V Obispo de San Carlos: Ordenación episcopal y toma de posesión de Mons. Alexander Rivera

25
Ago
2025

Caracas. El sábado 23 de agosto de 2025, tuvo lugar la Ordenación episcopal y toma de posesión de Mons. Alexander Rivera Vielma como V Obispo de la Diócesis de San Carlos, en una celebración multitudinaria con la participación de sus hermanos en el episcopado provenientes de las distintas circunscripciones eclesiásticas del país, así como la asistencia de sacerdotes, religiosos, religiosas, miembros de apostolados y la feligresía de las diferentes parroquias de la Iglesia local.

La ceremonia se realizó en el Coliseo José Miguel Pandare de la Ciudad Deportiva de San Carlos, presidida por Mons. Helizandro Terán, Arzobispo de Mérida y Consagrante Principal, junto a Mons. Alberto Ortega, Nuncio Apostólico de la Santa Sede en Venezuela y Mons. Jesús González de Zárate, Arzobispo de Valencia y Presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana.

Al inicio de la celebración, Mons. Ortega Martín Agradeció al papa León XIV la designación del nuevo Obispo para la Iglesia local y extendió la cercanía del Sumo Pontífice hacia el pueblo venezolano. A continuación, agradeció la labor del Pbro. Jhonluis Garabán como Administrador diocesano de San Carlos desde el pasado 20 de agosto de 2024 hasta este 23 de agosto de 2025.

“Es providencial que esta celebración se realice en este Año Santo. En hora buena a toda la Diócesis de San Carlos. Que la Madre del Divino Pastor le conceda a Monseñor Alexander ser un santo pastor para esta querida Diócesis de San Carlos”, expresó el Nuncio Apostólico.

Ministerio episcopal desde el ejemplo del Buen Pastor

Con la invocación al Espíritu Santo (“Veni, creátor Spíritus”) inició el rito de Ordenación. El obispo electo fue presentado al obispo consagrante, Mons. Helizandro Terán. La carta apostólica del papa León XIV fue leída en voz alta por el secretario del Nuncio Apostólico en Venezuela, el Reverendo Pbro. Fabrice Rivet. Terminada su lectura, con la aclamación “Te damos gracias, Señor” todos dieron su consentimiento a la elección del Obispo, Mons. Alexander Rivera Vielma.

Durante su homilía, Mons. Terán recordó al nuevo obispo que el episcopado es un servicio exigente, inspirado en Cristo, Buen Pastor. Enfatizó que la primera misión de un obispo es anunciar la Palabra con fidelidad y transparencia, señalando que “el agua de nuestra enseñanza ha de ser cristalina, sin contaminarse de ideologías ni acomodos. No nos predicamos a nosotros mismos, sino a Jesucristo como Señor”, resaltó.

Asimismo, exhortó a Monseñor Rivera a ser un pastor cercano a los pobres y necesitados: “Ama, de manera muy particular, a los más pobres, a los indefensos, a los que nada tienen; recuerda que los pobres son sacramento vivo de Cristo Jesús”, acotó.

Servir con mirada de amor

La celebración litúrgica continuó con la unción de la cabeza, la entrega del libro de los Evangelios y de las insignias. La cabeza del recién ordenado, fue ungida con el Santo Crisma, como signo de la unción especial del Espíritu Santo, que se hace fecundo en su ministerio. Luego, Mons. Terán entregó al ordenado el Evangeliario y las insignias que fueron bendecidas previamente y que junto al Evangeliario, expresan el ser y quehacer de un obispo fueron: el anillo, como signo de su desposorio con la Santa Iglesia; la mitra, como simbolismo de su autoridad y dignidad episcopal y el báculo, símbolo del oficio de Buen Pastor, que guarda y acompaña con solicitud al rebaño que le fue confiado por el Espíritu Santo.

Mons. Rivera, nuevo Obispo de San Carlos, expresó palabras de agradecimiento y cercanía a los presentes, en especial al pueblo de Dios al que ahora ofrece su servicio. Inició detallando las razones para elegir la cita bíblica de Marcos 10, «Lo miró con amor», como lema episcopal. «Elegí esa frase no por azar, sino porque se fue amasando entre rezos y oraciones de gente que ni siquiera con una convicción profunda de lo que significa la Eucaristía, incluso de gente que jamás ha leído la Biblia, saben que esa es la forma con la cual el Señor nos ama».

«Él ni siquiera nos ve, sino que nos mira», continuó diciendo. «A mí me ha mirado así desde siempre, ahora con el encargo de ser obispo, me pide que esa y no otra, es la manera con la que debo mirar.
No dudo que esa mirada de Dios se ha hecho realidad con motivo de mi ordenación episcopal, Él no solo me ha mirado a mí, es que nos ha mirado a todos”.

25 de agosto de 2025
Con información de la Diócesis de San Carlos
CEV Medios