Categoría: Eclesial Internacional

05
May

Fieles de diferentes religiones se unen en oración el 14 de mayo por el fin de la pandemia

Caracas.- A través de un mensaje titulado «Oración por la Humanidad», el sábado 02 de mayo, el Alto Comité de Fraternidad Humana propuso una Jornada de Oración Mundial a llevarse a cabo el próximo 14 de mayo, por el fin de la pandemia y la recuperación de la salud, el bienestar, la estabilidad y la seguridad de la humanidad. Dirigido a los creyentes y a toda la humanidad, ante un «peligro inminente», debido a la rápida propagación del COVID-19, en su mensaje resaltan que, sin dejar de reconocer la gran labor de la medicina y la investigación científica, en medio de la situación no hay que olvidar acudir a Dios creador. «Invitamos a todas las personas, en todo el mundo, a recurrir a Él a través de la oración, la súplica y las obras del bien, cada individuo en su lugar y de acuerdo con su religión, creencia o doctrina, para que Dios elimine esta pandemia, nos ayude a salir de esta aflicción», expresa el mensaje. Piden a todos los líderes religiosos a sumarse a esta iniciativa, y «acudir al Todopoderoso con una sola voz para preservar a la humanidad (…) para hacer nuestro mundo, después de la finalización de esta pandemia, más humano y fraterno que nunca». Papa Francisco y la Oración por la Humanidad El Papa Francisco acogió esta propuesta del Alto Comité de Fraternidad Humana, y culminado el Regina Coeli que se reza cada domingo pascual, el Papa Francisco hizo un llamamiento a ser partícipes de la Oración por la Humanidad, invitando a unirse espiritualmente el 14 de mayo en un día de oración y ayuno. Prensa CEV05 de mayo de 2020

05
May

Jefas de hogar en América Latina: millones en riesgo pobreza a causa de la pandemia

Vaticano.- Cuando la mujer tiene que hacerse cargo de una familia, el trabajo es esencial. Según la Cepal, en América Latina el 5% de la población económicamente activa podría perder sus ingresos a causa de la pandemia. Esto implicaría que 107 millones de mujeres en la región se encontrarían en situación de pobreza: y con muchas de ellas, sus familias. En el marco de la pandemia que estamos viviendo a causa de la difusión del Covid-19 abordamos el del trabajo de las mujeres jefas de hogar en América Latina. La pregunta que nos ponemos es: ¿cuál es la situación laboral de las mujeres en América Latina en este tiempo particular, en la circunstancia de tener que criar a un hijo o mantener una familia y ante la falta de una paternidad responsable?   El procurar vida está, sin lugar a dudas, ínsito en el corazón de las mujeres latinoamericanas. Pero hay circunstancias que ponen en riesgo esa prioridad, debido a la condición de vulnerabilidad que afrontan muchas de ellas: no siempre el varón se compromete con la mujer haciéndose responsable de los hijos. En su compromiso de procurar vida sin la presencia del padre, las “jefas de hogar” se encuentran en el desafío de buscar el sustento, pero las circunstancias laborales muchas veces no son justas para ellas: ante sus necesidades enfrentan abusos en horarios y salarios mal remunerados. En América Latina en general, no faltaría legislación en el proceso de acompañamiento a las madres en este proceso de procurar vida. Según conocedores del tema, faltaría “vigilar” sobre esa legislación, es decir, llevarla a la práctica, de modo que el derecho a la vida no esté condicionado por el deber del trabajo. Seguramente nos necesitamos unos a otros para acompañar ese proceso de defensa de la vida, lo que lleva a un compromiso particular de la Iglesia. Una visión de la situación de las mujeres jefas de hogar la ofrece Mariano Yarza, Secretario Ejecutivo de la Dimensión Pastoral del trabajo de la Comisión Episcopal para Pastoral Social en México. Un 5% de la población activa podría perder sus ingresos La Cepal nos habla de que el 5% de la población económicamente activa podría perder sus ingresos y que la pobreza podría aumentar en 3.5%. Esto implicaría en América Latina que 107 millones de mujeres en la región se encontrarían en situación de pobreza. Según la Cepal, en América Latina la tasa de participación laboral de las mujeres ronda el 50%, el 30% menos que en el caso de los hombres en edad productiva. Según la organización Internacional del trabajo, en América Latina las mujeres perciben 17% menos ingresos que los hombres en las mismas condiciones de educación, edad, número de hijos. Así, encontramos que la situación de las mujeres que tienen hijos o familiares a los que deben cuidar, complejiza su capacidad y su acceso al mundo laboral de manera formal, y por lo tanto esto hace que renuncien a derechos sociales que este conlleva, como la salud, la vivienda, el seguro desempleo u otras prestaciones que el estado pudiese otorgar. Esto es combatido por las mujeres, tal como lo señala la fundación BBVA, a través del emprendimiento, que es, en muchos casos, la manera de “sortear” la falta de oportunidades laborales, ya que la única opción de empleo es el “autoempleo”, que en su mayor parte es de carácter informal. El compromiso de la mujer en el trabajo Según la ONU, en América Latina el autoempleo de las mujeres representa el 60% del empleo para este sector: uno de los mayores porcentajes frente a otras regiones del mundo. Ellas constituyen un verdadero motor de desarrollo económico: invierten en sus comunidades, educan a sus hijos, y con los beneficios que reciben, ayudan a las personas que componen su familia. Siempre la fundación BBVA, ha encontrado que con sus proyectos productivos las mujeres invierten un 50% menos de capital en sus negocios, pero obtienen un 20% más de beneficio que los hombres. Y señala, asimismo, que siete de cada diez personas que superan la pobreza en sus proyectos, son mujeres. Esto habla del compromiso que tiene la mujer, dictado en gran parte por el hecho de tener el cargo de una familia: tienen el compromiso de no fracasar.   La familia, núcleo esencial aun sin la presencia del padre Pero este compromiso frente a la familia ha redundado en que también el 80% de las actividades domésticas de cuidado, de alimentación, recaen en la mujer. Como vemos en la Doctrina Social de la Iglesia, la familia, si es considerada un protagonista esencial de la vida económica, está orientada no por la lógica de mercado sino según la lógica del compartir y de la solidaridad entre las generaciones. Se trata de un factor indiscutible, pues dentro de la familia se encuentran las relaciones que pueden generar y fomentar un apoyo. Pero cuando el sostén de la familia se vuelve la mujer, es la familia toda la que necesita de un mayor apoyo. Esto implica que la familia sigue siendo el núcleo esencial, a pesar de que un padre no se haga responsable de su paternidad. Esto nos dice también que el trabajo es esencial, en cuanto representa las condiciones que hacen posible la fundación de una familia, cuyos medios de subsistencia se adquieren mediante el trabajo. Cuando la mujer tiene que hacerse cargo de una familia, pues, el trabajo es esencial en esta fundación familiar. Es necesario fortalecer el papel económico de la mujer El trabajo condiciona también el proceso de desarrollo de la persona, porque una familia afectada por la desocupación corre el peligro de no realizar plenamente sus finalidades. La mujer siempre ha tenido un compromiso muy amplio que consiste en apoyar, educar, compartir la fe, y transmitir esta capacidad. Pero en estos momentos su papel va más allá: debe hacerse cargo o responsable de la familia de manera económica. Se hace necesario, por lo tanto, fortalecer el papel económico de la mujer para que éste sea también un valor

01
May

La preocupación de los Papas por la vida de los trabajadores

Vaticano.- Un primero de mayo diferente, encerrados en casa para evitar que se propague la pandemia del Covid19. Este día, la Iglesia celebra a San José Obrero. El 1 de mayo en muchos países se celebra el Día Internacional de los Trabajadores. La voz de los Papas sobre la dignidad del trabajo Este día, la Iglesia celebra a San José Obrero. El miércoles pasado, el Papa Francisco en la audiencia general, al saludar a los fieles en lengua francesa, recordó esta festividad, y pidió especialmente por las personas afectadas por la desocupación a causa de la pandemia del coronavirus. “Por su intercesión – invocó el Pontífice – encomiendo a la misericordia de Dios a las personas afectadas por el desempleo a causa de la actual pandemia. ¡Que el Señor sea la Providencia de todos los necesitados y nos anime a ayudarlos!”. La pandemia ha empeorado una crisis económica existente En la misa del 23 de abril, que el Papa Francisco presidió en Casa Santa Marta, dirigió su pensamiento a las familias en dificultades en esta época de pandemia: “En muchas partes se siente uno de los efectos de esta pandemia: muchas familias necesitadas, hambrientas y lamentablemente el grupo de usureros que les «está ayudando». Esta es otra pandemia. La pandemia social: familias de personas que tienen un trabajo diario o, por desgracia, un trabajo no declarado que no pueden trabajar y no tienen comida… con hijos. Y luego los usureros les llevan lo poco que tienen. Oremos. Recemos por estas familias, por los muchos hijos de estas familias, por la dignidad de estas familias, y recemos también por los usureros: que el Señor toque sus corazones y los convierta”. Es tiempo de eliminar desigualdades Una particularidad de este primero de mayo de 2020 es que millones de personas han perdido su trabajo en todo el mundo. Esta realidad es más dura con las personas que viven y subsisten con el llamado trabajo informal, el trabajo diario porque están sufriendo hambre. Una situación que toca en todas partes, pero se experimenta con más dramatismo en África, Asia y América Latina. Así nos lo recordó Francisco en su misa en Santa Marta el 28 de marzo: “En estos días, en algunas partes del mundo, se han evidenciado – algunas consecuencias – de la pandemia; una de ellas es el hambre. Se comienza a ver gente que tiene hambre, porque no pueden trabajar, porque no tienen un trabajo fijo y por muchas circunstancias. Un anuncio de ese “después” de la pandemia», dijo el Papa, que ya comienza a verse. «Es el momento, ha dicho continuamente, que los gobiernos tomen decisiones pensando en los últimos». El día en que en el mundo se celebraba la Divina Misericordia, el segundo domingo de Pascua, el Pontífice desde la Iglesia de Santo Espíritu en Sassia, recordó que la “misericordia no abandona a quien se queda atrás”. Sin embargo, en el mundo, afirmó, se está insinuando este peligro, de pensar en una “lenta y ardua recuperación de la pandemia”, pero olvidando al que se quedó atrás. Con el riesgo que nos azote otro virus, que es el del egoísmo indiferente, el que hace que pensemos que la vida mejorará si nos va bien a cada uno de nosotros, descartando a “los pobres e inmolar en el altar del progreso al que se queda atrás. Pero esta pandemia nos recuerda que no hay diferencias ni fronteras entre los que sufren: todos somos frágiles, iguales y valiosos”. Es tiempo de eliminar las desigualdades, de reparar la injusticia que mina de raíz la salud de toda la humanidad, señaló en la celebración de la Divina Misericordia el Papa, y pidió que aprendamos de esa primera comunidad cristiana descrita en el libro de los Hechos de los Apóstoles, Hch 2, 42-47, donde los “creyentes vivían todos unidos y tenían todo en común; vendían posesiones y bienes y los repartían entre todos, según la necesidad de cada uno», esto dijo el Papa es cristianismo no ideología. En esa comunidad, después de la resurrección de Jesús, sólo uno se había quedado atrás y los otros lo esperaron. Algo que, en cambio, no sucede en la actualidad, más bien al contrario, dijo Francisco, “una pequeña parte de la humanidad avanzó, mientras la mayoría se quedó atrás.  Donde cada uno de nosotros podríamos decir que no es nuestro problema ocuparnos de los necesitados, es un problema complejo que le toca a otros. “Aprovechemos esta prueba como una oportunidad para preparar el mañana de todos. Porque sin una visión de conjunto nadie tendrá futuro”. Papa Francisco a los trabajadores En la Misa en la Casa Santa Marta, el Santo Padre pidió por todos los trabajadores para que sean justamente remunerados, para que puedan tener un trabajo digno y gozar de la belleza del descanso. En su homilía, el Pontífice recordó que el hombre con su trabajo continúa la obra creadora de Dios, y subrayó que también hoy, la dignidad de muchas personas es pisoteada e invitó a luchar por la justicia en el mundo del trabajo. Francisco, cuando se encontró con la Confederación Italiana del Sindicato de los Trabajadores (CISL), el 28 de junio del 2017, recordó que “el trabajo es la forma más común de cooperación que la humanidad haya producido en su historia”. Recuperando el valor de la organización de trabajadores, les dijo que el sindicato es “una expresión del perfil profético de una sociedad. El sindicato nace y renace cada vez que, como los profetas bíblicos, da voz a los que no la tienen, denuncia al pobre “vendido por un par de sandalias” (Amós 2, 6), descubre a los poderosos que pisotean los derechos de los trabajadores más vulnerables, defiende la causa del extranjero, de los últimos, de los “descartados”. Pero en nuestras sociedades capitalistas avanzadas, afirmó, el sindicato corre el peligro de perder esta naturaleza profética y de volverse demasiado parecido a las instituciones y a los poderes que, en cambio, debería criticar. El sindicato, con el pasar del tiempo, ha acabado por parecerse demasiado a la política o, mejor dicho, a los partidos políticos, a su lenguaje, a su estilo»,

01
May

El trabajo como dimensión de servicio

Eclesiales Internacionales.- Mons. Fernando Oscariz, Prelado del Opus Dei, en el día del trabajador, comparte una reflexión sobre la importancia de las labores humanas como «dimensión de servicio», titulado como «El trabajo de cuidar al mundo». A continuación, el texto íntegro: El trabajo de cuidar al mundo El día del trabajo, este año, invita a considerar diversas realidades y aspectos, que la crisis del coronavirus ha puesto más de relieve: que en el mundo hay tantísimas personas buenas; que el progreso ha de ir unido a un dominio de la naturaleza que sea a la vez respeto; que dependemos unos de otros; que somos vulnerables y que una sociedad, para ser humana, necesita ser solidaria. En la respuesta a la pandemia, resaltan sobre todo las profesiones relativas al cuidado de las personas. Palabras relacionadas con “cuidar” ocupan los titulares: acompañar, llorar, proteger, escuchar… Esta situación nos hace pensar sobre el “para qué” y el “hasta dónde” de cualquier trabajo. De alguna manera, comprendemos mejor que el servicio es el alma de la sociedad, lo que da sentido al trabajo. El trabajo es más que una necesidad o un producto. El libro de la Sagrada Escritura que relata los orígenes de la humanidad señala que Dios creó al hombre “para que trabajara” y cuidara del mundo (Génesis 2,15). El trabajo no es un castigo, sino la situación natural del ser humano en el universo. Al trabajar, establecemos una relación con Dios y con los demás, y cada uno puede desarrollarse mejor como persona. La reacción ejemplar de tantas y tantos profesionales, creyentes o no, ante la pandemia, ha manifestado esta dimensión de servicio y ayuda a pensar que el destinatario último de cualquier tarea o profesión es alguien con nombre y apellido, alguien con una dignidad irrenunciable. Todo trabajo noble es reconducible, en última instancia, a la tarea de “cuidar personas”. Cuando procuramos trabajar bien y en apertura al prójimo, nuestro trabajo, cualquier trabajo, adquiere un sentido completamente nuevo y puede hacerse camino de encuentro con Dios. Hace mucho bien integrar en el trabajo, aún el más rutinario, la perspectiva de la persona, que es la del servicio, que va más allá de lo debido por la retribución percibida. Como ya en los primeros tiempos del cristianismo, se advierte también ahora con fuerza el potencial de cada laico que intenta ser testigo del Evangelio, codo con codo con sus colegas, compartiendo pasión profesional, compromiso y humanidad en medio del sufrimiento presente provocado por la pandemia y la incertidumbre futura. Todo cristiano es “Iglesia” y, a pesar de las propias limitaciones, en unión con Jesucristo puede llevar el amor de Dios “al torrente circulatorio de la sociedad”, en una imagen que usaba san Josemaría Escrivá, que predicó el mensaje de la santidad a través del trabajo profesional. También con nuestro trabajo y nuestro servicio podemos hacer presente el cuidado de Dios hacia cada persona. La celebración del 1 de mayo es hoy también preocupación por el futuro, por la inseguridad laboral a corto o medio plazo. Los católicos acudimos con especial fuerza a la intercesión de san José Obrero, para que nadie pierda la esperanza, que sepamos ajustarnos a la nueva realidad, que ilumine a quienes tienen que tomar decisiones y que nos ayude a comprender que el trabajo es para la persona y no al revés. En los próximos meses o años, será importante “hacer memoria” de lo vivido, como pedía el Papa Francisco, y recordar que “nos dimos cuenta de que estábamos en la misma barca, todos frágiles y desorientados; pero, al mismo tiempo, importantes y necesarios, todos llamados a remar juntos”. Ojalá este 1 de mayo nos lleve a desear que la libertad recuperada al término del confinamiento sea verdaderamente una libertad “al servicio de los demás”. El trabajo se hará entonces, como es el designio de Dios desde el principio, cuidado del mundo, en primer lugar, de las personas que lo habitan. Fernando Ocáriz Prensa CEV01 de mayo de 2020

29
Abr

Óbolo de San Pedro, colecta aplazada hasta el 4 de octubre

Vaticano.- La pandemia aplaza la colecta tradicionalmente prevista para el 29 de junio en otoño, coincidiendo con la fiesta del Santo de Asís. Considerando la situación de emergencia sanitaria actual, el Santo Padre ha establecido que en el año 2020, la colecta para el Óbolo de San Pedro, que se lleva a cabo tradicionalmente en proximidad de la solemnidad de los Santos Pedro y Pablo, el 29 de junio, se traslade en todo el mundo al domingo XXVII del tiempo ordinario, el 4 de octubre, día dedicado a San Francisco de Asís. Prensa CEVNota de prensa de Vatican News29 de abril de 2020

29
Abr

Nuevo caso de Covid-19 en el Vaticano

Vaticano.- La Oficina de Prensa de la Santa Sede informa acerca de un nuevo contagio de un empleado del Vaticano, actualmente en cuarentena, como medida de precaución. Los controles entre los colegas dieron resultado negativo. Un nuevo caso de coronavirus entre los empleados del Vaticano. Así lo informó el director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni, declarando que “en los últimos días, fue identificado otro empleado positivo al Covid-19”. “La persona había presentado síntomas en marzo y había permanecido en régimen de aislamiento, continuando su trabajo a distancia” explicó Bruni precisando que “sin síntomas, el empleado se encuentra ahora en cuarentena y, como medida de precaución, se han tomado las necesarias medidas sanitarias para el lugar de trabajo y se han realizado controles entre los colegas, con resultados negativos”. Prensa CEVNota de prensa de Vatican News29 de abril de 2020

28
Abr

Celam comienza diplomado virtual en Actualización Bíblica

El Centro Bíblico Teológico Pastoral para América Latina y el Caribe (CEBITEPAL); se prepara para iniciar su diplomado virtual en Actualización Bíblica. Ciclo formativo que se desarrollará del 18 de mayo al 12 de junio del presente año. Este programa virtual busca promover corresponsable y subsidiariamente la formación de los agentes de evangelización mediante la docencia, la investigación y diversos servicios para iluminar y fortalecer, la vivencia del discipulado misionero en y desde las iglesias particulares de América Latina y el Caribe desde la Palabra de Dios. Todo esto para presentar una visión actualizada de la Sagrada Escritura abordando temas fundamentales del estudio bíblico tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento a través del conocimiento de las herramientas conceptuales y metodológicas a fin de lograr un mayor acercamiento y profundización al texto sagrado. ¿Quiénes pueden participar? Esta propuesta pedagógica está destinada a los agentes de pastoral de América Latina y el Caribe; interesados en conocer y profundizar conocimientos en Sagrada Escritura y Teología Bíblica: obispos, sacerdotes, religiosos, religiosas, estudiantes de teología, profesores de religión. Como requisito de ingreso es importante que el estudiante del diplomado cuente con una formación previa en estudios relacionados con la formación bíblica adquirida bien sea en seminarios, casas de formación religiosa o centros de estudios en teología. Le puede interesar: Comissão para a Juventude lança campanha para incentivar ações solidárias El egresado del Diplomado podrá adquirir conocimientos acerca de la Sagrada Escritura; considerando algunos temas de actualización en el Antiguo Testamento y otros elementos esenciales del Nuevo Testamento en los Evangelios Sinópticos, el Corpus Joánico y el Corpus Paulino que definen la Revelación contenida en el texto sagrado y el testimonio de la Iglesia Cristiana Primitiva y su compresión del mensaje evangélico. Se espera que al finalizar el proceso, los asistentes reciban el certificado como Diplomados en Actualización Bíblica. Los contenidos El programa estará organizado en cuatro módulos que abordarán temas como:– Módulo 1: Antiguo Testamento– Módulo 2: Corpus Joánico– Módulo 3: Evangelios Sinópticos– Módulo 4: Corpus Paulino ¿Cómo inscribirse? Haciendo clic aquí: InscripcionesConsulte nuestra Web: CEBITEPALCosto: USD 150 dólaresEscríbanos: cebitepalencontacto@celam.orgsecacademica@celam.orgcebitepal.forvirtual@celam.orgTeléfonos: (571) 74441154, 5879710 Ext. 306, 331 Prensa CEVNota de prensa CELAM28 de abril de 2020

27
Abr

VI aniversario de la canonización de Juan Pablo II y Juan XXIII

Vaticano.- Hace seis años el Papa Francisco canonizaba a sus predecesores Juan XXIII y Juan Pablo II. Dos Papas santos muy amados por los fieles que se esforzaron por transmitir el mensaje de la cercanía de la Iglesia a Cristo y a las personas. Corría el año 2014, aquel 27 de abril era el Domingo de la Misericordia, y el Papa Francisco canonizaba a Juan Pablo II y a Juan XXIII, ante la presencia del Papa emérito Benedicto XVII EL 27 de abril de 2014 fue un momento histórico para la Iglesia con cuatro Pontífices como protagonistas. En efecto, el Santo Padre Francisco, ante la presencia del Papa emérito Benedicto XVII, canonizaba a dos predecesores de ambos Pontífices muy amados por su pueblo: Juan XXIII y Juan Pablo II, “dos hombres valerosos, llenos de parresia del Espíritu Santo”. Así lo decía Francisco en su homilía de la solemne Misa celebrada en la Plaza de San Pedro, aquel II Domingo de Pascua, ante más de quinientas mil personas, procedentes de numerosos países. Y recordaba que precisamente Juan Pablo II había querido dedicar ese día a la Divina Misericordia, en que se muestran de modo especial las llagas gloriosas de Cristo resucitado. Las llagas de Jesús El Papa Francisco recordaba que las llagas de Jesús son, al mismo tiempo, “un escándalo para la fe” y “la comprobación de la fe”. Por esta razón, en efecto, estas llagas de Jesús no desaparecen en su cuerpo resucitado, sino que permanecen como “signo permanente del amor de Dios por nosotros”, y son indispensables para creer que “Dios es amor, misericordia, fidelidad”. Dos Papas santos Francisco también afirmaba que tanto Juan XXIII como Juan Pablo II “tuvieron el valor de mirar las heridas de Jesús, de tocar sus manos llagadas y su costado traspasado”, sin avergonzarse ni escandalizarse de la carne de Cristo y de su cruz. Sin avergonzarse asimismo “de la carne del hermano, porque en cada persona que sufría veían a Jesús”. “Fueron dos hombres valerosos, llenos de la parresia del Espíritu Santo, y dieron testimonio ante la Iglesia y el mundo de la bondad de Dios, de su misericordia” Dos sacerdotes, obispos y Papas del Siglo XX El Papa Bergoglio se refirió a estos dos nuevos santos como sacerdotes, obispos y Papas del siglo XX, que “conocieron sus tragedias, pero no se abrumaron”. “En ellos, Dios fue más fuerte; fue más fuerte la fe en Jesucristo Redentor del hombre y Señor de la historia; en ellos fue más fuerte la misericordia de Dios que se manifiesta en estas cinco llagas; más fuerte, la cercanía materna de María” Dos santos Papas contemplativos Refiriéndose a “estos dos hombres contemplativos de las llagas de Cristo y testigos de su misericordia”, Francisco decía que ambos tenían “una esperanza viva” y un “gozo inefable y radiante”, que es la que el Señor resucitado da a sus discípulos, “y de los que nada ni nadie les podrá privar”. El Papa también aludía a esa esperanza y gozo pascual que fueron purificados en el “crisol de la humillación”, del vaciamiento, de la cercanía a los pecadores hasta el extremo, es más, “hasta la náusea a causa de la amargura de aquel cáliz”. “Ésta es la esperanza y el gozo que los dos Papas santos recibieron como un don del Señor resucitado, y que a su vez dieron abundantemente al Pueblo de Dios, recibiendo de él un reconocimiento eterno” Dos guías guiados por el Espíritu Santo Tras recordar que “son precisamente los santos quienes llevan adelante y hacen crecer la Iglesia”, el Papa Francisco ponía de manifiesto los servicios prestados por los dos nuevos santos Papas, demostrando la docilidad al Espíritu Santo. Al “Papa Bueno” y al “Papa de la Familia”, como recuerda la tradición popular a San Juan XXIII y a San Juan Pablo II, el Papa Francisco pedía al final de su homilía: “Que estos dos nuevos santos pastores del Pueblo de Dios nos enseñen a no escandalizarnos de las llagas de Cristo, a adentrarnos en el misterio de la Misericordia divina que siempre espera, siempre perdona, porque siempre ama” Institución del Domingo de la Divina Misericordia Juan Pablo II instituyó el Domingo de la Misericordia en 1992, teniendo en cuanta las visiones de la hermana Faustina Kowalska, la religiosa polaca que vivió a principios del Siglo XIX y que él mismo había canonizado en el año 2000, habiendo sido desde su juventud muy devoto de esta mística. Presencia ilustre A esta Misa de canonización asistió el Papa emérito Benedicto XVI, a quien Juan Pablo II le había pedido en 1981 que guiara la Congregación para la Doctrina de la fe. Estos dos Papas estuvieron unidos por una fuerte amistad en la fe. Motivo de su santidad Juan Pablo II es santo por haberse reconocido la curación de una grave lesión cerebral que había padecido Floribet Mora de Costa Rica, el 1° de mayo del año 2011, día de la Beatificación de San Juan Pablo II. Mientras la canonización de Juan XXIII fue “Pro gratia”, es decir, sin un milagro atribuido. Prensa CEVNota de prensa de Vatican News27 de abril de 2020

24
Abr

Gran aumento de víctimas de COVID-19 en América Latina

Vaticano.- Hasta anoche, un total de 121.544 casos de COVID-19 de contagiados en América Latina y el Caribe. Y en las últimas 48 horas, el continente ha tenido más de 20 mil contagiados. Para las Naciones Unidas el continente se arriesga a la peor crisis económica de la historia América Latina, junto con África y Europa oriental, es una de las zonas del mundo por las que la Organización Mundial de la Salud está profundamente preocupada por la tendencia de las infecciones por coronavirus. Veinte mil son de hecho los nuevos casos oficiales en América del Sur y Central registrados en las últimas 48 horas. En total hay ahora más de 121 mil personas positivas mientras que los muertos son 6 mil, mil más en los últimos dos días. Se teme la llegada del invierno El país con más casos, cerca de dos tercios del total, es Brasil, pero en general, según el periodista Alfredo Luis Somoza, presidente del Instituto de Cooperación Económica Internacional de Milán, explica a Vatican News, «la situación de los contagios es una mancha de leopardo». Además del Brasil centro-sur, «el brote más importante se da en la ciudad de Guayaquil, en el Ecuador y también en el Perú, el número de muertes está aumentando considerablemente».  «Los mayores temores para América Latina», dice, «conciernen a los países en los que se avecina el invierno» y en particular a la Argentina y el Uruguay, donde el Covid-19 podría sumarse a la gripe estacional. La debilidad de los sistemas de salud Es difícil predecir el futuro del contagio, pero los sistemas nacionales de salud difícilmente podrían hacer frente con eficacia a un aumento exponencial de la pandemia. «Si hubiera una situación como la que está sufriendo Europa, sin duda no podrían gestionar la epidemia, porque la salud pública está devastada en todas partes y la atención sanitaria privada es sólo para aquellos que pueden permitírsela», explica de nuevo Somoza. Está previsto que el PIB se derrumbe este año Mientras tanto, la situación económica corre el riesgo de ser peor que la situación sanitaria. Según la Comisión Económica de las Naciones Unidas para América Latina y el Caribe, se estima que en este año se producirá una caída del 5,3% del PIB en toda la zona debido a la pandemia. Estos serían los peores datos de la historia del continente, incluso peor que la gran depresión de los años 30, dice el informe. El trabajo no declarado te convierte en invisible Entre las causas del colapso se encuentran la reducción del comercio internacional, en particular con China, la caída de los precios de los productos básicos y la menor demanda de servicios turísticos. También se esperan altas tasas de desempleo, como lo demuestran las manifestaciones de estos días. «Las protestas en Colombia, Chile, Argentina y Bolivia no se contabilizan, porque la estructura del trabajo en estos países -en promedio alrededor del 40%- se refiere al llamado trabajo informal, es decir, a la economía de trabajos no declarados», enfatiza Somoza, quien agrega, «en este momento en que los estados deciden, como sucedió en Colombia, dar apoyo a los trabajadores en crisis, no se llega a estas personas, porque estadísticamente ni siquiera existen». Y estamos hablando de porcentajes que pueden estar cerca del 50% en Bolivia o Perú». La «tormenta perfecta» de Venezuela En este contexto, la situación en Venezuela, ya afectada por una crisis política, económica y sanitaria, es aún más preocupante. En estas horas el gobierno de Caracas discutirá en la ONU la situación del país, pidiendo a los estados miembros que «revoquen las medidas coercitivas unilaterales porque violan los derechos humanos fundamentales». Unos pocos cientos de casos confirmados de coronavirus, pero el sistema de salud se está colapsando». En Venezuela hay una especie de tormenta perfecta», explica Somoza, «se estima que en los últimos años alrededor del 50% de los médicos han emigrado. Sólo en Argentina hay 4000 que han llegado en este período, por lo que la estructura sanitaria se redujo al mínimo por falta de recursos, pero también por falta de profesionales. A esto se añade, y esta es la gran paradoja, que Venezuela está prácticamente sin petróleo, a pesar de ser uno de los países del mundo con más petróleo, ya no tiene la capacidad de refinarlo». Prensa CEVNota de prensa de Vatican News24 de abril de 2020

23
Abr

Congreso Eucarístico en Budapest se pospone a septiembre de 2021

Vaticano.- Así lo informó el Director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni, a través de un comunicado en el que explica que la decisión fue tomada por el Papa Francisco junto con el Comité Pontificio para los Congresos Eucarísticos Internacionales y el Episcopado Húngaro, para poder respetar las medidas de seguridad y de salud de los peregrinos en el contexto de la pandemia por el coronavirus. Tal como informa la Oficina de Prensa de la Santa Sede en un comunicado publicado este 23 de abril, debido a la actual situación sanitaria y a sus consecuencias para el movimiento y la congregación de los fieles y peregrinos, el Santo Padre Francisco, junto con el Comité Pontificio para los Congresos Eucarísticos Internacionales y el Episcopado Húngaro, ha decidido aplazar el 52º Congreso Eucarístico Internacional, previsto para el próximo mes de septiembre en Budapest, Hungría, que se llevará a cabo en septiembre de 2021. Tal como informa el sitio web oficial de la organización de este evento, los Congresos eucarísticos internacionales son una de las grandes manifestaciones públicas de la Iglesia que subrayan y valorizan el papel de la Eucaristía en la vida de los cristianos y en la praxis eclesial: «Nacidos para glorificar a Jesucristo realmente presente en la Eucaristía y dar testimonio de su infinito amor al mundo, han generado procesos históricos de crecimiento de las comunidades cristianas para responder a las esperanzas de los hombres y contribuir a la construcción de un mundo más humano, justo y pacífico, a partir de la celebración eucarística. Hungría acogió ya un memorable Congreso eucarístico internacional en Budapest en el año 1938». Tras ochenta y dos años este acontecimiento iba a renovarse en septiembre de 2020, en el mismo lugar pero en circunstancias históricas y sociales completamente diferentes. Sin embargo, debido a la pandemia, habrá que esperar hasta septiembre de 2021. Prensa CEVNota de prensa de Vatican News23 de abril de 2020