Pontificia Unión Misional realizó su IV Campamento Misionero en la Guajira venezolana

20
Ago
2025

Del 9 al 18 de agosto, la Pontificia Unión Misional (PUM), una de las cuatro Obras Misionales Pontificias (OMP), llevó a cabo su cuarto campamento misionero en la parroquia San José de Paraguaipoa, en el municipio La Guajira, estado Zulia. 

Veintidós seminaristas, un sacerdote, un diácono y nueve religiosas en formación, de siete ciudades de Venezuela, se unieron para vivir una profunda experiencia de fe y servicio. El párroco, Pbro. Eduardo José Daboín, recibió a los misioneros con gran alegría y se encargó de animar a la comunidad para que los acogieran como parte de la familia. Durante 10 días, el grupo compartió momentos de oración, formación y evangelización, fortaleciendo lazos de fraternidad como hijos de Dios.

Evangelización y cercanía a las comunidades

Cada mañana, los misioneros se desplazaban a pie para visitar las comunidades cercanas a la parroquia, como Los Cocos, Las Palmas, Ángel David Turán, Campo Santo y Huichipe. El grupo recorrió los sectores para llevar la Palabra de Dios a cada hogar y en sus visitas, los misioneros se presentaban y, con respeto y cercanía, compartían reflexiones bíblicas. Encontraron a muchos ancianos y enfermos, a quienes ofrecieron los sacramentos de la reconciliación y la unción. 

El sacerdote que formaba parte del grupo se encargó de llevar la gracia de Dios a estos hogares necesitados. Incluso, en la comunidad de Jurubá, se celebraron bautizos, llenando de gozo a las familias.

Un encuentro con la cultura y las tradiciones

Una de las comunidades visitadas fue Jurubá, donde se unieron a la preparación de la fiesta de su patrona, Santa Elena, que se celebra cada 18 de agosto. Los misioneros se sumaron a la novena, visitaron a los enfermos y animaron a niños, jóvenes y adultos a participar en los actos religiosos y culturales. La celebración culminó con una procesión y la Santa Eucaristía, un emotivo momento de despedida para los misioneros.

El equipo tuvo la oportunidad de conocer de cerca la cultura wayúu. Aprendieron que las personas mayores hablan principalmente el wayuunaiki, mientras que las generaciones más jóvenes combinan esta lengua con el castellano, facilitando la comunicación. 

El modo de vida de la comunidad está marcado por la crianza de animales como ovejas, gallinas y cerdos, así como por la artesanía, ya que las condiciones del suelo, con alto contenido de sal, impiden la agricultura.

La voz de los misioneros

“Estos días hemos podido comprobar y vivir la misión ad gentes, como parte de este proceso de evangelización maravilloso y enriquecedor “, manifestó Reiberg Jiménez Bahamonde, seminarista del tercer año de teología de la diócesis de Los Teques. 

Sobre esta experiencia misionera, el seminarista de la Diócesis de Maracay, Manuel Chacón expresó: “Poder estar aquí con un grupo de personas iluminando las vidas de muchas personas acá, viviendo la esperanza y alegría, mostrando que realmente Dios está vivo”.

Desafíos y fortaleza de la fe

El campamento también sirvió para conocer los desafíos que enfrentan los habitantes de la zona. Es una región afectada por la escasez de servicios básicos, como la electricidad, que se interrumpe con frecuencia. La economía local se apoya en el comercio con la cercana frontera colombiana, utilizando el peso y el dólar como monedas de cambio, ya que el bolívar es poco usado.

El equipo misionero notó una fuerte presencia de comunidades evangélicas. El Pbro. Daboín explicó que, al estar solo en la parroquia, le resulta difícil visitar continuamente todas las comunidades, lo que ha permitido que los grupos protestantes ganen terreno. A pesar de esto, la mayoría de los habitantes los recibió con respeto y los escuchó con atención.

Este campamento fue una oportunidad para que los jóvenes en formación experimentaran la vida misionera de primera mano, fortaleciendo su vocación y su compromiso con la evangelización. 

También sirvió para dar a conocer las Obras Misionales Pontificias y su labor, así como para promover la campaña del DOMUND 2025. La experiencia en La Guajira fue un recordatorio de que la fe se vive en la cercanía, la fraternidad y el servicio a los más necesitados, aun en medio de la aridez del desierto.

20 de agosto de 2025
Fuente: OMP Venezuela
CEV Medios