Categoría: Papa Francisco

15
Abr

Papa Francisco: la santidad no es para «especialistas de lo divino»

Vaticano.- El Papa envía un videomensaje al Congreso Internacional «Mujer Excepcional» dedicado a Santa Teresa de Ávila, que finaliza hoy en la Universidad Católica Santa Teresa de Jesús de Ávila en España con motivo del 50 aniversario del Doctorado de la santa: la bondad de Dios «es mayor que todos los males que podamos hacer, y no se acuerda de nuestra ingratitud», dice el Pontífice. El Papa Francisco se hizo presente en el cierre del congreso universitario “Mujer excepcional”, con el que se conmemora el quincuagésimo aniversario de la proclamación de Santa Teresa de Jesús como Doctora de la Iglesia, llevado a cabo en Ávila del 12 al 15 de abril. El Sumo Pontífice, quien ya había mandado su saludo a través del Obispo de Ávila, Monseñor José María Gil Tamayo, leído en la apertura del congreso, quiso manifestar su cercanía y su acompañamiento también a través de un video mensaje con el que saludó a los participantes y volvió sobre la figura de la Santa abulense. Los cristianos están llamados a renovar la tierra «Mujer excepcional», comenzó diciendo el Papa, son las palabras que utilizó San Pablo VI para describir a la santa capaz de perseverar en la unión con el Señor, de ser dócil al Espíritu quedando “toda abrasada en el amor de Dios”. La audacia, la creatividad y la excelencia de Santa Teresa como reformadora – subrayó Francisco – son el fruto de la presencia interior del Señor. Nuestros días tienen bastantes similitudes con los del siglo XVI en que vivió la santa. Como entonces, también ahora los cristianos estamos llamados a que, a través de nosotros, la fuerza del Espíritu Santo siga renovando la faz de la tierra, en la certeza de que en el último termino son los santos quienes permiten que el mundo avance aproximándose a su meta definitiva.  El camino de la santidad Recordando que la santidad favorece «un estilo de vida más humano», el Papa Francisco subraya que no es sólo para algunos «especialistas de lo divino» sino «la vocación de todos los creyentes». Sin embargo, la santidad es originalidad porque cada uno está llamado a un camino diferente: Los santos nos estimulan y nos motivan, pero no están para que tratemos literalmente de copiarlos, la santidad no se copia, “porque hasta eso podría alejarnos del camino único y diferente que el Señor tiene para cada uno de nosotros”. Lo que interesa es que cada creyente discierna su propio camino”, cada uno de nosotros tiene su camino de santidad, de encuentro con el Señor. Del pecado a la misericordia El signo de la unión con Dios, que se cultiva en la oración, está en las obras que se realizan. Esto implica también un cambio personal porque, abierto al Espíritu, uno se vuelve «más humildes, más solícitos a las necesidades de nuestros hermanos, mejores hijos del Pueblo santo de Dios». Tal camino no se abre a los que se tienen a sí mismos por puros y perfectos, los cátaros de todos los siglos, sino a los que, conscientes de sus pecados, descubren la hermosura de la misericordia de Dios, que acoge a todos, redime a todos, y a todos llama a su amistad.  “Santa Teresa, que se tenía a sí misma por muy ‘ruin y miserable’”, como ella se definía, reconoce, explicó el Papa, “que la bondad de Dios ‘es mayor que todos los males que podamos hacer, y no se acuerda de nuestra ingratitud’”. El Señor no se cansa de perdonar, pero el gran peligro es que nos cansemos de pedir perdón.  De la oración a la fraternidad El ideal de la fraternidad fue descubierto por Santa Teresa, «una mujer excepcional, una mujercreativa e innovadora», a través de la oración que abre a la esperanza. Un ideal que quiso hacer realidad en los conventos que fundó; una enseñanza que es válida incluso hoy, cuando hay «peleítas» entre conventos. Como la Doctora de la Iglesia, vivimos en «tiempos recios», nada fáciles, que necesitan de «amigos fieles de Dios», amigos fuertes.  La gran tentación es ceder a la desilusión, a la resignación, al funesto e infundado presagio de que todo va a salir mal. Ese pesimismo infecundo, ese pesimismo de personas incapaces de dar vida.  En cambio, indica el Pontífice, “la oración nos abre, nos permite gustar que Dios es grande, que está más allá del horizonte, que Dios es bueno, que nos ama y que la historia no se le ha escapado de sus manos.  Puede que transitemos por cañadas oscuras (cf. Sal 23,4), no les tengan miedo si está el Señor con ustedes, pero Él no deja de caminar a nuestro lado y de conducirlos a la meta que todos anhelamos: la vida eterna. Y junto a Él, concluyó el Papa, “somos capaces de alcanzar cualquier reto, porque en realidad sólo su compañía es la que desea nuestro corazón y la que nos otorga la plenitud y el gozo de los que hemos sido creados”. Finalmente, el Santo Padre nos invita a rezar estas palabras:  “Nada te turbe, nada te espante; todo se pasa, Dios no se muda. La paciencia todo lo alcanza. Quien a Dios tiene nada le falta. Sólo Dios basta.” Prensa CEVNota de prensa de Vatican News15 de abril de 2021

15
Abr

Papa Francisco alienta a construir una política arraigada en el pueblo y para el bien común

Vaticano.- «Una política que se desentiende de los pobres nunca podrá promover el bien común». Son las palabras del Papa Francisco en un video mensaje enviado a los participantes de la Conferencia Internacional titulada “A Politics Rooted in the People”, en español, «una política arraigada en el pueblo», organizada el 15 de abril. El Papa Francisco ha enviado un video mensaje a los participantes de la conferencia internacional titulada “A Politics Rooted in the People” (Una política arraigada en el pueblo) organizada el 15 de abril. Una conferencia que tiene como base el nuevo libro del Papa Francisco titulado «Let Us Dream», en español, «Soñemos juntos». En este contexto, líderes de base, organizadores comunitarios y académicos se reúnen para llevar adelante el apremiante llamamiento del Papa para que la Iglesia adopte «una política arraigada en el pueblo», uniendo fuerzas para construir un futuro mejor. A continuación, compartimos las transcripción integral de las palabras del Papa en el video mensaje grabado en español: «Me alegra dirigirles una palabra de saludo al inicio de esta conferencia organizada por el Centro de la Teología y la Comunidad en Londres en torno a temas tratados en el libro Soñemos Juntos, sobre todo en lo que se refiere a los movimientos populares y las organizaciones que los apoyan.  Saludo especialmente a la Campaña Católica para el Desarrollo Humano, que celebra 50 años ayudando a las comunidades más pobres en los Estados Unidos para vivir más dignamente, promoviendo su participación en las decisiones que los afectan.  En esta dimensión trabajan también otras organizaciones aquí presentes, del Reino Unido, de Alemania, y de otros países, cuya misión es acompañar al pueblo en su lucha por la tierra, el techo y el trabajo, las famosas tres “T”, y permanecer a su lado cuando se topan con actitudes de oposición y desprecio. La pobreza y la exclusión del mercado de trabajo que resultan de esta pandemia que estamos viviendo han hecho mucho más urgente y necesaria la obra y el testimonio de ustedes.  «Una política de fraternidad» Uno de los objetivos de vuestra reunión es mostrar que la verdadera respuesta al auge del populismo no es precisamente más individualismo sino lo contrario: una política de fraternidad, arraigada en la vida del pueblo. En su reciente libro, el Reverendo Angus Ritchie describe esta política que ustedes hacen como “populismo inclusivo”; a mí me gusta usar “popularismo” para expresar la misma idea. Pero lo que importa no es el nombre sino la visión, que es la misma: se trata de encontrar mecanismos para garantizar a todas las personas una vida digna de llamarse humana, una vida que sea capaz de cultivar la virtud y forjar nuevos vínculos.  En Soñemos Juntos, a esta política la llamo “la política con mayúscula”, la política como servicio, que abre nuevos caminos para que el pueblo se organice y se exprese. Es una política no sólo para el pueblo sino con el pueblo, arraigada en sus comunidades, y en sus valores. En cambio, los populismos más bien siguen como inspiración, consciente o inconsciente, otro lema: “Todo para el pueblo, nada con el pueblo”, paternalismo político. De ahí que el pueblo en la visión populista no es protagonista de su destino, sino termina siendo deudor de una ideología. «Dios con nosotros» Cuando el pueblo está descartado, se le priva no sólo del bienestar material sino de la dignidad del actuar, de ser protagonista de su historia, de su destino, de expresarse con sus valores y su cultura, de su creatividad, de su fecundidad. Por eso, para la Iglesia es imposible separar la promoción de la justicia social del reconocimiento de los valores y la cultura del pueblo, incluyendo los valores espirituales que son fuente de su sentido de dignidad. En las comunidades cristianas, estos valores nacen del encuentro con Jesucristo, que busca incansablemente a quien está desanimado o perdido, que se desplaza hasta los mismos límites de la existencia, para ser rostro y presencia de Dios, para ser “Dios con nosotros”.  Muchos de ustedes aquí reunidos trabajan desde hace años haciendo esto en las periferias, y acompañando a los movimientos populares. A veces puede ser incómodo. Algunos los acusan a ustedes de ser demasiado políticos, otros de querer imponer la religión. Pero ustedes perciben que respetar al pueblo es respetar sus instituciones, incluso las religiosas; y que el papel de esas instituciones no es imponer nada sino caminar con el pueblo, recordándoles el rostro de Dios que siempre se nos adelanta.  Por eso el verdadero pastor de un pueblo, pastor religioso, es aquel que se anima a caminar delante, en medio y detrás del pueblo. Delante para señalar un poco el camino, en medio para sentir con su pueblo y no equivocarse, y detrás para ayudar a los rezagados y para dejar que el pueblo con su olfato también encuentre caminos.  Colaboración sostenida con los Movimientos Populares Por eso en Soñemos Juntos hablo de un deseo: que todas las diócesis del mundo tengan una colaboración sostenida con los movimientos populares.  Salir al encuentro de Cristo herido y resucitado en las comunidades más pobres nos permite recobrar nuestro vigor misionario, porque así nació la Iglesia, en la periferia de la Cruz. Si la Iglesia se desentiende de los pobres deja de ser la Iglesia de Jesús y revive las viejas tentaciones de convertirse en una élite intelectual o moral, una nueva forma de pelagianismo, o de vida esenia.  Del mismo modo, una política que se desentiende de los pobres nunca podrá promover el bien común. Una política que se desentiende de las periferias nunca sabrá entender el centro y confundirá el futuro con un proyectarse a través de un espejo.  Una manera de desentenderse de los pobres es despreciar su cultura, sus valores espirituales, sus valores religiosos, sea descartándolos o explotándolos para fines de poder. El desprecio a la cultura popular es el comienzo del abuso de poder. La cultura del diálogo como camino Al reconocer la importancia de la espiritualidad en la vida de los pueblos se regenera la política.

14
Abr

Catequesis del Papa: «La oración es la fuerza de la Iglesia y de nuestra fe»

Vaticano.- El Santo Padre reflexionó esta mañana, en la catequesis de su Audiencia General, sobre la «Iglesia como escuela de oración» y destacó la importancia transmitir, de generación en generación, «la lámpara de la fe con el aceite de la oración». «Esta es la tarea esencial de la Iglesia: rezar y educar a rezar», dijo Francisco. El miércoles 14 de abril, el Papa Francisco celebró su Audiencia General en la Biblioteca del Palacio Apostólico del Vaticano, sin presencia de fieles a causa de las restricciones de la actual pandemia. Iglesia «escuela de oración» En su catequesis pronunciada en italiano, el Santo Padre reflexionó sobre la Iglesia como «escuela de oración», ese don que en la infancia «hemos recibido con sencillez»-dijo Francisco-  «nos damos cuenta de que es un patrimonio grande y muy rico, y que la experiencia de la oración merece ser profundizada cada vez más» (cfr ibid., 2688). En este contexto, el Pontífice recordó que es precisamente en la infancia cuando muchos de los fieles aprenden «a silabear las primeras oraciones» junto con los padres o los abuelos. “Quizá custodiamos el recuerdo de la madre y del padre que nos enseñaban a recitar las oraciones antes de ir a dormir. Esos momentos de recogimiento son a menudo aquellos en los que los padres escuchan de los hijos alguna confidencia íntima y pueden dar su consejo inspirado en el Evangelio. Hace bien recordarlos” El hábito de la fe no es inmediato, crece con nosotros Por otra parte, el Santo Padre subrayó que el hábito de la fe no es inmediato, sino que se desarrolla con nosotros, «también a través de momentos de crisis y resurrecciones» y en este sentido, la respiración de la fe es la oración: “Crecemos en la fe tanto como aprendemos a orar. Después de ciertos pasajes de la vida, nos damos cuenta de que sin la fe no hubiéramos podido lograrlo y que la oración ha sido nuestra fuerza. No solo la oración personal, sino también la de los hermanos y de las hermanas, y de la comunidad que nos ha acompañado y sostenido” Asimismo, el Papa hizo hincapié en que todo en la Iglesia nace en la oración, y todo crece gracias a la oración: “Cuando el Enemigo, el Maligno, quiere combatir la Iglesia, lo hace primero tratando de secar sus fuentes, impidiéndoles rezar. Si cesa la oración, por un momento parece que todo pueda ir adelante como siempre, pero poco después la Iglesia se da cuenta de haberse convertido en un envoltorio vacío, de haber perdido el eje de apoyo, de no poseer más la fuente del calor y del amor” «Sin la fe todo cae» Profundizando sobre las mujeres y los hombres santos de la Iglesia, el Santo Padre reiteró que estas personas, «no tienen una vida más fácil que los otros», es más, «también tienen sus problemas que afrontar y, a menudo, son objeto de oposiciones»; pero su fuerza es la oración, que sacan siempre del “pozo” inagotable de la madre Iglesia. «Con la oración alimentan la llama de su fe, como se hacía con el aceite de las lámparas. Y así van adelante caminando en la fe y en la esperanza. Los santos, que a menudo a los ojos del mundo cuentan poco, en realidad son los que lo sostienen, no con las armas del dinero y del poder, sino con las armas de la oración», aseveró Francisco, añadiendo, por tanto, que «podemos concluir que la lámpara de la fe estará siempre encendida sobre la tierra mientras esté el aceite de la oración». «Rezar y educar a rezar es la tarea esencial de la Iglesia», explicó el Papa concluyendo su alocución:  “Transmitir de generación en generación la lámpara de la fe con el aceite de la oración. Sin la luz de esta lámpara, no podremos ver el camino para evangelizar; no podremos ver los rostros de los hermanos a los que acercarse y servir; no podremos iluminar la habitación donde encontrarnos en comunidad… Sin la fe, todo cae; y sin la oración, la fe se apaga. Por esto la Iglesia, que es casa y escuela de comunión, es casa y escuela de oración” Síntesis de la catequesis del Papa en español A continuación, compartimos también la síntesis completa de la catequesis pronunciada por el Santo Padre en español: «Queridos hermanos y hermanas: En esta catequesis reflexionamos sobre la Iglesia como maestra de oración. Es bueno recordar y agradecer a las personas que, desde que éramos niños, y a lo largo de toda nuestra vida, nos enseñaron a rezar. En los momentos de oración que compartimos tanto en la familia —que es la Iglesia doméstica— como en la comunidad parroquial u otros grupos cristianos, descubrimos que crecemos en la fe a medida que aprendemos a rezar y profundizamos en esta experiencia.  La vida cristiana no está exenta de momentos de crisis y dificultades. Lo vemos en el testimonio de los santos, en las pruebas que tuvieron que afrontar. Pero ellos nos enseñan que el secreto para seguir caminando en la fe es la fuerza de la oración, pues gracias a ella pudieron perseverar y sostener a otros en su peregrinar. Sigamos su ejemplo, y tengamos en cuenta que cuando el Maligno quiere combatir la Iglesia, lo primero que hace es tratar de impedir que recemos, para apagar en nosotros la luz de la fe. Una de las principales tareas de la Iglesia es rezar y enseñar a rezar a las nuevas generaciones. A lo largo de la historia, siempre han surgido comunidades y grupos dedicados a la oración. Si no rezamos, la fe se apaga, no podemos ver los caminos para evangelizar ni reconocer los rostros de los hermanos y hermanas que nos necesitan. Por eso la Iglesia, que es casa y escuela de comunión, está llamada también a ser casa y escuela de oración. Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española. Pidamos a Cristo resucitado que nos ayude a mantener encendida la lámpara de la fe, que la renovemos a

14
Abr

Papa Francisco vuelve a rezar el Regina Caeli desde la ventana de su estudio

Vaticano.- A partir del domingo 18 de abril, Francisco guiará la oración mariana con los fieles en la Plaza de San Pedro. El curso fluctuante de la pandemia, con las medidas necesarias para contenerla, abre y cierra cíclicamente las puertas, en este caso reabre la ventana más famosa del mundo. El próximo domingo, 18 de abril, se abrirán las puertas del estudio papal que da a la Plaza de San Pedro y Francisco reaparecerá para recitar el Regina Caeli, la oración mariana del tiempo de Pascua y saludar a los fieles. En las últimas semanas, la ventana había permanecido cerrada el 21 de marzo y el 5 de abril, mientras que el rezo del Ángelus del 28 de marzo, Domingo de Ramos en San Pedro, y el Regina Caeli del pasado domingo -con el Papa en la iglesia del Espíritu Santo en Sassia para la fiesta de la Divina Misericordia- fueron entonados por Francisco al final de las dos celebraciones. El primer confinamiento del año pasado mantuvo a los fieles alejados de la columnata de Bernini desde el 8 de marzo hasta el 24 de mayo, con el Papa guiando las oraciones dominicales transmitidas en directo desde la Biblioteca del Palacio Apostólico. Después de eso, Francisco se asomó desde su estudio durante unos meses, hasta el 20 de diciembre. A continuación, un nuevo cese hasta el 7 de febrero, una nueva reapertura hasta el 14 de marzo y, finalmente, como se ha mencionado, el último cierre el 21 de marzo. Prensa CEVNota de prensa de Vatican News14 de abril de 2021

13
Abr

Papa Francisco: Santa Teresa de Ávila supo trasladar el cielo a la tierra

Vaticano.- El ejemplo de Santa Teresa de Jesús no es solo para aquellos que sienten la llamada a la vida religiosa, sino «para todos los que desean progresar en el camino de purificación de toda mundanidad»: así, el Papa Francisco, en su Mensaje dirigido al Congreso Internacional «Mujer Excepcional» con motivo de los 50 años del Doctorado de la Santa de Ávila, se refiere a la Santa andariega, de quien afirma que «tenerla como amiga, compañera y guía en nuestro peregrinaje terrenal confiere seguridad y sosiego en el alma». «Es hermoso recordar que todas las gracias místicas que recibía la trasladaban al cielo; pero ella supo trasladar el cielo a la tierra, haciendo de su vida una morada de Dios en la que todos tenían cabida»: son palabras del Papa Francisco referidas a Santa Teresa de Jesús en un Mensaje dirigido al Obispo de Ávila, Monseñor José María Gil Tamayo, con el que habló a los participantes en el Congreso Internacional que se lleva a cabo desde el 12 y hasta el jueves 15 de abril en la Universidad Católica Santa Teresa de Jesús de Ávila en España, con motivo de los 50 años del Doctorado de la Santa abulense. Firmado en la Solemnidad de san José, y leído en la apertura del Congreso, el Sucesor de Pedro recorre la figura de la santa de Ávila, que recibió de san Pablo VI el 27 de setiembre de 1970 el título de Doctora de la Iglesia, siendo la primera mujer en recibir el título que, tal como escribe el Santo Padre, “reconoce el precioso magisterio que Dios nos ha regalado en sus escritos y en el testimonio de su vida”.  Una llama que sigue brillando  Con las palabras de Pablo VI, Francisco recuerda la excepcionalidad de esta mujer, cuyo arrojo, inteligencia, tenacidad, a los que unió «una sensibilidad para lo bello y una maternidad espiritual hacia todos aquellos que se aproximaban a su obra”, son “un ejemplo eximio del papel extraordinario que la mujer ha ejercido a lo largo de la historia en la Iglesia y la sociedad”.  A pesar de los cinco siglos que nos separan de su existencia terrena, – dice el Pontífice – la llama que Jesús encendió en Teresa sigue brillando en este mundo siempre necesitado de testigos valientes, capaces de romper cualquier muralla, sea física, existencial o cultural.  Ejemplo para quien quiere progresar en la purificación El Santo Padre afirma que Santa Teresa “nos sigue hablando hoy a través de sus escritos». Su mensaje – añade – está abierto a todos, para que al conocerlo y contemplarlo nos dejemos seducir por la belleza de la palabra y por la verdad del contenido, y pueda hacer brotar dentro el deseo de avanzar en el camino hacia la perfección.  Tenerla como amiga, compañera y guía en nuestro peregrinaje terrenal confiere seguridad y sosiego en el alma. Su ejemplo no es solo para aquellos hermanos y hermanas nuestros que sienten la llamada a la vida religiosa, sino para todos los que desean progresar en el camino de purificación de toda mundanidad, y que conduce al desposorio con Dios, a las elevadas moradas del castillo interior.  Santa Teresa supo trasladar el cielo a la tierra Alentando a todos los miembros de esa Iglesia particular y a los organizadores y participantes en el Congreso a seguir profundizando en el mensaje de la Santa abulense, escribe:  Es hermoso recordar que todas las gracias místicas que recibía la trasladaban al cielo; pero ella supo trasladar el cielo a la tierra, haciendo de su vida una morada de Dios en la que todos tenían cabida. Para que nuestra sociedad sea cada vez más humana, y todos podamos vivir en la fraternidad que viene de un mismo Padre, es todo un programa escuchar su invitación a “entrar en nosotros” para encontrar al Señor, y así testimoniar que “sólo Dios basta”.  La devoción de santa Teresa por san José Finalmente, se despide recordando la gran devoción de santa Teresa por san José, a quien la Santa andariega “tomó como maestro, abogado e intercesor”: “a él se encomendaba, – recuerda el Papa – teniendo la certeza de que recibiría las gracias que le pedía. De su experiencia animaba a otros a que hicieran lo mismo. Tal fue su devoción que, con motivo de sus fundaciones, recorría las tierras de Castilla y de Andalucía acompañada por la imagen de san José”.  “Los santos siempre van de la mano, y nos sostienen por la confianza puesta en su intercesión. Que ellos intercedan por ustedes.” El mensaje está firmado en la Basílica de San Juan de Letrán, el 19 de marzo de 2021, en la Solemnidad de san José, Patrono de la Iglesia Universal.  Prensa CEVNota de prensa de Vatican News13 de abril de 2021

12
Abr

Magisterio de la Iglesia: Participación de los bienes y función social de la propiedad privada

Vaticano.- El Papa Francisco, en su homilía del domingo 11 de abril, comentó la usanza de los primeros cristianos de compartir todo. Una mirada a los desarrollos del Magisterio social del último siglo que se enlaza con los grandes Padres de la Iglesia Los Hechos de los Apóstoles relatan que «nadie consideraba su propiedad lo que le pertenecía, sino que entre ellos todo era común» y esto «no es comunismo, es cristianismo en estado puro». Con estas palabras el Papa Francisco, en la homilía de la misa celebrada el domingo de la Divina Misericordia, comentó la participación de los bienes implementada por la primera comunidad cristiana. Varias veces, incluso en tiempos muy recientes, el actual Obispo de Roma ha sido criticado por haber puesto en discusión la intocabilidad del derecho a la propiedad privada y sus palabras han sido asociadas al marxismo y al comunismo. El pasado 30 de octubre, en un mensaje con motivo de la apertura de los trabajos de la Conferencia Internacional de los jueces miembros de los Comités para los derechos sociales de África y América, Francisco había dicho: “Construimos la justicia social sobre la base de que la tradición cristiana nunca ha reconocido como absoluto e intocable el derecho a la propiedad privada, y siempre ha subrayado la función social de cualquiera de sus formas. El derecho a la propiedad es un derecho natural secundario derivado del destino universal de los bienes creados. No hay justicia social capaz de hacer frente a la inequidad que presuponga la concentración de la riqueza”. El Papa Francisco abordó el tema en dos ocasiones en sus encíclicas sociales. La última en  Fratelli tutti, publicada el 4 de octubre de 2020. En ese texto se recuerdan las posturas contenidas en las encíclicas sociales de Juan Pablo II y Pablo VI. De hecho, leemos en el número 120 de la encíclica que se firmó sobre la tumba del Poverello de Asís: “Vuelvo a hacer mías y a proponer a todos unas palabras de san Juan Pablo II cuya contundencia quizás no ha sido advertida: ‘Dios ha dado la tierra a todo el género humano para que ella sustente a todos sus habitantes, sin excluir a nadie ni privilegiar a ninguno’ (Centesimus annus, 31)… El principio del uso común de los bienes creados para todos es el ‘primer principio de todo el ordenamiento ético-social’ (Laborem exercens, 19), es un derecho natural, originario y prioritario (Compendio de la doctrina social, 172)”. “El derecho a la propiedad privada – continúa Francisco en Fratelli tutti  – sólo puede ser considerado como un derecho natural secundario y derivado del principio del destino universal de los bienes creados, y esto tiene consecuencias muy concretas que deben reflejarse en el funcionamiento de la sociedad. Pero sucede con frecuencia que los derechos secundarios se sobreponen a los prioritarios y originarios, dejándolos sin relevancia práctica”. Dell mismo argumento se hablaba en el párrafo 93 de la encíclica Laudato si’. Francisco refiriéndose también en este caso al magisterio del Papa Wojtyla y comentando sus palabras, escribió: “El principio de la subordinación de la propiedad privada al destino universal de los bienes y, por tanto, el derecho universal a su uso es una ‘regla de oro’ del comportamiento social y el ‘primer principio de todo el ordenamiento ético-social’. La tradición cristiana nunca reconoció como absoluto o intocable el derecho a la propiedad privada y subrayó la función social de cualquier forma de propiedad privada. San Juan Pablo II (…) remarcó que ‘no sería verdaderamente digno del hombre un tipo de desarrollo que no respetara y promoviera los derechos humanos, personales y sociales, económicos y políticos, incluidos los derechos de las naciones y de los pueblos’. Con toda claridad explicó que ‘la Iglesia defiende, sí, el legítimo derecho a la propiedad privada, pero enseña con no menor claridad que sobre toda propiedad privada grava siempre una hipoteca social, para que los bienes sirvan a la destinación general que Dios les ha dado’. Por lo tanto afirmó que ‘no es conforme con el designio de Dios usar este don de modo tal que sus beneficios favorezcan sólo a unos pocos’. Esto cuestiona seriamente los hábitos injustos de una parte de la humanidad”. En 1961, Juan XXIII conmemoró la enseñanza social de sus predecesores con la encíclica Mater et Magistra, y a propósito de la propiedad privada y de su finalidad social escribió: La razón de ser de la función social de la propiedad privada no ha desaparecido, como algunos tienden erróneamente a pensar; ya que brota de la naturaleza misma del derecho de propiedad. Además, siempre existe un amplio abanico de situaciones dolorosas y de necesidades delicadas y al mismo tiempo agudas, a las que las formas oficiales de acción pública no pueden recurrir y que, en cualquier caso, son incapaces de satisfacer. De ahí que siempre quede un vasto campo abierto a la sensibilidad humana y a la caridad cristiana de los individuos». “No se debe concluir en modo alguno que ha desaparecido, como algunos erróneamente opinan, la función social de la propiedad privada, ya que esta función toma su fuerza del propio derecho de propiedad. Añádase a esto el hecho complementario de que hay siempre una amplia gama de situaciones angustiosas, de necesidades ocultas y al mismo tiempo graves, a las cuales no llegan las múltiples formas de la acción del Estado, y para cuyo remedio se halla ésta totalmente incapacitada. Por lo cual, siempre quedará abierto un vasto campo para el ejercicio de la misericordia y de la caridad cristiana por parte de los particulares”. Será después la Constitución conciliar Gaudium et spes, publicada en 1965 al concluir el Concilio Ecuménico Vaticano II, la que formuló claramente el principio del destino universal de los bienes: “Dios ha destinado la tierra y cuanto ella contiene para uso de todos los hombres y pueblos. En consecuencia, los bienes creados deben llegar a todos en forma equitativa bajo la égida de la justicia y con la compañía de la caridad”. Dos años después, en 1967, Pablo VI publicó la encíclica Populorum

08
Abr

Papa Francisco al Banco Mundial y FMI: finanzas al servicio del bien común

Vaticano.- El papa Francisco se dirige, mediante una carta, a los participantes en las Reuniones de Primavera 2021 del Grupo del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional, que ha confiado al cardenal Peter Turkson, Prefecto del Dicasterio de la Santa Sede para la Promoción del Desarrollo Humano Integral. Francisco, en la carta dice que la pandemia del Covid-19 ha obligado a la sociedad mundial a “afrontar una serie de graves e interrelacionadas crisis socioeconómicas, ecológicas y políticas.  Espero que sus debates contribuyan a un modelo de ‘recuperación’ capaz de generar soluciones nuevas, más inclusivas y sostenibles para apoyar la economía real, ayudando a los individuos y a las comunidades a alcanzar sus aspiraciones más profundas y el bien común universal”. No volver al modelo económico desigual e insostenible El Papa, en la carta, llama la atención sobre la noción de recuperación la cual “no puede contentarse con una vuelta a un modelo de vida económica y social desigual e insostenible, en el que una ínfima minoría de la población mundial posee la mitad de su riqueza”. En este contexto, el Papa vuelve su mirada sobre la convicción de que todos los seres humanos “han sido creados iguales”, sin embargo, “muchos de nuestros hermanos y hermanas en la familia humana, especialmente los que están en los márgenes de la sociedad, están efectivamente excluidos del mundo financiero”. Francisco recuerda que “la pandemia, sin embargo, nos ha recordado una vez más que nadie se salva solo.  Si queremos salir de esta situación como un mundo mejor, más humano y solidario, hay que idear formas nuevas y creativas de participación social, política y económica, sensibles a la voz de los pobres y comprometidas con su inclusión en la construcción de nuestro futuro común (cf. Fratelli Tutti, 169)”. El Papa subraya que en el ámbito de las finanzas y de la economía, “la confianza, nacida de la interconexión entre las personas, es la piedra angular de todas las relaciones, incluidas las financieras.  Esas relaciones sólo pueden construirse mediante el desarrollo de una «cultura del encuentro» en la que todas las voces puedan ser escuchadas y todos puedan prosperar, encontrando puntos de contacto, tendiendo puentes y previendo proyectos inclusivos a largo plazo (cf. ibíd., 216)”. Urgente un plan global de recuperación global El Papa pone en evidencia que, aunque algunos países están impulsando planes particulares de recuperación, “sigue siendo urgente un plan global que pueda crear nuevas instituciones o regenerar las existentes, especialmente las de gobernanza global, y que ayude a construir una nueva red de relaciones internacionales para avanzar en el desarrollo humano integral de todos los pueblos”. Para Francisco lo anterior se traduce en “dar a las naciones más pobres y menos desarrolladas una participación efectiva en la toma de decisiones y facilitar el acceso al mercado internacional”.  También en propiciar la reducción de la carga de la deuda de las naciones más pobres, lo cual, dice el Papa sería “un gesto profundamente humano que puede ayudar a las personas a desarrollarse, a tener acceso a las vacunas, a la salud, a la educación y al empleo”. La deuda ecológica es otro tema importante: “De hecho, estamos en deuda con la propia naturaleza, así como con las personas y los países afectados por la degradación ecológica y la pérdida de biodiversidad inducidas por el hombre.  A este respecto, creo que la industria financiera, que se distingue por su gran creatividad, se mostrará capaz de desarrollar mecanismos ágiles para calcular esta deuda ecológica, de modo que los países desarrollados puedan pagarla, no sólo limitando significativamente su consumo de energía no renovable o ayudando a los países más pobres a promulgar políticas y programas de desarrollo sostenible, sino también cubriendo los costes de la innovación necesaria para ello (cf. Laudato Si’, 51-52)”. Por un desarrollo justo e integrado El papa resalta el objetivo y fin de toda actividad económica: “el bien común universal”. En este ámbito, desarrolla la idea de ‘compromiso con la solidaridad económica: «Significa pensar y actuar en términos de comunidad.  Significa que la vida de todos es anterior a la apropiación de los bienes por parte de unos pocos.  Significa también combatir las causas estructurales de la pobreza, la desigualdad, la falta de trabajo, de tierra y de vivienda, la negación de los derechos sociales y laborales… La solidaridad, entendida en su sentido más profundo, es una forma de hacer historia» (Fratelli Tutti, 116). Los mercados no se gobiernan a sí mismos “Los mercados deben estar respaldados por leyes y regulaciones que aseguren que trabajan para el bien común, garantizando que las finanzas -en lugar de ser meramente especulativas o de financiarse a sí mismas- trabajen para los objetivos sociales tan necesarios en el contexto de la actual emergencia sanitaria mundial”, afirma el Papa. Llamamiento “En este sentido, reitero mi llamamiento a los gobernantes, a las empresas y a las organizaciones internacionales para que colaboren en el suministro de vacunas para todos, especialmente para los más vulnerables y necesitados (cf. Mensaje Urbi et Orbi, Navidad 2020)”. Al mismo tiempo, expresa sus deseos para que las deliberaciones de estas instituciones produzcan soluciones inclusivas y sostenibles, “al servicio del bien común, en el que los vulnerables y los marginados se sitúen en el centro, y en el que la tierra, nuestra casa común, esté bien cuidada”. Prensa CEVNota de prensa de Vatican News08 de abril de 2021

08
Abr

Papa Francisco celebrará Domingo de la Misericordia en Santo Spirito in Sassia

Vaticano.- El Papa Francisco volverá a celebrar este año -informa la Oficina de Prensa de la Santa Sede – una misa en forma privada -a las 10.30 de la mañana hora de Roma- en la iglesia Santo Spirito in Sassia, en el domingo dedicado a la Divina Misericordia, instituido hace 21 años por san Juan Pablo II y que se celebra el segundo domingo de Pascua. Al término de la Eucaristía, desde la misma iglesia el Papa dirigirá el rezo del Regina Caeli. El año pasado, en esta ocasión, el Papa celebró la Eucaristía, en privado, en la iglesia Santo Spirito in Sassia que el Papa Wojtyla dedicó al culto promovido por Santa Faustina Kowalska. Se estaba en plena pandemia y Francisco recordó que la misericordia de Dios es «la mano que siempre nos levanta»: Dios no se cansa, subrayó «de tendernos la mano para levantarnos de nuestras caídas.» La Santa Misa y el rezo del Regina Caeli del domingo 11 de abril serán retransmitidos en directo por televisión por Vatican Media y transmitidos por Vatican News con comentarios en italiano, francés, inglés, alemán, español, portugués y árabe. Prensa CEVNota de prensa de Vatican News08 de abril de 2021

07
Abr

Papa Francisco reza por las víctimas en Indonesia y Timor Oriental

Vaticano.- Al final de su catequesis de la audiencia general de esta mañana, Francisco recordó a las personas que perdieron la vida en el sudeste asiático a causa de las fuertes inundaciones que azotan esa zona desde el sábado pasado Más de un centenar de personas murieron,  aunque el número de víctimas se actualiza constantemente, debido al ciclón Seroja, que azotó el Este de Indonesia y Timor Oriental con lluvias torrenciales, provocando el desbordamiento de ríos, corrimientos de tierra e inundaciones. Muchas carreteras quedaron bloqueadas y pueblos enteros están sumergidos en el barro. Se estima que cientos, quizá miles, fueron desplazados. Una situación dramática de la que habló el Papa al final de la audiencia general: “Deseo asegurar mi recuerdo en la oración por las víctimas de las inundaciones que asolaron Indonesia y Timor Oriental en los últimos días. Que el Señor reciba a los fallecidos, consuele a sus familiares y sostenga a quienes perdieron sus hogares”. Prensa CEVNota de prensa de Vatican News07 de abril de 2021

07
Abr

Catequesis del Papa: Rezar es el primer modo de amar

Vaticano.- Al reflexionar en su catequesis de esta mañana sobre la relación entre la oración y la comunión de los santos, desde la Biblioteca del Palacio Apostólico, el Papa Francisco afirmó, durante la audiencia general, que “rezar por otras personas es el primer modo de amarlas y de estarles cerca de manera concreta”. Y dijo que “desde el cielo los santos siguen echándonos una mano” En su catequesis de esta mañana, en el ámbito de la audiencia general celebrada en la Biblioteca del Palacio Apostólico, el Papa Francisco reflexionó sobre la relación entre la oración y la comunión de los santos. Y explicó que “cuando rezamos, nunca lo hacemos solos: aunque no lo pensemos, estamos inmersos en un majestuoso río de invocaciones que nos precede y continúa después de nosotros”. Cuando rezamos, nunca lo hacemos solos El Santo Padre afirmó asimismo que en las oraciones que encontramos en la Biblia – y que suelen resonar en la liturgia –  se ve la huella de historias antiguas, de liberaciones prodigiosas, de deportaciones y tristes exilios, de regresos conmovidos, de alabanzas derramadas ante las maravillas de creación. De este modo – dijo Francisco – esas voces “se difunden de generación en generación, en una relación continua entre la experiencia personal y la del pueblo y la humanidad a la que pertenecemos”. Además, el Obispo de Roma destacó que “en la oración de alabanza, especialmente en la que brota del corazón de los pequeños y los humildes, resuena algo del cántico del Magníficat que María elevó a Dios ante su pariente Isabel”. De la misma manera – prosiguió – sucede con “la exclamación del anciano Simeón que, tomando al Niño Jesús en sus brazos, dijo así: “Ahora Señor, puedes, según tu palabra, dejar que tu siervo se vaya en paz” Las oraciones buenas son difusivas Por otra parte, el Papa agregó que las buenas oraciones son “difusivas”, es decir, “se propagan continuamente, con o sin mensajes en las redes sociales”. De manera que puede ser “desde las salas del hospital”, o las diversas reuniones de fiesta y hasta desde esos “momentos en que se sufre en silencio”. “El dolor de cada uno es el dolor de todos, y la felicidad de uno se derrama sobre el alma de los demás” Las oraciones siempre renacen El Pontífice también recordó que “las oraciones siempre renacen” porque “cada vez que juntamos las manos y abrimos nuestro corazón a Dios, nos encontramos en compañía de santos anónimos y santos reconocidos que rezan con nosotros, y que interceden por nosotros, como hermanos y hermanas mayores que han pasado por nuestra misma aventura humana”. “En la Iglesia no hay duelo que se quede solo, no hay lágrima que se derrame en el olvido, porque todo respira y participa de una gracia común” Por esta razón dijo que no es casual que en las iglesias antiguas las sepulturas estuvieran en el jardín alrededor del edificio sagrado, como para decir que la multitud de los que nos precedieron participa de alguna manera en cada Eucaristía. “Los santos todavía están aquí, no lejos de nosotros; y sus representaciones en las iglesias evocan esa ‘nube de testigos’ que siempre nos rodea” Naturalmente Francisco destacó que los santos “son testigos” que “no adoramos”, sino que “veneramos y que de mil maneras diferentes nos remiten a Jesucristo”, que es el “único Señor y mediador entre Dios y el hombre”. Después de recordar que también en nuestra vida marcada por el pecado la santidad puede florecer, el Papa dijo: “Nunca es tarde para convertirse al Señor, bueno y grande en el amor” A la vez que puso de manifiesto que el Catecismo explica que los santos “contemplan a Dios, lo alaban y no dejan de cuidar de aquellos que han quedado en la tierra”, puesto que “su intercesión es su más alto servicio al plan de Dios”. Por esta razón “podemos y debemos rogarles que intercedan por nosotros y por el mundo entero”. “Vivimos la comunión en la oración cuando rezamos unos por otros, dijo el Papa, y cuando pedimos y ofrecemos plegarias por diversas necesidades”. Por eso “el primer modo de rezar por alguien es hablarle a Dios de esa persona”. Y si lo hacemos con frecuencia, cada día, “nuestro corazón no se cierra, sino que permanece abierto a los demás”. Mientras, hablando espontáneamente en italiano, Francisco dijo: “Incluso en tiempos de conflicto, una forma de disolver el conflicto, de suavizarlo, es rezar por la persona con la que estoy en conflicto. Y algo cambia con la oración. Lo primero que cambia es mi corazón, es mi actitud. El Señor lo cambia para hacer posible un encuentro, un nuevo encuentro y evitar que el conflicto se convierta en una guerra sin fin” Saludos en español Al saludar cordialmente a los fieles de nuestro idioma Francisco invitó, en esta octava de Pascua, a pedir a Cristo resucitado, por intercesión de todos los santos y santas “que nos conceda las gracias que más necesitamos para superar los momentos difíciles y hacer de nuestra vida, en comunión con toda la Iglesia, una alabanza agradable a Él”. Fiesta de la Divina Misericordia Al final de su catequesis, dirigiéndose a los fieles de lengua polaca, el Papa recordó que el próximo domingo la Iglesia celebrará la fiesta de la Divina Misericordia, instituida por San Juan Pablo II. Al respecto Francisco dijo que su Predecesor había recordado “que la liturgia de ese domingo parece trazar el camino de la misericordia que, mientras reconstruye la relación de cada persona con Dios, suscita también entre los hombres nuevas relaciones de solidaridad fraterna”. Y añadió que el hombre, en efecto, recibe la misericordia de Dios, “pero también está llamado a ‘usar misericordia’ con los demás”. E invitó a pedir “la gracia del perdón y del amor concreto hacia el prójimo”. Prensa CEVNota de prensa de Vatican News07 de abril de 2021