
Vaticano. En la Oficina de Prensa de la Santa Sede se presentó el documento publicado por la Comisión Pontificia. Verny: caminar junto a las víctimas, incluyéndolas y escuchándolas con el corazón. Alí Herrera: el Papa León XIV nos apoya incondicionalmente. Buquicchio: inauguramos una “cultura del cuidado”. Mezmur: es necesario recopilar datos menos fragmentados.
“No por las víctimas, sino con ellas”, escuchándolas con el corazón, incluyendo a quienes se quedan atrás y sensibilizando a los más vulnerables en la lucha contra la plaga de los abusos sexuales. Bajo este espíritu se desarrolló la conferencia de prensa de presentación del II Informe Anual sobre las Políticas y Procedimientos de la Iglesia para la Tutela, publicado hoy, jueves 16 de octubre, por la Comisión Pontificia para la Protección de los Menores.
Entre los ponentes estuvieron el arzobispo Thibault Verny y el obispo Luis Manuel Alí Herrera, presidente y secretario de la Comisión, respectivamente; la doctora Maud de Boer-Buquicchio, jurista y responsable del informe; y el profesor Benyam Dawit Mezmur, también jurista y miembro de la Comisión. Participó además la secretaria adjunta, Teresa Morris Kettelkamp.
Verny: “No por las víctimas, sino con ellas”
Monseñor Verny inició su intervención expresando su profundo agradecimiento a “todas las víctimas y sobrevivientes que nos confiaron sus historias”, reconociendo su aporte esencial en la redacción del informe.
Acompañarlas ha permitido comprender que el camino continúa “no por las víctimas, sino con ellas”, dejándose tocar por sus historias. Comprometerse en una misión de escucha y de protección más amplia requiere que la Iglesia esté profesionalmente preparada y siga procedimientos claros.
El acompañamiento a las víctimas debe basarse en estructuras que “tengan en cuenta los traumas”, involucrando a todo el pueblo de Dios y a la sociedad en su conjunto.
El informe busca ser una herramienta al servicio de la misión de “protección” de la Iglesia, en coherencia con el principio de subsidiariedad: “Queremos acompañar a las autoridades eclesiásticas en sus misiones, fortaleciendo los medios de protección y promoviendo normas comunes en todas las culturas”.
Como arzobispo y como bautizado, Verny subrayó que cuidar de las personas heridas y más frágiles, trabajando también en la prevención, “significa estar en el corazón de nuestra misión”.
El documento, fruto de un trabajo en equipo en el que cada miembro aportó su energía y competencia, concluye con el deseo de que la Iglesia se convierta cada vez más en “una casa que protege”. Buquicchio: escuchar a los niños con el corazón
La doctora Buquicchio interpretó la publicación del informe como “un paso adelante en el camino de transparencia de la Iglesia” y en la promoción de la protección.
“Datos creíbles” y “recomendaciones aplicables” son, en su opinión, los pilares de un informe sólido. La Comisión contribuye así a reducir la brecha global en la recopilación y el análisis de datos sobre la violencia sexual contra menores.
El primer informe mostró la necesidad de “una mayor inclusión”: escuchar a las víctimas y a los sobrevivientes sigue siendo el primer paso hacia “una Iglesia más segura para nuestros niños”.
Responder a quienes tuvieron el valor de denunciar los abusos es un deber ineludible, y el documento se convierte así en un testimonio, fruto de un método de trabajo centrado en las personas abusadas.
Buquicchio subrayó que las víctimas piden, ante todo, ser escuchadas y que se reconozcan sus experiencias. “Tomarse en serio a las víctimas y a los sobrevivientes debería ser la posición por defecto”, dijo uno de los entrevistados.
El informe dedica amplio espacio al tema de la “reparación”, destacando la necesidad de ampliar el concepto más allá de la compensación económica.
“Me ofrecieron 20 mil dólares, pero lo que realmente quería eran unas disculpas”, contó un testigo.
El informe se presenta, entonces, como una herramienta de empoderamiento para quienes desean unirse al “creciente coro” del ministerio de protección de la Iglesia.
“Crecemos en número y en dedicación para inaugurar una verdadera cultura del cuidado”, exhortó la doctora. “El sentido de seguridad de un niño empieza cuando lo escuchamos con el corazón, no solo con los oídos”.
Alí Herrera: apoyo incondicional del Papa León XIV
El obispo Alí Herrera relató que, durante una audiencia con el Papa León XIV, la Comisión presentó las voces de las víctimas de abusos. Las colaboraciones con los distintos dicasterios han dado frutos, pero aún es necesario insistir en algunos puntos clave, especialmente en las políticas de prevención.
Las visitas periódicas, por ejemplo a las conferencias episcopales en África, han sido “una herramienta valiosa de escucha y de propuesta, ya integrada en el trabajo de la Comisión”.
Alí Herrera destacó el apoyo incondicional del Papa León XIV al trabajo de la Comisión, en continuidad con el compromiso firme y apasionado del Papa Francisco.
El estilo actual, explicó, es “diferente —más analítico, pero siempre profundamente empático—” y refleja el deseo de un compromiso coral y compartido dentro de la Comisión.
Mezmur: incluir a las categorías excluidas del progreso
Mezmur abordó el tema de la recopilación de datos, elemento esencial para obtener una visión completa del contexto.
El año pasado, UNICEF publicó un informe sobre las tendencias de los abusos sexuales, en el que se evidenciaron desafíos derivados de la falta de inversiones y de la fragmentación de la información disponible.
Las cifras, además de permitir el acceso a recursos específicos, deben interpretarse en su dimensión humana: no se actúa solo frente a grandes números trágicos, porque “basta con una sola persona sin esperanza para que haya que actuar”.
Sigue siendo necesario ampliar y diversificar las fuentes de datos.
Preguntado sobre si los niños gozan hoy de mayor protección y derechos, Mezmur respondió afirmativamente, aunque subrayó la importancia de identificar y apoyar a las categorías que aún quedan excluidas de esos avances.
Difundir esta cultura de la protección, especialmente en los países más pequeños, sigue siendo una prioridad esencial. La “resistencia” de la Iglesia italiana
Durante la sesión de preguntas, un periodista mencionó la afirmación de monseñor Verny sobre la persistencia de “una fuerte resistencia” en Italia para afrontar el tema de los abusos.
Monseñor Alí Herrera destacó primero “el trabajo realizado” por la Conferencia Episcopal Italiana (CEI) en materia de protección, un trabajo “muy serio”, aunque con aspectos que requieren mayor desarrollo: la necesidad de profesionalizar los servicios y de promover un diálogo más estructurado con las víctimas y sobrevivientes.
En muchos casos, en Italia aún se percibe una falta de escucha y empatía; las relaciones siguen siendo distantes y poco respetuosas. De ahí la urgencia de fortalecer el diálogo y la colaboración con las autoridades civiles y académicas.
El secretario de la Comisión aclaró que esa resistencia cultural también se da en otros contextos, como en América Latina.
Buquicchio confirmó que ese sentimiento emerge con fuerza en los grupos focales regionales, especialmente cuando las víctimas comparten sus experiencias.
La CEI, afirmó, es “consciente” de estos problemas y pretende abordarlos a través de la formación:
“Hace falta competencia, y esta no es innata: se aprende. La Conferencia Episcopal Italiana lo sabe y está haciendo mucho al respecto”.
Sensibilizar a los más vulnerables
En respuesta a otras consultas, se precisó que el informe se refiere no solo a menores, sino también a adultos víctimas de abusos.
Otro tema abordado fue el de la educación sexual.
La doctora Buquicchio afirmó que promoverla puede ayudar a las víctimas a “saber defenderse”.
Esto implica reforzar la conciencia de que “su cuerpo les pertenece y que la dignidad humana exige que nadie toque el cuerpo de un niño”.
Sensibilizar sobre la sexualidad es importante también para la prevención, “porque los niños, cuando sufren abusos, a veces ni siquiera lo saben; sienten que algo no está bien, pero con educación sexual sería mucho más fácil protegerse y también denunciar más tarde”.
Alí Herrera coincidió y expresó su deseo de un cambio más claro y radical en la respuesta a los abusos:
“No estamos actuando con la rapidez que todos deseamos, pero estamos actuando”.
17 de octubre de 2025
Fuente: Vatican News
CEV Medios
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