Encomendados a la Señora de Luján, Madre de los pobres, refugio de los pueblos y estrella de esperanza, afrodescendientes de América Latina y el Caribe cerraron su XVI Encuentro de Pastoral, EPA 16.
Una plenaria que celebraron en Luján, noroeste de Argentina, del 4 al 7 de noviembre, bajo el apoyo de la diócesis de Merlo- Moreno, el Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (Celam) y la Pontificia Comisión para América Latina (PCAL).
En su mensaje final, los más de 144 representantes venidos de México, Honduras, Costa Rica, Panamá, Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Brasil, Paraguay, Uruguay y, por supuesto, Argentina, se han comprometido con una Iglesia con rostro afrodescendiente, viva y sinodal.
“Hemos orado, reflexionado y analizado, en espíritu de sinodalidad, fe, esperanza y resistencia, los clamores más urgentes que atraviesan las vidas de nuestros pueblos: la invisibilización persistente, el racismo estructural y sistémico y la migración con rostro afrodescendiente”, indicaron.
Guiados por el Magisterio
Los integrantes de la Pastoral afroamericana han denunciado la exclusión que sufren incluso dentro de la misma Iglesia, sin embargo, encuentran en su ancestralidad un “signo de esperanza”.
Por ello, echando mano de las enseñanzas dejadas por el papa Francisco, afirmaron que “una Iglesia sinodal no puede construirse sin la inclusión plena de los pueblos afrodescendientes”.
Esta versión 16 del EPA ha invitado a todos a vivir una conversión pastoral, “no es solo una consigna, es un llamado urgente a construir una Iglesia del encuentro, de comunión para la misión, donde nadie queda atrás”.
Han abrazado con entusiasmo la Exhortación Apostólica “Dilexi Te” (“Te he amado”), primer documento oficial de la era del Papa León XIV sobre el amor hacia los pobres, que “nos desafía al decir ‘Quien dice amar a Dios y no se compadece de los necesitados, miente’”.
Compromisos concretos
A partir de las enseñanzas de estos papas, se han comprometido con un pliego de iniciativas para transformar estructuras, conciencias y prácticas. La primera será vencer la indiferencia, que en la Iglesia se reconozca de manera oficial y explícita el aporte de los afrodescendientes a la Evangelización.
También se han comprometido a seguir visibilizando sus historias y espiritualidades desde su cultura y voces como parte de una Iglesia más inclusiva y representativa. Todo ello pasa por la superación del racismo estructural.
“Lo combatiremos en todos los niveles, dentro de la Iglesia y la sociedad, desde una pastoral decidida y formadora de conciencia crítica para descolonizar las mentes y las estructuras”, sostuvieron.
Otra de las tareas que asumen es la formación integral mediante escuelas de liderazgo de la pastoral afroamericana y caribeña en coordinación con el Cebitepal, centro de formación del Celam.
El camino comienza
Los integrantes del EPA 16 se han activado en la procura de “mecanismos de comunicación permanente, utilizando las nuevas plataformas digitales, la inteligencia artificial y los medios de comunicación establecidos en la Iglesia”.
En esta tarea son clave los jóvenes, a quienes “acogemos y abrazamos con gozo y esperanza profética”, porque desde “el silencio y la escucha, están dispuestos a caminar e iluminar los procesos que nos llevan a la inclusión efectiva”.
Están conscientes de que apenas el camino comienza con “una nueva etapa de implementación pastoral en clave sinodal”, porque el Espíritu “nos impulsa a pasar de la resistencia silenciosa a la incidencia profética, de la marginación a la dignificación, de la contemplación a la transformación”.
10 de noviembre de 2025
Fuente: CELAM
CEV Medios
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