidad de salvadoreños residentes en Milán celebrarán a San Romero de América. Para Rosy Figueroa se trata de “mantener vivo el legado que nos dejó monseñor Romero y seguir con las enseñanzas como por ejemplo, la opción por los pobres y la justicia”. Uno de los desafíos que Rosy Figueroa identifica para los salvadoreños que han migrado a Italia es el dar a conocer y profundizar en la figura del santo salvadoreño. Para ello han involucrado a los jóvenes, quienes realizarán un Vía Crucis Romeriano el próximo domingo por la mañana en el centro Schuster de Milán. El joven Pier López, miembro de la comunidad cristiana declaró que, para él, “monseñor Romero fue un santo que luchó por la unidad en El Salvador. Para él no había diferencia entre ricos y pobres y lo que más me ha impactado es que dio la vida por su país”. Prensa CEVNota de prensa de Vatican News24 de marzo de 2022

22
Mar

Praedicate Evangelium: Cada cristiano es un discípulo misionero

Vaticano.- La Sala de Prensa de la Santa Sede organizó, este lunes 21 de marzo, una conferencia de presentación de la Constitución Apostólica Praedicate Evangelium sobre la Curia Romana y su servicio a la Iglesia en el mundo, promulgada el 19 de marzo por el Papa Francisco. El proceso de redacción del documento, la sinodalidad y el rol de los laicos en posiciones de gobierno estuvieron al centro de las reflexiones. En la mañana de este lunes 21 de marzo, en la Sala de Prensa de la Santa Sede tuvo lugar la conferencia de presentación de la Constitución Apostólica Praedicate Evangelium sobre la Curia Romana y su servicio a la Iglesia en el mundo. Este texto fue promulgado por el Papa Francisco el sábado 19 de marzo, en la Solemnidad de San José, Patrono de la Iglesia universal. Con la entrada en vigor del susodicho documento, que será el 5 de junio (Solemnidad de Pentecostés), queda totalmente abrogada y sustituida la Constitución Apostólica Pastor Bonus y se completa así la reforma de la Curia Romana. El primer expositor fue el Cardenal Marcello Semeraro, Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos. El purpurado detalló los contextos históricos en que se promulgaron los antecedentes de esta Constitución Apostólica y profundizó en la naturaleza de la Curia Romana. En este sentido, enfatizó que el Concilio Vaticano II recuerda que la Curia es una realidad de servicio, un instrumento que colabora y ayuda al Papa en el gobierno de toda la Iglesia. “Escribe el Concilio que, ‘en el ejercicio de su suprema, plena e inmediata potestad sobre toda la Iglesia, el romano Pontífice se vale de los dicasterios de la Curia Romana” (Christus Dominus, 9). “Se trata de un principio fundamental”, aclaró Semeraro. El Prefecto añadió que, en consecuencia, los diversos dicasterios «realizan su trabajo en su nombre y en su autoridad (nomine et auctoritate illius), en beneficio de las Iglesias y al servicio de los sagrados pastores (in bonum Ecclesiarum et in servitium Sacrorum Pastorum)». Semeraro también recapituló los doce criterios guía de la reforma que fueron explicados por el Papa, entre otras ocasiones, el 22 de diciembre de 2016: individualidad, pastoralidad, misionariedad, racionalidad, funcionalidad, modernidad, sobriedad, subsidiariedad, sinodalidad, catolicidad, profesionalismo, gradualidad, y se detuvo en algunos. El segundo ponente, Mons. Marco Mellino, Secretario del Consejo de Cardenales, articuló su alocución en seis puntos: elaboración del texto, la Constitución como la “pieza” que concluye la reforma de la Curia, el título de Praedicate Evangelium como indicador de una perspectiva, el rol de servicio de la Curia, la sinodalidad y la corresponsabilidad en la comunión. Para entender el camino hasta este documento, Mellino tomó como punto de partida una frase del Papa Francisco en la exhortación apostólica Evangelii gaudium: “También el papado y las estructuras centrales de la Iglesia universal necesitan escuchar el llamado a una conversión pastoral”. Secundando este espíritu, dijo Mellino, también en fuerza del mandato y de las precisas indicaciones que las Congregaciones generales celebradas en los días anteriores al Cónclave habían puntualizado para el nuevo Pontífice que sería elegido, el Santo Padre, en estos años, asistido por el Consejo de Cardenales, discutió y reflexionó largamente en los últimos años, con la intención de proponer una revisión a la Pastor Bonus. Además, el Papa ha escuchado las observaciones, opiniones, sugerencias y peticiones de los responsables de los dicasterios de la Curia Romana, reuniéndose con ellos personalmente en las sesiones del Consejo de Cardenales, pero también celebrando reuniones interdicasteriales y un Consistorio de Cardenales (12 y 13 de febrero de 2015). También ha tenido en cuenta las opiniones y sugerencias de los episcopados locales y otros. De este modo, junto con el Consejo de Cardenales, ha madurado una visión de conjunto que ha ido tomando forma en un proyecto de reforma del que el texto promulgado es el resultado. Es el resultado de un proceso de elaboración en el que se han dado una serie de pasos en línea con el principio de que «una Iglesia sinodal es una Iglesia que escucha». Casi cinco años después del inicio de los trabajos (28 de septiembre de 2013), las diversas consideraciones maduradas en las reflexiones y discusiones abordadas en las sesiones del Consejo de Cardenales condujeron a la redacción de un primer borrador (fechado entre septiembre y diciembre de 2018), que en la redacción de sus diversas partes, además de la elección de la continuidad ideal con la Constitución Apostólica Pastor Bonus, contenía los criterios y principios rectores de la nueva estructura constitucional. Este texto fue cuidadosamente revisado y discutido en las sesiones de febrero y abril de 2019 del Consejo de Cardenales, y luego sometido a consulta de todos los Superiores de los Dicasterios e Institutos de la Curia Romana y de las Instituciones relacionadas con la Santa Sede. También se envió a todas las Conferencias Episcopales, Patriarcados e Iglesias Mayores Arzobispales; a las Representaciones Pontificias; a todas las Universidades Pontificias presentes en Roma y a algunas de las de los distintos continentes indicadas personalmente por el Santo Padre; a algunas Agencias de Información elegidas por áreas continentales y lingüísticas. Recogidas todas las observaciones y propuestas recibidas de esta consulta, el Santo Padre y el Consejo de Cardenales, en las sesiones de junio y septiembre de 2019, examinaron, discutieron y votaron cada una de las enmiendas, llegando así a la redacción de un texto que, en octubre de 2019, se sometió de nuevo a la consulta de algunos de los Jefes de Dicasterio de la Curia Romana y en enero de 2020 se envió a los Cardenales residentes en Urbe para que dieran su opinión junto con las posibles sugerencias. Todas las enmiendas recibidas de esta segunda consulta se sometieron de nuevo a examen, debate y votación, en parte en la sesión del Consejo de Cardenales celebrada en febrero de 2020, y las restantes, que no pudieron tener lugar en las sesiones programadas debido a la pandemia, se examinaron por vía electrónica. El resultado de sus trabajos fue un proyecto de texto, fechado el 8 de junio de

22
Mar

Encuentro Eclesial virtual de América Latina y el Caribe: recuperar lo vivido y avanzar en el camino del Sínodo

Bogotá. El próximo 30 de marzo, el Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam), en una tentativa de retomar el proceso de la Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe ha convocado el primer “Encuentro Eclesial virtual de América Latina y el Caribe”. Se quiere establecer un puente entre los 41 desafíos de la Asamblea Eclesial y el Sínodo sobre la Sinodalidad. Aprender de Aparecida Según el padre David Jasso, “somos una Iglesia en camino, de discípulos y misioneros de Jesús, quien se hizo llamar ‘el Camino’”. Para el Secretario General Adjunto del Celam, “la Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe fue un paso en este itinerario pastoral al que nos llamó el Papa, pues todavía hay mucho que aprender de Aparecida como acontecimiento eclesial”. En ese sentido, el presbítero mexicano destaca que “fruto del discernimiento comunitario de la Asamblea Eclesial tenemos desafíos pastorales que buscamos atender, acompañando a las personas, familias y comunidades del Continente”. Para ello, “este Encuentro Eclesial nos dará la oportunidad de modo virtual de coincidir recuperando la experiencia de la Asamblea Eclesial y aquello más significativo para cada uno”, reitera el padre Jasso, que hace ver no se puede “dejar de lado la ocasión para mirar animarnos en el proceso sinodal que estamos viviendo juntos”. Semilla de transformación Para la Hna. Daniela Cannavina, la Asamblea Eclesial es un “signo de alinearnos con el camino sinodal de la Iglesia Universal, que llegó a su momento cumbre cuando en noviembre pasado, vivimos dicho evento como un Kairós para la vida de nuestro continente”. Para la Secretaria General de la Confederación Latinoamericana y Caribeña de Religiosas y Religiosos (CLAR), “esta Asamblea, llamada ‘desborde del Espíritu’, suscitó un acontecimiento inédito que, si bien contiene en sus entrañas algo nuevo que aún no vislumbramos acabadamente, es semilla de transformación. Por eso esta Asamblea se convirtió para muchos en una tierra de promisión, de la que se espera frutos de conversión”. Según la religiosa, “este acontecimiento no emergió de manera espontánea, el camino se fue construyendo in crescendo con muchas expectativas y tensión hacia una novedad que comenzaba a despuntar”. Después de cuatro meses, “seguimos expectantes por lo que acontecerá como proyección”, afirma. Y ahora, ¿cómo sigue todo esto? En ese sentido, recogiendo voces que le han llegado en este tiempo, afirma que “muchos creen que, con la celebración de la Asamblea y los 12 desafíos pastorales prioritarios, ya llegamos a término”, a lo que se une para otros que “se cerró la página del Discernimiento para el Camino, y se abrió el Vademecum para el Sínodo de la Sinodalidad”. También se refiere a quienes sienten un vacío proyectivo y se preguntas “y ahora, ¿cómo sigue todo esto?”, y a quienes “no se enteraron aún que tenemos por delante 41 desafíos por abrazar, y temen que los 12 desafíos prioritarios dejen en el recuerdo a aquellos más relevantes que tocan aspectos medulares en orden a la misión, a la transformación de estructuras, modos de proceder, métodos de discernimiento y estilos de vida”. También recoge las voces de quienes “cuestionaron la poca participación en la Asamblea de voces laicales o representantes de los márgenes”, lo que desafía a la Iglesia a “atrevernos a incorporar social y eclesialmente otras voces y saberes, otras perspectivas e interpretaciones, evitando el temor a lo diverso”. Traducir la escucha en una conversión eclesial También reflexiona sobre los pasos en vista de la operatividad de la Asamblea en las instituciones, algo que es dificultado por el desconocimiento del proceso, la poca participación de los obispos antes y durante, lo que debe dificultar la animación de lo que viene. También recoge las preguntas de quienes cuestionan si se traduce la escucha en un cambio, en una transformación, en una conversión eclesial, como también de quienes buscan qué hacer con lo discernido comunitariamente. También hay quienes esperaban una mayor difusión de las conclusiones, evitando “seguir quedando en el mismo punto clerical de partida”. Pero al mismo tiempo “se valora grandemente el esfuerzo, la apuesta eclesial, la iniciativa de una experiencia sinodal que deja su impronta y vuelve a hacer visible la rica tradición que acompaña a la Iglesia Latinoamericana, y que ha marcado la identidad de la Iglesia en el Continente desde los primeros tiempos de la Evangelización”. Apuntalar la incidencia Finalmente, ante quienes aguardan resultados, un Documento final a ejemplo de las Conferencias Generales, la Hna. Daniela destaca la urgencia de “ayudar a apuntalar la incidencia en la pastoral, las interpelaciones emergentes ante lo compartido, discernido y reflexionado como Pueblo de Dios, así como los desafíos a responder en esta hora histórica”. Frente al encuentro del día 30, Mons. Jorge Eduardo Lozano, afirma que “la experiencia de la Asamblea Eclesial que estamos viviendo, que ha tenido varias fases, una de las más conocidas o importantes del 21 al 28 de noviembre, y los desafíos que allí se elaboraron, son un campo sembrado más que propicio para esta experiencia de Iglesia sinodal”. Sin olvidar que se trata de “una experiencia sinodal en un camino sinodal que está llevando adelante la Iglesia universal”, según el Secretario General del Celam. Prensa CEVNota de prensa CELAM22 de marzo de 2022

22
Mar

Cardenal Parolin: «La guerra es un estrago, si hay voluntad la paz es posible»

En el marco de la inauguración del nuevo Centro Bambino Gesù de Passoscuro, Roma, el cardenal secretario de Estado del Vaticano volvió a hablar sobre la urgencia de negociar el conflicto en Ucrania el cual define como un «estrago». Vaticano. El cardenal secretario de Estado del Vaticano habló nuevamente sobre la urgente necesidad de negociar el conflicto en Ucrania, reiterando la voluntad de la Santa Sede de contribuir a la mediación. El purpurado respondió las preguntas de los periodistas en el marco de la inauguración del nuevo centro infantil para cuidados paliativos «Bambino Gesù» de Passoscuro, Roma, en el que también se encuentran niños ucranianos. Durante esta visita, Parolin expresó la profunda consternación que le ha causado ver la condición de enfermos y refugiados que viven estos pequeños: «Estos niños ucranianos que también están aquí, nos han mostrado algunas fotografías, y la situación de la guerra es algo realmente inaceptable… Debido a «sueños» de no sé qué tipo, las consecuencias luego las pagan las personas y los más débiles, los más vulnerables». Al hablar de «sueños», el cardenal hace referencia a las ambiciones que durante 27 días han desatado un infierno en Europa del Este, y que el Secretario de Estado califica de «estrago». «Creo que todos estamos perdidos ante lo que ha ocurrido y sigue ocurriendo, sin saber lo que nos depara el futuro, esperando lograr que se ponga fin a este estrago y que consigamos, en primer lugar, detener la guerra y, después, iniciar negociaciones que puedan conducir a una solución», declaró. La «buena voluntad» de la paz Asimismo, el Papa Francisco ha repetido sin cesar que la Santa Sede está dispuesta a hacer todo lo posible para detener la guerra y el cardenal Parolin también lo reafirma, subrayando que se necesitan intenciones reales para un avance: «Siempre existe la posibilidad de encontrar una solución, una solución que sea honorable para todos, basta con tener la buena voluntad de hacerlo. Creo que en este caso se necesita mucha buena voluntad. La alternativa es la guerra, la alternativa es la violencia, la alternativa es la muerte. Insistimos en que debe haber negociaciones, y estamos dispuestos a hacerlo en la medida en que las partes crean que también pueden aprovechar nuestra colaboración para ayudar a poner fin a esta guerra». Prensa CEVNota de Vatican News22 de marzo de 2022

21
Mar

Carta a los sacerdotes con ocasión del Sínodo: que la Iglesia sea una casa acogedora

Vaticano.- El Secretario General del Sínodo de los Obispos y el Prefecto de la Congregación para el Clero escriben a todos los sacerdotes del mundo exhortándoles a continuar sin miedo el camino de la escucha del Pueblo de Dios, arraigados en la Palabra y superando el riesgo de la autorreferencialidad, el inmovilismo y el intelectualismo Una casa acogedora, de puertas abiertas, habitada por el Señor y animada por relaciones fraternas: este es el verdadero rostro de la Iglesia que el Papa se propone mostrar a través del proceso sinodal. Así lo han recordado el secretario general del Sínodo de los Obispos, el cardenal Mario Grech, y el prefecto de la Congregación para el Clero, monseñor Lazarus You Heung sik, en una carta dirigida a todos los sacerdotes del mundo. Evitar el formalismo, el intelectualismo y el inmovilismo El texto reitera la urgencia de la fraternidad en el mundo, que anhela sin quererlo el encuentro con Jesús. La escucha del Espíritu, junto con todo el Pueblo de Dios, es el método para «renovar nuestra fe y encontrar nuevas formas y lenguajes para compartir el Evangelio». Pone de manifiesto -como ya ha hecho Francisco- los riesgos del “formalismo, que reduce el Sínodo a un eslogan vacío, el intelectualismo, que hace del Sínodo una reflexión teórica sobre los problemas, y el inmovilismo, que nos aferra a la seguridad de nuestros hábitos para que nada cambie – es importante abrir el corazón y escuchar lo que el Espíritu sugiere a las Iglesias».  Corresponsabilidad en la evangelización Seguros de la riqueza de las experiencias de sinodalidad vividas en esta fase diocesana, Grech y You Heung invitan a los sacerdotes a no considerar el camino sinodal como una carga más de trabajo pastoral, una cosa más que hacer, sino que los animan a utilizar esa mirada contemplativa que se complace en observar los brotes que ya están surgiendo espontánea e informalmente. El otro temor que hay que disipar – advierten los autores de la carta – se refiere al papel del liderazgo y a la identidad específica de los ministros ordenados. Qué será de ellos, cabe preguntarse. Aquí se invita a «descubrir cada vez más la igualdad fundamental de todos los bautizados y de estimular a todos los fieles a participar activamente en el camino y la misión de la Iglesia». En definitiva, la palabra clave es la corresponsabilidad en la evangelización.  Escucha mutua para la aceptación mutua Enraizar la Palabra de Dios en la vida es esencial, de lo contrario se corre el riesgo de caminar en la oscuridad y que las reflexiones se conviertan en ideología. La escucha del otro debe conducir a la aceptación mutua: esto es lo que se subraya de nuevo en el texto, que también advierte del riesgo de la autorreferencialidad. En esencia, es necesario sentirse como una sola familia, empezando por los propios sacerdotes. «Cuidar que el viaje no nos lleve a la introspección, sino que nos estimule a salir al encuentro de todos», destaca otro pasaje en el que se citan la Evangelii gaudium y Fratelli tutti, así como aquel conocido sueño de la Iglesia en salida, con el fuego de la caridad y la brújula de la Palabra.  Prensa CEVNota de prensa de Vatican News21 de marzo de 2022

18
Mar

Guerra en Ucrania. Cardenal Tagle: ningún arma puede matar la esperanza

Entrevista con el Presidente de Caritas Internationalis sobre el conflicto en Ucrania, la gran prueba de solidaridad de Europa y los testimonios de humanidad que dan esperanza incluso en un tiempo marcado por el sufrimiento y el dolor. Vaticano. Bajo las bombas, pero trabajando sin parar. Así es como los trabajadores de Cáritas están llevando ayuda a los necesitados en Ucrania, devastada por la agresión militar rusa. A pesar de las dificultades sobre el terreno, Cáritas Ucrania y Cáritas-Spes Ucrania siguen atendiendo a la población. Desde el comienzo del conflicto, se ha prestado asistencia a más de 160.000 personas. Estos van desde la distribución de alimentos hasta la provisión de refugio, pero también la asistencia psicológica. Todas las organizaciones de Cáritas en Europa, y en particular en aquellos países -como Polonia, Rumanía, Moldavia, Hungría y Eslovaquia- que han recibido el mayor número de refugiados que huyen de la guerra, también han realizado esfuerzos extraordinarios. Pedimos al Presidente de Caritas Internationalis y Prefecto de «Propaganda Fide», Luis Antonio Tagle, que se detenga en este compromiso en un mundo que, apretujado entre pandemias y conflictos, tiene dificultades para mirar al futuro con confianza. Cardenal Tagle, desde hace dos años la humanidad se enfrenta a la pandemia del Covid-19. Ahora la guerra en Ucrania, desatada por Rusia con el temor -de muchos- de un nuevo conflicto mundial. ¿Dónde podemos encontrar la esperanza ante un tiempo que parece tan angustioso? Como cristianos debemos confiar en que la esperanza está siempre en Dios. En este tiempo de Cuaresma, la Iglesia -a través de las lecturas- nos invita a renovar nuestra esperanza en Jesucristo. Y esta esperanza significa el triunfo del amor, de la misericordia. Ahora estamos viendo concretamente los signos de esta esperanza. Ninguna pistola puede matar la esperanza, la bondad del espíritu en una persona humana. Hay muchos testimonios al respecto. La esperanza en Jesucristo y en su resurrección es verdadera y puede verse en el testimonio de tantas personas. En el Ángelus del domingo pasado, el Papa Francisco habló de «una agresión militar inaceptable». El 6 de marzo dijo que esto «es una guerra», no «una operación militar especial». Como filipino, y por tanto no europeo, ¿qué emociones siente ante una guerra en el corazón de Europa? En primer lugar, la tristeza. Me siento triste viendo las fotos, escuchando las noticias y estando cerca de este lugar donde hay guerra. Me siento triste y también un poco confundido, ¡porque la humanidad no ha aprendido las lecciones de la historia! Después de tanta guerra y destrucción, ¡seguimos siendo tan duros de corazón! Cuando escucho las historias de mis padres, que vivieron la Segunda Guerra Mundial, no puedo imaginarme, ¡ni siquiera imaginarme! – la pobreza, el sufrimiento que soportaron. Esa generación todavía lleva las heridas de la guerra en su cuerpo y todavía tiene un estado de ánimo herido. ¿Cuándo, cuándo aprenderemos? Estos son mis sentimientos. Esperamos realmente aprender de las lecciones de la historia. Caritas Internationalis nació hace 70 años para hacer frente a las necesidades humanitarias surgidas de la Segunda Guerra Mundial. En la actualidad, ¿cuál es el mayor reto de la red Cáritas en relación con el conflicto de Ucrania? Me parece que el mayor reto de la red, de la familia Cáritas, está inscrito en su misión. La misión es siempre recordar al mundo que todo conflicto, toda catástrofe tiene un rostro humano. La respuesta de Cáritas es siempre humanitaria. Por ejemplo, el conflicto de Ucrania y otros países del mundo suelen presentarse como conflictos políticos y militares, ¡pero se olvidan de las personas! Con nuestra misión, Cáritas recuerda al mundo que la guerra no es una cuestión militar o política, sino ante todo una cuestión humana. El pueblo ucraniano está dando un increíble testimonio de valentía, mientras que los países vecinos -en particular Polonia y Rumanía- están ofreciendo un testimonio de solidaridad excepcional. ¿Qué lección podemos aprender nosotros, que estamos «cerca» pero todavía lejos de esta guerra en Ucrania? Debemos agradecer el testimonio de las personas de Ucrania y de otros países vecinos, y también de los más lejanos, que están enviando ayuda y ofreciendo asistencia. La lección para mí es ésta: en el desierto de la violencia, la persona humana tiene la capacidad de ser buena. La lección para mí es que incluso en una situación mala como la guerra, puede surgir una humanidad mejor. Pero hay un reto: la formación del corazón, de la mente. ¿Cómo empiezan los conflictos? En el corazón, en las decisiones de las personas. La lección está en la forma en que las familias forman a sus hijos en los valores del respeto a los demás, de la escucha, de la compasión, de la elección de un camino de justicia, del diálogo en lugar de la venganza, de la violencia. ¿Hay alguna historia, alguna imagen de esta guerra -estamos conociendo y viendo tantas- que le haya impactado de manera particular, que represente de alguna manera el dolor, pero también la fuerza, la bondad de la gente? Es difícil elegir, pero quizás como cristiano y obispo, las imágenes que más me han impactado son las de personas rezando. Esta fe de las madres arrodilladas ante el Sacramento. La oración, la red de oración que une a la humanidad, es para mí un signo de esperanza a pesar de la guerra. El Señor está con nosotros. El Señor ama a su familia. Prensa CEVNota de Vatican News18 de marzo de 2022

18
Mar

Vaticano: XXXII Curso sobre el Foro Interno y el sacramento de la Reconciliación

Tal como explican sus organizadores, el curso que comenzará el 21 de marzo abordará cuestiones morales y canónicas, a la vez que ofrecerá una amplia actualización sobre la correcta administración del sacramento de la Reconciliación; así como las funciones y competencias específicas del Tribunal de la Misericordia, la Penitenciaría Apostólica. Vaticano. Ya está todo listo para el Curso sobre el Foro Interno, que este año realiza su XXXII edición y que comenzará el lunes 21 de marzo en el Palacio de la Cancillería del Vaticano. Se trata de un evento anual organizado y promovido por la Penitenciaría Apostólica, que desea ofrecer a los nuevos sacerdotes y a los candidatos a las órdenes sagradas una oportunidad para reflexionar y profundizar en la formación del sacramento de la Penitencia, también llamado el sacramento de la Reconciliación.Tal como explican sus organizadores en un comunicado, el curso tendrá una asistencia excepcional (un total de 800 participantes, de los cuales 250 serán presenciales y 550 a través de conexión a distancia, en cumplimiento de la normativa sanitaria vigente). Entre los contenidos que se abordarán destacan cuestiones morales y canónicas, al tiempo que se ofrecerá una amplia actualización sobre la disciplina penitencial, la correcta administración del sacramento de la Penitencia; así como las funciones y competencias específicas del Tribunal de la Misericordia, la Penitenciaría Apostólica.  En particular, se tratarán situaciones de delicadeza relevante y actual que afectan al ministerio penitencial y la resolución de casos complejos que se sometan al discernimiento y a la misericordia de la Iglesia. Intervendrán el Cardenal Mayor Penitenciario, Mauro Piacenza; el Regente del Dicasterio, Mons. Krzysztof Nykiel; el P. Ján Ďačok S.J. y Mons. Giacomo Incitti, Prelado Teólogo y Prelado Canonista respectivamente de la Penitenciaría; el P. Luca Ferrari, Misionero de la Misericordia; Mons. Giuseppe Tonello, el P. Paolo Benanti TOR y el P. Marco Panero SDB, Prelados Consejeros de la Penitenciaría. También intervendrán el profesor Francesco Borghini, psiquiatra y psicoterapeuta; el padre Emilio González Magaña S.J., profesor de la Pontificia Universidad Gregoriana; y monseñor Alessandro Saraco, profesor del Instituto Teológico Calabrés. Cada conferencia irá seguida de un debate, durante el cual se propondrán cuestiones de aclaración y resolución de dudas a casos complejos y delicados. Los participantes en el curso serán recibidos en audiencia por el Santo Padre Francisco el viernes 25 de marzo a las 12 horas.  El Curso concluirá, como ya es habitual, con la Celebración Penitencial presidida por el Santo Padre en la Basílica Vaticana a las 17 horas.  Para la ocasión, estarán disponibles 80 sacerdotes puestos a disposición por la Penitenciaría Apostólica para escuchar las confesiones de los fieles, la mayoría de los cuales son los Penitenciarios de las Basílicas Papales de Roma, el mismo Cardenal Penitenciario Mayor, el Regente y los sacerdotes oficiales del Dicasterio. Durante la celebración, el Papa Francisco escuchará las confesiones de los fieles y consagrará solemnemente a Rusia y Ucrania al Inmaculado Corazón de María. Prensa CEVNota de Vatican News18 de marzo de 2022