Categoría: Papa Francisco

29
Oct

Desde noviembre las Audiencias Generales serán en la Biblioteca Apostólica

Vaticano.- Para contrarrestar la propagación de la pandemia del Covid-19 y evitar los riesgos para los participantes, a partir del próximo 4 de noviembre, la cita de los miércoles del Papa en sus habituales audiencias generales, volverá a realizarse en la Biblioteca del Palacio Apostólico del Vaticano, lugar desde el cual se emitieron hasta el 26 de agosto. A partir del próximo miércoles 4 de noviembre, las Audiencias Generales del Santo Padre serán transmitidas nuevamente desde la Biblioteca del Palacio Apostólico. Esta medida fue tomada después de la presentación de un caso positivo de COVID19 durante la Audiencia General del miércoles 21 de octubre y con el fin de evitar cualquier posible riesgo futuro para la salud de los participantes. El Papa: la solidaridad es el camino a la post-pandemia El pasado 2 de septiembre, la alegría del Papa al encontrar a los fieles, después de 189 días, en cumplimiento de las normas de seguridad, en el el Atrio San Dámaso del Vaticano, se expresó en las pocas palabras pronunciadas antes de comenzar la catequesis: «Después de tantos meses reanudamos nuestro encuentro cara a cara y no pantalla a pantalla. Cara a cara. ¡Esto es hermoso!». Fue a partir del 26 de febrero anterior que Francisco, adaptándose a las medidas sanitarias anticuadas, habló a los cristianos desde el espacio cerrado de la Biblioteca del Palacio Apostólico donde volverá, por lo tanto, a transmitir sus audiencias a partir del primer miércoles de noviembre. Prensa CEVNota de prensa de Vatican News29 de octubre de 2020

28
Oct

Papa Francisco impone el palio al Patriarca Latino de Jerusalén en la capilla de Santa Marta

Vaticano.- La mañana del miércoles 28 de octubre, antes de iniciar su audiencia general, el Papa Francisco impuso el palio a Su Beatitud Giambattista Pizzaballa, nuevo Patriarca Latino de Jerusalén. La ceremonia tuvo lugar en la capilla de la Casa Santa Marta, en el Vaticano, en un rito simple y sobrio pero profundamente simbólico. Compartimos este artículo escrito por L’Osservatore Romano⬇. El Papa Francisco impuso el palio al patriarca latino de Jerusalén, Giambattista Pizzaballa, en la capilla de la Casa Santa Marta, a las 8:30 de la mañana del miércoles 28 de octubre, justo antes de la audiencia general. En un rito simple y sobrio pero profundamente simbólico, el Pontífice recitó el Pater noster junto con el nuevo Patriarca y luego confió su misión, a la Madre de Dios, con el Ave María. Estuvieron presentes el padre Flavio Pace, subsecretario de la Congregación para las Iglesias Orientales, y, entre otros, algunos representantes del patriarcado latino de Jerusalén y de la Orden de los Frailes Menores, a la que pertenece Pizzaballa. «El palio, que marcará, en los momentos más solemnes, mi nuevo ministerio entre vosotros -escribió el Patriarca en su primer saludo a la gente de su diócesis- nos recuerda que hemos elegido en el bautismo tomar sobre nosotros el yugo de Cristo, el peso y la gloria de la cruz, que es el amor dado hasta la muerte y más allá». Esta vez me pidieron que me «quedara» «Hace cuatro años, al final de mi mandato como custodio de Tierra Santa, el Santo Padre quiso nombrarme administrador apostólico del patriarcado latino de Jerusalén», recuerda en su carta a sus fieles. «Entonces -confiesa- quise interpretar este nombramiento, que todavía no deja de sorprenderme y turbarme, a la luz del verbo ‘volver’: como los discípulos de Emaús, yo también me sentí invitado a volver a Jerusalén para reanudar el viaje, encontrar la comunidad, intensificar mi compromiso». «Y cuando pensaba que mi mandato en Jerusalén había terminado – continúa explicando- recibí una nueva invitación del Papa Francisco que quiere que sea patriarca. Así que esta vez me pidieron que me «quedara». Es el verbo de la paciencia madura, de la espera vigilante, de la fidelidad cotidiana y seria, no sentimental y transitoria. Es ante todo la invitación del Señor a sus apóstoles antes de la Ascensión: a ellos, todavía desorientados y perplejos, tentados de ir por su propio camino, o de resolver todo e inmediatamente, de forzar casi los tiempos de Dios, Jesús les dice: «Quédense en la ciudad, hasta que sean revestidos del poder de lo alto» (Lucas 24, 49). Y por lo tanto yo también permanezco para caminar entre ustedes y con ustedes, en la fe y la esperanza». Los pasos y ritmos del hombre deben ser otros «Estamos afligidos – vuelve a plantear el patriarca – por viejos y nuevos problemas: una política miope, incapaz de visión y coraje, una vida social cada vez más fragmentada y dividida, una economía que nos empobrece cada vez más, y finalmente esta pandemia, con la imposición de ritmos lentos y contrarios a la vida a la que estábamos acostumbrados». Pero añade: «Pienso también en nuestras escuelas cada vez en mayor dificultad, en nuestras comunidades eclesiales a veces tan frágiles y, en definitiva, en tantos problemas dentro y fuera de nosotros, que ya conocemos. Todo esto, sin embargo, nos está enseñando dolorosamente pero, espero, efectivamente, que los pasos y ritmos del hombre deben ser otros, si quiere salvarse a sí mismo y al mundo». Prensa CEVNota de prensa de Vatican News28 de octubre de 2020

28
Oct

Papa Francisco celebrará la misa por los fieles difuntos en el Cementerio Teutónico

Vaticano.- Con motivo de la conmemoración de los fieles difuntos, el próximo 2 de noviembre, el Papa Francisco celebrará la misa en el Cementerio Teutónico del Vaticano, de forma estrictamente privada. También para las otras celebraciones programadas habrá una presencia restringida de personas debido a la pandemia. Las medidas de seguridad dictadas por la pandemia también marcan las próximas celebraciones presididas por el Papa Francisco. El lunes 2 de noviembre, día en que la Iglesia recuerda a los fieles difuntos, el Pontífice – según informa una declaración de la Oficina de Prensa de la Santa Sede – se dirijirá no muy lejos de la Casa Santa Marta, hacia el Cementerio Teutónico del Vaticano. Allí, a las 4 de la tarde, celebrará la misa de forma estrictamente privada, sin la participación de los fieles. Al final se detendrá en oración en el cementerio, luego irá a las Grutas Vaticanas para rendir homenaje a los Pontífices fallecidos. Participación limitada de los fieles Asimismo, el jueves 5 de noviembre, a las 11 de la mañana en el Altar de la Cátedra de la Basílica Vaticana, Francisco celebrará la misa en sufragio de los cardenales y obispos que murieron durante el año. En este último caso y en las celebraciones de los próximos meses, el Santo Padre lo hará con una participación muy limitada de los fieles, individuados según los métodos utilizados en los últimos meses, y respetando plenamente las medidas de protección previstas hasta el momento, salvo variaciones debidas a un cambio en la situación sanitaria. Prensa CEVNota de prensa de Vatican News28 de octubre de 2020

28
Oct

Catequesis del Papa Francisco: Jesús nos ha regalado su diálogo de amor con el Padre

Vaticano.- En la audiencia general del último miércoles de octubre, continuando con su ciclo de catequesis sobre la oración, el Santo Padre reflexionó sobre el bautismo de Jesús y su primera oración terrenal, recordando que como ese día a orillas del Jordán, “cuando nosotros rezamos Él está rezando con nosotros ”. La oración de Jesús a orillas del Jordán es la oración de todos los bautizados en Cristo: lo recordó el Papa Francisco esta mañana, en la tradicional audiencia general del miércoles celebrada en el Aula Pablo VI. Continuando con su ciclo de catequesis dedicado a la oración, tras haber recorrido el Antiguo Testamento, el Pontífice se detuvo en la figura de Jesús y el comienzo de su misión publica, que tuvo lugar con su bautismo en el río Jordán, donde el pueblo reunido en espíritu de oración recibía de Juan el bautismo de penitencia. El primer acto público de Jesús es por tanto la participación en una oración coral del pueblo, una oración penitencial, donde todos se reconocían pecadores Hablando a los fieles, romanos y peregrinos presentes en el Aula Nervi, el Papa evidenció que aunque Jesús no lo necesitaba, quiso ser bautizado en obediencia a la voluntad del Padre y en solidaridad con nuestra condición humana. Él reza con los pecadores del pueblo de Dios. “Jesús es el justo, no es el pecador. Pero Él quiso descender hasta nosotros pecadores, y Él reza con nosotros, y cuando nosotros rezamos Él está con nosotros rezando. Él está con nosotros porque está en el cielo rezando por nosotros. Siempre. Jesús siempre reza con su pueblo, siempre reza con nosotros. Nunca rezamos solos, siempre rezamos con Jesús. No se queda en la orilla opuesta del río, – “yo soy justo, ustedes son pecadores” – para marcar su diversidad y distancia del pueblo desobediente, sino que sumerge sus pies en las mismas aguas de purificación.” “Y ésta – precisó el Papa – es la grandeza de Dios que envió a su Hijo y se anuló a sí mismo y apareció como un pecador”. Jesús no es un Dios lejano De esta manera, Jesús se muestra cercano al pueblo pecador y desobediente, le abre camino y lo invita a seguirlo: “Jesús no es un Dios lejano, y no puede serlo. La encarnación lo reveló de una manera completa y humanamente impensable. Así, inaugurando su misión, Jesús se pone a la cabeza de un pueblo de penitentes, como encargándose de abrir una brecha a través de la cual todos nosotros, después de Él, debemos tener la valentía de pasar.” El Santo Padre subraya que ese día, a orillas del río Jordán, estaba “toda la humanidad, con sus anhelos inexpresados de oración”, sobre todo el pueblo de los pecadores: Esos que pensaban que no podían ser amados por Dios, los que no osaban ir más allá del umbral del templo, los que no rezaban porque no se sentían dignos. Jesús ha venido por todos, también por ellos, y empieza precisamente uniéndose a ellos. Jesús reza con nosotros y abre la puerta de los cielos El Papa Francisco recuerda además «el clima de oración en el que tuvo lugar el bautismo de Jesús”, durante el cual el evangelista Lucas relata que, mientras Jesús rezaba “se abrió el cielo”. «Rezando, Jesús abre la puerta de los cielos, y de esa brecha desciende el Espíritu Santo. Y desde lo alto una voz proclama la verdad maravillosa: «Tú eres mi Hijo; yo hoy te he engendrado»». “Esta sencilla frase encierra un inmenso tesoro: nos hace intuir algo del misterio de Jesús y de su corazón siempre dirigido al Padre. En el torbellino de la vida y el mundo que llegará a condenarlo, incluso en las experiencias más duras y tristes que tendrá que soportar, incluso cuando experimenta que no tiene dónde recostar la cabeza, también cuando el odio y la persecución se desatan a su alrededor, Jesús no se queda nunca sin el refugio de un hogar: habita eternamente en el Padre.” La oración de todos los bautizados «En la oración de Jesús – explica el Papa –  el Espíritu Santo toma posesión de su persona y la voz del Padre atestigua que Él es el amado, el Hijo en el que Él se refleja plenamente.  Una oración que es totalmente personal y así será durante toda su vida terrena” y “en Pentecostés se convertirá por gracia en la oración de todos los bautizados en Cristo. Él mismo obtuvo este don para nosotros, y nos invita a rezar como Él rezaba”. “Por esto, si en una noche de oración nos sentimos débiles y vacíos, si nos parece que la vida haya sido completamente inútil, en ese instante debemos suplicar que la oración de Jesús se haga nuestra. Escucharemos entonces una voz del cielo, más fuerte que la que sube de los bajos fondos de nosotros mismos, susurrando palabras de ternura: ‘Tú eres el amado de Dios, tú eres hijo, tú eres la alegría del Padre de los cielos’” El don de Jesús: su oración, diálogo de amor con el Padre Finalmente, el Santo Padre recuerda que es “por cada uno de nosotros que se hace eco la palabra del Padre: aunque fuéramos rechazados por todos, pecadores de la peor especie. Jesús no bajó a las aguas del Jordán por sí mismo, sino por todos nosotros. Ha abierto los cielos, como Moisés había abierto las aguas del mar Rojo, para que todos pudiéramos pasar detrás de Él. Jesús nos ha regalado su propia oración, que es su diálogo de amor con el Padre. Nos lo dio como semilla de la Trinidad, que quiere echar raíces en nuestro corazón. ¡Acojámoslo! Acojamos este don, el don de la oración. Siempre con Él. Prensa CEVNota de prensa de Vatican News28 de octubre de 2020

27
Oct

Carta del Papa Francisco sobre Europa al Cardenal Pietro Parolin

Vaticano.- Se hizo pública la carta del Papa al Cardenal Secretario de Estado con ocasión del 40º aniversario de la Comisión de los Episcopados de la Unión Europea, el 50º aniversario de las relaciones diplomáticas entre la Santa Sede y la Unión Europea y el 50º aniversario de la presencia de la Santa Sede como Observador Permanente ante el Consejo de Europa El Santo Padre Francisco firmó en la Ciudad del Vaticano, el pasado 22 de octubre, en la memoria de San Juan Pablo II, la carta que dirigió al Cardenal Secretario de Estado, Pietro Parolin, con ocasión del 40º aniversario de la Comisión de los Episcopados de la Unión Europea (COMECE), el 50º aniversario de las relaciones diplomáticas entre la Santa Sede y la Unión Europea y el 50º aniversario de la presencia de la Santa Sede como Observador Permanente ante el Consejo de Europa. En concomitancia con estos aniversarios, se había programado, del 28 al 30 de octubre, una visita del Cardenal Parolin a Bruselas, que debió cancelarse a causa del empeoramiento de la emergencia sanitaria. Se espera que las reuniones con las autoridades de la Unión Europea y los miembros de la COMECE puedan tener lugar mediante video-conexión. Dirigiéndose al Cardenal Secretario de Estado, el Papa comienza su carta en recordando que en este año, la Santa Sede y la Iglesia en Europa celebran algunos acontecimientos significativos. Y destaca que hace cincuenta años se concretó la colaboración entre la Santa Sede y las Instituciones europeas surgidas después de la Segunda Guerra Mundial, mediante el establecimiento de las relaciones diplomáticas con las entonces Comunidades Europeas y la presencia de la Santa Sede como Observador ante el Consejo de Europa. Integración del continente y superación de las hostilidades Después, en 1980, se creó la Comisión de los Episcopados de las Comunidades Europeas (COMECE), en la que participan con un delegado propio todas las Conferencias Episcopales de los Estados Miembros de la Unión Europea, con el objetivo de favorecer “una colaboración más estrecha entre dichos Episcopados, en orden a las cuestiones pastorales relacionadas con el desarrollo de las competencias y de las actividades de la Unión”.  Además, este año se celebró el 70º aniversario de la Declaración Schuman, acontecimiento que inspiró el largo camino de integración del continente, haciendo posible que se superen las hostilidades producidas a causa de los dos conflictos mundiales. El Pontífice comparte algunas reflexiones sobre el futuro de este continente, particularmente querido, no sólo por sus orígenes familiares, sino también por el papel central que tuvo debe en la historia de la humanidad. Europa tiene aún mucho que dar al mundo Estas palabras del Papa, tal como él mismo afirma, nacen de su “solicitud de Pastor y de la certeza de que Europa aún tiene mucho que dar al mundo”. De manera que sólo tienen la pretensión de ser “una aportación personal a la reflexión tan necesaria sobre su futuro”. Por esta razón Francisco le agradece que pueda compartir su contenido en los diálogos que mantendrá con las Autoridades europeas y con los miembros de la COMECE, a quienes que exhorta “a colaborar con espíritu de comunión fraterna con todos los obispos del continente, reunidos en el Consejo de las Conferencias Episcopales de Europa (CCEE)”. Cercanía del Papa Tras pedirle al Cardenal Secretario de Estado que lleve a cada uno su saludo personal y el signo de su cercanía a los pueblos que representan, el Papa manifiesta su deseo de que esos encuentros representen una “ocasión propicia para profundizar las relaciones de la Santa Sede con la Unión Europea y con el Consejo de Europa, y para confirmar a la Iglesia en su misión evangelizadora y en su servicio al bien común”. Del papel de la Iglesia el Santo Padre afirma que se vuelve más relevante aún en el contexto de la pandemia que estamos atravesando: “De hecho, el proyecto europeo surge como voluntad de poner fin a las divisiones del pasado. Nace de la conciencia de que juntos y unidos somos más fuertes, que `la unidad es superior al conflicto’ y que la solidaridad puede ser ‘un modo de hacer la historia, un ámbito viviente donde los conflictos, las tensiones y los opuestos pueden alcanzar una unidad pluriforme que engendra nueva vida’” La pandemia constituye como una línea divisoria Francisco también destaca que en nuestro tiempo, que “da muestras de estar volviendo atrás”, en el que prevalece la idea de ir cada uno por su cuenta, la pandemia constituye como una línea divisoria que obliga a hacer una elección: o se sigue el camino tomado en el último decenio, alentado por la tentación de la autonomía, enfrentando crecientes incomprensiones, contraposiciones y conflictos; o bien se redescubre ese camino de la fraternidad, que sin duda fue el que inspiró y animó a los Padres fundadores de la Europa moderna, a partir justamente de Robert Schuman”. Y añade: “En las noticias europeas de los últimos meses, la pandemia puso en evidencia todo esto: la tentación de ir cada uno por su cuenta, buscando soluciones unilaterales a un problema que trasciende los límites de los Estados, pero también, gracias al gran espíritu de mediación que caracteriza a las Instituciones europeas, el deseo de recorrer con convicción el camino de la fraternidad que es además camino de la solidaridad, poniendo en marcha la creatividad y nuevas iniciativas” Actualidad las palabras de San Juan Pablo II De ahí la necesidad de “consolidar las medidas adoptadas para evitar que los empujes centrífugos recobren fuerza”. Por esta razón el Papa afirma que “resuenan hoy con gran actualidad las palabras que San Juan Pablo II pronunció en el Acto europeo en Santiago de Compostela: Europa, “vuelve a encontrarte. Sé tú misma”. Y añade que ”en un tiempo de cambios repentinos se corre el riesgo de perder la propia identidad, especialmente cuando desaparecen los valores compartidos sobre los que se funda la sociedad”. “En este momento, quisiera decirle a Europa: Tú, que has sido una fragua de ideales durante siglos y ahora parece que pierdes tu impulso,

26
Oct

Papa Francisco en el Angelus: se ama a Dios si se ama al prójimo

El Papa Francisco ha rezado la oración mariana del Ángelus junto a cientos de fieles en la Plaza de San Pedro. En el contexto de un día de otoño, soleado, se ha referido al texto de Mateo 22,34-40, relato que nos presenta a un doctor de la Ley que le pregunta a Jesús ¿cuál es “el mandamiento mayor” (v. 36), es decir, el mandamiento principal de la Ley divina? Francisco nos recuerda la respuesta de Jesús: «“Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente”» (v. 37). Y a continuación añade: «El segundo es semejante a éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo» (v. 39). En este contexto, el Papa explica que esta es “una de las principales novedades de la enseñanza de Jesús” en la que “establece dos fundamentos esenciales para los creyentes de todos los tiempos: El primero es que la vida moral y religiosa no puede reducirse a una obediencia ansiosa y forzada, sino que debe tener como principio el amor. El segundo es que el amor debe tender juntos e inseparablemente hacia Dios y hacia el prójimo”. El Papa continúa afirmando: “Jesús concluye su respuesta con estas palabras: «De estos dos mandamientos penden toda la Ley y los Profetas» (v. 40). Esto significa que todos los preceptos que el Señor ha dado a su pueblo deben ser puestos en relación con el amor de Dios y del prójimo”, y subraya: “De hecho, todos los mandamientos sirven para realizar y expresar ese doble amor indivisible”. Francisco cita al apóstol Juan, quien afirma: «Quien no ama a su hermano, a quien ve, no puede amar a Dios a quien no ve» (1 Jn 4, 20), y utiliza este planteamiento para concretizar cómo se realiza y expresa el mandamiento del amor: “El amor por Dios se expresa sobre todo en la oración, en particular en la adoración. Y el amor por el prójimo, que se llama también caridad fraterna, está hecho de cercanía, de escucha, de compartir, de cuidado del otro”. El Papa puntualizó que una falta para con el amor es el hecho de que “a veces no tenemos tiempo para consolar al otro, pero sí tenemos tiempo para comentar, para chismear sobre él”. El Obispo de Roma nos muestra cómo “Jesús nos ayuda a ir a la fuente viva y que brota del amor. Tal fuente es Dios mismo, para ser amado totalmente en una comunión que nada ni nadie puede romper”. Esta comunión es frágil y hay que fortalecerla para que “no se deje esclavizar por los ídolos de este mundo”, insiste el Papa. “Mientras haya un hermano o una hermana a la que cerremos nuestro corazón, estaremos todavía lejos del ser discípulos como Jesús nos pide” El amor al prójimo es la manera de verificar la eficacia de nuestro camino de conversión, afirma Francisco: “Mientras haya un hermano o una hermana a la que cerremos nuestro corazón, estaremos todavía lejos del ser discípulos como Jesús nos pide. Pero su divina misericordia no nos permite desanimarnos, es más nos llama a empezar de nuevo cada día para vivir coherentemente el Evangelio”. Al finalizar su reflexión, el Papa pidió la intercesión de María para que “nos abra el corazón para acoger el “mayor mandamiento”, el doble mandamiento del amor, que resume toda la ley de Dios y de la que depende nuestra salvación”. Prensa CEVNota de prensa de Vatican News26 de octubre de 2020

23
Oct

Papa Francisco al encuentro EcoOne: para una ecología integral hace falta una conversión interior

Vaticano.- El Papa Francisco envió un mensaje a los participantes del Encuentro Internacional EcoOne, la iniciativa ecológica del Movimiento de los Focolares que tiene lugar en el marco del año especial dedicado al quinto aniversario de la Carta Encíclica Laudato si’ y que fue leído esta tarde. Nuevos caminos hacia la ecología integral Se trata de un evento organizado junto con el Departamento para el Servicio del Desarrollo Humano Integral y del Movimiento Católico Mundial para el Clima, que lleva como tema Nuevos caminos hacia la ecología integral: a cinco años de la Laudato si’. «Esta reunión establece una visión relacional de la humanidad y el cuidado de nuestro mundo desde diferentes puntos de vista: ético, científico, social y teológico», escribe el Papa destacando la convicción de Chiara Lubich, (una docente y ensayista italiana, fundadora y presidente del Movimiento de los Focolares) de que el mundo lleva en sí mismo un carisma de unidad: «Confío en que esta perspectiva suya pueda guiar su trabajo en el reconocimiento de que todo está conectado y que se requiere una preocupación por el medio ambiente combinada con un compromiso constante con los problemas de la sociedad» (Laudato si’, 91). Reflejar la verdad de que somos una sola humanidad Entre estos problemas, el Santo Padre explica que se encuentra la urgencia de un nuevo y más inclusivo paradigma socioeconómico, que pueda reflejar la verdad de que somos una sola humanidad, «como viajeros hechos de la misma carne humana, como hijos de esta misma tierra que es nuestro hogar». (Enc.Fratelli tutti, 8). Y para fomentar una solidaridad entre nosotros y con el mundo que nos rodea, el Pontífice subraya que hace falta «una firme voluntad de elaborar y aplicar medidas concretas que fomenten la dignidad de todas las personas en sus relaciones humanas, familiares y laborales, al tiempo que se combaten las causas estructurales de la pobreza y trabajando para proteger el medio ambiente natural». Hace falta una profunda conversión interior Por otra parte, el Papa hace hincapié en que para lograr una ecología integral hace falta una profunda conversión interior, tanto a nivel personal como comunitario. “Al examinar los grandes desafíos a los que nos enfrentamos en la actualidad, entre ellos el cambio climático, la necesidad de un desarrollo sostenible y la contribución que la religión puede hacer a la crisis medioambiental, es esencial romper con la lógica de la explotación y el egoísmo y promover la práctica de un modo de vida sobrio, sencillo y humilde (cf. Laudato si’, 222-224). Espero que vuestra labor contribuya a cultivar en el corazón de nuestros hermanos y hermanas una responsabilidad compartida por unos y otros, como hijos de Dios, y un renovado compromiso de ser buenos administradores de la creación, su don (cf. Gn 2,15)” Finalmente Francisco agradeció a los participantes del evento ecológico, «por su investigación y sus esfuerzos de colaboración con el fin de buscar nuevos caminos que conduzcan a una ecología integral, por el bien común de la familia humana y del mundo» y concluyó impartiendo sobre todos la bendición de Dios y pidiéndoles que recen por él. Prensa CEVNota de prensa de Vatican News 23 de octubre de 2020

21
Oct

Catequesis del Papa Francisco: No al ateísmo cotidiano «amo a Dios pero no a mi hermano»

Vaticano.- Existe una oración falsa, en la que se busca ser admirados, cubrir las propias necesidades o encontrar consuelo. Esa oración, en la que el hermano no está presente, no es una oración cristiana: lo afirmó el Papa en la última catequesis sobre los salmos, en la que partió de la figura del “impío”, es decir, de aquella persona que vive como si Dios no existiera, y en la que habló del “ateísmo” que practica quien reza, pero no reconoce la persona humana como imagen de Dios, y que es “la peor ofensa que se puede llevar al templo y al altar”. El “sagrado temor de Dios” es lo que nos hace plenamente humanos: el Papa Francisco realizó esta afirmación en su catequesis durante la Audiencia General, con la que completó la serie sobre la oración de los Salmos. A partir de la figura del “impío”, es decir de aquel que “vive como si Dios no existiera”, que “no teme juicios sobre lo que piensa y lo que hace” Francisco explicó que el Libro de los Salmos “presenta la oración como la realidad fundamental de la vida”, pues ella es “la salvación del ser humano”. La referencia al absoluto y al trascendente – que los maestros de ascética llaman el “sagrado temor de Dios” – es lo que nos hace plenamente humanos, es el límite que nos salva de nosotros mismos, impidiendo que nos abalancemos sobre esta vida de forma rapaz y voraz. La oración es la salvación del ser humano. La oración responsabiliza, no es un calmante para aliviar ansiedades El Papa se refirió luego a la “oración falsa”, es decir, aquella “sólo para ser admirados por los otros”, contraponiéndola con aquella sincera, que “hace contemplar la realidad con los ojos mismos de Dios”: Existe por desgracia una oración falsa, en la que se busca ser admirados, cubrir las propias necesidades o encontrar consuelo. Esa oración, en la que el hermano no está presente, no es una oración cristiana. Como vemos en el Padrenuestro, el otro se hace importante y nosotros responsables. “Quienes van a misa sólo para hacer ver que van a misa, que son católicos o para mostrar el último modelo que han comprado… para hacer una buena figura social. Van a una oración falsa.” Las puertas de las iglesias no son barreras, sino “membranas” permeables La oración, dijo en la catequesis en italiano “no es un calmante para aliviar las ansiedades de la vida”. La oración “responsabiliza”. Para “aprender” esta forma de rezar, el Salterio “es una gran escuela”: todas estas oraciones han sido usadas antes en el Templo de Jerusalén y después en las sinagogas. Por eso, hallamos en los salmos tanto oraciones íntimas, como comunitarias, de modo que la plegaria personal se alimenta de la litúrgica y viceversa. Ambas se convierten en patrimonio de todos. La oración puede comenzar en la tenue luz de una nave, pero luego termina su recorrido por las calles de la ciudad. Y viceversa, puede brotar durante las ocupaciones diarias y encontrar cumplimiento en la liturgia. Las puertas de las iglesias no son barreras, sino “membranas” permeables, listas para recoger el grito de todos. Se reza con el corazón Cuando se reza, dijo también Francisco, todo adquiere «espesor», adquiere peso, “como si Dios la tomara en sus manos y la transformara”. Y el “peor servicio” que se puede prestar a Dios, y también al hombre, es rezar cansadamente, como costumbre: “Rezar como loros, bla, bla, bla… ¡No! Se reza con el corazón.” El ateísmo cotidiano: amo a Dios, pero no amo a mi hermano “En la oración del Salterio el mundo está siempre presente”.En resumen, – dijo el Papa – donde está Dios, también debe estar el hombre. La Sagrada Escritura es categórica: «Nosotros amemos, porque él nos amó primero». Por eso Francisco concluyó la catequesis con ejemplos prácticos: Si alguno dice “Amo a Dios”, y aborrece a su hermano, es un mentiroso; pues quien no ama a su hermano, a quien ve, no puede amar a Dios a quien no ve. Y hemos recibido de Él este mandamiento: quien ama a Dios, ame también a su hermano» (1 Jn 4, 19-21). Prensa CEVNota de prensa de Vatican News21 de octubre de 2020

20
Oct

Papa Francisco: No permanecer indiferentes ante un mundo sediento de paz

Vaticano.- En un mundo que corre el riesgo de “acostumbrarse” al mal de la guerra, la paz es la prioridad de cualquier política: lo subrayó el Papa Francisco esta tarde digiriéndose, en la Plaza del Capitolio de Roma, a los participantes en el 34° Encuentro de Oración por la Paz en el espíritu de Asís,  promovido por la Comunidad de San Egidio e inspirado en el histórico encuentro interreligioso querido por San Juan Pablo II en 1986. El Encuentro, que este año se titula «Nadie se salva solo – Paz y fraternidad», se desarrolló con presencia limitada debido a las medidas anticontagio por el Covid 19 y fue transmitido en streaming. Además, siempre a causa de la pandemia, algunos representantes religiosos no pudieron asistir, como fue el caso de Gran Imán de al-Azhar, Ahmed al-Tayyeb. El Pontífice participó, en primer lugar, en un momento de oración ecuménica con otras confesiones cristianas en la Basílica de Santa María en Aracoeli y, sucesivamente, se dirigió a la Plaza romana del Capitolio donde tuvo lugar la ceremonia con representantes de las grandes religiones del mundo y autoridades. Aquí, poniendo en evidencia que el mundo que tiene “sed ardiente de paz” recordó también que la paz no se logra por sí solos sino juntos, encontrándonos. Francisco inició su discurso con palabras de agradecimiento y alegría por esta ocasión de encuentro con “ilustres líderes religiosos, distinguidas Autoridades y numerosos amigos de la paz”. Entre ellos, el Papa saludó especialmente al señor Presidente de la República Italiana, Sergio Mattarella y a Su Santidad el Patriarca Ecuménico Bartolomé, «mi hermano», manifestando sincero aprecio porque “a pesar de las dificultades del viaje, él y otras personalidades hayan deseado participar en este momento de oración”. La visión profética de paz de San Juan Pablo II Recordando el primer encuentro en el espíritu de Asís, querido por san Juan Pablo II, el Papa subrayó que “en esa visión de paz había una semilla profética que, paso a paso, gracias a Dios ha ido madurando con encuentros inéditos, acciones de pacificación y nuevas ideas de fraternidad. De hecho, mirando hacia atrás, aunque lamentablemente nos encontramos en los últimos años con acontecimientos dolorosos, como conflictos, terrorismo o radicalismo, a veces en nombre de la religión, debemos reconocer los pasos fructuosos en el diálogo entre las religiones. Es un signo de esperanza que nos anima a trabajar juntos como hermanos. Así hemos llegado al importante Documento sobre la Fraternidad humana por la paz mundial y la convivencia común, que firmé con el Gran Imán de al-Azhar, Ahmed al-Tayyeb, en el año 2019”. La diversidad no justifica la indiferencia o la enemistad «El mandamiento de la paz está inscrito en lo profundo de las tradiciones religiosas» afirmó a continuación el Pontífice retomando una cita de su última encíclica Fratelli tutti y precisó:  “Los creyentes han entendido que la diversidad de religiones no justifica la indiferencia o la enemistad. En efecto, partiendo de la fe religiosa, uno puede convertirse en artesano de la paz y no en espectador inerte del mal de la guerra y del odio. Las religiones están al servicio de la paz y la fraternidad». Para el Santo Padre, este encuentro «impulsa a los líderes religiosos y a todos los creyentes a rezar con insistencia por la paz, a no resignarse nunca a la guerra, a actuar con la fuerza apacible de la fe para poner fin a los conflictos». Por ello afirmó  con fuerza: “¡Necesitamos la paz! ¡Más paz! No podemos permanecer indiferentes. Hoy el mundo tiene una ardiente sed de paz” La paz es prioridad de cualquier política El Papa recordó que “en muchos países se sufre por las guerras, con frecuencia olvidadas, pero que son siempre causa de sufrimiento y de pobreza” y advirtió que “el mundo, la política, la opinión pública corren el riesgo de ‘acostumbrarse al mal de la guerra’, como compañero natural en la historia de los pueblos”. De aquí su exhortación: “No nos quedemos en discusiones teóricas, tomemos contacto con las heridas, toquemos la carne de los perjudicados. Prestemos atención a los prófugos, a los que sufrieron la radiación atómica o los ataques químicos, a las mujeres que perdieron sus hijos, a los niños mutilados o privados de su infancia” Y tras constatar que “en la actualidad, los dolores de la guerra también se ven agravados por la pandemia del coronavirus y la imposibilidad, en muchos países, de acceder a los tratamientos necesarios”, subrayó que “los conflictos continúan, y con ellos el dolor y la muerte”. Por ello, señaló: “Poner fin a la guerra es el deber impostergable de todos los líderes políticos ante Dios. La paz es la prioridad de cualquier política. Dios le pedirá cuentas a quienes no han buscado la paz o han fomentado las tensiones y los conflictos durante tantos días, meses y años de guerra que han pasado y que han golpeado a los pueblos” ««¡Basta!»: es una respuesta inequívoca a toda violencia», afirmó el Obispo de Roma retomando las palabras que dijo Jesús cuando los discípulos le mostraron dos espadas, antes de la Pasión. Y explicó que ese «¡basta!» de Jesús «supera los siglos y llega con su fuerza hasta nosotros hoy».   “¡Basta de espadas, de armas, de violencia, de guerra!” Ningún pueblo puede lograr la paz por sí solo El Pontífice recordó también que San Pablo VI repitió este llamamiento a las Naciones Unidas en 1965, afirmando: «¡Nunca jamás guerra!».  “Esta es la súplica de todos nosotros, hombres y mujeres de buena voluntad»- precisó. «Es el sueño de todos los artesanos y buscadores de la paz, conscientes de que ‘toda guerra deja al mundo peor que como lo había encontrado’”. Ningún pueblo, ningún grupo social puede por sí solo lograr la paz, el bien, la seguridad y la felicidad. Ninguno. La lección de la reciente pandemia, si deseamos ser honestos, es «la consciencia de ser una comunidad mundial que navega en una misma barca, donde el mal de uno perjudica a todos. Recordamos que nadie se salva solo, que únicamente es posible salvarse juntos».

19
Oct

Papa Francisco en el Ángelus: Jesús enseña a huir de la hipocresía y ser ciudadanos honestos

Vaticano.- El domingo 18 de octubre, vigésimo noveno del tiempo ordinario, el Papa Francisco rezó la oración mariana del Ángelus asomado desde la ventana del Palacio Apostólico del Vaticano. Francisco ofreció su habitual comentario del Evangelio dominical (cfr. Mt 22,15-21) que en esta ocasión relata cómo Jesús afronta la hipocresía de sus adversarios respondiendo sabiamente a la pregunta insidiosa que le habían lanzado para ponerlo en una situación difícil y desacreditarlo ante el pueblo. «¿Es lícito pagar tributo al César, o no?» (v. 17). Dad al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios «En aquel tiempo, en Palestina, el dominio del imperio romano era mal tolerado, también por motivos religiosos», explicó el Papa haciendo hincapié en que para la población, el culto al emperador, «subrayado incluso por su imagen en las monedas, era una injuria al Dios de Israel». “Los interlocutores de Jesús están convencidos de que no existen más respuestas a su pregunta: o «sí» o «no». Pero Él conoce su malicia y se libra de la trampa. Les pide que le muestren la moneda del tributo, la toma en sus manos y pregunta de quién es la imagen impresa. Ellos responden que es del César, es decir, del emperador. Entonces Jesús replica: Pues dad al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios” Asimismo, el Santo Padre indicó que con esta respuesta, Jesús se sitúa por encima de la polémica: «Por una parte, reconoce que se debe pagar el tributo al César, porque la imagen sobre la moneda es la suya; pero, sobre todo, recuerda que cada persona lleva en sí otra imagen, la de Dios, y por tanto es a Él, y solo a Él, a quien cada uno debe la propia existencia». Edificar la civilización del amor En este punto, Francisco destacó que de esta sentencia de Jesús, «no solo se encuentra el criterio para la distinción entre la esfera política y la religiosa, sino que de ella también emergen orientaciones claras para la misión de los creyentes de todos los tiempos, incluidos nosotros hoy». “Pagar los impuestos es un deber de los ciudadanos, así como cumplir las leyes justas del Estado. Al mismo tiempo, es necesario afirmar la primacía de Dios en la vida humana y en la historia, respetando el derecho de Dios sobre todo lo que le pertenece” Al respecto, el Papa aseveró que de aquí deriva la misión de la Iglesia y de los cristianos: «hablar de Dios y testimoniarlo a los hombres y a las mujeres del propio tiempo. Se trata de esforzarse con humildad y con valor, dando la propia contribución a la edificación de la civilización del amor, en la que reinan la justicia y la fraternidad». En la dignidad humana está impresa la imagen de Dios Antes de despedirse, el Santo Padre pidió a María Santísima que nos ayude a huir de cualquier hipocresía, a ser ciudadanos honestos y constructivos. «Y que nos sostenga a nosotros, discípulos de Cristo, en la misión de testimoniar que Dios es el centro y el sentido de la vida», concluyó Francisco deseando a todos los peregrinos reunidos en la plaza de San Pedro un buen almuerzo e impartiendo su bendición apostólica. Prensa CEVNota de prensa de Vatican News19 de octubre de 2020